Bastardo Mujeriego
Vol. 2 Capítulo 14. El plan de ataque de la profesora Rin mientras violo a Hitomi en el saco de dormir
Parece que he fallado.
Pensé que las cosas irían bien, pero no esperaba que la profesora Rin se me resistiera en el último momento.
Hoy en la escuela, ella estaba claramente evitándome. Cuando intenté hablarle, apartó descaradamente la mirada, me dio la espalda y salió corriendo.
Fue un gran error. Había hecho todo lo posible por hablar con ella. Volvía a estar como al principio. Desde la excursión escolar, las cosas habían ido bien, así que, para ser sincero, me estaba dejando llevar.
Pero no había indicios de que la profesora fuera por ahí contando a otras personas lo que pasó entre nosotros. …Supongo que es lo esperado. Si le contara a alguien que fue a visitar a un alumno que vive solo y que se terminó propasando con ella, el puesto de la profesora Rin estaría en peligro.
Pero esa no es la cuestión. Lo importante es por qué se negó en el último momento.
—Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡. Nngahh ♡. Se-Seto-san ♡. El sexo es increíble ♡. Cuando me das por detrás con tu pene, no puedo dejar de gemir…♡.
En casa después de la escuela, estaba pensando en la «causa de mi derrota» mientras violaba a Hitomi del club de tenis.
—E-eshto es increíble ♡. En el ombligo, siento tu punta hasta el ombligo, Seto-san ♡. Siento como lo golpeas ♡. Es un suave golpe ♡. Se siente tan bien ♡. …¿¡Mmuooh ♡!?
Tumbo a la menuda Hitomi en la cama y muevo mis caderas en pequeños incrementos en el saco de dormir. El coño de Hitomi-chan ya estaba completamente familiarizado con mi polla. Conozco la mayoría de sus puntos débiles.
Con mucho sudor en la espalda y la lengua que entra y sale de su boca, Hitomi gemía desesperadamente del placer de ser violada por mí. Ya nos hemos corrido varias veces simultáneamente, así que siento que no sólo nuestros cuerpos sino también nuestras mentes están unidas.
También quería que mi relación con la profesora Rin fuera así.
—¡Uuh! ¡Aah!
—Nnghu ♡. ~~~~♡♡.
Cuando eyaculé, Hitomi también se corrió. Sujeté el culo de Hitomi mientras intentaba levantarse por sí misma. Mientras lo hacía, esparcí mi semen por todo su pequeño útero.
—Huff… hah… hah…
—Huah… ♡. Ese último… fue un orgasmo bastante grande…♡.
—Hitomi-chan, mi cuerpo pesa, ¿no?
—Está bien. Me entreno en las actividades del club, ¿sabes? Por favor, no me trates como a una niña.
—Jajá, es cierto. —Pensé en ello mientras estaba de acuerdo.
Por ejemplo, a Hitomi-chan no le gusta que la traten como a una niña, y al contrario, se alegra cuando le digo que es toda una adulta. Itabashi-san, que tiene muchos hermanos mayores, le gusta actuar como una hermana mayor en consecuencia, pero también quiere que la mimen.
¿Y qué pasa con la profesora Rin? Siento que necesito entenderlo para hacerla mía. Pensé que ser un bastardo mujeriego sería más despreocupado, pero sorprendentemente hay muchas cosas en las que pensar.
Mientras estaba sentado en la cama durante un descanso del sexo, con una botella de plástico de agua en la mano, preocupado, Hitomi-chan se sentó a mi lado.
—Seto-san, ¿en qué estás pensando que te hace poner esa cara tan preocupado?
—Ah, sí, cosas difíciles… —Estaba tan preocupado con lo de la profesora Rin, que reflexioné sobre el hecho de que no me estaba concentrando en Hitomi-chan mientras intentaba engañarme a mí mismo.
Hitomi-chan, que al igual que yo sigue desnuda, no oculta los pezones color cereza en las puntas de sus suaves tetas, su precioso ombligo, ni su coño tampoco, que hace unos momentos había estado succionando mi polla. Esto demuestra que confía en mí.
—¿Quieres un poco de agua?
—Sí, tomaré un poco. —Tomó la botella que le ofrecí con una sonrisa—. Hice tantos ruidos traviesos que mi garganta se secó.
Para nosotros, que habíamos intercambiado saliva a través de besos profundos y habíamos lamido nuestros genitales cuando hacíamos el 69, los besos indirectos no eran nada ahora. Aun así, cuando Hitomi-chan, que es popular entre todos los chicos y chicas de la escuela por ser la idol mascota del club de tenis, puso sus labios cereza, del mismo color que sus pezones, en la boca de la botella de plástico, me puse un poco nervioso.
—Nn, nn, nn… haa. Ejejé, los besos indirectos te ponen un poco nervioso, ¿no?
—Ah.
—¿Qué pasa?
—Ahora mismo, estaba pensando lo mismo que tú, Hitomi-chan.
—Seto-san…
Tuvimos una conexión de corazón a corazón, y la atmósfera nos decía que volveríamos a tener sexo a continuación. Nos sentamos al lado de la cama y acercamos nuestros labios y nos besamos como si estuviéramos enamorados. Luego cogimos en la posición del misionero tomados de la mano y nos sentimos bien juntos.
—Me-me corro ♡ Seto-san ♡ Voy a correrme otra vez ♡. Fwah ♡. Fwuahhhh…♡.
—¡Yo también me voy a correr, Hitomi-chan!
¿Nuestros corazones se comunican a través del sexo, o tenemos sexo porque nuestros corazones se pueden comunicar? No importa en qué orden, pero el sexo con una conexión de corazón a corazón se siente muy bien. Volví a reafirmar esto mientras sacudía mi vara de carne dentro de su apretada vagina.
Fue al día siguiente de acostarme con Hitomi-chan cuando la profesora Rin me llamó.
No sé en qué estaría pensando. Pero hice lo que me dijo y me dirigí a la cafetería que me había especificado.
—Profesora, ¿ha sucedido algo?
Me senté justo enfrente de la profesora que había llegado primero, y mientras hacía tal pregunta, pensé. Justo el otro día, sentí que ella me había hecho la misma pregunta exactamente en la posición opuesta. Y ella no respondió. Estaba con la mirada baja, ocultándome sus hermosos ojos con la cara gacha.
Al cabo de unos minutos, cuando me preguntaba qué debía decir, la profesora abrió la boca.
—Siento… lo del otro día.
—…¿Eh?
La profesora Rin me pidió disculpas con una forma de hablar muy entrecortada, en un tono bajo. …Fui yo quien intentó atacarla, y era ella la que se estaba disculpando ahora.
—Te hice algo terrible en aquel momento, Seto-kun, y no pude dejar de pensar que tenía que disculparme contigo… —En otras palabras, la profesora pensó que había cometido un acto de violencia contra mí, su alumno. …Me empujó, pero eso debería llamarse defensa propia. Aun así, la profesora se mostró seriamente arrepentida conmigo y me pidió disculpas. Más que ser una disculpa superficial y vacía, me está pidiendo mi perdón, que soy un estudiante más joven, con palabras sinceras—. Seto-kun, por favor… perdóname.
En ese momento, eso me hizo pensar.
Esta es la oportunidad perfecta.
Esta es una oportunidad única de hacer mía a la profesora Rin.
El método es simple. Simplemente diré que no la perdono. Que si quiere que la perdone, debo decirle que me compense con su cuerpo. Entonces puedo fácilmente hacer que ella haga mi voluntad.
Por eso yo…
—Soy yo quien debería estar disculpándose, maestra.
—……¿Seto, kun?
—Me propasé sin considerar siquiera cómo se sentía usted, así que es natural que reaccionara de esa manera. Así que, por favor, perdóneme. —la miré directamente y me disculpé de corazón.
Porque pensé que eso era lo que ella quería.
La profesora quiere que la perdone. Entonces, en lugar de decir que no la perdono y atarla de esa manera, me estaría más agradecida si la perdonara. Prefiero atarla a través de su corazón, no por el miedo.
—Pero, profesora, quiero que lo entienda. —Además de eso, me di cuenta de otra cosa que ella quería.
La profesora Rin, que carecía de confianza en sí misma, quería que los demás dependieran de ella. Quería que alguien reafirmara su existencia. Es igual que yo, que siempre fui un solitario. …Pero cuando llegas a ese tipo de deseo, terminas con la misma respuesta.
—¿Sabe por qué hice eso, profesora?
—¿Que por qué lo hiciste…? ¿Qué estás diciendo, Seto-kun?
—Es porque la amo, maestra.
—Ah…
Quiero gustarle a alguien. Eso es lo que la profesora Rin realmente quiere. Entonces se lo daré. Y haré que se enamore de mí también.
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