Invocado por una diosa

Capítulo 2

 

Los cinco pasaron la noche en la playa.

Transferido a otro mundo, conociendo a la princesa y sus amigas, y batiéndose en duelo con el Héroe Ken…, Después de encontrarse con tantos acontecimientos diferentes, Eisuke parecía haber acumulado cansancio sin darse cuenta, y aunque estaba acostado sobre unas grandes hojas en la arena, donde sería muy difícil de dormir, se quedó dormido como tronco.

…Y así llegó la mañana del segundo día de vida en otro mundo.

—¿…Hmm? —Eisuke se despertó con una extraña sensación. Lo que saltó a sus ojos fue el cielo azul y las nubes blancas. Se sintió cómodo al despertarse con un escenario tan confortante—. …No… —Se equivocaba. Eso no era lo único que lo hacía sentir cómodo. Había una sensación más clara y confortable en su cuerpo. Era suave, tersa, y a la vez fresca…, esa sensación la sentía en hombros y cintura.

—Suu… suu…

—Nn… mm…

Tan pronto como fue consciente de esta sensación, el aliento de alguien dormido le golpeó el lóbulo de la oreja.

—Nn… jeje…

—Mu… nn.

—Ejeje, mi señora…

Eisuke sólo levantó la cabeza para comprobar que Yui estaba en su brazo derecho y Marielle en el izquierdo. Además, Serika estaba abrazando a Yui, y Rukino a Marielle, todas dormidas.

Marielle frotó su cara contra el pecho de Eisuke con su cabello rubio claro, haciéndole cosquillas mientras él estaba allí tumbado con dormido. Rukino abrazó a Marielle, a su vez también aferrándose a la pierna de Eisuke. Serika hacía lo mismo, enroscando sus saludables y carnosos muslos alrededor de las piernas de Eisuke y abrazando la cintura de Yui. Y Yui….

—Eisuke … jeje…

Sujetaba con fuerza los brazos de Eisuke como si quisiera envolverlos con sus grandes pechos desproporcionados para su altura.

Tenía chicas en ambos brazos, y chicas aferradas a sus piernas. Era una composición muy útil para un harén, pero la sensación de Eisuke era como si unos gatos callejeros le estuvieran utilizando como cama.

Eisuke miró a un lado con ojos fríos. …Cada una de las chicas había rodado y se había pegado a él de forma vistosa desde donde habían estado durmiendo. Eisuke respiró profundamente y…

—Esta forma de dormir está mal, ¿no?

—¿Eh? ¿Qué sucede?

—¿E-Estamos bajo ataque?

—¡Cállate y aléjense de mí ahora mismo, idiotas!

Les dio un despiadado grito a las chicas para despertarlas.

***

Después de despertar…

—…Lo siento, Señor Eisuke.

—Aah… me quiero morir… ¡por qué ayer me dormí de esa manera…!

Marielle y Serika se encogieron de la vergüenza frente a Eisuke, cubriendo sus rostros. Eisuke se cruzó de brazos y dijo con resentimiento a las chicas, que tenían las orejas muy rojas:

—Solo les estoy advirtiendo. La próxima vez, les voy a manosear los pechos y las nalgas sin contenerme.

—¡Eres lo peor! Este tipo es un verdadero peligro, ¿eh?

—Ya, ya. Terminemos con esto ahora que hemos tenido una buena noche de sueño, ¿podemos? …De otra forma me voy a morir de la vergüenza. —Rukino tosió, con las mejillas sonrojadas, y en su mano había un plato servido en una hoja. Había preparado un sencillo desayuno con bayas que había recogido en el bosque y pescado que había capturado en los bajíos. Era una comida sencilla, pero era una obra maestra que no podía haberse hecho con ingredientes al azar.

—Rukino, ¿tú has hecho esto?

—Sí, es sencillo. Espero que se adapte a su paladar.

—¡Rukino es increíble! ¡Puede crear un plato de la nada! Como se espera de un Caballero Imperial…

—¿…Y eso qué tiene que ver con ser un caballero?

—¡Oh, es simplemente delicioso! Eres buena, Rukino, ama de llaves imperial.

—¿¡Cómo que ama de llaves imperial!? ¡Yo soy una caballero de pleno derecho!

Mientras molestaban a Rukino, todos se deleitaron con la comida que había preparado. Fue entonces cuando Serika intentó llevarse a la boca una brocheta de pescado… y se detuvo en seco.

—…Eh, ¿qué estás haciendo, Yui?

—¿…Qué cosa?

—No, nada de «qué cosa». Tienes una expresión en la cara como de estar aturdida. —Serika miró a Yui con los ojos húmedos.

Yui inclinó la cabeza… y se acurrucó junto a Eisuke.

—¿…Acaso ustedes no están muy cerca?

Eisuke soltó una carcajada seca ante el ceño fruncido de Serika.

—Jaja, así que finalmente te diste cuenta, Serika.

—Tú debiste ser el primero en decirlo. …Entonces, ¿qué estás haciendo, Yui? ¿Acaso ese tipo te estuvo manoseando los pechos y el trasero mientras dormías? Date prisa y aléjate de él. Si no, te va a dejar embarazada.

—¡De ninguna manera! ¡Y esta vez, todavía no los he frotado!

—Oye, oye, Rukino… Si lo dejo tocar mis pechos, ¿quedaré embarazada…?

—¡Mi señora, por favor, tápese los oídos ahora mismo! ¡Oigan, ustedes! ¡No se atrevan a hablar de cosas tan vulgares frente a mi señora!

—En realidad a mí no me importa.

—¿…Qué?

En medio de las bromas, los tres se quedaron paralizados cuando Yui dijo esas palabras. …Sólo Marielle, que tenía la cara roja y brillante, tenía los ojos y las orejas cubiertas por Rukino. Yui dijo eso con el mismo rostro inexpresivo de siempre.

—…No me importa lo que me haga Eisuke …

—¿…Qué dices?

Declaró Yui sin importarle nada mientras se pegaba fuertemente a Eisuke. El que más aturdido se quedó fue a quien se le acercó así. Yui lo miró y ladeó la cabeza. Eisuke se quedó sin palabras al ver su belleza como de pequeño animal.

—No, no, y ahora de qué estás hablan…

—¡Oye, tú! ¿¡De qué va todo esto!? ¡No estarás amenazando a Yui, ¿verdad?!

—¿¡Gah!? ¡Déjame ir! ¡Lo has entendido todo mal! ¡No me estés confundiendo con ese héroe pervertido!

Serika inmediatamente agarró a Eisuke por el pecho al no entender lo que estaba pasando. Este se la quitó de encima con brusquedad y se quejó en tono de disgusto.

—¿Y yo qué voy a saber? Está así desde que supo que yo era el «Cazador de Buscapleitos».

—¿Qué? ¿A qué viene ese apodo tan estúpido?

—¿Acaso quieres que te golpee? No, bueno, yo no me lo puse… El caso es que así me conocían en nuestro mundo original.

Cuando finalmente se liberó de Rukino, Marielle le preguntó a Yui.

—¿Lady Yui ya conocía al Señor Eisuke? ¿Cómo fue que pa…?

—Realmente te preocupas por mí, ¿verdad?

Yui le interrumpió con un tono inexpresivo. Luego se volvió hacia Eisuke y le puso la mano en el pecho. La pequeña mano de Yui acarició el pecho de Eisuke, haciéndole cosquillas justo encima del corazón. Yui miró directamente a Eisuke y le dijo claramente:

—Siempre me has gustado, Eisuke.

—Por eso pregunto, ¿¡cómo fue que pasó eso!?

—Solo pasó.

Eisuke estaba consternado. Él, que ayer había derrotado al Héroe él solo, se estremecía ante la embestida de una sola chica.

—…Hmm, ya veo, así que a eso te refieres.

—¿…Lady Serika?

Marielle miró a Serika y le dirigió una mirada de duda. La consternación de Serika había sido sustituida por una sonrisa traviesa, como si estuviera planeando algo.

—Oye, Rukino, ¿qué vamos a hacer ahora?

Serika se dirigió a Rukino con una sonrisa radiante. Esta se extrañó un poco de su aspecto, pero se aclaró la garganta y respondió en tono serio.

—…Si realmente ustedes van a luchar por este país, la primera prioridad debería ser retomar la capital imperial. Así podremos traer a los Caballeros Imperiales de vuelta a nuestro lado.

—El primer objetivo es dirigirse a la capital imperial y patearle el culo al Héroe que la controla. ¿A qué distancia está la capital imperial de aquí?

Eisuke apartó a Yui y se inclinó hacia delante. Rukino pensó y habló.

—Desde aquí, tendremos que atravesar otras dos ciudades… tres días como máximo.

—Dos ciudades, ¿eh? ¿Es posible que también haya Héroes allí?

—Sí. Los Héroes se han apoderado de cada ciudad y hacen lo que quieren. Aunque no conozco los detalles.

—¡Entonces mandémoslos a volar también!

—Estás hablando como si fuera a ser un paseo por el parque…

Serika se quedó sorprendida por Eisuke, que no tenía miedo a nada. Este se levantó, golpeando su rodilla.

—¡Bueno, si ese es el caso, preparémonos! ¡Vamos a la primera ciudad!

—¡Hyah, sí, sí…!

Marielle frunció el ceño cuando Eisuke le dio una fuerte palmada en la espalda. Pero su cara no se tornó amarga. No iba a ser un viaje fácil para derrocar a los Héroes… Eisuke saltaba de emoción, mientras Yui seguía atacándolo. Marielle se olvidó de su mal presentimiento y comenzó a reírse, inspirada involuntariamente por su aspecto alegre y jovial.

En ese momento Marielle fue atraída a los brazos de Serika y esta le puso las manos sobre los hombros.

—¿Qué-qué está, qué-qué pasa?

—¿Me escuchas, Marielle? Acaba de aparecer una misión muy importante.

—¿Qué sucede…?

—Esos dos están muy juntitos.

—¿…Cómo dices? —La cabeza de Marielle se volvió a mover ante las crípticas palabras de Serika.

***

Los cinco se habían abierto paso a través del bosque y estaban casi sobre las montañas. En una hora más o menos, llegarían a Melwa, la primera ciudad que debían pasar antes de llegar a la capital imperial.

—…Eisuke. ¿Hay alguna cosa que pueda hacer por ti?

—…Bueno, sí que hay algo.

Eisuke le dijo a Yui, cansado. …Ella estaba más que cerca, caminando con su brazo entrelazado en el suyo.

—…Es difícil caminar así, aléjate un poco de mí.

—…Ya veo, entiendo…

Yui soltó obedientemente el brazo de Eisuke. Justo cuando él se preguntaba por qué…

Entonces ella agarró el brazo de Eisuke y apretó su mano contra su amplio pecho. Él retiró inmediatamente su mano, utilizando al máximo sus reflejos naturales.

—¿¡Espe… oye, tonta, qué es lo que estás haciendo!?

—Pensé que querías tocarme, ya que sentí tu mirada en mi pecho.

—¡Yo nunca dije nada sobre eso, ¿verdad?!

—Yo simplemente pregunté: «¿Hay alguna cosa que pueda hacer por ti?» Aunque no lo dijiste, tus latidos, mirada y respiración me lo dijeron.

—¡No uses tu habilidad para algo tan trivial! ¡Así que después de todo, tu habilidad sí que es peligrosa!

Ante Yui Koisuke, una chica con los sentidos muy desarrollados, ni siquiera el arrogante Eisuke pudo ocultar los complejos de inferioridad de un chico de preparatoria.

—¡La-Lady Yui! Una mujer no debería hacer algo tan vergonzoso…

—Marielle, por aquí.

—¿¡Eh-eh!?

Serika tiró del vestido de Marielle mientras intentaba ir hacia Eisuke y Yui, que caminaban delante de ella, para amonestar a Yui.

—¿¡Qué-qué estás haciendo!?

—Déjalo así, no les digas nadas, ni tampoco les detengas. Esta es una operación.

—¿Operación…?

—Ya te lo he dicho. Vamos a juntarlos. Vamos a hacerlos amantes.

—Aman… —El rostro de Marielle se puso rojo ante la mera mención de la palabra. Ella era una niña de 14 años que ni siquiera sabía cómo nacían los bebes, y se llevó las manos a la mejilla—. ¿A-Amantes significa, eh, enviarse cartas de amor…?

—¿Acaso estamos en el periodo Heian? No sé cómo se llevan los asuntos amorosos de este mundo.

—No, que yo sepa esa cultura tampoco existe en este mundo. El conocimiento de mi señora sobre el romance no es diferente al de un niño de cinco años.

—¡Rukino! ¡No te burles de mí!

—No se preocupe. Usted no necesita esos conocimientos innecesarios, mi señora.

—…Rukino, esa sonrisa me asusta. Puedo sentirla. Puedo sentir tu fuerte voluntad de mantener a Marielle alejada de los hombres por el resto de su vida.

Rukino agarró a Marielle por los hombros y le sonrió, pero era demasiado aterradora como para evitar que sintiera miedo. A lo que Serika suspiró.

—Por lo menos debes saber de los besos. ¿No es eso lo que hacen los amantes?

—¿¡Be-be-besar…!? ¿¡Qué quieres decir con besar, um…!?

—Aah, así que por lo menos sabes cómo es un beso, ¿verdad?

—Um, tocar de forma sin vergüenza y suavemente la punta de tu dedo índice con la de otro…

—¿Qué tiene de vergonzoso eso? No, es demasiado molesto corregirlo siquiera, sí, eso es.

Serika, que se había quedado descolocada, respondió. Marielle ocultaba su rostro mientras decía: «¡Hiyawawa!» Ella tenía un conocimiento sexual inferior al de un niño de cinco años.

—¿Sabes? Eso ya no importa, pero de todos modos voy a juntar a ese tipo con Yui. No sé qué es lo que tiene Yui, pero parece que le gusta, así que es perfecto.

—E-Entonces… ¿Qué pasa con los sentimientos del Señor Eisuke…? Pensé que el amor era algo que ambas partes debían estar dispuestas a hacer…

Dijo Marielle con modestia, pareciendo poco entusiasta. Serika se le acercó.

—Oye, Marielle. Te diré una cosa buena.

—¿…Qué pasa?

Serika se dispuso a decirle a Marielle con cara seria.

—Hay romances en este mundo que comienzan con tetas.

—¡No me gusta ese tipo de amor!

Era demasiado vulgar como para llamarlo refrán siquiera.

—Pero mira eso. Echa un vistazo. —Serika señaló de forma de que no se notara a Yui. …Los pechos de Yui estaban discretamente ocultos por el gran tamaño de su sudadera, pero seguían siendo lo suficientemente impresionantes como para que su silueta resaltara claramente cuando se miraba desde un lado. Rukino, con el sudor en la frente. dijo.

—Ci-Ciertamente…. Esa es una fuerza brutal.

—Tal vez las características sobrehumanas de Yui son realmente esas…

—¡No puede ser eso, ¿verdad?! —Marielle dijo, quejándose ante la mirada distante de Serika, con la cara roja—. ¡A-Además! ¡En primer lugar, ¿por qué tienes que hacer que esos dos sean a-amantes de todos modos?!

—¿De qué estás hablando? Si se convierten en amantes, será más fácil para ella llevar las riendas de la relación. Si Yui hace uso de sus sentimientos románticos, tal vez ese chico problemático se vuelva más maduro.

Si Eisuke se encaprichara de Yui, empezaría a hacerle más o menos caso. Y Yui era una chica con una buena personalidad para empezar. Si Serika consiguiera que se hicieran novios, podría controlarlo de alguna manera. …En otras palabras, ella podría ser capaz de controlar indirectamente a ese arrogante adicto a la batalla, Eisuke Tsurugi.

—Ya veo…. Es cierto que el chico se ve confiable, pero hay un aire de incertidumbre sobre lo que podría hacer si se le deja sin control… Podría valer la pena intentarlo.

—¿Verdad? Es un plan que no hará daño a nadie.

Marielle escuchó el intercambio de Serika y Rukino y miró vagamente a Eisuke y Yui que estaban juntos. …Por alguna razón, un sentimiento de falta de convicción por el plan de Serika permaneció en el corazón de Marielle.

***

Y así, Eisuke y su grupo llegaron a la ciudad de Melwa. Para él, era la primera vez que veía una ciudad de este otro mundo. Gritó emocionado.

—¡Qué hermosa ciudad!

En cuanto llegaron a la ciudad, fueron recibidos por un inmenso jardín, un campo de flores. Flores rojas, amarillas, azules y de otros colores estaban en plena floración, con sus pétalos bailando al viento. Era un espectáculo fantástico.

—Melwa solía ser una próspera ciudad turística. Hay muchos lugares turísticos, incluyendo este jardín de flores. …Por eso es famosa como lugar de visita para las parejas.

—¿Qué? Entonces es perfecto.

—¿Eh? ¿Perfecto por qué?

—No, no es nada .

Eisuke miró a Serika con cara de sospecha mientras ella intentaba disimularlo con una gran sonrisa. Marielle, que llevaba una capucha para no destacar y ser objetivo de los héroes, miró alrededor y puso una cara de preocupación.

—Las calles son hermosas… y la gente se ve normal.

En las calles de piedra de estilo medieval occidental, no había rastro de la tiránica dominación. Toda la gente que caminaba por las calles parecía bastante normal.

—¿…Será que el Héroe se habrá ido?

—¡Oye~, Héroe! Estoy aquí para patearte el culo, así que sal…

—¡Oiga, deténgase, está hablando demasiado alto! ¡Por favor, no lo provoque! —Marielle regañó a Eisuke, que se había puesto a gritar a su lado.

¿Eh…?

Yui levantó la vista de repente. Eisuke se dio cuenta de su reacción.

—¿…? ¿Qué pasa?

—…No, nada…

—¡Oigan ustedes, aléjense de mí ahora mismo!

En ese momento, les alcanzó una voz en pánico. Cuando se giraron con una mirada de sospecha, vieron a un joven que se acercaba corriendo a ellos desde el otro lado. Su rostro estaba distorsionado con una sensación de urgencia por alguna razón.

—¡Rápido! ¡No es seguro estar en esta ciudad!

—¿Eh? ¿Quién eres tú, y qué estás diciendo…?

Un momento después, estaba a punto de responder algo.

¡BOGO!, y el suelo del jardín de flores se levantó vigorosamente, y algo saltó de este. Inmediatamente después, varias cosas más salieron de los alrededores. Una tras otra, hicieron agujeros en el suelo y salieron volando.

—¡Shaaaaaaaa! —Un enorme monstruo con una gran boca, que parecía una planta atrapamoscas, emitió un extraño y chirriante sonido. A su alrededor, varias vides de hiedra verde se retorcían como si fueran seres vivos.

—¡U-Un devorador de hombres! ¿¡Por qué hay un monstruo del bosque profundo aquí…!?

—¡Cuidado, señorita!

—¿¡Eh, Kyaa!?

Para consternación de Marielle, el consejo de Rukino no llegó a tiempo. Los cinco fueron atacados por las vides. Eisuke, Serika y Rukino pudieron usar su buena forma física para evitarlos.

—¡Kyaaaah!

Yui y Marielle, que no habían logrado escapar, fueron atrapadas por las vides. Marielle quedó colgada boca abajo y luchó por sujetar la falda de su vestido que se deslizaba hacia abajo debido a la gravedad, pero la parte que no logró sujetar dejó al descubierto sus muslos y nalgas. Rukino se enfureció ante el humillante aspecto en el que había terminado su señora.

—¡Mi-Mi señora! ¡No debe soltar esa tela! ¡Sus pantaletas, las pantaletas de la princesa no deben ser expuestas al público!

—¡No digas «pantaletas» en voz alta, idiota! ¿¡Y-Y Lady Yui…!?

Marielle miró de reojo a Yui, que también estaba colgada boca abajo en el aire, con las piernas atrapadas por las vides. Su falda plisada se había deslizado completamente hacia abajo por la gravedad, dejando al descubierto su ropa interior de encaje negro sin ningún reparo.

—¡Lady Yui! ¡Se-Se le están viendo!

—…Está bien.

—¿¡De qué manera va a estar bien!?

La voz de Marielle traicionó el hecho de que las mejillas de Yui estaban ligeramente sonrosadas, pero mantenía su actitud tranquila con ambas manos colgando en el aire. …Eisuke, que se había dado la vuelta, pero seguía teniendo un ángulo perfecto, dejó escapar un pensamiento.

—…Quien lo dijera. Lleva algo inesperadamente erótico.

—¡No es momento de hablar de ello! ¡Libérennos!

—Una chica de preparatoria siendo atrapada por un monstruo con tentáculos y suspendida en el aire con su ropa interior colgando expuesta, este sí que es otro mundo, ¿no?

—¡No es un buen momento para hablar de cosas incomprensibles! ¡Esto es malo…!

Mientras bromeaban, innumerables tentáculos les atacaron. Cuando los tres saltaron a un lado, los tentáculos aterrizaron en su lugar como misiles y agujerearon el suelo de piedra con un estruendo. Serika palideció ante la gran potencia del ataque.

—¿¡Qué demonios es eso!? ¡Si nos golpean, estaremos en problemas!

—¡Eso es lo que yo iba a decir! ¡Los devoradores de hombres son monstruos de tipo vegetal muy poderosos! ¡Son monstruos peligrosos que comen personas!

—¡Tsk…!

Eisuke chasqueó la lengua al ver a Marielle, que era acercada a la boca del monstruo a cada momento, recogió un fragmento de piedra cerca de los agujeros hechos por los tentáculos. Luego agitó el brazo como un pitcher.

—¡Yo todavía estaba admirando el hermoso jardín de flores, gah!

Eisuke lanzó la piedra a la cabeza del monstruo con todas sus fuerzas.

Una feroz explosión estalló en el aire y una ráfaga de viento golpeó los alrededores.

El guijarro fue lanzado con la ridícula velocidad de un cometa por la fuerza del brazo de Eisuke, y se convirtió en un pequeño meteorito que alcanzó al devorador de hombres en la mandíbula inferior y se estrelló contra su cabeza. La devoradora de hombres se estremeció y soltó de su agarre a Yui y a Marielle.

—¡Kyah!

Rukino atrapó a Marielle, y Serika atrapó a Yui. La cabeza del devorador de hombres fue aplastada y su terrible cadáver cubrió el jardín de flores. Eisuke dio una palmada y miró el jardín en ruinas, escupiendo con asco.

—Arruinaste el jardín de flores, helecho venido arriba. ¿Están bien, Yui, Marielle?

Yui se arregló la falda e hizo una pequeña reverencia hacia Eisuke.

—…Sí, siento haberte dado problemas.

—No fue para tanto. Es como si me elogiaran por tirar una piedra.

—Co-Como supuse, es usted increíble, Señor Eisuke…

Marielle soltó una mirada medio culpable al ver que Eisuke se vio obligado a actuar. De repente se dio cuenta de que el joven que estaba a su lado, que al principio les advirtió a Eisuke y a los demás como ella, estaba temblando. Tenía el pelo entre castaño y negro. Eisuke lo señaló con la barbilla.

—Oye tú, parece que sabes lo que está pasando. Cuéntame toda la historia.

—Oh, em…

—¡Señor Eisuke! ¡Diga las cosas con más tacto!

Marielle intervino, amonestando a Eisuke por su actitud irreverente. El joven la miró con detenimiento.

—¿¡No es usted la princesa Marielle…!? ¿¡Cómo ha acabado aquí…!?

—Ah, ajaja… sucede que pasaron algunas cosas. Pero lo más importante es que nos hables de ese monstruo. …Los devoradores de hombres no son monstruos que aparezcan normalmente en un pueblo como este. ¿Qué está pasando?

Preguntó Marielle, y él bajó la vista con una mirada amarga.

—…Es culpa del Héroe…

—¿¡Qué…!?

—¿Eh?

Eisuke entornó los ojos. Su expresión se iluminó ante la tan ansiada palabra «Héroe». En ese momento, el joven murmuró en voz baja con los ojos bajos.

—Esta ciudad está gobernada por un Héroe cuya verdadera identidad es desconocida. Por eso… las relaciones entre hombres y mujeres están prohibidas.

—¿…Qué?

Los cinco, al unísono, ladearon la cabeza.

* * *

En una plaza con una gran fuente en la ciudad. Allí, sentados en un banco, Eisuke y los demás le preguntaron por la situación. El nombre del joven parecía ser Marc, y hablaba con una expresión sombría.

—El nombre del Héroe que apareció en esta ciudad es… Hiroto.

—Hiroto… ¿te dice algo ese nombre?

—No… lo siento, no lo recuerdo. Hay tantos héroes, y sólo los conocí la primera vez que los invoqué…

Dijo Marielle disculpándose en respuesta a la pregunta de Eisuke. Marc negó con la cabeza a Marielle.

—Bueno, es imposible que los recordara a todos. De todas formas, lo más probable es que oculte su rostro.

—¿…Cómo dices? —Eisuke frunció el ceño y lo instó a continuar la conversación.

—…Lleva una máscara para que no podamos reconocer su cara. Llegó a la ciudad montado en un guiverno y nos dijo: «Voy a poner este pueblo bajo mi supervisión a partir de ahora. Nada de confraternización entre hombres y mujeres de ningún tipo. Si se les encuentra haciendo algo de ese tipo en esta ciudad, los monstruos los atacarán. Estaré vigilando esta ciudad en todo momento».

—¿Por qué? ¿Por qué, de todas las cosas, no puede haber romance? ¿Acaso se cree una celebridad o algo así?

Serika hizo una pregunta perfectamente razonable. Pero Marc negó con la cabeza.

—No lo sé. …Pero esta ciudad era originalmente una ciudad turística. Si se prohíben las citas, habrá menos visitantes y la ciudad será menos vibrante que antes. Solo echen un vistazo. Nadie habla más allá de lo estrictamente necesario, ¿verdad?

Los ojos de Marielle se abrieron de par en par cuando él señaló esto. Ciertamente había gente en esta ciudad, pero… no podía ver un ambiente de armonía en ninguna parte. No se oían conversaciones por ningún lugar, y no había ningún grupo de dos personas o más. …En este pueblo la gente solo vivía.

—De hecho, he visto con mis propios ojos muchas veces a personas reunidas que hicieron caso omiso a las palabras del Héroe ser atacadas de repente por un grifo o un guiverno. Aun cuando en ese momento el Héroe de la máscara no estuviera cerca. Incluso, desde que llegó no lo hemos vuelto a ver, pero siempre que huele el aroma hombres y mujeres relacionándose, ataca. Estamos… siendo observados.

—No puede ser… cómo es posible…

—Grifos, guivernos… son todos monstruos de alto rango bastante difíciles de eliminar. ¿Pero cómo podrían llegar a la ciudad y atacar a la gente con una precisión tan milimétrica…?

Marielle y Rukino gruñeron por la impotencia. Eisuke resopló, como si se burlara.

—Está claro que son idiotas. Supongo que lo que hace es «invocar monstruos y controlarlos a la fuerza».

Rukino se atragantó ante la contundente afirmación de Eisuke. Los grifos y guivernos, así como el devorador de hombres que apareció antes, eran monstruos que normalmente un caballero imperial por sí solo nunca sería capaz de derrotar. Como mínimo, eran monstruos que requerirían un grupo de diez o más caballeros hábiles para eliminarlos. El hecho de que Eisuke hubiera acabado a uno con sólo unos guijarros no era preocupante por ahora, pero si el enemigo tenía la capacidad de usar un monstruo tan vil a voluntad, sería bastante problemático.

—¿Aunque el Héroe no esté presente, siempre sabe cuándo un hombre y una mujer están juntos, y envía a los monstruos tras ellos…? Jaja, ya veo.

—¿Qué es lo que piensa?

Marielle frunció el ceño mirando a Eisuke, quien levantó las comisuras de su boca en señal de diversión. Él se cruzó de brazos y levantó el dedo índice.

—De hecho, que los demás piensen que el Héroe no está presente es lo que él quiere que hagan.

—¿Qué quiere decir…?

—Marielle, deberías pensar más en cómo hacer travesuras.

—Sí-Sí, lo siento… espera, ¿por qué me disculpo…?

Eisuke señaló a Marielle, que aún se preguntaba por qué se estaba disculpando.

—Está claro que el Héroe se esconde en la ciudad sin su máscara.

—¿Qué…?

—Nadie conoce su verdadero rostro, ¿verdad? Entonces es probable que se esconda en el pueblo, vigilando la ciudad al estilo G-Man[1]. Para él sería muy estimulante poder ver las caras de los que creen que no serán detectados y se están juntando en secreto arriesgándose tanto.

—Tienes que tener un carácter muy retorcido para que se te ocurra semejante idea.

Serika puso cara de amargura ante el razonamiento de Eisuke, que hablaba con una sonrisa socarrona. Sin embargo, en su interior, todos los presentes estaban impresionados por su conjetura. A primera vista, irradiaba un aura de salvajismo y rudeza, pero poseía tanto la abrumadora destreza para derrotar a un Héroe de frente como la capacidad de pensamiento para sacar conclusiones precisas a partir de pedazos de información. Irónicamente, él era el que irradiaba el aura de asesino de película de antes de los 2000. Eisuke golpeó su puño contra la palma de la mano.

—De todos modos, ahora ya sabemos lo que vamos a hacer. Adivinar la identidad de este Héroe será un evento en esta ciudad.

—Pero, ¿cómo lo haremos?

Le preguntó Rukino a Eisuke. Era difícil de creer que el Héroe sería el tipo de hombre que saldría cuando lo llamaras. Eisuke se llevó la mano a la barbilla y dejó salir un «Hmm».

—Oye, Yui.

—¿…? ¿Qué pasa?

Preguntó en respuesta Yui con un tono plano. Eisuke se rascó un poco la mejilla y luego la señaló con un tono casi inaudible.

—Si tú y yo fingimos ser novios, el Héroe seguramente enviará a sus monstruos tras nosotros. Eso significará que nos estará observando donde nosotros también podremos verlo. Lo encontraremos y lo arrastraremos acá. Así que… me quedaré contigo el resto del día. ¿De acuerdo?

Dijo Eisuke, tal vez ocultando su vergüenza, en un tono de voz deliberadamente tímido. El rostro inexpresivo de Yui tuvo una sonrisa después de un momento de indiferencia.

—Lo entiendo. Estoy deseando trabajar contigo durante mucho tiempo.

—Ya te dije que es sólo por hoy.

—…Me temo que el plan es un poco demasiado perfecto…

—Jaja. ¿Tú también lo crees?

—Oh, no, no es por eso, pero está bien.

Serika se sentía aún más afortunada de que su propio «plan para juntar a Eisuke con Yui» fuera también tan en sintonía con la situación, pero Eisuke no lo sabía.

—No puede ser… —Marielle se quedó mirando a Eisuke y a Yui, algo inquieta.

—…Mi señora, ¿pasa algo?

—…No, no es nada…

Marielle se aclaró la garganta cuando Rukino la miró con una expresión ansiosa. …Yui se volvió para mirar a Marielle de repente. Esta se sobresaltó cuando Yui volvió de la nada su atención hacia ella.

—¿La-Lady Yui? ¿Qué pasa?

—…No, nada… —Yui trató de decir algo, pero se calló antes.

—¡Algo se acerca…!

—¿Qué?

En ese momento, un vendaval golpeó a Eisuke y a los demás desde arriba. Una sombra negra cubrió el cielo sobre ellos. Y entonces aterrizó detrás de Marielle con un ruido sordo.

—¡¡Gyaaaaaaaaaaaaaaaaah!!

Un grito ensordecedor hizo vibrar a toda la ciudad. Las alas de la bestia se agitaron amenazadoramente provocando que soplara el viento. La mitad superior de su cuerpo era la de un águila, y la inferior la de un león, su apariencia sola inconscientemente inspiraba asombro…. Los ojos de Eisuke se desorbitaron ante la legendaria criatura que estaba presenciando por primera vez.

—¡Kyaaaaaah!

—¡Mi señora!

Marielle gritó, y Rukino la atrajo rápidamente entre sus brazos para protegerla. Lo que apareció detrás de Marielle era el mismo grifo del que habían estado hablando. Eisuke se rio.

—¿¡Acaso no es demasiado pronto!? ¡Yui, Serika! ¡Ustedes busquen a gente sospechosa por los alrededores! ¡Yo me encargo del monstruo!

—¿¡Qué, puedes encargarte de esa cosa tú solo!? —Serika estaba abrumada por el grifo y preocupada por él al mismo tiempo.

—¡Gyaaaaaaaah!

¡Bashuuuu!

El grifo liberó de su pico una onda expansiva de viento como una ola de marea. Eisuke miró la masa de aire que le atacaba, que destruyó el pavimento del suelo como si lo estuviera despegando.

—¡Vamos! —Gritó, y extendió su brazo derecho hacia un lado.

…La explosión que provocó con su brazo borró la onda expansiva de viento sin dejar rastro. Eisuke le dedicó una sonrisa de odio de perfil.

—Eh, ¿qué te parece eso? ¡No te olvides de con quién estás hablando!

—¡Ah, es cierto, verdad que eres un gorila estúpido!

—¡A quién le dices gorila estúpido!

Serika chasqueó la lengua con disgusto y desapareció de la escena, llevándose a Yui con ella. Mientras tanto, el grifo atacó a Eisuke con sus afiladas garras. Un golpe aplastante con una fuerza que ningún humano podría esperar igualar se cernió sobre su cabeza.

—¡Hmff!

Sin embargo, Eisuke lo recibió de frente con una mano.

—Oye, oye, ¿qué pasa, creías que podías ganarme con solo ese golpecito?

—¿Gu, gyah…? —El grifo levantó una voz, consternado. El golpe de sus garras no lo aplastó, sino que solo lo empujó hacia atrás.

El grifo era un ser de muy alto rango entre los monstruos. En la pirámide de los monstruos biológicos, se podía decir que reinaban casi en la cima. …Pero tuvo mala suerte de estar aquí en esta ciudad. Eisuke, que había entrenado con tanto ahínco que superó a los humanos, era un ser que se saltaba fácilmente incluso la cima de la pirámide.

—¡Así es como acabas con tu oponente de un solo golpe! —Eisuke empujó al grifo hacia atrás y lo tomó por la parte superior mientras retrocedía—. ¡Toma eso! —Un tremendo taconazo se clavó en la parte superior de la cabeza del grifo.

—¡Gah, gyaah!

¡Baghan! Un ridículo sonido de impacto se escuchó, y el grifó se estrelló contra el suelo. Su pico y cara se clavaron en el suelo, golpeando el suelo con un «¡BECKOOM!» y el suelo se hizo cráter. Así, el grifo no emitió otro sonido. El golpe había sido tal que incluso podías sentir algo de lástima por él.

—De-Derrotaste al grifo… ¿¡de un solo golpe!?

—¡I-Increíble…!

Ni Rukino ni Marc pudieron siquiera alzar la voz en señal de sorpresa. Incluso si decenas de caballeros imperiales lucharan juntos, las probabilidades serían del 50%, pero Eisuke acabó con el monstruo con un solo golpe de talón. Esto no era una hazaña humana, se mirara como se mirara. Sacudiendo su pierna ligeramente, Eisuke inmediatamente dirigió su atención a otra cosa.

—¡Yui, Serika! ¡Cómo van!

Yui y Serika respondieron a la llamada de Eisuke. Serika, sin embargo, se encogió de hombros y sacudió la cabeza.

—Bueno… no había nadie obviamente sospechoso, sin embargo. Pensé que estaría haciendo algo llamativo, ya que controla a los monstruos…

—¿Y tú, Yui? ¿Has encontrado algo sospechoso? —Eisuke miró a Yui.

Yui se quedó en silencio durante un rato con su habitual rostro carente de emociones. …Pero luego sacudió un poco la cabeza.

—…No, yo tampoco. No había ninguna persona sospechosa.

—¿Incluso tú…? Ya veo. Parece que juega muy bien al escondite, ¿verdad?

Eisuke se revolvía el cabello con disgusto, pero sonreía como un niño que realmente jugaba al escondite. No podía evitarlo.

—¿…Lady Yui? —La única que se dio cuenta de que los dedos de Yui se movían y miraba de reojo era Marielle.

***

En cierta cafetería de Melwa.

Eisuke y Yui estaban sentados uno frente al otro como si fueran novios en una cita. Marielle, Rukino, Serika y Marc, que había venido de guía, los observaban desde una pequeña distancia.

Eisuke miraba a Yui frente a él con la mejilla apoyada en las manos, preguntándose por qué los cuatro les miraban fijamente. Ella cogió el parfait que había pedido y le ofreció una cucharada a Eisuke.

—Eisuke, por favor di «aaah»…

—Ni lo pienses.

—Pero si no lo haces, no pareceremos novios.

—Ya somos objetivo por el simple hecho de ser un hombre y una mujer reunidos. No hay necesidad de ir más allá.

—Entonces, tú dame la comida.

—¿Escuchaste lo que dije? ¡Dije que no voy a hacer ningún esfuerzo adicional!

—Aaah…

—¡No intentes presionarme! ¡No voy a hacerlo!

Yui abrió sus labios de color rojo cereza, a lo que Eisuke en respuesta se llevó la mano a la frente, disgustado porque Yui no parecía hacerle ni pizca de caso.

—Haa…. Sabes, hay otra razón por la que te elegí como compañera.

—¿Y por qué fue?

—Por lo de ayer. Vamos, dime de qué me conoces.

Eisuke se indignó y la señaló. Yui se calló y volvió la cara hacia abajo.

—…Eisuke, es porque me ayudaste.

—¿De verdad?

—En el pasado, cuando fui atacada por gente temible, el que vino a rescatarme… fuiste tú, el «Cazador de Buscapleitos».

Le dijo tímidamente. Eisuke se convenció finalmente por esta simple razón y se recostó en el respaldo como si quisiera relajarse.

—¿Qué, así que era eso…? ¿Por qué no me lo dijiste?

—…Lo siento. De alguna manera, es más bien una costumbre. —Yui dejó escapar un suspiro. El gesto era un poco de autoburla—. No me gusta hablar de mí misma. La mayoría de las cosas que veo y oigo, la gente no las entiende.

Eisuke se quedó en silencio involuntariamente. Yui podía sentir cosas que ningún ser humano ordinario podría. Sonidos extraños, olores. Se preguntó cuánta gente la había creído de verdad hasta ahora. Ciertamente podía entenderla. Los seres humanos nunca aceptaban de verdad lo que no comprendían.

—Supongo que sí. Pero no creas que yo soy igual que ellos.

—¿…Eh?

Eisuke dirigió hacia ella una mirada inusualmente sincera. Los ojos de Yui parpadearon, y él dijo con calma:

—Tengo capacidades como las tuyas. Aunque todos los demás en el mundo no puedan entenderte y duden de ti, yo no lo haré. Así que no tienes que preocuparte por eso en absoluto. Escucharé cualquier tontería que tengas que decir.

Eisuke bromeó con el pulgar apuntando a su propio pecho. …Tras un momento de silencio, Yui:

—¿…Es una proposición? Eso de ahora, fue una proposición, ¿no?

—¿¡Así es como te lo estás tomando!?

—Realmente creo que eso fue una proposición, no importa quién lo escuche, opinará lo mismo. —Dijo con un rostro tranquilo. …Mientras escondía tras una cara de póker el hecho de que su corazón latía anormalmente alto por dentro y su pecho sentía raro.

Desde aquel día, Eisuke había sido la persona predestinada para Yui. Los sonidos despiadados y obscenos de las calles atestadas de gente que no se paraban a prestarle atención a Yui siendo atacada por matones con sus desagradables voces vulgares. Ella aún recordaba el sonido de sus pasos, que corrían en línea recta como un rayo de luz, abriéndose camino entre la multitud. Y nunca olvidaría las palabras que le dijo, como una confesión de amor. Para Yui, Eisuke era —y seguía siendo— la única persona que la hacía sentir feliz por tener esta inusual habilidad.

Lo sabía, sabía que Eisuke san era…, casi dijo Yui.

—¿¡…!?

Ella habló, y su complexión cambió.

—Um, Eisuke, bueno, en realidad, desde hace un tiempo…

—¡¡¡Kyaaaaaahhh!!!

De repente, resonó el grito de Marielle. Eisuke se levantó rápidamente y se dio la vuelta.

Marielle y los demás se habían levantado y estaban mirando al cielo. Delante de su mirada, una masa negra retorcida estaba flotando en el aire.

—¿Qué es eso…?

Yui reaccionó antes que nadie. Eisuke también se dio cuenta.

…Era un enjambre de monstruos con forma de murciélago.

—¡Murciélagos asesinos!

Marc gritó. Eisuke saltó la valla de la tienda y le preguntó a Rukino.

—¿¡Qué demonios es ese monstruo!? ¿¡Es fuerte!?

—¡Atacan en manadas y chupan la sangre de los humanos! ¡Si uno de ellos te atrapa, vendrán en tropel!

—¡Ja! ¡Entonces haré que hasta el último de ellos se vaya antes de llegar aquí! ¡Tomen esto!] —Con un rugido, Eisuke agitó los brazos en el aire.

…Sólo con eso, una tormenta se desató, tragándose a los murciélagos asesinos en su turbulencia. Los vientos que envolvieron a los murciélagos asesinos hicieron volar a su ejército directamente hacia el cielo. …Después de que la tormenta se despejara, ya no quedaba ninguno de ellos en el cielo.

—Qué-Qué desastre…

—¡Da igual cuantos bichejos mande, todos terminarán igual, como los buscapleitos, eh!

—Parece frase de tipo malo…

Marielle miró a Eisuke, quien se reía con un «Gajaja».

—Pero, como pensaba, este Héroe parece ser bastante hábil.

Rukino dio un pequeño bufido y se quedó pensativa. Eisuke dejó de reír y frunció el ceño.

—¿A qué te refieres con eso?

—Bueno, los Murciélagos Asesinos son monstruos que originalmente sólo habitan en lo más profundo de las peligrosas mazmorras de este continente. La persona promedio que no se sumerge en mazmorras ni siquiera sabe que existen. Incluso mi señora no los conocería, ¿verdad?

—Sí… Yo tampoco oí hablar nunca de un monstruo así.

Respondió Marielle con inquietud, recordando a los Murciélagos Asesinos. Eisuke anticipó sus palabras.

—Ya veo… Si nos envía un monstruo así, significa que es una persona hábil que ha atravesado una mazmorra peligrosa y tiene a tales monstruos bajo su control.

—Es el tipo de persona que puede controlar a un grifo. ¿Algo así no era de esperar?

—Bueno… si lo pones así. No, qué digo, ver a estos monstruos es muy raro.

Ante lo que dijo Serika, Rukino se cruzó de brazos con una mirada acomplejada. Eisuke se encogió de hombros.

—Tendríamos problemas si no hubiera alguien tan hábil. Si hablamos de un Héroe, no sería más apropiado que enviara dragones o algo así, en lugar de esos murciélagos que nadie conoce… ¿eh? —Entonces Eisuke se quedó un momento pensando.

—¿Qué pasa, Eisuke?

Rukino parpadeó. Eisuke se llevó el dedo a la barbilla.

Si lo que decía Rukino era cierto… había algo que le preocupaba un poco. Eisuke dejó en silencio que ese pequeño pensamiento recorriera su cerebro. Como una luz desbocada, el recuerdo de la conversación reapareció en su cerebro, y…

—¡…Cierto…! ¡Eso tiene que ser…! —Eisuke gruñó en voz baja. ¿…Cómo no se había dado cuenta de una contradicción tan evidente?— …Oye, Yui… ¿acaso tú no sabes ya quién es el tipo sospechoso?

—¿¡…!?

Los ojos de Yui se abrieron de par en par. Sólo esa reacción fue suficiente. Eisuke abrazó el hombro de Yui y sonrió mostrando los dientes.

—Lo sabía. Eres realmente increíble.

—¿Eh…?

—Yo también me lo imaginé. Eres la única que lo entendió.

La sonrisa de Eisuke al decir esto era como la de un niño inocente que había encontrado la respuesta correcta a un acertijo. Se volvió hacia Marc con esa sonrisa en la cara.

—Oye, ¿dijiste que te llamabas Marc?

—Eh, sí, ¿por?

—¿Dónde está el lugar más grande y más fácil para moverse en esta ciudad?

***

El lugar más amplio y más fácil por el que moverse de la ciudad. Era una suave colina que dominaba la ciudad de Melwa. La luz rojiza-anaranjada contrastaba con las sombras e iluminaba la ciudad, impresionando a Eisuke y a sus compañeras con su tranquila belleza.

—…Oiga, ¿Señor Eisuke? ¿Está realmente el Héroe en esta ciudad? Tal vez esas criaturas llegaron aquí por coincidencia…

—…Oye tú. Héroe… ¿estás aquí?

—¿…Eh?

Marielle no podía creer lo que escuchaba, en ese momento…

—¡Te hablo a ti!

—¿¡Gufu!?

…Eisuke golpeó con su puño hacia atrás a Marc.

Marc pisó firme y dio un paso atrás. Todas las mujeres, excepto Yui, estaban atónitas.

—¡Se-Señor Eisuke! ¿¡Me podría explicar por qué lo hizo…!?

—Tú eres el Héroe Hiroto, ¿no?

—¿Qué…?

Marielle y las demás se giraron asombradas. Marc se agarraba el estómago, con el rostro fruncido.

—Gu… ¿De-De qué estás hablando…?

—Comencé a sospechar con la explicación de los murciélagos asesinos de Rukino. Oye, Rukino, dijiste que los murciélagos asesinos son monstruos raros, ¿verdad? Dijiste que son monstruos poco conocidos que sólo existen en mazmorras peligrosas.

—Oh, sí… Sí, pero…

Rukino asintió con la cabeza aún con dudas. Eisuke entonces habló y luego volvió sus ojos dudosos hacia Marc.

—Fue por eso. Es difícil de creer que en el momento en que la horda de monstruos entró en escena, él gritara antes que nadie: «¡Murciélagos asesinos!».

—Hah…

Marielle y las demás jadearon al darse cuenta también, tardíamente. ¿Cómo era posible que un simple joven de ciudad supiera de la existencia de los Murciélagos Asesinos que habitaban en las profundidades de las mazmorras?

—¡Simplemente ocurrió! ¡Simplemente los conocía, y…!

—¿Así que eso también fue una coincidencia? Me refiero a lo de que vieras a las parejas ser atacadas en sus citas secretas. Esto también es extraño si lo piensas.

—¿Qué…? ¿¡Y qué tiene de extraño eso…!?

—¿Por qué me miras a mí?

—¿…Qué?

—Digo, ¿por qué estarías vigilando a una pareja que sale en secreto para que nadie se entere? Y lo hiciste más de una vez.

—¡…E-Eso es…!

—¡Ya-Ya veo…! —Serika aplaudió. Desde que apareció la amenaza del Héroe, nadie había podido actuar como pareja abiertamente en esta ciudad. Deberían haber mantenido sus encuentros en secreto. ¿…Y por qué él los habría visto tantas veces?

—¿No es extraño? A no ser que seas un chico de secundaria que espía las citas de la gente, o… que seas el Héroe que los estaba vigilando, ¿verdad?

Eisuke lo miró confiado. Marc apretó los dientes y replicó.

—Ku… ¡y-y qué con eso! ¡Sólo los vi por casualidad!

Eisuke lo miró fijamente con una mirada férrea, luego suspiró y se encogió de hombros.

—Tomaría el crédito si confesaras aquí…. pero, oh, bueno, supongo que esta vez le daré el crédito a Yui…

—¿A Lady Yui?

Eisuke miró a Yui, que estaba acurrucada a su lado, y sonrió.

—Siempre me pregunté cómo controlaba a los monstruos. Ya habíamos sido atacados por ellos tres veces sin previo aviso. No había ruidos ni señales sospechosas. Así que nadie se daba cuenta hasta que el monstruo aparecía de repente frente a nosotros. …Al menos no ningún humano ordinario, ¿verdad?

Eisuke puso su mano en el costado de Yui. Luego la señaló con la barbilla con basta seguridad.

—Pero esta chica de aquí podía oírte. Era un sonido que nosotros no podíamos oír… era un sonido en tono mosquito[2] para llamar a los monstruos, emitido a un volumen que los humanos normales no podrían oír… ¡así los llamabas!

Marc… no, Hiroto, quedó finalmente expuesto.

Yui Koikase. Ella era una chica cuyos oído y visión era mejores que el del humano corriente. Ella había sido capaz de oírlo claramente todo el tiempo. El extraño sonido que a menudo emanaba de la dirección donde estaba Marc. Había notado la conexión entre el sonido y los monstruos que volaban de la nada justo después. Yui entrecerró los ojos y pronunció en voz baja.

—…Tú fuiste el primero en avisarnos. Por eso pensé que eras una buena persona. También me pregunté si sólo estaba… escuchando alguna cosa desagradable de nuevo. …Pero fue así.

Eisuke sonrió con desprecio y se crujió los nudillos. Se acercó a Hiroto… y comenzó la pelea.

—Bueno, por fin te encontré, Héroe. El juego del escondite ha terminado. El próximo juego… será un verdadero desempate conmigo.

—¡Maldición…!

Hiroto levantó la mano, apretando los dientes. Pero no pasó nada inmediatamente. …No, no podían percibirlo. El bajo sonido para llamar a los monstruos.

—¡Eisuke, algo se acerca…! —Gritó Yui, casi al mismo tiempo.

…Algo voló detrás de Eisuke y los demás a velocidades cercanas a Mach, como un avión a reacción, y secuestró a Marielle.

—¿¡Kyaa!?

—¡E-Es un guiverno!

Un dragón volador, un guiverno. Sólo tenía el tamaño de un caballo, pero era una subespecie de dragón. La forma aerodinámica de su cuerpo y sus alas triangulares en forma de cuchillo, eran el resultado de la evolución para reducir al máximo la resistencia del aire, y era un monstruo poderoso que podía ser llamado un luchador inteligente sin exagerar.

El guiverno secuestró a Marielle tomándola por el cuello de la ropa con su boca y luego planeó directamente sobre Hiroto. Este saltó ágilmente sobre su espalda.

—¡Ja! ¡Así que viste a través de mí! ¡Así es, yo soy el Héroe Hiroto!

—¡Cómo que vi «a través de mí»! ¡No te hagas el interesante!]

—¡Pero, qué mal! ¡Porque yo soy mejor que ustedes!

Hiroto activó su habilidad de nuevo. Invocó y atacó desde el cielo con una horda de Murciélagos Asesinos. Mientras Eisuke y los demás estaban aturdidos por la repentina aparición, Hiroto utilizó su guiverno para volar alto en el cielo.

—¡Kyaaaaah!

—¡Marielle! ¡Tsk, no escaparás!

—¡Espera, Eisuke!

Rukino detuvo a Eisuke de agitar su brazo y tratar de alejar a los murciélagos asesinos con otra ráfaga. Este se volvió hacia ella con expresión de enfado.

—¿¡Qué pasa ahora!?

—¡Cálmate! ¿¡Acaso no ves que mi señora también está en el cielo!? ¡Vas a hacerlos volar a ambos!

—¡Mierda, es cierto…!

Eisuke se dio cuenta de repente. Más allá de los Murciélagos Asesinos, estaba el guiverno con Marielle en la boca. Si él mandara a volar a los Murciélagos Asesinos con otro vendaval, sería inevitable que el guiverno y Marielle quedaran atrapados en él. Hiroto se anticipó a esto y tomó a Marielle como rehén. La expresión de Eisuke mostró la rabia que sentía, justo después de eso.

—Yo lo haré. —Fue Yui quien dijo con un tono de voz frío, sacando una pistola de su capucha.

—Eisuke, tú encárgate del Héroe. Yo me encargaré de los Murciélagos Asesinos.

Los ojos de Eisuke se abrieron de par en par. Los ojos indiferentes de Yui se encontraron con su mirada.

—¡…Está bien, cuento contigo!

Tan pronto como lo dijo, Eisuke dio un salto. Fue en línea recta hacia el guiverno que estaba pasando a los Murciélagos Asesinos. La horda de monstruos se acercó a él para bloquearle el paso…

…Yui levantó las dos pistolas mientras vigilaba la espalda de Eisuke.

…Eisuke dijo que cree en mí. Dijo que no iba a dudar de mí.

Recordando las palabras que él le dijo cuando ella se convirtió en un fenómeno que había llevado sus habilidades a un nivel sobrehumano.

…Así que responderé. Lucharé. Con todas mis fuerzas, usaré este poder. Por ti…

—¡Por el bien de Eisuke…!

En sus ojos indiferentes, llevaba el fuego de su espíritu de lucha. Sus sentimientos ardían, pero sus pensamientos eran fríos. Disparó a través del objetivo con una mirada precisa y puso todo de sí misma en el dedo que apretó el gatillo.

¡Dadadadadadadadadadadadan!

Una serie de disparos.

Disparaba una pistola, y mientras seguía disparando, disparaba la otra. Iteró esta acción una y otra vez. Una hazaña divina que sería posible solo gracias a una extrema concentración. En ningún momento apartó la vista de ninguno de los Murciélagos Asesinos. Sus balas seguramente estaban acabándolos de un solo golpe.

…El número total de balas era doce, sumando las balas de ambas pistolas. Todas ellas… debieron dar y matar a los Murciélagos Asesinos que se interponían en el camino del salto de Eisuke.

—¡¡¡Vamos, Eisuke…!!! —Yui murmuró como si dijera una plegaria.

—¡Ahí voy…!

Gracias a la exquisita técnica de Yui, Eisuke pudo escapar del enjambre sin ser atrapado por los Murciélagos Asesinos. Hiroto, que había secuestrado a Marielle con su guiverno, ya estaba a solo un par de metros de él. Eisuke tiró de su brazo con toda la fuerza que pudo en respuesta a su asombro.

—¡Ahí vaaaaa!

—¡Gah!

Eisuke alcanzó con su puño la mandíbula de Hiroto. Este último perdió la conciencia, por lo que aprovechó de golpear también al guiverno, dando un golpe incluso más rápido.

—¡Ahí tienes!

…La cabeza del guiverno cayó como si la hubieran cortado con un cuchillo.

—¿Eh…?

Marielle quedó boquiabierta al perder repentinamente la sensación de estar siendo levantada.

—¡Kyaaaaaahhhh…! —Cayó de cabeza, siguiendo la gravedad. Justo antes de tocar el suelo…

—¡Ups! ¡Justo a tiempo! —Eisuke agarró a Marielle por el cuello de la ropa y justo a tiempo evitó que se estrellara contra el suelo.

—¿¡Acaso no había otra forma de salvarme!?

—¡No quiero escuchar ordenes de la que se dejó capturar!

Le replicó Eisuke a Marielle, que se desquitó con él tras recibir la espectacular sensación de estar flotando. En la colina a la que regresaron, Rukino estaba acabando con los Murciélagos Asesinos que quedaban con su estoque, y Serika consiguió mantenerlos a raya con sus patadas. Gracias a Yui, apenas quedaban Murciélagos Asesinos, y ya estaban casi controlados.

—¡Eisuke…!

Eisuke levantó la mano hacia Yui, que se precipitó hacia él. Yui comprendió de inmediato lo que eso significaba. Se metió la pistola dentro de la sudadera y… ¡Pang! Se dieron un choque de manos.

Las mejillas de Yui se deshicieron en lágrimas ante la sonrisa de Eisuke. Su inocente sonrisa, llena de una inocencia familiar, propia de su edad. Los dos chicos de diecisiete años habían conectado realmente entre sí a través de la batalla.

—¡Uwaaaaaaa…!

Justo a su lado, con un ruido sordo, Hiroto se estrelló junto a su guiverno que había perdido la cabeza.

—¡Gah…!

Sin embargo, como sus habilidades físicas habían sido mejoradas cuando se convirtió en Héroe, parecía que seguía estando a salvo a pesar de haber caído desde una gran altura. Eisuke le miró fijamente mientras se arrastraba y le volvió a lanzar un desafío.

—Eso te pasa por intentar huir, pedazo de basura. Realmente quiero luchar contra ti. Llama al monstruo más poderoso que puedas invocar ahora mismo. Voy a aplastarlo de frente.

—¡No, gu…! ¡No te vayas a dejar llevar…!

Hiroto levantó la mano en un intento poco entusiasta de frenarlo. De esa misma forma también convocaba a los monstruos. Unos segundos después…

—¿¡Qué…!? ¡Es el más grande hasta ahora…!

La voz baja de Yui tembló. Nadie respondió. La razón era que, incluso sin que ella lo dijera, todos oyeron el poderoso rugido que se acercaba desde lejos. Aquella enorme silueta negra, batiendo sus alas contra el sol poniente, era…

—¡¡Goaaaaaaaaaaaaahh!!

Dejó escapar un rugido que sacudió la atmósfera violentamente. Majestuosas alas que se extendían desde su enorme cuerpo de color carmesí, ojos malvados tan retorcidos que las serpientes se verían casi lindas, y mandíbulas revestidas de afilados colmillos. Todo en él era aterrador de contemplar.

…El monstruo más fuerte de todos… un dragón se imponía ante Eisuke y sus amigas.

—¡Jajaja! ¿Has visto eso? ¡Esto es un Héroe! ¡Para mí es fácil llamar a la criatura más fuerte, un dragón!]

Al ver que Marielle y las demás temblaban, Hiroto recuperó las ganas de luchar y gritó triunfante. Sin embargo, la sonora carcajada de Eisuke rugió como para ahogar su grito.

—¡Sí, sí, me encanta! ¡Este mundo está lleno de romance, podré luchar contra dragones!

La palabra miedo no parecía existir en su diccionario. Eisuke rio ferozmente y saltó hacia el dragón que flotaba en el aire. Tan solo una de las garras del dragón era tan grande como todo Eisuke. Era como enfrentarse a un acorazado. Pero no se dejó intimidar…

—¡Vamooos!

¡Dogo!

…Le propinó al dragón un poderoso golpe en el morro. El tremendo impacto sacudió la atmósfera con el sonido de una explosión. La cabeza del dragón se sacudió desde su cuello… pero…

—¡¡Goaaaaaaaaaaaaaahhhhhhh!!

—¡Whoa!

El dragón, que era el monstruo más fuerte de todos, no cayó, sino que escupió llamas extremadamente calientes hacia Eisuke. Este se retorció en el aire, pero las llamas engulleron la mitad derecha de su cuerpo. Eisuke salió despedido por el torrente de llamas y cayó al suelo.

¡Quema, eso quema, desgraciado! ¿¡Acaso también piensas quemarme la chaqueta!?

Eisuke dijo con frustración mientras golpeaba su chaqueta para apagar el fuego. Aunque su ropa se quemó, la piel desnuda de debajo estaba casi intacta. Sólo había hollín negro y una ligera cicatriz roja.

—¡Goaaaahhhhh!

El dragón volvió a lanzar una ráfaga de fuego desde el aire. Las llamas eran tan intensas que envolvieron toda la colina en la que se encontraban Eisuke y los demás. Todos se quedaron atónitos.

—¡Oye, no vamos a ser más que cenizas!

—¡Señor Eisuke!

—¡Ya lo sé!

Apresurado por Serika y Marielle, Eisuke lanzó un derechazo con todas sus fuerzas en el acto. Luego, anuló las llamas con una ráfaga. No era una exageración. Lo digo de nuevo, fue un espectáculo deplorable.

—¡No vueles sobre mí, maldito lagarto!

Gritó Eisuke, y volvió a saltar hacia el dragón. Esta vez, le asestó un fuerte puñetazo al abdomen. Mientras el dragón se tambaleaba, Eisuke se subió al lomo del dragón con la gracia de un acróbata.

Y entonces…

—¡Toma estooooooo!

Eisuke blandió sus brazos en cruz hacia la espalda del dragón. Sus manos-espadas partieron la atmósfera y crearon una ruptura de vacío, cortando el espacio violentamente.

…Y cortó las enormes alas del dragón desde sus bases.

—Ah, le ha cortado las alas…

Serika murmuró con estupor. Las manos-espada de Eisuke, más afiladas y violentas que cualquier hoja, habían cortado las alas del dragón de un solo golpe, como si se tratara de mantequilla.

—¡Gyaaaaaaaaaaaaaa!

El dragón gritó tan fuerte que hizo vibrar la atmósfera. Eizuke, que saltó desde su espalda para lanzarlo, dio una voltereta en el aire. Dejó salir un feroz hálito.

—¡Esperaba un poco más, pero supongo que no me queda otra que seguir peleando contra humanos! ¡¡¡Ya vete!!!

Eisuke, en posición para dar un salto mortal, lanzó una patada por encima del dragón, que había perdido las alas. El dragón salió volando casi a la velocidad del sonido y desapareció en la distancia. Pronto la batalla se resolvió mientras el cielo titilaba con las estrellas que aún estaban muy tempranas en la noche.

Hiroto se horrorizó al ver toda la ridícula batalla.

¿¡Era un dragón, y no usaste nada más que tu cuerpo…!? ¿¡Qué-Qué demonios eres!? ¿¡Acaso eres un monstruo!?

—No soy un monstruo. Sólo soy un estudiante de preparatoria que hace demasiado ejercicio.

—¡No hay manera de que seas un estudiante de preparatoria normal!

Tiene razón…

Marielle le dio la razón en silencio a Hiroto, que despotricó todo lo que pudo. Eisuke rio frívolamente y apretó los puños.

—¿Eso significa que ya no tienes a nadie más a quien llamar? …Entonces aprieta los dientes.

El puño de Eisuke, sin contenerse, chocó sobre el cerebro de Hiroto. Con ese golpe, quedó noqueado y cayó al suelo como roca.

***

Volviendo al centro de la ciudad de Melwa, Eisuke y su grupo reunieron a los ciudadanos y sostuvieron a Hiroto, atado con cuerdas, ante sus ojos.

—Este es el Héroe que ha estado amenazando su ciudad. Ya le he derrotado, así que, a partir de ahora, pueden dormir a pata suelta.

Dijo Eisuke con irreverencia. Los ciudadanos sólo miraban a él y su grupo con incredulidad ante el repentino giro de los acontecimientos. Eisuke suspiró y miró a Marielle. Ella se quitó la tela que llevaba puesta, exponiendo su hermosa cabellera rubia a la oscura noche.

—¡Pri-Princesa Marielle! ¿Por qué está aquí?

—¡E-Está a salvo…!

Los ciudadanos se volvieron instantáneamente ruidosos. Marielle les habló con calma.

—Querido pueblo de Melwa. Me gustaría aprovechar esta oportunidad para disculparme sinceramente por permitir que el Héroe reinara durante tanto tiempo debido a mi incapacidad para detenerlo. Pero ya lo hemos capturado aquí. Por las manos de aquellos a los que he convocado recientemente y en los que confío.

La atención de los ciudadanos se centró naturalmente en las personas a las que Marielle señaló. Cuando los ciudadanos vieron al Héroe derrotado, los ojos interrogantes que se habían fijado en Eisuke y los demás fueron sustituidos por miradas respetuosas. Marielle levantó la voz.

—Ya no tienen que temer a los Héroes. Me comprometo a que, con la colaboración de estas personas, restauraré este país y traeré la verdadera paz. ¡Comencemos aquí en Melwa! ¡La restauración del Imperio Arestina por nuestras manos!

Los ciudadanos se miraron entre sí ante la elevada declaración de Marielle. …Pero pronto, hubo un estallido de aplausos de la multitud. Se extendió rápidamente y poco a poco se hizo más fuerte. Pronto, fuertes vítores se unieron a los aplausos, y un ambiente festivo se extendió por todo el lugar.

—…Me alegro mucho por usted, mi señora…

—…Sí, yo también. —Marielle respondió al suave tono de Rukino con una lágrima en la mejilla, sin apartar la vista de los emocionados ciudadanos. Este era un gran primer paso. Podría ser que esta escena no tardara en verse en la Ciudad Imperial… Marielle tenía tales expectativas en su corazón.

—Oye, ¿y por qué lo hiciste?

Serika preguntó casualmente a Hiroto, que seguía atado e inclinando la cabeza hacia atrás. Hiroto se quedó en silencio durante un momento, y luego respondió con una exhalación.

—…Porque odio a las parejas…

—Muchas gracias por esa sencilla y discutible razón.

—No quiero que haya ningún sentimiento romántico en este mundo. Sólo los humanos tienen sentimientos románticos mientras que los animales no. Por eso hay tantos problemas en el mundo humano. Quería crear un mundo sin necesidad de amor aquí…

Dijo Hiroto mientras gemía. A veces los sentimientos románticos podían causar celos excesivos. A veces, la problemática lujuria podía confundirse con el amor romántico. Esos problemas, que no existían en los animales, se producían entre las personas que tenían sentimientos románticos. Hiroto no se equivocaba.

—…Pero hay veces que puedes dar lo mejor de ti porque tienes sentimientos por alguien, como sentimientos románticos.

—¿…Qué?

…Fue Yui quien le dijo esas palabras a Hiroto. Esta se puso la mano en el pecho como para confirmar sus sentimientos.

—Quiero comunicarme con él. Quiero que responda a mis sentimientos. Ese sentimiento puede convertirse en poder ilimitado. Quiero dar lo mejor por esta persona. Quiero que avancemos juntos. Sólo con pensar en ese alguien, todo lo que te rodea puede volverse positivo. Creo que por eso la gente… se enamora…

Diciendo esto, Yui agarró con fuerza la manga de Eisuke. Este pareció dudar ante el repentino gesto, pero Yui sonrió suavemente. Hiroto se quedó con la boca abierta al verlo.

—Te devolveré al mundo del que viniste.

El cuerpo de Marielle se envolvió en una luz sagrada. Partículas de luz pálida de siete colores brotaron, y un círculo mágico geométrico apareció a los pies de Hiroto. Este miró a Eisuke por última vez.

—…Eh, tú.

—¿Y ahora qué quieres?]

—Déjame decirte una cosa.

Eisuke frunció el ceño. Hiroto se río y le dijo unas palabras.

—Me das envidia.

—¡Cállate!

—Qué-Que la Diosa te bendiga en tu vida futura…

Con las confundidas palabras de despedida de Marielle, también Hiroto se vio envuelto en la luz deslumbrante y volvió a su antiguo mundo…

***

—Fuaaaaaaaaaa…

Marielle, al sumergirse en la bañera, tuvo una expresión de pura felicidad en el rostro, sus mejillas se relajaron y dejó escapar una voz complacida. Serika se rio de esta princesa que parecía estar en el cénit de su vida.

—¡Oye, Marielle, qué cara es esa!

—¡Po-Por favor no diga eso! ¡Han pasado varios meses desde que tuve la oportunidad de remojarme en agua caliente! ¡Y se siente tan bien…!

—Bueno, hace tiempo que yo tampoco he podido remojarme en una bañera, así que entiendo cómo te sientes.

Marielle y las chicas pudieron alquilar una posada en Melwa, y desde su huida de la capital imperial, por fin se les prometió una forma de pasar la noche que no fuera a la intemperie. …Este era el baño de mujeres. No había otros huéspedes, y Marielle, Yui y Serika tenían el lugar para ellas solas.

Yui estaba sumergida en la bañera con los ojos cerrados. Serika estaba de pie en la bañera con una toalla alrededor de la cabeza, estirándose. Marielle las miraba a las dos y dijo tranquilamente:

—…Estoy verdaderamente feliz.

—Ya te lo dije, estás exagerando.

—Hmm, no es cierto. Me vi obligada a huir de mi país y lo perdí todo, pero… aquí estoy, conocí a gente como ustedes, bañándonos en la misma bañera como si fuéramos amigas comunes y corrientes. ¿De qué otra forma podría llamar a esto si no es felicidad?

Yui y Serika miraron a Marielle, que reía suavemente. Ella era una princesa ordinaria, pero que había sufrido un destino trágico. Pero, aun así, no era más que una niña de 14 años. Debería tener derecho a reírse con chicas como Yui y Serika de forma apropiada para su edad.

—Ustedes incluso me dieron la oportunidad de pasar un rato como una chica cualquiera. Realmente no puedo agradecerles lo suficiente.

—Marielle…

—Permítanme repetirlo. Lady Yui, y Lady Serika también. Muchas gracias por estar a mi lado…

—Marielle, ¿tus pechos han crecido desde que nos conocimos?

—¿¡Eh, es eso cierto!? Quiero decir, ¡por qué dice eso tan de repente! Estaba hablando en serio, ¿saben?

Marielle se levantó de la bañera con un sobresalto y regañó a Serika, que le miraba las extremidades. Las gotas de agua caían suavemente por las blancas y brillantes extremidades de Marielle, desde la clavícula hasta los muslos, sin que nada las obstruyera. …Aunque estaba creciendo según Serika, no había ninguna diferencia en el hecho de que todavía se estaba desarrollando. Marielle miró fijamente a Serika.

—¿Por qué me miras así?

Marielle miró el cuerpo de Serika de arriba abajo. Era alta para ser una chica, apenas superaba el metro ochenta, y las suaves curvas que iban desde sus pechos hasta su cintura y las nalgas eran como de una escultura. No se puso tímida ante la mirada fija de Marielle, y se llevó las manos a las caderas de forma imponente, algo que no podría hacer si no tuviera confianza en su cuerpo. Marielle tenía 14. Serika 17. La diferencia de edad entre ambas no se acercaba a los tres años.

—Lady Serika, ¿acaso miente sobre su edad?

—No sé de qué estás hablando, pero creo que debería enfadarme.

—¡No, no! ¡No lo digo en el mal sentido! ¡Es que tiene un cuerpo muy maduro!

Serika le lanzó una mirada incrédula a Marielle, que agitaba las manos en el aire e intentaba arreglar las cosas.

—Si eso es lo que piensas de mí…  ¿entonces qué se te viene a la mente cuando ves esos flotadores?

Serika señaló con los ojos los pechos de Yui. La parte superior de estos flotaba fuera del agua, imponiendo gran dominancia. Yui bajó la vista hacia sus propios pechos con una mirada de desconcierto, donde finalmente se dio cuenta de la pésima metáfora de Serika.

—…Por favor, no llames de esa manera a los pechos de otras personas.

—Porque eso es lo que parecen. Parece que no sabes lo inusual que es tenerlos de ese tamaño. ¿Qué les das de comer o qué?

—No lo digas como si fueran unas mascotas.

Yui se quejó con los ojos cerrados. …Marielle ya no pudo decir nada más. Los seres humanos, fueran quienes fueran, se volvían impotentes ante algo tan grande.

Serika se sumergió lentamente en la bañera, empezando por los dedos de los pies. La calidad del agua caliente no era diferente en este otro mundo. Una voz encantadora escapó naturalmente de su garganta.

—Fuaaaa… Pero ya sabes, Marielle, aún sigues creciendo, ¿no? Si comes mucho, llevas una vida sana y sin inconvenientes como nosotras en nuestro mundo original… hmmm…

Serika se estiró. Marielle juntó las manos frente a su pecho como si estuviera anticipando lo que vendría.

—Me pregunto si un día… de verdad podré volver a vivir una vida normal…

—Estoy segura de que sí. —Yui dijo brevemente. Luego, por alguna razón, dijo de la nada y con orgullo como si se refiriera a sí misma—: Porque tenemos a Eisuke.

—Hmff, aunque yo no estoy tan segura de cómo puedes decir eso con tanta seguridad. …Bueno, cuando piensas que tienes a alguien en tu equipo que puede mandar a volar un enorme dragón como ese hasta el cielo, puedes tener unas esperanzas altas.

Dijo Serika con sorpresa. La imagen de Eisuke luchando contra un dragón mientras se reía despreocupadamente pasó por la mente de las tres al mismo tiempo, y todas se rieron.

—No estoy seguro de cómo pudo volverse tan fuerte, te hace preguntarte si realmente es como nosotras. ¿Entrenó tan duro porque quería luchar contra un oponente más fuerte? ¿Qué es él, una especie de hombre de una raza guerrera o algo así?

—Puede ser, pero también pudo haber algo más.

—¿…Algo más…?

Dijo Yui, mirando su cara reflejada en la superficie del agua.

—…Creo que Eisuke quería proteger a los más débiles luchando contra los más fuertes. Si no, no se habría enfrentado sólo a buscapleitos y delincuentes

A simple vista, Eisuke era un tipo frívolo que sólo se preocupaba por peleas. Pero Yui ya lo conocía. Sabía que su verdadera personalidad era la que ponía esa expresión que no se asustaba con nada en su rostro cuando le dio palabras de consuelo antes.

—Creo que por eso Eisuke está ayudando a Marielle.

La sonrisa de Yui al decirlo se superpuso con la sonrisa confiable de Eisuke que recordaba Marielle. Aquellas palabras de él se quedaron grabadas en el cerebro de ella.

…Te echaré una mano hasta que recuperes tu país por completo.

—…Ya veo. Eisuke debe ser un hombre realmente amable.

Marielle se rio tímidamente. Serika deliberadamente sacó su lengua con disgusto.

—Eh, ¿de verdad? Esperen, ustedes dos, ¿no están un poco demasiado encantadas con él?

—Eso no es cierto. Así que no creo que necesites utilizarme para controlar las riendas de Eisuke, Serika.

—¿¡Bwah!? ¿¡Có-Cómo supiste del plan!?

Serika se quedó asombrada, y Yui soltó una pequeña carcajada, luego se hizo el cabello a un lado con un gesto hechizante, revelando sus hermosas orejas.

—Tengo unas orejas infernales. —Dijo Yui, sintiéndose como si estuviera presumiendo de su poder.

***

Mientras las tres chicas se bañaban, Eisuke y Rukino estaban en las calles de Melwa.

—¿Estás bien siendo la única que no fue a bañarse?

—Pienso entrar más tarde.

—Hmm… ¿estás segura? Pensé que querrías bañarte con Marielle.

Por supuesto que quería. Para registrar el crecimiento diario de mi señora en mi retina. Es mi razón de vivir, se podría decir.

—Viniendo de ti, no me extraña. —Cuando Rukino dijo esa tontería con una cara tan seria, Eisuke solo pudo fruncir el ceño.

—Pero estoy segura de que a mi señora también le gustaría tener una buena charla con chicas de su edad sin mí de vez en cuando. …Y si es posible, no quiero que se vea sobrecargada de trabajo… —Los ojos de Rukino se entrecerraron al pensar sinceramente en su señora. Con sus ojos tranquilos, le sonrió a Eisuke—. …No hace mucho tiempo, creía que mi misión era no separarme nunca del lado de mi señora, ni siquiera por un momento. Pero ahora están ustedes. Estoy más que aliviada de que la protejan con su poder.

…Estaba claro que Marielle y Rukino debían de haber pasado por muchas dificultades. La amenaza inminente, la desesperante diferencia de fuerzas y los Héroes contra los que no eran rivales. Probablemente no tuvieron ni un momento de tranquilidad desde que huyeron de la capital.

Al depositar su confianza en Eisuke, éste sintió que las dos chicas recuperaban poco a poco su brillo. La ridícula fuerza de sus brazos se estaba convirtiendo en la vitalidad de otra persona. Eso es lo que sintió…

—…No está mal.

—¿Eh?

—No, no es nada. No actúes tan arrogante, torpe ama de casa.

—¿¡To-Torpe ama de casa!? ¡Yo cocino y coso ropa! ¡No te atrevas a llamarme torpe!

—¿…Entonces sí está bien que te llame ama de llaves?

—…Ha.

Eisuke abrió la puerta de una tienda con la sorprendentemente natural Rukino pisándole los talones. En cuanto abrió la puerta, ambos fueron recibidos con elogios por la gente de la tienda.

—¡Oh, pero si son los héroes que salvaron esta ciudad!

Era una de las tabernas más grandes de la ciudad de Melwa. Tal vez por el hecho de que el Héroe se había ido, la taberna estaba llena de clientes de ambos sexos. Los dos se sentaron en el mostrador, estrechando las manos de las personas que se los pedían. Un hombre corpulento sentado junto a ellos le dio a Eisuke una palmada en el hombro.

—¡No puedo creer que un chico tan pequeño le haya ganado a un Héroe!

—Jajaja, dicen que las cosas buenas vienen en empaques pequeños, ¿no? ¿Quieres echar un pulso, viejo?

Eisuke se arremangó y se rio. Rukino sonreía amablemente mientras le daba un codazo a Eisuke, que tenía una mirada bastante seria. Al lado de Rukino, una mujer de edad inidentificable vino a sentarse.

—Me alegra mucho saber que la princesa Marielle está viva… Es todo un alivio…

—¿…Ha podido enterarse de lo que le ha pasado a la Ciudad Imperial desde que se fue la princesa?

Preguntó Rukino. Ella se había estado cuestionando qué había pasado desde que escaparon de la capital imperial. Pero la mujer se encogió de hombros a modo de disculpa.

—Lo siento, estábamos disfrutando tanto de la paz que tales noticias no llegaron… ¿Acaso se dirigen ahora a la capital imperial?

Rukino asintió profundamente ante la pregunta de la mujer.

—Sí, en primer lugar, tenemos que recuperar la capital de las garras de los Héroes.

—Así que van desde aquí a Balletta, ¿verdad?

Balletta era el nombre de la ciudad que servía de punto de tránsito en la ruta que conectaba Melwa y la capital imperial. Eisuke se asomó por un lado.

—Entonces es Balletta. Me pregunto qué clase de Héroe de cuarta tendrán allí.

—No, la verdad es…

La mirada de la mujer se movió. De forma tranquila, le dijo al intrigado Eisuke.

—Esto lo escuché de alguien que volvió de allí, pero… el que gobierna allí es el «Héroe de la Justicia».

—¿…Qué?

Eisuke y Rukino fruncieron el ceño ante la desconcertante frase.



[1] G-Man es un personaje recurrente de la serie Half-Life.

[2] El "tono mosquito" tiene una frecuencia de 17 kilohertzios, que por lo general, en humanos, solo la gente más joven es capaz de escuchar.


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