Bastardo Mujeriego

Vol. 1 Capítulo 9. En la quinta noche, impregnando a mis cuatro amigas con beneficio

 

El agradable viaje escolar de cinco días y seis noches había llegado a su quinto día en un abrir y cerrar de ojos. Este era esencialmente el último día. Mañana por la mañana dejaríamos el hostal y volveríamos a nuestra vida cotidiana. En otras palabras, si queríamos crear recuerdos preciados de nuestra juventud durante el viaje escolar, hoy era la última oportunidad.

—…O-oye, delegada…

—¿Hmm? ¿Qué pasa?

Ese día, en el acuario que visitamos como grupo de todo el curso, vi a Sumika, a la que se le estaba confesando uno de los estudiantes.

—Para ser sincero, hace tiempo que siento algo por ti, delegada.

Rodeada de una iluminación tenue y peces tropicales de colores nadando en los tanques, la zona creaba una atmósfera muy romántica. El chico que sorprendió a Sumika a solas probablemente vio esta excursión escolar como una oportunidad única para confesar sus sentimientos. Su valentía me pareció admirable.

Sin embargo, Sumika lo rechazó con decisión.

—…Lo siento. Me alegro de que te hayas confesado, pero no puedo salir contigo.

—…Ya-ya veo. A-ajajá, supongo que tú y yo no hacemos buena pareja después de todo.

—No es eso. Ya tengo a alguien que me gusta.

Decirle que sí era porque no hacían buena pareja podría haber reconfortado al chico en cierto modo. Sin embargo, Sumika le miró directamente a los ojos sin dudarlo y declaró que ya tenía a alguien que le gustaba.

Después de que el chico que se le confesó a Sumika se marchara, me acerqué silenciosamente a ella por detrás.

—La persona que te gusta sigue siendo ese estudiante universitario que es tu tutor privado, ¿verdad?

—¡¡…!! Se-Seto.

—Hmm… Ese estudiante universitario debe ser realmente afortunado. Para que una belleza como tú sea la que le diga que le gusta.

—¿¡Hy-hiyauh!?♡.

Había otras personas a nuestro alrededor, así que me aseguré de no llamar la atención mientras acariciaba suavemente la parte baja de la espalda de Sumika. En respuesta, Sumika dejó escapar un sonido agudo y rápidamente se tapó la boca.

—Deja eso, Seto. Si hago un sonido raro aquí, todo el mundo se enterará…

—¿Qué descubrirían? ¿Que tú y yo somos amigos con beneficios?

—¿¡Hauh…!? ♡ De-Detente… Ah ♡…

También pensé lo mismo anoche cuando tuve sexo con Ryoko afuera en el jardín. Cada vez que veía a una chica con la que había estado involucrado físicamente hablando con otro chico, no podía evitar sentirme irracionalmente molesto y quería jugar con ellas. Yo no era su novio ni nada parecido, así que no tenía derecho a coartarlas.

Aun así, cedí a mis emociones desbordadas y susurré al oído de Sumika.

—…Oyee, Sumika. Esta noche volveré a tu habitación, ¿de acuerdo? Es la última noche, así que tengamos mucho sexo.

—Ha… ♡ Ha… ♡ Ha… ♡ Hahi… ♡ Po-por favor, te lo ruego… ♡.

Cuando Sumika dijo eso, algunas personas se volvieron para mirarla.

Me alejé de ella despreocupadamente y me fui a otro lugar. Allí, me encontré a Ryoko parada frente a la exhibición de nutrias. Estaba con ese chico, Kouta, otra vez. Parecía que la discusión que tuvieron anoche fue sólo un incidente trivial para la parejita. Kouta estaba hablando con Ryoko con una sonrisa en su rostro. Sin embargo, la sonrisa de ella parecía algo torpe comparada con la suya.

Mientras los miraba desde la distancia, los ojos de Ryoko se encontraron con los míos.

—Ah… —Parecía sorprendida, y se alejó un paso de Kouta.

—¿Qué pasa, Ryoko?

—No-no, no es nada, Kouta.

—¿Estás segura? Tienes la cara roja. ¿Te he hecho algo?

—No es nada, de verdad. No te preocupes.

Con eso, decidí abandonar la escena. No quería ser malo con Ryoko como lo fui con Sumika. Estaría mal interferir con ella así. Además, sabía que tendría mucho tiempo para «comunicarme» con ella más tarde.

Volví a moverme y vi que a Rurina y Airi se les acercaban unos tipos llamativos con el pelo teñido como medusas flotantes.

—Por última vez, no tenemos el tiempo para desperdiciarlos con unos chicos como ustedes. ¿Cuántas veces tengo que decírselos?

—No digas esas cosas. Oye, ¿vienen de Tokio? ¿Y solo eres una estudiante? Qué linda que eres.

—Wow, las medusas nadan con tanta gracia~♪ Ajajá, eso podría ser muy divertido.

Rurina se quedó mirando a los llamativos chicos con gesto severo, con los brazos cruzados bajo el pecho, mientras que Airi no les prestó atención y se quedó cautivada por el tanque de medusas. Ambas eran tan llamativas y lindas que ser abordadas por tipos así debía de ser algo habitual para ellas.

Ahora que lo pienso, me pasó lo mismo el primer día. Tuve mi primera conversación con ellas cuando estaban jugando en la playa con chicos que no eran de la escuela. Mientras recordaba aquello, Airi se fijó en mí y miró en mi dirección.

—…♡.

Al fijarse en mí, Airi sonrió con picardía y se levantó el dobladillo de la minifalda con un dedo, intentando que los demás no se dieran cuenta.

Bajo su falda, vi la atrevida lencería morada con cuerdas a los lados, que me hizo preguntarme si era apropiada para que la llevara una chica de instituto. Y entonces, Airi movió los labios lentamente.

—Setocchi, hagamos muchas travesuras hoy también, ¿sí? .

En ese momento, una punzada de excitación me golpeó en el bajo vientre. Quería clavar mi polla en el coño gal de Airi, oculto bajo aquel tanga, ahora mismo. Un intenso torrente de sangre recorrió mi cuerpo, impulsado por ese pensamiento. Tras mostrarme brevemente su lengua, Airi volvió a bajarse la falda.

—Haa… Por fin me he librado de ellos. Qué persistentes… Ah, ese es Seto, ¿no? —Justo entonces, Rurina, que había alejado a los chicos que habían intentado ligar con ellas, se percató de mi presencia. Al darse cuenta de algo, comparó mi expresión con la mirada inocente de Airi y suspiró.

Aunque pensé que no habría ningún servicio por parte de Rurina, ella también se levantó ligeramente la falda y se burló de mí, mostrando su ropa interior de encaje negro.

…Tonto~.

Mientras murmuraba en voz baja, Rurina se bajó rápidamente la falda y me dio la espalda. Airi me saludó con un pequeño gesto. Le devolví el saludo con la mano y salí de allí. Cuando me alejé de ellas, me pareció que las orejas de Rurina se ponían de un rojo intenso, pero tal vez fueran imaginaciones mías.

Tenía muchas ganas de cogérmelas cuanto antes. Quería meterles la polla y verlas gemir y retorcerse de placer. Podía sentir el semen en mis testículos hirviendo. Quería transferirlo todo dentro de ellas. Quería cubrir su piel encantadora con mi semen y asegurarme de que mi olor no desapareciera. Mientras paseaba solo por el acuario y luego tomaba el autobús de vuelta a la posada, fingí tener una expresión inofensiva mientras pensaba en esas cosas.

Y entonces, llegó la última noche de aquel viaje escolar único en la vida.

Los chicos de mi habitación tenían un plan para escabullirse y hacer alguna prueba de valor con chicos de otras habitaciones. Seguro que sería un buen recuerdo para ellos también. …Pero naturalmente, no me incluyeron en el recuento.

Bueno, entonces, no había elección. Como solitario que no podía unirse a la diversión con los chicos, me acercaría a las chicas que sí reconocían mi presencia.

Así que me puse un yukata y salí de mi habitación. Caminé solo por el pasillo de la posada hasta llegar a la habitación de las chicas. Cuando llamé a la puerta metálica, sentí movimiento dentro y la cerradura se abrió con un chasquido.

—Bienvenido, Seto. Te estábamos esperando.

La que me saludó fue Sumika. Siguiéndola, entré en la habitación de estilo japonés llena de ese especial olor femenino. En el futón ya tendido, me esperaban cuatro de mis compañeras de clase, incluida Sumika.

Cada una de ellas se puso de pie en el futón y empezó a desatar el obi de sus yukatas. Sumika fue la que desató el mío.

Mi pene ya estaba durísimo. Pude ver que la ropa interior de las chicas, expuesta bajo sus yukatas, ya estaba mojada. Parecía que yo no era el único que no podía esperar a tener sexo.

—Seto… Por favor, esta noche también, haz muchas travesuras conmigo. Enséñame muchas cosas placenteras.

Era Ryoko, la chica menuda con pechos grandes del club de atletismo. Su bajo vientre, cubierto por sus pantaloncillos deportivos negros, era firme y musculoso.

—Setocchi, por favor, pon también mucho de ti dentro de mi vientre ♡. Vamos a sentirnos bien juntos hasta mañana ♡.

Airi, la chica bronceada de piel morena. Llevaba los mismos pantaloncillos morados con los que la vi en el acuario durante el día. Las puntas de sus pechos sin sujetador tenían pezones rosas que se erguían orgullosos.

—Seto, he estado esperando esta noche, deseando estar contigo. Si haces que no pueda pensar en otra cosa que no seas tú y tu pene, seré feliz.

Sumika, la hermosa chica que todos admiraban, la confiable delegada de la clase y estudiante de honor. Tenía la piel clara y una figura esbelta. La ropa interior azul brillante encajaba perfectamente con su imagen limpia. Sin embargo, ella podría ser la más sexualmente activa entre ellas.

—Seto… Asume la responsabilidad de habernos convertido en lo que somos ahora. Con tu polla.

Y luego estaba Rurina, la compañera de clase que me quitó la virginidad. Su ropa interior de encaje negro resaltaba sobre su piel clara. Al igual que las otras tres, mostraba sin pudor sus proporciones de modelo delante de mí. Rurina se puso la mano bajo el ombligo, adornado con un piercing plateado, y suavizó su expresión ligeramente malhumorada en una sonrisa muy amable.

Las cuatro estaban en celo, esperando ansiosamente mi polla. Sus expresiones mostraban impaciencia, pues ansiaban entregarse al placer del sexo.

Así es, todas estas chicas querían conectar conmigo. Yo también quería conectar con ellas. Quería que nuestros cuerpos y corazones estuvieran unidos, creando juntos recuerdos inolvidables. Incluso si eso significaba ser despreciado como un bastardo mujeriego, no tenía ninguna intención de dejar ir a estas cuatro chicas.

—Siento haberlas hecho esperar. Bueno, entonces, ¿empezamos con el sexo? Me las cogeré a todas por igual, y las llenaré con mi semen. —Como alguien que solía ser un solitario, abandoné completamente mi sinceridad y pronuncié palabras como un mujeriego depravado con una personalidad podrida, todo mientras sonreía.

*

—Chu…♡ Chuu…♡ No puede ser, Seto, ¿qué tan pervertido puedes ser? Justo cuando pensaba que estabas pidiendo un favor, nos haces hacer algo como esto, rayos.

—Ahm…♡ Slurp…♡ Ajajá… ♡ Setocchi, ¿tus pezones se están poniendo súper duros, ¿no~? Disfrutas cuando te los lamemos, ¿verdad?

—Sí, es increíble, Airi, Rurina. Incluso Sumika y Ryoko…

—Jururuu…♡ Chu…♡ La polla de Seto…♡ Es tan dura y enorme ♡ Sólo pensar que entrará en mi interior me hace sentir…♡

—Chu…♡ Seto♡ Chu…♡ ¿Qué te parece? ¿Se siente bien cuando beso la punta de tu pene? Chu…♡

Cada centímetro de mi cuerpo está envuelto en el calor y el dulce aroma de las chicas, haciéndome sentir como si estuviera en el cielo. En la habitación de estilo japonés de la posada termal, estoy tumbado de espaldas mientras cuatro de mis hermosas compañeras se aferran desnudas a mí. Rurina y Airi me acarician los pezones, mientras Sumika y Ryoko se turnan para lamer y chupar mi erecta polla.

Los seductores y frescos labios y lenguas de estas cuatro chicas trabajan diligentemente para darme placer, haciendo que mi pene se retuerza de placer.

—Chu…♡ Seto, eres todo un pervertido ♡ Qué tipo tan afortunado…♡ Chuuu…♡ Por qué debería hacer algo así por un idiota como tú… Slurp…♡

Mientras se queja así, Rurina lame de arriba abajo mi cuerpo, y luego inclina su cara más cerca de la mía.

—Vamos ♡ Saca la lengua ♡ Enséñamela ♡ ¿O tal vez no quieres besarme?

—No, es sólo que… ¿¡Mmgh!?

—Chyuuuuh ♡ Jururu ♡ Juru ♡ Jururururu ♡.

Rurina me agarró la cabeza y juntó nuestras bocas con fuerza. Su lengua invadió mi boca y chupó cada centímetro de ella.

—…Puhaa ♡ ¿Qué te parece esto, chico solitario? Apuesto a que nunca has besado de esta manera. Jejé ♡.

Rurina parecía tan feliz de poder jugar conmigo con esos besos. Estaba pensando que tendría que vengarme de ella más tarde, cuando vi la cara de Airi interponerse para interrumpir.

—Ah, ¿Airi?

—Grr… ¡Rurina es siempre estás haciendo trampas…! Yo también quiero besar a Seto ♡. ¿Verdad…? ♡ Mm~…♡ Chu… ♡ Chuuu…♡

—¡Oye, basta, Airi! ¿Qué estás haciendo por tu cuenta…?

—¿Eh~? Pero Seto no es sólo de Rurina, ¿verdad? Chuuu…♡

Rurina y Airi presionan sus cuerpos contra el mío y se pelean por mis labios.

El placer de los besos me produce escalofríos de felicidad. Al extender la mano, toco sus pechos con la palma. Disfruto estrujándolos y acariciándolos hasta la saciedad, simplemente rendido al placer.

La mayor parte de mi campo de visión se llenó con los tonos de la carne y, al mover la mirada hacia abajo, vi las cabezas de Sumika y Ryoko practicando diligentemente una felación en mi pene erecto. Regaron mi glande con suaves besos y lamieron el tronco y la zona sensible bajo el glande. Sus delicados dedos masajeaban suavemente mis testículos. Muchos chicos debían de sentir algo por Sumika, y Ryoko había mencionado que ni siquiera había besado nunca a su novio. Pensar que ambas me estaban haciendo una mamada al mismo tiempo, como había sugerido Rurina, me hizo sentir realmente un hombre afortunado.

Ah… no puedo aguantarme más. Voy a eyacular intensamente. ¡Ugh…!Desaté la intensa sensación de eyaculación que surgía dentro de mí. Como Rurina y Airi me estaban sellando la boca con profundos besos, ni siquiera pude avisarles de antemano. Como resultado, oí las voces sorprendidas de Sumika y Ryoko en la parte inferior de mi cuerpo.

—…¡Kyaa!

—…¡Waa! El pegajoso líquido blanco de Seto está brotando de la punta de su pene… ¿Eh? Sumika, ¿te vas a tragar eso?

El calor que envolvía mi glande fue identificado por la voz de Ryoko como la sensación en la boca de Sumika. El semen que debería haber sido rociado al aire en vano fue atraído por la lengua de Sumika y tragado en su garganta.

—Jururu…♡ Gulp…♡ Gulp…♡ Gulp…♡.

Ahora que lo pienso, conocí a Sumika Kanai durante la ceremonia de entrada. Aquel día, la vi de pie en el estrado con un uniforme impecable, pronunciando el discurso como representante de los alumnos de nuevo ingreso. La miré desde lejos con admiración, pensando que, aunque teníamos la misma edad, era tan elegante y atractiva.

Y ahora, ella estaba moviendo su garganta, tragando diligentemente mi sucio semen, lo que era realmente conmovedor a su manera.

—Hm… Puhah…♡.

—Sumika… ¿El semen de Seto sabía bien?

—No, no realmente. …Pero lo hice porque es de Seto.

—Ya veo… Así son las cosas…

—Setocchi, parecías tan satisfecho cuando eyaculaste ♡.

—Ah rayos, ahora me estoy excitando también… Oye, Seto, ¿por qué no nos das tu polla también ♡?

—…Sí, lo sé, Rurina.

Las cuatro están expectantes. Y yo, por mi parte, no siento ningún signo de desinflarme después de una eyaculación. Con tan hermosos cuerpos desnudos de estas cuatro chicas frente a mí, sentía que podía eyacular diez o veinte veces más sin chistar.

La noche aún era joven. Con mi polla orgullosamente erecta, empecé a complacerme con cada una de las chicas sin vacilar.

*

—¡Huuh, huuh, huuh, huuh, huuh!

—Fuaah… ♡ Aah… ♡ Aah… ♡ Aah… ♡ Aaaah… ♡.

—Wow~, el movimiento de cadera de Setocchi es increíble ♪. Viendo a Sumika, la polla de Setocchi debe ser perfecta. Está sacando la lengua, y sus pechos se balancean de una forma muy erótica~♡.

Agarré el brazo de Sumika y agité las caderas rítmicamente. Airi miraba feliz la cara de Sumika mientras yo la agarraba del brazo y se lo ponía tras la espalda mientras estaba tumbada boca abajo en el futón y agitaba las piernas.

En la noche del último día del viaje escolar, vine a visitar la habitación de mis compañeras de clase, y di rienda suelta a mi lujuria, desnudo junto con las otras chicas de la habitación.

—Seto… ♡ Huh ♡ Hmm ♡ Hmm ♡ Nh ♡ Nh ♡ Nh ♡ Qué-qué atrevido… ♡.

—Ahora dices eso, pero a ti también te gustan las cosas intensas, ¿verdad, Sumika?

—Ngh… ♡ Hm… ♡ Hm… ♡ Hm… ♡ Hm… ♡ Me encanta… ♡ Me encanta que me la metas así de duro… ♡ Me encanta tu polla, Seto… ♡ Me encanta el sexo… ♡ Me encanta el sexo contigo… ♡ Naaaah… ♡.

Me pregunto qué pensarían los demás chicos de las otras habitaciones del ryokan si supieran que Sumika Kanai, una Yamato Nadeshiko educada y correcta, está gimiendo eróticamente de esta manera por la polla de un intento de bastardo mujeriego como yo.

Me pregunto qué dirían si supieran que yo, un solitario cuyo nombre ni siquiera recuerdan, estaba penetrando el coño de la hermosa chica de sus sueños con mi polla mientras ellos hablaban de si querían o no ver el canal erótico de pago en la tele de su habitación.

—Seto ♡ Sigue metiéndola, dentro de mí ♡ Sigue metiéndola en mi coño ♡ Vuelve a hacerme correr con tu polla ♡ Aah ♡ Aah ♡ Ah ♡ Ah ♡.

—Sumika realmente se ha enamorado del sexo. Si te vas a casa así, ¿no se desilusionará de ti tu tutor?

—¡E-está bien! ¡No me importa! ¡Es que romperé con él! ¡Es que romperemos y ya! ¡Prefiero tener sexo con el pene de Seto! ¡Ngahh ♡! Ah… ♡ Ah… ♡ Ah… ♡ ¡Es que qui-quiero más a Seto! ¡Nnnngggguuuhhhh! ♡.

—Oh, lo dijiste. ¡Sumika, ahora te has convertido por completo en la mujer de Seto!

Los pezones de Sumika temblaban y gotas de sudor rodaban por su cuerpo mientras anunciaba en voz alta que rompería con el chico mayor que era su pareja. Estaba tan contento por ello que comencé a moverme aún con más fuerza.

La lengua de Sumika colgaba de su boca como si estuviera bajo los efectos de una droga de alta pureza, y todo su cuerpo tembló mientras se corría.

—Oh… ♡ Ngoh… ♡ Ohhh… ♡.

—Uh, Sumika… ¿no se te están poniendo los ojos un poco blancos? Me alegro de que te sientas tanto placer, pero ¿te encuentras bien?

—Oooh ♡ Whoa ♡ Whoa-ohh ♡.

—No creo que pueda oírte~.

—Ya veo… Entonces, Airi, por favor acaricia las tetas de Sumika. Me correré en su útero mientras lo haces.

—Uwaah… ¿es eso lo que llaman un «movimiento final»? ¡Eso está muy mal, Seto! No vas a dejar que Sumika se vaya, ¿verdad ♡? Eres una bestia~.

No sé de qué está hablando, Airi. Fue Sumika quien dijo que rompería con su tutor, y yo no la forcé a hacer nada. …Pero si ella quiere romper con su novio y ser mía por su propia cuenta, no voy a quejarme.

Como le indiqué, Airi comenzó a acariciar los pechos de Sumika. Amasaba sus pechos como si los estuviera masajeando suavemente y jugaba con sus pezones rojo cereza con sus dedos cubiertos de un bonito esmalte de uñas. Las chicas deben tener algunos puntos débiles que solo ellas pueden entender porque son chicas. La parte superior del cuerpo de Sumika salta y su coño se tensa. A pesar de su inocente apariencia, los movimientos de su carne vaginal, que trataba de exprimir mi semen con avidez, me llevaron a mi límite.

—¡Voy a correrme, Sumika! ¡Uuuuuu! Oh…

—Oooh ♡ Hi… ♡ Oh… ♡ Nghohhh… ♡.

—¿Lo estás haciendo? Setocchi, ¿se siente bien echarlo en el útero de Sumika?

—¡Sí! Se siente muy bien. Se siente tan bien… tan bien… tan celestial…

Airi se rió y dijo que mi comentario era gracioso, como un viejo sumergiéndose en aguas termales. Puede que tuviera razón. Estaba ensuciando el cuerpo de Sumika con mis fluidos como si orinara en un baño caliente.

Cuando terminé de eyacular e intenté sacar la polla, un líquido blanco se escurrió entre Sumika y yo. La carne rosada de su coño siguió aferrada a mi polla como rehacia. Hasta tuve dificultades para sacar mi glande debido a que se atascó un poco.

—Oye, Sumika, ¿puedes aflojar un poco más? Estás tan excitada que no quieres soltármela.

—Higuh… ♡ A-aun si dices eso… ♡ Oh… ♡ Nghooh… ♡.

—Y aquí… vamos. Uf, estoy fuera.

—Ha… ♡ Ha… ♡ Hiha… ♡ Seto… ♡.

Tras un momento, un líquido blanco se desbordó de su coño, que seguía abierto y no se cerraba del todo. Mi semilla que no entró en el útero de Sumika se desbordó.

—Bien, ya acabé de plantar mi semilla. Sumika, es hora de un beso.

—Claro ♡ Voy a besarte. ♡ Nchuh… ♡ Puhaah ♡. Seto… ♡ Te quiero… ♡ Te quierooo… ♡ Dame más besos. ♡ Dale un beso a Sumika. ♡ Chuu…. ♡ Chupaaa… ♡.

Disfruté del beso francés con Sumika justo después de impregnarla, y luego puse su cuerpo flácido y débil en el futón y miré de nuevo a Airi.

—Hmm~, así que tú eres la siguiente, Airi. ¿Quieres que lo hagamos?

—Sí ♡. Vamos a hacerlo juntos ♡.

Airi siempre ha sido muy positiva sobre el sexo. Probablemente no hay muchas chicas que puedan decir que quieren tener sexo tan inocentemente. Pero en este sentido, me gustaría emularla. Como el sexo es tan placentero, no está bien contenerse de una forma extraña. Creo que tanto los hombres como las mujeres deberían poder practicar el sexo con más facilidad.

Cuando me tumbé en el futón, Airi se subió rápidamente encima de mí. La primera vez que tuvimos sexo, no le gustaba chupar mi polla cubierta de semen o jugos de amor de otras chicas. Pero ahora, eso ya no parece importar.

—Ejejé ♡ Setocchi, hagámonos sentir súper bien juntos… ♪ Ah… Mmm… ♡.

Mi vara de carne fue tragada por Airi, y después de eso vino una presión tremenda.

—¡Uah…! ¡El coño de Airi también es peligroso…! ¡Acabo de eyacular en Sumika, así que mi polla está muy sensible y se siente tan bien…!

Al lado de Airi, que está meneando las caderas en posición de vaquera, Sumika está sobre el futón, resoplando y respirando irregularmente.

—Ahhnngh…. ♡ Hm…. ♡ Mmm… ♡ Mm… ♡ Mm… ♡ Ejejé… ♡ Incluso nosotras siendo tres, no pudimos vencer a Setocchi en absoluto ♡. Oh, genial ♡. Setocchi, te estás volviendo bueno empujando tus caderas desde abajo ♡. Justo así… ♡ No nos lo estás poniendo nada fácil… ♡ Nnmmh… ♡ Hmh… ♡ Hmh… ♡ Hmh… ♡ Hmh…♡.

Es agradable mirar hacia abajo a unas tetas que se balancean mientras empujo desde atrás, pero también es bueno mirar hacia arriba a unas tetas que se balancean desde abajo. Si el sonido del bamboleo de las tetas de Sumika era como «purupuru», el de las tetas de Airi es más bien «blunblun». Sus tetas, muy firmes y con piel morena, se bamboleaban en diferentes direcciones, deleitando mis ojos.

—Ah~, rayos…♡ Esta polla es increíble…♡ La polla de Setocchi es increíble…♡ Llega hasta el fondo…♡ Desde la punta hasta la raíz, está tan dura.

—¡Puedo sentir tu coño chupando mi polla también…!

Mi pene está lleno de energía a pesar de que ya he eyaculado muchas veces. Las caras tanto de Airi como de Sumika son súper lindas, pero el confort de sus coños envolviéndose alrededor de mi polla era insuperable.

—¡¡Uuah, voy a correrme…!!

—Nnah… Ah, e-esto puede ser malo, esto… ♡ Mi coño ha aprendido perfectamente lo que se siente al ser cogida por ti, Setocchi… ♡.

Mi polla explotó como una bomba, y salpiqué mi semilla por todo el coño y úteros gal de Airi.

—Setocchi está echando su semen dentro de mí, Aah…♡ Mi mente se está poniendo en blanco… ♡ Esto es una locura…♡ Ya no podré hacerlo más sin la polla de Seto…♡ Ah…♡.

Airi se corrió con sus muslos regordetes temblando. Como si no supiera cómo parar las convulsiones, Airi se corrió intermitentemente; su cuerpo con espasmos encima del mío.

—A-ajajá… Se-Setocchi, ¿po-por qué no te tomas un descanso? ¿¡Oh…!?♡ ¿¡Ngooh…!?♡. Tu polla, Tu polla volvió a entrar… ¿¡Oh…!?♡.

—Sí, podría ser, pero todavía puedo seguir.

Con la cabeza de Airi colgando y los hombros temblorosos, hice caso omiso de su súplica. Y entonces, agarrándola por la cintura, tiré de ella hacia mí con todas mis fuerzas.

—¿¡Nghoooh!?♡.

La parte superior del cuerpo de Airi, que estaba temblando, pasó de colgar hacia delante a doblarse hacia atrás. Sus tetas se balancearon con gran ímpetu, y su coño se tensó.

—Vamos a hacerlo un poco más, ya que ahora te sientes mejor.

—¡Hi, haa♡ Haa♡ Haa♡ Haa♡ Se-Setocchi… ¿¡Ngohh!?♡. Hi-hiii…

—¡Ah! ¡Vamos, Airi! ¡No huyas!

Intentó escapar de mi polla cayendo de lado y se arrastró por el futón gateando. Por supuesto, mantuve mi polla dentro de ella y la seguí, frotando mi hombría con largas caricias.

—Setocchi ♡ Por favor, ya detwente…♡ Ya quiero que esto se acabe… ♡ Yo… ♡ Terminaré volviéndome rara…♡.

Ignoré la súplica de Airi, que tenía la cabeza gacha y le temblaban los hombros. Agarrándola por la cintura, tiré de ella hacia mí con todas mis fuerzas.

Airi cruzó por encima de Sumika, que estaba completamente exhausta, y huyó hacia el fondo de la habitación. Buscó refugio contra el biombo shoji [1] y consiguió ponerse en pie, aunque tambaleándose. Con Airi de pie, sólo me quedaba seguir penetrándola por detrás.

La pantalla shoji a la que se aferraba Airi se sacudió. Aunque sabía que el personal de la posada o los profesores me regañarían si lo rompía, por el momento, el sexo tenía prioridad.

—Nghahh…♡ Ah…♡ Ah…♡ Ah…♡ Ah…♡.

—Airi, esa cara que estás haciendo es tan linda.

—De-detente♡, es injusto que me digas eso mientras lo hacemos…♡ Higuh…♡.

Haciendo ruido intencionadamente, dejé besos en la nuca y el cuello de Airi. De esta forma, los demás sabrían a quién pertenecía.

—O-oh no…♡ E-esto es… ♡ Me-me estás marcando…♡ Estoy siendo marcada por Setocchi… ♡ La señal de que soy la mujer de Setocchi, está marcada en mi cuerpo… ♡ Nghoo… ♡ Oh… ♡ Oh… ♡ Oh… ♡ Oh… ♡.

Cuando presioné firmemente el glande contra la parte más profunda de su vagina y acaricié el pequeño nódulo del tamaño de un guisante sobre la entrada, el coño de Airi se apretó aún más. Me hacía feliz verla sentirse así de bien con el sexo. Con mi mano libre, jugué con sus pechos y pezones, haciendo que gimiera más intensamente.

Sin embargo, mientras más absorto estaba en violar así a Airi, una voz de protesta llegó desde atrás.

—Oye, Seto, llevas un rato haciéndolo sólo con Airi. ¿No te has olvidado de nosotras?

—Seto, eso no es justo… Y nosotras que llevamos tanto tiempo esperando.

—No, no es así, Rurina, Ryoko. Sólo un poco más y habré terminado.

—La-la polla… ♡ De Setocchi, la polla de Setocchi… ♡ Aah… ♡ Uwaah… ♡ Aah~…♡.

—Rayos… Acaba rápido con ella y hazlo con nosotras también, ¿de acuerdo?

Con Rurina y Ryoko mirando, agarré las muñecas de Airi y continué empujando vigorosamente por detrás. Airi ya no podía caminar sola, así que se sostenía con mi polla mientras se las arreglaba para mantenerse en pie.

Mientras seguíamos cogiendo, Airi empezó a mover la cabeza al ritmo de mis embestidas, como una marioneta a la que le hubieran cortado los hilos.

—¿Eh, Airi? ¿Te has desmayado? Vamos, mantente consciente.

—…Hiughuu ♡ Shi-shiiii ♡.

—Oye, qué bueno que ya despertaste. Me falta poco para que me corra, así que no te desmayes hasta que lo haga, ¿de acuerdo?

—E-entwendidoo…♡ Ya lo entendí, así que disminuye la velocidad de tu polla en mi interior, quieres, por favor, solo poco♡. Seto…♡.

—¿«Seto»? No puede ser, Airi. Pero si normalmente me llamas «Setocchi».

Escuché con una sonrisa irónica mientras ignoraba las súplicas de Airi, que agachaba la cabeza y crispaba los hombros. De repente, Ryoko tomó la palabra y dijo:

—Ahora que lo pienso… En realidad, he oído que Airi es una joven bastante refinada… ¿Verdad, Rurina?

—Bueno… sí, supongo.

—¿Eh? ¿De verdad?

—¿Por qué te sorprendes tanto, Seto? No es para tanto.

De hecho, no era para tanto, pero me soprendió más que nada por su aspecto de gal. Pero si recordaba, incluso durante nuestro tiempo libre de ayer, cuando comimos juntos, los modales de Airi en la mesa eran impecables. Y lo mismo ocurría con Rurina.

Puede que ambas tuvieran un aspecto más refinado, como Sumika, antes de vestirse así como gals. ¿Podría haber varias razones para su comportamiento, que parecía tan frívolo y promiscuo?

—Uwahh… ♡ Se-Seto… ♡ Seto ♡ Ah… ♡ Ah… ♡ Ah… ♡ Po-por favor, ya no puedo más… ♡ Si seguimos así… Yo-yo podría mo-morir… ♡.

—…Ah, lo-lo siento, Airi.

En ese momento, me di cuenta de lo irrespetuoso que estaba siendo con Airi. Distraerme con otros pensamientos a mitad de hacer el amor era bastante grosero. Como Rurina había dicho, si ella es una señorita de clase alta o no, realmente no importaba. Airi era sólo Airi. Lo importante era que ella y yo estábamos conectados de esta manera. Sujeté su abdomen y le susurré al oído.

—Airi, ahora voy a eyacular muy dentro de ti. ¿Por qué no te corres junto conmigo?

—De-de acuerdo… ♡ Me-me correré… ♡ Por favor, haz que me corra… ♡.

—Sí, gracias. …Airi, me gustas mucho.

—A-a mí también me gustas, Seto… ♡ Nn… ♡ Ah… ♡.

De pie mientras estaba profundamente conectado con Airi, eyaculé dentro de su útero. Airi, frente a Rurina y Ryoko, mostraba un rostro lloroso derritiéndose de placer mientras un profundo y fuerte clímax la invadía.

—Ah… ♡ Ah… ♡.

—Airi, ¿cómo te sientes ahora? Díselo también a Rurina y a Ryoko.

—Sí-sí… E-el semen de… Seto… Se está… Se está acumulando en mi útero… Yo… Me estoy corriendo ahora también…

Las chicas probablemente podían imaginar el placer que Airi estaba experimentando. Rurina y Ryoko contuvieron la respiración, congeladas en su sitio.

—Yo-yo ya soy la mujer de Seto. To-todo mi cuerpo, todo mi cuerpo pertenece a Seto… ♡ Fuah… ♡ ¡¡~~~Gghhh…!! ♡ ¡¡~~~~Ahhh…!? ♡ ¡¡Aaaahh…!! ¡¡~~~!! ♡.

El cuerpo de Airi convulsionó violentamente. Después de Sumika, Airi también ahora era mía. Abrumado por la alegría, estreché mi abrazo y dejé más besos en su cuello y hombros bronceados.

Cuando terminé de eyacular y retiré mi miembro, las rodillas de Airi se doblaron, perdiendo su apoyo. Rápidamente la tomé y la tumbé junto a Sumika. Acariciando suavemente sus cabellos, volví a mirar a Rurina y Ryoko.

—…¿Quién es la siguiente?

—¿Eh? En-entonces, yo…

—¡A-a mí! ¡A mí me gustaría ser la siguiente!

Rurina pareció levantar tímidamente la mano, pero antes de eso, Ryoko la levantó con más entusiasmo y se ofreció voluntaria para ser la siguiente. Al ver cómo Sumika y Airi recibían tanto placer, Ryoko, que había sucumbido por completo a la lujuria, parecía haber olvidado que tenía novio.

Pero no importaba. Las chicas sanas deben ser honestas con el placer.

—Entonces, Rurina, tú serás la última, ¿está bien?

—…Claro, haz lo que quieras. —Rurina se cruzó de brazos e hizo un mohín, mirando hacia otro lado. A diferencia de Ryoko, ella no parecía ser capaz de aceptar plenamente esta situación. Bueno, esa también es una parte encantadora de Rurina.

Con una ligera sonrisa irónica, me acerqué a la inquieta Ryoko.

—Ryoko, ¿lo hacemos, pues?

—¡Sí-sí! Ah…♡.

Junto a Rurina, cubrí a Ryoko, que era pequeña de estatura.

—Ha… Oh… ♡ Oh… ♡ Oh… ♡ Nghoh… ♡.

—¡Ha, ha, ha, ha! ¡Ryoko!

Los brazos y piernas de Ryoko envolvieron mi cuerpo. Abracé firmemente su espalda, y los dos balanceábamos nuestros cuerpos en una posición cercana al misionero.

El cuerpo sudoroso de Ryoko se sentía muy resbaladizo contra mi piel cuando la abracé. Pero no sentí disgusto, de hecho, el aroma del sudor no hizo más que reavivar mi excitación.

—Aooh…♡ Me… corro…♡ Ah… ♡ Ah… ♡ Ah~…♡.

Ryoko, con la que hasta ahora no había hecho nada, empezó a gritar con fuerza en cuanto la penetré. Su deseo por el sexo parecía haberla abrumado, haciéndole olvidar todo el sentido de la vergüenza.

Los dedos de Ryoko, que había podido sentir sobre mi pollla, se clavaron en mi espalda. Sus paredes vaginales estaban tan apretadas que sentí que iba a desgarrar mi pene. Sin embargo, sus entrañas estaban húmedas y resbalosas, así que no tuve dificultad para empujar.

—¡Ryoko! ¡Ryoko! ¿Ya te corres? ¡Te tienes que seguir corriendo!

—¡Sí, síii ♡! ¡Por favor, déjame correrme más… ♡ ¡Hazme sentir aún mejor, Seto…♡! ¿¡Ngh, ohh!? ♡.

Mientras hacemos el amor me convierto en el novio de Ryoko. Incluso si le hablaba con fuerza, Ryoko no se enfadaba. En cambio, envolvió sus piernas alrededor de mi cintura aún más fuerte. No tenía intención de quitármela de encima, y al igual que con Sumika y Airi, quería fecundar a Ryoko con mis genes.

—¡Guuah! ¡Me corro! ¡Estoy eyaculando, Ryoko!

—¡Sí! ♡ …Mmchuu… ♡ Jyururu… ♡ ¡Pfuaah! ♡ Eyacula dentro de mí ♡ Por favor… ♡ ¡Mmchuu! ♡.

Como éramos novios, era natural besarnos en el momento de corrernos.

Nos abrazamos lo más estrechamente posible para aumentar el contacto entre nuestros cuerpos, y los amplios pechos de Ryoko se aplastaron entre nosotros, y la sensación de sus pezones puntiagudos rozando mi piel era indescriptible. Incluso en el punto de conexión de nuestros genitales, mi áspero vello púbico y el suave vello de Ryoko se rozaban, haciendo un ruido cuando mi pene entraba y salía, creando un sonido lascivo.

Finalmente, nuestros cuerpos se pusieron rígidos y empezaron a convulsionarse. De nuestras partes conectadas, se desbordó un fluido viscoso.

Aunque Ryoko tenga novio, su útero sólo conocía el calor de mi semen. Lo que estaba empapando en su útero era el aroma de mi semen. Esperando que este estado durara aunque fuera un poco más, entrelacé mi lengua con la suya, esparciendo mi esperma en su interior.

—Un… haah…♡ Haah…♡ Seto…♡

—Ryoko…

—Seto… chu ♡ Nchu…♡.

Tras separarnos una vez, enseguida volvimos a apretar nuestros labios. Luego, perdidos en un largo beso, mientras retiraba mi pene y me alejaba de su cuerpo, la mano exhausta de Ryoko golpeó ligeramente la sábana con un sonido de palmaditas.

—Bueno, entonces.

—…¡¡!!

—Rurina, eres la última. Siento haberte hecho esperar.

Después de haber disfrutado de Sumika, Airi y Ryoko, sólo quedaba una persona. Extendí la mano y la agarré por la derecha mientras estaba sentada en la cama.

—Así que ahora voy a hacerlo contigo. ¿Hay algo que quieras decir?

—¿Eh…?

Cuando la interrogué, Rurina miró a las otras tres que estaban tumbadas, casi inconscientes. Luego, tragó saliva audiblemente y me agarró la mano de vuelta.

—Sí-sí que lo tengo…

—…

—U-umm, ¿sabes?

Tal vez cuando estamos solos como estábamos en el hotel del amor, Rurina podría mostrar más de sus verdaderos sentimientos. Fue sólo un pensamiento pasajero, pero la verdadera Rurina pronunció palabras aún más modestas de lo que esperaba.

—Quiero sentirme bien con tu… polla. Pero, más que eso, me gustaría… que fueras suave conmigo… Ya que tenemos esta oportunidad… ¿Qué-qué me dices, Se-Seto?

Mirando a la tímida Rurina, un sonido como de algo rompiéndose resonó en mi mente.

Antes de darme cuenta, la había atraído con fuerza hacia mí.

*

—Ngoh… ♡ Ohh… ♡ Ngoohh… ♡.

—Aah, qué linda… ¡Eres tan linda, Rurina! ¡Déjame escuchar más de esa voz…!

—¡¿Nnghiii…?! ♡. Ohh… ♡ ¿¡Ohh…!?

Seto enterró la cara entre las piernas de Rurina, que estaba tumbada boca arriba en la cama. Rurina arqueó la espalda y se esforzó por apartarle la cabeza con ambas manos, contorsionándose en una postura parecida a un puente.

Sin embargo, Seto la agarraba por los muslos y, debido al dulce entumecimiento que se extendía por sus caderas, no podía hacer fuerza con las manos. Como resultado, estaba siendo sometida a los avances de Seto a su antojo.

En medio de las persistentes caricias, incluso la capacidad de burlarse de Seto como «sólo un virgen solitario» había desaparecido del estado actual de Rurina. La lengua de Seto encontraba implacablemente las partes que la hacían temblar, haciendo que se retorciera hasta el punto de poner los ojos en blanco.

E-este chico… se está centrando por completo en mis puntos sensibles… ¿¡Por qué es tan bueno en esto!?

La razón exacta no estaba clara.

Sin embargo, Rurina tuvo una vaga comprensión.

Ci-cierto, este tipo, está realmente decidido a no dejarme escapar. Va en serio lo de convertirme en su mujer, igual que con Airi y las demás . Por eso… .

En esencia, Rurina había subestimado a Seto en esta coyuntura crítica. Sólo había pretendido burlarse de él, el tímido virgen, pero, en primer lugar, había sido una percepción errónea.

Mientras estaba atrapada, Rurina se dio cuenta de que no era ella la depredadora, sino Seto. Ella, sin saberlo, no se había topado a cualquier herbívoro tranquilo, sino a un carnívoro, o tal vez, algo aún más aterrador.

—¿¡Haooh…!? ♡ Ohh… ♡ Ohh… ♡ Ooh~… ♡ Ngooh, ngoohhh… ♡.

Seto estaba totalmente concentrado en hacer que Rurina sintiera el mayor placer posible. Instigó su deseo, derritió su mente de placer e intentó hacerla dependiente de él. El agarre de Seto sobre los muslos de Rurina mostraba una intensa determinación de no dejarla escapar.

—Uf… ¿qué te pareció eso, Rurina?

—Hii, hii… See… hahh… ahh… ♡ Aahh… Ahh… ♡ Aahh… ♡. —Liberada por fin de la lengua de Seto, las caderas de Rurina habían cedido, y temblaba impotente, goteando de vez en cuando líquido orgásmico transparente.

—…Yo tampoco puedo contenerme. ¿Puedo meterlo ya?

—E-espera… ♡ Ah…

—¡Uuaahh, estoy entrando en el coño de Rurina, puedo sentir su mucosa… ¡y cómo me succiona…! ¡Rurina!

Una vez que Seto desarmó completamente a Rurina de su resistencia, introdujo sin piedad su larga vara profundamente en su vientre. En ese momento, Rurina sintió como si Seto la hubiera atravesado desde la columna vertebral hasta la cabeza. Agarró las sábanas, arqueó el torso y soltó un gemido grave y prolongado.

—¡Hoo… ¿Ohh, ooh…?!

Para Rurina, incluso el mero hecho de experimentar un placer tan intenso solo al ser penetrada era algo novedoso.

Ciertamente, el pene de Seto era largo y grueso, pero eso por sí solo no bastaba para hacer que una mujer se retorciera así. Era la combinación de la suavidad en el exterior y la dureza en el núcleo, la curva del mismo, la alta corona que amenazaba con raspar su razón de mujer junto con las paredes de su vagina; todos estos elementos se unieron para crear un pene que sin duda podría llamarse un «Encantador de Mujeres».

—Rurina, vamos a tener sexo toda la noche a partir de ahora.

—…Ohh… ♡ Ohh… ♡ Ngoohh… ♡.

Aunque fingía no ser posesivo, Seto era un «macho» natural, alguien que no podía estar satisfecho a menos que hiciera suyas y sólo suyas a las mujeres con las que tenía sexo.

Seto se inclinó sobre Rurina y entrelazó suavemente sus dedos con los de ella. Este gesto natural de playboy era la «conexión de los amantes», algo que tranquilizaba a la mujer al tiempo que la hacía consciente de que era una hembra dominada por el macho. Seto sabía desde hacía tiempo cómo hacer caer a Rurina.

Las tres chicas que ya habían sido utilizadas a fondo por Seto en la misma habitación que Rurina yacían una al lado de la otra en la cama, mostrando sus hermosos cuerpos y sus pacíficos rostros dormidos. De sus hendiduras, la semilla de alta viscosidad que Seto había eyaculado sin piedad se derramaba como gruesas gotitas.

Al darse cuenta de que ese era su futuro, el cuerpo de Rurina, en contra de lo que pensaba, rodeó la cintura de él con sus largas piernas y apretó su coño de gal alrededor del pene de Seto, complaciéndole.

—No te preocupes. Seguiré teniendo sexo hasta que estés satisfecha.

—Ah… aah…

Dentro de la mente de Rurina, la voz de su instinto diciendo: «Quiero convertirme en la mujer de este hombre», resonó ferozmente. Su útero palpitaba con el deseo de ser fecundada por el fuerte esperma, y ya descendía para encontrarse por sí solo con el glande de Seto.

—Voy a moverme, Rurina.

—E-espérateee…

—Si haces esos gemidos tan lindos, menos podré contenerme.

—Nn, ahh… ♡ Auuhh… ♡ Haaa, nn… ♡.

Seto movió sus caderas agonizantemente despacio. Usando su largo miembro, él moldeaba cada centímetro de la vagina de Rurina, de la entrada a lo profundo, en la forma de su pene. Hizo esto para asegurarse de que ella no recordara a ningún otro hombre que hubiera permitido antes dentro de ella.

E-el pe-pene…El pene de Seto…De-dentro de mí, se está frotando…Está raspando…Mi coño se está convirtiendo en su propiedad…No, no puedo escapar…No hay escapatoria… E-esta es, mi única opción es convertirme en su mujer… .

En efecto, Seto no tenía intención de dejar marchar a Rurina. Pero esta tampoco le soltaba: había rodeado su cintura con las piernas y agarrado sus manos, conectados como amantes. Comparadas con las de Rurina, las manos de Seto eran grandes y ásperas. Sin duda, eran las manos de un «hombre». A través de esas manos, Rurina podía sentir el fuerte deseo por ella que le transmitía Seto.

Me…Estoy corriendo…Me estoy corriendo con mi coño… e-e incluso en mi cerebro…Me estoy corriendo… ¡Me estoy corriendo, me corro, me corro, me corro! Ah…

Debido al desbordamiento de sustancias químicas de su cerebro, Rurina cayó en una serie de clímax continuos.

—Hmm… ♡ Nng, gghhh~~~~…♡

—¡Guau! ¡Tu coño se está apretando tanto…!

—Nnguu… ♡ Ohh… ♡ O-oh~~… ♡ …Sehee, See, Seehee, huhuhh…

—…Rurina, la forma en que te corres es muy intensa.

—¡Cá-cállate! ¡No tienes por qué señalarlo! Ah… ♡ Nnuuuhhh… ♡.

—No deberías forzarte demasiado. Seguiré empujando en tu útero así y te haré tener continuos y profundos orgasmos.

—¿Eh? ¡E-Espera un minuto! ♡ ¡Orgasmos profundos, espera! ♡ ¡Oh… ♡ ¡¡Nngoh, Aoohhh…!! ♡.

Con el duro glande de Seto presionando contra su punto G, Rurina dejó escapar voces parecidas a los aullidos de una perra, siendo llevada al clímax una y otra vez. Atrapada por el pene en su vagina, Rurina no tenía forma de liberarse del placer, así que no tuvo más remedio que continuar con estos orgasmos vergonzosamente deliciosos.

—Ah, Rurina, sentirte con mi polla es lo mejor. Quiero oír más.

Al oír el extasiado murmullo de Seto, Rurina pensó para sí misma. Este tipo no era sólo un solitario introvertido, era un psicópata en toda regla. Era un sádico que pretendía destrozar por completo la vida de las mujeres con su pene drogadas de placer, convertirlas en obedientes juguetes y hacer que no pudieran dejarle de por vida.

—Uh, uuh, gush, uuuuh…

—¿E-eh? ¿Rurina?

—¡Uuuuh~!

Abrumada por el miedo a ser conquistada por el pene de Seto, Rurina no pudo evitar echarse a llorar. Atrás había quedado su habitual bravuconería; sollozaba como una niña pequeña, nada diferente de un infante.

Por mucho placer que la hicieran sentir, el orgullo de Rurina no le permitiría caer en el papel de juguete de Seto. Por mucho que le disgustara, por mucho que intentara mantenerse concentrada, la sola presión del pene de Seto contra su útero hacía que sus caderas se levantaran vergonzosamente y se prepararan para aceptar su semilla masculina.

Mientras abrazaba a Seto, el cerebro de Rurina segregó una gran cantidad de oxitocina. El peso de Seto, el calor de su cuerpo, la textura de su piel de Seto, todo trajo a Rurina una sensación de seguridad, convirtiendo el placer del apareamiento en afecto hacia Seto.

—¡¡Me… corroooo…!! ♡ Haa… ♡ Haa… ♡ Zeeh… ♡ Haa… ♡ Guuh… ♡ Haa… ♡ Haa… ♡ Haa… ♡ Me-me corroo… ♡ Hii… ♡ Haa… ♡ Haa… ♡ Haa… ♡ Nnghh… ♡ Oooh… ♡.

El fuerte clímax que volvía del revés todo su cuerpo parecía terminar sólo para comenzar de nuevo. Además, los intervalos entre ellos se acortaban con cada repetición. Entre el final de un clímax y el comienzo de otro, Rurina jadeaba como un perro, tratando de inhalar oxígeno en sus pulmones. Pensó que así podría controlar sus clímax y recuperar el control sobre las acciones de Seto, pero al final fue una lucha inútil.

—Me corrooh… ♡ Ya-ya no puedo, no más… Si sigo corriéndome, moriré. ¡Moriré de verdad…! Ah… ♡ Me-me shigo corriendo… ♡ Nnghuu…♡.

Al final, Rurina nunca había experimentado realmente el sexo antes. Nunca había experimentado este tipo de sexo tan intenso, donde un macho consume vorazmente a una hembra. Una vez que este placer se grabó en su útero, independientemente de sus intenciones, no tuvo más remedio que convertirse en adicta a este pene, independientemente de su propia voluntad.

—¡Ah, Rurina…! ¡Rurina, cuando te corres con mi polla estás súper linda…! ¡Yo también me corro! ¡Estoy corriéndome en ti, Rurina…!

—¿¡Haoohh…!? Hu, ghuuu…♡.

—Rurina, voy a llenar tu útero por completo de mi semen! ¡Uaaaaah!

—Aah… ♡ Aaah…♡.

Al comenzar la eyaculación de Seto, una lágrima como una perla rodó por el rabillo del ojo de Rurina.

Ya-ya no puedo… Ser cogida por él es demasiado bueno… Su polla se siente tan bien… Mi útero está dando la bienvenida a su semen… Mientras era fecundada, se dio cuenta de que no era bueno. Está bien… Me convertiré en su mujer…

Derrotada por un pene que creía que pertenecía a un solitario, y molesta por el hecho de que Seto tuviera otras mujeres aparte de ella, no tuvo elección. Se excusó en su mente de que no podría encontrar un pene mejor que el de Seto. De esta manera, susurró al hombre cuyo pene se agitaba dentro de su vagina.

—Oyee~, ¿cómo te llamabas…?

—¿…Eh?

—Quiero decir, tu nombre de pila…

Seto se quedó perplejo ante la pregunta de Rurina, sin entender su intención, pero se presentó con su nombre completo.

—Shinji, ¿por qué…? Shinji Seto.

—Shinji… Shinji… Bien. —Sintiendo el calor del semen eyaculado llenando su útero, Rurina meditó sobre el nombre de Seto—. Cuando estemos solos, ¿puedo llamarte Shinji?

—Ru-Rurina…

—Nngh… ♡ Shinji… Oye, hasta que Airi se despierte, ¿lo seguimos haciendo, los dos solos?

Con las manos entrelazadas tras el cuello de Seto, Rurina mostró una sonrisa inocente y franca que contrastaba con su anterior terquedad.




[1] Un biombo shoji es una tradicional pantalla japonesa utilizada principalmente para separar espacios y proporcionar privacidad en interiores. Está compuesto por un marco de madera ligera y paneles translúcidos que generalmente están hechos de papel de arroz o materiales similares. Estos paneles translúcidos permiten que la luz pase a través de ellos de manera difusa, creando un efecto luminoso y suave en el ambiente. 

 

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