Maestro de Nada

Capítulo 395. Rugido del Dios Lobo recién nacido

 

Nuestras miradas siguieron su mano. Pero no había nada en esa dirección. Sin embargo, algo empezó a tomar forma lentamente. Era igual que cuando ella había aparecido.

“Esto es malo…”

“Qué… ¿Puedo preguntar qué está pasando?”

No pude evitar preguntarle. Sin embargo, no queriendo parecer insolente, adopté un tono educado. Sí, estaba asustado.

“Viene otro dios.”

“Eso es…”

No sabía lo que eso significaba. Estaba claro que a ella le parecía mal. Pero no estaba seguro de por qué.

“Se usa magia cuando somos invocados. Nos permite manifestarnos. Después de todo, el poder de los dioses no se encuentra aquí. Y se requieren grandes cantidades de energía mágica para compensarlo.”

Era sorprendente lo dispuesta que estaba a ofrecernos esta información. Escuché en silencio.

“Eso significa que debemos acceder a la vena del dragón. Para eso se construyó este lugar.”

“Y ahora viene otro dios…”

“La magia en este mundo se agotará.”

Eso era realmente malo. Si la vena del dragón se secaba, podría significar la destrucción del mundo. El viento, el agua, la tierra, todos los elementos se desintegrarían.

“Parece que esto podría resolverse si usted se fuera…”

“Puedo hacerlo. Pero el dios que está a punto de aparecer no es un dios bueno.”

Un escalofrío recorrió mi espina dorsal mientras volvía a mirar las líneas translúcidas que se estaban formando. No podíamos hacer otra cosa que observar.

“Es el destructor de mundos. Debe haber sentido la conexión con el mundo de los dioses.”

“¿No puede hacer algo?”

Gritó Matsumoto. Pero la diosa negó con la cabeza.

“Se agotará más magia si lucho. Y ustedes son demasiado débiles para luchar contra él.”

“Entonces quién…”

“Tal vez esos dos.”

Nos miró a Daniela y a mí.

“¿Eh? ¿Qué?”

“¿Asagi y yo?”

“Sí. Podría ser posible. Tú estás cerca de un elfo de sangre pura y tienes las armas de la vida y la muerte. Y tú. Un hombre de otro mundo que no sólo ha sido tocado por el poder de los dioses, sino que tienes los genes de la que es el monstruo más fuerte de este mundo.”

“Entonces…”

“Sin embargo, debes deshacerte de ese cuerpo tuyo. ¿Lo harías?”

Estaba muy preparado, pero el tiempo pareció detenerse con esas palabras. ¿Deshacerme de este cuerpo? ¿Qué quería decir?

“Es tal y como suena. El poder de un monstruo está dentro de ti. Así que puedes convertirte en él por completo. En cuanto a ti, debes regresar a tus ancestros y convertirte en un elfo de sangre pura. No se preocupen, no los matará.”

“Eso no es muy tranquilizador…”

No me preocupaba por mí. Sabía que estaba casi muerto de todos modos. Pero Daniela… Ella estaría abandonando la vida que había vivido hasta ahora.

“Ya veo. Entonces te pediré que lo hagas.”

“Daniela…”

“Sólo me estoy convirtiendo en lo que estaba muy cerca de ser. ¿Cuál es el problema?”

“Sí, pero…”

“Asagi, yo estoy más preocupada por ti. Olvídate de mí e incluso del mundo por un segundo. ¿Cómo te sientes? ¿Puedes realmente abandonar tu humanidad?”

“…Abandonarla. Si eso protege al mundo. Que así sea.”

Nunca podrías borrar todas las desgracias. Y si pareciera que lo has hecho, es sólo porque alguien más lleva toda la carga donde tú no puedes ver. Y si esa persona tenía que ser yo, entonces era una decisión fácil. Este era el mundo en el que Daniela vivía. El mundo en el que habíamos vivido. Con gusto haría ese sacrificio.

“Ya veo. Así que mi amor ya no será humano.”

“¡No tienes que decirlo así…!”

“Entonces, ¿qué importa lo que me pase? Querría estar contigo, pasara lo que pasara.”

No había nada que pudiera decir en respuesta. Pero estaba feliz.

“Si tú ya no serás humano, entonces yo haré lo mismo. Y te prometo, Asagi. Que siempre estaré a tu lado.”

“Daniela…”

“Hmm… Es casi como si te hubiera propuesto matrimonio.”

“¿Qué?”

De repente sentí que se me calentaba la cara. No había duda de que se me notaba en las orejas. Diablos, incluso podría haber estado subiendo vapor por encima de mi cabeza.

“¡Jajajá! ¿Deberían estar haciendo eso ahora? Pues muy bien. ¡Yo, Flenche Nerdorie, diosa del amor, los bendeciré!”

“Bueno, un dios nos está bendiciendo ahora. Supongo que sólo estoy esperando tu respuesta.”

No había nada que hacer ahora. No cuando un dios estaba allí de pie. Y pensar que yo mismo había querido decirlo después de la pelea. Quiero decir, ¿no era como salar las cosas decirlo antes de una batalla?

“¡Señor Asagi! ¡Es como si estuvieras en una comedia romántica!”

“Asagi. ¡No te atrevas a estropear esto!”

Y ahora los otros me estaban incitando. Sí, yo era de los que corrían a un árbol cuando me perseguían. Ahí fue donde dormí durante mi primera noche en este mundo.

“…Bien. ¡Daniela, casémonos!”

“¡Sí, por supuesto!”

“Espléndido. ¡Ahora, reciban mi bendición!”

La diosa declaró, y una campana sonó aparentemente de la nada. Comenzaron a llover partículas de luz y en nuestros dedos anulares aparecieron anillos sencillos pero elegantes. Era la bendición de la diosa.

Al mismo tiempo, el poder de los dioses recreó nuestros cuerpos.

“Así que este es un elfo de sangre pura…”

“En otras palabras, un Elfo del Origen. Los elfos de antaño usaron su poder para cubrir el mundo de árboles. Pero eso no fue suficiente para ellos, y finalmente trataron de invadir nuestro mundo. Esa fue su perdición.”

“Lo recordaré. Asagi, ¿cómo estás tú…?”

Podía oír hablar a Daniela y a la diosa, pero no le encontraba sentido. Mis brazos rodeaban mi cuerpo con fuerza mientras intentaba desesperadamente mantener el control.

“¡Ugh… ga-a… gaa…!”

Sentía que iba a explotar. Mis brazos se volvieron peludos como los de un lobo y luego volvieron a ser suaves como los de un humano. Se repetía y no se estabilizaba. Pero lo que podía ver de mi propio pelo era ahora completamente plateado.

“Oiga, diosa. Qué le está pasando a…”

“Se los dije. Se convertirá en un monstruo. Estoy segura de que lo entendió.”

“Pero eso no significa…”

Podía oír vagamente las protestas de Daniela. Pero pronto las ahogó el incesante zumbido de mis oídos. Mis ojos estaban muy abiertos y tan calientes que podrían evaporarse.

“¡Ah… ah… ah…!”

Mi cuerpo se estremecía y ardía. El estómago parecía que se me iba a salir por la boca. Empezaba a perder el conocimiento.

Daniela estaba en la esquina de mi visión, mirándome con preocupación. Al otro lado, la Gerente y Matsumoto se acercaban a mí. Sin embargo, estaban claramente más preocupados por la otra cosa que estaba cambiando dentro de la sala.

Unas cuerdas transparentes estaban creando la forma de un ser humano frente a mí. Parecía un hombre adulto. Pero era un dios.

«Asagi. El Dios Lobo a quien favorecí. Usa tu poder y golpea al dios de la destrucción frente a ti. Esa es la única forma de que sobrevivas.»

La voz de la diosa sonó directamente en mi cerebro. Eso me permitió deshacerme de todas las demás emociones. Para sobrevivir, tenía que deshacerme de mi antiguo yo y derrotar a este dios.

Y así, para llevar a cabo esta misión de matar al dios, rugí.

“¡¡¡¡RRRRRRRrrrrrooooooooooooooooooo!!!!”

 

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