¡Supervivencia en otro mundo con mi ama!
Capítulo 57. Ha pasado un tiempo desde que tuve la oportunidad de relajarme
—Hacía tiempo que no pasábamos tiempo juntos así… Hace como una semana, ¿no?
—Sí, más o menos.
Estábamos sentados juntos en un sofá de mimbre que parecía un poco diferente al de la casa de Sylphy pero similar en uso mientras bebíamos vino de miel. Hablando de eso, he oído que han empezado a hacer licor de las cosechas en la base principal. Me pregunto si estarán haciendo cerveza de trigo y licor destilado de patatas.
—Normalmente, sería hora de que cocinaras algo o, si no es eso, que vayas a la cama…
—Bueno, hoy tenemos mucho de qué hablar. Hay cosas que quiero preguntar y cosas de las que quiero hablar. Has estado trabajando mucho estos días, ¿no? Debes relajarte de vez en cuando.
—Jejé… Sí, así es. La situación no es propicia para relajarse, pero puede que sea lo mejor de hacer en momentos así.
—Eso creo.
Le di un sorbo a mi bebida con la sonriente Sylphy y lentamente hablamos de lo que había pasado durante nuestro tiempo separados. Mientras yo estaba fuera del fuerte temporal, los cultivos en los campos habían crecido a su máximo potencial, y Sylphy se había unido a la cosecha. Después de la cosecha, comieron un guiso de patatas con los cultivos recién cosechados, o mejor dicho, con patatas.
Las patatas que se cultivan en esta zona, o más bien en nuestro fuerte, son de tipo taro. Al parecer, originalmente se cultivaban silvestres en el Bosque Negro, pero los elfos las criaron durante mucho tiempo. Son deliciosas, incluso simplemente hervidas con sal.
—La gente bestia lobo estaban especialmente entusiastas cuando cavaban en busca de patatas. Cavaban con caras muy vivaces.
—Creía que a la gente bestia lobo les gustaba la carne, pero también les gustan las patatas y las cosas dulces, ¿eh?
También les gusta cavar en la tierra. También son bastante diligentes en la recolección de arcilla.
—Así es. He oído que los lobos y los perros también son así, así que tal vez todavía tienen algunos instintos muy dentro de ellos.
—Aunque se enfadarán si los tratas como perros.
Si los tratas como perros, se enfadan. Dicen que no son perros domesticados, sino lobos orgullosos. Pero hay algunos que se parecen más a los shibas o chihuahuas que a lobos hechos y derechos… En primer lugar, hay demasiadas diferencias individuales en la apariencia de la gente bestia en este mundo. Hay algunos que tienen una cara completamente animal, y otros que son humanos con un poco de orejas de animal.
Por ejemplo, Sir Leonard y Worg son completamente animales en apariencia. Sir Leonard tiene cara de león y Worg de husky siberiano. Se dice que Danan es un hombre toro, pero sólo tiene un par de magníficos cuernos en la cabeza, y el resto parece un hombre muy grande. Gerda, la mujer bestia oso, y Jagira, la mujer bestia gato, parecen mujeres con orejas de oso y orejas de gato, respectivamente, y Melty parece una mujer con cuernos hacia adentro. Sin embargo, en lo que respecta a la gente bestia oso, los que perdieron sus extremidades y no pudieron curarse parecían osos bípedos… Si hay siquiera un rasgo animal en cualquier parte del cuerpo, pueden considerarse gente bestia. Es un poco obvio.
Las arpías como Pirna y la herrera Lamia son muy fáciles de entender. Sin embargo, hay mucha diferencia entre ellas. Pirna y las otras arpías tienen diferentes tamaños corporales entre las especies de aves pequeñas y las especies de aves grandes.
Pirna y las otras arpías tienen alas y patas de pájaro desde la mitad de los brazos y los muslos, mientras que sus caras y torso son casi humanos. Sus pechos suelen ser de tamaño modesto. Supongo que los pechos grandes son peso muerto para estas chicas que vuelan por el cielo.
¿Que por qué conozco la forma de su cuerpo? Porque las he visto. Mucho.
—¿Y tú, Kosuke?
—Bueno, ya sabes. No tuve que hacer nada especial de camino a la ampliación del refugio. Me limité a cazar los gizmas cuando aparecían, y cuando llegué al refugio, trabajé en su ampliación y me fui a dormir. En cuanto llegué a la base de primera línea, Isla me llevó al departamento de investigación y desarrollo y me dio el comunicador Gólem. Aunque Isla tenía una gran cara de suficiencia.
—Jajajá, así es Isla. Pero eso es algo genial, ¿no?
—Sí, lo es. Creo que se puede utilizar de muchas maneras. He estado pensando en ello…
Le hablé de la idea de radiodifusión Gólem que se me acaba de ocurrir.
—Ya veo, no es sólo para uso militar. Es una buena idea, y estoy de acuerdo contigo.
—Algunas personas pueden estar ansiosas por vivir en un lugar desconocido, así que sería bueno si pudiéramos aliviar su ansiedad.
Bueno, la propia emisión de radio también tiene implicaciones militares… También puede usarse para propaganda. Bueno, no creo que sea algo malo para unir las mentes de la gente, siempre y cuando no sea demasiado.
—Así que, sabes… Isla se me confesó. Dijo que quería estar conmigo para siempre.
—…Bueno, eso llevó más tiempo del que esperaba. ¿Le diste una respuesta?
No hay signos de enfado, consternación o cualquier otra emoción negativa en el rostro de Sylphy mientras escucha mi historia. No, no sé lo que piensa por dentro, ¿verdad? Sí.
—Oh, um, bueno…
No sé qué debo decir en esta situación. ¿Tengo que decirle a Sylphy que acepté la confesión de otra chica? No, ¿qué pasa con eso…? No, no, no, es un error pensar en términos de la ética de mi mundo original. También hay reglas, o más bien ética, de este mundo.
—Isla sabía que tú y yo estábamos enamorados, y no quería meterse en medio; sólo quería que me quedara a su lado.
—De acuerdo, ¿y?
—Bueno, verás… pasamos de ser amigos a ser algo más que amigos, o amantes… Por decirlo de una manera sencilla, la acepté. A mí también me gusta Isla, y es una persona divertida con la que estar. Pero le pedí que esperáramos un poco antes de hacer el amor o tener una relación física como hice con Sylphy, y ella aceptó.
—¿Por qué?
—O sea… Bueno, porque la persona a la que quiero eres tú. Por ejemplo, si me dijeras que mientras estabas lejos de mí, otro hombre se te confesó, y aceptaste y tuviste relaciones físicas con él, seguro que yo me moriría de desesperación, celos y rabia. Solo pensarlo me carcome. Me causa un odio absoluto. Si hicieras eso, definitivamente mataría a ese hombre, y entonces moriría también. Así que tampoco lo haré.
Odio sólo pensar en ello. Me dan ganas de morir.
—Jajajá, el amor es pesado. Pero no te preocupes, nunca va a pasar. Estrangularía a ese insolente hasta la muerte en el acto. En primer lugar, ningún hombre le diría algo así a una mujer con pareja.
—¿Y está bien si no tienes pareja?
—Creo que ya hemos hablado un poco de esto, pero el deber de un hombre es tener muchas esposas.
—¿No es demasiado conveniente para los hombres?
—No lo creo. Si tomas muchas esposas, tienes que asumir más responsabilidades. Un marido indigno que deja morir de hambre a su mujer y a sus hijos es un hombre indigno. Un hombre así será abandonado por su mujer y despreciado. Y será señalado con el dedo por el resto de su vida.
—Eso da miedo.
Pensaba que los hombres podían engañar todo lo que quisieran, pero no era así. He oído que, si te dejas llevar, te expulsarán de la comunidad.
—Lo mismo ocurre con los hombres que ponen la mano encima a las mujeres que tienen pareja o las toman por la fuerza. Así que estoy bastante seguro de que no ocurrirá nada de lo que te preocupaba, Kosuke.
—Pero ese sistema, por otro lado, permite a los que tienen poder y autoridad hacer lo que quieran, ¿no?
Un hombre que es tan fuerte y poderoso que nadie puede enfrentarse a él podrá hacer lo que quiera, sin importarle que le señalen con el dedo.
—Jajajá, tienes razón. Por cierto, Kosuke, ¿cuándo crees que es el momento en que un hombre es más vulnerable?
—Eso es… Ah.
Lo he adivinado. Sí que lo puedo adivinar.
—¿Crees que las mujeres dejarán que un hombre así haga lo que quiera para siempre? A eso me refiero. Es mejor pensar en el tamaño de tu cuerpo a la hora de hacer cualquier cosa.
—Hiehh…
He aprendido que no debo dejarme llevar.
—Entonces, sobre Isla, no me importa. Es linda y siempre ha trabajado duro para mí. La conozco desde hace mucho tiempo, y creo que los tres nos llevaremos bien.
—¿En serio?
Se lo está tomando muy a la ligera… No, me pregunto si se supone que tiene que ser así. U-umu.
—Deberías intentar activamente hacer un bebé con Isla.
—Y tú deberías intentar ser un poco más sutil al respecto.
—Esfuérzate un poco más.
—¿Me estás escuchando?
Hacía tiempo que no veía a Sylphy sonreírme. ¿Se está burlando de mí? Tendrá que recordarlo más tarde.
—Y una cosa más, sobre las arpías… Sylphy, la última vez que estuviste con ellas, ¿hicieron algo conmigo después de acostarme?
—Así es.
—Ya veo; me imagino que las cosas… Eh, ¿de verdad?
Sylphy confesó sus acciones sin vacilar, y yo no pude evitar soltar una rápida réplica.
—Fronte y las demás estaban muy interesadas en ello. Hice que Kosuke durmiera profundamente con magia espiritual, e hicimos muchas cosas.
—¿Qué me hiciste?
—Jajajá. Bueno, sólo te estaba usando como material didáctico.
—¿Material didáctico? ¿Para qué? —Le pregunté al respecto, pero ella sólo se rio y no dijo nada.
—Bueno, ahora que sé lo de Isla, ¿qué vas a hacer con las Arpías? Ellas también te adoran, ¿no?
—De alguna manera lo sé, pero tampoco sé qué hacer. No sé cómo ocuparme de todas ellas.
—No, sí que puedes hacerlo. Quiero decir, todas estamos siendo alimentadas por ti ahora mismo.
—…¿Es eso realmente lo que estás diciendo?
Los cultivos, que bastan para alimentar a todo el ejército de liberación, y las armas para cazar a los gizmas son básicamente todos suministrados por mí. También he construido la mayor parte de las viviendas. La ropa también está hecha de tela que tejo en mi telar. Así que estoy a cargo de la comida, la ropa y el refugio del Ejército de Liberación.
—Si quieres, podrías tomar a todas las mujeres que te adoran.
—No puedo; me quedaría seco.
No pude evitar mantener una cara seria. Para mí, Sylphy sola es suficiente.
—Tienes razón. —Sylphy suelta una risita—. Pero creo que deberías tomar a las arpías. No hay mejor forma de que tú y ellas se lleven bien en el futuro. O quizá las Arpías del Ejército de Liberación no quieran a nadie más que a ti como compañero. Por el bien del futuro, puedo decir que no tienes otra opción que aceptarlas.
—¿Eeehh?
—La capacidad de volar de las arpías nos será indispensable en el futuro. Tenerlas a ellas es tener la mayor fuerza del Ejército de Liberación. ¿No es así?
—Sí, supongo que sí.
No hay duda de que la fuerza aérea arpía es la carta de triunfo del Ejército de Liberación en este momento. Casi no hay forma de interceptarlas ya que atacan unilateralmente con bombas desde gran altura.
—Y tenemos que nutrir a la próxima generación. También es conveniente para mí que el padre seas tú.
—Eso es muy calculador de tu parte.
Las palabras de Sylphy me hicieron reír involuntariamente. Ahora es cuando más noto que Sylphy también es parte de una familia real con sangre noble. En otras palabras, Sylphy quiere mantener a las arpías, que serán más influyentes en el Ejército de Liberación, en su familia a través de mí.
—Por supuesto, si tú no lo quieres, no te obligaré. Pero tú no odias a Pirna, Fronte y las demás, ¿verdad?
—Pues no. Supongo que no.
Creo que para mí también es una reacción natural que me gusten las chicas que son tan directas. Todas son lindas.
—Sylphy, entonces ellas serían más como… ¿amantes? ¿O concubinas? Me sorprendió que fueras más tolerante con esas cosas.
Fue un pensamiento sincero que salió de mi boca.
Yo sabía que Sylphi me amaba, pero pensé que quería ser un poco más exclusiva, o quería estar a solas conmigo, o algo así. Sin embargo, cuando oyó mis palabras, su reacción fue feroz.
Con un fuerte golpe, la copa de vino de miel que tenía en la mano se estrelló contra la mesa.
—No me malinterpretes, Kosuke. —Y entonces, con una fuerza aterradora, me pellizcó la cara entre las manos y la giró hacia ella. Sentí crujir los huesos de mi cuello. Me dolió. La expresión severa de Sylphy llenó mi visión—. Te amo, Kosuke. Si pudiera, te acapararía. Quiero estar a solas contigo para siempre. —La expresión severa perdió instantáneamente su fuerza, y sus orejas se inclinaron—. Pero también comprendo los sentimientos de todas las que te adoran. Lo comprendo de verdad. Así que haré todo lo posible para…
Sylphy parecía no poder expresarlo con más palabras. Hmm, si es lo suficientemente bueno para ella, entonces es lo suficientemente bueno para mí. Si eso es lo que Sylphy quiere, ¿debería hacerlo?
—No sé cuál es la respuesta correcta a este tipo de cosas.
—…Tienes razón. Realmente yo tampoco lo sé.
—Lo resolveremos, nosotros dos, o todos nosotros, juntos.
—Sí.
Puede que sea difícil encontrar la manera de que todo el mundo sea feliz, pero podemos ir de la mano hasta encontrar la respuesta. Hay ejemplos en este mundo en los que a los hombres con varias esposas les va bien, y supongo que sólo tenemos que aprender de los buenos precedentes.
—Sería mejor si pudiera encontrar a alguien con quien hablar. ¿Qué hay de Melty?
Sylphy pareció incómoda ante mis palabras. ¿A qué viene esa reacción?
—Ya he consultado con ella. Incluso me ha dado algunos consejos.
—¿Ah, sí?
Cuando lo pienso, no creo que la idea de acoger a las arpías y a las demás sea muy propia de Sylphy. La mente maestra puede ser Melty… ¿No es ella la más fuerte en muchos sentidos?
—Déjame hablar con ella al respecto la próxima vez.
—De acuerdo.
Pero ahora me siento un poco nervioso… Me pregunto qué clase de imprudencia dirá. Tiemblo sólo de pensarlo.
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