Bastardo Mujeriego

Vol. 2 Epílogo. Devorando a la maestra y el final de la jornada escolar


El viernes por la noche me quedé en la habitación de Rin.

Después de un baño y lavado, continuamos teniendo sexo. Agarré a Rin a cuatro patas sobre la cama y golpeé mis caderas contra su gran trasero una y otra vez. Eyaculé dentro de su vagina como si fuera mi derecho y vertí mucho semen en su útero.

Rin me daba una mamada de limpieza cada vez que eyaculaba dentro de ella. Cuando acaricié el cabello negro de Rin mientras se forzaba chupármela, le decía cosas como «eres preciosa» y «me gustas», a lo cual ella se ponía muy feliz y se terminó tragando mi polla hasta que estuvo lista para chuparla. Al principio parecía que tenía problemas, pero luego empezó a beberse mi semen también.

Lo hicimos como bestias hasta quedar exhaustos y luego me quedé dormido en los brazos de Rin. Con mi cara enterrada en el suave escote de sus tetas y su aroma a mi alrededor, me sentí muy seguro mientras dormía.

El sábado por la mañana comimos un desayuno preparado por Rin. Consistía en tostadas, huevos frito, tocino y una ensalada sencilla. Comimos desnudos y cuando terminamos, lo hicimos nuevamente. Hice que Rin sostuviera sus manos contra la pared y me la cogí de pie, y ella gimió muy fuerte, sus grandes tetas rebotando. Me preocupaba un poco bastante que en la habitación de al lado nos oyeran.

Después de una buena noche de sueño, mis testículos ya estaban completamente llenos de semen, así que hice todo lo posible para sembrar el útero de Rin y marcar su hermoso trasero con semen.

Para el almuerzo del sábado pedí una pizza a domicilio. Me apresuré a despegarme de ella cuando sonó el timbre, ya que habíamos estado con nuestros genitales unidos y moviendo mis caderas hasta justo antes de que llegara el repartidor. Rin, que se vistió con una bata que usa para andar por casa y respondió al repartidor, aparentemente recibió una mirada sospechosa de él.

El sábado por la tarde estudié un poco. Rin me dijo que tenía que hacerlo. Fue un poco divertido ver a Rin actuando como una maestra después de todo este tiempo, pero era cierto que todo este sexo me hacía parecer un idiota, así que seguí su consejo. Después de que terminamos de estudiar, Rin y yo nos acostamos en la posición del misionero, nos besamos y nos corrimos uno dentro del otro.

En el espacio limitado de nuestro apartamento, Rin y yo cambiábamos de lugar, de posición y nos corrimos una y otra vez. El sábado por la noche, el olor de mi semen había penetrado en la habitación de Rin y parecía que no podía sacarlo.

Y hoy es domingo.

Todavía sigo en la habitación de Rin.

—Ah. Ah. Ah. Ah. Ah. Ahn…

Rin ahora está sentada a horcajadas sobre mí en posición vaquera, sacudiendo sus caderas con fuerza para hacerme eyacular. Su cabello negro se sacude y sus pechos tiemblan maravillosamente. El coño de Rin, donde mi polla está insertada profundamente en su interior, también me está apretando con mucha fuerza.

Yo estaba boca arriba con la cabeza apoyada en la almohada de Rin y los brazos y las piernas extendidos. Rin me dijo que me pusiera cómodo, así que ni siquiera estoy moviendo las caderas. Simplemente estoy ahí, con la polla erecta, y me concentro en la sensación placentera.

—Mmm. Mmm. ¡Mmm…! ¡Mmmm~~~…!

Rin cerró los ojos y frunció el ceño, y al mismo tiempo, supe que se había corrido porque su coño apretó mi pene con gran fuerza. Sabía que ella se había corrido al menos cuatro o cinco veces antes de que yo eyaculara una vez.

—…Ah. Haa. Haa. Haa. Haa…

Rin estaba tratando de respirar de alguna manera, con sus manos a cada lado de mi cabeza, frente a mis ojos. En términos de aptitud física, Rin es probablemente y con diferencia, la chica con el ranking más bajo con la que he tenido sexo. Rin me había confesado que ella misma no era muy buena haciendo ejercicio, pero el pensamiento de que estaba esforzándose tanto, todo para mi beneficio, hizo que mi polla se endureciera involuntariamente.

Rin logró levantar sus caderas e intentó reanudar el movimiento, pero no parecía ir tan bien como le gustaría debido al temblor de sus caderas.

—…Haa. ¡Nn…! Oh. Haah. Haa. Hii…

—Vamos, Rin, estoy a punto de eyacular, así que esfuérzate más.

—…De-de acuerdo. ¡Mmm…!

La profe de alguna manera logró levantar las nalgas mientras mantenía sus manos a ambos lados de mi cabeza.

—Haa. Ah. Ah. Ah.

—Oh, estoy por correrme, voy a eyacular ahora.

—¡Sí! Por favor, y yo también voy a hacerlo.

¿Acaso ella piensa que a mí me gusta correrme mientras nos besamos, o es a ella a la que le gusta? De todas formas, Rin respondió de una manera amable y sacó la lengua frente a mi cara. Mientras estaba allí tumbado yo también saqué la lengua, y Rin comenzó a chuparla agresivamente por su cuenta.

—Jiyururu. Reroh. Nmmm… Churuuruuru…

Mientras la linda y hermosa profesora Rin chupaba mi lengua, disparé mi semen en su vagina. En el límite de su coño, puedo sentir algo chupando mi glande y tratando de tragarse mi semen.

—Rero, reruuu…. Juppo. Jururu…

Que me chupen la lengua con la boca y la polla con el coño es un placer adictivo. Debo haber eyaculado bastante desde que llegué a esta habitación, pero pude exprimir mi esperma casi tan rápido como el primer disparo.

—Haa, haa, haa, haa…

—Buen trabajo.

—Sí…

Cuando finalmente nos corrimos simultáneamente, Rin sonrió como si hubiera completado un hito. Su desordenado cabello negro formó una cortina junto a mi cara y nos miramos.

Luego decidimos hacer una pausa mientras seguíamos conectados. Me pregunté cuánto tiempo llevábamos apareándonos y descansando así.

Sostuve el cuerpo de Rin encima del mío. Ella frotó su mejilla contra mi pecho como para mimarme.

—Haa… haa… Shinji-san…

—¿Qué pasa, Rin?

—Es que tu polla, dentro de mí, sigue dura…

Durante el transcurso del sexo, el tono de voz de Rin hacia mí cambió. También yo pasé de llamarla por su apellido a llamarla por su nombre.

—Es tu culpa, Rin, por ser tan linda y erótica…

—Jejé, me alegro. …Haa. Shinji-san, puedo… sentir todo tu semen en mi estómago…. Mmm. Chu. Chyuu.

Rin hizo llover besos en mis labios mientras su cara tenía la expresión más lasciva al hacerlo. Me conmovió profundamente el hecho de que Rin, que estaba tan asustada al principio, se haya vuelto tan adicta al sexo.

Tanto Rin como yo tenemos marcas de chupetones por todo el cuerpo. Además, el sudor y otros fluidos corporales se han mezclado entre sí, lo que hacía difícil saber cuál pertenecía a cuál.

Después de besarnos en los labios, Rin me besó repetidamente desde el cuello hasta la clavícula, desde el pecho hasta el estómago y gradualmente por todo el cuerpo. Finalmente, tomó mi polla en su boca y comenzó a hacer sonidos pegajosos de succión.

—Juru. Jururu… Chuuuu…

Volví la cabeza hacia el techo y pensé vagamente en el futuro mientras disfrutaba de la mamada de Rin.

Si pudiera, me gustaría seguir cogiéndomela como hasta ahora, pero mañana tengo que ir a la escuela. Aunque después de la ceremonia de clausura, se vienen las vacaciones de verano. Entonces tendré mucho más tiempo libre por un tiempo.

—Vacaciones de verano…

Hay muchas cosas que quiero probar durante las vacaciones de verano. Estaba pensando en ese plan cuando escuché la voz ligeramente apagada de Rin debajo de mi línea de visión.

—Puede que tú estés de vacaciones, Shinji-san, pero yo tendré que trabajar todo el tiempo.

—Lo siento, no quise decir eso.

—Eso espero… Ahm. Chuu…

—Incluso si eres profesora, tendrás descansos cada cierto tiempo, ¿verdad? Entonces ahí es cuando podremos tener tanto sexo como podamos.

—Yo no quiero tener solo sexo, una cita o algo así también estaría bien… ¿qué piensas?

—Por supuesto.

—Jejé… Reroo… Jurururu…

Es una oportunidad de acercarme más no sólo a Rin, sino también a las otras chicas con las que alguna vez tuve alguna relación física. Y, por supuesto, con las chicas a las que no me he cogido aún.

Rin vuelve a montarse a horcajadas sobre mi polla, que ha sido erguida por la mamada. La sensación de estar dentro del coño de Rin me intoxicó, y mi corazón se llenó de anticipación por algo nuevo que estaba a punto de comenzar. 


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