Bastardo Mujeriego

Vol. 3 Capítulo 13. La persona de la que me enamoré es un mujeriego solitario

—Nn…

Mientras modelaba, Seto no hizo nada. Así que Himari pensó que tal vez terminaría sin que pasara nada. Sin embargo, cuando Seto terminó la obra y estaba ordenando en la sala de preparación de arte, y Himari lo estaba ayudando, él la atrajo hacia sus brazos y le robó un beso.

Himari no opuso mucha resistencia.

—…Aquí, en un lugar como este, no, Seto-kun… —Después de ser besada, lo dijo por decirlo, pero era Himari que más bien se puso de puntillas y cambió el ángulo de su cabeza para facilitar que Seto la besara…

Al contrario, incluso cuando modelaba, Himari intentaba atraer a Seto, aflojando el pecho de su blusa, diciendo que hacía calor, o cambiando las piernas de posición para mostrarse. Aunque eran acciones de las que ella misma tampoco era consciente, su cuerpo recordaba firmemente que había sido convertida en mujer por el hombre que tenía delante.

—No puede ser… besándonos en la escuela…

—¿Preferirías que no fuera en la escuela?

—Eso es… ahn♡.

Himari fue besada una vez más. La sala de preparación de arte, que no tenía aire acondicionado, era calurosa y húmeda y olía a pintura. Desde la sala de música, en otra planta, podía oír el sonido de la banda ensayando. En un lugar así, Himari besó a un chico diferente de su amigo de la infancia, escondiéndose a plena vista.

Himari cerró los ojos y pensó de repente mientras sellaba sus labios con los de Seto.

Yo… estoy besando a Seto-kun otra vez… No con Ta-kun, sino con Seto-kun… Siendo guiada por Seto, la propia Himari empezó a mover su boca con la suya. Su corazón latía muy fuerte. El aliento de la nariz de Seto en su boca le hizo un poco de cosquillas. ¿Ya soy la novia de Seto-kun o…?

No se había hecho ninguna confesión formal. Pero ya que se habían besado y tenido sexo, era natural que Himari lo pensara.

Besar… se siente bien… tan tranquilizador…La fuerza se relajó de todo el cuerpo de Himari, y al mismo tiempo Seto puso fuerza en los brazos alrededor de ella.Sí… es cierto. A Ta-kun le gusta mi hermana… Aunque yo bese a Seto-kun… aunque tengamos sexo, a Ta-kun no le importará en absoluto…Himari colocó tímidamente la palma de su mano sobre el pecho de Seto, esta se movió lentamente, como si comprobara los contornos del cuerpo de Seto a través de la camisa del uniforme. Su cuerpo era inequívocamente el de un chico, fundamentalmente más musculoso que el de Himari como chica. A la mente de Himari acudió el recuerdo de la vez que ambos se acostaron tras refugiarse de las lluvias.

El cuerpo de Seto en aquel momento era inequívocamente «masculino». Aunque no era un atleta, tenía mucha más masa muscular que Himari, y su complexión era robusta y musculosa. Ella fue agarrada por la cintura con sus grandes manos, y su duro pene la penetró profundamente una y otra vez, provocándole un clímax tan vergonzoso, a pesar de ser virgen.

Yo… tuve sexo con este chico…Mientras seguían besándose, los pensamientos de Himari se relajaron y se volvieron suaves y blandos. Cuando la mano de Seto tocó la zona de la espalda baja, justo encima de sus nalgas, el cuerpo de Himari dio una pequeña sacudida, y un sonido agudo escapó de entre sus labios unidos.

—Huah…♡.

—…Himari-chan, ¿qué te parece si lo hacemos?

—Oh no, no. No aquí… no en la escuela…

—Está bien si no es en la escuela, ¿verdad?

—…… —Himari, derrotada por la mirada seria de Seto, asintió con la cabeza mientras su cara se enrojecía hasta la nuca. Aunque Himari era retraída y tenía una imagen aún más pasiva ante «este tipo de cosas» por parte de quienes la rodeaban, seguía siendo una adolescente sana. Una vez que había aprendido el placer del sexo, era difícil superar el deseo sexual que quemaba dentro de su cuerpo.

Himari salió de la sala de preparación de arte y del edificio de la escuela con Seto llevándola de la mano. El familiar camino cuesta abajo frente a la escuela, por el que siempre bajaba con Mizuho y Takumi le pareció diferente cuando pensaba que bajaba para tener sexo.

No podía levantar la cabeza porque sentía que le ardía la cara. Afortunadamente, sin embargo, Himari no se encontró con nadie que conociera en el camino a casa de Seto.

—…Oh, casi se me olvida.

—¿……?

—Himari-chan, ¿te molesta si paso por la tienda?

Cuando Seto dijo eso, Himari simplemente supuso que quería comprar una bebida o algo así.

—…Cla-claro, adelante.

…Pretendía devorar su cuerpo hasta que fuera un desastre tan sudoroso que necesitaría rehidratarse. Incluso con ese pensamiento, Himari no soltó la mano de Seto.

Con Seto tirando de su mano, Himari atravesó la puerta automática. Incluso después de entrar en la tienda, que debería tener aire acondicionado y ser fresca, la temperatura corporal de Himari seguía siendo inusualmente caliente.

Para disipar de algún modo el ambiente, Himari dijo algo un poco alejado de sus pensamientos.

—Seto-kun, ahí hay una cesta, por si la quieres usar…

—Bien. Gracias, Himari-chan.

—Um, digo, ¿vas a comprar jugo o algo así?

—Es verdad, eso también, pero… Oh, ahí está.

—¿……? —Cuando Seto tomó aquel artículo de la estantería, Himari no tenía ni idea de lo que era. Ladeó la cabeza y entonces recordó haber visto esa caja desconocida en la habitación de Seto.

Ah, e-eso es…Himari tragó saliva con fuerza. Oh, lo sabía, vamos a tener sexo a partir de ahora… Voy a tener sexo con Seto-kun otra vez, como aquella vez…

Seto tomó una caja de condones y los puso en su cesta. Cuatro cajas rojas marcadas con seis condones. Era improbable, ¿pero Seto pretendía usarlos en un solo día? …Si el apetito sexual de este hombre estaba tan fuera de control, era posible.

La cabeza de Himari, que se había llenado de pensamientos lascivos incluso antes de venir aquí, se llenó ahora de fantasías rosas de estar desnuda con Seto y perderse en la lujuria, olvidándose de sí misma.

Seto, tras llenar la cesta de la compra con los preservativos, bebidas en botellas de plástico y helados, se plantó frente a la caja registradora, donde un dependiente a tiempo parcial que parecía ser un estudiante universitario se ocupaba de la caja. Himari, con la cara roja y la cabeza gacha, estaba a su lado, pegada a él.

El universitario, de aspecto llamativo, al principio escaneaba sin ganas el código de barras, pero al final se dio cuenta de que la cesta contenía preservativos y miró con más detenimiento a la cara a Seto y Himari.

—Qué, hablas en serio…

Al oír semejantes murmullos, Himari casi se muere de vergüenza.

Auuh… el cajero me está mirando… Piensa que Seto-kun y yo vamos a hacer cosas traviesas…

No era sólo la imaginación de Himari. El universitario estaba sorprendido y en shock por el hecho de que esta hermosa bella chica de aspecto tranquilo en uniforme escolar iba a comprar una gran cantidad de condones y líquido junto con un chico de aspecto mucho más aburrido y sencillo que él mismo.

En la mente del universitario, llegó a imaginarse una escena en la que Himari era rápidamente desnudada, con sus grandes pechos sacudiéndose a pesar de su figura delgada, y gimiendo lascivamente mientras era penetrada por una polla.

—Esperen, ¿van a tener sexo ahora?

La mirada, casi como si le estuvieran haciendo directamente esa pregunta, recorrió todo el cuerpo de Himari. Mientras lo soportaba, Seto se interpuso entre ella y el universitario, como si quisiera interrumpir su mirada.

Frizcop: Puta el wn metido, qué le importa a él. Que haga su pega nomás xD.

Ah… Seto-kun…En el momento en que pensó que tal gesto era «amable», los pensamientos de Himari ya habían sido envenenados por este mujeriego solitario hasta el punto de ser bastante irreparable.

Tras pagar la cuenta y salir de la tienda, Seto volvió a estrechar la mano de Himari. Luego dijo sin rodeos.

—Me hubiera gustado que no tuvieras que haber pasado por eso.

—Sí, gracias…

En verdad, no había necesidad de que Himari le agradeciera a este hombre. Porque no fue otro que el propio Seto quien la llevó a tal situación. Sin embargo, Seto estaba usando la situación que creó como un fuelle para ganarse finamente la impresión favorable de Himari.

Y cuando finalmente llegaron a la casa de Seto, en el momento en que cerró la puerta, Seto lanzó la bolsa de productos que había comprado en la tienda de conveniencia dentro de la entrada y abrazó y besó a Himari.

—Nn… ♡. Seto-kun… ♡. Ah ♡. Nn ♡. —Tal vez debido a la «preparación» en la tienda de conveniencia y el efecto de ser apresurada tanto por caminar tan lejos, Himari fue aún más agresiva que cuando fue besada en la sala de preparación de arte.

A diferencia de Takumi, Seto se preocupaba por ella. Seto solo la miraba a ella, no a su hermana. Mientras se besaban, estos sentimientos se desbordaron sin parar, y Himari, pronunciando su nombre de forma sensual, tomó su cara entre las palmas de sus manos y apretó sus labios contra los de él.

Besar se siente bien♡.Sexo♡.Coger♡.Quiero coger con Seto-kun♡.

No sólo sus labios se cerraron sobre los del otro, sino que también sacaron sus lenguas y comenzaron a lamer y chupar la del otro. Era culpa de Seto que Himari hubiera aprendido a besar de una forma tan sucia.

Cuando el helado de la bolsa de la tienda estaba medio derretido, por fin dejaron de besarse. Luego, tomados de la mano, subieron a la casa en silencio, guardaron el jugo y el helado, cerraron descuidadamente la puerta de la nevera y empezaron a besarse de nuevo delante de ella.

Himari, dolida por el hecho de que el ingenuo Takumi no la viera como parte del sexo opuesto durante tanto tiempo, se sumergió en el acto con Seto. Aunque antes se hubiera «asustado» de las miradas sexualmente interesadas de los chicos, Himari se alegró de que Seto estuviera interesado en ella y no en Mizuho.

Seto-kun♡.Seto-kun♡.Seto-kun♡.Seto-kun. Himari, movida por esas incomprensibles emociones, no se pudo quedar quieta y besó a Seto repetidamente.

Y para cuando se dio cuenta, ya había rodado hasta la cama de Seto.

—Ah ♡. Oh no ♡. —Mientras Seto le desabrochaba la blusa, Himari se contoneaba y sólo oponía una resistencia simbólica, dejando escapar una dulce voz que sólo podía pensarse que era para provocar al hombre. Su mano se arrastró por el pecho de Seto, así como por su entrepierna, sintiendo sensiblemente la presencia de un objeto caliente y endurecido bajo sus pantalones, que le producía un cosquilleo en el bajo vientre.

Seto-kun, se está poniendo tan grande… Esto significa que quieres tener sexo conmigo, ¿verdad? Auuhh…

Mientras tanto, las manos de Seto invadieron bajo la falda de Himari, al tiempo que su humeante sujetador era desprendido debajo de su blusa. La ropa interior más madura que había llevado al salir de casa esta mañana estaba siendo retirada por las manos de Seto.

Himari retorció las piernas y se apoyó despreocupadamente en Seto mientras éste le bajaba las bragas.

Entonces, habiéndole quitado toda la ropa excepto las medias y la falda, Seto le preguntó a Himari:

—Ahora sí podemos, ¿verdad, Himari-chan?

—Sí… —Himari asintió con los ojos llorosos. Llegados a este punto, era completamente inexcusable. Esto no era una violación ni nada por el estilo, sino un acto de sexo consensuado.

Seto se despojó rápidamente de su propia ropa, puso un condón en la vara de carne que casi producía un sonido cada vez que pulsaba, puso las manos en las rodillas de Himari y la hizo abrir las piernas. Entonces, de golpe, dejó que su pene penetrara profundamente en el coño de Himari.

—¿¡Hauuuhhh!?♡♡.

El interior del coño de Himari estaba tan apretado como siempre, pero su vagina, completamente empapada, aceptó la polla de Seto con sorprendente suavidad.

La espalda de Himari se arqueó y un sensual gemido salió de su boca abierta.

—Ahh ♡. Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡. ¡Seto-kun! ¡Seto-kuun!

La cama, recibiendo el peso de los dos, empezó a crujir y a chirriar.

La segunda vez que cogieron fue incluso mejor que la primera. Cada vez que la gruesa polla de Seto entraba y salía de su vagina, parecía como si el enorme agujero del pecho de Himari se llenara fácilmente con él.

Se-sé siente demasiado bien ♡. Tener sexo con Seto-kun se siente tan, tan bien ♡. El sexo es increíble ♡. Es demasiado bueno ♡. Aunque era una casa individual, Himari gemía tan desinhibidamente que pensó que las casas vecinas podrían oírla si gemía tanto sin freno. Era como si pudiera presenciarse la escena de una chica que siempre había tenido miedo y se escondía a espaldas de su hermana, pero que ahora que conoció a un hombre, estaba saliendo de una crisálida para convertirse en mariposa. …Vívida, sensual y llena de la alegría de vivir. Himari estaba tan absorta en el sexo con Seto que se aferraba desesperadamente a su cuerpo para contener el placer que rebotaba en su cerebro.

—¡Himari-chan! ¡Tener sexo contigo es increíble, Himari-chan!

—¡Síii! ¡Yo también! ¡Yo también me siento bien! ¡El sexo con Seto-kun es lo mejor!

¿Cuántos años habían pasado desde que Himari expresó sus sentimientos tan honestamente?

Al compás del violento movimiento de caderas de Seto, Himari también movió las suyas. Seto estimuló los puntos débiles de la vagina de Himari con precisión milimétrica, abriendo una tras otra las puertas del placer que ella misma nunca había conocido.

—Ah ♡. Ah ♡. ¡¡Aah!!♡♡. ¡¡Ahhhh!!♡♡. —Las caderas de Himari estaban levantadas y se convulsionaban violentamente. En su boca abierta con dientes perfectos, su linda lengua temblaba.

Ah… Ya veo.En ese momento, Himari, que fue llevada fácilmente al orgasmo por la polla de Seto, alcanzó cierta revelación allí.Podría ser… que yo… que por Seto-kunyo

…En otras palabras, Himari sería más feliz con Seto que con Takumi, que nunca la había visto como miembro del sexo opuesto, o con su hermana, que intentaba dejarla atrás por él. Fue un descubrimiento que, cuando se dio cuenta, parecía tan obvio que era difícil decir nada al respecto.

¿Entonces será que… me gusta… Seto-kun?Y se preguntó si sentía algo por Seto como miembro del sexo opuesto. Creía que le gustaba Seto por su amabilidad, ya que siempre se preocupaba por ella y la hacía sentir cómoda.

En el momento que pensó en eso, los brazos de Himari, que habían estado envueltos alrededor del cuello de Seto como si simplemente se estuviera apoyando, apretaron fuertemente. Sus caderas también se levantaron más, y Himari dejó que su lengua se colara por su cuenta en la boca de él.

El sexo se siente tan bien… ¿Me gusta…? ¿Me gusta esto…? Es totalmente diferente a cuando estoy con Ta-kun… ¿Me pregunto si esto es lo que realmente me gusta…? No lo sé… Pero se siente demasiado bien… El sonido de la cama crujiendo rítmicamente se desvaneció de la conciencia de Himari. En su lugar, el sonido de la respiración de Seto, el sonido acuoso que se creaba al entrelazar su lengua con la de él, el sonido de los latidos del corazón de cada uno, y la sensación de que Seto empujara su pene resonaban directamente en su cerebro.Se siente bien… Coger se siente bien… Cuando Seto-kun me abraza, me siento tan aliviada… Aaah… Quiero hacer esto todo el tiempo…La mente de Himari se relajó aún más y su cuerpo, por el contrario, se deleitaba con el intenso sexo con Seto. Los sonidos que provenían de su unión también se volvieron aún más húmedos.

—Oye, Himari-chan.

—Ah ♡. Nnnn ♡. Nnnn ♡. Nnnn ♡. Hm ♡. ¿Qué-qué pasa?

—Me gustas.

—¿¡Hyah!?♡♡. —Cuando Seto se le confesó tan repentinamente, Himari se sorprendió—. ¿Se-Seto-kun? Ah ♡. Ah, ah, ah, ah ♡.

—Me gustas, Himari-chan. De verdad no sabes cuánto.

—¿¡Unyuu!?♡♡. Haah ♡. Hah ♡. Hahii ♡.

—¿Te gusto?

—De verdad… es que me gustas un montón.

—Ah ♡. ¿¡Aah!?♡♡. ¿¡Aah!?♡♡.

Seto susurró palabras de amor a Himari al mismo tiempo que empujaba contra el punto débil de su vagina con su glande. Era miles de veces más efectivo que una confesión ordinaria.

—Para, detente, Seto-kun, para… —La razón por la que Himari se agarraba la cabeza y suplicaba que parara era porque sentía que sus palabras romperían algo precioso, algo que apenas quedaba en ella. Las palabras «me gustas» que salieron de su boca invadieron su cerebro con un placer abrumador, y fácilmente empezó a sobrescribir los débiles sentimientos por su amigo de la infancia que quedaban en su mente.

Seto se puso sobre Himari y le susurró al oído mientras repetía implacables movimientos de pistón.

—Me gustas.

—Oh… ♡. Ah ♡. Ah, oh… ♡. —Himari creyó escuchar un fuerte sonido, como un clang, clang, como unas tenazas cortando un grueso alambre. …Ese era el sonido de su razón y el vínculo entre su amigo de la infancia siendo completamente cortado por Seto. Y la chica que se había visto abocada a la soledad, habiendo perdido su fuente de apoyo, no tenía a nadie a quien recurrir salvo al hombre que tenía delante.


—Me gustas.

—Ah… ♡. Noo… ♡. Oooh ♡. Ouoh ♡.

Seto presionó su glande contra las profundidades ablandadas por su polla de Himari después de meterla y sacarla incesantemente, y empujando una y otra vez con sus caderas contra ella.

—No, para, para, para. No podré volver atrás. Si haces eso, no puedo podré volver jamás.

—¿Y tú, Himari-chan?

—¿Qué…?

—¿Yo te gusto, Himari-chan?

—Ah…

Seto estaba mirando a Himari desde cerca; sus ojos llenos incluso de una especie de locura, queriendo corromper, dominar y monopolizar a Himari a toda costa.

Cuando Himari fue contemplada por aquellos ojos, sólo podía dar una respuesta.

—Me-me gustas.

—……

—Tú-tú también me gustas, Seto-kun.

En ese momento, el cambio en Himari fue completado.

Su vagina apretó la polla de Seto con tanta fuerza que el condón se salió, y todo el interior de su vagina suplicaba por su semen. Como suplicando ser propiedad de este hombre, el útero de la chica, que nunca había dejado que nadie lo usara, bajó al encuentro del glande del solitario.

Seto mantuvo la mirada en Himari, sonrió sólo con la boca y empezó a eyacular.

—Ah… ya viene…

—Himari-chan, dime que te gusto de nuevo.

—Me-me gustas. Me gustas, Seto-kun.

—Más.

—Me gustas. Me gustas. Me gustas mucho. Me gustas, Seto-kun. Ah ♡. Ah ♡. E-es asombroso ♡. Nu-nunca supe de algo que se sintiera así de bien ♡.

—Dilo más.

—Me gustas ♡. Me gustas ♡. Me gustas ♡. ¡Me gustas más que Ta-kun y más que mi hermana! ¡¡Al que más quiero es a ti, Seto-kun!! —Al mismo tiempo que su declaración a medias, Himari fue golpeada por un tremendo clímax. Todo su cuerpo se convirtió en una zona erógena, como si se estuviera corriendo con todas sus neuronas. Fue un clímax acorde con el fin de su inocente niñez y el comienzo de su conversión en la mujer exclusiva de Seto. Las piernas de Himari se estiraron hasta la punta de los pies, y sus caderas que se mantenían levantadas fueron sujetadas por el peso de Seto mientras se corría—. ¡¡Ah, ah, ah, auuh…!!♡♡.

Himari se corrió con un chorro por primera vez, y una mancha húmeda se extendió sobre la falda de su uniforme. …Esto seguramente le permitiría seguir siendo violada por Seto durante el tiempo que tardara en lavar y secar el uniforme.

—¡Me gustaaas…! ¡Sí que me gustas, Seto-kun…!

Finalmente, Himari empezó a pronunciar voluntariamente esas palabras clave repetidas veces sin que Seto se lo pidiera. Seto, como si estuviera premiando a una mascota inteligente, estimulaba el punto G y otros puntos débiles cada vez que Himari decía que le gustaba, llevándola al orgasmo.

En el proceso de hacerlo, la mente de Himari había sido completamente cambiada de la forma que Seto quería.

¡Ya veo, realmente me gustaba Seto-kun…! ¡Me gustas! ¡Me gustas tanto, Seto-kun! ¡No hay nadie a quien quiera más, Seto-kun!

Podía ser común que los hombres y mujeres jóvenes identificaran erróneamente el placer del sexo como sentimientos románticos. Seto utilizaría esto en su beneficio, convirtiendo a Himari en una mujer locamente enamorada de él, e intentando arrebatársela a su amigo de la infancia de la forma más perfecta.

Este era el implacable, vengativo y melancólico hábito del solitario irredimible.

El intenso sexo continuó, y las cuatro cajas de condones se agotaron rápidamente. Y cuando el número de condones usados que había en la habitación superó los dos dígitos, Himari enterró la cara en la entrepierna de Seto sobre la cama, lamiéndole y chupándole la polla con cariño, pero, aun así, repitiendo «Me gustas ♡. Me gustas.» en un susurro ahogado, y se alegró cuando él le acarició el cabello.


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