Yuusha-sama no Oshishou-sama

Capítulo 50 - En la aldea Avian (I)

¡Espera un minuto, es-espera un minuto! ¿De verdad estamos volando ahora mismo? ¡Esto es peligroso!’

Wynn, Leti y Paul volaron a través del cielo iluminado por la luna.


‘No-No vamos a caer, ¿verdad? Podría morir. Definitivamente moriré si caemos.’

Los tres estaban rodeados por una membrana delgada y translúcida que se asemejaba a una gigantesca burbuja de jabón.

Bajo sus pies, el río se extendía por las llanuras como una faja negra.

"¡Ajaja! ¿No es genial, Onii-chan?"

"¡Es realmente genial, Leti!"

A diferencia de Paul, que se agitaba impotente, los dos niños se rieron alegremente.

"Tenemos que perseguirlo sin que se de cuenta. ¿Puedes hacer eso, Leti?”

"Sí.”

Leti asintió, y la burbuja se elevó hacia el cielo.

"E-Esto es imposible..."

Paul lanzó un grito de incredulidad.

No sabía mucho de magia.
Sin embargo, sabía que esto desafiaba el sentido común.
Algunos aventureros podían usar magia.
Muchos de ellos eran antiguos nobles o caballeros cuyos señores habían caído en batalla.
Los plebeyos no tenían la oportunidad de leer libros de magia, pero la mayoría de ellos podían pagar una suma moderada de dinero para aprender a lanzar hechizos simples, como encender una fogata.
Por eso Paul había visto cómo se usaba la magia.
Sólo había visto hechizos rudimentarios, pero dudaba que la magia pudiera ser tan simple como lo hacía parecer Leti.

“¿Le-Leti hizo esto? ¿¡Leti puede usar magia!?"

"Ahora que lo pienso, ¿desde hace cuánto tiempo has sido capaz de volar así, Leti?"

"Ummm... ¿Justo ahora?"

Leti inclinó la cabeza.

"Yo estaba como: ‘Me preguntaba si podría volar,’ y lo hice."

"¡Leti realmente tiene talento para la magia!"

"¿Eh? Pero, ¡Leti quiere ser caballero, como Onii-chan!"

"¿E-Esto está bien de verdad? No vamos a caer, ¿verdad? ¿¡Verdad!?"

"¡Está bien, está bien!"

Wynn puso ambas manos contra la burbuja y miró al suelo.

‘Él también debe ser un pez gordo, ¿eh?’
El sudor frío se derramó por la espalda de Paul como una cascada, haciendo que su camisa se mojara incómodamente.
Amasó sus sienes y se forzó a sonreír.
No podía hacer nada más que eso.
Lentamente recuperó la calma.
La incómoda sensación de flotar no desapareció, pero era una tontería que solamente él fuera el único que entró en pánico.

"... En primer lugar, tengan cuidado de no ser vistos."

No tenía sentido sacudirse.
Después de todo, no podía hacer nada al respecto; además, ¿cuándo sería la próxima vez que volara en el cielo así?
Por eso decidió disfrutarlo.
Después de calmarse, miró a su alrededor.

Estaba más cerca de la luna y de las nubes que nunca antes.
Podía ver luces brillantes en la distancia. Probablemente era Simurgh.
El río que fluía por Simurgh brillaba a la luz de la luna. La carretera principal parecía una gruesa línea blanca que se extendía desde la puerta, a través de las llanuras y bosques, y se extendía a lo lejos.
Miró hacia abajo para ver que el suelo debajo de ellos se había convertido de una llanura herbosa a una negra masa de árboles.

‘Dang. ¡No voy a dejar de ir de aventuras si puedo experimentar cosas como estas!’
Después de todo, Paul era un aventurero de corazón.
Tenía sed de lo desconocido, y disfrutaba la emoción del descubrimiento.




En algún lugar del bosque, había un pequeño manantial en un claro.
Había varias estructuras de madera que se asemejaban a casas. Sin embargo, la mayoría de ellas parecían haberse quemado, dejando sólo pilares carbonizados en su lugar.
La maleza del bosque había comenzado a crecer en los campos en ruinas.
Era la definición misma de un pueblo fantasma.
Extrañamente, no había ni un solo camino que saliera del pueblo.
Sólo un pequeño arroyo salía del pueblo de la fuente.

Una pequeña muchacha avian se deslizó a través de un hueco entre los pilares, en una de las casas derrumbadas que habían sobrevivido al fuego. Se cuidó de no enganchar sus alas de los pilares.

Era apenas lo suficientemente ancha como para ser considerado una habitación.
Sólo un rayo de luz de luna se deslizaba a través de las grietas de la pared desmoronadas para iluminar la habitación.

Ella había estado viviendo allí por unos días, así que su pelo y sus alas eran grises por las cenizas.
La chica se agachó en un rincón de la habitación y mordió el precioso repollo.
Se lo había robado en uno de los asentamientos humanos cercanos.

Habían pasado varios meses desde que ella terminó sola. Al principio, se había alimentado con la comida que quedaba en los campos, pero esta se había agotado rápidamente.
Luego había vagado por el bosque en busca de comida.
Frutos secos, plantas, setas, cualquier cosa.
Debido a la longevidad de los avian, sería difícil juzgar su edad real, pero era tan joven como se veía.
En su conocimiento limitado, había pocas cosas que podía comer con seguridad.
Había oído de los adultos que había un asentamiento humano río abajo.
La aldea podría haber sido remota, pero no estaba aislada.
Los adultos de su aldea volaban a menudo a los pueblos humanos y escondían sus alas para comprar diversos bienes.
Por eso ella sabía que había comida allí, donde vivían los humanos.

Un día, después de no haber podido encontrar comida durante varios días, había extendido sus alas y abandonado el bosque.
Había visto un gran campo y también una casa con gallinas, cerdos y ovejas.
Era comida.
No podía tomar a los animales más grandes, pero las gallinas eran lo suficientemente pequeñas para cargarlas.
También las verduras y los huevos.

Sabía que estaba haciendo algo malo.
Ella se había arrastrado sigilosamente hacia el gallinero y tímidamente había metido dos huevos en sus bolsillos.
Cuando regresó, vio melones maduros, así que rápidamente recogió uno.
Se comió los huevos crudos y aplastó el melón en la tierra para poder devorar su contenido con avidez.
La dulzura del melón había llenado su boca, haciendo que las lágrimas fluyeran de sus ojos.

A partir de ese día, la niña, incapaz de retener su apetito, aumentó el número de viajes a esa casa.
Se sentía culpable, así que a veces dejaba atrás frutos secos y setas que había encontrado en el bosque.

Aunque era joven, sabía evitar ser vista cuando hacía algo malo.

Eso era porque—

"¡Lo encontreee!"

Cuando vio la cara sonriente de un niño humano asomarse por detrás del pilar, el repollo que estaba mordisqueando se cayó de su boca y ella rompió en lágrimas.




"Qué terrible."

Habían perseguido a la chica avian hasta el escondido pueblo de su raza.
Claramente había sido atacado.
A juzgar por la vegetación que invadía el pueblo, probablemente hacía casi medio año que había pasado.
Todos los cultivos se habían marchitado, y había frutos podridos sin comer.

"¡Lo encontreee!"

Mientras Paul inspeccionaba la aldea en ruinas, Wynn gritó.
Paul corrió hacia la casa medio destruida donde estaba Leti y miró a través de la brecha entre los pilares.

"¿Aquí dentro?"

Leti asintió.
El espacio apenas era lo suficientemente grande como para dejar pasar el cuerpo de un niño.

"Hey Wynn. ¿Cómo es por dentro? ¿Quién está ahí?"

"¡Es sólo una chica!"

"Yo no puedo entrar. ¿Puedes sacarla?"

"Claro."

Paul decidió que si movía descuidadamente los pilares, podría hacer que se derrumbaran, y esperó a que saliera Wynn.

"Muy bien."

Wynn salió de la brecha.

"Oye, está bien ahora, por favor, sal".

La chica salió arrastrándose tras Wynn.
Su ropa estaba harapienta por haberse atascado en las ramas de los árboles. Su pelo y sus alas desordenados estaban sucios.
Incluso un niño de los barrios bajos habría estado más limpio.
Sin embargo, ese pensamiento pronto se esfumó de su cabeza.

"¡Oh, realmente es un avian!"

Pablo estaba eufórico al ver a un avian, algo que sólo había conocido a través de historias y rumores.
Eran seres en el mismo nivel que los Altos Elfos, y en algunos lugares, eran idolatrados.
La chica, un avian semi-mítica, abrazaba de forma linda un repollo medio comido y lloriqueaba mientras Wynn y Leti estaban a su alrededor.

"¿Estás bien? ¿Estás herida?"

Parecía tener la misma edad que Leti, así que él frotó la cabeza de la chica.
Paul suspiró.
No estaría bien interrogar a una chica tan joven sobre los robos.
Más bien, estaba sorprendido por las condiciones en las que vivía.
Sin embargo, había algo que tenía que preguntar.

"Entonces, ¿podrías decirnos qué pasó?"

Paul se acercó a la chica, intentando preguntarle sobre sus circunstancias.
La chica se alejó asustada de él con un grito.
Paul se rascó la cabeza.

"Hmm... Hablemos en un lugar más tranquilo. Leti, ¿puedes llevarnos a la casa de Laura?"

"Creo que puedo."

"Entonces, hablaremos más allí. Además, me gustaría hacer algo con la ropa de esta chica. Entonces..."

"¡Ahí viene algo!"

Wynn interrumpió a Paul.
Wynn sostuvo la espada de madera que normalmente colgaba de su cintura con ambas manos.
Paul notó a lo que Wynn se refería.
El aire se sentía más frío, más amenazador.
Con sus espaldas a la casa en ruinas, Wynn y Paul se adelantaron para proteger a las dos niñas.

‘¿En qué nos metimos?’

Con ese pensamiento en mente, algo saltó de los arbustos que se sacudían.

“Hah, hah, hah, eek…”

La chica avian dejó salir un grito débil entre respiraciones cortas.

"Está bien. ¡Onii-chan lo derrotará!"

Leti consolaba a la chica.
Wynn se interpuso entre el monstruo y las dos chicas.

"Wynn, no puedes hacerlo. ¡Déjamelo a mí!”

El monstruo era un poco más grande que un niño. Tenía la piel oscura y un cuerno en la frente.
Llevaba ropas primitivas y tenía una espada oxidada.
Era el demonio conocido como goblin.
Los goblin se reproducían rápidamente, y vivían en grupos centrados alrededor de un Señor Goblin.
Debido a sus altas tasas de reproducción y al hecho de que muchos grupos se asentaban cerca de las aldeas humanas, los goblin causaban muchos daños a los humanos.
No eran particularmente fuertes, como lo indica su tamaño, y casi todos los aventureros podrían derrotar a uno de ellos.
Eso incluía a Paul.

"¡Uoooooooo!”

Paul cortó hacia delante con su espada, haciendo un grito.
El goblin saltó hacia atrás.
El monstruo miró a Paul y a los niños mientras permanecía fuera del alcance del joven aventurero.

"¡Haaaaaaah!"

Paul dio un corte lateral.
Sus espadas se chocaron la una contra la otra. El goblin tropezó por la fuerza del golpe de Paul.
Paul aún no era un aventurero formado completamente, así que su esgrima no estaba pulida.
Usaba toda su fuerza en cada golpe. Sin embargo, la tosca esgrima de Paul lentamente desgastó la resistencia del goblin.
Hasta los monstruos estaban hechos de carne y hueso.
La espada de Paul empezó a atinar al goblin.
Los movimientos del goblin que ya estaba sangrando lentamente se tornaron más torpes.

"¡Bien, ahora a acabarlo!"

Juzgando que estaba en su límite, Paul se preparó para dar el golpe final.

"¡Uooooooooo!"

Con un grito, atravesó el aire con su espada.

"¿¡Qué!?"

El goblin saltó a un lado. A pesar de sus heridas, pasó corriendo a Paul.

"¡Maldición!"

No se había dado cuenta de que había terminado alejándose bastante de la casa.

Había estado tan concentrado en perseguir al goblin y bañarlo con ataques que había olvidado quedarse cerca de la casa.
La criatura corrió con la última de sus fuerzas.
Fue directo hacia Leti y la chica avian.
Apuntó a presas más fáciles, dos chicas de aspecto indefenso.
Paul no pudo correr a tiempo, debido al retroceso del ataque anterior.

"¡Mierda!"

El goblin estaba a sólo unos metros de las chicas.
Levantó su espada oxidada mientras saltaba hacia ellas.
De repente, el goblin lanzó un fuerte chillido.
Finalmente había visto a Wynn delante de las chicas, con su espada de madera apuntando hacia arriba.
Justo cuando el monstruo saltó sobre ellas, Wynn apuñaló su garganta por el costado.
El goblin cayó al suelo.
Paul corrió y acabó con él, cortando su estómago desprotegido.