Yuusha-sama no Oshishou-sama

Capítulo 55 - Demonio (III)


“No. No dejaré sola a esta chica. Sé que es peligroso, pero no huiré.”

“Pero Laura, podrías salir lastimada.”

“Es un demonio, ¿sabe? Su objetivo es esta chica y nosotros los aventureros. ¡No debería involucrarse en esto también!”

A pesar de las súplicas de Paul y Louis, Laura se negó a ceder. Viendo cuán fuertemente abrazaba a Evelina, Oort adivinó que ella se había encariñado con la chica avian. Oort examinó su brazo izquierdo, que había sido curado con magia, mientras escuchaba la discusión que se desarrollaba frente a la casa.

“Parece que tu brazo herido estará bien.”

“Sí, gracias.”

Oort se volvió hacia el joven sonriente, vestido con túnicas de mago. Era el único mago entre los caballeros que fueron enviados aquí. El amuleto dorado grabado con un pentagrama colgado del cuello era signo de su condición de mago de la corte imperial.

“Me alegro de que se haya curado bien.”

Oort se volvió hacia las tres personas que estaban discutiendo.

“Parece que no pudieron persuadirla.”

“Sí, eso parece.”

Después de darse por vencidos, Paul y Louis se alejaron desanimados, dejando a Laura de pie allí desafiante.

“Bueno, supongo que una niña tan joven se habría interpuesto en el camino durante el combate, así que necesitábamos a alguien que cuidara de ella de todos modos. Pero no podemos garantizar su seguridad.” El mago miró a Laura y silenciosamente chasqueó la lengua.

“Qué sorprendente. Creí que los Magos Imperiales eran unos esnobs orgullosos. No creí que admitieras la posibilidad de fracasar.”

“Jaja, buena esa. Pero entre nosotros...” El mago bajó la voz y dijo: “Los que son enviados a la batalla no son precisamente de alto rango. Somos esencialmente plebeyos. Bueno, hay excepciones, pero...”

“Ya veo.”

El mago llevó a Oort a las llanuras con hierbas adyacentes a los campos de Laura. Estaban planeando luchar contra el demonio en las llanuras para minimizar cualquier daño al área circundante. Mientras caminaban uno al lado del otro, Oort sintió varias miradas sobre él. Las miradas venían de los cinco caballeros que vigilaban las llanuras. Al recibir las noticias de Oort sobre el demonio, el Gremio de Aventureros inmediatamente pidió ayuda a la Orden de Caballeros. Pero sus únicos refuerzos eran sólo cinco caballeros y un joven mago.

¡Espera un momento! Te enfrentas a un demonio, ¿verdad? ¿En qué estaban pensando, enviando a tan poca gente? Gritó Lilia, la recepcionista, cuando se enteró.

Oort preguntó indeciso, “...¿Crees que tenemos suficiente gente para ganar?”

“Supongo que sería genial si pudiéramos ganar sólo siendo nosotros,” respondió el mago con una expresión de preocupación.

Los demonios que servían bajo las órdenes del rey demonio eran divididos en tres clases basadas en la fuerza. Los duques, marqueses y condes demonio eran los demonios más fuertes. Los Vizcondes y los Barones Demonio formaban la segunda clase, mientras que los Caballeros y Soldados Demonio eran la tercera clase. Los demonios que tenían un rango de Conde o superior poseían sus propios nombres. Cuanto más alto era su rango, más fuerte era el demonio. Una vez, hace mucho tiempo, un Duque Demonio apareció y llevó a una próspera civilización a la ruina.

En la actualidad, quinientos años después, la frontera entre los humanos y los demonios había alcanzado el país justo al noroeste de Lemmroussell. A pesar de ello, las únicas personas en el Imperio que se sentían en crisis eran las que vivían cerca de la frontera noroeste y los soldados en el frente. Para los que estaban en el corazón del imperio, era sólo una cuestión remota a nivel de lucha contra monstruos aleatorios. Sin haber sentido nunca las llamas de la guerra, el Imperio decidió que era suficiente con enviar unos pocos caballeros al frente cuando se les pedía que apoyaran el esfuerzo de la guerra continental.

“Bueno, esto es lo que piensan los superiores. Los demonios no aparecen al azar, ni siquiera en el frente de batalla, así que tu información debe ser defectuosa. Prestaron más atención al hecho de que el demonio parecía un kobold gigante que al hecho de que el demonio tenía el nombre de Véldaroth. Este caso no tiene precedentes, así que no es de extrañar que no te hayan creído,” Se encogió de hombros el mago, chasqueando su lengua unas cuantas veces más. Oort adivinó que el chasquido con la lengua era un hábito.

“Puede que no seamos para tanto, pero por mucho que no queramos, lo daremos todo.”

“Estaremos contando con ustedes.”

Los dos hombres miraban como el sol se ponía sobre el horizonte. El cielo estaba teñido de rojo sangre. El plazo de tres días había terminado, y la tercera noche se acercaba.

El sol se había puesto y había anochecido.

“Onii-chan...”

Los aventureros que se encontraban a poca distancia de los caballeros fueron los primeros en darse cuenta de la perturbación. Laura abrazó con fuerza a Evelina en su pecho. Habían decidido que debían venir, ya que de todos modos habrían estado en peligro, incluso si se hubieran quedado en la casa. La mirada de Leti estaba fijada en una sola esquina de los campos. Se aferró firmemente a Wynn. Había una sombra negra en esa esquina.

“¿Qué demonios? ¿Sólo hay esta cantidad de ustedes?” Véldaroth se mofó mientras su cuerpo se materializaba de la sombra.

“¡Eso no es un kobold!”

“Eso es un demonio.... ¡Definitivamente no es un kobold!”

“¡Malditos superiores! ¡Es porque no leyeron el informe!”

Wynn podía oír los gemidos de los caballeros delante de él.

“Me subestimaron. Oigan, ¿están seguros de que entendieron que esto iba a ser una pelea por su vida? No voy a dejar que ninguno de ustedes se vaya, ¿saben?” Ignorando a los caballeros en pánico que tenía delante, Véldaroth dictó una sentencia de muerte a los aventureros que estaban detrás de él. La misma presión sofocante de su último encuentro envolvió a los aventureros. Los caballeros que estaban entre ellos no se libraron de su aura intimidante. Un miedo escalofriante penetró en todos los presentes, haciendo que se estremecieran.

“Esto es...”

¿Esto es todo? ¿Acabó sólo con su sed de sangre? Oort levantó su escudo como si tratara de protegerse de la presión intimidante. Miró a Leti a su lado. La chica estaba acurrucada, escondida detrás de la espalda de Wynn.

¿También sintió la misma sed de sangre la última vez? A Oort le impresionó la fortaleza mental de la chica. Una persona de mente más débil ya habría perdido el conocimiento. Aunque los caballeros y aventureros endurecidos por la batalla habían retrocedido, aún estaban conscientes. Oort notó que Laura tampoco había sucumbido a la presión. Continuaba abrazando fuertemente a Evelina, soportando esa temible sed de sangre. Sin embargo, aguantar era todo lo que podían hacer. Todo el mundo, incluidos los caballeros, estaban pegados al suelo, apenas capaz de evitar que se sintieran abrumados.

Todos, excepto uno.

Oort vio por el rabillo del ojo que algo se movía. Wynn se adelantó, desenvainando su espada para apuntar a Véldaroth.

“...a-alguien como tú... ¡No hay forma de que ganes!” Declaró audazmente, con la cara roja mientras protegía a Leti detrás de él. Sus palabras liberaron a todos los demás del hechizo de Véldaroth.

“¡Tch! ¡El enemigo es un demonio! ¡Nos hemos preparado para esto! ¡Desenvainen sus espadas! Muévanse según el plan,” ordenó el mago, dirigiendo a los caballeros.

“¡Busco la fuerza!” Los caballeros recitaron al unísono, y sus cuerpos fueron envueltos en luz.

“¡Oh, hielo congelado, toma forma!” Recitó uno de los caballeros, y se formó hielo a los pies de Véldaroth. Al mismo tiempo, una espiga brotó del suelo y apuñaló el pecho de Véldaroth. La punta afilada habría penetrado a través de un humano normal con facilidad.

“¡¡¡¡Grrrah!!!!” Véldaroth sacudió el mismo palo gigante que tenía la última vez. La lanza formada mágicamente fue hecha pedazos, enviando fragmentos al aire. Los tres caballeros que no estaban recitando se acercaron. Sus espadas impregnadas de maná cortaban arcos de plata entre los escombros.

“¡¿No hubo impacto?!”

“¡Oigan, aquí arriba!” Véldaroth había dado un gran salto hacia el aire, y luego su palo se movió sobre los tres caballeros. Hubo un sonido de impacto cuando el palo se estrelló contra sus escudos.

“¡Lo bloquearon!” Exclamó sorprendido Oort. Los caballeros pudieron soportar el golpe que a él le había roto el brazo izquierdo. Véldaroth fue golpeado por el retroceso del golpe, y trató de recuperar el equilibrio.

“¡Oh Lustre de Acero! Rompe el vacío con mil espadas,” gritó el mago cuando reunió suficiente maná. Véldaroth se puso en posición defensiva cuando aparecieron innumerables fragmentos metálicos brillantes y llovieron sobre él.

“Whoa....” La voz asombrada de alguien llegó a los oídos de Wynn mientras observaba la batalla sin aliento. Leti también estaba tímidamente observando el desarrollo de la batalla a sus espaldas.

¡Tan fuerte! ¡Increíble! ¡Genial! ¡Los caballeros que tanto admiraba Wynn ahora estaban peleando ante sus ojos! Su corazón danzaba. El ataque que los aventureros no habían podido soportar no abrumó a los caballeros. En su lugar, incluso habían sido capaces de repeler un golpe tan fuerte.

“¡Lo sabía! “¡Los caballeros son realmente los más fuertes!” Wynn se jactaba ante Leti, incapaz de contener su emoción. “¡Tan increíble! ¡Quiero ser como ellos!”

Lanzas de fuego, viento y tierra tomaron forma y volaron hacia el demonio una tras otra. En la oscuridad, se podían ver destellos plateados de maná alrededor de Véldaroth. Cada vez que Véldaroth se movía para atacar, el mago le lanzaba un fuerte hechizo ofensivo. Después de cada hechizo, los caballeros seguían inmediatamente con un ataque. Su coordinación era impecable.

“¡Pero Onii-chan, un sentimiento aterrador está viniendo de esa persona perro!” Leti susurró, su voz temblaba mientras miraba a Wynn con temor.

“¿Eh?” Wynn apenas tuvo tiempo de comprender la advertencia de Leti antes de que la situación empeorara.

“¡Whoa!”

De repente, el brazo izquierdo de Véldaroth salió disparado de la cortina de humo creada por las bolas de fuego, y agarró la cabeza de uno de los caballeros.

“¡E-Espera!” Por miedo a golpear a su camarada, el aluvión de magia se detuvo por un momento.

Crujido.

El otro brazo de Véldaroth se hundió en el pecho del pobre caballero. Con un grito de sorpresa, todas las fuerzas dejaron el cuerpo del caballero moribundo, que luego fue arrojado a un lado. Véldaroth miró a los otros caballeros. Saltaron hacia atrás para ganar algo de distancia, sus piernas reforzadas les permitían moverse más rápidamente. Para cualquier humano normal, habrían parecido desaparecer, pero Véldaroth fácilmente alcanzó a los caballeros.

“¡Son demasiado lentos!” Gritó Véldaroth mientras su pierna pasaba por el aire. Se escuchó un crujido audible cuando la pierna del demonio se encontró con la cabeza de otro caballero. Su cuerpo voló por el aire, tan flácido como un muñeco de trapo.

Véldaroth parecía estar completamente ileso a pesar de los ataques que acababa de soportar. Mostró los dientes y luego se rió a carcajadas: “¡Oigan, estaba recién empezando!”

“Eliza, impregna nuestras armas de maná,” Ordenó Oort en voz baja con un susurro. No se rendiría sin pelear. Con un ruido sordo, otro caballero fue asesinado, su cuerpo fue lanzado por los aires, sus extremidades se separaron.

Eliza acababa de empezar a recitar cuando oyó un grito.

“EeeaaaaAAAAAAAAAAAAAAA!”

“¡Oye, Wynn!”

Wynn atacó directamente a Véldaroth.

“¡¿Qué?!” El mago imperial se estremeció y luego intentó detener a Wynn, pero no pudo hacerlo a tiempo.

“¡Oye! ¡No puedes vencerlo con una espada normal! ‘Oh, espada, sigue mi voluntad: ¡Imbuye la espada con mi poder!’” La espada de Wynn brilló con luz.

“Vaya, pero si es el mocoso del otro día. Así que quieres ser el primero en morir, ¿eh?” La cabeza de otro caballero salió volando, y Véldaroth se volvió para mirar al joven.

“Tch. No durará mucho, pero... ‘¡Oh magia, obedece mis órdenes! ¡Corre hacia él! ¡Muestra tu fuerza!’” Con otro chasquido de lengua, el mago lanzó otro hechizo. Wynn aceleró al instante. En un abrir y cerrar de ojos, llegó al pecho de Véldaroth. Wynn dio un corte diagonal. Sacando la espada, Wynn apuñaló al demonio. Véldaroth se torció de lado, esquivando el ataque.

“¡Bonitas habilidades! ¡Hubieras sido un gran espadachín si no me hubieras conocido!” Véldaroth bajó el puño y Wynn evitó por poco ser aplastado. Se agachó, dio un corte a los pies del demonio, y luego saltó hacia atrás. La luz granate salió de la boca de Véldaroth. Wynn zigzagueó mientras se retiraba.

“¡Maldición! No hay ninguna oportunidad para saltar...”

“¿No puedes hacer magia de refuerzo sobre nosotros también?”

“Tch. Podría si tuviera que hacerlo, pero no durará lo suficiente.”

“Pero, ese chico Wynn está...”

“Sí, yo también estoy sorprendido. Fue más efectivo en él de lo que pensaba, pero no durará para siempre.” El grupo de Oort había corrido hacia el mago, pero sólo podían rechinar los dientes con frustración, incapaces de intervenir. Wynn y Véldaroth estaban atrapados en una confrontación a alta velocidad. Chocaban, se separaban, y luego volvían a chocar de inmediato.

“¡No puedo lanzar un ataque mágico así!” Eliza interrumpió su hechizo, incapaz de proporcionar fuego de apoyo con seguridad.

“¡Quédate quieto, maldita sea!” Gruñó Véldaroth mientras disparaba una bola de luz tras otra. El ritmo de sus ataques se había vuelto cada vez más rápido. El hecho de que tuviera más problemas de los que esperaba lo irritaba. Una de las bolas de luz golpeó el suelo cerca de los pies de Wynn. Usó el impacto para conducirse hacia arriba. La fuerza de la explosión le permitió saltar más alto.

“¡Tch! ¡No está para nada bien! Aunque le dé un golpe, la magia que le he dado es demasiado débil,” se lamentaba el mago. Véldaroth levantó su brazo izquierdo, revestido con luz granate, y bloqueó el ataque de Wynn. La hoja de Wynn nunca llegó al cuerpo de Véldaroth. Con un solo golpe del brazo del demonio, Wynn fue mandado a volar por los aires. Cayó de pie, pero Véldaroth ya estaba encima de él. Una lluvia de puñetazos y patadas cayó sobre el chico. Wynn esquivó desesperadamente cada golpe, incapaz de encontrar una sola abertura para atacar. Cada vez que intentaba retroceder, Véldaroth cerraba la distancia.

“Se acabó.... La magia de fortalecimiento va a...” La luz blanca que cubría el cuerpo de Wynn se iba desvaneciendo poco a poco. Además, los ataques de Véldaroth estaban llenos de fintas, tratando de confundir a Wynn. Véldaroth dio una patada al costado izquierdo de Wynn. Wynn sostuvo su espada verticalmente, su brazo izquierdo se apoyó en la parte plana de la hoja, intentando resistir la fuerza de la patada.

“¿No puedes lanzar otro hechizo de fortalecimiento?”

“¡Tch! Sólo alguien con más poder mágico que yo puede sobrescribir mi hechizo mientras aún está en efecto,” Volvió a chasquear el mago mientras respondía a la desesperada pregunta de Oort.

“¡Mierda! No podemos hacer nada,” maldijo Louis. Paul apretó los puños hasta el punto de sangrar.

De repente, todos escucharon un hechizo que se sentía fuera de lugar, dada la tensa situación. “¡¿Qué demonios?!” exclamaron los aventureros mientras se daban la vuelta.

“¡No hay manera de que Onii-chan pierda!” La fuente del hechizo era Leti. En el aire detrás de ella brillaban varios círculos mágicos. Una luz cegadora salía del cuerpo de Wynn.

Mientras se aferraba a Evelina, Laura notó algo extraño en la otra chica, Leti. Todo lo que hacía era mirar la pelea entre Wynn y Véldaroth. Antes de que Wynn se lanzara a la batalla, había estado observando tímidamente a los caballeros luchar a sus espaldas. Cuando los caballeros comenzaron a ser cruelmente masacrados, Laura había cubierto los ojos de Evelina al cerrar los suyos. Pero ahora, ella seguía mirando fijamente mientras la lucha continuaba.

¿Se volvió loca de miedo? Se preguntaba Laura. Después de un rato, un leve sonido dejó los diminutos labios de Leti. Laura pensó que el sonido provenía del canto de los pájaros, pero al forzar sus oídos, podía escuchar una canción clara y angelical. Laura instintivamente se acercó a abrazar a Leti también.

Antes de que su mano llegara a la niña, una ráfaga de viento alejó la mano de Laura. Golpeada por el viento, Laura entrecerró los ojos, intentando no perder de vista a Leti. Se formaron innumerables patrones circulares de luces alrededor de Leti. El mago lo había reconocido como un círculo mágico.

“...de ninguna manera...” Leti dejó de recitar para susurrar algo.

“¿Eh?” Laura apenas podía oír su voz por encima del vendaval.

“¡No hay manera de que Onii-chan pierda!” La segunda vez lo escuchó claramente. La asustada Leti se había ido. Su voz resonó por las llanuras, y parecía como si pudiese alcanzar a Wynn luchando en la distancia. Al mismo tiempo, el cuerpo de Wynn brillaba más.

“¿Mi magia está siendo sobrescrita?,” jadeó el mago, sorprendido.

“¿Fue esa mocosa?” Véldaroth también lo notó. Uno a uno, los círculos mágicos aparecieron a su alrededor. Con un movimiento casual de su mano, bolas de luz se dirigieron hacia Leti. Justo cuando su atención estaba totalmente centrada en Leti, ella gritó: “¡Derríbalo!”

La hoja de Wynn brilló más que nunca. Con una velocidad explosiva, se acercó y blandió su espada, cortando el brazo indefenso de Véldaroth.

“¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAARGH!!!” Rugió el demonio. Las espadas de los caballeros parecían débiles mondadientes comparados con la hoja de Wynn. Su brazo cortado se desmoronó en polvo.

“¡Grrrrrrrrrrrrrrrrrrrr!” Gruñó Véldaroth mientras miraba a Wynn, sus ojos ardían de furia y fuego infernal.

“¡¡¡¡ROAAAAR!!!!” Perdiéndose en la ira, Véldaroth soltó un rayo de luz, pero Wynn desapareció de su vista con una mancha borrosa. Incluso los aventureros que le observaban apenas pudieron seguir sus movimientos. Se sorprendieron de lo rápido que Wynn se había adaptado a sus habilidades físicas mejoradas. Sin dar en el blanco, el rayo de luz atravesó una colina cercana y se adentró en el bosque. Un momento después, hubo un estruendo.

Todo el mundo miró fijamente la gigantesca nube con forma de hongo, sin querer imaginar lo que habría pasado si ese rayo hubiera golpeado la capital. A diferencia de las bolas de luz de antes, ese rayo podría haber destruido toda la ciudad. Véldaroth estaba empezando a revelar su verdadera fuerza.

Desconfiado de tal poder destructivo, Wynn se acercó. Atacó con su espada horizontalmente, y luego la bajó desde arriba. Véldaroth no intentó bloquear el corte directamente esta vez. La luz del maná de Leti había afilado la espada de Wynn y podía fácilmente cortar al demonio. Encapsuló el resto de su brazo derecho en luz granate y le dio un puñetazo a la hoja de luz de Wynn. Cuando la luz granate chocó con el blanco, la hoja se detuvo. Las auras chocaron entre sí, negando el impacto de la colisión. Véldaroth trató de tomar distancia, moviéndose a una velocidad que superaba lo posible para cualquier humano. O debería haberlo sido. Sin embargo, Wynn siguió su ritmo.

Destellos de luz granate y blanca iluminaron el cielo nocturno mientras continuaban en duelo. El estancamiento continuó durante lo que parecía una eternidad. De repente, Véldaroth se agachó, tratando de hacer caer a Wynn con una barrida. El chico saltó de nuevo y esquivó. Viendo que el demonio estaba agachado, Wynn inmediatamente saltó hacia adelante para apuñalarlo. En ese momento, Véldaroth abrió la boca, luz granate convergió en ella.

¡Era una trampa! Pensaron los aventureros, el mago y el único caballero superviviente. El cuerpo ligeramente agachado de Véldaroth hacía que su cabeza pareciera indefensa, pero no era más que un señuelo para Wynn. No importaba lo fuerte que se había vuelto el cuerpo de Wynn, nadie podía esquivar en el aire. Un destello salvaje brilló en los ojos de Véldaroth. Tomando una decisión en una fracción de segundo, Wynn se acercó aún más con su espada. Cuando la hoja de luz blanca golpeó la luz granate, explotó. Wynn seguramente no podría evitar una explosión así desde esa distancia. Sin embargo, apareció de la explosión ileso, protegido por suaves plumas aparentemente hechas de luz.

Leti apartó los ojos de Wynn para mirar a Evelina. La niña avian estaba de pie, sus alas blancas y puras extendidas, sus ojos rojos brillando. Su cabello plateado ondeaba en el viento mientras tenía su mano derecha apuntando directamente a Wynn. Los avian eran una raza considerada casi divina, bendecida con la protección del espíritu del viento. Evelina había hecho un hechizo para darle una protección similar. Leti no sabía exactamente lo que había pasado. Todo lo que sabía era que Evelina había hecho algo. Por primera vez desde que se conocieron, Leti sonrió brevemente a la chica que tenía su misma edad antes de volver a Wynn.

A los ojos de Leti, nadie era más fuerte. Nadie era más noble. Nadie era más confiable. La niña observó cómo el niño levantaba la espada que había sido derribada por la explosión. La cabeza de Véldaroth había sido volada en la explosión, pero su cuerpo seguía de pie. La espada de Wynn había atravesado el cuerpo del demonio.