Bastardo Mujeriego

Vol. 2 Capítulo 10. ¡Cogiendo también con Hitomi Yatsuzuka!

Despojé a Hitomi-chan de su uniforme en el baño adyacente en mi casa, la desnudé por completo y empecé a ducharme con ella. Había planeado tener sexo con Hitomi una vez que me hubiera lavado el sudor.

Pero a mitad de camino, no pude controlar mi deseo sexual.

Creo que es natural que un hombre sea incapaz de resistir el impulso de atacarla si la ve desnuda, como huevos recién pelados por todas partes.

—Fwuah ♡. Ah ♡. Ah ♡. Seto-san ♡. Ya está bien ♡. Deja de jugar tanto con mi vagina ♡. Por favor detente ♡. Funyuh…♡.

—Pero, si no te aflojo con mucho cuidado, podrías sentir dolor luego, ¿no crees, Hitomi-chan? Así que, por favor, ten paciencia un poco más. —Hitomi está acorralada contra la pared del baño junto a mí, y mis dedos acarician su hendidura sin vello como de niña. Le doy golpecitos con las yemas de mis dedos en el pubis regordete y aprieto suavemente el capullo que asoma discretamente por su prepucio.

—Eso no puede seer ♡. No puedes ♡. No sigas ♡. Algo dentro de mí ♡. No para de palpitar ♡. Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡. ¡Auuuhh…♡!

Hitomi-chan se corrió ligeramente mientras se ponía de puntillas y luchaba por mantener el equilibrio. Mientras yo acariciaba sus genitales, me agaché a su altura y repetí ligeros besos en su cuello, hombros y clavícula. Lo que ella me mostró como respuesta fue una expresión muy angustiada.

No hay nada que me excite más que la expresión en el rostro de una chica cuando no puede resistir al placer al que está siendo arrastrada.

Acaricié a Hitomi-chan y presioné mi vara de carne rígidamente erecta contra su bonito ombligo.

—¿¡Hyah…!? La polla de Seto-san, oh, es caliente y grande…

—¿Verdad? Voy a meterla profundamente dentro de ti, así que tengo que prepararte apropiadamente.

—Sí-sí, entiendo…

El pegajoso líquido preseminal que rebosa de mi glande se unta en el estómago de Hitomi-chan. La razón por la que esta chica no intenta resistirse en absoluto en esta situación es porque ha aceptado completamente la idea de tener sexo conmigo.

Antes le había susurrado insistentemente mientras desvestía a Hitomi-chan en el vestuario. …«No sé si lo sabes, pero esto es lo que hacen todos los estudiantes hoy en día. Incluso yo, que soy como soy. Quiero decir, se supone que el sexo es para sentirse bien, así que sería raro reprimirte. Viendo tu edad, se reirán de ti como si fueras una niña por nunca haber tenido sexo. Así que es mejor tener tu primera experiencia pronto. …Te sorprenderá lo mucho que disfrutarás al hacerlo».

Puse un montón de mentiras con tanta facilidad que hasta yo me sorprendí.

—Pararé enseguida si no te gusta, Hitomi-chan. Practiquemos sólo una vez.

Era el tono de un completo sinvergüenza. Era el comportamiento del peor bastardo mujeriego que estaría dispuesto a engañar o herir a Hitomi-chan con tal de tener sexo con ella. Es fácil hacer promesas que no tienes intención de cumplir desde el principio. Es un sentimiento desechable que mientras pueda cogerme a esta chica delante de mí, no me importa lo que pase luego.

Ah, realmente he caído hasta el punto de la depravación, ¿no? Pero es algo extraño, porque se siente irresistible.

…Quiero decir, el coño de Hitomi-chan ya está súper resbaloso. Apuesto a que se sentiría increíble cuando meta mi polla aquí dentro.

Sin duda, Hitomi-chan tenía un cuerpo de niña, como decía a menudo. Siempre fue pequeña y tenía las tetas y las nalgas pequeñas. Su coño era liso y sin vello.

Pero su cuerpo es propiamente «de chica». Sus sensibles pechos son suaves cuando los aprietas, y su cintura es estrecha, algo que nunca ocurriría con un hombre.

Comprendiendo el complejo de Hitomi-chan, la elogié y alabé mientras la acariciaba con cuidado. Susurrando que era hermosa y madura, le mostré mi pene, que deseaba su cuerpo.

—¿Madura? ¿De verdad, Seto-san?

—Sí. Si no, mi pene no estaría así, ¿verdad?

—…Sí, tiene que ser verdad. Um, ¿puedo tocarlo?

—Por supuesto.

Después de recibir mi consentimiento, Hitomi-chan extendió temerosa su mano hacia el grotesco palo de carne que tenía debajo. Sus pequeñas palmas y finos dedos blancos tocaron el glande flácido de color negro rojizo, como si lo envolvieran.

—Ah… Es blando. …Pero es duro también. …Qué misterioso.

—Sigue, deja que el jugo que sale de la punta se esparza por tu mano y échalo por todos lados…

—¿…? ¿Te refieres a algo así?

—Sí, sí, eres buena, Hitomi-chan. …Uoh…

Las palmas de unas manos inocentes, que no saben nada de nada, se arrastran alrededor de mi pene. Normalmente, ella sujetaba el grueso mango de una raqueta de tenis, pero el tacto de la mano de Hitomi-chan era muy delicado y suave.

—Esa cara… Seto-san, ¿te sientes bien?

—Sí, se siente muy bien.

—Ejejé, entonces me alegro… —Hitomi-chan sonrió mientras inclinaba su cabeza. La brecha entre su sonrisa pura y su curiosidad sobre actos tan impuros hace que mi corazón lata aún más rápido—. Esto también es sexo, ¿no? Estoy muy nerviosa.

—¿De verdad?

—…¡Hyan! Oye, no deberías tocarme los senos tan de repente, Seto-san.

—Tienes razón, pero es que estoy muy excitado.

—Las cosas que dices…

No hay nadie aquí que pueda indicarle a Hitomi-chan que está siendo engañada por este hombre. En este baño estamos los dos solos. Reanudo mis caricias sobre ella, creando una atmósfera de amor. Hitomi-chan acaricia mi polla con ambas manos, mientras yo la mordisqueo con mis labios y aflojo la entrada de su coño con mis dedos.

—Haa, nn…♡. Huh…♡.

—No tienes que forzarte a contener la voz, ¿de acuerdo?

—Es… es que es… vergonzoso… Oye, Seto-san, pero más importante que eso…

—¿Qué pasa?

—¿Quieres hacerlo? Como hiciste con Aya y Tomoko.

Las reacciones de Hitomi-chan son un poco interesantes, ya que es tímida para gemir, pero pide besos profundos por su cuenta. Me pregunto si tendrá algo que ver con el hecho de que a veces sonríe como una diablilla, a pesar de su aspecto angelical.

En cualquier caso, no hay razón para que la rechace. Lo primero que hice fue besar a Hitomi-chan, y nos besamos como adultos con las lenguas entrelazadas.

—…Hmm ♡. Churu…♡. Puha ♡. Chu…♡.

Cuando juntamos nuestras caras para besarnos, pude ver lo pequeña que era la cara de Hitomi-chan comparada con la mía. Su lengua es corta y pequeña, y su saliva, también, es algo dulce.

Los labios de Hitomi son tan carnosos y suaves… Cuando meto mi dedo en su coño, se pone apretado. Está húmedo, ¿verdad? No puedo esperar a metérselo… Ah… oh no, ya voy a eyacular…

Sólo con la estimulación de la mano de Hitomi, mi pene empezó a temblar. Por un momento, pensé en contener mi eyaculación, pero no quise resistirme a este dulce impulso, así que disparé esperma caliente de mi pene, que estaba envuelto en la mano de Hitomi.

—Nn…♡.

Aunque sentí que algo pegajoso inundaba mi mano, Hitomi-chan no intentó dejar de besarme.

Con mi lengua entrelazada con la de ella, continué eyaculando. Un semen espeso y pegajoso salió disparado de mi glande, que apuntaba hacia el techo, y rebotó en la palma de Hitomi-chan. Parte de él se le pegó al estómago, y casi la mitad del resto goteó sobre las baldosas del suelo del cuarto de baño.

—Chupa…♡. …Ejejé ♡.

Cuando separamos nuestras lenguas y caras por primera vez en un rato, Hitomi-chan siguió sacando la lengua y sonrió con una expresión inocente y hechizante.

—Tan pegajoso… y blanco. Sacaste mucho. Se sintió bien, ¿no?

—Sí. Se sintió tan bien que pensé que me iba a caer de espaldas

—… ♡. En realidad, cuando te sentiste bien, yo también me sentí bien. Entonces, mi pecho, que había estado palpitando hace un momento, empezó a agitarse. Entonces…

—¿Querías tener sexo pronto?

—…Sí. ¿Podemos ya?

—Por supuesto.

Habiendo acercado nuestras mentes y cuerpos a través de las caricias, finalmente decidimos conectarnos. De pie, de frente. Doblé un poco las rodillas y hundí las caderas, y coloqué la punta de mi pene apuntando al centro de la hendidura de Hitomi-chan.

—Hitomi-chan, abre un poco las piernas.

—Sí, sí. ¿Así…?

—Sí, esto probablemente funcionará.

Como dijo Hitomi-chan, mi pene «suave pero duro», expandió su coño, que parecía una línea vertical rosa. Este es el coño más estrecho y apretado de todas las chicas que me he cogido hasta ahora. Pero esta sensación de forzarme a entrar dentro de ella es reemplazada por la sensación de que me estoy cogiendo a una chica tan delicada, y eso por sí solo es suficiente para hacerme eyacular.

El glande está completamente introducido. Las mucosas de nuestros genitales se tocan. Está pegajoso, caliente y se siente bien. Pero no hay que comer ansias. Para evitar que Hitomi-chan se haga daño, lo introduzco despacio, despacio.

—Hyaah ♡. Ah…♡. Ah… ♡. —Hitomi-chan pone sus manos en mis hombros. Yo sujeto su cintura.

Ya estamos conectados. Yo soy quien hizo de esta chica —Hitomi Yatsuzuka— una adulta. No fue un chico guapo, fui yo, Shinji Seto, que es un marginado y es rechazado por los chicos de la clase, quien se convirtió en el primer hombre de Hitomi-chan.

Hitomi-chan es una chica lindísima y amable que está muy fuera de mi liga. Si le confesara mis sentimientos sin rodeos, nadie pensaría que podríamos salir. Pero conseguí acostarme con ella de esta manera. La sensación de logro fue tremenda.

¡Guh…! Estoy dentro. Se siente bien, pero… ¡el coño de Hitomi-chan es tan estrecho que siento que me va a comer la polla…!

Voy a darle a este agujero la forma de mi polla. Voy a usarlo una y otra vez, hacer que se corra tanto que ya no pueda llegar al clímax con nada más que no sea mi miembro. Hitomi-chan es mía ahora. Nunca le dejaré ir. Shiomi-san, Itabashi-san, Sumika y Rurina-san son todas de mi propiedad. No las dejaré ir.

—Seto-san.

—…Hitomi-chan, ¿te duele?

—Sí, sólo un poco. Pero estoy bien.

Hitomi está conteniendo sus lágrimas. De alguna manera suprimí la feroz posesividad que estaba a punto de desbordarse en mi corazón, y besé su frente.

—Ejejé… Nngh…♡.

Nos miramos y luego nos sonreímos, y lo tomé como una señal para empezar a moverme lentamente dentro de ella.

—Hah, hah, hah, hah

—Hm ♡. Hm ♡. Mmm ♡. Mmm ♡.

Me estaba cogiendo a Hitomi-chan, que tenía la espalda contra la pared, en posición de pie. Su voz, que es una octava más alta de lo habitual, reverbera en el baño.

¡Ah, su coño es de lo más apretado…! El cuerpo de Hitomi-chan es tan suave y ligero…

Debido a que Hitomi-chan era tan delgada, el pensamiento de si realmente estaba bien tener sexo con una chica así estaba ahora en mi mente. Sin embargo, contrariamente a mis preocupaciones, Hitomi-chan está excitándose por como lo hacemos. Ella es codiciosa y agresiva a pesar de su apariencia, y fue muy erótico verla gemir por mi polla.

—¡¡Ugh!!

Al igual que con Itabashi-san y Shiomi-san, también me corrí dentro de Hitomi-chan. El espeso semen que salió disparado de mi polla se acumuló en las profundidades del delgado estómago de Hitomi-chan. Eyaculé mucho, y cuando intenté sacar mi polla, su coño sin desarrollar me la chupaba y me intentó mantener dentro.

—Ah ♡. Ahh ♡. Aahh ♡.

—Felicidades, Hitomi-chan. Ahora también eres adulta.

—Sí-sí… —Hitomi está exhausta después de haber cogido una vez. Parece que no pudo correrse completamente en su primera vez, pero eso es exactamente por lo que ella debe volver a tener sexo muchas veces en el futuro para que pueda llegar al clímax con mi polla cada vez que quiera.

Mi polla sigue dura y preparada. A este ritmo, estoy seguro de que podré coger mucho más no sólo con Hitomi, sino también con sus otras dos seniors en cuanto a materia de sexo se refiere.

Después de eso, volví arriba a mi habitación con Hitomi y nos entregamos a una orgía de cuatro personas con Itabashi-san y Shiomi-san hasta bien entrada la noche. 

 

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