El Maestro del Valiente

Capítulo 3. Después de la audiencia

 

—¡Ah, rayos… estoy exhausta~!

Después de que la audiencia con el emperador hubo terminado, tan pronto como Leticia volvió a la habitación del palacio, se sentó en una silla y se espachurró sobre ella.

Hoy había trabajado mucho.

Liara sirvió té a Leticia, que estaba tumbada en la silla, y a sus otros dos compañeros.

Originalmente, habría un criado dedicado que realizaría esta tarea, pero como era el tiempo de descanso privado del grupo, el sirviente no estaba presente.

—Sin embargo, para que incluso la fanática de la resistencia Leticia este tan cansada, estar en presencia de Su Majestad fue, como era de esperar, una gran tensión mental, ¿no?

—Bueno, no soy buena con ese tipo de ambiente, —Leticia asintió levemente.

—Además, ¿Qué ropas se supone que me cambie? ¿No es lo suficientemente buena mi ropa cotidiana para mí, el Valiente?

—Por esa razón…

Liara rio amargamente.

—¿No es Letty la hija de un duque? ¿No deberías tener alguna experiencia con estas cosas?

—Tenía diez años cuando me fui, ¿sabes? Además, aparte de cuando el oráculo declaró que yo era el Valiente, tales cosas no se esperaban de mí.

Por las mañanas, mientras su familia todavía dormía, Leticia se escapaba, por lo que su tutor privado informaba indirectamente que la joven Leticia era estúpida hasta el punto de ser una niña problemática.

En ese momento, la Casa Ducal anunció que se estaba recuperando de una enfermedad en un lugar lejano de la capital, con la intención de mantenerla alejada del público. Si su apariencia fuera excepcional, en verdad, tal acción sería suficiente. Sin embargo, una belleza así, rara vez se veía, por lo que la meticulosa Casa Ducal necesitaba mantenerla en casa para mantener la excusa.

Aunque su educación fue dejada al tutor, nunca tuvo su debut en la alta sociedad.

Pero en su décimo cumpleaños, el clero de todos los países del continente recibió una profecía: “El Valiente ha descendido. Su nombre es Leticia von Mavis”.

Así, la Casa Ducal, que la había tratado como una carga, cambió su forma de ser con ella. La familia de Leticia comenzó a interferir con su vida, hasta que Leticia se sintió preocupada. En específico, su padre, el duque, sin importar el costo, enviaba a un comerciante para conseguir lo que ella quisiera en el mismo día. (Sin embargo, su sentido del dinero ya estaba influenciado por el sentimiento plebeyo de dinero de Wynn). Además, el duque invitó personalmente a famosos artistas marciales y magos a la mansión (La Gran Sabia, Tiara, fue invitada en ese momento), con la esperanza de que algunos se quedaran con ella.

Sin embargo, al final, a Leticia, que hasta entonces nunca se había vuelto mimada, esas acciones demasiado descaradas sólo la hacían más cauta y no cambiaban sus viajes diarios para ver a Wynn, con quien llevaba medio año.

—Aah, realmente quiero apresurarme y salir. Quiero volver al lado de Onii-chan~.

—¿Es ese Hermano Mayor del que estabas hablando Rails de la Casa Mavis? —Liara extendió la mano hacia Leticia, y acarició lentamente su suave cabello.

Leticia todavía estaba tumbada en la silla, dejando que Liara la acariciara.

La visión de una agotada Leticia, sólo era mostrada a sus compañeros.

Antes de llegar a la Casa Ducal y ser llamada al palacio, Leticia escondía su estado actual bajo el aura digna del Valiente.

Para ella, la Casa Ducal no era su verdadera familia.

—Pensando en ello, durante todo el viaje, ella decía, “Quiero volver al lado de Onii-chan”. Sí que debe gustarte tu Hermano Mayor, ¿verdad?

Sorprendentemente, cuando se acercaba a la Casa Ducal, en vez de volver con su hermano inmediatamente, alquiló una habitación para quedarse.

—Después de la dura experiencia de visitar la Casa Ducal, ahora eres libre de encontrarte con tu Hermano Mayor.

—Pero, ¿Onii-chan no sería Onii-ue?

—Pero, ¿acasp no tiene la Casa Mavis sólo cuatro hijos, entre ellos el joven Maestro Rails y las hermanas mayores de Letty? —preguntó Liara, dudosa.

—Son diferentes, ¿sabes? ¡Onii-chan es mi Maestro!

—¡Espera un minuto! —Raúl interrumpió las palabras de Leticia.

—¿El Maestro de Letty es lo suficientemente joven como para que le digas Onii-chan?

Hasta este punto, la imagen de las tres personas del Maestro de Leticia era un hombre perceptivo y mayor.

Sin embargo, a quien Leticia llamaba “Onii-chan” tendría que estar en sus 20 o 30 años.

—Onii-chan es dos años mayor que yo. ¡Aah, quiero verlo pronto~!

Él estaba lejos de cumplir los 20. ¡Estaba en su adolescencia!

El Equipo del Valiente se sorprendió ante esta declaración.

—No puede ser. ¿Podría este “Onii-chan” ser más fuerte que tú, Letty?

—Hasta que salí, nunca gané una vez contra él.

—Cuando me invitaron a acompañar a Letty, ella ya era más fuerte que yo, —complementó Tiara, que fue parte del equipo desde el principio.

—¿Aah? ¡Espera un minuto! —Raúl se puso de pie frente a Tiara.

—Cuando te llamaron, Letty tenía sólo diez años, ¿verdad? En ese momento, ¿ella ya era más fuerte que tú?

Como otros elfos, aunque Tiara parecía estar en su adolescencia, ya tenía más de ciento cincuenta años.

—Oh… Como se esperaba del Valiente. Tiene habilidades de espada y magia muy sorprendentes. Su apodo “Princesa de la Espada Divina” no es sólo de adorno.

—¿Ooh, en serio?

Los tres miraron a Leticia, quien estaba reclinada.

A lo largo de su viaje, habían visto su fuerza en combate, que carecía completamente de sentido común.

De hecho, incluso si los tres desafiaran a Leticia juntos, ella seguiría saliendo completamente victoriosa.

—El maestro de Letty no puede ser más fuerte de lo que Letty es ahora, ¿verdad?

—Ahora yo soy más fuerte.

—¿En serio? Estaba pensando que me gustaría tener un encuentro con él una vez, ¿qué crees que pasaría?

—Si es un duelo, creo que Raúl ganaría. —Leticia finalmente levantó su cuerpo de la silla—. Pero…

Mientras reorganizaba su ropa, una sonrisa cálida flotó en el rostro de Leticia mientras miraba por la ventana.

—Si no es en forma de un encuentro, Onii-chan podría ganar.

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