Maestro de Nada

Capítulo 358. Gleipnir


Incluso a través de mis sueños, podía sentir la sensación de que alguien atacaba mis mejillas. La aparté, me di la vuelta y me enrollé en un ovillo defensivo. Y, sin embargo, el enemigo persistía en su implacable asalto. Uf, ¿por qué no lo entendía? Yo quería dormir…

“…Oye. ¡Asagi! ¡Levántate!”

“¡¿Wah?!”

¡Plaf! El golpe aterrizó con fuerza en mi espalda, y me levanté de un salto. Sin embargo, mi mente estaba bastante clara, y al sentir un ataque enemigo, mi mano buscó mi cinturón. Pero allí no había ninguna espada.

Mi cuerpo aún estaba cansado, pero me obligué a abrir bien los ojos y a escudriñar la zona.

“¿Eh…? ¿Dónde estoy…?”

Un mar azul se extendía ante mí. Nubes blancas. Una hermosa arena. Y detrás de mí, una montaña. De su cima se veía salir humo.

Estaba claro que estábamos en una isla.

□ □ □ □

Daniela ya se había despertado, y cuando le pregunté qué había pasado, me dijo que ella también se había despertado para encontrarse en esta playa. Era bastante peligroso. Podríamos haber sido fácilmente atacados por humanos o monstruos.

“Bueno, es casi seguro que es obra de Rachel.”

“No hay otra explicación…”

Aquel lobo malévolo nos había lanzado al cielo sin razón alguna. Y nos había teletransportado inconscientes a esta playa. Antes habíamos estado en el mar de árboles. ¿Quién sabía cuánto tiempo habría durado ese viaje? Y ahora estábamos en la isla.

Pero me había hecho ilusión viajar en barco…

Bueno, ya no se le podía hacer nada. Ya estábamos aquí, y no es que quisiera volver para viajar de forma más convencional. Es curioso cómo funciona tu mente.

“Ahora que lo pienso, ella dijo que terminaría por la mañana…”

“Pero no la veo por ningún lado.”

“Estoy aquí mismo.”

“¡¿Woah?!”

Ella no había estado aquí hace un momento, pero de repente oí su voz desde detrás de mí.

Mi mano se agarró a mi pecho mientras respiraba profundamente para calmarme.

“Qué exageración.”

“Realmente no deberías hacer eso. Ya estoy de mal humor.”

“Hmph. Y pensar que he venido hasta aquí para traerte algo que te haga sentir mejor.”

Dijo Rachel mientras me ponía una caja en las manos. La acepté con vacilación y miré dentro. Estaba llena de ropa y armaduras.

“Esto…”

“Sí. Tu nuevo equipo. Lo llamo el «Set Fenrir Súper Ultra Híper Milagroso».”

“Eso es una estupidez.”

No iba a llevar algo con ese nombre.

“Hmph. Entonces llámalo Gleipnir y terminemos con esto.”

“Claro que sí. De todos modos, ¿de dónde viene esta armadura? Sólo te di pieles de lobo.”

“Y por eso deberías estar agradecido. La hice con materiales especialmente seleccionados de mi almacén. Por supuesto, son materiales de lobo. No había mucho, así que no es una armadura completa…”

Ya veo. Estaba realmente agradecido… Aunque, su nombre para ellas todavía apestaba.

En cualquier caso, saqué los objetos de la caja. La ropa era negra y tenía una textura suave. Me recordaba a la ropa que solía llevar en casa…

“¿Cómo has podido hacer esto de cuero?”

“Es un secreto comercial.”

“Claro que lo es…”

“Me ha llevado cientos de años. ¿Por qué iba a compartirlo tan libremente?”

Supongo que sí. ¿Cientos de años, eh…?

En cualquier caso, eran geniales. Se ajustaban perfectamente a mi cuerpo, y la falta de mangas significaba que era fácil de mover. También tenía un cuello alto.

Cuando le di la vuelta, vi que había un escudo pintado en la espalda. Era el perfil de un lobo bastante intimidante. Un fenrir, tal vez. La idea de tener un Dios Lobo visible en la espalda me puso un poco nervioso.

Lo doblé y miré las otras cosas. Hmm. Estos eran los pantalones. Parecían pantalones ordinarios, pero estaban hechos por Rachel. Seguramente había algo único en ellos.

“Bueno, esos son pantalones ordinarios. Aunque, deben ser duraderos, ya que fueron hechos con materiales de lobo de la floresta.”

“¿No son los lobos de la floresta una subespecie de lobos de bosque? Pensé que eran muy raros.”

Me acordé de Marco de la aldea Dana. Ese simpático monstruo era un lobo de la floresta mutante. Dudaba que hubiera tantos como para convertirlos en ropa…

“Ahh… No se trata sólo de lobos de la floresta, pero yo pasé por una fase en la que odiaba tanto el hecho de haber nacido como lobo, que me pasaba el día cazando otros lobos. En esta ocasión utilicé bastantes de esos materiales.”

“Qué pasado tan sombrío…”

“¿Acaso tú quieres renacer como lobo? ¿Eh?”

“No, gracias.”

Sí, ella había pasado por muchas cosas. Incluso cuando bromeábamos, había una profunda oscuridad que podía percibir. Aun así, ahora era yo quien se beneficiaba de ella, así que lo agradecería.

Lo siguiente que recogí fueron unos pantalones con agujeros. ¿Qué demonios?

“¿Esto está sin terminar?”

“Idiota. Se llaman chaparreras. Son para proteger tus piernas. …¿Nunca has visto una peli de vaqueros?”

“¡Ah… oh… oh…! ¡Ya veo!”

Ahora lo recuerdo. Esas cosas que llevaban los pistoleros. Creo que eran para montar a caballo. ¿Estaba diciendo que yo era así de malo protegiendo mi mitad inferior? Qué grosera.

“Te pones esto sobre esos pantalones.”

Defensas extra debajo de la cintura. Esto era bastante inesperado.

“Esto no es para aumentar tu capacidad de defensa. Es para protegerte de tu habilidad.”

“Mi habilidad… ¿Para que no se rompan o desgarren?”

“Sí. Antes rompiste tus pantalones de dragón, ¿no? No te preocupes, no pasará con estos.”

Ya veo. Así que era para protegerme de mi habilidad. No tenía nada que ver con… nada más. Por supuesto, no.

“Y hay más. Para tu cintura.”

Lo que salió a continuación fue un manto para la cintura que estaba hecho de mineral de hierro y materiales de monstruos.

“No te ves bien sin uno de estos, y por eso lo hice. Sé agradecido.”

“¡Ah, gracias!”

Había preparado algo que me gustó mucho. Era prácticamente parte de mi identidad en este momento. Era como un cinturón que podía envolver sobre mis pantalones. Había una pieza de armadura que cubría mi muslo en el lado derecho, y en el izquierdo, había un cinturón de cuero para colgar mi espada. Me gustaba que cada lado fuera diferente. Quedaba muy bien.

“Utilicé un cinturón allí para que se pueda ajustar dependiendo del tipo de espada que estés usando. Debería ser bastante fácil de usar.”

“Ya veo. No me cabe duda de que has pensado mucho en esto…”

Esto era bueno, ya que prefería tener mis armas en el cinturón, en lugar de en la bolsa hueca.

Y había una cola en la parte trasera. Por supuesto, no servía para nada más que para decorar. Era bonita. Me recordaba a esos llaveros que la gente solía colgar en sus bolsos.

“Sí, era la moda cuando yo era joven. Aunque, yo nunca me pondría algo así.”

“Hmm…”

Supongo que ella había sido del tipo más cínico. Pero de nuevo, a juzgar por cómo era ahora, probablemente había sido una gran nerd. Así que no era difícil de imaginar.

“Te estás burlando de mí, ¿verdad?”

“No, en absoluto. ¿Esto es todo entonces?”

“No, todavía están los guantes y la chaqueta. También los zapatos. Eso es todo.”

Los guantes eran de cuero con placas de metal. Eran guantes largos y abiertos en la punta de los dedos. Por supuesto, no había piel en las palmas.

La chaqueta la había hecho con materiales sobrantes, ya que pensaba que tendría frío. No tenía capucha como el poncho del dragón de viento, lo cual era un poco triste, pero por lo demás quedaba muy bien.

Las botas también eran de cuero negro. Tenían cordones y resultaron ser increíblemente cómodas. Mis pies se sentían firmes al caminar sobre la arena, ya que tenían un buen agarre.

“Bueno, eso es todo entonces. Parece que la talla era la adecuada…”

“¿Por qué no te lo pruebas?”

“¿…Eh? ¿Ahora?”

Pero estábamos en la playa.

“Ya estoy aburrida de ver lo que sea que tengas que mostrar.”

“¿A quién le importa? No hay nadie aquí.”

“Sabes, estoy bastante dolido por estos comentarios.”

“Cállate y cámbiate.”

Como eso empeoró las cosas, tomé la caja y me fui corriendo al bosque cercano para cambiarme tranquilamente en privado.

□ □ □ □

Cuando terminé, recogí la caja y salí del bosque. Me sentí bastante cómodo. Era casi espeluznante lo bien que me quedaba. ¿Cuándo había tomado las medidas? Tal vez fuera algún arte secreto que sólo tenían los fenrir.

Sin embargo, mi parte inferior había sido una pesadilla. Había demasiados cinturones. Estaba claro qué tipo de gustos tenía Rachel. Y aunque era difícil, se sentía bien, y podía ver lo cuidadosamente que había sido elaborada. Pero lo más importante era que el nerd que hay en mí pensó que era genial.

Me abrí paso entre la hierba y volví junto a Daniela y Rachel. Habían sacado una mesa y estaban tomando té. Incluso había algunos bollos en la mesa que parecían deliciosos.

“Dame uno.”

“Mm.”

Daniela empujó el plato hacia mí, así que cogí uno y me lo metí en la boca. Tenía un sabor suave y dulce y estaba muy bueno.

“Tiene buena pinta.”

“Claro que sí. Los he hecho yo.”

“Mmmggg… mmgg… Sí, está genial. Gracias, Rachel.”

“Hmph.”

Ella nunca podía aceptar un cumplido. Mi maestra podía ser bastante linda.

Cuando terminé de comer, Daniela me dio una taza de té. Era té negro caliente. Perfecto para los bollos.

“Bueno, ya que has terminado de cambiarte, debería hablarte de los encantamientos.”

“¡He estado esperando esto!”

“Pero primero… ten.”

Rachel colocó un brazalete individual frente a mí.

“Es una pulsera hueca”.

“¿Eh? ¿En serio?”

“Estas cosas con magia dimensional. Sólo las hice para ganar dinero para el camino. No es nada para mí. Podría hacer más fácilmente.”

Ahora tenía una como la de Daniela. La verdad es que yo había estado bastante celoso de la suya.

“Creo que estarías mejor sin esa bolsa. Por supuesto, depende de ti si quieres cambiar.”

“Hmm. El brazalete es más eficiente… pero también estoy bastante apegado a la bolsa…”

Fue un regalo de Russell. E incluso tenía la muñequita que me regaló Merica pegada a ella.

“No he dicho que tengas que tirarla. Sólo ponla dentro de la pulsera.”

“Oh, claro. Sí, eso es lo que haré.”

Me puse la pulsera y toqué la bolsa que estaba sobre la mesa para guardarla. Me ha servido mucho. Ahora es el momento de que descanse un poco.

“No tiene sentido si no sacas primero el contenido.”

“…Lo haré más tarde.”

“Muy bien, entonces te hablaré de los encantamientos.”

Eso era importante. Arreglé mi postura y agudicé mis oídos.

 

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