Bastardo Mujeriego

Vol. 3 Capítulo 16. Incluso me permitió hacérselo sin protección…

Cuando me reúno con Himari con frecuencia terminamos cogiendo. Aún estábamos en plenas vacaciones de verano, pero yo quería crear el mayor número posible de recuerdos inolvidables entre los dos. Himari-chan aprendía rápido, y cada vez se le daba mejor el sexo. Tanto para hacerme sentir bien a mí como para hacerse sentir bien a sí misma.

Ese día empezamos a coger por la mañana. Estábamos haciéndolo a lo vaquera, abrazándonos fuerte y besándonos mientras movíamos las caderas. Me sentía tan bien que no encontraba el momento de parar.

Hacia el mediodía, me corrí, no sé cuántas veces, dentro de Himari-chan. Todavía estaba caliente y, tras un breve intervalo, estaba a punto de cogérmela una vez más, cuando Himari murmuró:

—Oh, no hay más condones…

—¿Eh? Pensé que había comprado un paquete nuevo.

—Pero de verdad que ya no hay ninguno, ¿ves?

Himari-chan, que está sentada sobre las sábanas, sostiene una caja de condones en las manos y me enseña el contenido para que vea que está vacía. Inclino la cabeza y le doy una de las botellas de plástico de bebida deportiva que tengo en cada mano.

—Gracias, Seto-kun.

—De nada.

Este es mi cuarto, y estamos completamente desnudos. …Oh, no, para ser precisos, Himari-chan está usando un nuevo clip para el cabello. El que solía usar antes era bastante viejo, así que le di uno nuevo.

Himari-chan se puso muy contenta y el sexo fue más excitante que de costumbre. Creo que mereció la pena el regalo sorpresa.

Después de recibir la botella de mis manos, Himari-chan la sorbió con ternura y se bebió la bebida. Para un cuerpo que ha sudado tanto después de coger tan duro como puede, el agua dulce y fría es más que bienvenida. Las gotitas de agua que goteaban del fondo de la botella de plástico que Himari-chan había inclinado hacia arriba, gotearon sobre sus tetas que yo tanto he amasado y resbalaron por sus deliciosas curvas.

En ese momento, pensé: «Ah, he tenido sexo con una chica de lo más linda». Es porque me entregó su cuerpo y su corazón que ella me está mostrando así su figura indefensa.

Me tomé la otra bebida deportiva igual que hizo Himari-chan. Era una chica linda de mi clase, y beber una bebida con mi polla expuesta delante de ella es una situación que jamás se me habría ocurrido hace tan sólo unos años.

Habiéndonos hidratado con bastante agua, retiramos la boca de las botellas casi simultáneamente y soltamos suspiros similares. No pudimos evitar mirarnos y, poco a poco, empezamos los dos a sentirnos divertidos y a reírnos a carcajadas.

—Jejé, jejejé, con ese «puhah~», eres como un anciano, Seto-kun.

—Oh, no te rías. Tú también dijiste lo mismo, ¿no, Himari-chan? No creas que no te escuché, ¿sabes?

—¿Eh~? Yo no dije eso.

Me senté junto a Himari-chan y rodeé su cintura con mi mano. Aunque estaba tonificada y firme por la natación, también era muy suave y cálida. No importa cuántas veces toque el cuerpo de una chica, siempre me sorprende y me alegra de una manera nueva.

Himari-chan, a quien rodeé con mi brazo, inclinó lentamente su cuerpo y apoyó su cabeza en mi hombro. Luego, murmuró:

—…¿Qué haré? Hoy me salté la práctica.

—A veces está bien, ¿no crees?

—…¿En serio?

—Claro que sí.

Desde mi punto de vista, Himari-chan tiende a preocuparse demasiado. Aunque eso es sin duda uno de sus encantos, creo que también está bien ser un poco más despreocupada en algunas situaciones. Por ejemplo, está bien si se salta las actividades del club de vez en cuando y tiene sexo conmigo como ahora para aliviar el estrés.

—¿Eso no lo estás diciendo solo porque quieres tener sexo conmigo, Seto-kun?

—Sí, tal vez.

—Vamos, quería que dijeras «No es así»…

Himari-chan suspiró con una mezcla de resignación, mientras mantenía su cabeza apoyada en mi hombro y cerraba suavemente los ojos. Como parecía querer que lo hiciera, acaricié su cabello.

—Siento que me estoy volviendo cada vez más inútil gracias a ti, Seto-kun…

—Vamos a ser inútiles juntos, ¿qué te parece?

—No puede ser, quería que dijeras «Eso no es cierto»…

—Jajajá, lo siento, lo siento.

A pesar de sus palabras, sentí que Himari sí que quería volverse en una inútil conmigo. El hecho de que estuviera tan absorta en el sexo que gastamos todos los condones que había comprado por la mañana cuando nos saltamos el entrenamiento era prueba de ello.

Probamos todo tipo de posturas. Estoy seguro de que nadie me creería si les dijera que la tímida Himari-chan se inclinaba sobre mí, moviendo las caderas en posición vaquera y apretando el coño mientras gritaba de placer. Esa apariencia era un secreto entre nosotros, ni siquiera su amigo de la infancia Inukai-kun lo sabía.

Sí, Himari-chan ya no esconde su verdadero yo delante de mí. A veces puede ser egoísta y otras, mimada como una niña, pero creo que eso es bueno. Todo el mundo necesita un lugar donde poder ser natural y no exhibirse. Yo le enseñé eso a través del sexo.

Cuando tienes sexo, puedes ser «tú mismo» al máximo. Himari-chan estaba tan linda cuando gemía tan salvajemente con mi polla siendo empujada en su interior.

Me puse detrás de Himari-chan y empecé a frotarle los pechos envolviéndolos con mis palmas.

—…♡ …Ah♡.

Su cuerpo, que debería haber estado calmado, se enciende fácilmente sólo con eso. No es porque Himari-chan sea particularmente cachonda, es simplemente porque estamos en la edad más adecuada para el sexo.

—Se-Seto-kun ♡. Eso es ♡. Nngh ♡.

—Se siente bien cuando uso mis dedos para jugar con tus pezones, ¿no?

—U-uh-huh ♡. Se siente bien ♡. Cuando juegas con ellos, haces que la boca de mi barriga se caliente ♡.

Himari-chan levanta las cejas de forma seductora y respira con dificultad. Sus tetas finas y sudorosas parecen succionarme los dedos. Sus pezones rosas erectos también me dan ganas de jugar con ellos eternamente.

—Ah ♡. Uuuuh ♡. E-espera, Seto-kun. No sigas, no podemos.

—¿Hmm? ¿Qué pasa?

—Po-porque si haces eso, querré tener sexo contigo otra vez.

—Está bien. Cojamos de nuevo, Himari-chan.

—Pe-pero, ya no hay condones…

Oh, es cierto. Ahora que lo pienso, Himari-chan podría haberlo mencionado antes.

Le susurré al oído mientras frotaba mi pene erecto contra su espalda.

—Si no hay más condones, ¿por qué no coger sin protección? Dime, ¿qué te parece?

—No-no, imposible ♡. Ahn ♡. Si soplas en mi oído, me hace cosquillas…

—Dices eso, pero ¿no quieres también que me corra dentro de ti? Yo también quiero correrme dentro, Himari-chan…

—No, no puedes…

Cuando estaba jugando con sus pezones mientras le susurraba al oído sobre el placer de coger a pelo, las caderas de Himari comenzaron a agitarse de manera frustrada.

—Eh, vamos, Himari-chan. Déjame hacértelo sin condón.

—Pe-pero, si hago eso, puede que termine embarazada…

—¿Hoy es un día peligroso?

—E-eso es…

Pude ver que Himari-chan tragó saliva. Ella también se está conteniendo las ganas de coger sin protección. Si ese es el caso, todo lo que me queda es darle un suave empujón para que pueda reunir el «coraje».

—Vamos, Himari-chan, solo imagina que estamos conectados sin esa capa extra de por medio…

—Ha ♡. Haa ♡. Haaah ♡. Haaah ♡.

—Si es un día seguro, está bien si lo hacemos aunque sea una vez.

Le estoy susurrando a Himari-chan mientras acaricio sus pezones apelando no a su razón, sino su instinto.

Después de todo, Himari-chan y yo somos animales. El deseo de tener sexo sin protección y que las membranas mucosas de nuestros genitales entren en contacto directo entre sí es un instinto natural que todo el mundo, independientemente de su sexo, tiene. Seguir ese instinto es sin duda más placentero. Así es como están hechos nuestros cuerpos. Por eso es ridículo contenerse.

—¿Verdad? Tú también quieres saber cómo se siente, ¿no?

Después de unos 20 minutos de susurrarle, pude confirmarlo, Himari-chan se puso roja hasta el cuello y asintió en silencio.

—Eres una buena chica, Himari-chan. Entonces, ¿qué posición te gustaría?

—…Me-me gustaría recostarme de espaldas, y que me abrazaras desde arriba, y que no dejes de besarme, Seto-kun…

La petición de Himari-chan fue muy detallada, aunque había estado dudando durante bastante tiempo. Pero está bien. Tiene que ser sincera consigo misma, al menos durante el sexo.

Sonreí, empujé suavemente los hombros de Himari-chan y la tumbé boca arriba. Su cuerpo temblaba finamente. Fue como cuando me entregó su virginidad. Para aliviar su tensión, le chupé los pezones mientras estaba tumbada boca arriba, le apreté los pechos con una mano y dejé que los dedos de la otra penetraran su hendidura.

—¿¡Nnnkkkk!? ♡♡.

Himari-chan arqueó la espalda y levantó las caderas. Ella es increíblemente sensible. A pesar de que sólo había introducido el dedo corazón, sus calientes pliegues lo envolvieron fuertemente sin dejar ningún hueco. Cuando pensé que en breve estaría insertando mi polla aquí, líquido preseminal se desbordó de mi glande.

—Ah ♡. Se-Seto-kun ♡. Seto-kun ♡. Ahhh ♡. ¿¡Ah!? ♡.

Himari-chan estaba sujetando mi cabeza mientras yo chupaba sus pechos, y se retorcía con la boca abierta. La sensación de sus pezones contra la punta de mi lengua. El sabor salado del sudor, pero que al mismo tiempo se siente muy dulce.

Nadie sabe lo que pasará después, pero yo fui la primera persona en lamer los pechos de Himari-chan, y seré la primera persona en eyacular dentro de ella. Quiero que lo recuerde durante mucho tiempo. Con este pensamiento en mente, la acaricié con entusiasmo.

Cuando doblé el dedo corazón dentro de su vagina y froté la zona rugosa de la parte inferior de su bajo vientre, Himari-chan reaccionó de un modo interesante. Le mordí dulcemente los pezones justo cuando sus caderas empezaron a sacudirse y se corrió con un grito bastante sonoro. Entre los sonidos de su orgasmo, Himari llamó mi nombre varias veces. Yo respondí llamándola también por su nombre, y nos abrazamos mientras nos besábamos.

—Bueno entonces, ¿debería meterlo ya?

—Sí… nm, sí… Ah…

Puse mis brazos alrededor de su espalda, y ella puso sus manos en la mía, y empecé a meter mi polla sin condón.

Mi vara gorda y rígida besó el montículo púbico de Himari-chan, y luego fue rápidamente engullida por el centro de la hendidura. La sensación del roce de las mucosas húmedas es muy distinta a la que se produce a través de un preservativo.

Hemos cogido muchas veces antes, así que la inserción es relativamente suave. Pero Himari-chan arquea la garganta, abriendo y cerrando la boca como un pez y clavándome las uñas en la espalda.

Ni los padres de Himari-chan, ni su hermana gemela Mizuho, ni su amigo de la infancia Inukai-kun saben que ella está teniendo sexo sin protección en mi habitación. La mayoría de los estudiantes de la escuela probablemente ni siquiera puedan imaginar que un solitario donnadie como yo esté metiendo mi polla en la vagina de Himari-chan. …Pero, sí que hay un hecho innegable.

Simplemente no soy la persona adecuada para una chica tan linda, con estilo y con una gran personalidad. Si ella quisiera, podría encontrar cualquier número de chicos guapos con mejores cualidades que yo. …Pero me eligió a mí.

Introduje mi polla en lo más profundo del cuerpo de Himari-chan y le pregunté qué le parecía.

—…¿Qué me dices?

—Esto es… ge, niaal. Seto-kun, estás, Seto-kun, en mi interior, llegaste, hasta lo más profundo.

En los ojos de Himari-chan, que está confesando a intervalos entrecortados, sólo se refleja mi imagen. Sentí una tremenda satisfacción por ello, y cerré sus labios con mi propia boca.

—Nn… jiruru… ♡. Seto-ku… hmm… ♡. Jiyuruu…♡.

Ella acoge la lengua que envío a su boca con la suya propia y se bebe la saliva que le doy sin dudarlo. Empujo lentamente mis caderas hacia atrás y saco mi polla del coño de Himari. Con eso, un dulce entumecimiento se extiende por la mitad inferior de mi cuerpo, como si me estuviera derritiendo hasta la cintura.

Zuruzuru… zuchun.

—Nnn…

Zuruzuru… Zuchun.

—Ah…♡. Ah…♡.

Tomándome mucho tiempo para cada ida y vuelta, enseñé la forma de mi polla a la vagina de Himari-chan. Entonces, su vientre comenzó a pulsar sus pliegues como si estuviera temblando de placer, y junto con los jugos que rebosaban de lo más profundo, se envolvieron apasionadamente en mi polla.

La barata cama individual cruje bajo el peso de dos personas. Afuera todavía hay luz. Y, sin embargo, Himari-chan y yo cogemos en la habitación con las cortinas cerradas. Antes de que me diera cuenta, sus regordetes muslos se habían levantado y habían atrapado mis caderas.

Tras una larga y lenta sesión de pistoneo, eyaculé dentro de su vagina de Himari-chan. Mi polla pulsó una y otra vez, vertiendo mis genes desde la entrada hasta el fondo de su coño en su preciosa habitación del bebé.

Me quedé mirando la expresión de la cara de Himari-chan mientras eyaculaba dentro de ella.

—Nn ♡. Ah ♡. ~~~~♡.

Después de permitirme cogérmela sin protección, Himari-chan incluso me dio el derecho de verter mi semen en su útero por primera vez. Sus ojos húmedos y sus mejillas encendidas. Era una expresión que quería ver una y otra vez, para siempre.

—Es algo extraño.

—¿El qué?

—…Está ahí, ¿verdad? …El semen de Seto-kun.

A mi lado, tumbada boca arriba en la cama, con mis brazos almohadillados a su alrededor, Himari murmuraba. Se puso la mano bajo el ombligo y parecía intentar palpar el innumerable esperma que yo había esparcido por su útero, nadando en su interior.

—Un chico de mi clase se corrió en mi barriga…

—¿Y te desagrada?

—…No es eso.

Mientras sacudía la cabeza ligeramente, Himari-chan dejó escapar un suspiro.

—Fuiste tú el que lo hizo, Seto-kun, así que está bien…

Entonces, ella levantó lentamente su cuerpo. Se veía muy sexy, con su largo cabello colgando sobre sus hombros, que aún tenían las marcas de bronceado de su traje de baño en ellos. Mientras la miraba, los labios brillantes de Himari-chan se acercaron a mi boca.

—Nn… ♡. Chuu…♡.

Himari-chan dio ligeros besos en mis labios, y me besó repetidamente el cuello y el pecho, moviendo sus labios hacia la mitad inferior de mi cuerpo. Pronto, mi pene se vio envuelto en la mucosa oral de Himari-chan y mimado por su lengua.

Esto es más que suficiente para saber lo que ella piensa de mí y que yo me hubiera corrido dentro de su útero.

—Himari, vamos a tomar un baño más después de esto…

—Hamu, reroo… ♡. Nnchuu…♡.

—Entonces almorzamos y tenemos sexo otra vez.

—Eroo… ♡. Chuuu… ♡. Habu…♡.

Permanecí en una posición relajada mientras hablaba, y me dejé atender por la mamada de Himari-chan. Esta pasó cuidadosamente su lengua por toda la longitud y por la forma del glande, y se bebió amorosamente el semen que eché en su boca.


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