Inside The
Cave Of Obscenity
Volumen 3
Volumen 3
Capítulo
Uno
“Crisol de Placer”
“Crisol de Placer”
Parte 6
Dentro de esa mina abandonada, Satia y las
demás eran sometidas a los deseos del Black Ooze. Tres días y tres noches. No,
habían sido violadas durante más tiempo que eso.
La suma total de placer que se les había
otorgado podía ser vista como una maravilla sin límites.
"¿¡Ah!? ¿¡Ah-a-aaaah!?"
Levantada y con las piernas abiertas a la
fuerza, el limo se clavó en su vagina. Aunque el tentáculo llegó a la entrada
de su útero con una prisa sorprendente, ella todavía no sentía prácticamente ningún
dolor. Incapaz de siquiera intentar alejarse debido a que estaba sostenida en
el lugar, la criatura fue capaz de continuar presionándose contra la entrada de
su útero.
A pesar de que el tentáculo se clavaba en
ella con tanta fuerza y a pesar de haber sido sometida a algo que era doloroso solo
verlo, Frederica sólo podía gemir de placer.
El dolor.
Acogía el dolor desde lo más profundo de
su alma y había preparado su cuerpo para este, pero aun así, el dolor siempre
acompañaba a su útero, que se veía presionado de forma tan tempestuosa.
A pesar de ello, sus gemidos se hicieron
cada vez más fuertes, con saliva que goteaba por las comisuras de su laxa boca.
Doloroso. Pero placentero. Pero doloroso.
Pero placentero.
Su mente no podía seguir el ritmo y se
confundía.
Para entonces, a Fiana ya no le importaba
lo más mínimo. No le importaba lo que le pasaría a partir de entonces.
Estaba feliz de que aún estuviera vestida.
Estaba siendo violada, más bien.... violentamente, y se le hizo sentir eso
hasta un grado increíble. Con todo lo que estaba sucediendo, ella podía
fantasear con que estaba en medio de ser forzada a hacerlo.
Shlick.
Un sonido pegajoso salió de dentro de sus
pantalones. Las propias secreciones de Frederica se mezclaban con el moco que
empapaba su ropa interior.
Sus pantalones se habían mojado tanto en
el área entre las piernas que parecía como si se hubiera meado encima. Aunque
ella sabía que no era como si todo el líquido fuera porque se hubiera mojado tanto
en tan poco tiempo, seguía siendo vergonzoso.
La hermosa cara de Frederica estaba teñida
de rojo, pareciéndose mucho a la de una doncella.
Sin embargo, aunque la ofensiva de los
tentáculos se había debilitado, no era como si hubieran parado por completo.
Con su cuerpo rebotando cada vez que los
tentáculos la presionaban, sus senos seguían su ejemplo debajo de su ropa
interior enlucida de moco con saltos notables. Sus pezones erectos desde hace
mucho tiempo eran claramente visibles a través de su ropa interior negra.
"—Nn, n-o, a—híiiii..."
En puro desafío a la gravedad, el Black Ooze
sostuvo los pechos de Frederica hacia arriba y comenzó a escurrir en ellos como
si fuera a ordeñarlos. Sintiendo ella una sensación dolorosa de sus pezones,
miró hacia sus senos.
(De ninguna manera....)
Era algo que normalmente nunca ocurriría.
Y mucho menos como mujer, ni siquiera se la trataba como a un ser humano.... se
la trataba como a un juguete, su dignidad se rompía cada vez más.
Sin embargo, aunque ese pudo haber sido el
caso, saber eso no era doloroso.
Su vientre interno palpitaba y se
esforzaba por empujar sus caderas junto con los tentáculos a pesar de su
precaria posición en el aire. Su cuerpo estaba reaccionando para que se
sintiera aún mejor.
Sí, esto le había sentado muy bien.
"Más... fuerte... hazlo, más fuerte—"
Sentía que los tentáculos empezaban a
moverse un poco más rápido. El tentáculo que trabajaba en sus senos también lo
hizo con más fuerza, estimulando sus pezones tirando de ellos.
La violaba desde debajo de su ropa y le
recordaba la primera vez que este monstruo se salió con la suya, lo que le
traía una humillación aún más estimulante.
Esa vez fue mucho más cruel. Sus llantos,
sus gritos, no significaron nada. Realmente fue tomada toda la noche. Era
asqueroso, apestoso, nauseabundo... y aunque sus compañeros de viaje estaban en
el limo, sólo podía satisfacer sus deseos y rogar que la dejara ir.
También recordó que no la había dejado ir,
por supuesto.
Sintió que el calor se acumulaba dentro de
ella y algo se apretaba contra su vientre. Ni siquiera lo pensó, movió las
caderas como si fuera a guiar al limo hacia el interior.
Fue allí donde se sentía mejor para ella.
Su dignidad, su moral, ¿qué le importaba? Este monstruo era capaz de llevarla a
un lugar donde nada de eso importaba, donde se sentía tan bien que no quería
que importara.
Es semen. A diferencia del semen humano,
era un líquido mágico que podía impregnar a una belleza como Frederica de una
sola vez. Una vez llena de este, no había vuelta atrás: de este monstruo, del
enemigo de la humanidad, de esta maldad que ella debería haber aborrecido.
Embarazada.
Estaría embarazada.
Ella daría a luz a otro monstruo.
No era un rechazo descarnado lo que jugó a
lo largo de sus labios mientras pensaba eso, oh, no, era puro éxtasis, un grito
encantado.
"¿¡Nnnnaaaaah!? No, eso no....
¡¡Nnn!!!"
Gritó como una joven virgen. Fue por el
bien de la formalidad, por supuesto. Tanto Frederica como el Black Ooze lo
entendían. Ella había estado agarrándose alegremente al tentáculo que le daba su
líquido mágico para llevarlo aún más adentro. Si realmente no quisiera esto,
sólo tenía que usar magia para escapar.
Podría escapar quemando sus tentáculos.
Hacía tiempo que había recuperado el maná para eso.
El Black Ooze lo sabía, al igual que
Frederica. No era como si no pudiera escapar. Simplemente no lo hacía. ¿Por
qué? Bueno....
"¿Nnnn—noooo!?”
Su parte inferior temblaba mucho. Incapaz
de detener el tentáculo, la entrada a su vientre permitía al tentáculo y al líquido
mágico que liberó dentro. Su vientre, ya acostumbrado a esto, se abrió para la
eyaculación del Black Ooze.
Entró en su útero, un lugar para el
desarrollo de los niños. Sintiéndolo presionarse fuertemente contra el costado
de este, sintió un dolor agudo y dejó salir un grito genuino.
Le dolía, le dolía mucho: al poner ese
sentimiento en su grito, el tentáculo mucoso dejó de ser tan rudo, y en vez de
eso se retiró y cambió su movimiento penetrante por lo que se asemejaba más a
un movimiento de lamer. Con eso, su útero se relajó un poco y él goteó un poco
de su líquido mágico.
Podía lamer puntos que un humano no
podría. Era increíblemente vergonzoso, sí, pero también increíblemente
agradable. Como estimulaba los puntos sensibles que ningún pene humano podría,
ella sentía sensaciones totalmente imposibles de sentir en otro lugar.
"Es-pera. ¡Espera, espera, espera! Me-Me
acabo de..."
Sonaba como si quisiera decir que no podía
hacer algo, pero no pudo terminar por lo que se le estaba haciendo.
Ella no sabía realmente lo que no quería
que él hiciera, pero Frederica aún así trató de evitar que hiciera algo. El
tentáculo mucoso ondulando, estimulando la pared vaginal. Su forma cambiaba de
un momento a otro. Era como una serpiente en un momento dado sólo para ser como
varias cabezas de pene en el siguiente. De vez en cuando se presionaba contra
la pared vaginal hacia el ombligo con tanta fuerza que su forma era algo
visible desde el exterior.
Era imposible acostumbrarse a su forma
siempre cambiante, por no hablar de cómo era capaz de encontrar puntos
sensibles que Frederica misma no conocía, ni de cómo se centraría
posteriormente en esos lugares.
Esto no era para complacer a Frederica,
sino para examinar el cuerpo de esta... no, el cuerpo de una mujer. De las
personas con las que se había cruzado el Black Ooze, sólo cuatro habían sido
mujeres. Esta fue la razón por la que examinaba tan minuciosamente los cuerpos
de las cuatro, usando esa información para la próxima vez que las usara como madres.
Eso era todo.
De nuevo, no tenía amor ni atracción hacia
ella.
Frederica sabía bien cómo el Black Ooze trataba
a Satia de manera no diferente, incluso con sus constantes susurros de amor
hacia él, aparte de que él se volvía más consistente, eso aparte.
Al final, este era sólo un monstruo que le
proporcionaba placer. No había nada más que eso.
Y aunque entendía que pedirle ayuda a
Fiana y a las demás y escapar de aquí era la respuesta correcta, no podía
hacerlo.
"¡A—híi, ah—í, bieeeen!"
La parte superior de su pared vaginal, en
el lado opuesto de su clítoris. Empujándola desde dentro, le informaba
constantemente de nuevos puntos débiles.
"¿¡Aooooooah!? Ooh, aah..."
Manchas goteaban en sus gruesos
pantalones. Frederica escuchó un sonido descuidado que salía del interior de
sus pantalones, cuyo color se oscurecía al mojarse.
Su posición inestable en el aire se
desmoronó al sufrir convulsiones y se estrelló contra el suelo. Justo antes de
golpear, varios tentáculos apoyaron las extremidades de Frederica, se
envolvieron alrededor de su cintura y pusieron su trasero en el aire.
Esto no fue para que Frederica no se
cayera.
Frederica, a punto de expresar su gratitud
por haberla atrapado, se detuvo. Esto se debía a que su cintura estaba fija en
su lugar, lo que le impedía moverse y dispersar algunas de las persistentes
olas de placer de un momento antes.
Sus convulsiones se mantuvieron a la
fuerza y se centraron en el nuevo punto débil que acababa de darse cuenta de
que tenía.
No podía verlo porque estaba escondido
debajo de sus pantalones, pero su abdomen inferior fue empujado hacia afuera
por sus fuertes movimientos. Su clítoris intacto se había desencapuchado y se
estaba frotando contra su ropa interior ya empapada.
"Ah, n-no... no lo—"
Su parte superior se enfurecía por las
sensaciones excitadas que la atravesaban, pero no importaba cuánta fuerza
tratara de usar, no podía mover su mitad inferior en absoluto. Incluso con sus
convulsiones selladas, él seguía atacando su vagina y haciendo que su clítoris
se frotara contra su ropa interior por las vibraciones causadas.
Su tentáculo arriba y abajo en lugar de
dentro y fuera, ella trató de mover la parte superior de su cuerpo para escapar
de alguna manera del placer que adormecía su mente. Justo entonces, sin
embargo, los tentáculos que masajeaban sus senos intensificaron sus esfuerzos.
Enrollándose en espiral alrededor de sus
pechos, se concentraron en atormentar sus pezones.
Comenzando desde la base de sus senos, se
apretaron hacia sus pezones como si la estuvieran ordeñando.
Sus pechos querían colapsar por sí mismos ya
que ella estaba en el aire, pero fueron forzados a tomar forma de bala.
Se podría decir que toda la vagina y todo de
los senos son las zonas erógenas más grandes del cuerpo de una mujer, pero
también son objetivos que uno no puede evitar atormentar. Ignorando la baba que
goteaba de su boca, Frederica emitió un fuerte gemido mientras la parte
superior de su cuerpo y piernas se convulsionaban una y otra vez. Sus botas se
le habían caído en algún momento y sus dedos de los pies se enroscaron como
para agarrar algo.
La mancha oscura de sus pantalones
aumentaba de tamaño cada vez que convulsionaba, ya había llegado a sus nalgas.
Parecía una niña que había mojado sus pantalones.
Aun así, lo que llevaba eran unos
pantalones bastante gruesos, adecuados para salir a aventurarse. Tanto así fue
lo que Frederica había dejado salir.
"Deten—te... ¡yaaaaaa!"
Su cara miró hacia el techo, lágrimas
derramándose por las esquinas de sus ojos. Sus ojos bien abiertos, su boca era
incapaz de satisfacer la desesperada demanda de oxígeno de sus pulmones
mientras comenzaba a respirar salvajemente tanto por la nariz como por la boca.
Se veía lamentable con mocos, lágrimas y
saliva cubriéndole la cara, pero los tentáculos no disminuían su velocidad en
absoluto.
Lo que estaba en su vagina continuó su
movimiento hacia arriba y hacia abajo, lamiendo su vientre mientras que también
estimulaba el techo, el piso y los costados de su vagina a la vez.
Ella no podía seguir el ritmo.
La mente de Frederica no podía procesar
los niveles extremos de placer que se le enviaban.
Era placer, pero también dolor. Los
extremos se agitaban en su mente mientras su cuerpo le gritaba, pero ella era
incapaz de hacer nada en respuesta.
Aunque supiera que no tenía sentido,
Frederica sólo podía pedir clemencia. Sólo que no quedaba nada para proteger el
sentido común de Frederica.
Así, fue llevada al clímax innumerables veces,
una y otra vez, hasta que, incluso después de agotar su mente y su cuerpo, ya
no pudo reaccionar... Finalmente, al final de su vagina... el monstruo expulsó
su líquido dentro de ella, impregnándola.
4 Comentarios
Soy yo o a revivido
ResponderBorrarEspero que hayan más partes/capítulos.Gracias por subirlo.
ResponderBorrarOjala lo continuen .
ResponderBorrarYa van casi 2 años sin actualizarlo
Según novelupdates un gringo ha retomado la novela.
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