¿¡La habilidad para crear una ciudad!?

Capítulo 2 - Prólogo 2

 

“¿Se suponía que íbamos a morir…? ¿Después de un descarrilamiento de tren?”

“E-Estás bromeando, ¿verdad?”

Las palabras de inquietud comenzaron a escapar de la boca de todos.

No creyeron las palabras del dios. No, no querían creerlo.

Yo también estoy igual.

Muerte…. Pensé que sería una historia que solo se contaría en un futuro lejano.

"Esa es la verdad. Puedo devolverlos a todos a su mundo original, pero... ¿Quieren regresar solo para morir?” El dios preguntó de manera amistosa.

Cuando lo puso de esa manera, no había forma de que pudiéramos quejarnos más.

Solo pude sentirme horrorizado después de eso.

"Disculpe, ¿me pregunto si está bien...?" Un hombre con aspecto de oficinista levantó la mano y pidió permiso al dios para hacer una pregunta. 

“Puedes hablar”. El dios asintió.

“Tomé el tren con mi compañera de trabajo. Aunque no puedo encontrarla aquí, ¿es correcto decir que está viva?” Preguntó.

“Umu. Tu conjetura es correcta.” El dios respondió.

"Ya entiendo, gracias." El oficinista bajó la cabeza cortésmente.

Al mirar su rostro alegre, era obvio que se sentía aliviado. Mirando cuánto más preocupado estaba por su compañera de trabajo, y además era una mujer, que por sí mismo... Probablemente es alguien que le gusta. Probablemente sería llamado un buen tipo.

“Entonces, volvemos al tema. Como dije hace un momento, serás enviado a un mundo diferente. Puedes rechazarlo. Sin embargo, al mismo tiempo, morirás en tu mundo original”. explicó el dios.

No hubo quien rechazara su propuesta.

Así, la explicación continuó.

“El lugar al que irás es algo así como la época medieval en tu mundo. Sin embargo, con la excepción de la humanidad, también hay varias razas que tienen sus propios idiomas. También hay magia en ese lado.”

“¡T-Tal mundo… es peligroso…!”

“Ciertamente es peligroso, pero no hay demonios…” El dios levantó su bastón después de hablar.

Inmediatamente, había cientos de cartas con la misma altura y anchura formando una línea flotando en el aire junto al dios.

La multitud comenzó a agitarse y agitarse. Todos quedaron sorprendidos por el milagro que vieron por primera vez.

Solo el dorso de las cartas miraba a todos.

“Te daré un poder. El poder que te daré está escrito en estas cartas. Hay habilidades, armas y posiciones. Lo que está escrito en la carta que saques será tu poder a partir de ahora. Bueno, será mucho más fácil si realmente lo intentas. El dios agitó su mano. "—¡Aquí!"

Antes de que me diera cuenta, uno de los estudiantes ya estaba frente a las cartas.

“¿E-Eh? El estudiante masculino entró en pánico.

Fue la teletransportación.

Después de presenciar otro milagro con nuestros propios ojos, todos, incluyéndome a mí, contuvieron la respiración.

“Puedes elegir entre una de estas tarjetas. La carta que elijas será la habilidad que se te otorgará”. dijo el dios.

“¡¿Eh?! ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué yo!?" El estudiante se encogió ante su inesperado papel.

No fue sorprendente. Después de todo, podría haber algún peligro para el primer jugador.

Le di mis condolencias desde lo más profundo de mi corazón. Sin embargo, no me gustaría ser su sustituto.

"Si no eliges, ¿te gustaría ser enviado a otro mundo sin ninguna habilidad?" preguntó el dios.

“¡Eh, no! ¡Espera! …Entonces, entonces… ¡Este!” El niño rápidamente tomó una de las cartas y la volteó después de escuchar ese comentario del dios.

Lo que estaba escrito era.

"¿Talento de lanza, gran...?" Él murmuró.

Sin embargo, no pude escucharlo porque su voz era demasiado baja.

Entonces el dios dijo.

“Talento de lanza, grande. Esa es la capacidad de sobresalir en el uso de lanzas. Entonces…"

Con un sonido "paa" y una luz intermitente, el estudiante desapareció al momento siguiente.

“Esa persona de hace un momento ya ha sido enviada al otro mundo. No necesitas preocuparte. No te enviaré de repente a un lugar peligroso. Te enviaré a un lugar donde puedas recibir asistencia desde el principio. También seré considerado y te emparejaré con una persona diferente que sacó una tarjeta de grado inferior”. El dios nos aseguró. “Ah, eso es correcto. No he compartido la razón para hacer esto. Esto es solo un experimento trivial. Cuando vayas al otro mundo, no intervendré. Ahora bien, si no tienes preguntas inútiles para que responda... Quiero mover a todos rápidamente.”

Entonces, una nueva persona apareció justo en frente de las cartas. Estaba un poco asustado después de ver el asunto desde antes, y tomó una carta antes de que el dios dijera algo. Luego, abandonó este lugar después de que apareciera otro rayo de luz cegador.

A partir de ahí, uno tras otro, el trabajo se realizó en silencio, probablemente porque todos entendieron que esta situación era inevitable.

De vez en cuando, algunas personas gritaban que querían rehacer su selección, pero no pasaba nada.

¿...Qué tipo de tarjeta mala hizo que esas personas quisieran rehacer la selección? Esto me puso ansioso.

En poco tiempo, las cien personas que estaban aquí se habían reducido a veinte.

Todavía no me han llamado.

Empecé a acostumbrarme a la luz brillante que me rodeaba.

Diez personas más desaparecieron, pero yo todavía estaba aquí.

No soy tan estúpido como para no ser capaz de comprender la situación actual. De las cien personas originales, ¿fue un accidente que yo fuera uno de los últimos diez que quedaban?

Creo que la respuesta es no.

Además, quedaba otra persona, el oficinista que habló cortésmente con el dios.

Claramente fue intencional.

Me pregunto cuál podría ser el significado de esto.

"¡Dios! ¡Me disculpo por mi descortesía hasta ahora!” Un estudiante hizo una dogeza.

Entre toda la gente, los únicos que quedaban eran los oficinistas, yo y el estudiante, lo que causó que el estudiante se preocupara.

[N/T: Creo que significa que, de todas esas 10 personas, 9 eran oficinistas y solo 1 estudiante]

Ahora, solo estábamos el oficinista y yo. Cuando lo pensé, debe ser por nuestro comportamiento.

Pero entonces, la persona que fue elegida para elegir la siguiente carta fue el estudiante.

"Deberías darte prisa y elegir". Dios no le respondió y solo dijo esto con indiferencia.

Cuando el estudiante masculino vio esto, se disgustó y eligió la tarjeta antes de desaparecer.

Me pregunto si este es un buen momento para presentar una hostilidad injustificada.

Después, uno tras otro, desaparecieron. Lo que quedaba era yo y el oficinista educado.

¿Es mi turno el próximo, o él es el siguiente?

El sudor frío comenzó a empapar mi espalda mientras me preguntaba, y tragué saliva audiblemente.

Por cierto, el oficinista y yo no nos encontramos cara a cara hasta ahora porque el dios prohibía estrictamente susurrar.

Creo que sería incómodo también, si nos miramos y hablamos. Creo que la otra parte también estaba pensando lo mismo.

Se podría decir que podemos leer la mente del otro.

El siguiente en ser llamado para sacar una carta fue el oficinista.

“Fumu… Bien. Así que resultó así…” El dios murmuró para sí mismo.

Luego, el número de tarjetas disminuyó rápidamente.

“Antes, las cartas que podías seleccionar iban desde 1 estrella hasta 10 estrellas. Si tu habilidad es poderosa, se le otorgarán muchas estrellas, y viceversa para las que tienen pocas estrellas”. explicó el dios. "Para ustedes dos, eliminaré todas las cartas que tengan menos de tres estrellas".

Como esperaba, había un significado de por qué éramos los únicos que quedaban.

“…¿Es porque me arrodillé y me disculpé?” Yo pregunté.

"No. Es porque ustedes se dieron cuenta de antemano de que esta situación es significativa. Eso es lo que te hace diferente de los que fueron elegidos antes”. El dios respondió.

No había nada más que decir, y el oficinista escogió su tarjeta y desapareció.

Antes de darme cuenta, ya había sido teletransportado para enfrentar las cartas.


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