Bastardo Mujeriego
Vol. 4 Capítulo 6. Virginidad perdida en la cocina
El teléfono de Mizuho-san sobre la mesa estaba vibrando. Pero esas cosas son sólo ruido superfluo para nosotros ahora. En primer lugar, ella está tan absorta en besarme que ni siquiera se da cuenta.
Lo único que ve ahora soy yo.
—Nng… ♡. Chyupah… ♡. …Ah, haa, haa, haa. Espera, Seto-kun, déjame respirar un poco. …Ah, mmm ♡. Chyuru… ♡. Se-Seto-ku… Nn ♡. Nn… ♡.
Yo estaba devorando los labios de Mizuho-san que llevaba su delantal sobre el uniforme. La abracé por delante y lamí apasionadamente su boca con mi lengua, y Mizuho-san hacía todo lo posible por seguir los movimientos con la suya propia de forma torpe.
Aun así, besarla así de frente me hizo darme cuenta de que Mizuho-san es más bajita que yo. La forma en que inclina un poco la cara hacia arriba y se pone ligeramente de puntillas es muy entrañable. Sus manos agarran con fuerza la tela del pecho de mi camisa. No hay duda de que se le van a quedar arrugas. No puedo creer en absoluto que haya chicos que digan que esta Mizuho-san tan atrevida y linda es «torpe y poco femenina».
—Puhaa ♡. Ah ♡. Hii ♡. Hyah ♡.
—Mizuho-san, ¿se siente bien cuando nos besamos?
—No-no lo sé.
—De acuerdo, bien, vamos a repetirlo hasta que lo sepas.
—…Hamu ♡.
Antes de que decidiera convertirme en un mujeriego, yo había decidido que los hombres y las mujeres sólo deberían hacer este tipo de cosas después de seguir el «orden correcto», como confesarse o salir. Y pensaba que era deshonesto y repugnante que un chico que tenía una relación con otra chica se propasara con otra.
Pero ahora sé que era una suposición tonta. No es más que un estúpido sentido común que te dice que no está permitido besar o tener sexo a menos que estés en una relación. Estamos perdiendo mucho por eso. ¿Por qué tenemos que contener cada cosa que nos hace sentir tan bien? Yo quería tener sexo con Mizuho. Quería meter mi polla en su coño y esparcir mi esperma en su útero. Por eso tengo sexo con ella. Eso es todo, así de simple.
—Nnchyu, chyuru… ♡. Puhah…
El aliento de Mizuho-san se volvió cada vez más caliente mientras entrelazábamos nuestras lenguas.
Pensé que como eran gemelas idénticas, sus besos serían parecidos a los de Himari-chan, pero no fue así. Aunque tienen los mismos rasgos faciales, la forma en que mueven la lengua es una gran diferencia en cómo se sienten. Pero, en cualquier caso, besar a Mizuho-san era tan placentero como besar a Himari-chan.
La cintura y las nalgas de Mizuho-san, que acaricio por encima de la blusa y la falda, están sanas y tonificadas. Estoy seguro de que meterlo en su coño también es se sentirá increíble. La idea de poder coger con esta chica a partir de ahora hace que se me ponga tan dura que duele.
Cuando aparté la lengua de la cara de Mizuho-san por primera vez en varios minutos y la miré, murmuró con expresión febril, con una unión de saliva que llegaba hasta mis labios en el borde de su boca entreabierta.
—Seto-kun…
—No hay necesidad de que estés asustada…
Mientras decía eso, deslicé mi mano por el hueco del delantal que Mizuho-san llevaba sobre la blusa. Al mismo tiempo, Mizuho-san cerró los ojos con fuerza, como si estuviera asustada.
Tiene unas tetas muy firmes y bien formadas. Imaginé que quizá Inukai-kun ya había hecho que Mizuho-san le dejara sobarle las tetas antes, pero su reacción fue fresca y enseguida supe que no era el caso.
—Nn… ♡. Ah ♡. Ah… ♡.
Mizuho-san respondía con sensibilidad incluso al más leve movimiento de mi dedo. En esta casa en la que somos la única fuente de sonido, la lustrosa voz de Mizuho-san se funde en el tranquilo aire nocturno. Deshice el nudo del delantal de Mizuho-san, desabroché su blusa y los broches de su falda, y me quité también mi propia ropa.
La inmoralidad de quitarme la ropa en la cocina, combinada con el sentimiento de culpa, hizo que mi polla se pusiera tan dura y erecta que casi echaba humo. Viendo esto, Mizuho-san jadeó como si fuera una rana perseguida por una serpiente.
Ordené a Mizuho-san, que estaba desnuda salvo por sus calcetines blancos, que pusiera las manos en la cocina. Estaba completamente a mi merced.
—¿¡Hyauuh!?♡.
—¿Eso te sorprendió? Es que antes de meterla, tengo que prepararte primero…
Cuando pasé mi dedo por su hendidura, la espalda de Mizuho-san dio un salto. Su coño ya estaba caliente y húmedo. Empecé a acariciarle el clítoris y la entrada de la vagina con la mano derecha mientras le apretaba las tetas con la izquierda.
—Ah ♡. Ahuuh ♡. Hyuh ♡. Ah, ah, ah, ah ♡.
Quiero cogérmela lo antes posible, pero si me precipito y le causo dolor a Mizuho-san, arruinaré todo. Por eso, antes de nada, voy a hacer que se corra durante los preliminares. He practicado con muchas chicas, así que he ganado un montón de confianza en mi técnica últimamente.
—¿¡Hyuuuuuuuuhhh!?♡♡.
Mientras me tomaba mi tiempo para acariciar su entrada, las caderas de Mizuho-san se sacudieron con fuerza y una voz aguda y desesperada salió de su boca cerrada.
Incluso sin confirmarlo, sé que Mizuho-san se corrió con mis dedos. Pero aún queda más.
—Hah, hah, hah, hah, …¿¡Higggh!? ♡. Ah, no, aaah ♡.
Estoy «cocinando» a Mizuho-san en la cocina, su cuerpo teniendo violentos espasmos, como si fuera un pez aún vivo sobre la tabla de cortar. Cuando llegó hasta aquí, hacía tiempo que ya no había vuelta atrás. Sólo me queda comérmela con todo gusto. Entonces, con toda la gratitud que pueda reunir, buen provecho.
Una vez que se corrió, la segunda vez fue más rápida. Cuando hundo ligeramente el dedo corazón en su coño, la mucosa caliente lo chupa. Me pregunto lo bien que se sentirá si introduzco mi polla en él. Me sentí como un niño que guarda su comida favorita para el final, y seguí haciendo que Mizuho-san alcanzara el clímax sin descanso.
Y cuando esta estaba completamente exhausta, me coloqué justo detrás de ella y agarré su suave y terso trasero.
—Aquí voy, Mizuho-san. Tomaré tu virginidad.
—Hii, haa, haa, e-espera, Seto-kun, aún no estoy lista, ah, aaah…
Ignoré las protestas de Mizuho-san y, de pie, empecé a introducir mi polla.
No, más que introducirla, sería más correcto decir que dejé que la penetrara. Así de estrecho era el coño virgen de Mizuho-san. Si mi polla no hubiera estado tan rígida como una barra de hierro ardiente, podría haber rebotado contra esa estrechez.
—¡Ah, yaah, entró, en míiiii…!
—¡Ggh, está apretado…! Mizuho-san, relájate un poco más.
Las rodillas de Mizuho-san tiemblan como las de un cervatillo recién nacido y, con las manos agarradas al lavaplatos, consigue mantener el equilibrio de su cuerpo. Mi glande hinchado es absorbido por completo en su coño recién estrenado, transformándola de niña a mujer adulta.
Así es. Con esto, Mizuho-san ya es mi mujer. Sólo con darme cuenta de esto, un placer indescriptible, similar a una corriente eléctrica, recorrió mi columna vertebral.
—¡Uh, oooh…!
—Ah, aaah, ah.
Contra la presión vaginal, fui moviendo la polla poco a poco cada vez más profundamente. Nunca olvidaré el momento en que tomé la virginidad de esta chica, y Mizuho-san seguramente mantendrá el recuerdo de que fue a mí a quien ofreció su primera vez.
La vagina de Mizuho-san está apretada. Está tan apretada que duele un poco. Pero puedo decir que está tomando la forma de mi polla.
—Mizuho-san.
Cuando llegué al final del camino por el momento, la llamé, manteniendo mis genitales conectados a los de ella.
—Estamos teniendo sexo…
—Auuuh…
—La virginidad de Mizuho-san es mía. —Le confirmo repetidamente quién es el hombre más especial para ella ahora. Hasta este momento, su amigo de la infancia Inukai-kun podría haber estado en esa posición, pero no a partir de ahora.
—Estamos conectados, puedes verlo, ¿verdad, Mizuho-san?
—¡~~~~!♡♡.
La cabeza de Mizuho-san se mueve verticalmente. Ah, parece que ella también lo entiende.
—Gracias. Estoy muy feliz.
—Haaah, ha, ha, ha. —Mizuho-san está jadeando con la lengua fuera como un perro después de correr. No moví mis caderas por un rato y esperé a que se calmara—. Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡.
Y cuando Mizuho-san se calmó, comencé a mover las caderas a un ritmo lento. Valió la pena tanto juego previo, el interior estaba húmedo y apenas había sangre. Cuando empujé suavemente, Mizuho-san gimió de inmediato con voz dulce.
Ah~… ¡Carajo, qué bien que se siente el sexo…!
Una linda chica de mi misma edad está gimiendo de una forma súper erótica por mi polla. Está completamente desnuda en la cocina de mi casa, cogiendo de pie y experimentando el sexo por primera vez. Aunque se lo había hecho a Mizuho-san después de Himari-chan, ni siquiera una pizca de culpa existía en mi corazón. Incluso si lo hubiera, tal cosa sería como una mota de polvo ante este sentimiento tan satisfactorio.
Las tetas de Mizuho-san, que aún llevan las marcas del bronceado de su traje de baño, se balancean al compás de mis largos y lentos empujones. Tal vez debido a la intensa euforia en mi cerebro, el sudor que brilla en la nuca y la espalda de Mizuho-san me parece deslumbrante.
—Ah, aah ♡. Ah, ah, ah ♡.
La voz de Mizuho-san llega a mis oídos y eso me hace sentir bien. Se siente bien ver cómo me la cojo. Naturalmente, mi polla se siente bien, y la mano que sujeta su culo también se siente bien. Quiero olvidarme de todo menos de lo bien que me siento y cogérmela para siempre.
…Pero entonces el teléfono de Mizuho en la mesa vibró de nuevo.
—Ah ♡. Aah ♡. Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡.
Estaba ocupado haciendo gemir a Mizuho-san con mi polla, pero eché un vistazo al teléfono. Era desde lejos, pero creo que «Takumi» aparecía allí. Me pregunto si es que será que Inukai-kun tiene algo que preguntarle a Mizuho-san.
—Se-Seto-kun, esto es raro. Algo viene. No sé lo que es, pero algo extraño viene de lo más profundo de mi cuerpo.
Pero, por desgracia, Mizuho-san también parece estar ocupada persiguiendo el desconocido placer que sólo puede obtenerse del sexo. Así que lo siento, pero le pediré a Inukai-kun que hable más tarde.
—Mizuho-san, ya has descubierto cómo hacer que el sexo te haga sentir bien, ¿verdad?
—¿De-de verdad es eso? Ah, yo, ah ♡. Ah ♡. Ah ♡.
—No tengas miedo, sólo déjate llevar.
—…Ah ♡. Ahh ♡. Aaaahh ♡.
Nuestros cuerpos están hechos para sentirse bien durante el sexo. Eso no es sólo para chicos como yo, e incluso chicas como Mizuho-san y las demás no son una excepción. Una vez que aprendes lo divertido y placentero que es el sexo, es natural que hombres y mujeres sanos se vuelvan adictos a él y no puedan dejarlo.
Ah, siento como me sube el esperma. Oh, ahora que lo pienso, no me puse condón. …Oh bueno, lo dejaré salir dentro. Mizuho-san parece sentirse bien con mi polla, así que seguro que me perdona.
Además, si dejo que mi semen fluya hacia su útero en su primera vez, el hecho de que soy el hombre especial de Mizuho-san se hará aún más inamovible. La primera vez que tuve sexo con una mujer, estaba seguro de ello, y mientras contenía la sensación de eyaculación que surgía en mí, dejé que mi polla se acostumbrara a la vagina de Mizuho-san, que hacía unos instantes había dejado de ser virgen.
¡Ah… el sexo sin protección es lo mejor!
Mizuho es temida por los chicos porque es una chica varonil y dice las cosas sin tapujos. Pero hay muchos fans ocultos que la adoran. Se ha convertido en una mujer lasciva y jadeante con mi polla. No quiero que esto sea un recuerdo de un solo verano, si vamos a ir tan lejos.
—Ah, mmm ♡. Hmm ♡. Nngh ♡. Nnguhh ♡. —Mizuho-san, que está siendo arrastrada por la atmósfera y no ha captado del todo la situación, no parece estar pensando en que yo podría correrme dentro de ella.
La noche estaba cayendo. En la silenciosa casa, sólo resonaba el sonido de nuestras mucosas genitales rozándose y los gemidos de Mizuho-san. En tales circunstancias, más bien llegué al clímax en un estado de ánimo tranquilo.
—¡Mi esperma está saliendo…! ¡Ugh, ggh…!
—¡Hah, aaah…!♡.
—¡Uaah… correrse se siente peligrosamente bien…!
Sin embargo, el proceso de verter mi corrida por primera vez en el útero de Mizuho-san vino acompañado de un intenso placer que distaba mucho de ser tranquilo.
En cuanto eyaculé, la vagina de Mizuho-san se estrechó y mi polla fue apretada en respuesta. Pude notar cómo el líquido, increíblemente espeso, era expulsado de mi vara de carne que pulsaba con un ruido sordo con cada expulsión. El placer era tan fuerte que inconscientemente puse fuerza en mis manos que agarraban las nalgas de Mizuho-san y miré al techo mientras exhalaba pesadamente.
No será fácil dejar de correrme. No importa cuantas veces lo haga, el sentimiento de correrme dentro de una linda chica de mi misma escuela es insuperable.
Después de terminar de eyacular, no me moví durante un rato.
—Ah… me corrí…
—Haa… ♡. Haa… ♡. Haa… ♡. Haa… ♡.
—Lo siento, Mizuho-san. Tu interior se sentía demasiado bien, así que terminé corriéndome dentro…
Después de disculparme a la espalda de Mizuho-san —que respiraba agitadamente— como lo haría todo un bastardo mujeriego, saqué mi polla de su coño. Mi vara, que recién acababa de sacar, estaba pegajosa con jugos de amor. El hecho de que los jugos de amor estuvieran ligeramente rojizos, aunque muy diluido, era la prueba de que mi polla había penetrado el himen de Mizuho-san.
Antes de sacar la polla por completo, la cabeza quedó atrapada en la estrecha entrada. Cuando salió al fin, mi polla, sin nada que la detuviera, hizo un pop, y Mizuho-san colapsó en lugar.
—Ha… Ha… Ha… ♡. —Mizuho-san cayó sobre sus nalgas en el suelo de la cocina. Su cara parecía como si la hubiera invadido una fiebre alta, y sus ojos estaban desenfocados y aturdidos. Le extendí mi mano y la ayudé a pararse suavemente—. Se-Seto-kun…
—El sexo contigo fue genial, Mizuho-san.
—Ah, nn… ♡.
Después de terminar de hacerlo, es como una obligación abrazarse y besarse desnudos. Así, la sensación de «no me hicieron nada en contra de mi voluntad» se hace más clara.
Efectivamente, al principio yo era el único que tenía las manos alrededor de su cintura, pero para el final, temerosa, sus manos buscaron mi cintura y adoptamos la forma de un abrazo.
—Ng ♡. Chyu ♡. Seto-kun… ♡.
Entre beso y beso, Mizuho-san me llama con su dulce voz. Mi polla que acaba de correrse, que está presionada contra su estómago, se pone dura de nuevo sólo por eso.
—Nnha… ♡. Haa… ♡.
—Jajajá, Mizuho-san, pones cara de estar derritiéndote.
—No estoy haciendo eso… Nnhuh… ♡. Acariciarme el trasero va contra las reglas…
No hay mejor medio para acercar a hombres y mujeres que el sexo. Ya nos mirábamos con la distancia de los amantes. No hay nadie que pueda interponerse entre nosotros.
Y la noche aún no ha terminado. Hay tiempo de sobra. Fui al baño con mi brazo alrededor de la cadera de Mizuho-san para asearnos.
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