Me Volví el Rey Demonio y mi Territorio es una Isla Deshabitada

Capítulo 108. Esa vez cuando di trabajo a cien personas

Después de aquello, no hubo más molestias por parte del capitán ni de los marineros. Mientras dejaba caer la línea de la caña de pescar al azar, llegamos a la bahía de Aguamarina. Allí, desembarqué a los humanos y, con la ayuda de los demonios acuáticos y las arpías, trasladamos provisiones como trigo y cereales a un almacén cerca de la bahía.

—Gracias. Más tarde habrá una fiesta de bienvenida para los recién llegados, así que les pedimos que participen en ella.

—Claro, mientras nos den trabajo y carne, no hay problema.

Tras decir eso, los demonios acuáticos comenzaron a merodear por la bahía, mientras que las arpías descansaban en los tejados de las casas, relajando sus alas.

Entre las provisiones que trajimos había utensilios de cocina, así que, a través de Fleur-san, pedí a los isleños que dispusieran las vajillas y prepararan platos grandes para la comida.

—Bien, todos. Tengo una idea de quién les pidió que vinieran aquí y cómo. Cambiar el entorno en el que viven de golpe puede ser muy estresante, así que queremos darles una bienvenida. Allí, bajo la carpa, hay mesas con carne, pescado, verduras y alcohol producido en la isla, así que disfruten al máximo hoy. Aunque su llegada fue un poco forzada, los recibimos con gusto. Como hablamos en el puerto, hemos preparado casas y trabajo para ustedes. Hoy, relájense y descansen del largo viaje en barco.

Dicho esto, los humanos traídos desde la aldea remota se acercaron cautelosos hacia la comida. Los habitantes de la isla los recibieron con sonrisas, sirviendo pescado y carne en sus platos, y llenando sus vasos con cerveza de cebada para los desconfiados aldeanos.

—¡¿Por qué están tan nerviosos?! ¡La comida se va a enfriar, así que coman de una vez!

—Así es, si no se apuran, las arpías y los demonios acuáticos les quitarán la carne. ¡También hemos horneado mucho pan, así que sírvanse cuanto quieran!

—¡Venga, no se queden ahí con esas caras! También hay licor hecho de cocos de la isla; es algo dulce, pero si están aquí, tendrán que adaptar sus gustos. ¡Una vez que se acostumbran, es bastante bueno!

—¡Oigan! Así no nos va a alcanzar el pan, ¿alguien puede ayudar a hornear más?

—¡Aún hay carne, así que no se apresuren y coman en orden!

Con el poder de las mujeres mayores, forzaron al primer aldeano a servirse, y después todo fue rápido. La gente empezó a rodear la comida y los pocos hombres que había miraban con curiosidad el alcohol que nunca habían probado antes, mientras las mujeres observaban el pescado con interés. En aldeas alejadas del mar o de grandes lagos, sin tecnologías de congelación ni caminos bien pavimentados, era difícil que alguna vez hubieran comido un pez tan grande.

Entonces, los niños comenzaron a hablar entre ellos, haciéndose amigos con los niños que ya vivían en la isla. El miedo que sentían hacia los demonios parecía desvanecerse rápidamente. Los sacerdotes, por otro lado, intercambiaban información con Adrea y, con rostros serios, casi no tocaban su comida mientras conversaban intensamente.

—¡De repente esto se ha vuelto muy animado! —dijo Keith, dándome una palmada en el hombro y sonriendo mientras sostenía su bebida.

—Ah, sí, pero aún hay que seguir ampliando. Todavía queda mucho terreno sin ocupar.

—¡Jajá, es cierto! Aún queda espacio hacia donde se pone el sol y hacia la izquierda, cuando sale el sol.

—Hacia donde se pone el sol tenemos el café, así que cuando llegue más gente lo pensaremos. Además, necesitamos cosechar las aceitunas para extraer el aceite, así que necesitaremos caballos, vacas o burros para que nos ayuden. Y en esa dirección, quizás podamos contar con la ayuda de las arpías o los demonios acuáticos para transportarlo por mar o aire. Pero considerando el tiempo que le lleva a Oda-san tostar el café, sería mejor pensar en una forma más eficiente.

—¡Oye, olvídate de lo que viene y disfruta del ahora! —respondió él.

—Tienes razón. Por ahora, comamos, —respondí.

—¡Claro!

Después de terminar la comida, pedí al capitán que transportara a los aldeanos en el barco hacia el sur de la isla. Podrías decirme que debería haberlos dejado allí desde el principio, pero el desembarco en la bahía fue para presentarnos y compartir una comida. Además, la embarcación que trajo a la gente y las provisiones se fue rápidamente con Kaneda-san tan pronto como descargó.

Podrían haberse quedado a comer algo… ¿quizás los asusté demasiado?

Después de eso, planeaba que se turnaran para bañarse y luego descansar en las cabañas provisionales.

—Bien, este es el lugar donde vivirán. Lo construimos con rapidez, así que la estructura es algo simple, pero tiene lo básico para que sea habitable. Como pueden ver, donde el suelo está nivelado será donde construiremos sus casas. Les pido paciencia mientras tanto, pero les aseguro lo necesario para vivir. Como vieron antes, el trigo que descargamos pertenece a la isla y ahora también es de ustedes.

—Ya entendemos que eres un demonio amable, pero ¿qué se supone que debemos hacer exactamente?

—A poca distancia de aquí crecen frutos de los que se puede extraer aceite, así que su trabajo será cosecharlos y procesarlos para obtener el aceite.

—¿Aceite? ¿El aceite de alta calidad? ¿Manejamos algo así?

—Así es, estamos trabajando con eso. Mañana les enseñaremos la técnica de cosecha, y traeremos a alguien experimentado que les explicará. Por ahora, diríjanse al baño. En esa estructura encontrarán un manantial de agua caliente natural, unas aguas termales, donde podrán asearse. Los hombres que están algo ebrios podrían esperar mientras las mujeres se bañan primero. Durante ese tiempo, llevaremos la ropa de cama que llegó en el barco a sus habitaciones para que descansen hoy. ¿Saben cómo usarla?

—Sí-sí, solo es sumergirse en el agua, ¿no?

—Exactamente, pero antes de entrar, es importante que se enjuaguen para no ensuciar el agua tan rápido. Usen un balde para verter agua sobre ustedes y enjuagarse antes de sumergirse. Bueno, el agua está siempre caliente y fluye constantemente, así que eventualmente se limpiará sola.

Me pregunto si el jabón contamina el agua. Uso productos naturales, no derivados del petróleo, pero quiero asegurarme de que podamos limpiar los residuos que se depositan en el fondo. Aunque eso será un proyecto futuro.

—Bueno, por ahora terminen de bañarse. La cabaña junto al biombo es el vestidor, así que cámbiense de ropa allí, —dije, concluyendo la explicación.

Luego, terminé las instrucciones y pedí a los marineros que descargaran la ropa de cama para llevarla a los dormitorios compartidos. Considerando que también había familias, colocamos divisiones y estantes pequeños, aunque honestamente me preocupaba un poco la seguridad; no había más opción que confiar en la moral de la gente. Además, parecía que tenían pocas pertenencias personales.

Había también fogones instalados, así que cada familia podía cocinar respetando el turno, y si salían al exterior, había un fogón más grande bajo el cenador donde podían preparar comida de manera comunitaria. Por ahora, tendrían que adaptarse.

Comparando con las condiciones alimenticias de la aldea remota de donde venían, esto debería ser una mejora, pero la educación de adoctrinamiento de la iglesia complicaba cómo iban a convivir con nosotros, los demonios. Bueno, de alguna manera lo lograríamos. De alguna manera tenía que encontrar la manera de hacerlo funcionar.

A la mañana siguiente, antes del desayuno, llevé a la zona sur de la isla, en una barcaza tirada por Sahuagin-san, a algunas mujeres que ya habían trabajado en la recolección de hierbas silvestres y aceitunas. Al llegar al sur, saqué harina del almacén que mencioné el día anterior, y las mujeres empezaron a hornear pan.

—Buenos días. Ah, no se preocupen, pueden continuar trabajando. Estas son las personas con experiencia en la cosecha de las que les hablé ayer. Además, pensé que solo carne seca y papas sería algo triste, así que Sahuagin-san, que nos trajo en la barcaza, atrapó algunos peces en el camino. Por favor, disfrútenlos.

Dicho esto, fui al fogón donde preparaban el desayuno y fileteé el pescado, lavándolo en agua de mar limpia. Luego, espolvoreé un poco de sal y los asé en una plancha con un poco de aceite. Las cabezas y espinas las metí en una olla para hacer un caldo, desmenuzando la carne y retirando las espinas, y añadí carne seca en trozos, cebolla picada, sal, pimienta y hierbas para darle sabor, creando una sopa improvisada.

Lamentaba no tener cubos de consomé. También pensé en hacer albóndigas para la sopa, pero siendo la mañana, el tiempo era justo.

Si hubiera tenido salsa de soja y rábanos, podría haber hecho un estofado, pero tampoco los tenía, y para un plato al vapor con hierbas hubiera necesitado vino blanco, aunque solo teníamos tinto.

—La comida de Caam siempre se ve deliciosa.

—Esto es solo improvisación, —respondí—, mezclo ingredientes que parecen apropiados. Aunque, por alguna razón, hay personas que cocinan de manera desastrosa. ¿No les ha pasado que dicen «me quedó salado, le pondré azúcar»?

—¡¿En serio hay personas así?!

—Es lo que escuché, al menos…

Mientras hablábamos, terminé de asar el pescado y de preparar la sopa de pescado y servimos la comida. Nosotros también tomamos el desayuno aparte, ya que sentí algunas miradas incómodas de los humanos.

—Muy bien, todos ya terminaron el desayuno. Ahora recogerán los frutos de los que extraeremos aceite. Las mujeres aquí presentes les explicarán el proceso, así que presten atención.

—Es fácil, —dijo una de ellas—, solo deben recolectar, lavar bien, triturar y extraer el aceite.

Fui un tonto al dejar que ella explicara; no estaba del todo equivocada, pero… bueno, ¿no podría haberlo dicho de otra forma?

—Bueno, no está equivocada, pero vamos a ponerlo en práctica un poco, —dije.

Nos movimos un poco y llegamos a los árboles que tenían las olivas. Allí comenzó la explicación de Hierba Silvestre-san[1].

—Es fácil, solo tienen que abrir la escalera sin que se caiga y recogerlas con las manos.

Sonriendo, abrió la escalera, subió y comenzó a recolectar las pequeñas aceitunas verdes, metiéndolas en la cesta que llevaba en la espalda. Ciertamente, parecía fácil…

—Y cuando la cesta se llene, bajan y las ponen en otra cesta de recolección. Ya luego van repitiendo el proceso. Ahora, ustedes también intenten hacerlo.

Dicho esto, comenzaron a usar las escaleras que se habían preparado y a recolectar aceitunas, y después de un rato, las cestas estaban bastante llenas.

—Bien, cuando se llenen, lavamos bien las aceitunas. ¿Deberíamos llevarlas en el carro hasta el canal cerca de la planta de aceite?

Entonces nos dirigimos hacia allí y la explicación continuó.

—Una vez limpias, las moleremos en este mortero hasta hacer una pasta. Después de triturarlas, las exprimimos bien con este paño y las ponemos en esta extraña caja.

La «extraña caja» era la estructura sencilla que habíamos hecho recientemente, con un drenaje para el agua. Lo ideal sería hacer el aceite puro lo más rápido posible, pero la única opción era esperar a que el aceite flotara.

—Ahora yo me encargaré de esta parte. Algunos ya lo saben, pero el aceite es más ligero que el agua. Así que, cuando la pongamos aquí, el agua de la prensa se irá al fondo, y el aceite se quedará en la parte superior. Como les estoy mostrando.

Dicho esto, mostré una botella que había estado en la sombra, donde se podía ver cómo el agua y el aceite se separaban.

—Cuando se separen, primero quitamos el tapón superior y extraemos solo el aceite. Después, lo vertemos en botellas y así termina como lo que todos conocen como aceite. El agua que queda en el fondo la extraemos por el tapón inferior. Aunque todavía queda algo de aceite, lo calentamos para evaporar el agua y usarla para hacer jabón.

Al escuchar esto, el ambiente en la planta de aceite se llenó de murmullos.

—¿Jabón, hecho de aceite?

—No es de extrañar que sea caro.

—Si se quiere hacer jabón de lujo, se puede usar solo el aceite más puro que se extrae primero, pero por ahora solo nos enfocaremos en hacer el aceite. El jabón es solo un extra.

—¿Un extra? ¿Qué tipo de pensamiento es ese…?

—¡Hacer jabón como un «extra»! Es increíble, ¿no?

—Sí, sí, no me adentraré en explicaciones complicadas, pero como el objetivo es obtener el aceite, el jabón es solo un «extra» que pensé que no deberíamos desperdiciar. Si hubiéramos empezado pensando solo en hacer jabón, ese «extra» sería un jabón barato y común, así que no se preocupen. Este es el proceso que quiero que sigan. Ahora bien, dejaré a estos tres aquí unos días como supervisores, y para que se acostumbren a trabajar con los demonios, también he pedido a los demonios acuáticos que les entreguen pescado.

Al oír esto, la multitud comenzó a murmurar nuevamente.

—Sí, sí, cuando llegamos a esta isla, no tiene sentido no llevarse bien con los demonios, ¿verdad? Después de todo, hay un héroe aquí, y ese héroe se lleva bien con los demonios. ¡Incluso beben juntos!

—Entonces, ¿no hay rey demonio en esta isla? He escuchado rumores de que siempre aparece uno por aquí, y siempre es derrotado, —comentó alguien.

Me quedé dudando si responder o no. Bueno, parece que no habrá más batallas contra reyes demonios por parte de los héroes, así que… supongo que puedo decirlo.

—Todos, por favor, cálmense, no se apresuren ni hagan ruido. Escuchen con calma. Es algo difícil de decir, pero… el rey demonio está aquí, frente a ustedes, —dije.

En ese momento, todos dieron un paso atrás.

—Tranquilos, no se preocupen, soy alguien amable y tengo la aprobación de los Héroes, —sonreí, pero eso hizo que todos retrocedieran un paso más. ¡Qué cruel!

—Pero no me gusta el título de «rey demonio», así que, si pueden, por favor, llámenme por mi nombre. ¿Eso era todo lo que tenía que explicar…? Ah, sí, en cuanto empiece a hacer calor, habrá más carpinteros, y la eficiencia de la construcción de las casas aumentará. Así que, cuando llegue la cosecha de trigo, habrá muchas casas aquí. Los que tienen familia o hijos serán prioritarios para mudarse. Planeo aumentar tanto a los demonios como a los humanos, así que espero que todos se lleven bien con los demonios. No digo que sea de inmediato, pero… En fin, no quiero que me odien, así que me voy ahora, pero por favor, cuiden de estas personas, —terminé.

—Entendido. Solo tenemos que extraer el aceite y pasarlo a los barriles, ¿verdad? —preguntó uno de ellos.

—Sí, por favor. Como mencioné antes, los demonios acuáticos traerán pescado, así que les pido que se lleven bien. Yo volveré a revisar en poco tiempo. Si surge algo, consulten con Enomoto-san o háganle saber a Fleur-san. Me disculpo, pero ya me voy a ir.

Cuando comencé a caminar hacia la salida, todos los humanos que estaban escuchando la explicación se apartaron a los lados, dejándome salir sin dificultad. Quería llorar.

—Como se explicó antes, ese hombre es el rey demonio, pero no se convirtió en uno porque quisiera serlo. Fue enviado aquí y resolvió su conflicto con el Héroe que vino a matarlo mediante una conversación, así que realmente es amable. Probablemente haya algo de prejuicio, pero por favor, traten de relacionarse con él como con cualquier otra persona. Si no lo creen, hay un antiguo Héroe llamado Enomoto, así que si tienen dudas, escuchen su historia.

—¿Puedo decir unas palabras? —Un sacerdote con una vestimenta sencilla, levantó la mano.

—Sí, claro.

—Escuchen todos. Hablé con la hermana de la isla, y parece que lo que dijeron es cierto. Es amable con los niños, con los animales, y parece que también educa a los isleños sobre la salud y la higiene. De hecho, el ambiente aquí es mucho mejor que el de nuestra antigua aldea. Según lo que dicen, sus ideas no difieren mucho de las nuestras, y lo único en lo que nos diferenciamos es en la apariencia. Parece que prefiere evitar los conflictos. Así que, confiemos en lo que dice la hermana de esta isla.

—Si el sacerdote lo dice…

—…Bueno, la explicación fue bastante clara.

—Y la sopa de pescado estaba deliciosa.

—Y el baño de ayer fue muy agradable. Eso se puede hacer todos los días, ¿verdad?

—Entonces, tal vez lo mejor sea intentar confiar en él. Los nobles de nuestra aldea solo tomaban lo que querían y nunca hicieron nada por nosotros. Pensando en eso, podemos decir que el rey demonio no es más que el líder de la aldea. —opinó otro.

—Perdón, ¿puedo preguntar algo? —interrumpió alguien.

—¿Qué pasa?

—Lo que escuché antes es que él solo está trabajando ahora para tener una vida más fácil después, y no tiene intención de convertirse en líder de la aldea. Más bien dijo: «No me interesa gobernar, solo quiero que tengan cierta libertad, y si necesitan ayuda, estaré aquí»… —explicó la persona.

—¿Qué estará pensando ese rey demonio? Bueno, mejor dicho, Caam-san… En fin, lo importante es que la comida está bien. Nos ha dado trabajo y nos ha proporcionado viviendas. Es mucho más competente que los nobles que gobernaban nuestra aldea, —dijo uno de los presentes.

—Sí, yo también lo creo. Así que, por favor, traten de acercarse un poco. Además, hoy les explicarán el flujo del trabajo, pero no hay otras tareas programadas. Se les dejará libres para que se acostumbren a su vida aquí. ¿Qué les parece si dan un paseo por la zona? Es importante conocer bien el lugar donde vivirán.

—Sí, creo que esa es la mejor opción por ahora, —respondió otro.

—Parece que, poco a poco, Caam-san va ganándose la aceptación de estas personas. Me alegra.




[1] Fe de erratas, gente. Anteriormente, se tradujo —o mejor dicho, no se tradujo— como Yasou-san. Hoy, por gracia divina, me di cuenta de que en realidad el nombre sería Hierba Silvestre (un personaje menor que ya apareció antes en la novela). Así que desde cuando lo vea intentaré que siga siendo Hierba Silvestre.


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