Prólogo

Odio a los seres humanos.

Cuando de haber sido traicionado por ellos, ya no puedo confiar más en ellos. Por esta razón he evitado crear una vida social tanto como sea posible. Por eso, aunque ya tengo 29 años, no tengo amigos ni novia.

Hay una razón para que me convierta en una persona tan antisocial:

Esta es una historia de cuando yo era todavía un estudiante de sexto grado de la escuela primaria, y cómo me acusaron falsamente de robar el dinero del almuerzo de otra persona.

Cuando la bolsa que contenía el dinero del almuerzo de uno de mis compañeros de clase se perdió, la clase trató de buscar la bolsa todos juntos, sin embargo después de buscar un rato todavía no pudimos encontrarla. Ahí fue cuando la chica que se convirtió en la representante de la clase de repente gritó. Al parecer la bolsa con el dinero del almuerzo se encontró en mi escritorio. Todo era un plan malvado de uno de mis compañeros de clase, esa es la sospecha que tengo hasta el día de hoy.

En realidad hasta ese día desafortunado había sido un muchacho muy popular. Sospeché que este era el trabajo de uno de los otros chicos de mi clase, que había estado celoso de mí porque se me había confesado (y acepté por supuesto) la representante de la clase. Sin embargo los niños no piensan en las consecuencias de sus fechorías. Este evento se había convertido en una experiencia muy cruel para mí, porque aunque yo lo negaba fervientemente nadie me creyó cuando le dije que no robé el dinero. Mis compañeros de clase, mi maestro, ni siquiera mis propios padres me creyeron.

A partir de ese día mis compañeros empezaron a evitarme. Había esperado que mis amigos me creyeran al menos y estuvieran de mi lado, pero ellos tampoco me escucharon y empezaron a evitarme activamente para no involucrarse. Debido a esto más y más personas comenzaron a evitarme. ¿Y cómo resultó? Bueno, aprendí a desconfiar de los seres humanos desde una tierna y joven edad.

Mientras que en la secundaria, la preparatoria, e incluso la universidad seguí evitando a otras personas. Seguí siendo una persona solitaria lejos de los demás. Incluso ahora, cuando ya soy una parte de la sociedad normal que trabaja para una empresa, intento evitar todos los eventos sociales a lo mejor de mi capacidad.

Y el año pasado, mientras viajaba al trabajo en tren, de alguna manera me convertí en el culpable de un incidente de manoseo* (que yo, por supuesto, no cometí). Seguí insistiendo en que era inocente. Nadie me creyó. El juez me encontró culpable, nadie, nadie me creyó. Esto hizo que mi desconfianza en la humanidad alcanzara nuevos niveles de severidad. (El así llamado Chikan o grope.)

El juicio arruinó mi vida. Perdí mi trabajo y la relación con mi familia que ya era casi inexistente dejó de existir por completo.

Ahora casi un año después, sin haber podido conseguir un trabajo debido a las circunstancias, he estado comiendo de mis ahorros. Por supuesto esto no era suficiente y me había convertido en algo cercano a un cadáver ambulante.

Un día, mientras daba un paseo por el parque por la noche oí a una mujer gritar. Inmediatamente corrí en la dirección de donde provenía el grito, justo a tiempo para presenciar a una joven que casi estaba siendo violada por un hombre que empuñaba un cuchillo. Me estremecí, pero sentí que tenía que ayudar a la mujer.

Corrí hacia el hombre y traté de salvar a la mujer, resultando en una lucha. Esta lucha, lamentablemente, terminó con el cuchillo sobresaliendo de mi pecho. Le pedí desesperadamente a la mujer que llamara a una ambulancia.

Sin embargo, ella huyó gritando en lugar de llamar a una ambulancia. Tal vez cayó en pánico debido a la confusión, sin embargo eso es más que cruel. El hombre sacó un teléfono celular, pero al darse cuenta de lo que había hecho, sólo huyó en lugar de llamar a una ambulancia también.

Me quedé solo.

No pasó mucho tiempo antes de que mis ojos comenzaran a sentirse confusos, mi conciencia comenzaría a desvanecerse y, así, moriría.

El último pensamiento que me pasó por la cabeza al morir fue lo que la humanidad realmente es una mierda.

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