Re:Master Magic
Capítulo 18—El Rey de la Muerte (II)

* * *
Red Zero logró penetrar al Rey de la Muerte sólo al cuarto intento.

—Sólo… ¡sólo tres tiros más! —
—No puedo, Milly… déjame descansar un momento. —
—¡Ha~ah…! ¡Ha~ah…! E-está bien… —

Teletransportándonos lejos del Rey de la Muerte, tomamos un pequeño receso. Mientras Milly jadeaba revisé su estado con el alcance del explorador. Su poder mágico había decaído en 100.


Después de usar sin parar la teletransportación mientras utilizaba el alcance del explorador, era claro que su poder mágico debería estar agotado. La teletransportación requería cerca de 20 de poder mágico, y el alcance del explorador usaba aproximadamente la misma cantidad (al menos en mi caso).

Sin embargo el estado mental de Milly era inestable, probablemente porque su radio de consumo mágico tuvo un incremento.

—Toma esto. —

Le dije alcanzándole una poción de recuperación mágica alta. Siendo la primera vez que tendría que beber una de estas, a lo que ella aceptó, tomando un sorbo.

—Está amargo, Zeph… —
—Sopórtalo y bebé. —

Miró mi reacción mientras se llevó la boquilla de la poción a los labios. Aparentemente era demasiado amarga para los niños. Cada vez que ella bebía, un poco de líquido se deslizaba de su boca recorriendo su cuello. La mitad de ello se está derramando… Qué desperdicio, aunque no me voy a quejar.

La auto-recuperación del Rey de la Muerte se activará pronto, habiendo ya tenido una recuperación completa de mi poder mágico.

Después de revisar el estado de Milly con el alcance del explorador, su poder mágico sólo se había podido recuperar la mitad de su valor total.

—¿Necesitas otro trago? —
—… Estoy bien. —

Habiéndose frotado la mejilla comenzó con su meditación. Sigue siendo una niña. Debiste de haberte preparado antes de mí.

Activando cuadrado temporal y lanzando una serie de dos amplificadores mágicos, sólo necesitaba dispar red zero.

—Muy bien. —

O, más bien, debería estar diciendo que sólo el setenta porciento de mis preparativos están completos. No puedo afirmar que es suficiente para disparar, pero estaría en problemas si el Rey de la Muerte comenzara con su auto-recuperación.

—Oh, Dios de la magia roja, creador del sistema que esparce el conocimiento y la verdad alrededor de toda la Tierra… —

En medio de la conjuración, me moví al rango máximo en el que aun puedo usar Red Zero y lo lancé.

Milly caminaba detrás de mí. “aquí vamos”, le señalé con los ojos. Ella asintió.

—¡Red Zero! —

El quinto disparo de Red Zero. Habiendo roto las espadas del Rey de la Muerte completamente, una luz se hizo notar de entre sus cavidades oculares. Su corona, agrietándose, calló, revelando una tercera cavidad sobre su frente, siendo un cabo rojo tiñéndose de un negro alquitrán. Su bastón de obispo se había roto en dos, revelando una hoja negra que se curveaba en un arco.

Viéndolo de esta manera, su apariencia era comparable a la de la Muerte, sosteniendo su bastón, ahora guadaña, con ambas manos.

—Está a punto de entrar en su modo berserk. Ya lo había dicho antes de la batalla, pero cuando peleas contra un jefe, después de haberlo dañado hasta cierto grado, es activado. Su fuerza de combate alcanza el triple en esta forma, no importa que, asegúrate de que no te golpee. —

—E-entiendo. —

Esto es malo, ¿está ella reincidiendo [1]?

—Todo estará bien mientras él no nos toque. Nuestra seguridad nunca estuvo garantizada, aunque hayamos podido llegar hasta aquí. Hoy no vamos a morir… probablemente. —

Sonreí a Milly esperando aliviar su temor, respondiéndome ella muy sutilmente. Hey, ¿qué pasa con esa sonrisa tímida, Milly?

Después de terminar su transformación, el Rey de la Muerte avanzó hacia nosotros con un sonido de *katata*…

A pesar de haber estado meditando durante nuestra conversación, no había conseguido tener una recuperación completa.

—¡Aquí está! —

Con una velocidad mayor a la de antes, el Rey de la Muerte pateó la tierra cuando corrí hacia él. Milly elevó su guardia al notar un negro destello de la guadaña en su oscilación. Las balas de luz eran justo como ‘bala negra’, pero teniendo la consideración del poder de un jefe.

Los disparos eran dirigidos hacia mí. Es un poco lamentable, pero es bastante probable que vayan a golpearme. Sosteniendo en alto mi mano, invoqué un ‘Muro Blanco’. Las balas negras lanzadas por el jefe desaparecieron al estrellarse con él. Los hechizos del tipo ‘muro’ tienen efectos completamente diferentes dependiendo del sistema del cual se lancen. Los muros blancos tienen el efecto de ser capaces de detener todo tipo de magia mientras se esté bloqueando un hechizo primario.

De cualquier manera, el Rey de la Muerte no le dio importancia en absoluto, balanceando su guadaña hacia mí, justo como lo haría La Muerte.

Milly aprovechó el momento para tomar una distancia cinco veces mayor a la de antes, pero no fue porque estuviera asustada. Cuando el Rey de la Muerte entra en su modo berserk, su rango de ataque también es incrementado. Esta es la distancia para estar apenas en él. Milly estaba perfectamente tranquila.

Ruidosamente continué bebiendo la poción mágica (alta), y comencé la meditación.

—¡Es poco más de 21000! —

Se veía capaz de recuperar un poco. El poder completo de Red Zero es una aproximación a 15000. Todavía necesito hacer dos tiros más.

Mientras Milly me apartó para escapar, si el Rey de la Muerte hubiere disparado hacia nosotros, lo habría detenido con Muro Blanco entre lo que mi poder mágico se recuperaba.

- Con mi poder mágico actual, podría decir que estoy cerca de un 80% listo.

El siguiente Red Zero no necesitará ser disparado con poder completo. El enemigo ahora estaba bastante exhausto ya. ¿Aquí? Vayamos a dar un tiro.

Envié una señal a Milly, tomando entonces algo de distancia. Activé cuadrado temporal… abreviando el canto.

—¡Red Zero! —

El sexto disparo. Las hojas rojas perforaron su garganta, haciéndolo sufrir en agonía.

—¡Está en 10000! —

Milly calló. Aunque solamente calló esa cantidad, estoy seguro de que el siguiente disparo estará en completa cadencia. Mientra volvía a beber pociones de recuperación, comencé con meditar.

Le di algunas pociones a Milly para asegurarme de que El Rey de la Muerte no vendría mientras no podemos teletransportarnos. Ella me dio una mirada llena de insatisfacción. Qué persona tan problemática…

—Si no lo bebes, no podrás tener la suficiente cantidad de poder mágico una vez tengamos una emergencia. Espero evitar situaciones tales como esa porque, en definitiva, moriremos. Sé que es difícil ajustar la distancia mientras se teletransporta… —

Lo dije ya que sabía que la provocaría, motivándola.

—¡No hay manera de que esto sea difícil! —

Mordió el anzuelo.

Arrebatándome la botella, comenzó a beberlo todo dejando salir un sonido de *puhaa~*. Tenía los ojos lacrimosos.

No se puede hacer nada, pero me siento un poco mal por lo suave que Milly es.

Balas Negras vinieron volando hacia nosotros, siendo detenidas por mi muro blanco. Tan pronto la oz descendió, Milly tomó mi mano y uso teletransporte, ajustando la distancia para posicionarnos en un punto ciego del Rey de la Muerte fue perfecto. Ella se giró hacia mí con una expresión que quería decir “¿cómo estuvo?”, pero no estoy dispuesto a dejarle ni un respiro.

Sin embargo, ahora es mi turno.

Activando cuadrado temporal, lancé una serie de dos amplificadores mágicos durante el lapso en que el tiempo se halló detenido y…

—Oh, Dios de la magia roja, creador del sistema que difunde el conocimiento y la verdad a través de toda la Tiera, ¡préstame tu fuerza! ¡Destruye a mis enemigos con tus cuchillas giratorias! —
—¡Red Zero! —

Un Red Zero en toda potencia.

Las cuchillas se extendieron hacia el Rey de la Muerte penetrando su cuerpo, incendiando todo.

Mirando al Rey de la Muerte, ya inmóvil, comenzar a volverse arena, Milly me preguntó:

—¿Hemos… hemos ganado…? —
—Sí, es nuestra victoria. —

Al mismo tiempo, El Rey de la Muerte desapareció completamente. Pude sentir una gran fuerza creciendo dentro de mi cuerpo. Aparentemente subí de nivel. Ella también lo debió de haber hecho.


—¡Lo hicimos! ¡Jajajajajajajajajajaja…!