La Historia del Héroe Orco

Capítulo 26. Semifinales del segundo día del evento principal del Festival del Armamento

 

En la sala de espera, Primera estaba frente a Bash con una mirada tensa.

El orco llevaba la armadura reparada, sostenía la espada que se le había dado y miraba a Primera.

Primera no podía distinguir la emoción que había detrás de su expresión.

 

“Lo siento. No pude preparar una armadura adecuada.”

 

Primera no se sentía confiada.

Incluso más que ayer, antes de que comenzara la primera ronda.

En los últimos días se le había demostrado lo inexperta que era.

 

Anoche, sin pegar ojo, volvió a reacondicionar la espada y la armadura de Bash.

Pero, aun así, no pudo igualar la querida espada del Héroe.

Comparada con esa poderosa espada, la suya no era más que una ramita.

Si Bash la blandiera, seguramente se rompería fácilmente.

 

“No, de hecho es más fácil de sostener que ayer.”

 

Dijo Bash mientras blandía ligeramente la espada.

 

 

“¿¡De-De verdad!?”

“Sí.”

 

Primera celebró con el puño sutilmente.

Pero inmediatamente sacudió la cabeza y escondió su puño cerrado detrás de su espalda.

El hecho de que la espada fuera más fácil de mover no quitaba que siguiera siendo poco refinada.

 

“…”

 

Bash, por su parte, estaba más atento al pecho de la enana, que ahora resaltaba más gracias a que Primera había escondido sus manos detrás de la espalda.

Primera fue consciente de esa mirada.

No sabía qué tenía de bueno mirarle allí, pero aun así no se sintió mal por ello.

 

Pero, aun así…

 

Primera volvió a mirar a Bash.

Cuando lo conoció, no entendía realmente quién era.

Le pidió que tuviera su hijo y ella se negó.

Pensó que solo decía ridiculeces.

Pero ahora lo veía de una manera un poco diferente.

 

Es un orco, pero es un buen tipo.

 

Era honesto, fuerte y varonil.

Usó la espada que ella le dio, y aun cuando Primera lo insultó, nunca se quejó.

Y al final, le hizo darse cuenta de lo inmadura que era.

 

Siendo un orco, su sentido común y el de ella diferían.

Por ejemplo, no la había atacado.

Pero la razón por la que seguía mirando el escote de Primera y no la tocaba era porque sentía lujuria por ella, pero había jurado por su lealtad al Rey Orco.

Un hombre que era leal, paciente y también fuerte.

 

Un hombre así la estaba cortejando.

 

Al reconfirmar este hecho, Primera sintió que sus mejillas se calentaban.

Luego, las palabras escaparon espontáneamente de su boca.

 

“¡Bueno, qué demonios! ¡Si ganas, lo pensaré!”

“¿Lo pensarás? ¿El qué?”

“¡Idiota! ¡No me hagas decirlo! ¡Eso!”

“…”

 

Bash se impacientó interiormente.

No entendía lo que significaba.

¿Qué sentido tenía que dijera eso de ahora? ¿En qué estaba pensando?

Aunque quisiera preguntarle a alguien, aquí no había ningún hada en la que pudiera confiar.

 

La aguda intuición de Bash sentía ahora una tremenda “corazonada” sobre algo.

Si esta “corazonada” era buena o mala, no lo sabía.

No había tenido una corazonada semejante desde la decisiva batalla de las Tierras Altas de Lemium.

Había sido una mala premonición.

Bash no lo creyó y siguió luchando en el lugar, y cuando recibió la orden del Rey Orco de acudir al lugar, ya era demasiado tarde.

Y el Rey Demon Gediguz murió.

 

¿Que sería esta vez…?

 

“Señor Bash. ¡Enfrentamiento 4, ya es hora!”

 

Y entonces hubo un golpe en la puerta de la antesala.

 

“¡…! ¡Ya-Ya habrá tiempo! ¡Vamos, ya vete!”

“…Claro.”

 

No sabía qué tipo de corazonada era.

Ni siquiera sabía lo que debería hacer.

Bash fue a su primer encuentro con una sensación inexplicable.

 

◆◆◆

 

Cuarto enfrentamiento, Bash contra. Amond.

 

“¡Ganador, Bash!”

 

En el siguiente encuentro, Bash también ganó con un solo golpe.

El oponente no era en absoluto débil.

Era un guerrero enano y el capitán de la 3ª división de Ingenieros.

Uno de los cinco mejores guerreros del Foso de Do Banga.

 

Luchó limpiamente.

Cargó de frente contra Bash y fue rematado con un solo golpe.

Para el observador casual, habría parecido una tontería.

¿No vieron el combate de Bash el primer día?

Algunos debieron pensar que sí.

 

Pero así eran los enanos.

Creían en la armadura que habían forjado y confiaban en ella para abrirse paso al frente.

Para los enanos, la evasión era el acto de un cobarde.

 

El valiente enano fue derrotado, pero fue ovacionado con aplausos.

Bash pasó a las semifinales.

 

◆◆◆

 

Su rival en las semifinales fue el anterior ganador.

Barabara Do Banga.

El hijo mayor del héroe enano Doradora Do Banga.

 

“…”

 

Primera temblaba de nerviosismo cuando vio a Bash en la sala de espera.

Barabara Do Banga.

Era el herrero más fuerte y hábil del clan Do Banga.

Ahora que Doradora Do Banga había muerto, él era el símbolo, la cúspide, la aspiración y la esperanza del clan.

Había participado en el festival con sus armas forjadas por sí mismo y había ganado el campeonato en tres ocasiones.

Especialmente el año pasado, había sido un ganador relativamente constante, y este año era el principal aspirante a ganar el festival, lo que implicaba que era más que suficiente para que ganara esta vez también.

 

Hasta ayer, Primera pensaba que podría ser mejor que Barabara Do Banga si se lo proponía.

Pero ahora no.

Ella podía ver lo diligente y bueno que era su obstinado hermano como herrero.

Seguro que no estaba muy lejos de su padre, Doradora Do Banga, pero aun así estaba en un nivel al que Primera no podría ni acercarse hoy.

 

Se preguntó si podría competir contra un oponente así ahora.

Ella, que sólo había ganado por el poder de Bash.

 

“Te aseguro que no perderé. No te preocupes.”

 

Las palabras de Bash eran alentadoras.

No importaba quién fuera, no había nadie que no pudiera creer en sus palabras.

Incluso en el campo de batalla, estas palabras eran absolutas, y cada soldado se sentirá seguro.

Pero Primera pensó.

¿Podrá ganar?

 

“Sí.”

 

Al menos, cuando él ganara, no se adjudicaría esa victoria a sí misma.

Primera se juró a sí misma.

 

◆◆◆

 

La semifinal.

Barabara esperaba a su oponente en el centro de la arena.

Él era el anterior ganador.

Antes de que comenzara el torneo, pensó que podría ganar sin importar quién fuera su oponente.

Si fuera un oponente como contra el que había luchado el año pasado, podría ganar con un margen cómodo este año.

Pensaba que había entrenado mucho durante el último año y que se había puesto la armadura perfecta.

 

Pero su oponente era Bash, el Héroe Orco.

Barabara conocía su nombre porque él también había luchado como guerrero enano cuando la guerra había llegado a su fin.

 

Y sabía que había podido sobrevivir porque no se había encontrado con “ellos”.

Eran los mejores guerreros que luchaban en el campo de batalla.

Igual que Bash, igual que su padre Doradora Dobanga.

La suerte de no haber conocido a esos guerreros es lo que le permitió sobrevivir.

 

Una vez terminada la guerra, obtuvieron los puestos que merecían en sus respectivos países y siguieron trabajando para estos.

Tanto Nazar, el príncipe humano, como Thunder Sonia, la Archimaga elfa, seguían trabajando para sus países.

Estaba seguro de que su padre, al que llamaban Demonio de la Guerra, y Leto, el Héroe Hombre Bestia que era buen amigo de su padre, habrían hecho lo mismo si estuvieran vivos.

 

No habrían participado en el festival.

O bien, se habrían sentado en los asientos de los invitados de honor.

Pero nunca estarían en la arena así.

La oportunidad de desafiarlos se había perdido para siempre.

 

Sí, era un desafío.

Barabara Do Banga era el rey de esta arena.

Pero ahora, en este momento, él era el retador.

 

Quería dar las gracias a Dios.

Por darle la oportunidad de desafiarlo.

 

Pero debo considerar más cuidadosamente el por qué vino…

 

La razón por la que Bash, el Héroe Orco, vino a este país, al Foso de Do Banga, era obvia.

 

Los esclavos.

 

Había esclavos orcos en este país.

Y eran bastantes de ellos.

Fueron capturados como orcos vagabundos que aparecieron cerca del Foso de Do Banga.

Pero en realidad, no lo eran.

 

La mayoría de ellos eran prisioneros capturados durante la guerra.

 

Cuando las 12 razas acordaron la paz y ésta llegó, todos los prisioneros de guerra retenidos en cada país fueron liberados.

Dicho tratado se hizo oficial.

Así que todas las mujeres cautivas en la tierra de los orcos fueron liberadas, y todos los hombres cautivos en la tierra de los súcubos fueron liberados.

Las hadas cautivas en la tierra de los humanos y los ogros cautivos de la gente bestia también fueron liberados.

 

¿Por qué, entonces, los orcos seguían cautivos en el Foso de Do Banga?

¿Por qué no fueron liberados al final de la guerra?

 

No hacía falta una explicación muy larga para contar esta historia.

Por los mercaderes del Foso de Do Banga.

Los que dirigían el pueblo tras la muerte de Doradora Do Banga.

Ocultaron la existencia de los esclavos justo antes del final de la guerra.

 

Los enanos eran tercos y astutos.

Pero no todos eran buenas personas.

A muchos, por cierto, les gustaba acumular riqueza.

Los beneficios del coliseo y de los esclavos a bajo coste eran enormes.

Los mercaderes, que consideraron que era demasiado bueno renunciar a ellos, ocultaron minuciosamente la existencia de los orcos esclavizados.

 

Durante el primer año, los encerraron en las profundidades de la tierra y los hicieron luchar en los fosos de lucha subterráneos; a partir del segundo año, revelaron su existencia y los hicieron luchar en la arena, alegando que habían atrapado orcos vagabundos.

Muchos usaron ese engaño.

 

Fue solo hace poco que Barabara Do Banga se enteró de la verdad.

Al heredar el orgullo de Doradora Do Banga, inmediatamente quiso liberar a los orcos esclavos.

Entonces conoció a Donzoi, el líder de los orcos esclavos.

 

Donzoi era un hombre orgulloso.

Durante todo su cautiverio, había intentado romper el statu quo con sus propias manos.

Y había encontrado una manera.

Una forma segura de ganar el Festival del Armamento y liberarse.

 

Barabara Do Banga lo sabía y pensó:

“Yo debería enfrentarme a ellos como un enemigo.”

Esto protegería su orgullo.

 

No hizo nada más que arreglar en secreto que los orcos esclavos recibieran el equipo que él había hecho.

Como resultado, el año pasado Barabara ganó el campeonato y Donzoi fue subcampeón.

Fue un resultado desgarrador para Barabara, pero Donzoi no se rindió.

Por ello, Barabara envió a Donzoi de nuevo este año, esta vez con una armadura y un herrero que pudiera reparar la armadura de Barabara.

 

Cualquiera podría entender las acciones de Barabara al escucharlas.

Pero él creía que, si perdía deliberadamente o abandonaba la lucha, sería un insulto al orgullo de los orcos.

Creía que, si no luchaba y perdía, el orgullo de los orcos, empañado durante más de tres años, no se recuperaría, y el sufrimiento de Donzoi sería en vano.

 

Pero este año, Bash había venido.

Un orco, un hombre incluso llamado Héroe.

Para salvar a sus amigos esclavizados.

Con un hada, sólo ellos dos.

 

El hecho de que haya aparecido justo ahora sugiere que estaba esperando a que la situación se estabilizara, o que por fin se ha corrido la voz tras Donzoi quedar subcampeón el año pasado…

 

De cualquier manera, Barabara Do Banga sintió que era admirable.

Debía ser difícil para los orcos viajar por otros países.

Para llegar al Foso de Do Banga, había que pasar por el Bosque Siwanasi.

Ese bosque estaba controlado por Thunder Sonia, la Gran Archimaga.

La pesadilla del Bosque Siwanasi era famosa entre los enanos.

En la larga guerra, Thunder Sonia pasó por una insufrible humillación.

Combinado con la naturaleza insidiosa de los elfos, incluso el mero hecho de atravesar el bosque debió ser una fuente de vergüenza.

De hecho, se rumoreaba que había habido disturbios en el bosque.

 

Y eso no era todo.

Cuando el Héroe Orco abandonó su país, ni siquiera Houston, el sabio general de Krassel, se quedó callado.

Houston, el Asesino de Cerdos, era famoso por sus hazañas y su apodo.

Ese hombre, que sentía un odio extraordinario por los orcos, haría movimientos si Bash abandonara el país.

 

Pero Bash estaba aquí ahora.

Estaba aquí ahora, después de superar las dificultades y el sufrimiento.

 

Los orcos no eran una raza inteligente, pero habían sobrevivido hasta el final de la guerra sin ser destruidos.

Esto se debía seguramente a su sentido de la unidad.

Hoy en día, muchos de los enanos que conocían más o menos la situación probablemente habían cambiado su percepción de la raza orca.

 

Pero…

 

Barabara Do Banga escuchó los alegres vítores.

Abriendo los ojos, vio a un orco caminando desde la antesala.

 

Si este hombre hace todo esto, ¿qué será del orgullo de Donzoi?

 

Bash era fuerte.

Era más fuerte que cualquiera en esta arena.

No importaba dónde se buscara en el mundo, no había nadie que pudiera vencer a este hombre.

No importaba si su poder se veía algo suprimido por su modesta armadura.

Estaba seguro de que ganaría fácilmente el torneo de este año y liberaría a los orcos de su esclavitud.

 

Pero Barabara Do Banga no creía que esto fuera algo bueno.

Donzoi había sido un esclavo durante los últimos tres años.

No, él sabía que Donzoi había estado trabajando durante muchos más años, deseando liberar a los orcos de la esclavitud.

No quería que todo hubiera sido para nada.

 

“Señor Bash.”

“¿Qué?”

“Te derrotaré.”

“Mm.”

 

Dices lo obvio y obtienes la respuesta obvia.

Pero esta era muestra de la determinación de Barabara Do Banga.

Derrotaría a este hombre él mismo.

Derrotaría a este oponente que nunca podría ser vencido.

Si lo hacía, las dificultades de Donzoi no serían en vano.

Es lo que Barabara Do Banga pensaba y apuntó con su espada a Bash.

Testarudo y rudo, hábil con las manos, pero torpe y contundente con las palabras, el hombre desafió al Héroe Orco.

 

◆◆◆

 

Semifinales: Bash contra Barabara Do Banga

 

Barabara conocía la debilidad de Bash.

Aunque por supuesto, Bash no tenía debilidades.

Generalmente se decía que los orcos eran débiles contra el fuego y la magia del rayo, pero era obvio que esto no era cierto cuando se trataba de Bash.

Después de todo, ya había derrotado a Thunder Sonia en un combate individual.

Aunque fuera vulnerable a la magia de fuego y rayo, no podría hacerle mucho daño a menos que fuera muy poderosa.

Pero antes de eso, la magia estaba prohibida en el torneo.

 

El punto débil de Bash.

Ese era su equipo.

Como la mayoría de los concursantes de este torneo sabían, el herrero que forjó el equipo de Bash era inexperto.

En otras palabras, si apuntaba al equipo con el objetivo de destruir su armadura, tendría una oportunidad de ganar.

Incluso eso era sólo una pequeña posibilidad, como si se tratara de un hilo delgado.

Pero Barabara estaba convencido de que podía hacerlo.

 

Porque Bash se estaba conteniendo.

Si Bash se movía con todas sus fuerzas, su arma, o incluso su armadura, serían destruidas y se harían pedazos.

 

Como herrero… no pretendía menospreciar a Primera.

Ni siquiera Barabara Do Banga confiaba en poder forjar un arma que resistiera todo el poderío de este hombre.

Si alguien pudiera hacer un arma digna del orco, sería Doradora Do Banga, el legendario Herrero de la Guerra, o Salmon, el afamado Herrero Demon.

 

Por ello, Bash se veía obligado a tomárselo con calma.

Tenía que contener su fuerza física y mover su cuerpo lentamente, como si estuviera llevando un huevo sobre una cuchara.

Y, sin embargo, había conseguido derrotar a todos los participantes famosos de un solo golpe, lo que sólo podía describirse como una hazaña divina.

Todo el mundo podía pensar así, pero la realidad era un poco diferente.

Bash tenía que vencer de un solo golpe.

Llevaba una armadura que se rompía cuanto más se movía, así que no tuvo más remedio que elegir una batalla corta.

 

Por lo tanto, Barabara Do Banga eligió tener que humillarse.

 

“¡Vaya, ¿qué significa esto?! ¿¡Barabara Do Banga está huyendo!? ¡Qué desgracia para alguien tan valiente y atrevido!”

 

Voces de sorpresa se pudieron escuchar del público, y el lugar se llenó de abucheos.

Él sabía lo que parecía.

Había venido al Coliseo por voluntad propia, y ahora, en las semifinales, corría como un conejo.

Qué patético era.

Qué cobarde.

El propio Barabara nunca había pensado que huiría así.

Había tenido la intención de enfrentarse a cualquier oponente de forma justa y directa.

Pero eso no era lo mejor.

Eso no sería suficiente para ganar.

Con eso no podría proteger el orgullo de Donzoi.

 

“¡Huh!”

 

Mientras corría, apuntaba a las junturas de Bash.

Junturas, hombros, axilas.

La armadura no estaba tallada de un solo bloque de hierro.

Siempre había cierres.

Había partes frágiles.

 

Apuntaba ahí.

O eso pretendía.

 

“¡Mmm!”

 

Entonces Bash contraatacaba con precisión.

Una masa de intención asesina pasó sobre la cabeza de Barabara.

Un escalofrío recorrió su espina, si hubiera dado otro medio paso….

La fuerza de la armadura no era tan grande como para evitarle la muerte.

Pero si le hubiera dado en la cabeza, se habría desmayado.

 

En cualquier caso, se trataba de un ataque con mucha fuerza.

Cada vez que daba un paso adelante, debía de estar aplicando carga constantemente en los soportes de los tobillos.

Eso desgastaría constantemente los soportes de los tobillos.

 

Si los herrajes alrededor de los pies podían desgastarse, el siguiente paso era la zona de los hombros.

Finalmente, si se podían destruir los herrajes alrededor del torso, la destrucción de la armadura sería inevitable.

Se tomaría su tiempo, provocaría cuidadosamente sus ataques e invitaría al adversario a autodestruirse.

Él atacaría solo al final.

Antes destruiría lentamente la armadura.

Para nada era una forma de luchar propia de los enanos.

 

Este plan podría arruinarse por un simple error.

Si fallaba al evadir un golpe.

O cuando Bash se diera cuenta de que no era serio en sus ataques.

Pero Barabara confiaba en que saldría bien.

 

Con el siguiente paso, los soportes de los tobillos deberían romperse.

 

Su confianza nacía de su propia evaluación.

Las habilidades de herrera de Primera y su propia fuerza física.

Sopesó las dos y confió en que podría llegar hasta el final.

 

“¡Mnh!”

“¡Hmff!”

 

Con un ruido metálico, la espada rozó su casco.

La espada de Bash intentaba superar los movimientos de evasión de Barabara.

Era natural. El oponente era un guerrero superior.

Además, Barabara no era tan bueno evadiendo los ataques de su oponente.

Por mucho margen de seguridad que creyera tener, no había forma de que pudiera seguir corriendo.

 

Pero no habrá una próxima vez.

 

Eso pensaba Barabara.

Porque ahora las abrazaderas del tobillo de Bash no podrían soportar más carga y se romperían.

 

En otras palabras, no resistirían como antes.

Pero Bash seguía viéndose obligado a atacar.

En este torneo, si se producía un estancamiento y ninguno de los dos podía seguir luchando, el ganador se determinaba por el daño de la armadura del otro.

Todas las partes de la armadura de Barabara Do Banga seguían intactas.

Con sólo una parte dañada, aunque fuera ese pequeño trozo de metal en el tobillo, Bash sería derrotado.

Obligado a atacar, pero sin demasiada fuerza, Barabara Do Banga contrarrestó a Bash apuntando a la zona del hombro.

 

“¡Mnh!”

“¡Ngh!”

Cuando se diera cuenta, ya sería demasiado tarde.

Bash había profundizado más que nunca.

Era como si dijera: “¿Oh? Creo que hoy puedo pisar un poco más profundo”.

 

La masa de hierro se acercó a la cabeza de Barabara Do Banga a una velocidad tremenda.

Barabara lo vio como si fuera a cámara lenta.

Se dio cuenta de que no había forma de evitarlo.

Puso su fuerza en el estómago, tratando de mantenerse consciente al menos.

 

Recibió el golpe.

 

“…………”

 

La conciencia de Barabara Do Banga voló en un instante.

Pero justo antes de hacerlo, lo vio.

Los tobillos de Bash.

Los accesorios metálicos que deberían haberse roto estaban bien e intactos.

 

Primera, has crecido…

 

Ese fue el error de cálculo de Barabara Do Banga.

El que su hermana poco exitosa había mejorado sus habilidades en este torneo.

 

Como era de esperar del Héroe Orco…

 

Barabara Do Banga cayó al suelo, alabando a Bash por haber llevado a su tonta hermana, que no había cambiado de opinión por mucho que Carmela la intentara convencer, a este nivel de madurez.

 

“¡Ganador, Bash! ¡Avanza a la final!”

 

No hubo aplausos.


¿Te gustaría discutir de esta u otras novelas, o solo estar al tanto de las novedades? ¡Entra a nuestro discord!

Gente, si les gusta esta novela y quieren apoyar el tiempo y esfuerzo que hay detrás, consideren apoyarme donando a través de la plataforma Ko-fi: https://ko-fi.com/frizcop