Isekai Monster Breeder
Al caer la noche.
Visité la habitación de Rúmil como
prometí.
El cuarto de Rúmil era uno de los
cuartos VIP en el último piso del Castillo del Rey Demonio.
Las únicas personas que pueden
limpiar este piso son los demonios que tienen la posición de “sirvienta
principal”, y a una sirvienta aprendiz como yo no se le permite poner un pie en
este piso sin un permiso especial.
“Fufu. Rust. Había ansiado que
vinieras.”
Rúmil me saludó en la habitación, llevando
una bata negra.
Si una mujer ordinaria lo usara, se
vería como una mirada de “quién es quién”. Pero Rúmil, que es alta y tiene una mirada
neutral, llevaba la bata negra sin ninguna molestia.*
(NT: No estoy para nada seguro de
esa línea.)
“Rust, ¿bebes vino?”
“…No. No soy mucho de beber.”
“Bien. Entonces te pondré un poco de
jugo de uva en su lugar.”
Rúmil sacó una botella de líquido
púrpura de la nevera y la vertió en una copa de cristal.
Es gracioso.
Me trata de una forma contraria a
como se trataría a una sirvienta.
“Por cierto, ¿por qué decidiste
unirte al Ejército del Rey Demonio?”
Rúmil dice eso mientras vierte el
jugo en una de las copas.
“En realidad, hace mucho tiempo que quería
conocer al Rey Demonio. Así que decidí unirme su Ejército con la esperanza de
tener una pequeña oportunidad.”
“…Ya veo. Es cierto que Iblís-sama
es a quien admiran todos los demonios. Entiendo tus sentimientos dolorosamente
bien.”
Bien.
Hasta ahora, la conversación ha
continuado como había supuesto de antemano.
No sé por qué, pero parece que a Rúmil
le gusto de forma sexual.
Si no, no me hubiera tocado el trasero
ni me hubiera llamado a su habitación cuando nos conocimos.
¡A esta operación la llamo “usar mis
armas de mujer a regañadientes”!
Después de eso, si logro utilizar a Rúmil
y conseguir que cumpla mi deseo egoísta de entrar en la sala del trono, tendré
la oportunidad de ayudar a Carolina.
“Um, Rúmil-san, usted ya ha conocido
al Rey Demonio, ¿verdad?”
“Así es. Iblís-sama y yo tenemos una
relación de 100 años.”
“¿Cómo podría uno reunirme con el Rey
Demonio?”
“Iblís-sama rara vez sale de la Sala
del Trono. Para entrar en ese lugar, necesitas este colgante que llevo puesto.”
Rúmil sacó el colgante de su escote.
Bien, es bueno saberlo.
Esta es una buena información.
Este patrón es el mismo que cuando
levanté la Magia de Ilusión que cubría el escondite de Kururu antes.
Para entrar en una zona protegida
por magia de ilución, se necesitan ciertos artículos.
“…Desde hace un rato sólo has
hablado de Iblís-sama. Él debe de gustarte mucho.”
“¡No-no! ¡Yo no diría eso!”
¡Oh, no!
¿Demasiadas preguntas la hicieron
sospechar de mi intención de ayudar a Carolina?
Los labios de Rúmil se movieron, y
parecía estar de un humor descaradamente infeliz.
“Teniéndome tan cerca y pensando en
ti… ¿No te acelera el pulso?”
“~~~~¡!”
La siguiente acción que tomó Rúmil
fue una que me hizo encoger.
No sé en qué estaba pensando ella,
pero de repente empujó mi cuerpo sobre la cama.
“Eeh… Eres muy linda.”
Espera.
¡Lengua! Hay una lengua ahíiii.
Mientras continuaba, Rúmil tomó mis
labios y exploró mi boca a su antojo.
Implacablemente. Con mucho cuidado.
Los dientes delanteros, los dientes
traseros, detrás de la lengua, en las encías.
Da vueltas su propia lengua.
“Hmm. ¡Hmm…!”
Aunque hice todo lo posible para
escapar de su restricción de alguna manera, el cuerpo de Rúmil no se movía, se
mantenía inamovible como el hierro.
Nuestras estadísticas de fuerza son demasiado
diferentes.
El apasionado beso de Rúmil, que
duró un minuto, fue tan poderoso como para congelar mis pensamientos.
“Tal como lo pensé, tienes un excelente
cuerpo.”
¿¡A dónde se fue mi ropa!?
Tal vez me la quitó mientras nos
besábamos y no me di cuenta por lo bien que lo hacía.
“Esta ropa interior… ¿Quizás estabas
esperando esto?”
Rúmil se ríe mientras me desabrocha
el sostén.
¡No, no! ¡Te equivocas!
Esta ropa interior erótica era un atuendo
apropiado para Rust, un castigo justo de mi parte por cometer fraude contra los
clientes del casino.
Qué frase, por supuesto, no había
manera de que pudiera decirla.
Ahora que lo pienso, me doy cuenta
de que la acosé sexualmente con una lógica que no tenía sentido.
“Voy a cuidar muy bien de ti esta noche.”
Mm. Espera.
¿Por qué iba a huir de Rúmil-san en
primer lugar?
Si la juzgamos sólo por su
apariencia, Rúmil es una mujer magníficamente hermosa.
Así es.
No me importaría tener algo de
acción yuri con una hermosa hermana mayor como Rúmil.
¿De qué debería dudar?
Acercarme a Rúmil también debería
ayudar a Carolina, que está atrapada en la Sala del Trono.
¿Qué tal si hago que Rúmil-san se
desmaye en la cama y luego le quito el colgante?
Esto me permitiría entrar en la sala
del trono sin importar las intenciones de Rúmil y salvar a Carolina de la
manera más rápida posible.
“¿Sí, sí…?”
Pero…
Las débiles esperanzas que tenía se
desmoronaron en cuanto Rúmil se quitó la bata.
¿¡Qué demonios es eso…!?
No sé el nombre, pero esa cosa del
tipo que se ve a menudo en mangas eróticos o algo así.
El pantalón que Rúmil-san llevaba
puesto tenía un maravilloso objeto inorgánico deformado adherido a él.
“Fufu. ¿Es la primera vez que ves
uno? Sabes, torturar a chicas guapas como tú con esto es para lo que vivo.”
¡No!
¡No, oh noooo!
La acción yuri que yo buscaba era la
del ambiente de chicas de instituto reuniéndose en la sala del club después de
la escuela para gemir y gritar… ¡no con esta cosa!
“Vamos. Abre tu mente, mi linda
gatita. Definitivamente te haré sentir mejor…”
Lo siento, Rust.
No creo ser capaz de proteger tu
cuerpo.
Esa noche, perdí mi virginidad.
Finalmente, ni siquiera pude
quitarle el colgante, lo que me hizo frustrarme.
…Yo no esperaba graduarme de mi virginidad de este
modo.
Después de que todo sucedió, fui dejado
solo en la cama, llorando.
0 Comentarios