Maestro de Nada

Capítulo 309 - La Torre Caníbal

 

A la mañana siguiente.

El árbol Nise Yggdra.

Frente a la hondonada.

Los aventureros nos quedamos en silencio.

“No tengo talento para los discursos. Anoche fue prueba suficiente de ello. Sin embargo, ustedes no son un grupo que necesite ser despertado. Su moral es lo suficientemente alta.”

Adlus se puso delante de nosotros y habló en voz baja mientras sus manos descansaban sobre su espada.

“Nuestro enemigo está justo debajo de nosotros. Un enjambre de goblins. Son los remanentes.”

En cuanto al plan, la Gerente usaría sus sombras para encontrar todas las entradas, y luego los Aventureros las bloquearían.

Al principio, la Gerente iba a bloquearlas todas con su magia de sombras, pero considerando la carga que supondría para ella y que afectaría a su capacidad de lucha, finalmente sugirió no hacerlo. Yo no podría utilizar ninguna otra magia si tuviera que bloquear de todas las salidas.

“Entraremos en el nido de los goblins hambrientos. Pero todos deben tener cuidado. Aunque pretendemos ser sus aniquiladores, un paso en falso puede convertiros en su comida.”

Si todas las salidas estaban bloqueadas desde el exterior, significaría que todos los Aventureros podrían ser utilizados en el asalto contra la ciudad abandonada. La Gerente podría moverse libremente. El plan había sido cambiado después de haber discutido con nosotros la forma en que su magia funcionaba.

“Muy bien, vamos. No hay órdenes. Sólo avancen silenciosa y rápidamente. Y luego golpeamos el nido.”

Todos asintieron y encendieron sus notablemente hermosas herramientas de iluminación mágica que colgaban de sus cinturones. Hmm. Sólo pensar en ellos caminando entre las sombras me hizo alegrarme de haberlas prestado a los Aventureros. Mi colección merecía ser exhibida así.

Sin otra palabra, comenzó la marcha silenciosa.

□ □ □ □

El paso a través del árbol habría sido negro como la boca del lobo sin las lámparas mágicas. Pero ahora había suficiente luz para distinguir la suciedad del suelo y las paredes. Se notaba que los goblins habían pasado por aquí numerosas veces.

Continuamos sin decir una palabra. Como la última vez, bajamos la pendiente y nos adentramos hasta salir a un pasaje mucho más amplio. Como yo iba en cabeza, levanté la mano para que los demás se detuvieran. Fue aquí donde utilicé Ojos Nocturnos y Detección de Presencia para ver lo que estaba sucediendo.

“Hmm…”

“¿Ves algo?

Susurró Daniela mientras sostenía su arco.

“Parece que todos se están reuniendo en el centro…”

“¿Y qué hay en el centro?”

Traté de recordar la última vez que me había infiltrado en el lugar. Para ser honesto, todos los edificios parecían muy similares, y no es que los haya revisado todos. Realmente no lo sabía.

“No sé… Tendré que ir.”

“Ya veo. Bueno, Rindo debería usar su magia primero.”

“Eso es cierto.”

No podía usar Ojos Nocturnos y Ojos del Dios Lobo al mismo tiempo, así que tendría que ir allí para averiguarlo. Decidí hacerlo después de que la Gerente usara su detección mágica y los Jades terminaran de bloquear las salidas.

“Paso de Sombra.”

La energía mágica negra se dirigió hacia sus pies, y entonces la Gerente dio un paso en la sombra que hacía con la herramienta mágica. Entonces la sombra comenzó a extenderse. Era como si se comiera todas las sombras de la zona, incluso trepando por las paredes y el techo. Subía por los edificios, cubriéndolos, extendiéndose mucho. La Gerente había dicho que esta magia era el punto de partida de todo. Y tenía sentido cuando lo mirabas. No sólo eso, sino que usó las sombras para hacer un muro alrededor nuestro. Ahora los goblins no podrían vernos a nosotros ni a las luces de las lámparas mágicas.

Una vez que todo se cubrió de oscuridad, su segunda magia se activó.

“Lectura de sombras.”

Esta era su versión de la magia de detección. Le permitía obtener una lectura detallada de toda el área que había cubierto de sombras. Ella había dicho que las sombras de la noche eran su campo, y esto era una prueba de ello.

“Hmm. Hmm. Ya veo. Hay cuatro salidas incluyendo esta.”

“Muy bien. Rindo, toma tu equipo de Jades y ve a bloquear estas salidas. Una vez que regreses, la batalla comenzará.”

“Espera un minuto. Dos de ellos se dirigen hacia nosotros.”

Daniela los detuvo cuando empezaron a caminar. Ella ensartó una flecha y la soltó al instante. Con una velocidad que el ojo no podía seguir, disparó dos flechas en sucesión. A poca distancia, se escucharon los sonidos de cuerpos cayendo al suelo.

“…Muy bien. Ya pueden irse.”

“Vayan.”

Daniela observó que era seguro, y Adlus dio la señal. Y así, la gerente y su equipo avanzaron en silencio y desaparecieron en la oscuridad.

Esperamos cautelosamente durante un rato hasta que la Gerente y los demás regresaron finalmente. Por su aspecto, habían tenido que luchar varias veces. Había manchas de sangre en sus ropas y armas.

“Estuvimos cerca, pero el trabajo está hecho. Todas las salidas están selladas. La magia de tierra es muy útil, ¿no?”

“Me honra que piense así…”

Un hombre de aspecto tranquilo dijo con una pizca de vergüenza cuando la Gerente se volvió para mirarlo. Puse los ojos en blanco y volví a mirar a la Gerente.

“Entonces, ¿tuvieron que pelear?”

“Dos veces. Parecía que los goblins salían a cazar.”

Entonces sí que estaban desesperados por comer. No había tantos como antes. Y no habíamos visto ninguno caminando afuera. Por lo que pude ver con la Detección de Presencia, seguían reunidos hacia el centro.

“Muy bien entonces. Es la hora.”

El Frente de Liberación de la Aldea Namila. La fase final estaba a punto de comenzar.

Y yo iba a ser la avanzadilla.

Me apresuré a atravesar lo que antes era la calle principal de la ciudad. Los Aventureros se dividieron en equipos de dos, y uno a uno, salieron a la calle.

“¡Goblins adelante!”

Tenía la Detección de Presencia desplegada. Cada vez que los detectaba, levantaba la voz como advertencia. Entonces Daniela corrió y soltó sus flechas.

“¡Rindo, a la izquierda!”

Adlus detectó un goblin que salía de la sombra de un edificio. La Gerente lanzó una espada de sombra, abriéndole la cabeza.

Algunos de los Aventureros habían desaparecido por los callejones, y podía oírlos luchar mientras corría. Después de un rato, llegué al lugar que sería el centro de la ciudad. Más de la mitad de los goblins se habían congregado aquí.

Cuando me di la vuelta, sólo había unos diez Jades detrás de mí, aparte de los tres Rubíes. Los demás se habían dispersado.

“Ja… ja… Muy bien, vamos.”

Adlus recuperó el aliento y miró hacia arriba.

Frente a nosotros, se encontraba el edificio más grande de la ciudad… una torre.

No era sólo un edificio más alto que el resto. Tenía la forma real de una torre. Nadie sabía por qué una estructura así estaba bajo tierra.

Sin embargo, la parte superior del edificio casi llegaba al techo. De hecho, se unía a la maraña de raíces del árbol Nise Yggdra, lo que evitaba que se cayera. En todo caso, era probablemente más seguro que nunca.

Y pude percibir que estaba repleta de goblins, de arriba a abajo.

“Supongo que no me di cuenta porque nunca miré hacia arriba…”

Dije mientras miraba hacia arriba. Estaba demasiado concentrado en no pisar ningún hueso o ramita mientras me mantenía fuera de la vista. Y por eso se me había escapado.

“¿Qué tal si usamos magia de fuego para crear una explosión que derribe el edificio?”

“Los demás podrían quedar atrapados en ella.”

Adlus rechazó la sugerencia de Daniela.

“El Paso de Sombra sería difícil aquí.”

Dijo la Gerente con una risa.

Los Jades sostenían sus armas y parecían estar ansiosos por entrar.

Eso era una buena señal. Me di una palmada en la cara para animarme y luego desenvainé mi fiel espada, la Glampanzer.

Y así entramos en la torre donde los goblins se devoraban unos a otros.


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