El Maestro del Valiente

Capítulo 145 - Jade

 

“Bueno…”

 

Jade apartó la mirada de Neumann, que se había rendido, y se volvió hacia Wynn.

 

“¿Lo recuerdas? ¿La primera vez que tú y yo nos conocimos?”

“¿Cuando nos conocimos?”

 

La primera vez que Wynn y Jade se conocieron fue en la ceremonia de ingreso a la Escuela de Caballeros de Simurgh.

Jade calmó a los muchachos que se habían estado metiendo con Wynn y le estrechó la mano con una arrogante sonrisa.

Sin embargo, la sonrisa en su rostro era falsa. Sus ojos no sonreían, estaban llenos de arrogancia, y miraba a Wynn con desprecio.

Y entonces le dijo:

 

“La tradicional Escuela de Caballeros de Simurgh no es lugar para un plebeyo como tú. Deberías saber cuál es tu lugar.”

 

Jade dejó escapar un gran suspiro.

 

“Es una vergüenza que un plebeyo como tú asistiera a una escuela de caballeros tradicional y fuera mi compañero. Sólo eso me causa una gran humillación. Y encima, estás de pie en la sala de audiencias que debería estar reservada para personas de noble linaje.”

“Yo sólo quería ser un caballero. Y la gente que me rodea me dio el apoyo para serlo, y por eso ahora estoy frente a ti.”

 

Al escuchar la respuesta de Wynn, Jade bufó ligeramente.

 

“Ríndete, Jade. Tus caballeros no-muertos están siendo contenidos por la Guardia Real. Ningún otro de tus aliados vendrá hasta aquí.”

“Rendirme, eh. Eso es lo que dice el vencedor al derrotado. Pero mi ambición todavía no está aplastada del todo.”

“En este punto, ¿qué vas a…?”

“Uno a uno conmigo, Wynn.”

 

Jade sostuvo su escudo en la mano izquierda y su espada en la derecha.

 

“¿¡Un combate!?”

 

Wynn se sintió confundido cuando Jade puso la punta de su espada justo debajo de su nariz.

 

“Su excelencia Cliffdorf. Es usted libre de enfrentarse a Wynn-kun, pero incluso si gana, no habrá escape para usted ahora, ¿verdad?”

“¿Eso crees?”

 

Jade se rio de Kelvin, que entró en la habitación al final de la línea, que lo interrumpió con una actitud relajada.

 

“Kelvin, segundo al mando del escuadrón… un hombre que una vez sirvió como Coronel del General Zaunas.”

“Ahora solo soy un líder de escuadrón.”

“Mi ambición de convertirme en el gobernante del Imperio aparentemente termina aquí, pero todavía tengo otro objetivo.”

“¿Otro objetivo…?”

“¡Venganza contra el mismo imperio que tomó la vida de mi madre y su patria!”

 

En cuanto gritó, Jade lanzó un tajo a Wynn.

Las habilidades con la espada de Jade eran inferiores a las de Leticia, Raúl y Mito, con quienes Wynn había cruzado espadas en el pasado. Sin embargo, su espíritu no era inferior al de ellos.

La fuerza del brazo de Jade, potenciada por la magia, era mayor que la de Wynn, así que dio un paso atrás y esquivó la espada sin encontrarse con ella. A continuación, lanzó su propio ataque contra la base de la de Jade, con la esperanza de desarmarlo.

Jade no esquivó el tajo, sino que se interpuso en él.

Sostuvo el escudo de su brazo izquierdo frente a él para bloquear la espada de Wynn y empujó con todas sus fuerzas.

Jade, con su fuerza superior, envió a Wynn volando hacia atrás como si lo hubiera alcanzado una bala.

 

“¡Wynn!”

“¡Estoy bien!”

 

Le gritó a Locke, e inmediatamente preparó su espada.

 

“Es nostálgico, ¿no, plebeyo? Tú y yo nos vimos así una vez.”

“¿Te refieres a la primera vez que tuvimos un simulacro de batalla en la escuela de caballeros?”

“En ese combate, por primera vez en mi vida, experimenté la humillación de perder ante un extraño. ¡Déjame pagarte por eso!”

 

Jade volvió a apuntar su espada.

 

“¡Onii-chan!”

“¡No te metas en mi camino, Valiente!”

“¡Letty, no interfieras! ¡Me encargaré de él por mi cuenta!”

 

La espada de Jade fue rápidamente desviada y Wynn intentó cerrar la brecha entre ambos, pero Jade maniobró hábilmente su escudo lejos de Wynn para evitar que eso sucediera.

 

“Yo, que conozco la verdad del fuego, ¡golpea como una bala de fuego!”

 

También creó una serie de bolas de fuego cerca del techo y atacó a Wynn con ellas. Este abandonó la persecución y se apartó del camino del ataque.

Una vez más, Jade levantó el escudo de su brazo izquierdo hacia Wynn y su espada.

Los dos dejaron de moverse.

 

“¡Jade se ha… vuelto fuerte!”

 

En el momento en que la sofocante batalla se detuvo, Locke dejó escapar un gran suspiro y murmuró con una voz que no podía ocultar su sorpresa.

 

“Es cierto que Jade era el mejor estudiante de la escuela de caballeros…”

 

Siempre fue el mejor de su clase en la escuela de caballeros. Los demás pensaban que la actuación de Jade como caballero normal era una mezcla de favoritismo debido a su condición de hijo de un marqués, pero se dieron cuenta ahora de que no era así al ver la forma en que Jade luchaba.

Era cierto que podría haber habido cierto favoritismo, pero Jade era lo suficientemente capaz para ser de los mejores.

 

“¿Sorprendente, eh? Por supuesto que no sería derrotado tan fácilmente por un plebeyo.”

 

Jade escuchó el murmullo de Locke y le lanzó una mirada burlona.

 

“¿Tienes idea de cuánto tiempo he estado recordando el momento en que probé esa derrota? No he podido quitármela de la cabeza, incluso he visto esa espada en mis sueños.”

 

Jade apretó los dientes y dio un golpe con su escudo a Wynn. Fue como si todo su cuerpo se hubiera estrellado contra él. A continuación, sacó su espada de detrás de su escudo justo cuando Wynn se movió para esquivar, pero sólo le rozó el cabello.

 

“Maldición.”

 

Jade chasqueó la lengua suavemente.

Luego volvió a sostener su escudo frente a él y se enfrentó a Wynn de frente.

Leticia miró a Wynn con una expresión de preocupación en su rostro.

Cuando Kelvin vio ese perfil, se dio cuenta del verdadero objetivo de Jade.

 

Ya veo… a eso se refería.

 

Fue algo que escuchó Kelvin cuando compartía una comida con Royce.

Al parecer, Alfred le preguntó una vez a Royce qué debía hacer para ganarle a Leticia.

En ese momento, Royce respondió que no haría nada.

Si no hicieran nada, el Valiente acabaría muriendo, ya que era solo un ser humano.

También le reveló a Alfred lo que debía hacer si no podía esperar.

Pensaba que si la privabas del lugar donde se encontraba su corazón, eso la mataría mentalmente y le hacías creer que habías logrado tu verdadero propósito, entonces ella moriría sola, por suicidio o algo así.

Uno de los objetivos de Jade era vengarse del Imperio, y si todavía había una forma de cumplir su deseo en esta situación sin salida, era matar a Wynn en esta batalla.

En otras palabras, quitarle el corazón a Leticia.

Desde el punto de vista de Kelvin, Leticia dependía totalmente de Wynn.

Si mataba a Wynn, Jade sería asesinado por las manos de Leticia inmediatamente. Pero, ¿bastaría matar a Jade para detener la ira y el odio de Leticia?

La ira y el odio de Leticia, que arderían tan ferozmente porque perdería el lugar donde estaba su corazón, podrían dirigirse al imperio que causó la muerte de su amado.

Si eso ocurría, el imperio perecería sin más.

Cuando llegó a este pensamiento, a Kelvin le asaltó una idea escalofriante.

Sus ojos estrechos se abrieron de par en par y no pudo evitar mirar a Leticia, que observaba la situación del combate a su lado.

 

“No te preocupes, Onii-chan no perderá.”

 

En ese momento, Leticia murmuró como si leyera los pensamientos de Kelvin.

 

“Onii-chan no va a perder.”

“Cierto, Wynn-kun definitivamente ganará.”

 

Cornelia, que cruzó las manos en oración frente a su pecho, también murmuró.

Las dos chicas, quienes eran probablemente las mujeres nobles más importantes del imperio, tenían sus ojos enfocados únicamente en Wynn.

 

“Onii-chan, no puedes perder cuando dos chicas están aquí creyendo en tu victoria, ¿verdad?”

 

Como si respondiera al murmullo de Leticia, Wynn gritó con voz enérgica.

Luego pateó el suelo y se abalanzó hacia Jade.

 

“¡Qué planeas hacer cargando de frente!”

 

Jade trató de parar el tajo de Wynn con su escudo. Luego iba a sacar su espada como contraataque.

Comprobó la posición de la espada de Wynn, luego anticipó la trayectoria de la hoja que venía y colocó el escudo en su camino. Los movimientos de Jade eran fluidos y sin prisas. Durante este movimiento, la línea de visión de Jade fue bloqueada por el escudo que había movido durante una fracción de segundo.

Y entonces…

 

¿¡El plebeyo ya no está!?

 

Cuando su visión volvió al mover un poco el escudo, Jade había perdido de vista a Wynn.

Antes de que tuviera tiempo de pensar en buscarlo, la espada de Wynn salió bruscamente de su costado derecho y le atravesó el estómago.

 

“Ugh…”

 

Lo primero que pasó por su mente fue el dolor en su pecho, y un sabor a hierro se extendió por su boca. Entonces tosió un montón de sangre.

Tropezó hacia atrás uno o dos pasos, y utilizó su espada como bastón para frenar su caída, pero no fue muy efectivo y cayó de rodillas.

Tosió una y otra vez, y cada vez un coágulo de sangre manchaba la sala de audiencias.

 

“Otra… derrota para mí…”

“Jade…”

 

Murmurando en voz baja, Jade rodó sobre su espalda.

Pudo ver a Wynn mirándolo con una expresión de desconcierto.

 

“Tal vez… incluso mi padre… no gane. Plebeyo… no, Wynn… cierto. Con la disolución de la Alianza Continental Anti-Demonios… las naciones no tienen hacia dónde dirigir su poder. La guerra propaga la destrucción, pero también genera grandes cantidades de riqueza.”

“Oye, Jade. No hables.”

 

Cornelia se agachó junto a Wynn, que lo llamó, e intentó lanzar un hechizo de curación.

Pero Jade le agarró la mano y rechazó la magia curativa.

 

“Las naciones del mundo liberarán su poder una vez más… pero esta vez por riquezas. El mundo volverá a estar sumido en la guerra. El primero en llegar al Imperio será Petersia. Vendrán con un gran ejército antes de que las cicatrices de la reciente agitación se hayan curado… En ese momento, ¿cómo lucharemos con el agotado poder nacional del imperio…? Me muero por ver… cómo será…”

 

Tosiendo débilmente, Jade se rio, sus labios se torcieron en una pequeña sonrisa.

 

“Ma… Ma… dre…”

 

La voz era tan tenue que habría que acercar el oído a su boca para escucharla.

Esas fueron las últimas palabras de Jade.

 

◇◆◇◆◇

 

Jade, de quien se pensaba que era una de las cabezas de esta guerra civil, había dado su último aliento.

Mientras Wynn y los demás estaban más o menos conmocionados por el final de Jade, sólo había una persona que casi había sido olvidada por todos los presentes.

Era Neumann.

 

“¿Qué debo hacer…? ¿Qué debo hacer a partir de ahora…?”

 

No había nadie aquí que pudiera responder a esa pregunta.

Jade, que hasta ahora sólo lo había estado utilizando, pero que seguía diciéndole lo que debía hacer una vez tras otra, estaba muerto.

Ya no había nadie que le dijera a Neumann qué hacer.

Sin embargo, lo que Neumann sabía, incluso en su cabeza, era que, como la persona que había causado esta guerra civil, era llevado ante Alfred en este momento, definitivamente le darían muerte.

 

Sí… mi padre. Si pudiera hacer que mi padre intercediera, entonces…

 

Para Neumann, que había perdido su respaldo tras la muerte de Jade, lo último que podía hacer para salvar su vida era pedir a su padre Alexei, el emperador, que intercediera ante Alfred.

 

No es mi culpa. ¡Cierto! He sido engañado. Esta guerra civil comenzó porque me hicieron creer que Alfred era un doble. ¡No es mi culpa! ¡El que tiene la culpa es Jade von Cliffdorf, que me engañó! Eso es lo que le diré a tu padre, y eso es lo que él le dirá a Alfred. No es mi culpa. Si le digo eso lo entenderá.

 

Sin que Wynn y los demás, que seguían rodeando el cadáver de Jade, se dieran cuenta, se acercó cada vez más a la escalera donde se encontraba el trono.

Detrás del trono había un pasillo que llevaba a los aposentos del Emperador.

Sólo un número limitado de personas podía entrar en ellos.

La única que estaba capacitada para pasar por él era Cornelia.

 

De momento, le pediré a Padre que me esconda en sus aposentos. Si es sólo Cornelia, puedo manejarlo.

 

Eso es lo que pensó cuando subió las escaleras para salir de la sala.

 

“No des otro paso, Neumann. No tienes derecho a poner un pie en las escaleras del trono.”

 

Su voz grave pero poderosa resonó en toda la sala de audiencias.

¿Cuánto tiempo llevaba allí?

Neumann, y luego Wynn y los demás, levantaron la vista sorprendidos por la voz.

En el extremo más alejado de la sala de audiencias, en un trono decorado con oro y joyas, el decimoséptimo emperador del Imperio Lemmrousell, Alexei Lau Root Lemmrousell, estaba sentado mirándolos a todos.


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