Maestro de Nada
Capítulo 305 - Los recados de la capital imperial y el niñoAgradecí a la trabajadora del gremio una vez que llegamos a
la habitación y ella volvió a su mostrador. Tendría que hacer el resto solo.
Llamé tres veces y entonces sonó una voz al otro lado. El
Maestro del Gran Gremio. Sede de Vellefrost. Me sorprendió escuchar la voz de
una mujer.
“Entra.”
“Gracias. Soy un Aventurero. Asagi Kamiyashiro.”
“Sí, sí. Yo soy Laika. La Maestra del Gremio de la Capital
Imperial. Una elfa oscura, como puedes ver. Es un placer conocerte.”
Detrás de la puerta, la Maestra del Gremio estaba recostada
en un sofá de cuero. Como los elfos oscuros eran raros, no pude evitar que me
recordara a Eve.
“¿Pasa algo?”
“Uh… Oh, he venido a hacer un informe de la estampida. ¿Si
puedo?”
“Sí, escuchémoslo.”
Me hizo un gesto para que me sentara, así que me senté en el
mismo sofá y di un relato enérgico de lo que había ocurrido. Por supuesto, dejé
la identidad del Caballero Goblin de la Reina al margen.
“…Probablemente fue una coincidencia. Pero nacieron goblins con
una capacidad de reproducción extrema. Y eso los llevó a utilizar a los recién
nacidos como alimento.”
“Ya veo.”
“Y por eso decidimos matar a los goblins utilizados para la
cría como forma de cortar su suministro de alimentos. Sin embargo, nosotros también
tenemos un suministro limitado de alimentos. Como yo era el más rápido a pie,
me enviaron de vuelta a la ciudad para reabastecernos.”
“Hmm… ¿De dónde vas a sacar estos suministros?”
“Uno de los aventureros que están con nosotros tiene una
familia que posee una empresa comercial. Así que estoy pensando en comprar a
través de ellos.”
Me dirigiría a la Compañía Mistnas tan pronto como terminara
aquí. También le dije esto.
“Ya veo. Qué extraño es todo esto. En ese caso, también
apoyaremos este esfuerzo. Para ser sincera, pensé que enviar un grupo de Jades
sería más que suficiente para detener una estampida de goblins. Verás, los
estándares para los Aventureros son más altos en esta ciudad… Pero como las
cosas han resultado ser peores de lo que pensaba, es justo que actuemos.”
Era cierto que sus estándares eran altos en términos de
combate. Sin embargo, recuerdo haber visto los combates preliminares de rango B
durante el torneo y estar bastante… poco impresionado… Sin embargo, la
expedición actual me enseñó que había bastantes personas que estaban al mismo
nivel que esa lancera, Bandi Ree. Y eso era más que suficiente para un Jade.
Sin embargo, el enemigo había sido más fuerte de lo esperado. Había un ser
anormalmente evolucionado y los restos de una antigua ciudad élfica. Pero
también teníamos sorpresas de nuestro lado, supongo. Adlus, la Gerente, yo y
Daniela nos habíamos unido. El hecho de que eso fuera necesario para igualar el
campo de juego realmente demostraba el peligro de esta estampida.
“El gremio cubrirá los suministros. Haré un cheque.”
“¿De verdad?”
“Por supuesto. Fui yo la que subestimó a estos goblins. En
cierto modo, fue mi culpa, así que puedes considerar esto como una compensación
por ese error. Sin embargo… deben aniquilarlos por completo.”
Dijo con una mirada intensa. Tragué saliva.
“Lo entiendo. No dejaremos que se escape ni uno solo.”
“Bien.”
Laika se levantó y se dirigió a su escritorio, donde sacó
una hoja de un cajón y garabateó una cifra en ella. No podía ver cuánto…
Cuando terminó, volvió a sentarse en el sofá.
“Esto debería ser suficiente para cincuenta personas. Puedes
devolver el dinero que te sobre en el mostrador.”
“Gracias. ¿…Eh?”
Dije mientras aceptaba el cheque. “100 de oro”, decía.
“Esto es demasiado. ¿Qué cree que voy a comprar exactamente?”
“Comida, obviamente. Pero también, armas, armaduras y
cualquier material de acampada que necesites. Cosas que necesitarás más
adelante, quizás. Usa tu imaginación.”
“No tenía intención de…”
“Deben ser aniquilados como sea.”
“…”
No había nada que pudiera decir a eso. Preparar tu propia
comida y equipo eran partes básicas de ser un Aventurero. Era con esta
mentalidad que siempre me preparaba cuidadosamente antes de una misión. No me
gustaba depender de otros.
Sin embargo, esto era una emergencia. Había ocurrido algo
imprevisible. Este parecía ser el momento de callar y aceptar cualquier ayuda
que pudiéramos obtener…
“No hay necesidad de dudar. Ofrecer este apoyo está bien
dentro de mi autoridad como Maestra del Gremio.”
“…Entiendo.”
Lo aceptaría entonces. Además, los Aventureros éramos
empleados del gremio. Y por tanto debíamos obedecer las órdenes de nuestros
superiores.
“Bueno, ahora debo irme.”
“Ten cuidado, Asagi. Y envía a los demás mis saludos.”
“Sí.”
Me levanté, hice una reverencia y dejé atrás el salón.
Tendría que usar este dinero sabiamente…
□ □ □ □
Mis ojos se encontraron con los de la trabajadora del gremio
cuando volví al vestíbulo. Seguía pareciendo asustada, por lo que asentí de
forma tranquilizadora. Hmm. Parecía haber funcionado.
En cuanto al tipo que se interpuso en mi camino, parecía que
alguien le había explicado las cosas mientras yo no estaba, y por eso ahora estaba
callado. Estaba agradecido por eso… no necesitaba perder más tiempo aquí.
Siendo así, había algo que necesitaba decir, y me acerqué a él. Se estremeció
visiblemente.
“Siento lo de antes. Tenía prisa y tuve que reaccionar así.”
“…Yo también me equivoqué… Ten cuidado.”
Parecía un niño enfurruñado, pero me conmovió la
preocupación.
“Gracias. No te preocupes, protegeremos la ciudad.”
Dije mientras le daba una palmadita en el hombro. Y entonces
empecé a hacer ajustes en el plan que tenía en la cabeza mientras salía por las
puertas del gremio.
Primero, iría a la Compañía Mistnas a comprar provisiones.
Al parecer, también se ocupaban de la comida. Y mientras eso se preparaba,
podría ir a comprar armas y armaduras. No estaba muy seguro de qué armas o
armaduras comprar, así que me limitaría a comprar cosas que sirvieran para
todos los tamaños quizás. Espadas de una mano, escudos y flechas. La armadura
sería complicada, pero ya se me ocurriría algo.
Eso le daría a la compañía suficiente tiempo para
prepararse. Entonces podría poner todo en la bolsa hueca, descansar una noche,
y volver por la mañana. Sí. Era un buen plan. Podría conseguir todo lo que
necesitáramos sin hacerles esperar demasiado. Parecía que iba a salir bien.
□ □ □ □
Bueno, eso era lo que había pensado, pero el mundo no era tan
amable.
“¡Oye, no te muevas! ¡Eso es peligroso!”
“¿¡Qué-Quée!?”
Un chico estaba blandiendo su espada salvajemente mientras
un goblin parecía frenético. Como ambos estaban blandiendo sus espadas, no pude
acercarme. Trágicamente, el goblin parecía ser el más experimentado de los dos.
“¿Ah?”
Hubo un agudo sonido metálico, y la espada salió volando de
la mano del chico y cayó en la nieve. La cara del goblin se retorció de triunfo
mientras levantaba la espada para un último ataque.
“¡Ahhh!”
Pero esto era una buena noticia para mí. Era más fácil
lidiar con una espada agitándose en el aire. En un instante, me moví entre el chico
caído y el goblin. Y así, mi espada separó su cabeza de su cuerpo.
“Hah…”
A pesar de ser sólo un goblin, me sentía muy cansado.
Maldita sea. El esclavo de un Dios Lobo debería ser más duro que eso.
“Vete a casa. Estás demasiado verde para esto.”
“¡No! ¡Yo también quiero proteger la aldea!”
“…”
Esto sucedió tan pronto como dejé la ciudad. ¿Podría haber
algo más molesto? Era ridículo.
□ □ □ □
“Sí, como usted dice.”
“Gracias. Muy bien, voy a estar de vuelta en la noche.”
“Por supuesto. Estaremos esperando.”
Tuve que reprimir un suspiro mientras terminaba de negociar
y salía de la tienda. No era algo a lo que pudiera acostumbrarme. Y ni siquiera
era tan grave. Después de todo, tenía la carta de Silket y el todopoderoso
cheque de la Maestra del Gremio. Aun así, los negocios eran negocios. No eran
para mí.
Había ido directamente a la tienda después de dejar el
gremio. No tardé en ver el letrero de la “Compañía Mistnas”. No se podía pasar
por alto. El tamaño inesperado del edificio era una de las razones por las que
me sentía incómodo. Era como mínimo el doble de grande que las otras tiendas de
la zona.
En cuanto al interior, era bonito, pero también de gusto
sencillo. Quizás se podría describir como refinado. En cualquier caso, siempre
me he sentido fuera de lugar en este tipo de establecimientos.
Por suerte, fueron muy amables cuando me acerqué a ellos.
Les mostré la carta y me llevaron a la parte de atrás para que pudiera conocer
al dueño, Marcera Silket.
Les dije que Silket estaba a salvo y les di un breve informe
de lo que había sucedido. Y luego hice la petición de suministros. Todo esto
habría llevado mucho más tiempo sin la recomendación.
Estaba agradecido por Silket y la Maestra del Gremio. Las
cosas se desarrollaron sin problemas y concluyeron sin ningún inconveniente.
Utilicé el cheque para pagar y metí el resto en la bolsa
hueca. El señor Marcera parecía preocupado por la seguridad de Silket al
principio, pero le aseguré que estaba bien. Además, estaba en buena compañía.
“…Hah. Eso ha sido agotador… Creo que primero voy a comer
algo.”
Me sentía mal por los que estaban en primera línea, pero
tenía hambre. Así que encontré un lugar donde parar a comer. Como había pasado
mucho tiempo, el pastel de carne y la sopa de chile estaban especialmente
deliciosos.
Después, tenía que ir a comprar armas y armaduras. El
distrito de la herrería estaba justo al final de la calle del distrito de la
comida. Recorrí las diferentes tiendas mientras el sonido del metal golpeando
sonaba en mis oídos. La primera tienda a la que fui me pareció sospechosa en
cuanto a la calidad, así que me di la vuelta y salí de allí. Acabé entrando en
bastantes sitios y eligiendo cosas que parecían buenas.
“Eso debería ser suficiente…”
Miré mi memo para asegurarme de que había comprado lo
suficiente. Lo era. Espadas, escudos y flechas.
Había una gran variedad de flechas. Algunas tenían piedras
de mineral dentro de las puntas de las flechas. Las que tenían el atributo de
fuego quemaban a los enemigos y las que tenían el atributo de agua los hacían
retroceder. El hielo los congelaba y la tierra convertía la flecha en una lanza
de piedra. El trueno paralizaba y el viento aumentaba la velocidad.
Compré muchas de estas flechas y las metí en la bolsa. Los
arqueros deberían estar contentos, al menos. Aunque no vi ninguna flecha con el
atributo de dimensión.
Cuando terminé de comprar, miré el cheque que me había dado la
Maestra del Gremio. Sólo quedaban diez piezas de oro. Tal vez me había vuelto
demasiado loco con esas flechas… Aunque era libre de gastarlo, probablemente
debería haber sido un poco más cuidadoso. Y así, con un sentimiento de ligero
arrepentimiento, regresé a la Compañía Mistnas.
Había cajas de madera apiladas formando una montaña cerca de
la entrada. Todas llevaban la marca Mistnas y su contenido estaba escrito en
ellas. El primero que revisé era… carne.
“Gracias a esta bolsa hueca de la que nos hablaste, hemos
podido reunir mucha comida sin preocuparnos de que se estropee.”
Dijo alguien mientras miraba las cajas. Me giré para ver al
señor Marcera allí de pie, y entonces incliné la cabeza en señal de
agradecimiento.
“Gracias. Ahora tendremos mucho menos de qué preocuparnos
cuando luchemos.”
“No pienses en ello. Ustedes, los aventureros, están
haciendo lo mejor para el Imperio.”
Dijo el señor Marcera con una carcajada.
Esto era todo lo que había pedido. Había diez cajas de
madera en total. La mayor parte era comida. Sin embargo, había una caja que
contenía pequeños objetos y herramientas.
Rápidamente me puse a trabajar, guardándolos en la bolsa
hueca. Sólo tenía que abrir la bolsa y llevar la caja por encima, y serían
absorbidas por ella. En cuanto a sacarlos, tal vez tuviera que darle la vuelta.
Todo entró fácilmente. Metí la última y luego me cargué la
bolsa a la espalda. El señor Marcera observó todo el proceso y suspiró.
“Aah… Realmente es una bolsa impresionante.”
“Me la regaló un amigo y es invaluable para mí. Así que no
la voy a vender.”
“Jajaja. No soy tan desagradecido. Sin embargo, estoy un
poco celoso.”
Bueno… tal vez lo de invaluable era una exageración. En
cualquier caso, no era de extrañar que un comerciante babeara por ella.
“Bueno, mejor me voy entonces. Gracias por todo.”
“No, no. Por favor, cuida de mi hija.”
Nos dimos la mano antes de separarnos. Ah, este fue
realmente un día lleno de acontecimientos… Estaba terriblemente cansado. Esta
era una noche en la que necesitaba dormir en una posada. De hecho, todavía
teníamos nuestra habitación, así que podía volver allí. Me sentía mal por los
demás en primera línea, pero no se podía evitar. A veces, la gente sólo necesitaba
dormir bien. Quería un baño y una cama calientes. Sería bueno para mi moral y
mejoraría mi rendimiento. Sí, era algo que había que hacer…
Me lo dije mientras me bañaba, cenaba en el comedor y me iba
a la cama. De alguna manera, me las arreglé para dormir hasta que se hizo
bastante tarde, y tuve que prepararme y salir corriendo de la ciudad casi con
pánico.
“Maldita sea… ¡Todo es culpa tuya, manta caliente…!”
Todavía no me había calmado mientras corría por el cielo con
Patas del Dios Lobo. Aunque no iba a toda velocidad, mis pasos eran largos.
Justo cuando me acercaba al lago Rivier, vi a alguien debajo de mí. Pisé el
freno y miré hacia abajo con Ojos del Dios Lobo.
Vi a un chico y a un goblin.
El chico estaba blandiendo su espada salvajemente mientras
un goblin miraba y se lamía los labios. Parecía que el chico estaba a sólo unos
momentos de ser asesinado y comido. Eso no era algo que pudiera ignorar, así
que cambié de dirección y desenvainé la Velnoir. Fue entonces cuando el goblin
tiró de un golpe la espada de la mano del chico.
“¡Maldita sea…!”
Aumenté mi velocidad y descendí mientras cortaba con la espada
oscura hacia abajo como un murciélago. Atravesó al goblin, de la cabeza a la
entrepierna. El viejo jefe de Fhiraldo se pondría furioso si me viera usar una
espada así. Tales pensamientos pasaron por mi mente mientras me levantaba y una
nube de nieve en polvo se elevaba en el aire. En cuanto al chico, parecía estar
bien. Pero Patas del Dios Lobo le había hecho retroceder un poco.
Desencadené el viento y me llevé la nieve que había en el
aire. Y entonces nos pusimos frente a frente en el campo despejado.
“¿No sabes que esto es peligroso? Vuelve a la ciudad.”
Aunque parecía sorprendido por mi repentina aparición, no se
echó atrás.
“¡No! ¡También tengo que proteger la aldea!”
Y así fue como conocí al chico. Su nombre era Felz.
□ □ □ □
Era de la aldea Namila. Pero todavía era muy joven. Ni
siquiera era un Aventurero. Y, sin embargo, de alguna manera, había cogido una
espada y viajado hasta aquí desde la Capital Imperial. No sabía qué ruta había
tomado, pero no podía dejarlo aquí. Dormir aquí significaba que ya había
perdido mucho tiempo, y sólo podía usar Patas del Dios Lobo por un tiempo
determinado. Sin embargo, tampoco podía llevarlo conmigo.
Entonces, ya que era de la aldea, tal vez debería dejarlo
allí. Pensé, ya que no se me había ocurrido ninguna idea mejor. Podría
esconderse en una de las casas por ahora, y luego podríamos enviar a un Jade o
dos para que lo escoltaran de vuelta a la ciudad más tarde. Podría compensarlos
durante la batalla. Sí. Eso funcionaría.
“Muy bien, vamos.”
“¡Agh! ¡Hace mucho frío!”
Y así cogí al niño que no tenía sentido del peligro y salí
volando hacia la aldea.
□ □ □ □
En el camino, Felz insistió en que lucharía contra los goblins
que atacaron su aldea. Y así le permití luchar contra un goblin sólo una vez.
Por supuesto, tenía activada la Detección de Presencia, así como Patas del Dios
Lobo, por si acaso. Básicamente, si no iba a escuchar, podría aprender por las
malas. Un simple niño no podía derribar a un goblin.
“Te dije que esto pasaría. Si no lo has hecho antes, no vas
a poder hacerlo ahora. Todo requiere práctica. Ese es el truco importante para
vivir.”
“Grrr…”
No parecía convencido mientras lo llevaba bajo el brazo. Sin
embargo, ya estaba acostumbrado a volar por el cielo, así que se limitó a
colgar sin fuerzas y a mirar la nieve.
“¿Lo entiendes? Más te vale. Ahora quédate tranquilo en la
aldea. Voy a enviar a unos agradables Aventureros para que vengan a buscarte.”
“…Envía a una bonita dama.”
“Cállate.”
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