Maestro de Nada

Capítulo 268 - Sintiéndose de nuevo como un recién llegado

 

Los goblins fueron masacrados rápidamente y luego nos tomamos un breve descanso.

 

“Bueno, somos un grupo de tres de rango A y una guardia de la ciudad veterana. Habría sido insondablemente vergonzoso que presentaran mucha resistencia.”

 

Murmuró Daniela mientras bebía agua de la botella que le había comprado. Tenía razón. Estar en guardia era bueno y todo, pero los goblins eran goblins. No podía ponerme nervioso por mucho que lo intentara. Y pensar que hubo un tiempo en que corrí por mi vida en el bosque de Fhiraldo…

Una vez que todos terminamos de saciar nuestra sed, comenzamos a caminar de nuevo. Aunque ahora había más árboles, seguían siendo cortos y delgados. Todavía no estábamos dentro del bosque. Estos árboles ni siquiera tenían frutos. ¿Y si fueran monstruos disfrazados…? No, si lo fueran, tendrían frutos para atraer a sus presas.

 

“Acabo de recordar algo que sucedió hace mucho tiempo…”

 

Daniela comenzó de repente mientras miraba al cielo. Daniela no solía hablar de su pasado, así que escuché con atención.

 

“Esto es cuando yo era guardia de una caravana de mercaderes, y teníamos que viajar a través de un bosque. Así que yo y otro aventurero nos adelantamos para asegurarnos de que no había monstruos ni bandidos en nuestra ruta. Mientras caminábamos, miré hacia arriba y había una rama con fruta colgando.”

“¡Ah, la bendición del bosque!”

“Sí, parecía bastante deliciosa. El hombre que me acompañaba también la vio y enseguida preguntó si podía tomarla. No esperó a que le respondiera y fue corriendo directamente hacia el árbol.”

 

Este tipo no parecía muy inteligente. Cualquiera que fuera tan precavido como yo no se habría acercado a él.

 

“Entonces, ¿qué pasó?”

“Era un árbol monstruo.”

“¡Qué!”

“Ahh.”

“Ya veo.”

 

Lemon. Yo. La gerente.

 

“Sí, el tronco del árbol se abrió de repente… Filas y filas de dientes afilados como cuchillas desgarraron el torso del hombre al ser atrapado. Yo no tenía tanta experiencia entonces, y me entró el pánico. Saqué mi arco y solté una flecha. Lo más divertido fue que se le clavó en el trasero.”

 

Daniela era la única que se reía. Dudaba de que fuera muy divertido para ese tipo también…

 

“El hombre se sorprendió tanto que empezó a sacudirse locamente. Y eso acabó ayudándole a escapar de las garras del árbol. Después pude calmarme y ocuparme de él. Así que ya ven, mi flecha salvó la vida de ese hombre…”

“Esa es una historia terrible…”

“Asagi, puedes confiar en mí si alguna vez te encuentras en una situación similar. Aunque, no puedo prometer que salgas de ella con el mismo número de agujeros en el culo.”

“¡No te atreverías!”

 

Esperaba una historia que me enseñara algo útil… Pero bueno, Lemon y la Gerente se reían, así que supongo que sirvió para crear un ambiente tranquilo. Hmm. Y ahora que lo pienso, al menos sabía que debía desconfiar de los árboles con frutos… Parecía un poco forzado, pero tomaría esa lección.

 

□ □ □ □

 

Justo cuando el sol empezaba a caer, el bosque apareció a la vista. En este punto, nos habíamos encontrado con goblins, lobos de hierba y otros monstruos débiles. Daniela había sugerido que el desastre del laberinto había provocado una pausa en el tráfico, lo que a su vez significaba que los monstruos estaban ampliando su área de actividad. Pero incluso con el desastre, seguía habiendo gente que viajaba a Reserentrible. Los aventureros lo veían como una oportunidad para hacerse un nombre. Los comerciantes estaban dispuestos a enfrentarse a los peligros por la oportunidad de negocio. Así que, aunque puede que hubiera más monstruos que antes, no era por mucho… creo.

 

Elegimos un lugar en la cima de una pequeña colina para acampar. Nos daba una buena vista del bosque. Por supuesto, nos haría bastante visibles para los demás, pero… al menos podríamos verlos a ellos también. Usamos la tienda de campaña en forma de cúpula que había traído Daniela, y la gerente usó su propia tienda. La primera tienda de campaña que compró Daniela había salido volando por el Dragón de Viento… y por eso consiguió una nueva. Ese incidente me hizo sentir que debía tener una tienda de repuesto, pero no fui capaz de encontrar otra que me gustara. Aun así, compré una tienda de campaña triangular sencilla, porque no quería depender únicamente de la de Daniela… pero era algo pequeña para dos personas.

 

Observé cómo los demás montaban las tiendas de campaña con una gran facilidad. Al mismo tiempo, saqué un poco de leña de la bolsa hueca.

 

“Parece que tienes todo lo que podrías necesitar ahí, señor Asagi.”

“Sólo tengo lo que necesitamos. Excepto…”

“¿Excepto?”

“Amigos.”

“…”

 

Disfruté de su rara reacción de desánimo mientras alineaba la leña y utilizaba una herramienta de encendido para encender una rama de árbol. Luego la puse en el montón de leña y utilicé mi capa para abanicarla hasta que pude ver que se había prendido en llamas. Las llamas se extendieron lentamente hasta que tuve una magnífica hoguera frente a mí. Ahora, a cocinar una comida fácil. Mientras sacaba un surtido de ingredientes de la bolsa, Lemon me habló con voz fría y se ofreció a ayudar.

 

“Muy bien, puedes pelar estas patatas entonces. Cuando termines, sólo échalas en ese bol.”

“Entendido.”

 

Estaba pensando en un guiso. Además, probablemente sería muy nostálgico para la gerente.

En cuanto a cómo hacerlo… la señora de la tienda me enseñó. Aunque nunca había hecho salsa blanca, así que me daba un poco de miedo. Pero seguramente saldría bien. La haría con mantequilla, harina y leche.

 

“Gah… me duele la muñeca.”

 

Fue sorprendentemente fácil al seguir las instrucciones. Sin embargo, ahora me dolía la muñeca…

 

“Las pelé todas.”

“Muy bien. Ahora corta la carne y fríela. Yo haré las verduras mientras tanto.”

“Entendido.”

 

Era mucho más fácil cuando tenías a alguien que te ayudaba. No es que Daniela nunca me haya ayudado. Eso no es lo que estoy diciendo en absoluto…

Lemon cortaba la carne y la freía a mi lado. Cuando la carne se cocinó en su punto, eché las verduras. Mientras ella las freía, yo removía la salsa blanca y miraba a mi alrededor para ver dónde habían ido Daniela y la gerente. Las dos estaban subiendo la colina hacia donde estábamos.

 

“No había monstruos cerca. Y colocamos las herramientas de la barrera.”

“Gracias. La cena tardará un poco más, así que tendrán que esperar.”

“Hmm, muy bien.”

 

Daniela se dirigió a nuestra tienda. La gerente observó mientras cocinábamos.

 

“Estofado, ¿eh? Nunca he comido eso fuera.”

“¿Pero lo has comido en este mundo?”

“Sí. En un comedor.”

“Claro.”

 

En realidad, era bastante común.

 

“Es uno de mis favoritos. Así que no puedo esperar más.”

“Deberías.”

“Sí…”

 

La gerente asintió y luego se dirigió a la tienda de Daniela. Esa atmósfera de Yuri…

Justo entonces, Lemon me tocó en el hombro.

 

“¿Qué hago ahora?”

“¿Hmm? Ah, vamos a usar algunas acciones secretas.”

“Ohh…”

 

Saqué un poco de caldo de pollo que había hecho en un viaje anterior. Lemon parecía asombrada al ver el líquido dorado, pero realmente no era nada especial. Vertí un frasco en la olla. Luego metí las patatas y subí el fuego. Ahora, casi habíamos terminado. Así que Lemon y yo nos quedamos mirando el fuego mientras de vez en cuando sacaba la espuma de la superficie.

 

“Aun así… Este es un grupo interesante para viajar juntos.”

“Sí… Fue divertido ver el torneo con ustedes dos. Pero no esperaba que la señorita Rindo se uniera a nosotros. Y ahora estamos viajando… A veces, no me siento digna.”

“Por supuesto que lo eres. Y me alegro de que estés aquí con nosotros.”

“¡Es muy amable de tu parte decir eso!”

 

Dijo ella riendo. Supongo que se sentía mal por ser la única que era nueva como aventurera. Pero eso era un error.

 

Yo era el recién llegado al grupo. Lemon tenía años de experiencia luchando contra monstruos. La gerente también había viajado una gran distancia y había conocido a mucha gente. Y luego estaba Daniela.

Por otro lado, yo no tenía mucha experiencia luchando contra humanos o monstruos. Sólo era de rango A debido a los poderes prestados. Entonces, ¿quién era realmente el recién llegado? Lemon debería estar orgullosa de su posición.

 

Por supuesto, no dije nada de eso. Me limité a remover la salsa con mi cucharón de madera.

Quizá lo que más necesitaba era valor. Tenía un largo camino por recorrer.


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