Bastardo Mujeriego
Vol. 6 Capítulo 8. Yo Reservé el Vientre de Ryoko-chan Antes que su Novio
—…Haa, haa, haa, haa. …Uff.
Habían pasado varios días desde el inicio del segundo semestre, y el cielo ya tenía el tono pleno del otoño. En una competencia de atletismo celebrada en esa época, Ryoko cruzó la línea de meta con un suspiro de alivio mientras las corredoras de otras escuelas aún estaban muy lejos de llegar.
El rostro de Ryoko, que enjugó el sudor fresco con su brazo, mostraba una expresión casi feroz.
Sus compañeras de equipo la observaron con caras de sorpresa.
—Vaya, preocuparnos fue inútil. Parece que Ryoko ya está al 100%. ¿Quién fue el que dijo que estaba en una mala racha al principio?
—¡Tú también lo dijiste!
Antes de que Ryoko regresara con su equipo, varios periodistas locales la rodearon. Con una mezcla de seriedad y sonrisas, respondió sus preguntas con naturalidad. En estos días, Ryoko se concentraba plenamente en los entrenamientos. Como decían sus compañeras, su bajo rendimiento temporal parecía cosa del pasado.
—¿Por qué hay tanto alboroto entre los organizadores? …¿Eh? ¿Nuevo récord del torneo?
—¿En serio? ¡Increíble!
—Ah, pero esto solo hará que Yoshimiya se vuelva más insufrible. Lo que me preocupa es que no se le suba a la cabeza… Oye, ¿no es casi tu turno? ¿Qué haces aquí?
—…¿Fueh? …¡Ah!
Mientras Ryoko recuperaba su forma, había otra chica distraída, a pesar de que su turno se acercaba. Era una de las que, días atrás, había dicho que investigaría la causa del bajón de Ryoko preguntando a alguien de su clase. Ahora, esa chica tenía las mejillas ligeramente sonrojadas, como si estuviera pensando en alguien que no estaba allí.
—…¿Qué te pasa?
—¡No-no es nada! ¡Voy ya!
—¿……? Qué rara está esta.
Las demás se encogieron de hombros, pero en cualquier caso, estaban contentas de que Ryoko hubiera vuelto a su mejor nivel.
De paso, su relación con Kouta también parecía ir bien, al menos desde fuera. Kouta seguía siendo arrogante y dominante con otros chicos y los juniors, pero hasta ahora, eso no había causado mayores problemas.
El breve bajón de Ryoko se atribuyó a algo típico de su edad sensible, y así, todo parecía haber terminado bien.
Sin embargo…
*
—Seto-kun ♡. Seto-kuuun ♡. Tu polla ♡♡. Dame más de tu polla ♡♡.
Al día siguiente de haber obtenido un excelente resultado en la competencia, Ryoko se encontraba en la habitación de un hotel del amor, entregada a un encuentro sexual de «recompensa» con su amante, el solitario mujeriego.
Completamente desnuda, Ryoko cabalgaba a Seto —también desnudo— en la llamada posición de monta arácnida, moviendo sus caderas arriba y abajo. La húmeda polla de Seto, que entraba y salía de su vagina, brillaba cubierta de los fluidos que Ryoko había secretado.
—No hace falta que te apures, mi polla no va a huir. Puedes saborearla todo lo que quieras, Ryoko-chan.
—Nngh ♡. Nngh, nngh, nngh, nngh, nnguh ♡♡. Gra-gracias, Seto-kun ♡♡.
Desde su reconciliación, Ryoko se había liberado por completo. Para evitar que su frustración sexual se acumulara demasiado, ahora se sometía a «sesiones de mantenimiento» regulares con él. El almacén de implementos de la preparatoria, las duchas, e incluso hoteles del amor como este; no había lugar que no hubieran profanado con sus encuentros.
—Ah, Aah~ ♡. Se-se siente tan bien ♡♡. Tu polla se siente tan bieeeen ♡♡♡♡.
Las caderas de Ryoko no dejaban de moverse. Su empapado coño masajeaba la polla de Seto sin piedad. Él la observaba con ternura mientras ella se abandonaba al placer sin reservas.
—Ahora mismo te ves increíble, Ryoko-chan.
—¿E-en serio?
—Sí. Ayer en la competencia estuviste impresionante, pero verte así de sincera contigo misma… también es realmente adorable.
—Ah… ♡. ¿Fuiste a verme, Seto-kun? ♡.
—Por supuesto, si eras tú la que estaba compitiendo.
—Qué-qué feliz ♡. Qué feliz me hace ♡. Nngh ♡. Nngh ♡. Nngh ♡. Nngh ♡. Mmmm ♡.
Sin apartar la mirada de Seto, Ryoko aceleró el ritmo de sus caderas. Los pliegues rosados de su interior, empapados de néctar, se aferraban a la polla de Seto con una intensidad que casi parecía querer fusionarse con ella.
—Pe-perdóname, Seto-kun ♡. Ayer no pudimos coger ♡.
—…No importa. Estabas con Kouta-kun, ¿verdad?
—Sí-sí… Insistió tanto que no pude negarme. …Lo siento. Perdóname. Perdóname, Seto-kun.
Al ver la expresión ligeramente oscurecida de su amante, Ryoko se disculpó por haber priorizado a su novio. Para compensarlo, redobló sus movimientos, como si quisiera decir «Tú eres el que realmente importa». Seto, a su vez, murmuró «Perdóname por enfurruñarme» y abrazó con fuerza su cuerpo.
—…Seto-kun ♡.
—Te amo tanto. …¡Uh, aah, vuelves a apretar el coño! Se siente demasiado bien…
—¿Verdad? Te daré más ♡♡. Nngh ♡. Nngh ♡. Mmhhmm ♡♡♡.
Sus torsos estaban pegados, los generosos pechos de Ryoko deformándose contra el pecho de Seto. En ese estado, solo sus caderas seguían moviéndose sin cesar.
—Seto-kun ♡. Te amo ♡. Te amo ♡. Te amo ♡. Te amooo ♡.
—¡Yo también, Ryoko-chan!
—Nngh ♡. Chu ♡. Chuuu ♡. Hamm ♡. Slurp ♡. Sluurp ♡♡.
Ryoko había caído por completo. Era imposible que volviera a intentar alejarse de Seto.
—¿¡……!? ♡♡. ~~~¿¡!? ♡♡. ~~~¡¡!! ♡♡♡. Ah ♡. ¿¡Ah~~~~!? ♡♡♡.
Pasó un momento antes de que sus cuerpos, aún pegados en un beso, comenzaran a temblar al unísono, alcanzando el clímax en perfecta sincronía, sin un milisegundo de diferencia.
El sexo era como una carrera de tres piernas: no se trataba solo de que uno corriera más rápido, sino de cruzar la meta juntos, obteniendo una satisfacción incomparable.
Fwuaah…♡. Increíiible…♡♡. Qué caliente…♡♡ .
Mientras el semen del hombre inundaba su matriz, la conciencia de Ryoko flotaba en un sueño embriagador. Después de saborear un placer así, ni siquiera podía pedirle que usara condón, aunque estuviera en sus días ligeramente peligrosos.
En realidad, antes de llegar al hotel, habían pasado por un bufé de postres cerca de la estación. Antes de eso, habían elegido juntos unas zapatillas nuevas para Ryoko en una tienda de deportes. Habían disfrutado de una cita de infidelidad completa, calentando el ambiente antes de entrar al hotel y comenzar a aparearse.
Desde el instante en que subieron al ascensor, Seto la besó y le manoseó los pechos. Nada más entrar en la habitación, le arrancó la ropa y comenzó a cogérsela de pie contra la puerta, vaciando su primera carga dentro de ella. Para cuando llegaron a la cama, ambos ya se habían corrido varias veces.
Mientras eyaculaba, pegadito a ella, Seto le apretó las nalgas con fuerza, rotando su cadera en pequeños movimientos que empujaban su semen aún más adentro.
Seto-kun, otra vez con esto… ♡ . Ryoko sabía que era una costumbre de él, un instinto de marcar, para impregnar el vientre de la mujer con su esencia. Pero lo que no notaba era que sus propias caderas se movían también, como si buscaran recibir cada centímetro de su polla. Su cuerpo atlético, curvilíneo en todos los lugares correctos, se había convertido en un simple juguete para Seto.
Ella lo cubría con su cuerpo, besándolo frenéticamente. Entre los mechones de su pelo corto que caían como cortinas, apenas se distinguían sus expresiones, pero era obvio que ni siquiera en el clímax separaban sus labios. Sus lenguas se enredaban, intercambiando saliva sin pudor.
—…Mmmh ♡. Nnmm ♡. Hm ♡. …Mmmgh ♡♡.
Poco después, los dos rodaron sobre la cama, aún unidos, hasta quedar con Seto encima, tomando el control una vez más.
Slurp… chas. Slurp… chas. Con ese ritmo lento y constante de atrás adelante, la cadera de Seto comenzó a acelerar gradualmente.
—Nnghoh ♡. Oh ♡. Ooohn ♡. Oh ♡.
En la habitación del hotel del amor —dedicada exclusivamente al sexo—, resonaban los gemidos animales y ahogados de Ryoko. Su cuerpo atlético, aún marcado por las líneas del uniforme deportivo, estaba completamente empapado en sudor.
Seto lamió el sudor de sus axilas. Un acto que normalmente habría sido considerado asqueroso, pero cuando era realizado por el hombre que amaba, cualquier cosa se convertía en placer para la mujer.
¿Le gustará mi sudor a Seto-kun? Qué felicidad…
Ryoko estremeció su espalda y envolvió sus piernas alrededor de la cintura de él, asegurándolo contra ella.
Su coño carnoso y tonificado por el atletismo envolvía firmemente la polla de Seto con una humedad cálida, sus pliegues carnosos aferrándose como si estuviera sirviendo devotamente a su amado esposo.
—Nngoh ♡. Ho, oooh ♡. Hauu ♡. Hii ♡. Ah, ah, ah, ~~ ♡.
Cada vez que Seto movía sus caderas, su polla —terriblemente gruesa y con un glande prominente— raspaba las paredes internas de Ryoko. Un arma capaz de desgarrar la racionalidad de cualquier mujer en un solo movimiento. Una inexperta estudiante de preparatoria no tenía ninguna posibilidad contra esto.
Chispas explotaban en la mente de Ryoko mientras Seto sobrescribía todo lo que ella alguna vez había valorado. Pronto, la gruesa polla dentro de ella pulsó con fuerza, y Seto comenzó a sembrar su semilla en su útero una vez más.
—Ah… ♡. Aah… ♡♡.
—…Oye, Ryoko-chan.
—Se-Seto-kun…
—Si te pidiera que terminaras con Kouta… ¿lo harías?
—……Nh…
Fue en el pico de su éxtasis cuando Seto le hizo esa pregunta.
—E-eso es…
—……
—Eso es…
La boca de Ryoko estuvo a punto de decir «Sí, terminaré con él». Pero justo antes, Seto la interrumpió.
—Perdón, fue una pregunta rara.
Parecía pensar que si ella vacilaba aquí, significaba que aún no la había corrompido por completo.
—Sé que amas a Kouta-kun, Ryoko-chan. No sería tan cruel de pedirte algo así.
—Seto-kun…
—Pero a cambio…
—Ah… ♡.
—¿Podrías prometerme que solo yo usaré «este lugar»?
—E-ese lugar… ♡.
Lo que Seto presionó con su glande fue la entrada del útero de Ryoko.
No le dijo que se separara de Kouta. En cambio, le hizo prometer que le entregaría su útero. …Como condición de intercambio, solo podía describirse como una locura. Eso confirmaba que Ryoko había hecho bien en intentar distanciarse de este hombre.
—Claro, no tiene que ser ahora mismo.
—……
—Sé que estás concentrada en el atletismo, Ryoko-chan, incluso podía ser después de graduarte… Pero algún día, quiero que tengas mi bebé. ¿Te parece mal?
En una situación normal, cualquier persona habría respondido que no de inmediato. Pero Ryoko dudó una vez más. Entendió que Seto no estaba bromeando, sino hablando en serio, y su corazón se aceleró. Temblando, su boca, entreabierta, pronunció palabras que una joven con futuro nunca debería decir:
—De… de acuerdo.
—……
—Lo, tendré… ♡. Por favor, déjame tenerlo ♡. A tu bebé, Seto-kun… ♡.
Podría haber sido solo una respuesta impulsiva, arrastrada por la atmósfera y la excitación del sexo. Pero Ryoko realmente había pronunciado esas palabras, como si estuviera entregando todo su futuro al mujeriego que tenía delante. Entonces, Seto, tomándolas como señal, reinició sus embestidas.
—¿¡Nh!? ♡♡♡♡.
El grueso glande empujó hacia lo más profundo, haciendo que Ryoko arquease la espalda mientras sus ojos se ponían en blanco.
—Entonces, ahora practicaremos para dejarte embarazada, Ryoko.
—¿¡Nh!? ♡♡. ¿¡En serio!? ♡♡♡. —En el momento en que Seto la llamó por su nombre sin honoríficos, Ryoko no llegó al orgasmo con su vagina, sino con su útero—. Fuu ♡. Fuu ♡. Fuu ♡. Ho, ohh ♡♡. Oooh ♡♡.
—Hasta ahora me he contenido un poco, pero ya no me guardaré nada.
—Se-Seto-ku… oye, espera, … ♡♡. ¿¡Aauuuh!? ♡♡♡.
Seto embistió a cortos intervalos, golpeando únicamente el útero de Ryoko. Sus caderas se levantaron de la cama, mientras sus pechos, con los pezones completamente erectos, se sacudían violentamente. Aunque había dicho que era práctica, Seto claramente estaba decidido a conquistar el útero de Ryoko de una vez por todas.
—Vamos, Ryoko, dime que también quieres tener mi bebé.
—Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡. Hm ♡♡. ¿¡Ah!? ♡. Hm ♡♡.
—Vamos, dilo.
—…Hm ♡♡♡. Lo-lo quiero ♡♡. ¡Quiero tener el bebé de Seto-kun, el bebé de Shinji-kun! Déjame tenerlo ♡♡. ¡¡Quiero que me embaraces!! ♡♡. Hii, hm ♡. Ah ♡. Nngooh ♡. Fuu ♡. Fuu ♡.
Esto ya no era un simple juego.
Ryoko sabía que, una vez que había dado su palabra, Seto definitivamente la embarazaría. Él tenía la intención de hinchar su vientre y atarla a su lado para siempre, sin dejarla escapar.
—Embarázame ♡. Seeto ♡♡. Ah, ahhh ♡. ¡Ah, dame un bebé! Nnguh ♡♡♡.
Pero los ensayos de procreación con Seto eran increíblemente placenteros. Su cerebro se inundaba de endorfinas, cientos de veces más intensas que cuando batía récords en competencias. Sus dientes castañeteaban, y los últimos vestigios de su razón se desvanecieron, reconociendo a Seto como su verdadera pareja y apareándose con él en serio.
Su primera vez intentando concebir fue en la posición tradicional del misionero: las manos de Seto agarraban su cintura, mientras las de Ryoko se aferraban a las sábanas de la cama del hotel del amor, justo debajo de sus nalgas elevadas.
Embarazo♡. Un bebé♡. El bebé de Shinji-kun♡♡♡ . Como atleta, Ryoko sabía que para obtener resultados, incluso los ensayos debían tomarse con la misma seriedad que la competencia real. Quizás por eso no era extraño que ahora pensara así.
Más allá de eso, el hecho era que Seto y Ryoko, compañeros de clase que usualmente compartían el mismo salón, ahora estaban apareándose. Los dos jadeaban, haciendo crujir los resortes de la cama mientras se concentraban en el movimiento de sus genitales frotándose con intensidad. La idol promesa del mundo del atletismo, adorada por muchos, estaba siendo cogida sin protección por un marginado del salón, preparándose para recibir su semilla en su útero.
Te-tengo que quedar embarazada♡. Tengo que hacer que su polla se sienta bien con mi coño, hacer que eyacule mucho y quedar embarazada♡ .
Si embarazar a la mujer era el instinto del hombre, entonces el de la hembra era ser embarazada.
Ryoko incluso podía visualizar claramente la escena en la que cargaba al bebé de Seto, sonriendo feliz.
—¡Guuuh! ¡Voy a correrme! ¡Embarázate! ¡¡Embarázate, Ryoko!!
—… ♡♡. …… ♡♡♡♡.
—¡Me corrooo…! ¡¡Uuugh!!
Ah♡. No te rindas…♡. Esfuérzate, Seto-kun…♡.Ryoko lo animaba en silencio, mirándolo fijamente mientras él eyaculaba dentro de ella, sus manos sosteniendo sus caderas.
*
—…Ah, ¿hola? ¿Kouta-kun? —La chica tomó en sus manos el teléfono que había estado vibrando por un rato—. Lo siento, tardé en contestar. Es que estaba bañándome. Ahora estoy en mi habitación… Sí. Sí, ayer fue agotador…
Al otro lado de la línea, la voz de Kouta era inaudible. Ryoko hablaba con un tono normal con su novio, como si nada. …Pero la realidad era que aún seguía en la habitación del hotel del amor con Seto. Sus cuerpos todavía estaban conectados, sus genitales unidos en ese mismo instante.
Seto, arrodillado detrás de Ryoko, quien estaba en cuatro patas, movía sus caderas con un ritmo relativamente suave mientras murmuraba en voz baja:
—Ah… Tu coño se siente tan exquisito, Ryoko, resbaladizo por mi semen…
—…¿Eh? Yo no escuché nada… ¿No será cosa tuya, Kouta-kun? Nngh ♡.
En realidad, Ryoko ni siquiera se había bañado. Todavía estaba en medio de una «sesión de práctica para hacer bebés» con Seto. Incluso en el momento en que Kouta llamó, su útero seguía siendo empujado por la polla de Seto, haciendo que jadeara de placer.
—Sí, nos vemos en la escuela. …Adiós, Kouta-kun. —Al decir eso, el teléfono se escapó de la mano de Ryoko y cayó sobre las sábanas. Ahora que había terminado la llamada de su novio, ella concentró toda su atención de nuevo en el sexo con Seto—. Uah ♡. Aaahh… ♡♡. Shinji-kun… ♡♡♡♡.
—¿De qué era la llamada de Kouta-kun?
—E-eso ya no importaa ♡♡. Tu polla ♡. Solo sigue dándome tu pollaa ♡♡♡. —La alegre y atlética chica había caído completamente en la lujuria, convertida en una infiel adicta al placer que Seto le proporcionaba.
Aunque ella aún no tenía intención de dejar a Kouta, su expresión de éxtasis era tan evidente que cualquiera diría que solo lo mantenía cerca por el morbo de engañarlo.
Pero en el juego del amor, el vencedor es quien dicta la justicia.
Seto jaló a Ryoko hacia atrás, cambiando su postura para que quedara arrodillada, mientras él, en la misma posición, agarraba uno de sus pechos generosos para masajearlo y aceleraba el ritmo de sus empujes.
—Nngoh… ♡. Oh… ♡. Nnnwooh… ♡.
Ryoko ya ni siquiera tenía fuerzas para gritar de placer. Sus músculos estaban relajados, su vagina y útero estaban hechos un desastre, y su lengua colgaba indecentemente. Seto, entre cada embestida, dejaba pausas calculadas para torturarla aún más.
—Aoohh… ♡.
Cuando Seto retorció sus caderas, la cabeza de su polla se enterró profundamente en el útero de Ryoko, que había bajado por completo.
Luego, retiró su miembro lentamente, obligándola a saborear una oleada de placer tan intensa que sentía como si sus entrañas se volvieran del revés.
—Nnguuuuuhhh ♡♡. …Hah ♡. Hahee ♡. Hyuh ♡. Oh ♡. Ooh ♡. —Su cuerpo, inundado de endorfinas, había convertido a la joven en un órgano erógeno masivo, donde cada roce en cualquier parte de su cuerpo enviaba señales de placer puro a su cerebro sobreexcitado.
Su corazón y pulmones se agitaban violentamente, mientras sonidos guturales e incoherentes escapaban de su garganta.
Las manos de Ryoko se abrían y cerraban sin control, y sus pupilas, completamente emborronadas, reflejaban su éxtasis.
Era casi trágico ver a la promesa del atletismo, quien apenas ayer había establecido un nuevo récord en competencia, reducida ahora a un juguete sexual para un solitario sin vida social.
—Ha, aaah ♡. Shinji, kuun… ♡. —Y sin embargo, Ryoko era feliz.
Seto ya no era solo su amante, ni siquiera un simple «amigo sexual»… Él era su dueño. O quizá, su amo sería un término más preciso.
Seto susurró detrás de su oreja:
—Te voy a llenar el útero de semen, Ryoko… ¡Te voy a reventar!
—Síii… ♡. Muchísimas, graciaaas… ♡. Ooh… Ooh… ♡.
—¡Guuuh…!
Su vagina, anticipando la explosión de semen del engordado miembro de Seto, comenzó a succionar con una fuerza obscena, mucho antes de que ella pudiera siquiera pensarlo. Su novio, por supuesto, no tenía idea de que ella era una «máquina de placer» tan experta.
—¡Me voy a correr, Ryoko! …¡Guuuh!
—Ah… ♡. Uh- uuhh ♡♡♡. No-no cabe más… Tu semen, e-está, demasiado espeso… ♡.
—¡¡Guuugh!! ¡Embarázate, embarázateee…!
Una sensación pantanosa de éxtasis se expandió por su pelvis.
¿Qué hago…? Mi vientre ya está preparándose para criar al bebé de Seto-kun… ♡. Mi cuerpo, aunque solo era «práctica», ahora quiere ser mamá de verdad… ♡.
Con su útero irrevocablemente enamorado de él, Ryoko ya no podía desobedecerlo. Su futuro brillante como atleta estaba prácticamente sellado: ahora sería la madre de los hijos de este bastardo mujeriego adicto al sexo. …Y sin embargo, quizá… eso no le importaba. Por primera vez, Ryoko aceptó su transformación.
¿Quieres discutir de esta novela u otras, o simplemente estar al día? ¡Entra a nuestro Discord!
Gente, si les gusta esta novela y quieren apoyar el tiempo y esfuerzo que hay detrás, consideren apoyarme donando a través de la plataforma Ko-fi o Paypal.
0 Comentarios