El Maestro del Valiente

Capítulo 130 - La noche antes de salir

 

Finalmente, el ejército de Alfred y Neumann habían comenzado a luchar en Erz.

Una unidad de reconocimiento del Reino de Lyon le comunicó a Cornelia esta información en una reunión militar.

 

“Entonces, ¿qué está sucediendo en Erz? ¿Está mi hermano a salvo?”

“Parece que el Príncipe Alfred atacó por sorpresa con las tropas que había enviado fuera de la ciudad y aparentemente ganó la ventaja. La ciudad está a salvo. Puede estar tranquila.”

“Entonces… ¿es así?”

 

Cornelia finalmente sonrió levemente a Raúl, quien asintió como si le dijera que se tranquilizara.

Había pasado mucho tiempo desde que Cornelia había venido al Reino de Lyon para pedir refuerzos.

Por disposición de Raúl y el gobierno de Lyon, la situación en el imperio era informada con regularidad a Cornelia. Dado que ella misma había participado en las discusiones militares, podía prever que sus dos hermanos, Alfred y Neumann, pronto moverían sus respectivos ejércitos para entrar en conflicto armado.

Cornelia convirtió la ansiedad que le llenaba el pecho en un suspiro y lo dejó salir suavemente.

 

“Siento haberla hecho esperar tanto, Alteza, pero nuestro ejército ha terminado por fin sus preparativos. Pasado mañana, las tropas partirán de Lyon. Así que me gustaría que usted acompañara a las tropas de avanzada.”

“¿Quiere que sea su abanderada? Ya entiendo. La frontera entre nuestro país y el Reino de Lyon está custodiada por los Caballeros del Sector Occidental del Imperio. Además, aunque seamos aliados, que las tropas de un país vecino crucen la frontera causaría una ansiedad innecesaria a los señores y pueblos que gobiernan las tierras del oeste.”

“¿Podría pedir un favor?”

“Esto fue causado originalmente por un disturbio en nuestro país. Estaré encantada de hacer lo que pueda.”

 

Tras decir esto, Cornelia se levantó de su asiento y se inclinó ligeramente ante Raúl y los demás altos cargos del Ejército Real de Lyon.

 

◇◆◇◆◇

 

El ejército del Reino de Lyon inició su marcha hacia el Imperio, con la princesa Cornelia como abanderada.

 

“Ya veo~. Se ha convertido en una guerra después de todo~. Me pregunto si mi padre y mi madre estarán bien~.”

 

Aunque estaba preparada para ello, Lino murmuró preocupada cuando recibió la noticia de que el ejército del príncipe Neumann, que controlaba la capital imperial, había comenzado a atacar la ciudad de Erz.

 

“Estoy seguro de que estarán bien.”

 

Wedge, que rara vez hablaba con Lino, le puso la mano en el hombro y le dio palabras de ánimo.

Wynn, Leticia, Locke, Wedge y Lino. Los miembros del séquito de la princesa Cornelia deberían ser reconocidos por la facción del príncipe Neumann como subordinados del Conde Royce von Elstead, que se creía había conspirado para matar al príncipe heredero y subir a un doble.

Las personas cercanas al cuerpo de escuderos que quedaran en la capital imperial podían estar bajo vigilancia.

 

“Me pregunto si mi padre, mi madre y mis hermanos están a salvo. Quizá han sido detenidos o algo así.”

 

La Empresa Comercial Marine también había estado financiando el territorio Elstead. El hecho de que el cuarto hijo se convirtiera en caballero escudero de la princesa también aumentó mucho la cantidad del préstamo.

Además de eso, también estaba el hecho de que la Empresa Comercial Marine se consideraba un fuerte partidario de Alfred.

 

“Bueno, seguro que mi padre no sería tan fácil de detener ni nada, pero…”

 

La Empresa Comercial Marine era una de las mayores asociaciones de comerciantes del imperio, con la familia imperial como clientes. Su influencia en el mundo comercial del imperio era comparable a la de los grandes nobles. Aunque no se había hecho público, la capacidad de autodefensa de la empresa también era considerable.

Locke pensaba que, con el enemigo inmediato del ejército del Príncipe Alfred, no querrían crear un nuevo y poderoso enemigo en la Capital Imperial, su hogar.

 

“Iré a blandir mi espada un rato.”

 

La complexión de Wynn también se vio algo sombría mientras se levantaba después de decir eso.

 

“Onii-chan, espera.”

 

Leticia, preocupada, fue detrás de Wynn.

Wynn y Leticia también estaban preocupados por la gente de la posada del Nido del Pájaro Errante.

También había mucha gente que Leticia conocía en la capital imperial, como Laura, Ifelina, Paul y otros aventureros cercanos a ellos, con los que se encontró por primera vez en años.

Wynn tenía muchas otras cosas de las que preocuparse.

El sello de oro del Creador de la Espada que Mito había dejado atrás.

También le preocupaba Seri, que estaba de camino a Elnasa, la capital de los elfos.

Si iba al campo de batalla con esas preocupaciones, podría crear una abertura fatal.

Pero al ver a Wynn comenzar su entrenamiento, Leticia supo que sus temores eran infundados.

El hecho de que Wynn había obtenido el Sello de Oro del Creador de la Espada ya se había extendido por toda la corte real de Lyon. Y desde que se corrió la voz, hubo un flujo constante de gente que pedía a Wynn que luchara con ellos.

A los caballeros que se preparaban para entrar en batalla se les podía helar la sangre.

Incluso ahora, los cinco caballeros que habían estado entrenando antes en el patio vieron la aparición de Wynn y le pidieron un combate.

Wynn aceptó con gusto la oferta.

El propio Wynn quería entrenar todo lo posible, ya que estaba a punto de entrar en combate.

Y entonces se enfrentó a los cinco caballeros.

Quería luchar cinco contra uno.

Recientemente, Wynn había estado teniendo más y más combates uno contra varios como este.

Al principio, solía luchar uno contra uno, pero eso ya no era suficiente para él.

Los caballeros de Lyon, que al principio estaban resentidos con Wynn por haberlos subestimado cuando se ofreció a enfrentarse él solo a varios caballeros hábiles, fueron derrotados en su mayoría en batallas individuales. En este punto, intentaban aceptar obedientemente la oferta de Wynn.

Dos de los cinco se colocaron frente a Wynn y le lanzaban tajos desde distintas direcciones, uno de ellos dando vueltas a la izquierda y a la derecha tratando de barrerlo, otro golpeando el hombro de la mano de su espada, y el otro, que había llegado por detrás, le asestó una fuerte estocada en la espalda.

Los cinco eran hábiles caballeros.

También fueron entrenados por Raúl, el guerrero de más alto nivel junto con el Creador de la Espada. Lo primero que hicieron fue golpear con una velocidad que ningún caballero ordinario podría igualar.

Pero Wynn vio un ligero desfase en los ataques coordinados que parecían haber sido lanzados exactamente al mismo tiempo.

De los dos caballeros que vinieron hacia él desde el frente, el caballero del lado derecho fue golpeado con fuerza, lo que le hizo perder su postura y chocar con el caballero que venía hacia él desde la izquierda. Luego, aprovechando el retroceso del golpe de la espada, esquivó una estocada por detrás.

Cuando los dos restantes se molestaron y dejaron de moverse ligeramente, dio una patada al caballero que intentaba atacar su pierna, y luego golpeó con espadas de madera, una tras otra, a los cuatro que estaban impacientes porque su coordinación se había visto comprometida.

 

Increíble…. Él siempre había tenido una anticipación y unos reflejos asombrosos, pero ahora reacciona aún más rápido.

 

Los cinco caballeros estaban utilizando magia para potenciar sus habilidades físicas. Esto se debía a que era la forma más básica de luchar de los caballeros.

En cambio, Wynn, que no tenía acceso a la magia, trataba de anticiparse a los movimientos de sus oponentes mirando sus ojos y su lenguaje corporal para contrarrestar la velocidad aumentada mágicamente, y se movía para adelantarse a ellos con el menor movimiento posible.

La forma en que se movía, incluso más que antes, no dejaba ningún espacio a mejora en su movimiento.

No como si predijera los movimientos de su oponente, sino que los previera, que viera el futuro.

Incluso Leticia lo pensó, viéndose sublimada por tan refinados movimientos.

También era posible que su pasada experiencia haya sido el catalizador para que Wynn rompiera algún tipo de barrera, ya que se infundió con la magia de Leticia durante la batalla en el templo submarino, en las profundidades del santuario del cabo, y mostró movimientos más allá de los límites presentes de su propio cuerpo.

 

“Con esa técnica, ¿qué tan poderoso como guerrero se habría vuelto si hubiera poseído más poder mágico, aunque sólo fuera al nivel de una persona normal? Es una pena cuando lo piensas.”

 

Antes de darse cuenta, Raúl y Cornelia estaban allí de pie.

Debían de haber terminado una discusión militar y estaban saliendo.

También está Locke al lado de Cornelia. Probablemente la estuviera escoltando como escudero.

 

“¿Qué piensas? Tal vez es porque en primer lugar no tenía poder mágico que Onii-chan fue capaz de mejorar así su técnica.”

 

Leticia estaba tan fascinada con el nivel de Wynn que no se dio cuenta de la presencia de los tres.

Gracias a su propio e inmenso poder mágico, Leticia no tuvo que esforzarse tanto como Wynn para ser más rápida que su oponente. Su propia destreza con la espada, tenida en gran estima por quienes la veían, podía describirse como la misma que la de Wynn, pero a ella se la había llamado la “Princesa de la Espada Divina”.

Pero si miraba la espada de Wynn de esa manera, Leticia inevitablemente recordaba que su propia técnica no era más que una imitación degradada de la de Wynn y que estaba lejos de ser perfecta.

 

“Oh, Su Alteza Raúl. Estoy tomando prestado el patio.”

 

Después de abrumar a los cinco caballeros y discutir con ellos sus reflexiones tras el encuentro, Wynn se fijó en ellos y se acercó.

 

“No puedo creer que seas capaz de enfrentarte a cinco de mis caballeros y aun así ganar. ¿Qué dices? ¿Te gustaría enfrentarte a mí de nuevo?”

“Oh, por favor, no diga eso. No creo poder estar al nivel de su alteza.”

“Todavía no… ¿eh? Supongo que eso significa que me vencerás eventualmente.”

 

Wynn no respondió a la declaración de Raúl.

En ningún momento apartó la mirada de Raúl. Esta actitud hablaba de forma elocuente de los sentimientos de Wynn y provocó un caluroso murmullo en los corazones de Cornelia y Locke, que estaban observando. Si era Wynn, eventualmente de verdad superaría incluso al Santo de la Espada Raúl. Eso era lo que podían prever.

 

“Sigo pensando que sería un buen combate, sin embargo.”

“Si el comandante perdiera en un combate uno a uno antes de ir a la guerra, sería malo para la moral de todo el ejército. Por favor, contrólese.”

“Yo creo que Wynn ganaría.”

 

Raúl se rio un poco ante la mirada de Leticia como si diera por supuesto el resultado.

 

“Bueno, da igual, ya pensaré en un encuentro la próxima vez. Por cierto, Wynn.”

“¿Sí?”

“Me pediste que te presentara a una persona adecuada para ser el heredero del Creador de la Espada, pero ¿por qué no heredas tú el título? Estuve viendo tu batalla antes, y creo que estás más que calificado.”

“De ninguna manera. Hay mucha gente en este mundo que merece más ese título que yo.”

 

Dijo Wynn, y se limpió el sudor que le corría por la cara.

Alguien que fuera más hábil que Wynn.

La primera persona que se le ocurrió a Wynn fue el vicecapitán Kelvin.

En un combate en el que sólo se utilizaran espadas, Wynn confiaba en que no podría ser superado por Kelvin.

Sin embargo, con su vasta experiencia en el combate, Kelvin tenía muchas ideas de las que sacar provecho.

Ya se habían enfrentado cuerpo a cuerpo algunas veces en el entrenamiento del pelotón de Royce, pero sentía que aún no conocía la verdadera fuerza de Kelvin.

 

“Yo soy el Santo de la Espada, pero creo que los títulos de Santo de la Espada, Dios de la Espada y Creador de la Espada deberían ser transmitidos por los más fuertes, pero no después de haber demostrado ser los más fuertes. En primer lugar, este mundo es un lugar muy grande. ¿Cómo puedes demostrar que eres el más fuerte?”

 

Aunque se construyera una arena como la del Reino de Carthiate y se celebrara un torneo y dieran el título al ganador, no todos los guerreros del mundo podrían participar.

El ganador sólo sería el vencedor del torneo, no el más fuerte.

 

“En resumen, no hay normas claras para estos tres títulos. Si acaso, es el reconocimiento de ser fuerte. En el pasado, había incluso reyes que los llamaban así sólo para mostrar su autoridad. Como Maestro del Valiente, tienes suficiente poder para persuadir a la gente que aspira a ser algún campeón, y si yo, un Santo de la Espada, lo apruebo, será una base más sólida para que seas llamado Creador de la espada. Ahora que la batalla contra los demonios ha terminado y la reconstrucción ha comenzado, el pueblo necesita más héroes que se afiancen en sus corazones. Considéralo desde esa perspectiva también.”

 

◇◆◇◆◇

 

Después de que Raúl se fuera, Wynn y Leticia decidieron acompañar a Cornelia a su habitación.

 

“A mí tampoco me importa que Wynn tome el título de Creador de la Espada.”

 

Dijo Locke, que caminaba junto a Wynn.

 

“No creo que haya ninguna queja si Wynn hereda el título, ¿verdad?”

“Yo no lo veo así. Es cierto que, gracias a Letty, tengo el inédito título del Maestro del Valiente. Yo era un plebeyo desconocido hasta que Letty regresó. En Simurgh, hay mercenarios y aventureros famosos. Incluso hay una gran escuela que enseña a luchar con la espada a caballeros y soldados, así como a otras personas como ellos. Todos confían en sus propias habilidades con la espada. ¿Qué les parecerá que yo, un novato, salte por encima de esa gente y me llame a mí mismo Creador de la espada, que representa tanto? ¿Cómo no van a tener quejas?”

“Si se quejan, ¿por qué no solo les das una paliza?”

“No lo digas como si no fuera nada… También está la idea de darle el sello de oro a la persona que me gane con él.”

 

Sin embargo, si se llamara a sí mismo Creador de la Espada y perdiera el combate y el título, traería la vergüenza a Raúl, que lo habría recomendado.

 

“Es imposible que pierdas, Onii-chan.”

“Sí, sí. Tengo la sensación de que no se puede contar con las seguridades de Letty sobre mí.”

 

Wynn soltó una risita mientras se revolvía y jugaba ligeramente con la coleta de Leticia, que caminaba delante de él junto a Cornelia.

 

“¡Eso es! Si quieres, ¿por qué no abres tu propio dojo? Como fundador del Estilo de Espada Bird.”

“¿Eh?”

“Entonces tu discípula número uno sería Leticia-sama. No es raro que un alumno tome el lugar del maestro si se organiza un combate en un dojo, ¿verdad? Antes de poder luchar contra el maestro Wynn, tendrán que luchar contra su alumna, Leticia-sama. Ella puede derrotar a cualquier oponente en un abrir y cerrar de ojos, así que no hay forma de que Wynn pierda, ¿verdad?”

“No, no, no. Estoy seguro de que eso sólo aumentará el número de personas que quieran apuntarse a un encuentro con Letty.”

 

Por un momento, Wynn creyó ver en su mente una visión de Kelvin irrumpiendo alegremente.

 

“Si quieres abrir un dojo, hablaré con mi padre para que lo financie. Estoy seguro de que atraería a mucha gente y prosperaría.”

“¿De verdad?”

“Pero siento que las técnicas de Wynn-kun y Leticia-sama no son algo que se pueda enseñar a otra persona.”

 

Cornelia inclinó la cabeza al decir esto.

 

“Cómo decirlo… ustedes dos han estado compitiendo en esgrima desde que eran niños, y creo que es porque se han estado mejorando mutuamente que tienen las habilidades que tienen hoy.”

 

Al ver que Wynn y Leticia se miraron, Cornelia sonrió suavemente.

 

“Siempre siento que cuando estoy cruzando espadas con Wynn-kun, él puede ver a través de todos mis pensamientos.”

“Sí, a mí también me pasa eso.”

 

Locke, que tenía los brazos cruzados, asintió con la cabeza.

 

“Probablemente. Pero supongo que te hace pensar eso porque ha estado observando tus movimientos y anticipándose a ellos. Pero sigue siendo un poco extraño que siga o anticipe los movimientos que voy a hacer.”

“Si no lo hiciera, no podría atacar o defenderme a tiempo, ¿verdad? Porque a diferencia de Locke, yo no puedo usar magia para mejorar mi cuerpo.”

“Wynn-kun, ¿pueden tú y Leticia-sama enseñar a otros cómo hacer eso?”

“Cuando lo pones de esa manera… no estoy segura de poder hacerlo. Cuando aprendí a usar la espada de Onii-chan, todo lo que podía pensar era cómo podía golpearlo antes que él a mí.”

“Ahora que lo mencionas, yo también hacía lo mismo. Solo evitaba tu espada. Y luego cómo pasar por debajo de ella. Eso es lo que pensaba todo el tiempo que he estado blandiendo mi espada.”

“Ah. ¿de verdad?”

 

Cornelia asintió.

 

“Ya veo. No es algo que se pueda enseñar, porque la habilidad de Wynn para anticiparse a los movimientos de sus oponentes se ha perfeccionado gracias a su trabajo con Leticia-sama. Entonces eso era. Acompañar a Leticia-sama con la espada es demasiado para una persona normal, ¿no?”

“Haces que parezca que no soy normal…”

“Yo pensé que lo del dojo era una buena idea…”

 

Ajeno a la complicada expresión de Leticia, Locke se revolvió el pelo.

 

“Enseñar a usar la espada, eh…”

 

Con la mano en la espada que llevaba ceñida a la cintura, Wynn miró la parte superior de la cabeza de Leticia, que caminaba frente a él.

Él quería ser un caballero porque era genial.

Esto es lo que lo motivó a convertirse en caballero cuando era un niño.

¿Cuándo cambió esa motivación por el deseo de poder blandir una espada como caballero y proteger a las personas que le importaban?

Este sueño se hizo realidad, y Wynn se convirtió en caballero como escudero de Cornelia. Sin embargo, cuando lo hizo, la persona más importante a la que quería proteger era Leticia. Ella acababa de regresar de un agotador viaje para derrotar al Rey Demonio y había sobrevivido a una feroz batalla.

Si dejara de ser un caballero, Leticia podría llevar una vida pacífica sin luchar.

Fue idea de Locke abrir un dojo con el nombre de la escuela que acaba de mencionar.

Lo único que le quedaría a Wynn, si ya no fuera un caballero, sería su habilidad con la espada, lo que le había llevado a ser llamado Creador de la espada.

Pensaba que él mismo aún no estaba preparado para llamarse Creador de la Espada, pero podía ser capaz de expresar las habilidades y pensamientos que había desarrollado aunque no fuera un caballero.

No lo había pensado antes, pero este fue el momento en que empezó esa idea comenzó a rondar por su cabeza.


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