¡Supervivencia en Otro Mundo con mi Ama!

Capítulo 200. Reunión en el Castillo Real: Evaluando la Situación Actual

Tras la comida, se pidió a los miembros de la familia real que descansaran, mientras los líderes del Ejército de Liberación eran convocados para una reunión.

Sin embargo, la madre de Sylphy, la reina Seraphita-san —antigua soberana del desaparecido Reino de Merinard—, y Driada-san, la hermana mayor de Sylphy y primogénita de las cuatro princesas, expresaron su deseo de asistir, por lo que también estuvieron presentes.

—Nosotras no intervendremos, tan solo queremos escuchar lo que tengan que decir.

—Madre, hermana… Deben de estar agotadas después de haber despertado de tan largo sueño.

—Estamos bien. Aunque If y Aqua parecen haber llegado a su límite.

Las sonrisas de ambas acallaron la preocupación de Sylphy. ¿Qué puedo decir yo? Su sola presencia desprendía un aura distinta… una nobleza que se desbordaba en cada gesto, por mínimo que fuese. En cambio, Sylphy… bueno, no tanto. Supongo que su formación como miembro de la realeza quedó incompleta durante su crianza; no se le puede reprochar.

—¿Qué sucede?

—Nada… En fin, primero que nada, pasemos a los informes de cada departamento, ¿cierto?

—Así es. Procederé con el reporte.

Melty bajó la vista hacia su libreta. Yo mismo había fabricado esa libreta con mis habilidades de crafteo y se la regalé. También he distribuido otras, junto con bolígrafos, a Melty y a los oficiales de asuntos internos, y han tenido gran aceptación tanto entre ellos como entre el personal de suministros del Ejército de Liberación. Todos coinciden en que, tras usarlos, sería impensable volver a escribir en pergamino o tablillas de madera con plumas y tinta.

—En primer lugar, con respecto a los prisioneros de guerra del ejército del Reino Sagrado: hemos capturado un total de 168, todos ellos heridos.

—…Son muchos menos de lo que esperaba. eh.

Por lo que vi, debía haber más de trescientos supervivientes. Pero claro, no todos estaban físicamente intactos. Seguramente algunos soldados del Reino Sagrado fueron apresados en Merinesburg… aun así, me parece una cifra reducida.

—Mostramos clemencia a aquellos gravemente heridos, sin esperanza de recuperación o con alta probabilidad de sufrir secuelas incapacitantes incluso si se recuperaban.

Un escalofrío me recorrió al escuchar a Melty decirlo con tanta naturalidad. En otras palabras: los sacrificaron. ¿Era esa la lógica? No se puede salvar a todo el mundo… Aunque una poción de recuperación elaborada con la sangre de Grande podría regenerar extremidades perdidas, sería prácticamente imposible conseguirla en la cantidad necesaria: hablamos de cientos de escamas.

—¿La religión de Adel no dijo nada al respecto?

—Sí, de hecho, lo hicimos por sugerencia del propio clero de Adel y a petición de ellos. Según me explicaron, los guerreros heridos que no son nobles ni magos suelen acabar sin trabajo digno y viviendo en la miseria.

Melty se encogió de hombros, diciendo que no tenían intención de abandonar a sus propios compañeros. Supongo que esta es otra de las diferencias entre el Ejército del Reino Sagrado y el Ejército de Liberación. En nuestro caso, gracias a la distribución de pociones de vida, es raro que alguien sufra secuelas irreversibles y, aun si las sufriera, lo enviaríamos a retaguardia para trabajar en logística. Aunque claro, no todos pueden acceder a las pociones elaboradas con sangre.

—Continúa.

—Claro. En cuanto a estos prisioneros, los nobles y aquellos con aptitudes mágicas serán vigilados con grilletes de supresión mágica. Los soldados rasos sin heridas graves recibirán el mismo trato que los prisioneros capturados hasta ahora. Básicamente, serán cartas de negociación cuando comiencen las conversaciones diplomáticas con el Reino Sagrado.

Animada por Sylphy a seguir, Melty prosiguió:

—Todavía tenemos margen para más prisioneros, así que no habrá problema en aceptar a los que capturaremos de las fuerzas derrotadas procedentes del territorio principal del Reino Sagrado. Sin embargo, considerando el número de heridos enemigos que hemos recogido en esta batalla, si queremos salvar a más, necesitaremos formar un grupo especializado en rescate y disponer de una gran cantidad del medicamento de Kosuke-san.

—Ya veo. En cuanto a la formación de un equipo de rescate, deberías contactar mañana con la santa. ¿Puedes encargarte de conseguir las hierbas medicinales? Kosuke podría preparar la poción de vida con las que vayas a reunir.

—Espera, Sylphy-ane. El medicamento de Kosuke es muy eficaz, pero también necesitamos medicinas comunes. Si acaparamos a la fuerza las hierbas disponibles en el mercado, el precio de las medicinas y de las hierbas medicinales se disparará en Merinesburg, lo que podría provocar una epidemia y aumentar el descontento del pueblo.

—Fumu… ¿entonces qué hacemos? —Sylphy ladeó la cabeza ante las palabras de Isla.

—El precio de las hierbas medicinales es alto, y eso solo incrementará la insatisfacción de la gente. Si usamos el poder de Kosuke, podríamos producir en masa grandes cantidades de hierbas en muy poco tiempo.

—Entiendo. ¿Tenemos semillas y plantones?

—Kosuke tiene algunas. El resto podríamos conseguirlo en la botica o la tienda de alquimia de la ciudad castillo, o encargar a aventureros que las traigan del bosque cercano.

—De acuerdo. Melty, coordínate con Isla para obtener las hierbas cuanto antes.

—Entendido. Pasando al siguiente punto: el informe sobre los suministros requisados en Merinesburg.

En resumen, el reporte de Melty indicaba que había víveres suficientes en la ciudad para unos dos meses. ¿Así que para dos, eh?

—¿Eso significa que podríamos permanecer indefinidamente en la ciudad?

—Así es.

—Sí.

—Hm, ajá.

—Sí, exacto.

—¿Eh?

Solo Seraphita-san y Driada-san mostraron desconcierto en sus voces. Y es que, vamos a ver… con dos meses de margen, sería fácil reorganizar los terrenos de Merinesburg y crear campos de cultivo a gran escala. Incluso podríamos aprovechar el tiempo para instalar huertos en las azoteas de todas las casas y cosechar en un corto plazo. Claro que habría que modificar la estructura de las viviendas, pero en dos meses sería factible.

—Hay algunos suministros que no se producen en Merinesburg, así que no sería infinito… pero si nos atrincheramos en el castillo, el enemigo se agotará antes. Sin embargo, no tenemos intención de adoptar una postura tan pasiva.

—¿A qué te refieres, Sylphiel? —preguntó Driada con el ceño fruncido.

Sylphy meditó un momento antes de responder:

—Si usamos el poder de Kosuke, podríamos cosechar los cultivos en muy poco tiempo. Si él se encarga de todo, desde la siembra hasta la recolección, el trigo estaría listo en tres días.

—¿……?

Driada-san la miró con una expresión que claramente decía: «¿Qué está diciendo esta chica?». Después, dirigió la vista a los demás —Melty, Isla y Sir Leonard—, quienes asintieron de forma natural, como confirmando las palabras de Sylphy.

—¿¿¿…???

—Como lo oyen. Por cierto, incluso si no me ocupo personalmente, las tierras de cultivo que preparo pueden dar una cosecha en unas dos semanas, aunque sea otra persona quien siembre las semillas. —Añadí esas palabras a lo que había dicho Sylphy, notando que también me dirigía la mirada.

—Driada, por muy absurdo que suene, Kosuke-sama es un extranjero. Si todos lo afirman, entonces debe de ser cierto, así que no vale la pena ponerlo en duda.

—¿De… verdad? Mis disculpas.

—No te preocupes. Más que nadie, sabemos que los poderes de Kosuke son una locura. No me sorprende que Dri-aneesama no lo pueda creer.

—Hmm… es un cúmulo de absurdos.

Isla —quien fue la que más se sorprendió la primera vez que presenció mis habilidades— miraba a la confundida Driada con una expresión extrañamente amable. Todavía, de vez en cuando, me observa con la vista perdida cuando me ve hacer algo fuera de lo común.

—Pasando a otro punto… la seguridad en Merinesburg. Leonard.

—Las instalaciones militares del Reino Sagrado en la ciudad han sido aseguradas sin problema. La guardia local coopera con nosotros, en términos generales. En cuanto a la seguridad, ya hemos establecido el toque de queda. Planeamos patrullar Merinesburg, sobre todo con personas que tengan buena visión nocturna, y detener a cualquiera que actúe de forma sospechosa durante la noche. Incluso ahora mismo estamos trabajando en ello.

—A los que vigilarán serán, en su mayoría, humanos, así que… asegúrate de hacerlo bien.

—Por supuesto.

Sir Leonard asintió con un semblante extremadamente serio ante las palabras de Sylphy. Al fin y al cabo, él es especialmente estricto con la gente del Reino Sagrado, y ella probablemente teme que se exceda.

—Solo queda… el asunto de la religión de Adel.

Al pronunciar Sylphy esas palabras, la atmósfera de la sala se volvió súbitamente más tensa. Bueno, sí… es un tema delicado. Pero, personalmente, me opongo a medidas demasiado extremas.


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