Mixed Bathing in Another Dimension
Volumen 2

Baño de Manantial
“La Gran Detective Harunon”

Había una pequeña colina en forma de mesa, consagrada por el resto de la ciudad.

La cima de la colina estaba rodeada de murallas, y dentro de esas murallas había un gran templo de color tiza que traía a la mente la mitología griega. Era como si la colina misma fuera una fortaleza gigante.

Siempre encontrarás la ciudad blanca al pie de la colina llena de vida. Un vistazo dentro de la plaza de reuniones de la ciudad, y se podían escuchar voces animadas discutiendo todo tipo de asuntos.

Los argumentos eran numerosos. Discutían la escasez de la cosecha de trigo de este año, si deberían aumentar las donaciones al templo, y si deberían reforzar sus tropas en preparación para la resurrección del señor demonio. El que sugirió aumentar las donaciones al templo fue un clérigo del templo de la Diosa de la Luz, pero estoy divagando.

No importaba si el argumentador era hombre o mujer. Todo el mundo llevaba un trozo de tela sobre su ropa. La tela se envolvía alrededor de sus cuerpos y eran cubiertos sobre un hombro, el estilo tradicional de vestir de Atenea. Se notaba en los delicados bordados de sus túnicas que todos eran de clase media alta.

El trabajo duro era manejado por sus sirvientes, los ravers, y ellos iban a trabajar de una manera que contribuía a la sociedad. Así era esta asamblea de intelectuales llamada ecclesía.

Esta era la nación de los sabios, Atenea. Vivían como ciudadanos de clase media dentro de la capital de Atenápolis.

Recientemente, un tema ha llamado la atención de todos los ciudadanos de Atenea.

El tema sobre Haruno Shinonome, que había viajado hasta aquí desde Jupiterópolis.

Actualmente estaba bajo el cuidado de la maestra de Rium, la famosa maga de cristal Nartha, en una mansión en las afueras de Atenápolis. Ella guiaba a las Peregrinas de la Diosa de la Luz, que habían comenzado a encargarse de los monstruos en el área circundante.

Las peregrinas normalmente eran un grupo que viajaba alrededor, asistiendo a cualquiera que lo necesitara, nunca permaneciendo en un solo lugar. Sin embargo, las peregrinas dirigidas por Haruno eran sus guardaespaldas. Ellas estaban bajo el cuidado de Nartha junto con Haruno.

Habían empezado la subyugación de monstruos como un medio para entrenar a Haruno usando la experiencia real de batalla, pero los ciudadanos de Atenea no tenían que saber eso. Para ellos, simplemente tener peregrinas alrededor para eliminar monstruos era razón suficiente para estar agradecidos.

La propia Haruno era amable y hermosa, mostrando a todos una sonrisa amable y encantadora cada vez que iba a la ciudad. Atenea tenía una fuerte fe en la Diosa de la Luz, y había incluso susurros de que ella era la encarnación de la Diosa misma, a pesar de su pelo negro. Era obvio que Haruno había sido muy bien aceptada por los ciudadanos de Atenea.

Otra razón de su favorable acogida fue su condición de Héroe de la Diosa, no de Héroe del Rey Sagrado bajo la familia real de Júpiter.

En ese mismo momento, la famosa Haruno suspiraba profundamente fuera de la mansión de Nartha.

"... Mi Reflejo ilimitado es tan inútil..."

"No hay muchos monstruos que usen magia, después de todo..."

La clériga que estaba sentada a su lado, Sera, le sonrió con una sonrisa rígida. Haruno consideraba a Sera su primera amiga en este mundo, pero ni siquiera esta amiga podía ofrecerle palabras de aliento en este momento. Ella movía su cuerpo de un lado a otro, pensando en una manera de responder, su pelo rubio se balanceaba a su vez.

El don de Haruno, Reflexión Ilimitada, le permitía anular hechizos y cualquier otra cosa que usara MP. El nombre puede implicar un don usado para reflejar hechizos, en lugar de simplemente anularlos. Desafortunadamente, aún no lo ha perfeccionado hasta ese punto.

Era un poderoso don capaz de bloquear todos los ataques de oponentes como demonios, pero por desgracia, los únicos monstruos que deambulaban cerca del territorio humano estaban en el extremo más débil. Los monstruos fuertes que podían usar magia eran algo raro.

"¡U-um, escuché que el aliento venenoso de algunos monstruos usa magia! ¡Estoy segura de que usted sería capaz de anular eso!"

"¿Y dónde estarían esos monstruos?"

"... ¿en las montañas, tal vez?"

Asumiendo que los monstruos fueran lo más mínimo inteligente, no vagarían intencionalmente cerca de la civilización humana. Los fuertes vivían en áreas aisladas, lejos de los ojos humanos.

Cuando el señor demonio aún gozaba de buena salud, habían iniciado un ataque. Pero ahora, 500 años después de su derrota, los humanos y los monstruos se habían segregado a sí mismos, manteniendo un alto el fuego hasta el día de hoy.

"Pero incluso si pudieras protegerte de ese aliento, seguirías en problemas si te golpearan. Si tienes que luchar contra ellos, no tienes más remedio que fortalecer tu cuerpo y aprender los fundamentos de la batalla.”

Sandra puso su granito de arena. Era una caballero del templo y una de las peregrinas, con el pelo largo y azul atado en una cola de caballo, y un aura digna. Gracias a su larga amistad con Sera, se acercó a Haruno y se convirtió en su guardaespaldas personal. Junto con otro grupo de dos personas, formaban las "Tres Hermanas Caballeros del Templo.”

"Tienes razón... Lo haré paso a paso sin apresurar las cosas.” Haruno estuvo totalmente de acuerdo con Sandra. Ella no era tonta. De hecho, antes de su invocación, había sido una estudiante de honor. Su inteligencia también se había trasladado a este mundo, y había decidido concentrarse en volverse cada vez más fuerte antes de ceder a sus impulsos de ver a Touya. Y así, en los días libres de subyugar monstruos, entrenaba la espada junto con las caballeros del templo durante su estancia en la mansión de Nartha.

El patio era enorme. En el lado oeste se encuentra un jardín botánico, lleno de varios tipos de plantas. Y en el lado este había un área de césped vacía. Mirando la mansión desde el camino, se veía que los dos lados estaban estilísticamente desajustados, lo que tenía que ver con que el lado este era el terreno de experimentos de la maga de cristal Nartha. Haruno estaba tomando prestado este espacio para su entrenamiento.

"Ojalá Rin se comportara tan bien como tú..."

"¿Por qué tuviste que sacarme a mí?"

La del medio de las tres hermanas, Rin, se agitó después de que le echaran una mirada acusadora. Ella también pertenecía a los caballeros del templo que conformaban el grupo de peregrinas, y se había hecho amiga de Haruno después de una larga amistad con Sandra. Aunque esa larga amistad consistía principalmente en la que siempre sería Sandra regañando a Rin mientras cuidaba de ella a través de los años. Incluso ahora, las trenzas gemelas de Rin estaban caídas como orejas de perro.

"Ahora, Sandra. Vamos Rin, vamos a entrenar juntas."

"Oh, bien. Nunca la rechazaría, Lady Haruno."

"Cielos, eres tan impredecible..."

La actitud de Rin dio un giro de 180 grados tan pronto como Haruno intervino. Sandra suspiró mientras miraba. Al final del día, su relación era una entre dos chicas que por un lado eran despreocupadas e iban con la corriente, y por el otro, mundanas y siempre serias. Sin embargo, de alguna manera misteriosa, seguían siendo las amigas más cercanas.

"¡Haruno! ¡Estoy devueltaaa!" Una alegre voz gritó desde la puerta principal. Sólo había dos chicas en el grupo de Haruno que no se dirigían a ella por su título, y sólo una con tanta viveza.

"¡Bienvenida, Lumis!"

Haruno también se dirigía a ella informalmente. Era la última de las tres hermanas, Lumis. Como era la más joven de las peregrinas y de la misma edad que Haruno, era más amiga que guardaespaldas.

"¡Bienvenida de nuevo a ti también, Rium!"

"Estoy de vuelta..."

Detrás de Lumis estaba Rium, sosteniendo la mano de una elegante anciana. Rium era la otra que no se dirigía a Haruno con un título.

El nombre de la anciana era Nartha, la maestra de Rium. Cuando las dos estaban juntas así, se parecían a una abuela y su nieta. Rium no tenía padres, así que era más una madre para ella.

Nartha tenía asuntos en la capital ese día, así que Rium se unió a ella, con Lumis siguiéndoles como su guardia. Acababan de regresar de su recado. "Tengo un regalo para ti hoy, Haruno..."

"¿Para mí? ¿Qué es?"

"Un mensaje de Touya."

En el momento en que dirigió esas palabras, Haruno saltó sin decir ni una palabra. Aceptó un sobre de Rium, sus manos temblaban, y una inestable sonrisa estaba en su cara.

Una carta de a quien tanto deseaba ver. No le prestó atención a las miradas que la rodeaban.

Haruno y Sera agarraron cada una un lado de la carta, y Rium sacó su cabeza de debajo de ellas. Las tres chicas restantes las rodearon, y las seis terminaron leyendo la carta a la vez.

La carta detallaba cómo se las arregló para salvar a la tribu de Rulitora, y cómo había conocido a sus dos nuevos miembros de grupo con los nombres de Clena y Roni. También que habían llegado a salvo a Ceresópolis, pero que pronto volverían a partir. Por último, decía que quería encontrarse con ella pronto.

Haruno puso su mano sobre su pecho, aliviada, sabiendo que él había encontrado a los nuevos miembros de equipo que había prometido encontrar.

"Hmm... es muy suave. Es su primera carta, así que podría ser un poco más interesante.”

Rin, sin embargo, no estaba de acuerdo con el contenido de la carta.

"Bueno, este mensaje pasó por el templo, ¿sabes?"

"Fue enviado del templo de Ceresópolis al templo de Atenápolis."

"En ese caso, el mensaje debe haber sido leído por los clérigos. Ni siquiera Touya sería capaz de enviar una carta de amor si fuera así."

Sandra expresó su contraargumento. Su suposición era notablemente correcta.

Me pregunto si Haruno está decepcionada. Pensó Sera, y se volvió hacia Haruno.

"...Parece que no tenía nada de qué preocuparme."

Haruno parecía muy contenta mientras sostenía la carta, con su sonrisa aún más amplia que antes. Era una expresión que nunca podría mostrar a la gente de la capital.

"¿No es genial, Lady Haruno?"

"Gracias, Sera."

Sera también estaba radiante. Ella también había estado preocupada por Touya, rezando por él todas las noches, así que estaba feliz sabiendo que estaba a salvo.

Haruno sabía que ella tampoco podría escribir una carta de amor, así que estaba satisfecha de saber que Touya estaba sano y salvo.

Por supuesto, no es que ella no quisiera. Tenía una montaña de sentimientos que quería transmitirle a Touya. Pero como esos sentimientos eran tan queridos para ella, también la avergonzaban, y definitivamente no quería que los clérigos supieran de ellos.

"¿Qué pasa, Rium?" Entonces Lumis preguntó.

Las otras dejaron de hablar, preguntándose qué le pasaba mientras miraban a Rium, que tenía los brazos cruzados y la cabeza inclinada.

"¿Rium?"

Rium volvió a mirar cuando Haruno dijo su nombre. Tenía una expresión estoica y una cara delicada, como de muñeca.

Pero Haruno se dio cuenta. Una imagen valía más que mil palabras. Sus ojos, grises como el mar, transmitían muchos de sus pensamientos.

Los ojos de Rium estaban brillantes y rebosantes de curiosidad. Tenía mucha curiosidad sobre algo relacionado con la carta.

"Haruno... algo está mal con esa carta."

"¿Mal? ¿Qué quieres decir?"

"Uno. Saldrán pronto de Ceres, así que eso significa que ya han decidido su próximo destino. Pero sólo dice que ‘quiere verte pronto,’ no exactamente que vaya a venir aquí después.”

"En otras palabras, ¿se van a otra parte antes de venir a ver a Lady Haruno?" Sera propuso mientras Rium asintió con confianza en respuesta.

Haruno luchó contra el impulso de darle palmaditas en la cabeza como si dijera ‘chica lista,’ y permitió que la conversación continuara.

"Dos. Los miembros de equipo que ganó en la tribu de Rulitora, Clena y Roni. ¿Qué intentaban hacer esas dos, yendo hasta el asentamiento de los Torano'o?"

"¿Eh? ¿No era sólo una de las paradas de su viaje?"

"Nadie va al vacío sin un objetivo específico en mente." Haruno preguntó confundida, pero Rium le respondió rápidamente.

"Hay algunas cosas raras en el vacío, así que tal vez eran cazadoras tratando de recogerlas. Sin embargo, no puedo imaginar que deambularan tan lejos.”

"¿Así que deben haber tenido algún objetivo en mente...?"

Nartha ayudó con su propia explicación. Era una mujer gentil, pero la forma en que hablaba mostraba asertividad, dignidad y un verdadero poder de persuasión.

"¿Así que Touya se alineó con ese objetivo, sea lo que sea?"

"Eso explica por qué se asoció con ellas. Suena bastante plausible." Basado en esta discusión, parece que Touya estaba escondiendo algo. Pero Haruno no lo creía así. No tenía sentido que él le estuviera ocultando algo ahora, después de haber confesado que quería bañarse con Sera y Rium, además de con Haruno.

Si realmente estaba escondiendo algo, sería de los clérigos que leerían su mensaje. Haruno concluyó como tal y empezó a romperse el cerebro, pensando en lo que podría ser que necesitaba mantener en secreto.

"¿Qué hay en el vacío? No sé mucho sobre eso..."

"Se llama el vacío porque no hay nada allí. Literalmente no hay nada. Ni siquiera datos sobre el lugar.”

"¿Nada de nada?"

"Sí, es aburrido." Rium respondió a la pregunta de Rin con bastante naturalidad. Ella tenía una sed insaciable de conocimiento, por lo que no le interesaban los lugares sin material para investigar.

Haruno se quedó con una pregunta después de escuchar su intercambio. El vacío no era un área inexplorada. Estaba cerca de Júpiter, jefe de la Alianza Olimpo, y estaba rodeado por muchas otras naciones incluyendo Ceres. Sin embargo, sólo el medio ambiente del vacío estaba compuesto de páramos y desierto, lo que lo hacía sentir muy poco natural. No sólo eso, en general no había apenas datos sobre el lugar. Realmente se sentía antinatural.

"Touya debe haber descubierto algo sobre esta antinaturalidad... O no, tal vez se enteró por Clena y el resto..."

"¿Lady Haruno?”

"No, no es nada."

Si ese es el caso, quiero ayudar—. Ella estaba a punto de decirlo, antes de detenerse.

Touya debe haber tenido una buena razón para no mencionar esto en su carta.


Suponiendo que la falta de datos sobre el vacío tuviera una causa humana, ¿quién estaba exactamente detrás de ello? Asumirías que la gente en el poder cuando se creó el vacío. Quizás incluso el Templo de la Luz tuvo algo que ver.

E incluso ahora, había un poder que intentaba ocultarlo todo. Si no fuera así, Touya habría dicho algo en su mensaje.

Cuando Haruno llegó a esa conclusión, se sostuvo la cabeza.

"¡¿Qué?! ¡¿Qué pasa, Lady Haruno?!"

"¡¿Está herida?! ¡¿Se siente mal?! ¡Clérigo! ¡Necesitamos un clérigo!"

"¡Yo soy el clérigo aquí, Sandra!" Haruno ignoró a Sera y Sandra mientras corrían por ahí, y bajó la cabeza sin ganas. Se había dado cuenta de algo. Su línea de pensamiento, sin saberlo, había cambiado a una teoría de conspiración.

Pero considerando todas las cosas, probablemente no estaba muy lejos de la realidad. Al llegar a eso, sus ojos se movieron inadvertidamente hacia Sera y el resto.

Estaban Sera y Lumis, en cuclillas junto a ella. Las dos estaban tan preocupadas por ella que se habían puesto pálidas. Sandra estaba en pánico, sin dejar rastro de su ser habitual. Rin, por otro lado, parecía dócil y le dio un vaso de agua fría, preguntándole si estaba bien.

"Oh..." Y finalmente, con los ojos fijos en Haruno, Rium extendió su pequeña mano y tocó su mejilla.

Se sentía fresco y relajante. Ella estaba avergonzada de sí misma por dudar de sus amigas incluso por un segundo.

Puedo confiar en estas chicas, al menos. Haruno decidió, y apretó la mano de Rium. Su expresión se volvió seria cuando empezó a dirigirse a las demás. "Tengo algunas ideas que me gustaría compartir sobre este asunto. ¿Me escucharán todas en algún lugar más privado?"


Haruno prestó atención a las miradas que la rodeaban mientras entraban en la habitación de Nartha. Se aseguró de que las delgadas cortinas de encaje estuvieran bien cerradas. Rayos de sol entraban a través del encaje, iluminando la habitación, pero ya era bastante difícil saber lo que estaba pasando desde fuera.

El piso de alfombra suave y una estantería grande en la pared componían la habitación. Todas se sentaron alrededor de una gran mesa en el centro de la habitación, y Haruno sin vergüenza compartió sus pensamientos.

"¿Así que está diciendo que hay algo escondido dentro del vacío...?"

"¿Y hay una posibilidad de que el templo de la Diosa de la Luz haya jugado un papel en esconderlo?"

"No puede ser..."

Sera y Sandra se miraron con expresiones desconcertantes. Lumis agitó la cabeza, incrédula.

"Espere, Lady Haruno. No debería decir eso. No debería decir esas cosas. ¿Y si el líder del templo se entera...?" Rin, que estaba sentada a su lado, le susurró al oído con la cara tensa.

Las cuatro eran seguidoras de la Diosa de la Luz. Aunque hubiera ocurrido hace mucho tiempo, fue una reacción natural al sugerir que su templo había estado involucrado en algo sospechoso.

Aun así, ninguna de ellas se enfadó ni abandonó sus asientos. Haruno tenía razón al confiar en ellas.

Por otro lado, Rium y Nartha habían permanecido en silencio, solo intercambiando una extraña mirada. Ellas no consideraron su historia como una completa palabrería.

"Hay algo de sentido en lo que dice Haruno."

"Sí. Hay algunos rumores sobre un reino en ruinas en medio del vacío, aunque la mayoría son supersticiones.”

Al parecer, las dos también habían oído hablar del reino del desierto.

"¿Así que el templo puede haber alterado ese hecho en un rumor?"

"No puedo decir si fue así."

Preguntó tímidamente Sera, pero Nartha lentamente agitó la cabeza en respuesta.

"Yo tampoco estoy segura.” Haruno también habló.

Haruno había concluido que el templo era la única organización capaz de ejercer su influencia sobre toda la alianza, pero no sería absurdo que existiera otra organización desconocida sólo para proteger este secreto. Más importante aún, no tenían suficiente información para determinar exactamente cuál era ese secreto. Tal y como estaban las cosas, era imposible sacar conclusiones.

"De todos modos, no creo que sea algo de lo que debamos hablar con nadie más."

"Estoy de acuerdo."

"Lo mismo digo. Estamos especulando.” Rin, Lumis y Rium hablaron en orden.

Las peregrinas eran seguidoras de la Diosa de la Luz. Como dijo Rin, deberían ser cautelosas a la hora de hacer correr la voz sobre esto, siempre y cuando se trate de meras especulaciones.

"En ese caso, preferiría haber estado a oscuras por un tiempo más..."

"Lo... lo siento. No quería tener secretos con todas ustedes.”

"Bueno, me alegro de que confíe en nosotras..."

Sandra y Sera parecían un poco preocupadas, pero no demasiado.

"Ustedes dos se lo están tomando demasiado en serio. Es una historia de hace mucho tiempo."

Rin tenía razón al final. Era solo una vieja historia, y había una buena posibilidad de que el actual clero del templo también estuviera en la oscuridad. Esa era su única gracia salvadora.

Rium, que no tenía ninguna conexión particular con estos asuntos, tiró de la manga de Haruno.

"¿Qué pasa, Rium?"

"Haruno, tengo un plan."

Haruno miró hacia Rium, quien continuó hablando con una mirada estoica.

"La herramienta que el templo usa para enviar mensajes está hecha por los magos de cristal."

"Huh, ¿así que Nartha puede hacerlas?"

"Yo hice la que está aquí en Atenápolis." Todo el mundo miró a Nartha, quien dijo eso como si no fuera nada.

Además, aprendieron que esta herramienta fue diseñada por la magia clerical, en lugar de la magia de cristal, y que había varios otros tipos también.

Los clérigos las llamaban herramientas santas, pero en realidad no requerían el poder de una diosa.

"A Sera y a Touya también les vendrán bien.”

"¡Oh...!" Haruno, sin darse cuenta, jadeó.

Sí, si los mensajes se enviaban usando hechizos clericales, podrían enviarse mensajes el uno al otro sin el uso de un templo como intermediario, siempre y cuando tuvieran el equipo apropiado.

"Pero tendríamos que llevar uno de ellos a Touya, ¿no?"

"Es sólo un salto con mi disco volador." Rium dio el visto bueno, muy orgullosa de sí misma.

El "disco volador" era lo suficientemente grande como para que cupiese una persona, y los magos de cristal podían utilizarlo para volar. Rium se las había arreglado para viajar desde Atenápolis a Jupiterópolis gracias a su disco volador.

"¿Está bien?"

"Pediré usar el baño ilimitado ya que estoy en ello."

"Entonces yo... no puedo ir, eh."

Era la oportunidad perfecta para Rium, que llevaba tiempo queriendo ver el Baño Ilimitado. Haruno quiso acompañarla después de escuchar eso, pero desafortunadamente, el disco volador sólo tenía espacio para uno.

En cualquier caso, siempre y cuando Sera estuviera de acuerdo, ahora podrían transmitirse mensajes entre ellos sin la ayuda del templo. Haruno le puso los ojos de cachorro a Sera. Sera la miró un rato, eventualmente suspirando, y volviéndose hacia Nartha con una decisión en mente.

"...lo entiendo. También tengo curiosidad sobre los hallazgos de Sir Touya. Lady Nartha, ¿podríamos usar esas herramientas?"

"...no puedo simplemente darle uno de los pertenecientes a los templos por las regulaciones, pero puedo darte uno simplificado si quieres. No debería haber ningún problema cuando sólo son ustedes dos enviando mensajes.”

"¡Muchas gracias!" Haruno y Sera se levantaron y se inclinaron profundamente ante ella.

"¿¡No es genial, Haruno!?"

"¡Felicidades, ahora puedes enviar una carta de amor!"

"Ah..."

Haruno sólo se dio cuenta después de que Rin lo dijo. Si pudieran enviarse mensajes entre ellos sin la ayuda del templo, no sólo podrían intercambiar información secreta, sino también cartas de amor. Y aunque no pudieran, ella podría al menos enviar una a través de Rium esta vez.

Con este conocimiento, no había quien la detuviera. Esa noche, Haruno escribió su primera carta de amor.

Sus mejillas estaban calientes, aunque Touya no estaba allí. Ella rellenó cada uno de sus sentimientos de querer reencontrarse con Touya en la carta.

¿Qué clase de cara pondrá Touya cuando lea esto? ¿Qué escribirá a cambio?

Cuanto más lo pensaba, más se le apretaba el pecho.

Quiero enviarle todos estos sentimientos.

Su pluma fluía, alimentada por su corazón.

"...no enviemos esto." A la mañana siguiente, volvió a leer la carta que había escrito. Su cara se tornó de un rojo brillante, hasta las orejas, y la rompió. Tal vez sea porque lo había escrito en medio de la noche, pero había algunas cosas atrevidas que incluso le costaba creer que ella hubiera escrito.

Viendo como lo había destruido de inmediato, nadie más que la propia Haruno sabía lo que decía la carta.

Pero digamos que la versión reescrita también fue bastante estupenda.