Bastardo Mujeriego

Vol. 3 Capítulo 7. En la sala de arte por la noche, haciéndolo como bestia con Sumika Kanai

Cuando estaba en la primaria, la escuela por la noche solía asustarme. Especialmente lugares como el baño, la sala de arte o la sala de música parecían siempre poder estar embrujados. A veces, al pasar por la escuela por la noche, sentía como si hubiera algo acechando junto a las ventanas, así que trataba de evitar mirar y me apresuraba a alejarme de allí.

Pero a medida que crecía, esos sentimientos gradualmente se desvanecieron. El edificio escolar por la noche todavía se sentía inquietante, pero no tanto como lo hacía en ese entonces. Mirando hacia atrás ahora, tal vez incluso cuando realmente tenía miedo de los fantasmas, había cierto disfrute en ello.

Pensaba en eso mientras me cogía a una chica de mi clase en la sala de arte por la noche.

—Ng ♡. Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡. Ahh ♡. Ahh ♡. Oh, tu polla ♡. Tu polla ♡. La polla de Seto-kun ♡. Está dura ♡. Mételo más rápido ♡. Grábamelo a punta de placer ♡. ¡¡Por favor, haz que no haya nada más que tu pene para mí, Seto-kun ♡!!

Puse mis manos sobre las de Sumika, que estaba completamente desnuda, junto a la ventana por donde entraban la luz de la luna y de las estrellas, e introduje mi polla en su húmeda vagina desde atrás, entonces ella misma comenzó a mover salvajemente sus caderas hacia delante y hacia atrás.

—Nnnn ♡. Nngh ♡. ¡¡Nngh ♡!!

—¡Wow, tu vagina se apretó bastante…! Sumika, ¿es posible que te hayas corrido?

—Seee ♡. Ha ♡. Ha ♡. Ha ♡. Haa ♡. Así ees ♡. Me estoy corriendoo ♡.

—¿Cuántas veces te has corrido ya?

—Unas, unas diez veces ♡. Ejé, ejejé ♡. Se siente tan bien tener sexo en la escuela ♡. Creo que incluso me estoy corriendo más fácil ♡.

La sonrisa avergonzada de una chica que acaba de tener un gran clímax. Nadie creería que se trata de la inocente y seria delegada de la clase, Sumika Kanai. Incluso si lo hicieran, la despreciarían y se desilusionarían. …Pero sentí que ella estaba exponiendo su verdadero yo delante de mí, y eso me puso bastante feliz.

—Ya veo, puedes correrte más, entonces. Voy a empujar fuerte y eyacular dentro también, así que vamos a convertirnos en animales juntos…

—Sí, sí ♡. Lo haré ♡. Seto-kun, me convertiré en un animal contigo ♡. Conviérteme con tu pene ♡. …Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡. Ahh ♡.

—Ah~, ¡¡¡Oh, esto es malo, la vagina de Sumika se siente increíble…!!

Sumika y yo estamos en medio de desahogar nuestros jóvenes deseos sexuales juntos por la noche en una de las sagradas aulas de clases, quedándonos allí sin permiso.

Cuando agarro las caderas de Sumika y las golpeo contra las mías, sus hermosas tetas, flotando a la luz de la luna, se balancean con lujuria. Nuestra relación de amigos con derechos, que comenzó en un viaje escolar, continúa hasta hoy. Además, fue Sumika quien propuso que lo hiciéramos esta noche, no yo.

—Estaba pensando, si esto fuera una película de terror, ¿no sería yo el primero en ser asesinado? Por lo que estamos haciendo ahora mismo…

—Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡. Mi punto débil ♡. Lo has estado golpeando todo el tiempo ♡. La punta del pene de Seto-kun ♡. La punta de tu pene ♡. E-ese es ♡. En lo profundo de mi cintura ♡. Se está derritiendo en un desastre ♡. Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡.

—Pero, no encajamos bien para interpretar a una pareja, ¿verdad? Probablemente yo tengo cara de secundario, pero tú definitivamente eres la heroína.

—No-nos convertiremos en pareja ♡. Me convertiré en pareja de Seto-kun ♡. Seremos pareja ♡. Me-me voy a correr ♡. Me voy a correr otra vez ♡. ¡¡Me voy a correr otra veeez~♡!!

—Oh, sí, yo también. Me voy a correr, Sumika.

—Ah ♡. Ah ♡. ¡¡Aah ♡!!

Descargué mi pegajoso semen en su estrecho coño mientras daba un apretón al culo de Sumika con todas mis fuerzas.

—¡¡Nnnnghhhh ♡♡!!

Sumika, luego de correrme dentro de ella, arañaba el marco de aluminio de la ventana, con la cara mirando el suelo y la lengua fuera de la boca, mientras sus rodillas se tambaleaban y temblaban.

Mi pene, que intentaba desbocarse dentro de Sumika, se veía frenado por la presión vaginal aplicada desde todos los lados. Y en ese estado, los gruesos pliegues vaginales, que estaban cubiertos de sus jugos, apretaban mi vara de carne como si la exprimieran desde la base, y me proporcionaban un apoyo devoto, para que excretara con placer el jugo de mi semilla.

El placer de la sobrecogedora eyaculación me hizo sentir como si luces intermitentes destellaran frente a mis ojos, a pesar de que era de noche.

—¡¡Uh-oooh…!!

Me siento realmente bendecido por estar conectado a una chica tan atractiva como ella y por tener el derecho de verter mi semilla en su vientre. Di gracias a Sumika y a Dios que me trajo esta buena fortuna, y mientras presionaba el glande contra la parte posterior de la vagina de Sumika, expulsé mi semen hasta la última gota que quedaba en la uretra.

—Hmm~… ¿cómo estuvo, Sumika? ¿Satisfecha?

—Haa, haa… haa… Así es, Seto-kun…♡.

Después de correrme tres veces consecutivas dentro de su coño, tanto Sumika como yo dejamos por fin de estar cachondos. Nos tomamos un descanso y nos tumbamos en el suelo de la sala de arte, ambos abrazados. Es otra noche calurosa, así que el suelo se siente fresco y cómodo.

—Ejejé.

—¿Hmm? Sumika, ¿por qué te has reído?

—Es que, quedarse en la escuela sin que lo sepan los profesores y hacer esto en un aula es algo que no se me hubiera ocurrido hace un tiempo.

Aunque no encendiera las luces, la luz de la luna era suficiente para ver la expresión de Sumika.

Aunque no llevaba maquillaje, su rostro era de lo más atractivo, casi como esas actrices o idols, sonriendo suavemente. Parecía como si estuviera compartiendo un secreto conmigo, deleitada o divirtiéndose, era ese tipo de expresión.

—Seto-kun, haces que me sienta como toda una chica mala.

—Bueno… ¿segura que es toda mi culpa? ¿Quizás ya había una tendencia traviesa en ti desde el principio?

—Ah, estás siendo malo de nuevo.

Después de decir eso, Sumika me cubrió y presionó sus labios contra los míos.

—Mm… ♡. Chu…♡.

Sumika parecía estar haciendo ruido a propósito. Aunque normalmente tiene la cara despejada, el sexo ligeramente vulgar es en realidad más de su agrado. Después de un beso, Sumika extiende su lengua durante un buen rato. Yo respondí extendiendo mi propia lengua para entrelazarla con la suya.

—Hamuh ♡. Reruoh ♡. Rerou…♡.

Los ojos rasgados de Sumika cayeron como si estuvieran borrachos de alcohol. Detrás de sus ojos, hermosos como joyas negras, ardía silenciosa y ferozmente una especie de llama de lujuria.

Sumika entrelazaba densamente su lengua con la mía, mientras apretaba mi polla con la mano. Era una estudiante de honor y, a lo largo de sus repetidas relaciones sexuales, se había convertido en una experta en este tipo de técnicas con las manos y la boca. Y ella usa las habilidades que había adquirido de esta manera sólo para mí, y para nadie más.

—Chu-chu ♡. Seto-kun… ♡. Chu-chu ♡.

Después de entrelazar nuestras lenguas tanto como quiso, Sumika repitió ligeros piquitos por todo mi cuerpo mientras pronunciaba mi nombre. Sus labios se movieron gradualmente de mi pecho a mi plexo solar y luego a mi bajo vientre. En cuanto la figura de Sumika desapareció de mi vista —ya que yo estaba recostado de espaldas— mi pene, que había sido apretado por su mano, se vio envuelto por el calor de su mucosa oral.

—Jururu…. ♡. Chuuuuuuh…♡.

—Uahh… —La mamada al vacío de la seria y bella delegada de la clase se sentía tan bien que no pude evitar soltar una vocecilla. Ella chupa mi vara de carne en su boca hasta la raíz, de la misma manera que lo hace con su vagina. El tacto sedoso del largo cabello negro de Sumika me hace cosquillas en el interior de los muslos.

—Nnjurururu… pushaah… ♡. El pene de Seto-kun está tan duro… ♡ Está caliente, se sacude y dice que aún quiere correrse…♡. —Sumika frotó sus mejillas contra mi palo de carne mientras murmuraba embelesada—. El pene de Seto-kun…♡. Mi pene favorito…♡. Seto-kun, estoy enamorada…♡. Estoy enamorada…♡.

Eso hace que suene ambiguo si ama a mi pene o a mí. Pero, de hecho, eso es probablemente lo que significa. Sumika dice que me ama porque la hago sentir bien durante el sexo.

No me entristece ni nada por el estilo. Sea lo que sea, es agradable que alguien te diga que le gustas. Además, es lo que nos hace humanos, incluyendo el sexo.

—Re-roo… ♡. Te haré sentir bien, Seto-kun ♡. Por favor, siéntete bien con mi boca ♡. Jururururu ♡.

—Sí, se siente increíble. Eres la mejor, Sumika.

—……♡. Jiyuru ♡. Jiyurururu ♡. Jiyuro…♡.

—¡Uoh, está saliendo…! ¡Sumika, si sigues así, me voy a correr dentro de tu boca…!

A pesar de lo que dije, Sumika no apartó la boca de mi vara de carne. Como una niña a la que le han dado su caramelo favorito, Sumika lamía y chupaba mi polla mientras agitaba sus caderas torneadas y jugaba con la base de mi polla y mis testículos con sus manos, llevándome a mi cuarta eyaculación.

—¡Ah, uugh…!

—Glup… glup… glup…

Una hermosa chica de mi clase está haciendo todo lo posible para tragarse mi semen. Siempre había pensado en ella como una flor en una alta montaña, pero para poder estar tan cerca de ella, el sexo es un medio de comunicación increíble. Mientras reconfirmaba esto, me sumergía en el placer de eyacular en la boca de Sumika con los brazos y las piernas extendidos.

—¿Y? ¿Qué tal la actividad de hoy en el club? ¿Te llevas bien con los demás miembros del club de natación?

—Ah ♡. Nnuh… ♡. A-así es…♡.

El sexo tiene un aspecto de dar y recibir. Si Sumika me hizo sentir bien, la próxima vez es mi turno de hacerla sentir bien a ella. Así que, después de que Sumika me la chupara, la tumbé boca abajo y penetré su coño con mi polla en posición del misionero.

A Sumika le gusta esta posición. Y gracias a que estaba moviendo mis caderas lentamente y a que antes nos corrimos como animales, aún puede hablar con normalidad.

—Pero me sorprendió cuando oí que ibas a entrar como miembro de prueba al equipo de natación.

—Ha, ah ♡. Hn… ♡. ¿Y-y eso por qué…?

—Mira, es que las hermanas Fujisawa, Mizuho y Himari-chan también están en el club de natación, ¿verdad? Fui a su casa el otro día.

—Hah, ugh ♡. E-eso…♡. ¿Podría querer decir que…♡?

—¿Eh? No, no, nada de eso. Solo fui a una sesión de estudio normal.

Usando mis caderas, las aplasté contra las nalgas de Sumika y presioné mi glande hasta el fondo de su interior. En la tersa piel de Sumika flotaban varias gotas de sudor, y sus hombros y omóplatos hacen pequeños contoneos.

—Ngggh ♡. Hah ♡. …Hah ♡. Hah ♡.

—Sumika, también conoces a Inukai-kun del club de fútbol, ¿verdad? He oído que los tres son amigos de la infancia. ¿Sabías eso también?

—Ah ♡. Me ♡. Me ♡. Me… estoy corriendo…♡.

—¿Sumika?

—…Haah ♡. Haa ♡. Hii ♡. Haa ♡. Lo-lo conozco. Cu-cuando era estudiante de primer año, Inukai-kun se me confesó.

—Oh, ¿de verdad?

—Ah, no-no pares, ve más profundo, Seto-kun.

Cuando dejé de mover las caderas, Sumika emitió un gemido como si fuera a llorar y apretó las nalgas contra mí por su cuenta.

Pero, ¿es eso cierto? Sumika es una belleza, así que no me sorprende que se le confesara. Pero no puedo creer que incluso Inukai-kun, que tiene dos amigas de la infancia tan lindas, quisiera buscar a otra.

—Hmm… Ya veo…

—Se-Seto-kun, por favor, por favor, no dejes de moverte, no pares…

—Oh, lo siento, Sumika.

—Huaaah ♡. Tu-tu pene está aquí ♡. Seto-kun, te amo ♡.

Ya veo, hasta ahora pensaba que podría ser posible, pero Inukai-kun no tiene sentimientos románticos por esas dos. Bueno, eso es un alivio.

—Huuh ♡. Huuh ♡. Huuh ♡. Me gusta el saco de dormir de Seto-kun ♡. Adoro los penes ♡. Me encanta ♡. Y me gustas tú, Seto-kun ♡.

—Tú también me gustas, Sumika. Me gustas mucho.

—¿¡Auuuuu ♡♡!?

Decidí dejar de pensar en Inukai-kun y los demás y concentrarme en hacerlo con Sumika. Coloco la parte delantera de mi cuerpo cerca de su espalda, introduzco la mano en el hueco entre el suelo y su cuerpo y le aprieto las tetas.

Sumika arquea la espalda como si estuviera haciendo ejercicios espinales y aprieta los dientes para soportar el placer. Su coño, que aprieta mi polla con fuerza, hace que mi eyaculación salga disparada furiosa.

—Oh, por favor, por favor ♡. Seeexo ♡. El sexo con Seto-kun ♡. ¡¡Por favor, dáme más!!

—Sí, voy a correrme. ¡Voy a llenarte!

—Sí, sí… qué bien… qué bien… ¡¡Es increíble…♡♡!!

—¡Uf, está saliendo…! ¡Te amo, Sumika…!

Dado que Sumika también se unió al club de natación como miembro de prueba, sería bueno si todos pudiéramos llevarnos bien.

Mientras pensaba eso, eché mi semen en el vientre de Sumika. 

 

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