Maestro de Nada
Capítulo 336. Llegar a las ruinasCaminé
detrás de Daniela mientras nos dirigíamos al asentamiento. A diferencia de
todos los pueblos que habíamos visto hasta ahora, las casas estaban construidas
en lugares aleatorios, y atravesarlas me parecía una experiencia única.
Era
como una especie de ciudad fronteriza extranjera… Así de familiarizado me había
vuelto con las otras ciudades y pueblos de este mundo. Y por eso me sentía un
poco inquieto.
Era un asentamiento sin restaurantes ni herrerías. Sólo tenía lo que la Gente Bestia necesitaba para sobrevivir. Y en el fondo de este asentamiento, se encontraba la casa del jefe. Era más grande que las otras y tenía un diseño más intrincado.
Cuando
nos acercamos, los dos escoltas más jóvenes corrieron hacia delante y se
colocaron a ambos lados de la entrada.
“Gracias.”
Les
dijo el jefe. Y luego se volvió hacia nosotros.
“Ahora,
entren. Está mucho más cálido dentro.”
“Gracias.”
Nos
inclinamos y luego pasamos la gruesa tela que colgaba sobre la entrada.
El
interior era sorprendentemente espacioso. Una cama y estanterías estaban contra
la pared y había una mesa en el centro. Todo el suelo estaba cubierto por una
alfombra. Hmm. Supongo que aquí debíamos quitarnos los zapatos.
“Ah,
les agradecería mucho que se quitaran los zapatos. Es difícil limpiar las
alfombras.”
Iba a
hacerlo de todos modos, pero Daniela no había tenido esa inclinación. Mientras
su pie flotaba a centímetros de la alfombra, comenzó a quitarse la bota.
Nuestras miradas se cruzaron.
“Estaba
a punto de quitármelas.”
“Por
supuesto que sí.”
Respondí
a su incómoda excusa. Entonces me quité mis propias botas y las coloqué
ordenadamente en un rincón antes de pisar la alfombra. Parecía que había
múltiples capas de ellas, y casi me sentía como si estuviera caminando sobre un
colchón blando.
El jefe
Leonardo se quitó los zapatos con una velocidad practicada y él y Ash se
acomodaron rápidamente en unas sillas. Nosotros seguimos su ejemplo y nos
sentamos también.
“Permítanme
que les dé las gracias primero. Han salvado a uno de los niños de nuestro
asentamiento. Se los agradezco.”
“Una
vez más, siento haberte atacado por error. Realmente lo siento.”
Se
inclinaron tanto que pensé que se golpearían la cabeza con la mesa, y entonces
los detuve frenéticamente.
“No,
probablemente deberíamos haber intentado devolvérselas en cuanto la
encontramos. Tenemos parte de la culpa.”
“Deja
de ser tonto, Asagi. El mar de árboles es un lugar peligroso por la noche.
Esperar a la mañana no fue una mala decisión.”
Por
suerte, Daniela estaba allí para poner fin a esta charla tan empresarial, en la
que competíamos sobre quién podía asumir la culpa.
“Mishka
está a salvo. Y tú estás ileso. Eso es lo único que importa. Debemos seguir
adelante. Esta incesante disculpa es simplemente agotadora.”
“Es
cierto… La señorita Daniela tiene razón. ¿Podemos dejar el asunto en paz?”
“Sí. No
tengo nada que añadir.”
Y así
dejamos eso atrás y hablamos de lo que era importante. Las ruinas de los elfos antiguos.
Según
el jefe, las ruinas estaban en la parte más profunda del mar de árboles. El
final del río Ritune.
“Allí
hay un gran lago. Lo llamamos el “Lago Asul”.”
“El
lago Asul… ¿Y ahí es donde están? ¿Las ruinas?”
“Sí. Yo
mismo lo he visto. Las ruinas están en un islote en el centro del lago. Pero
nunca he ido a él.”
Ash
explicó que había un terrible monstruo que acechaba cerca del lago. Era una
amenaza constante. Y la fase de nieve helada no le afectaba.
“¿Han
visto alguna vez un dragón, Asagi?”
“¿Un
dragón? Unas cuantas veces.”
“Ya veo…
Me sorprende que te hayas enfrentado a ellos más de una vez. Pero el monstruo
que vive junto al lago es un dragón. Un dragón de agua. Y también resulta ser
de la clase más poderosa. Un dragón azul.”
Los
dragones eran de varios colores. Y los colores mostraban qué “atributo” tenían.
Aparentemente, este Dragón Azul había estado viviendo allí durante mucho
tiempo.
En
realidad, nadie iba a las profundidades del mar de árboles, ya que todavía
había mucha comida en el bosque. No estaba seguro, pero parecía que las cosas
se habían vuelto mucho más complicadas para nosotros. Supongo que la vida es
así.
“Entonces,
tendremos que deshacernos de este Dragón Azul para poder llegar a las ruinas…”
“¿Es
realmente imposible llegar al islote sin luchar contra él?”
Preferiría
no tener que luchar contra una criatura tan monstruosa. Y así intenté
preguntar. Sin embargo, Ash y Leonardo negaron con la cabeza.
“Fue
hace mucho tiempo, pero algunas personas intentaron llegar a la isla mientras
el dragón dormía. Y…”
“El
dragón salió en el momento en que aterrizaron. Y todos fueron devorados.”
Tragué
saliva.
“Así
que incluso las Patas del Dios Lobo de Asagi no significarán mucho…”
“Es
imposible esconderse de los ojos del Dragón Azul. Hubo un tiempo en el que
quisimos averiguar qué había en esas ruinas, pero hace tiempo que nos dimos por
vencidos. Perdimos vidas jóvenes por ello. Eso es todo lo que pasó.”
Un
largo silencio siguió a las palabras del jefe.
Hasta
que llegamos aquí, pensé que las cosas serían fáciles. Pero estaba equivocado…
“Aun
así… No podemos completar nuestro objetivo a menos que matemos a este dragón.
Así que debemos hacerlo.”
“¿Pero
podremos? El Dragón de Viento era una cosa, pero no puedo imaginar cuánto más
fuerte será éste…”
“Hmm…
También está en el agua. Esa sería la fuente de su magia. Debemos considerar
eso también.”
En
efecto. Había demasiadas desventajas. El Dragón de Viento había sido lo
suficientemente fuerte. Sólo de pensarlo me daban ganas de rendirme…
Mientras
seguíamos indecisos, Ash murmuró algo.
“…Tal
vez si el Señor Gato de las Nieves…”
“¿Gato
de las Nieves?”
Reaccioné
inmediatamente. Acababa de oír hablar de ese monstruo que ofrecía protección.
Estaban hablando del ser anormalmente evolucionado.
“El
Señor Gato de las Nieves es un monstruo, pero también nos ofrece protección.
Igual que lo que te pasó a ti.”
“Tales
monstruos… bueno, entre algunos humanos, se les llama “seres anormalmente
evolucionados”. Monstruos con gran inteligencia. Algunos de ellos siguen siendo
hostiles hacia los humanos, pero también hay algunos que son amistosos.”
Beowulf,
Arturo y Rachell eran amigos de los humanos. Sin embargo, el Kobold de Asalto y
el Loup-garou eran otra historia.
“Sí, el
Gato de las Nieves es nuestro amigo. No es el ser más educado, pero nos ayuda
cuando estamos en problemas. Tal vez les ayude a ustedes…”
“En
efecto… creo que valdría la pena que ustedes dos hablaran con él.”
El
Señor Gato de las Nieves, eh… Un monstruo amable que también era grosero. Era
difícil de imaginar. ¿Era un tsundere?
“Pero
primero, debemos preparar un festín para nuestros invitados. Ash, si empiezan
ahora, debería ser suficiente tiempo para terminar por la noche. Ve y da la
orden.”
“Muy bien.
Asagi. Daniela. Hasta luego.”
Ash se
levantó y salió rápidamente de la casa. Entonces el jefe también se levantó.
“Voy a
ir a hablar con el Señor Gato de las Nieves primero. Pueden moverse libremente
mientras tanto.”
“Gracias.”
El jefe
se fue y entonces quedamos solo Daniela y yo en la casa. Mis nervios estaban ya
calmados, así que estiré mis miembros y me recosté en la silla.
“…Ahhh….
Entonces, ¿qué crees que debemos hacer?”
“Este
Dragón Azul es un obstáculo inesperado.”
“Pero
ese tal Gato de las Nieves nos va a ayudar, ¿verdad? Aunque no tengo ni idea de
lo que va a hacer realmente.”
Ash
había corrido sobre la nieve como si se deslizara. Si eso era por el Gato de las
Nieves, ¿era capaz de hacer su cuerpo más ligero? Pero yo ya era un esclavo del
Dios Lobo. Así que, ¿tal vez sólo Daniela lo tomaría?
“Tengo
mi propia manera de hacer las cosas. Incluso si el Gato de las Nieves me lo
pidiera, no aceptaría.”
“¿De
verdad?”
“Sí.”
Bueno,
se suponía que los elfos de luz eran los descendientes directos de los elfos
antiguos. Tal vez aceptar algo así podría afectarla negativamente si no tenía cuidado.
Lo mejor sería quedarse como estaba.
“Bueno,
podemos pensar en eso más tarde. ¿Por qué no ir a explorar?”
“Suena
bien. Nunca he estado en un asentamiento de Gente Bestia antes, y por eso quería
echar un vistazo.”
Las
cosas difíciles podrían ser tratadas más tarde. Como estábamos de acuerdo, nos
pusimos las botas y salimos a explorar el asentamiento.
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