Bastardo Mujeriego

Vol. 2 Capítulo 6. El sabor de Tomoko Itabashi, del club de tenis

Habitación para dos. Fue lo que Tomoko dijo en el mostrador de recepción. La habitación que le mostraron era más pequeña que la que suele utilizar con sus amigas del club de tenis.

El diseño interior de la cabina de karaoke no era tan elaborado, ya que estaba más orientada para verse más estilizada para clientes estudiantes. Debido a la poca luz, había que ir parándose y mirar con mucha atención si se quería ver lo que sucede en el interior a través de la mirilla de la puerta, que está instalada de manera que disimula el hecho de que hay poca luz. A menos que se pidan bebidas o comida a la extensión, ningún camarero debe entrar a la habitación.

—Haa ♡. Hahh ♡. Hahh ♡. Nngh ♡. ¡Qué bien ♡!

Pero eso no significa que si te pones a coger en un lugar como este puedas estar seguro de que nadie te descubrirá. Tomoko debería haberlo sabido, pero se estaba sintiendo tan bien con el sexo mientras «él» se lo hacía.

—Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡. Nn ♡. ¡Nnuuuuh…♡!

Tomoko, que se había quitado los zapatos, estaba de rodillas en el sofá, siendo penetrada por detrás. La punta del pene del chico golpeaba rítmicamente la parte posterior de su ombligo al entrar en su vagina, y aunque ella apretaba los puños con fuerza y curvaba los dedos de los pies en sus calcetines altos negros, sentía una sensación que no podía disimular ni en una centésima parte, con un placer que le recorría toda la columna vertebral.

—Hii ♡. Ha ♡. Haaah ♡. Haa ♡.

—Itabashi-san, ¿te corriste otra vez?

Cuando él le preguntó, Tomoko asintió con la cabeza y su pelo corto se sacudió salvajemente. Las lágrimas brotaron de sus ojos por la vergüenza y le nublaron la visión.

—Cálmate. Relájate ahora y respira profundamente.

—Sí-sí, Seto-kun. …Fwuah ♡.

Debido a que abrió la boca para responder, un extraño sonido salió de ella. Cada vez que se acostaba con él, con Seto, no importa cuánto intentara Tomoko reprimirse, no podía contener esa voz. Cuando su vara de carne frotaba esas partes que ella no podía alcanzar por sí misma, inevitablemente ese sonido se escapaba de su boca junto con un placer desconocido.

Fue ayer cuando Tomoko fue llevada a un hotel del amor por Seto y tuvo sexo con él por primera vez. Y, sin embargo, de nuevo ya le estaba dejando tener sexo con ella por segunda vez.

—Muévete lo más despacio posible. Itabashi-san, tú no tienes que moverte, así que solo concéntrate en sentirte bien.

—¡Nnuuuuh…!

La larga polla de Seto, que había estado tan profundo dentro de ella, fue retirada lentamente de su interior. Entonces, como un instrumento de cuerda tocado con un arco, Tomoko arqueó la espalda y chilló fuertemente.

E-esto es sexo ♡. Es increíble ♡. Coger es increíble ♡. Se-se siente rico ♡. Es maravilloso ♡. ¡La sensación es de lo mejor~!

…Con sus pantaloncillos y bragas bajadas y la falda de su uniforme arremangada, Tomoko fue devorada por su compañero de clase, un chico más del montón. Estaba unida a Seto y sus genitales a través de una goma delgada, y su cerebro se retorcía de un placer que solo se puede experimentar durante el sexo, y todo su cuerpo estaba cautivado por la alegría de satisfacer su instinto de mujer.

Hitomi y Aya no estaban allí, y cuando Seto la invitó a ir solos al karaoke, tuvo la premonición de que esto iba a suceder. Aprendió de primera mano del hotel del amor de ayer que Seto no era un herbívoro inofensivo, sino un lobo con piel de cordero.

Pero Tomoko no podía rechazarlo. …¿Era porque tomó muchas fotos y videos vergonzosos de ella ayer? ¿O era porque le tenía miedo de lo que podía hacer?

Ambas eran incorrectas.

En pocas palabras, Tomoko quería ser penetrada por su polla nuevamente. Quería experimentar el placer abrumador, diferente a todo lo que había sentido antes, mientras era empujada con una fuerza feroz que no encajaba con la expresión de persona de poca presencia del rostro del chico.

—Ah, se siente increíble. ¡Aunque te estás moviendo lentamente, tu coño se está ajustando a mi alrededor, y mi polla está en el paraíso…! ¡Puedo notar cuanto semen estoy produciendo en mis bolas…!

Seto estaba saboreando audazmente el interior del coño inexplorado de Tomoko. Su pene, que se adaptaba perfectamente a las zonas erógenas de la chica en todos los aspectos, como grosor, dureza y curvatura, la hacía retorcerse sin piedad, aun cuando ella acababa de perder su virginidad el día de ayer.

—Hmm ♡. Hmm ♡. Nmh ♡. ¡Hmm~~♡! ¡Hmm~~!

Mientras Seto la penetraba por detrás, Tomoko juntó las manos en el sofá. Parecía como si estuviera arrodillada en el suelo, ofreciendo oraciones a un dios. En realidad, si no se aferraba a algo, sentía que sería arrastrada por el tsunami de placer.

—¡Estoy a punto de correrme, Itabashi-san!

—¡Sí-sí, bien ♡! Yo… también ♡. Me corro ♡. Me corro también ♡. Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡. Ya me corro ♡. No puedo soportarlo más ♡. Ah…♡.

—¡Uwah!

En el momento de la eyaculación, Seto jaló con fuerza las caderas de Tomoko hacia él. Aunque Tomoko había estado experimentando dulces clímax intermitentes, sincronizados con el clímax de Seto, fue impulsada a un lugar aún más alto.

En ese momento, innumerables fuegos artificiales explotaron en el cerebro de Tomoko. Emitieron chispas y sonidos brillantes, reescribiendo su perspectiva inmadura de la vida con una abrumadora sensación de placer.

—Higguh ♡. Ah ♡.

No era racional, sino una apelación directa al instinto, una sensación de «vida» que sobrepasaba todos los demás entretenimientos, imposible de olvidar una vez experimentada. Especialmente para una chica de instituto curiosa y que buscaba el placer en la flor de su vida, lo era aún más.

Me-me estoy corriendo tanto. Una vez más, Seto-kun me hizo correr. Mi coño se apretó alrededor de la polla de Seto-kun por sí solo. Aun cuando no era mi intención, lo hizo por sí solo. Qué vergonzoso…

La vagina de Tomoko se apretó inconscientemente, tratando de exprimir el pene de su compañero de clase que temblaba dentro de ella. Como resultado, la sensación del pene de Seto echando su semen dentro para ser enviado al útero de Tomoko se transmitió claramente.

Desafortunadamente, el semen de Seto no llegaría al útero de Tomoko. El delgado condón lo bloqueó, creando nada más que un pesado globo de líquido en la punta del glande.

En otras palabras, lo que los dos estaban haciendo aquí era sin duda sexo por placer. Objetivamente hablando, Seto y Tomoko, que ni siquiera se ahorraron la molestia y los gastos de ir a un hotel del amor, eran una pareja de estudiantes libidinosos que intentaban complacerse rápidamente en una cabina de karaoke donde, en el peor de los casos, podrían ser descubiertos por alguien. No es de extrañar que Tomoko estuviera atormentada por la vergüenza y la culpa.

—Uf… terminé de correrme…

—Ahn ♡.

—Uwa, Itabashi-san, si tu coño aprieta con tanta fuerza, me dificulta sacar el pene.

—Po-po-por qué…

Sin embargo, no, precisamente por eso, el sentimiento de inmoralidad multiplicaba muchas veces el placer de la joven pareja.

El hecho de que estuvieran teniendo sexo con el uniforme en una sala de karaoke después de la escuela en un día laborable les produjo una excitación irresistible.

En el momento en que la polla de Seto salió de la vagina de Tomoko, la punta del condón quedó atrapada en la entrada de su coño, casi provocando que se saliera de su pene.

—Ah, ¿qué debemos hacer con este condón? Sería una molestia tener que tirarlo a la basura aquí.

Aunque Tomoko quería replicar a la afirmación de Seto de que no era ese el problema, estaba demasiado ocupada recuperando el aliento y no le salía la voz. Debería haber habido innumerables cosas por las que preocuparse más que eso, pero Seto estaba extrañamente tranquilo.

¿Fue por eso? ¿O simplemente porque el sexo con Seto se sentía demasiado bien? Tomoko no podía enfadarse ni odiar a Seto.

—Oye, Itabashi-san, ¿puedo besarte?

—Haa, haa, haa, haa… Bu-bueno, si no hay de otra… Mm ♡.

Mientras estaba merced de Seto durante el sexo, Tomoko, con sus genitales aún expuestos en el sofá, adoptó un tono algo condescendiente, algo así como una hermana mayor, y le permitió besarla después. Se abrazaron frente a frente en el sofá de la cabina de karaoke, exponiendo sus genitales y entrelazando sus lenguas lentamente.

—Aaah ♡. Aah ♡. Aah ♡. Aah ♡. Anhh ♡.

Como no había nadie seleccionando canciones, el monitor destinado a mostrar videos y letras mostraba a los artistas promocionando nuevas canciones. Del mismo modo, los parlantes no reprodujeron música, sino anécdotas detrás de escena de las grabaciones.

Y a un volumen que ahogaba ese audio, resonó la voz de una chica gritando de placer.

—Se-Seto-kun ♡. E-Es asombroso ♡. Esto se siente súper bien ♡. Coger se siente genial ♡. El sexo ♡ Se siente increíble ♡.

¿Cuántas horas habían pasado ya? Seto y Tomoko habían estado teniendo sexo sin descanso en el sofá de esta habitación sin cantar una sola canción desde que entraron. Inicialmente, Tomoko había estado abrumada por la vergüenza, pero finalmente sucumbió al placer, volviéndose desenfrenada y gimiendo libremente.

En este punto, Tomoko solo llevaba la falda del uniforme escolar, los calcetines negros hasta los muslos y una cinta alrededor de su cuello. Después de quitarse el sostén deportivo, exponiendo sus senos por completo, y las bragas, se sentó a horcajadas sobre Seto, quien estaba sentado en el sofá con los pantalones del uniforme y la ropa interior bajados, y comenzó a mover las caderas por su cuenta. Los genitales de la pareja —con Tomoko montando a Seto en una posición sentada cara a cara— estaban completamente conectados, llegando a lo más profundo.

—Fwaah ♡. Ahh ♡. Ahh ♡. Ahh ♡. Ahh ♡. Ahh ♡. Seto-kun ♡. Seto-kuuun ♡.

Mientras llamaba a Seto con una dulce voz, Tomoko sostuvo su cabeza entre sus brazos, presionándola contra su amplio escote. Seto, en una postura como si estuviera siendo mimado, olió el denso aroma de la chica hasta casi ahogarse, moviendo vigorosamente su pene con el condón, penetrando el resbaladizo coño de Tomoko.

La racionalidad de ambos había desaparecido mucho antes de llegar a este punto. Si se siente bien, eso es todo lo que importa. Ese era el principio rector actual para ambos.

—Seto-ku ♡. Nn ♡. Ahh ♡. Increíble ♡. Tu pene es increíble ♡. Seto-kun ♡. ¡Nn~~~♡♡!

Cada vez que alcanzaba el orgasmo, Tomoko abrazaba la cabeza de Seto aún más fuerte debido al impulso que desbordaba desde dentro de su pecho. Su abundante escote ya estaba empapado con la saliva de Seto.

—Aah, qué bien ♡. El sexo ♡ Se siente bien ♡. Muy bien ♡. Ahh ♡. Ha ♡. Hnnn ♡. Nn~♡.

Una chica que acababa de aprender sobre sexo, pero que adquirió con avidez técnicas para aumentar el placer. Tomoko, que hasta ahora sólo había estado moviendo sus caderas verticalmente, comenzó a mover sus caderas en una pequeña rotación, sin que nadie le enseñara antes.

—…¡Puha!

Finalmente, Seto fue liberado del escote de Tomoko. De hecho, parecía haber tenido dificultades para respirar en esa posición.

—¡I-Itabashi-san, pensé que me iba a asfixiar!

—Ajajá ♡. Lo lamento ♡.

—No, no, un lo lamento no servirá. Realmente pensé que iba a morir.

—Bueno, bueno, perdóname, Seto-kun ♪ Vamos, puedes tocar mis senos ♡. …Ahn ♡. No sólo los estás tocando, chupándolos también ♡. Seto-kun, eres como un bebé ♡.

Mirando al chico que era uno más del montón que chupaba desesperadamente sus pezones mientras se aferraba a su cintura, Tomoko bajó las comisuras de sus ojos con una mirada tierna. Luego, con una mirada amorosa, le acarició suavemente la nuca.

Y de esa manera, pensó Tomoko distraídamente.

Estoy haciendo estas cosas con un compañero de clase. ¿Qué tipo de relación crea eso entre Seto-kun y yo?

No era sólo una amistad entre jóvenes del sexo opuesto. Era un poco diferente a ser amantes ya que no hubo confesiones ni nada.

Tal vez... ¿somos amigos con beneficios? Rayos... así que eso es.

Aun cuando pensaba que había cometido un error, Tomoko continuó acariciando suavemente el cabello de Seto y moviendo sus caderas.

Seto-kun sigue chupándolos. Esto es lo que es tener un chico chupando tus pezones... Vamos, vamos. Mis senos no se escaparán. Ah, siento que voy a llegar a correrme otra vez. Uno grande se acerca… Ah . Ah. Ah. Ah.... Me-me voy... A correr. La polla de Seto-kun también está... palpitando dentro de mí... .

Tomoko siguió teniendo sexo con Seto en esa posición sentada, aun pensando en todo lo que se estaba divirtiendo por los repetidos orgasmos vaginales que estaba teniendo. 

 

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