Capítulo 50 - La venganza de las minas

Después de que terminamos de comprar, era hora de nuestra expedición.

Saliendo sin descansar ayer, me dirigí a la Minas Ares.

¡Fuhahahaha!

¡Todos los minerales! ¡Espérame!

Hoy seguro que ganaremos mucho dinero!

"Fu-fufu~n Mi~ nombre e~s Afrodita ↑↑ Li-Li-Linda! ¡Muy bonita! La diosa que todo el mundo mi ~ ra "

El que derribó mi motivación fue Afrodita.


Guhee....

¿Por qué esa... canción sin esperanza....?

Gracias a su canto, en la cueva resonó horriblemente y nos lastimó los oídos.

“-Aphrodite-san. ¿Qué es esa extraña canción...?".

Era natural que Carolina se sorprendiera.

Después de hacer las compras conmigo, Afrodita ha tenido este tipo de tensión todo el tiempo desde entonces.

¿Se golpeó la cabeza en alguna parte?

"Nee, Caro. ¿Alguna vez has sentido la alegría de ser amada por un hombre?”

Afrodita, dejándose llevar, anunció esa bomba.

T-Tu....

¿Por qué harías de esa cosa algo tan importante en este momento?

En realidad... supongo que Carolina probablemente tenía un amante.

Tal vez no ahora, pero en el pasado probablemente tenía muchos.

No puedo imaginar a los hombres que la rodeaban, descuidando a una belleza como Carolina.

"No lo sé. Para mí, Maou-sa... gohon*! Esa persona, siempre fue un amor unidireccional.” (Ni idea que quería decir con eso)

Oshaaaaa*! (tampoco sé que significa)

Si la existencia del amado de Carolina fuera revelado con esto, ¿Podría volver a recuperarse en poco tiempo?

Pero, ¿quién es el hombre que Carolina ha seguido pensando durante 300 años?

¡Estoy demasiado envidioso!

"Pupu! ¡No lo sabes entonces! Caro, estás haciendo una cara como si no tuvieras suerte con los hombres. (Ahí se pasó con eso con esa frase.)

"..."

Después de haber sido agitada por Afrodita, las venas de Carolina en su sien surgieron.

Debido a que el estado de ánimo entre las dos se hizo peligroso por alguna razón, traté de cambiar el tema.

“Naa. Sheryl. Hay algo que me estaba preguntando... ".

"Sí. ¿Qué es?"

"Hoy pensaba en minerales raros en lugar de cobre y hierro. ¿No hay un buen método para eso? "

"Hmm. No es imposible, pero... sería difícil.

"…¿Por qué es eso?"

"¡Porque hay muchos aventureros como tú que buscan minerales raros! El oro y los minerales de plata probablemente han sido agotados por aquellos que vinieron a buscarlos antes.

"Ciertamente... tiene sentido si lo planteas así."

Las personas como yo que podían almacenar un número ilimitado de artículos eran una cosa, pero había un límite al número de minerales que los aventureros normales podían traer a casa.

Pensando en ello, era natural que los minerales raros fueran preferentemente buscados.”

“-Sí, pero espera. Por otro lado... si vamos al centro de la mina donde no se acercan los demás, existe la posibilidad de que podamos monopolizar los minerales raros, ¿no?”

"¡Exactamente! Pero, ya que el camino se volverá mucho más peligroso si vamos al centro... el riesgo de un desastre también aumentará... ".

"Ya veo. Es problemático, ¿eh?

Para mí, que podía almacenar elementos en la bola, probablemente tenía más sentido seguir el patrón de recolección de una gran cantidad de minerales baratos y venderlos.

"No estoy preocupada por eso."

La que se sumó a nuestra conversación fue Carolina.

"El terreno de esta mina ya ha sido completamente investigado según el informe de mis subordinados. Maestro, puedo guiarte a la zona media que deseas ver.

Un solo murciélago se había posado en el hombro de Carolina, quien nos informaba tranquilamente.

“-Quizá, Caro, ¿entiendes los murciélagos?”

"Sí. Ayer pensé que esto podía suceder, y le pedí a los murciélagos de esta cueva que me informaran sobre el terreno.”

"Ohh!"

Como se esperaba del as de nuestro equipo... ella siempre es capaz.

Y en contraste, esta Afrodita.

"¡Ugyaaaaaaa! ¡Qué es eso! ¿Este murciélago esta...? ¡Ve para allá!"

Ella estaba en un pánico porque el murciélago estaba revoloteando alrededor de su cuerpo.

"Oye. Caro. No estás controlando ese murciélago, ¿verdad?”

"…Correcto. Ese murciélago atacando a Afrodita-san es pura coincidencia.”

"..."

Sentí que el momento de esa coincidencia era bastante arbitrario, pero....

Sentí que traería problemas innecesarios el indagar más lejos, y que sería mejor simplemente permanecer en silencio.