Inside The Cave of Obsenity

Traductor: Frizcop

Volumen 02 Capítulo 03 - Las Aventureras Que Cayeron

Una voz fuerte, casi tanto como para ahogar los gemidos de los poltergeists, resonó a través de las profundidades. Sin embargo, a pesar de estar a la máxima capacidad de sus pulmones, esa voz excesivamente coqueta no llegó hasta la entrada más profunda de la mina antes de desaparecer en la oscuridad.

Lejos dentro de esas profundidades, en un lugar donde el techo se había derrumbado, permitiendo que un rayo de luz del sol irradiara el pelo de una muchacha rubia. El color de su cabello se había vuelto algo opaco por el polvo después de no bañarse durante mucho tiempo, pero aún con las manchas y las impurezas, todavía brillaba.

Ambas manos atadas a la pared de roca y su cabello pegado a su piel debido al sudor, la muchacha soltó una voz seductora mientras asomaba su trasero bien formado. Esta chica era Frederica.

Detrás de ella, contrastando la tenue luz del mundo con su limo negro lóbrego y corrupto, estaba el Black Ooze.

Empujando su tentáculo en la chica de pie, continuó atacándola como si fuera a levantarla en el aire desde abajo.

"¡¡Hiin!!-A-Ahiii, es tan buuueno- !!"

A pesar de haber sido empujada hasta el extremo de que sus talones ya no tocaban el suelo, no había ni una pizca de dolor en sus provocativos gemidos.

Por el contrario, era tan intenso y sin embargo seguía empujando sus caderas.

Su trasero fue enviado a los espasmos y tuvo que abrazar sus piernas a pesar de ser incapaz de poner ninguna fuerza en ello. Aun así, continuó agitando frenéticamente sus caderas. Los senos bien dotados de Frederica se sacudían de arriba abajo. A pesar de que no estaban siendo masajeados por los tentáculos, sentía placer por el solo movimiento.

"Fu-ah-aaahn!? In, cre, i, ble!!"

El limo sabía que había alcanzado su clímax, pero su tentáculo seguía violando a Frederica sin disminuir su intensidad.

Sumergido en su vagina y golpeando contra la abertura de su vientre, de repente comenzó a estimular el área alrededor de su entrada. Frederica no fue capaz de soportar el placer y comenzó a colapsar, pero el tentáculo no se lo permitió.

Con un tentáculo perforando su vagina jugando el papel de un palo, toda esa fuerza inevitablemente empujó contra su interior, concentrada en la entrada de su vientre, con cada doloroso impacto asaltándola.

"De-Detente..."

Sólo su boca. Ella pidió descanso mientras derramaba lágrimas y babeaba, pero sus caderas todavía no habían dejado de empujar.

Tratando desesperadamente de sujetar su cuerpo con sus propias piernas, esas temblorosas piernas de las intensas réplicas de su clímax, continuó sacudiendo sus caderas en completo desprecio por las palabras que salían de su boca.

En este punto, ella no tenía esos sentimientos de disgusto que había tenido en su primera vez siendo violada por él.

Al negarlo intencionalmente con la boca, sintió un placer masoquista.

"Agaaain-aaaaun~!? Una pollaaa!! "

Cada vez que se venía, el tiempo que tomaba para su próximo clímax se acortaba.

Su respiración era superficial, rápida y caliente. Hacía mucho que había dejado de pensar en resistir.

Incluso alzando la voz hasta el punto de que su garganta casi desapareció, continuó empujando sus caderas.

Estaba despeinada y sus pechos se movían fervientemente, utilizando toda la fuerza que tenía para agarrarse a la superficie de la pared de roca con las manos. Soportando sus incesantes clímax incluso mientras su cuerpo estaba agotado, su cintura temblaba por no poder soportar el violento asalto a su vientre.

No era que los largos e intensos climax rompieron a Frederica, no, fue lo rápido e incesante que fue violada. Sus espasmos vaginales se aferraban al tentáculo del limo, pero como el tentáculo no era algo que debía tener un tamaño fijo y estaba cubierto de líquido viscoso, se frotaba contra sus puntos débiles.

"Pa-Para… de ven-!"

Ella lo suplicó desesperadamente. Una y otra vez, había rogado al abominable monstruo que se detuviera.

No lo hizo.

Tratada como un objeto por el limo y asaltada como una herramienta, la mujer no se dio cuenta de sí misma y se entregó a lo ridículamente bueno del sexo que sentía.

Sus pensamientos estaban nublados por el placer, empapados en él. Se había convertido en un juguete que no pensaba más que en placer. El orgulloso y voluntarioso mago que una vez fue se había roto desde hacía tiempo. Ahora que había probado lo que era tener sexo con un monstruo y ser amada por sus tentáculos, un ser humano ya no sería suficiente para ella.

En este punto, ella era poco más que una bestia. Una bestia que caminaba sobre dos patas y fingía ser un humano.

Una persona que dejaba a un vulgar monstruo como un limo por su cuenta era suficiente para una bestia, para que nadie pueda verla como tal.

Aun así, para Frederica, eso estaba bien.

Mientras este limo le diera ese placer que jamás tendría la oportunidad de saborear de un hombre humano, ella le daría su cuerpo.

Había tropezado con la suprema satisfacción.

"¡Ahí, más profundo-ahííííííí!!"

Transcurridas sólo dos semanas desde la primera vez que fue violada, la mujer, después de haberse vuelto adicta al placer, continuó empujando sus caderas.

Diciéndole al limo sus propios puntos débiles, guiándolo con sus empujes,

"¿¡Hyaahn!?"

Dejando escapar un sonido histérico, su espalda se arqueo y se puso rígida.

Había disfrutado de la sensación de su vientre siendo bombeado todo el tiempo.

Sin embargo, en este momento era diferente. Abrió los ojos de par en par, sacó la lengua de su boca y clavó sus uñas en la roca.

Sin embargo, con todo eso, su cuerpo, algo que había sido repetidamente suavizado por el placer absoluto, era incapaz de soportar esta sensación de una sustancia extraña entrando tan profundamente en ella por primera vez y se congeló.

"¿Qué... qué...?"

El tentáculo se había convertido en un estado líquido y se vertió en su vientre antes de volver a convertirse en un tentáculo, lamiendo el interior de su vientre.

Su cuerpo se sorprendió de este tipo de estimulación sexual que nunca había sentido antes. Antes del placer, el miedo invadió su mente.

"¡Allí, nooo... ese lugar es, deten-hiiin!"

El tentáculo que se había movido en su vientre reanudó el movimiento hacia adentro y hacia fuera como lo había estado haciendo hasta ahora.

Pero esto era una sensación totalmente diferente de lo que había sido hasta ahora. La apertura de su vientre se estrecho contra los tentáculos, independientemente de lo que ella misma quería decir al respecto. Ese sentimiento hizo que la mente de Frederica se volviera nublada de nuevo.

"¿¡Hiin!? ¡Hahn, ah-hahiiin!!"

Gritando como un perro, Frederica era usada como un juguete. Se había acostumbrado a ser sometida al atormentador sexo del limo y de alguna manera incluso lo disfrutaba. Le gustaba estar a merced de la fuerza de sus tentáculos.

Lo que era peor era que sus rodillas no eran capaces de soportar esta tortura, dando y empujando el tentáculo aún más adentro.

Sus abiertos ojos abiertos temblaban y, a pesar de estar tan abiertos, no podía ver nada. Aunque su mente estaba despejada del dolor, su cintura que ansiosamente se movia no la escuchaba.

Ambas manos agarradas a la pared las piernas temblorosas abiertas a la altura del hombro-

"Espe-, por favor esperaaaa!!"

Sin embargo, sin prestar atención a las circunstancias de Frederica, sus tentáculos no dejaron de atormentar su vientre.

"¡Deja de moverte! No empujes tan! Fuerte, es tan fuertee!! "

Degustando la pared, su interior más profundo fue empujado por su duro y caliente tentáculo.

No estaba acostumbrada a la sensación, trató de soportar lo violenta que fue que paso a ser dolor mientras gritaba.

Sus lágrimas desbordantes no terminaron, su saliva se derramó sobre sus senos y le manchaba. Sin embargo, ella no tenía el lujo de tener la oportunidad de preocuparse por cosas como esa, tratando de mantenerse erguida en sus propios pies.

Se deslizó sobre el moco del limo, tembló como una bestia recién nacida.

"No-nnn!?"

Estaba dolorida, herida y mucho.

Sin embargo-

"-no, puedo... no puedo soportarlo..."

Jugos obscenos salían de su vagina, sacudió su trasero como para pedir más estímulo.

No sabía si su cuerpo estaba pidiendo más estimulación o si ella suplicaba que el dolor disminuyera.

Aun así... el limo no se preocupaba por Frederica, simplemente continuaba atormentando su vientre.

Empujando, aplastando, extendiendo su vientre, haciéndolo más suave. Estaba alterando el lugar más importante de la mujer. De modo que incluso esto sería placentero, continuaría lenta y deliberadamente. Incluso si lloraba, gritaba, se desmayaba, o dormía... incluso si ella rogaba y rogaba que se le perdonara.

Para este monstruo, el enemigo de la humanidad... para esta existencia que ni siquiera era un hombre humano... para esta cosa encantadora que la rompió...

Había grabado que ya no podría vivir sin este lodo en su alma.

El Black Ooze simplemente seguiría violando a Frederica para siempre.

"Ah... Hiu”

Se había sentido desesperada muchas veces. Relajando sus manos apretadas, trató de caer.

Hizo que su vientre se extendiera aún más, pero Frederica era impotente como para impedirlo.

No podía soportarlo. La mujer se vio obligada a comprender que no podía soportar una tortura tan inhumana. Ese hecho fue tallado en el corazón de la mujer llamada Frederica, en su misma alma.

Incluso esa desesperación se convirtió en placer cuando cayó la cintura de Frederica y fue sostenida por los tentáculos para que no lo hiciera.

"Por... por favor..."

Frederica sabía que no la perdonaría por esas palabras.

Esta vez, la colocaron a cuatro patas.

Colocada como un animal, su vientre que estaba siendo amasado por dentro se puso cálido.

Recordó la primera vez que fue violada por él.

Su libertad le había sido arrebatada por el veneno paralítico y no dejaba de llevarla hasta el clímax sólo por su pretencioso pecho. Se mantuvo haciéndola venir, incluso si ella suplicara.

Sin preocuparse por lo que sentía, simplemente continuó violando, violando y violando.

Siguió adelante incluso cuando Frederica alcanzó su límite, violándola sin parar y haciendo que despertara de solo venirse.

"Hiiii..."

Parecía un grito, era su anticipación.

La conciencia de Frederica se estaba desvaneciendo, pero incluso así, ella sabía en el fondo que aún sería violada.

Y que esta vez, el lugar más importante de una mujer, el área sagrada que nutre a los bebés, sería la cosa violada. Al igual que la primera vez y como todo hasta este punto, hasta que el limo estuviera satisfecho, eso iba a suceder una y otra vez. Despreciando sus sentimientos, aunque llegara al clímax, aunque se desmayara... aunque se rompiera, no la dejaría ir.

"Afu... nn..."

Su cintura, sostenida por el tentáculo dentro de ella, entraba en muchos espasmos pequeños. Frederica se emocionaba a sí misma simplemente a través de su propia salvaje imaginación.

De esa manera, mientras se retorcía, mientras estaba adolorida, ella débilmente sacudia sus caderas. Era débil, pero como su balanceo expuso incluso su ano, era una invitación salaz [1].

"Paraaaa... ya..."

Las lágrimas, el sudor, la saliva, una fluyente nariz... todo tipo de fluidos corporales goteaban sobre los líquidos del Black Ooze. Nuevos tentáculos se levantaron y se envolvieron alrededor de sus colgantes pechos.

Exprimiendo mientras los masajeaba, los tentáculos frotaban sus pezones endurecidos.

(Esos son... los pezones son... noooo...)

En marcado contraste con sus pensamientos, la expresión de Frederica estaba nublada por la lujuria.

Sus labios se curvaron en una sonrisa y sus ojos previamente abiertos se cerraron, humedecidos por las lágrimas.

El dolor acompañaba su humillación, pero Frederica, que terminó deseándolo, no sostuvo más dudas.

"Ese es... ese es el lugar para un bebeee-"

En otras palabras, la mujer lo suplicaba.

-Por favor, violarme.

Después de lo que había sucedido, estaba claro que el placer era suficiente para hacer que su mente se desmoronara.

Satia estaba tumbada en una cama de moco en un lugar a una pequeña distancia de Frederica, a quien estaba violando con una voz lo suficientemente fuerte como para hacerse preguntar si estaba tratando de romper su cuerpo con su mente.

Ella recibió exactamente lo contrario. Era refinada con caricias suaves... siempre tan suaves.

Sin nada que pudiera cubrir su cuerpo mientras ella yacía sobre su espalda, sus pezones erectos que ya habían crecido hasta convertirse en el tamaño de rollos de tootsie, estaban manchados de moco, reflejando la pequeña cantidad de luz que brillaba en la cueva.

Sus desarrollados senos eran masajeados de tal manera que no sería doloroso, convirtiéndose gradualmente en una estimulación sexual.

Ninguna de sus manos estaba retenida mientras soportaba la suave estimulación agarrándose a la cama de moco.

“Hooo… hoo…”

Había saliva saliendo de su boca herméticamente cerrada, la pesada respiración nasal de Satia le dijo al limo que sus caricias la estaban haciendo jadear.

Su suave estómago se elevó y cayó implacablemente, su delgada cintura se movia hacia la izquierda y hacia la derecha.

A pesar de mover su trasero contra la cama de moco, la sensación era tan ligera que no podía estimularse más lejos.

Aunque aun así, el cuerpo de Satia que se podía llamar inadecuado para su edad había terminado rogando por una excitación más extrema de cualquier manera posible.

"Goshujin-samaaa... Yo soy, Satia es-"

Después de que la virginidad de la niña se le dio a Alfred, cuando el esperma de su amado había sido robado por el limo, la mente de Satia se rompió completamente.

Reconociendo que el limo que había comido y digerido a su amado, su querido Goshujin-sama, lo que vio no era al Black Ooze, sino a Alfred.

Para ella, los tentáculos del limo se veían como la mano de Alfred, el dedo o incluso su pene. Su cuerpo entero fue lamido por el limo, su lengua. Todo su cuerpo fue acariciado por un número infinito de sus manos. Ella confundió las caricias suaves que tomaron su frágil cuerpo en consideración como los suaves cariños de Alfred.

Así, el cuerpo de Satia había evitado el asunto de su muerte. No, podría no ser malo decir que el Black Ooze era Alfred.

Las experiencias y el conocimiento de Alfred estaban realmente vivos dentro del Black Ooze. También sabía qué clase de mago era Satia, así como lo que el hombre había sentido hacia ella.

La razón de ser tan amable con ella probablemente no era la intención del limo... era más la de Alfred.

Sin embargo, no tenía la intención de tratar a esta maga demasiado intensamente, incluso si no fuera así. Su cuerpo era pequeño y era correspondientemente frágil.

Ella sería tratada como Frederica después de crecer un poco más.

"¡Mmm!... Hah, unnn..."

Como un masaje, continuaba frotando sus pequeños pechos, su suave vientre, sus tiernos brazos y sus finas piernas.

Deslizándose por el moco, se deslizó hacia adelante y hacia atrás en la cama. Su pelo plateado que había sido puesto en una cola de caballo en el lado izquierdo de su cabeza se pegó a sus mejillas y fue mordisqueado por sus labios.

Recordando a una muñeca, su bello rostro tenía los ojos bien cerrados como para resistir algo. A pesar de su expresión desgarradora que aparecía como si ella estuviera pidiendo placer, el Black Ooze continuó simplemente con su masaje sin sentir nada en lo más mínimo.

Los tentáculos que masajeaban sus brazos se movían a sus axilas, las que masajeaban sus pantorrillas hasta sus muslos. Los tentáculos que frotaban sus pechos se movían como si fueran cariños, los que acariciaban su estómago se movían como para empujar su ombligo.

"... Kuun."

La estimulación se había hecho un poco más fuerte, pero todavía no era suficiente para llevarla al clímax.

Pero hacerlo con sus propios dedos... eso era demasiado vergonzoso para la chica. Sus mejillas blancas se ruborizaron de rojo brillante, la chica mantuvo los ojos cerrados como para mostrar cierta resistencia a su Goshujin-sama maliciosamente juguetón.

Su mente carecía de información de sus ojos, podía oír el sonido de la mucosidad del limo frotándose sobre ella y sentir la suave caricia de los tentáculos muy claramente.

Por otra parte, la voz fervientemente coqueta de Frederica mientras era violada cada vez más intensamente llegó a los oídos de Satia.

Estaba envidiosa de ella.

"H-hooonnn-unnn..."

(Tal vez…)

Trató de cerrar la boca que de alguna manera u otra había hecho su camino para abrirse, pero no pudo encontrar la energía necesaria para hacerlo.

Cuando se mordió el dedo de la mano izquierda, la saliva que había acumulado en su boca acabó chorreándose. Con una expresión de dolor, como si estuviera soportando algo, su respiración se hizo más pesada.

No estaba segura de lo que debía hacer con su mano derecha, así que la movió hacia adelante y hacia atrás en el área entre su entrepierna y la cama de moco.

"Hah... Nn, uu."

Se mordió el dedo con la suficiente fuerza como para dejar marcas en él. No hasta el punto de sentir dolor, pero era sólo suficiente estímulo para despejar sus pensamientos un poco.

Su pequeño cuerpo estaba siendo masajeado suavemente, siendo suavizado. Para Satia, el suave placer parecía que se estaba derritiéndola. Después de morder su dedo tan fuerte con los dientes, había perdido todas sus fuerzas.

"Goshujin-sama, Goshujin-sama..."

Llamando su nombre una y otra vez, continuó tragando la saliva que se acumulaba en su boca. Sus miembros memorizaron lentamente la estimulación sexual a pesar del líquido caliente y viscoso que la cubría.

Sus piernas temblaron innumerables veces, colocó un tentáculo más lejos hacia su parte interna del muslo en busca de una estimulación más contundente.

"¡Hah, Lo-Lo siento-!"

Uno de los tentáculos entre los que se encargaban de sus muslos continuó hacia arriba.

A pesar de que la chica era virgen hasta unos pocos días antes, a pesar de que ni siquiera se tocaba todavía, esa zona se retorcía por sí sola.

Anticipando la estimulación venidera, Satia mordió su dedo una vez más. El placer no alcanzable con sus dedos, los tentáculos había llevado su cuerpo al clímax un gran número de veces dentro de la oscuridad de la mina. Mientras estaba entre sus muslos, tocó su vagina.

"¿¡-Hyaan!?"

La estimulación fue lo suficientemente fuerte como para hacer que sus ojos se abrieran, y su diminuto cuerpo salpicado en moco.

Sus genitales estaban siendo estimulados incluso mientras estaban emparedados por sus muslos. La emoción sexual lenta pero constante provocó que su cuerpo impaciente reaccionara.

Sin escucharla, su cintura se movía hacia delante y hacia atrás, sus hombros temblaban cada vez. Ella mordió su dedo lo suficientemente fuerte como para sentir dolor. Su mano derecha se aferró al tentáculo que se movía arriba y abajo a lo largo de su entrepierna, en lugar de la ropa de cama.

Parecía una polla, pero no se dio cuenta de eso debido a que sus ojos estaban cerrados de nuevo.

Combinando el ritmo de la cintura de Satia, se movió hacia delante y hacia atrás, haciendo que se emborrachara del placer.

“Huuu... huu...”

Su respiración era profunda y fuerte mientras soportaba la felicidad sexual.

A diferencia de Frederica, su cuerpo, que aún no se había venido, estaba asado en un calor licencioso, enrojeciendo todo su cuerpo.

"Bueno... tan... bueno..."

Haciendo resonar sonidos cada vez más obscenos a través de la cueva, la muchacha movió su cintura como para invitar al tentáculo adentro.

Sin embargo, aun así, no le dieron un estímulo lo suficientemente fuerte para llevarla al clímax. Incluso con Satia en un estado como este, el limo continuaría aflojándola suavemente para que su cuerpo no se arruinara.

Se sentía frustrada e impaciente, pero preguntarlo ella misma era demasiado vergonzoso.

A pesar de que su cuerpo era pequeño, por sus acciones obscenas de solicitar una estimulación adicional le daban la sensación de que había caído en desgracia.

No alcanzando un clímax, Satia, la maga muñeca, se estaba poniendo cada vez más impaciente.

Ni sus pezones ni su clítoris habían sido tocados, pero su cuerpo estaba excitado. La maga, sólo sabiendo la caricia de sus propios dedos y los tentáculos violentos, se apoyó contra el tentáculo con su vagina, incapaz de soportar el calor del edificio.

-¡Aah, que bueeeeno!

Aunque ella misma sólo tenía la intención de presionar contra ella un poco, terminó dejando salir una voz lasciva porque la estimulación era más fuerte de lo que esperaba.

Con la cintura temblorosa, la columna vertebral de Satia se arqueó hacia atrás. Aun así, no fue suficiente. Todavía no era suficiente para llevarla al clímax.

Después de sentir una emoción tan fuerte, su siguiente acción fue rápida.

Su cuerpo todavía curvado en un arco, empujó hacia fuera su entrepierna de modo que el tentáculo presionara contra ella aún más fuertemente.

Lo hizo con más fuerza que antes, pero...

"¿Ah… por… que?"

Esta vez, los tentáculos dejaron de moverse.

El moco hacia sonidos mientras sus caderas se movían de un lado a otro a través de él, pero los movimientos toscos de la muchacha la dejaron insatisfecha.

Sin embargo, los tentáculos todavía no se movían. ¿Estaba enojado porque Satia se movía por su propia voluntad? ¿O se proponía esto desde el principio? De cualquier manera, no se movió.

Las mejillas de Satia se sonrojaron por la vergüenza. Aunque era tan embarazoso-

"Po-por favor no te burles de mi... Goshujin-sama."

Bajando los ojos por la vergüenza, terminó escupiendo y pidiendo por ello.

Solo eso fue suficiente para hacer que los tentáculos reanudaran, pero Satia tuvo que ocultar su cara con ambas manos debido a la vergüenza.

"H-ah-bueno, se siente tan bueno, Goshujin-samaaa!"

El impulso del tentáculo aumentaba a medida que se movía hacia atrás y se forzaba a través, estimulaba no sólo su vagina sino también su clítoris, protegido aún por su túnica.

Finalmente, recibiendo su estimulación ansiosamente esperada, su vergüenza desapareció instantáneamente mientras soltaba gemidos llenos de placer.

Empujó su cintura más lejos para obtener un placer aún mayor.

Su clítoris era su mayor punto débil, Satia ya había sucumbido al placer y estaba dotada de más que suficiente.

"¡Uuun-allí, allí!"

La boca que una vez había intentado desesperadamente retener sus gemidos ahora le decia al limo cómo se sentía por sí sola.

Movió su cintura de un lado a otro, empujando su clítoris contra el tentáculo.

Una emoción creciente se formó en su interior mientras sus movimientos de delante a atrás y el movimiento de su clítoris se superponían. La boca de Satia se abrió sin saberlo.

Su mano derecha se aferró al tentáculo que se deslizaba a lo largo de su vagina, moviéndose como si lo masturbara de forma ruda.

Basándose en su conocimiento, utilizó sus delgados y como de muñeca dedos para agarrar el suave tentáculo del tamaño de un miembro adulto y moverlos hacia arriba y hacia abajo a lo largo de él.

Probablemente, el tentáculo no tenía sentía el tacto, pero Satia, sin darse cuenta de eso, repetía el movimiento.

Continuando con eso por un tiempo, el sentimiento de placer de la chica aumentó como si estuviera masturbándose con el tentáculo.

De repente, un gemido, algo como un grito llegó a los oídos de Satia. Era Frederica.

Ella la había oído todo el tiempo, pero no le había prestado atención debido a la pérdida de sí misma en éxtasis, sin embargo.

“Ah…”

Cuando miró hacia la dirección de la voz, vio a una chica a cuatro patas siendo penetrada sin piedad por detrás.

Satia no sabía su nombre. Esa chica podría ser la que se llamaba Frederica, la que ella vino a encontrar.

Sin embargo, ya no le importaban cosas como los nombres.

(Wow…)

Ella estaba siendo tomada por detrás con tanta fuerza. Sus pechos inmensamente masivos eran amasados ​​de una manera en la que Satia nunca seria. Su lengua colgaba de su boca mientras seguía jadeando para respirar.

No podía evitar sentir envidia de la mujer. Estaba siendo utilizada con más fuerza que las prostitutas.

Al ver su deseo de ser tomada con más fuerza, prácticamente hasta el punto de romperse... la llama creciente en ella rugió por la excitación en su vientre palpitante.

Si rogaba que la tomasen tan fuerte como ella, ¿qué pasaría?

Pezones y clítoris trabajando duro, la vagina penetrada por todo el camino de su vientre.

Imaginando eso...

"¿A-ahhh?"

Con los genitales y el clítoris siendo molestados, alcanzó un clímax pequeño e inadecuado.

Sus movimientos finalmente la enviaron a lo que ella había estado deseando, sin embargo, simplemente no fue suficiente.

Más, ¿quería más?

“Aah...”

No estaba teniendo en cuenta los deseos de Satia, pero sí extendió las piernas delgadas de la chica.

Sus piernas, húmedas tanto por su propio sudor como por el moco del limo, eran bastante obscenas.

Sin embargo, profundo en sus entrañas. En un lugar húmedo, había un lugar completamente preparado para dar la bienvenida a una cosa, temblando como si quisiera entrar.

Recordando la forma en que se trataba a Frederica, ella anticipó lo que estaba a punto de suceder.

Separando sus piernas y sosteniéndola en una posición muy parecida a la que uno podría hacer cuando entrenaba a un niño en cómo ir al baño, de repente parecía como si quisiera una mejor visión del proceso y elevo su cuerpo en el aire.

"... Ah."

La chica siempre estuvo inexpresiva como una muñeca en los recuerdos de Alfred, pero en este momento, su rostro se iluminó con anticipación.

¿Qué se le iba a hacer a ella?

¿Violarla? ¿Penetrarla? ¿Manosearla rudamente? ¿Impregnarla?

Ella forzó sus ojos cerrados para resistir el placer, su expresión emocionada ya estaba desapareciendo. Continuando, el limo empezó lentamente a aflojar la entrada de su vientre mientras estimulaba su vagina.

"¿Hiii? Nnn... Tan bueno..."

Su pequeño cuerpo no podía soportar el placer.

Sus miembros parecidos a los de una muñeca temblaban del agudo placer, sus caderas se movían hacia adelante.

Esos movimientos causaron que su vagina fuera estimulada mucho más rudamente, dándole una estimulación aún más fuerte.

Todo su cuerpo comenzó a temblar, los mismos temblores se convirtieron en una estimulación propia.

"¿¡Si-Si!? ¡Se siente bien!"

Su voz tranquila aumentó gradualmente, todo su cuerpo convulsionó. Sucedió una vez, dos veces, pero aun así, no fue suficiente.

Una y otra vez sus caderas se iban hacia adelante, los jugos vaginales escurrían en el tentáculo por la anticipacion. Incluso con eso, el tentáculo no dejó de jugar con su entrada.

Una vez que el Black Ooze había decidido hacer a Satia venirse una y otra vez, no había manera de detenerlo. Cosas como las alternativas o las opciones no existían.

“¡I-Increible! ¡Nn, noo!"

Se agarró al tentáculo que seguía atormentando su vagina, pero eso no era suficiente para detenerlo.

Para empezar, ese tentáculo sólo estaba usando su punta para estimularla. Todavía agarrándose al tentáculo, volvió a venirse.

Su cintura tembló cuando empezaron a salir jugos de amor de su interior.

Aun así, los tentáculos no se detuvieron.

Siguió jugando con ella, atormentando su estrechamente cerrada, apertura, aflojándola.

Aun así, los tentáculos no se detuvieron.

Su cintura tembló, sus jugos se derramaron.

Aun así.

La fuerza de sus manos, agarrándose a los tentáculos, se debilitó cuando su bello rostro se deformó en la lujuria.

Aun así.

"E-Esa es... para los bebés, no juegue con eso."

Ella sabía que la provocación de ese lugar sin duda le daría una estimulación increíble.

Se burlaba de su lugar sagrado, sus jugos vergonzosos continuaban desbordándose cuando empezó a babear.

Incapaz de soportar el placer, ella se vino una y otra vez.

¿Y entonces?

"Haah, ja, ¿ehhhh?"

Por fin, un tentáculo estrecho, apenas del tamaño de un dedo meñique, atravesó la entrada de su interior.

Dentro había un lugar que nadie había visto antes, ni siquiera Alfred.

El tentáculo la penetró.

Acariciando su cuerpo, Satia intentó resistir las oleadas de placer que recorrían su cuerpo con todo lo que tenía.

A pesar de que puso tanto esfuerzo, su boca se abrió y comenzó a jadear. Su lengua vagaba lentamente por su boca, goteando saliva sobre sus pechos.

Sus ojos se nublaron por la lujuria, ella ni siquiera podía comprender lo que veía, pero a pesar de eso, su expresión era relajada, parecía casi... feliz.

*

"¡I-Increíble!?? No-No sabía, que fuera tan lejos!?"

"Hah, nnn? Qué.... Qué, ra-raaaro... nnuuu!"

Dos voces jadeantes por aire se oían en la cueva.

Eran de Frederica y Satia.

Los sonidos obscenos procedentes de ambas magas resonaban por toda la cueva, incluso ahogando los gemidos de los Poltergeists.

Era imposible para ellas soportar el ridículo placer de tener sus vientres violados.

Sus partes más profundas violadas, las das alcanzaron su climax incontables veces.

Aun así, sus cuerpos seguían temblando, incapaces de descansar.

Todo lo que podía verse era la visión de dos seres humanos siendo violadas por un monstruo. Ya no tenían algo tan humano como la dignidad o el orgullo.

Ya no pronunciaban palabras de rechazo ni nada parecido. Simplemente dejaban salir su voz cuando eran violadas y movían sus cuerpos al ritmo de los empujes.

Frederica, que había experimentado el dolor por el sentimiento de haber tenido su vientre penetrado apenas algún tiempo antes, se había desarrollado hasta el punto de poder perderse de la agradable estimulación de tener su vientre siendo penetrado.

Satia, que había sentido vergüenza al tener relaciones sexuales con su Goshujin-sama, dejó escapar toda clase de gemidos mientras era provocada, y continuaba viniéndose.

"¿A-allí? Ahhh... noo~"

"Goshujin-sama, Goshujin-samaaa..."

Los cuerpos de las mujeres volvieron a temblar.

A pesar del clímax, el tormento de los tentáculos nunca cesó.

Nunca paro en todo este tiempo, probablemente nunca lo haría.

En cuanto al limo, estas dos eran, al final... nada más que madres sustitutas de monstruos.

"¿¡Salió!? ¿Qué-qué!? ¿Eh, qué? ¿¡Aaaaahn!? "

"Fu-fuahhh?, está fuera, el de Alfred-samaaaa..."

El murmullo de Satia fue ahogado por el grito de Frederica.

Pero aun así, ese grito inmediatamente se convirtió en una exclamación coqueta.

Ahora que el Rey Demonio fue derrotado, el número de monstruos no pudo aumentar.

Por lo tanto, los monstruos estaban siendo sistemáticamente erradicados.

Sin embargo, ¿qué pasaría si un limo con la capacidad de producir niños aparecía?

El fin del mundo.

El mundo todavía no se había dado cuenta de que, esperando en las profundidades más lejanas de una cierta cueva, había nacido un monstruo.

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[1] Que trata asuntos sexuales de una manera indecente y típicamente transportando el interés o el disfrute indebido del tema.