Maestro de Nada

Capítulo 297 - Misterio interminable

 

Pasaron dos días. Pude moverme decentemente desde ayer por la mañana, pero Daniela insistió en que descansara un poco más, para estar seguro. Y ella no aceptaba un no por respuesta, y así lo hice.

Sin embargo, fue gracias a ese descanso que ahora podía correr. Sí, correr.

Pero el problema era si podía o no usar Ojos del Dios Lobo.

“Uhh… grr…”

“¿No puedes?”

“Todavía hay un dolor punzante en la parte posterior de mis ojos…”

Por desgracia, dos días no habían sido suficientes para recuperar el uso de esa habilidad. Estaba claro por qué. Había utilizado Espada del Dios Lobo para matar al Caballero Goblin de la Reina. Esa habilidad se basaba principalmente en Aprendiz de Todo, Maestro de Nada, pero también utilizaba Ojos del Dios Lobo. Y toda la carga recaía en el cerebro. El dolor en mis nervios ópticos me gritaba.

“No uses tus ojos, Asagi.”

“Me gustaría no tener que hacerlo, Daniela. Pero si no hacemos algo, la ciudad será atacada.”

“Sí, pero la ciudad no será más segura si te dejas aplastar. Puede que no tengamos tiempo suficiente para que te recuperes completamente, pero no hay necesidad de caminar hacia las llamas cuando llevas una bomba.”

“…”

Eso era cierto, por supuesto. No podía discutir con ella. Y más que nada, podía sentir que estaba preocupada por mí. Y una vez que lo supe, me sentí impotente. Levanté las manos en señal de rendición.

“Siempre que lo sepas.”

“Entendido, compañera.”

“Así que no debes usar Ojos del Dios Lobo por un tiempo. Es útil, pero también bastante peligroso. ¿Entendido?”

“¡Ay!”

Recibí un golpe en la frente. Me froté el punto que dolía y que seguramente se estaba poniendo rojo. Maldita sea, eso dolía.

□ □ □ □

Salimos del pueblo, ahora completamente vacío, y nos dirigimos directamente al norte. Era la dirección de la que habían venido los goblins. Cuando extendí finamente Detección de Presencia en esa dirección, pude detectar vagamente gente. Así que estábamos en el camino correcto. Pero, de nuevo, estaba tan lejos que no estaba seguro de si lo que detectaba eran humanos o monstruos. En cualquier caso, no importaba, siempre y cuando los alcanzáramos. Si eran humanos, bien. Si eran monstruos, los mataríamos.

El tiempo era brillante y cálido hoy. Había estado nublado durante los dos días anteriores, y había nevado algunas veces, así que también esperaba que hiciera mal tiempo hoy. Incluso, los campos de nieve en los que todos habíamos luchado y perturbado, estaban planos de nuevo. Así que era difícil encontrar algún rastro de Adlus y los demás.

Me pregunté qué debíamos buscar exactamente mientras el sol brillante resplandecía sobre nosotros. Sin embargo, el viento seguía siendo frío. Menos mal que nos habíamos abrigado bien.

“Será fácil perderse así, ya que los dos vamos de blanco.”

“Pero eso es algo bueno. Además, podemos usar Detección de Presencia, así que no será un problema aun si nos separamos.”

Eso era cierto. Significaba que podríamos ser capaces de escondernos de los monstruos si era necesario.

Sin embargo, no había ningún monstruo a nuestro alrededor ahora. Sólo las vagas presencias del norte. Supongo que era por Adlus y los otros. Quería creer que estaban matando a todos los monstruos en su camino, y dejando un rastro seguro para nosotros.

Bueno, tenían muchos aventureros experimentados con ellos, así que los goblins no iban a retrasarles.

“Pero no hay garantía de que no haya otros monstruos fuertes. Quizás algo como el Caballero Goblin de la Reina.”

“Tendré que estar atento entonces… Pero espero que no haya otros.”

“…Sí.”

Se lo había contado todo a Daniela. Que el Caballero Goblin de la Reina había sido un humano reencarnado. Sin embargo, no fue capaz de luchar contra sus instintos. Pero murió como humano. Y por eso me quedé con su gran espada.

Daniela y yo hablamos mucho mientras descansábamos. Sobre la posibilidad de que los humanos reencarnen en monstruos. ¿Había otros por ahí? Por supuesto, muchas de estas cosas no tenían respuesta. Tal vez esa alma a la deriva sólo era humana, y entró por casualidad en un recipiente que era un monstruo. O eso, o era por un Nova. Las máquinas de pensamiento automatizadas que los antiguos elfos habían dejado.

Y luego estaba la pregunta más grande. La cuestión de si los seres anormalmente evolucionados eran el resultado de que los monstruos obtuvieran un alma humana y evolucionaran. Cuando viví en Fhiraldo, un anciano llamado Macbel me había hablado de los registros relativos a la investigación de los monstruos. Tales libros estaban prohibidos, pero uno de ellos contenía la siguiente frase: “…Probé a dar maná altamente concentrado a monstruos débiles, aunque la mayoría murió, en raras ocasiones, sobrevivían…”.

Por supuesto, una vez que empecé a pensar así, se hizo difícil saber qué creer. En cualquier caso, se hacía difícil creerlo por completo.

“Es difícil de creer que los monstruos elegidos para ser estudiados en la Capital Real tengan por casualidad almas humanas.”

“Entonces tal vez son tanto los monstruos frágiles como los monstruos con alma humana los que pueden convertirse en seres anormalmente evolucionados.”

Pero no había forma de averiguarlo. Y como me estaba cansando y empezando a sentirme un poco mal, terminamos la conversación ahí. Después de eso, decidimos dejar de lado el tema hasta que volviéramos a encontrar uno…

Por supuesto, saber que una vez fueron humanos cambiaba mi forma de verlos. Así que, en el futuro, supongo que tendría que preguntar: “Disculpa. ¿Fuiste antes humano?” ¿Habían sido Beowulf y Arturo humanos alguna vez? ¿Y el Kobold de Asalto y el Loup-garou? Sí, no tenía sentido pensar en eso ahora.

Tal vez podríamos llegar a un entendimiento de una manera que no implicara matarnos. Tal vez podríamos ayudarles a recordar lo que solían ser.

Pero si no… bueno, tendríamos que proteger nuestras propias vidas.

Diferentes pensamientos pasaron por mi mente mientras caminábamos. Entonces Daniela se detuvo de repente. Me di cuenta de que había estado caminando sin prestar mucha atención a mi entorno, y me giré frenéticamente. Pero Daniela no había sacado su espada ni su arco. La miré con expresión de desconcierto y ella se rio.

“Tienes la mala costumbre de pensar demasiado las cosas, Asagi.”

“¿Qué?”

“Estabas perdido en tus pensamientos hasta que me detuve. ¿No es así?”

Así que no era nada. Daniela sólo quería hacerme saber que lo estaba haciendo de nuevo. Bueno, podría haberme dicho directamente. Estaba un poco molesto.

“Lo siento…”

“Jaja. Pero no es algo del todo malo. Y me gusta cómo siempre piensas las cosas.”

“Ah. Oh…”

Ahora me sentía mal. Era imposible no ponerse un poco rojo ante este trato inesperado.

“Bueno, no dejes que tu temperatura suba demasiado. Te dolerá aún más cuando se enfríe.”

“Cállate. Es tu culpa, lo sabes. Idiota.”

Yo solía ponerme a la defensiva cuando estaba avergonzado. Pero Daniela no se daba por aludida. Siempre era yo quien se molestaba.

Fue en parte por esas distracciones que no alcanzamos a Adlus y los demás durante ese día. Descansamos muchas veces durante nuestra marcha a través de la nieve, y seguíamos en medio de los campos nevados para cuando el sol empezó a ponerse. Teníamos una idea general de dónde estaban, y Daniela sabía cómo navegar, así que no había posibilidad de perdernos. Aun así, caminar en medio de la noche era peligroso.

“Supongo que eso es todo por hoy.”

Me detuve y murmuré.

“No, deberíamos continuar un poco más. Quiero caminar hasta que el sol se haya puesto completamente.”

Sin embargo, Daniela quería continuar. Pero tampoco creía que fuéramos a llegar al bosque…

“Si vamos un poco más lejos, podríamos encontrar rastros del campamento de Adlus.”

“…Ah, cierto.”

Deben haber pasado por aquí también. Y en gran número.

Había estado considerando esperar hasta que el sol se pusiera, y luego hacer un iglú con la nieve. Probablemente también podría hacerlo con magia de hielo, pero quería evitar el agotamiento de la magia si era posible. Además, dudaba que pudiera hacerlo todo de una vez. Después de todo, todavía estaba herido. Tenía que tomármelo con calma.

Pero quizás Adlus y los demás habían hecho lo mismo. Sólo éramos dos personas. Pero ellos eran muchos. La carga de trabajo podría distribuirse y el tiempo de construcción sería mucho más corto.

“Son un grupo grande, lo que significa que probablemente se moverán lentamente. Incluso si siguieran avanzando hasta que fuera bastante tarde, dudo que hubieran avanzado mucho más que nosotros al anochecer. Así que si seguimos adelante…”

“Bien. Sí, estoy de acuerdo contigo.”

Era difícil imaginar que llegarían al bosque en un solo día… Él no correría ese riesgo. Después de todo, sabía que lo seguiríamos.

“Bueno, si es necesario, usaré magia de viento para quitar la nieve. Así que no te preocupes.”

“Te ayudaré.”

Ahora era capaz de usar Patas del Dios Lobo sin problemas. Sin embargo, todavía era posible que empezara a sentir dolor, como con mis ojos. Así que sólo lo usé como parte de mi rutina de rehabilitación. Dudaba que mover un poco de nieve me afectara mucho. Aun así, esta necesidad de precaución era la razón por la que no había utilizado Patas del Lobo del Bosque para viajar…

Continuamos caminando con descansos ocasionales durante otras dos horas. Entonces, tal como Daniela había predicho, descubrimos rastros del campamento de Adlus. Había iglús semienterrados en la nieve, y también encontramos rastros de una hoguera después de cavar un poco.

Había sido difícil de encontrar porque había dos días de nieve que lo cubrían todo. Pero el terreno era afortunadamente lo suficientemente plano como para mostrar las diferencias. Probablemente habría estado completamente oculto si hubiéramos llegado un día más tarde.

Suspiré con alivio. Apartamos parte de la nieve y nos instalamos para pasar la noche. Adlus había tenido la amabilidad de cerrar los iglús para que no entrara la nieve. Así pudimos utilizarlos y descansar.

El sol durante la fase de nieve helada descendió en poco tiempo. Y al igual que durante el día, no había nubes en el cielo nocturno. Era increíblemente hermoso.


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