Bastardo Mujeriego
Vol. 5 Capítulo 4. Profundizando la amistad con las chicas de primer año con verdadero sexo orgásmico
El primer día del campamento de verano pasó en un abrir y cerrar de ojos.
Después de apagar las luces, los pasillos del alojamiento quedaron casi completamente a oscuras. Toda la instalación estaba silenciosa y quieta, debido al hecho de que había tan pocos huéspedes y tantas habitaciones vacías para empezar. Las únicas excepciones eran el susurro de los árboles y el ulular de búhos procedentes del bosque circundante.
Combinado con el aire bochornoso del verano, estaba ideal para una prueba de valor. Para cualquier miedoso, caminar solo por los pasillos podía ponerte nervioso, como si estuviera a punto de aparecer un fantasma.
Las integrantes del equipo femenino de tenis que se alojaban en el campamento también se habían acostado pronto hoy después de bañarse, probablemente por el cansancio del viaje y los entrenamientos. A estas horas de la noche, probablemente todos estuvieran ya sumidos en un sueño apacible.
Pero sólo en una habitación, en la oscuridad más absoluta, había alguna señal de un ser humano moviéndose.
—Ah, se siente tan bien. Ha pasado un tiempo desde que cogimos, Chitose-chan, tu coño realmente se siente bien.
—Ahn♡. Mm ♡. Mm ♡. Mm ♡. Yo-yo también me siento bien ♡. Desde hace tiempo que también he tenido ganas ♡. Ganas de tener tu polla, Senpai ♡. Sólo con tenerla insertada en mí, mi coño está feliz ♡. Aaah ♡. Ah ♡. Ahh ♡. Ah ♡.
Las voces que hablaban en susurros eran inequívocamente las de dos personas, pero la presencia de ambas se solapaba perfectamente. No debería ser ninguna sorpresa, porque los dos estaban profundamente conectados por sus genitales, teniendo sexo.
—Senpai ♡. Seto-senpai ♡. Por favor, mételo con más fuerza ♡. Más ♡. Por favor, hazlo más fuerte ♡.
—Entonces así, Chitose-chan.
—Aaah… ♡. Ju-justo así… ♡.
Eran Seto y Chitose Tojo quienes estaban teniendo sexo apasionado después de que todas las demás se habían ido a la cama.
Chitose estaba jadeando a cuatro patas con su cabello negro agitándose mientras la polla erecta de Seto se introducía por detrás en su coño casi recién estrenado, que tenía una preciosa mucosa rosada. La forma en que gemía y giraba su cuerpo cuando le Seto se la metía era tan hechizante que costaba creer que fuera una estudiante de primer año.
Al principio cogieron en ropa de gimnasia, que utilizaban como ropa de dormir, pero a medida que el sexo se volvía más y más intenso, se la fueron quitando. Sus ropas de gimnasia y su ropa interior quedaron esparcida a su alrededor mientras lo hacían a lo perrito.
—Nnoh ♡. Oh ♡. Oh ♡. Oh ♡. Ho, oh ♡. Oh ♡. Oh ♡. Nnoohh ♡.
Por el contrario, la voz de Chitose era cada vez menos reservada mientras cruzaba los brazos desde los codos, levantaba las caderas en alto y jadeaba. En esta habitación, había otras dos estudiantes de primer año durmiendo además de Chitose. Sin embargo, ella estaba absorta haciéndolo con el chico de curso mayor que era el mánager del equipo, ya que su polla hacía que su vagina se sintiera increíble.
—¡Ahhh, coger se siente tan bien…! Meter mi polla en el coño de Chitose-chan es increíblemente intenso. La sensación placentera recorre todo mi cuerpo hasta la punta de la cabeza.
Desde el principio, Seto no tenía ni un ápice de intención de contenerse. Él expresaba abiertamente el placer que sentía mientras agarraba las caderas de Chitose y movía las suyas propias hacia adelante y hacia atrás sin parar.
Cada vez que el pene de Seto entraba y salía del apretado agujero de Chitose, se podía ver, a la tenue luz de las estrellas que se filtraba por la cortina, cómo el condón que cubría su miembro se impregnaba de sus jugos de amor.
El sexo entre Seto y Chitose ocurría en el centro de otros dos futones. Las otras dos estudiantes de primer año dormían de espaldas a ellos, cubiertas solo con una manta.
—Mm, mm, mm, mm ♡. Se-Seto-senpai ♡. Me encanta tu polla ♡. Esto se siente tan bien ♡. Quiero correrme más, más ♡.
Pero, ¿acaso había alguien que no despertaría cuando había gente teniendo sexo de manera tan intensa a solo un metro de distancia? Las voces de Chitose, liberando el deseo acumulado en su cuerpo con la polla de Seto, seguramente llegaban a los oídos de las otras dos estudiantes.
—Ohhh ♡. Nnohh ♡. Ha ♡. Aah ♡. Qué-qué bieeen ♡. Se siente tan bien ♡.
Los pechos de Chitose, de copa B, ni tan grandes ni tan pequeños para su edad, se sacudían con fuerza al ritmo de los movimientos de Seto. Aunque habían comenzado en el centro del futón, poco a poco se fueron desplazando hacia adelante, lo que demostraba la intensidad de los empujes.
—Mmmgggguuhhh ♡♡♡.
Cuando la polla penetró profundamente, Chitose mordió sus labios y dejó escapar un gemido profundo. Chispas estallaban detrás de sus párpados, y lágrimas caían por las comisuras de sus ojos. Al principio, solo había tenido sexo por curiosidad, pero ahora era una sensación tan intensa que entendía que no podría vivir sin esa polla.
—Uf… Ahhh, se siente tan bien…
En sincronía con el orgasmo de Chitose, Seto también eyaculó. No necesitaba pensar demasiado; las paredes del coño de su kohai exprimían el semen de su polla por sí solas. Él solo se dejaba llevar por la placentera sensación de liberar su esperma.
Al terminar de eyacular, Seto sacó su polla del coño de Chitose. La presión vaginal era tan fuerte que el condón casi se salió. En la punta del preservativo colgaba una acumulación de semen, como si fuera un globo de agua.
El olor a sexo que flotaba en la habitación se mezclaba ahora con el aroma espeso del semen. En respuesta, las narices de las chicas a ambos lados de Seto y Chitose se estremecieron involuntariamente. Una de ellas incluso tragó saliva con un sonido audible.
—Chitose-chan, la próxima vez lo hacemos en posición del misionero, ¿qué te parece?
—Haa, haa ♡. Sí, senpai ♡.
La idea de detenerse antes de que los descubrieran ya no existía en la mente de Chitose. En ese momento, su prioridad era seguir copulando hasta que tanto el hombre como ella estuvieran completamente satisfechos.
—Mm~… ♡.
Chitose, con su cuerpo frente a Seto, se abrazó a él como si fuera lo más natural del mundo y acercó sus labios con una expresión que pedía un beso. Los sonidos de pequeños besos se sumaron a la oscuridad.
—Mm... ♡. Chu ♡. Chupa ♡. Chu... ♡.
Aunque aún no había penetración, el simple hecho de abrazarse desnudos y besarse llenó la mente de Chitose de una sensación de euforia.
Esto se siente tan bien ♡. Me encantan los besos después del sexo, y también los besos antes del sexo ♡. Me encanta tener sexo con Senpai ♡. Amo a Seto-senpai ♡. Quiero que haga más cosas pervertidas conmigo ♡. Quiero sus besos, quiero que me toque los pechos, quiero que me agarre las nalgas ♡. Senpai ♡. Senpai ♡. Senpai ♡. Senpai ♡.
Chitose presionó sus pechos contra el pecho de él, inconscientemente buscando su atención.
La sensación placentera del sexo y el amor hacia la otra persona estaban estrechamente ligados en las chicas de su edad. Cuanto más intenso era el placer que sienten durante el sexo, más aumenta su afecto. En cierto sentido, tanto el «tener sexo porque te gusta» como el «te gusta porque tienen sexo» son correctos.
—Chitose-chan, ¿podrías poner un condón en mi polla?
—Sí, senpai. —Ella, siguiendo las palabras de Seto, comenzó a colocar un segundo condón en su erecta y pulsante polla.
Este acto de hacer que la chica le coloque el condón también podía considerarse parte del adiestramiento de Seto. Los dedos delgados y bien cuidados de Chitose, que en el aula sostenían un bolígrafo para tomar notas seriamente y en la cancha de tenis agarraban una raqueta, ahora sentían la dureza y el calor del miembro de Seto mientras colocaba un condón con el propósito de tener el tan placentero sexo.
—Eres muy buena, Chitose-chan. Gracias.
Elogiar y agradecer son fundamentales en la comunicación entre hombres y mujeres. Cuando Seto sonrió, Chitose también le devolvió una sonrisa feliz.
—Senpai, métemelo pronto…
Chitose, rompiendo su usual formalidad, con un tono un tanto infantil, le hizo una petición. Entre sus piernas abiertas, el coño de la estudiante de preparatoria esperaba ansiosamente el acto del sexo.
No había forma de que Seto se contuviera ante una kohai tan pervertida. Colocó la punta con condón de su polla contra el coño de Chitose y hundió las caderas de golpe.
—Haa… ♡. ¡Ahhh…!♡.
El jadeo de Chitose en ese momento resonó claramente en la habitación. Al comenzar el pistoneo de Seto, un tono dulce, que parecía provocar caries con sólo escucharlo, sonó desde el fondo de la garganta de Chitose.
—……♡♡.
—Nngh ♡. …Fuuh ♡.
Las amigas de Chitose seguían durmiendo en el futón a ambos lados de ella. Pero estaba claro que solo estaban fingiendo hacerlo, evidente por el hecho de que las chicas tenían las manos en sus entrepiernas y se movían alrededor. También sus cuerpos se habían calentado por completo al oír a su amiga, de la misma edad que ellas, ser cogida y sentirse bien por ello.
—Ah ♡. Ah, ah, ah, ah ♡. ¡Qué bien…! ♡. ¡Aah, ah, ah, aaahh!♡♡.
En ese momento, quizás la voz de Chitose había resonado hasta el pasillo. Tanto era el placer que la hacía perder el control. Se aferraba al cuerpo de Seto con sus brazos y piernas, y el placer de sentir que el pene sin circuncidar exploraba las profundidades de su vagina, donde sus propios dedos no podían llegar, la había cegado por completo. Todo lo demás había desaparecido para ella.
Seto apretaba los pechos de Chitose y estimulaba sus pezones, a veces se enzarzaba en besos profundos y pegajosos con ella y picoteaba su lengua rojiza. Los dos sudaban y se elevaban juntos al borde del placer.
—Mmm… Ooh ♡. ¡Meee… corrooo…!♡♡.
Al igual que las piernas que sujetaban la cintura de Seto, el coño de Chitose también apretó su polla, pidiendo semen.
—¡Yo también me corro, Chitose-chan…!
—¡Sen, pai…!♡♡.
Llegaron al clímax, abrazándose con tanta fuerza que sus dos cuerpos parecían una masa del color de la piel. Si no hubiera habido preservativo de por medio, de la punta del glande de Seto brotaría un semen con la fuerza suficiente para penetrar el útero.
Tras el segundo asalto, Chitose se rindió. Incluso después de sacar la polla de Seto, Chitose seguía abriendo las piernas como una rana arrollada, con las caderas sacudidas por el persistente resplandor de su profundo orgasmo.
Seto la acarició suavemente por debajo del ombligo, como para reconfortarla y dijo en voz baja: «Hiciste un buen trabajo».
—……
Cuando el sexo de Seto y Chitose terminó y Seto guardó silencio, los sonidos de la habitación desaparecieron.
Las chicas de la izquierda y la derecha, que se masturbaban al mismo tiempo que ellos tenían sexo, también hacían lo posible por mantener la boca cerrada para no emitir el más mínimo sonido. Sabían intuitivamente que si emitían un sonido, serían las siguientes «presas».
Pero era un pensamiento muy ingenuo.
Hicieran o no un sonido, no había forma de que el bastardo mujeriego, que había decidido convertirlas también en sus amigas sexuales, cambiara de opinión.
—Ahí… voy.
—Ah…
Seto, como si fuera lo más natural, saltó sobre su siguiente víctima. Luego, sin importarle que ella siguiera fingiendo estar dormida, empezó a frotarle y acariciarle los pechos.
—Ah ♡. No, oh… ♡.
Los sonidos de murmullos y movimientos que se escuchaban eran los de la chica siendo devorada por Seto. Entre besos en su cuello y el ataque de los dedos en su entrepierna, ya empapada por la masturbación, ella no tuvo más remedio que convertirse en una mujer sumisa.
Seto, lentamente, tomó el borde de la manta y, junto con la chica más joven, cubrió su cuerpo desde la cabeza hasta los pies.
Bajo la manta, que se abultaba de manera irregular, parecía que Seto y ella estaban librando una batalla, aunque solo ellos conocían los detalles de lo que ocurría. Sin embargo, en cierto momento, el movimiento de la manta comenzó a seguir un ritmo constante. Y desde dentro, se escucharon los gemidos sofocados de la chica mientras Seto le clavaba su polla.
El movimiento de la manta se detuvo por un momento, y luego comenzó de nuevo. Después de repetir esto varias veces, la voz de la chica, que al principio tenía un tono de rechazo, se transformó en algo dulce y empalagoso, similar a la de Chitose, con un toque de coquetería en cada palabra.
*
A menos que fueras alguien extremadamente friolento o del tipo que deja el aire acondicionado a toda potencia incluso por la noche, no hay muchas personas que se cubran con una manta de pies a cabeza en pleno verano. Si alguien hiciera eso y luego se quejara de que tiene calor, sería considerado un tonto.
Pero yo, deliberadamente, estaba haciendo esa tontería.
—Huah ♡. Ah ♡. Aaah ♡.
En un aire sofocante, más oscuro que la habitación con las luces apagadas, yo estaba insertando mi polla en la vagina de la chica más joven mientras jugueteaba con sus pezones con la punta de mi lengua. Es común que el color y la forma de los pezones varíen según la chica, pero recientemente descubrí que incluso el sabor es diferente.
Como estaba tan oscuro que ni siquiera podía ver mis propias manos, todo el juego previo era a ciegas. Solo podía saber la reacción de mi compañera a través de sus gemidos o el movimiento de sus músculos.
En el caso de esta chica, descubrí que cuando mordía suavemente sus pezones, su vagina se apretaba. También noté que se ponía sensible cuando acariciaba la base de su columna vertebral, cerca del coxis.
—Sen, pai ♡. Senpai ♡.
La chica que estaba abrazando en ese momento se llamaba Asako Toritani-chan, una estudiante de primer año. Entre todos los de su año, ella era la más dedicada y seria en los entrenamientos.
Aunque no podía verla, podía imaginar su rostro. Como trabajaba de mánager, era obvio que no solo tenía que conocer las caras y nombres de las chicas de mi mismo año, sino también de las de primer año.
Pero incluso antes de eso, después de haber sido tanto tiempo un solitario, entendía muy bien lo doloroso que era que la gente no recordara tu rostro o tu nombre. Por eso, como parte de mi esfuerzo por convertirme en un mujeriego, ya había memorizado los perfiles de la mayoría de las chicas de nuestra escuela.
—Ngoh ♡. Oh ♡. Oh ♡. Oh ♡.
A pesar de ser solo un año menor, el cuerpo de las chicas de primer año parecía menos desarrollado. Sus brazos y piernas eran delgados, y sus pechos y traseros apenas comenzaban a redondearse. Tanto Asako-chan como Chitose-chan, a quien acababa de cogerme, eran así.
Ellas definitivamente crecerían más y se volverían aún más hermosas en el futuro, estoy seguro. Pero ahora, solo podía disfrutar de ellas en este momento. Por eso, desde el fondo de mi corazón, sentí que estaba bien conectar con ellas de esta manera.
—Naahh ♡. Se, Senpai ♡. Senpaii ♡. —Mientras continuábamos teniendo sexo, los delgados brazos de Asako-chan se extendieron hacia mi espalda. La tensión en su vagina parecía haberse relajado, y sentí que la cantidad de sus jugos de amor había aumentado. Por su dulce voz y su aliento caliente, podía sentir que ella también estaba empezando a disfrutar de esto—. Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡. Ah. ¡Se-senpaaai…!♡.
Ella me llamaba «senpai» mientras movía sus caderas, tratando de escapar de la sensación placentera que mi polla le daba. Pero sus propias manos y piernas me agarraban por la espalda y la cintura, así que, por más que intentara alejarse, no podía. Esta acción contradictoria era una prueba de su confusión. Aprovechándome de esa confusión, acaricié sus pequeños pechos mientras empujaba mi polla dentro de su coño, enseñándole el placer del sexo.
—Aanh ♡. …Chyu ♡. Chyuu ♡. Puhaa ♡. Haa ♡. Haa ♡. Hn ♡. Nmm ♡. Chyu ♡. Chyupa ♡. Chyururu ♡. Hmm ♡.
Mientras nos besábamos y yo movía mis caderas, Asako-chan se abrazó a mí con todo su cuerpo. Su vagina apretaba mi polla con fuerza, y aunque usaba condón, la sensación era tan placentera que no me importaba. El placer recorría mi columna vertebral desde la cintura hasta la coronilla, y dejándome llevar por esa sensación, eyaculé dentro de ella.
—Ha… ♡. Haa… ♡.
En la sofocante manta, quedé encima del cuerpo de Asako-chan mientras mi pene seguía palpitando. Esta era la segunda chica; dos tercios de las chicas de primer año en esta habitación habían tenido un orgasmo real conmigo. Por supuesto, tenía la intención de coger con la otra chica también, pero antes de eso, decidí ir a por otra ronda con Asako-chan.
—Hmm ♡. Hn ♡. ¿¡Hnn~~~!?♡♡♡.
El interior de la vagina de Asako-chan era extremadamente cómodo para mi polla. Seguro que, a medida que siguiéramos teniendo sexo, se sentiría aún mejor. Con cada empujón, sentí un cariño increíble por el coño de mi kohai, que se estaba adaptando a mi forma, mientras preparaba mi dura polla para expulsar otra carga de semen.
—Puhaa ♡. Haa ♡. Haa ♡. Se-Senpai ♡.
—Asako-chan, voy a correrme pronto…
—Fuu ♡. Fuu ♡. Sí-síi ♡. Por favor, córrete ♡. Te lo suplico ♡.
Dentro del futón, donde el calor, la humedad y el olor a sexo eran abrumadores, Asako-chan me suplicó. Tal vez, casi sufriendo por la falta de aire, ni siquiera sabía claramente lo que estaba diciendo.
—A partir de ahora, sigamos llevándonos bien, ¿de acuerdo?
—De-de acuerdo ♡. Seguiremos llevándonos bien ♡.
Como la chica deportista que era, lo dijo con firmeza.
La abracé con fuerza una vez más y, con todo mi ser, eyaculé.
—¡Uuh!
—Fu, guh ♡. ¿¡Mmm~~~…♡♡♡!?
Nuestros cuerpos, conectados, temblaron una y otra vez. Asako-chan, por instinto, se aferró a mí, cruzó sus tobillos detrás de mi espalda y contrajo los pliegues de su vagina, tratando de exprimir cada gota de mi semen.
¡Woah, mierda…! ¡Me estoy corriendo un montón…!
Ya de por sí, mi volumen de eyaculación es mayor que el de la mayoría. El tiempo que me toma es largo, y para cuando termino, estoy agotado. Pero, gracias a haber tenido sexo con tantas chicas, mi resistencia ha mejorado bastante. Coincidiendo con los movimientos de Asako-chan que era como si me exprimiera, eyaculé abundantemente.
Por el contrario, Asako-chan, mientras temblaba en su abdomen inferior y alcanzaba un orgasmo intenso, finalmente quedó exhausta. Sus manos y piernas, que me habían estado sujetando, cayeron flácidas sobre el futón. Después de eso, retiré la manta que cubría nuestros cuerpos.
—Fuuu~~~…
El aire que tocaba mi piel estaba fresco. Lo inhalé profundamente, llenando mis pulmones.
Fuera del futón, la oscuridad era lo suficientemente clara para mis ojos ya acostumbrados. Observé de nuevo a la chica debajo de mí.
Asako-chan tenía los párpados cerrados y su pequeña boca ligeramente abierta. Sus mejillas estaban rojas como manzanas. Su cuerpo delgado estaba empapado de sudor y ocasionalmente temblaba. Y en su coño, mi dura vara, aún cubierta por el condón, estaba profundamente insertada.
Había tenido sexo con una chica como ella, y confirmarlo después de haberlo hecho también era profundamente conmovedor.
—Fuu. —Exhalé una vez más brevemente y traté de sacar mi pene del coño de Asako-chan.
—Nnaanh ♡.
El ceño de Asako-chan se frunció y de su boca escapó un gemido sensual.
La presión vaginal era tan fuerte que, más que sacarlo, sentí que mi pene era expulsado de ese estrecho agujero. Al liberarse de esa compresión, mi desvergonzado pene intentó saltar hacia arriba, apuntando al techo. Pero, debido a que el depósito de semen del condón había quedado atrapado dentro de la vagina de Asako-chan, se detuvo bruscamente a mitad de camino, como una caña de pescar enganchada.
Aun así, apoyé mi mano en la rodilla de Asako-chan y forcé mi cadera hacia atrás. Entonces, el condón se desprendió de mi pene, revelando una húmeda y brillante vara de carne rojiza.
—Ahh, qué fresquito…
La parte más caliente de mi cuerpo se enfrió, y las palpitaciones de mi corazón comenzaron a calmarse gradualmente.
Me separé de Asako-chan, me levanté y caminé sobre la cabeza de Chitose-chan, a quien acababa de cogerme, para dirigirme a la última chica, Minori Yanagihara-chan.
—Ahora toca que te coja a ti, Minori-chan.
Aunque me incliné sobre ella desnudo, la chica no se movió. Incluso cuando acaricié suavemente sus pechos sobre su jersey, permaneció inmóvil. Con una expresión mezclada entre expectación y ansiedad, apretaba las sábanas con fuerza.
—Te voy a hacer sentir tan bien con mi polla como le hice sentir a Chitose-chan y Asako-chan, ¿de acuerdo?
—…… ♡.
Después de eso, le quité el jersey y la penetré con fuerza por detrás. Luego, incluyendo a Chitose-chan y Asako-chan, quienes ya se habían despertado, disfruté de un cuarteto con ellas hasta altas horas de la noche.
—Chu ♡. Chuu ♡. Senpai… ♡.
—Tu pene tiembla cada vez que lo beso, Senpai…
—Gracias, chicas. Se siente increíble.
La mejor manera de acercarse a las chicas es teniendo sexo. Aunque al principio estaban confundidas, para la medianoche ya estaban moviendo sus dulces labios y lenguas sobre mi pene por su propia voluntad.
Profundizar en la relación con las chicas de primer año, especialmente, era uno de los objetivos que me había propuesto al unirme a este campamento.
Ya había tenido sexo con las de segundo año en varios lugares. Habíamos estado en hoteles del amor y en mi casa, e incluso en el vestuario del club de tenis, donde las había penetrado con sus uniformes puestos.
Pero con algunas de las chicas de primer año, todavía había cierta distancia.
Sabía que no podía seguir así. No solo quería llevarme bien con las chicas de mi misma edad, sino también con las de otros grados. Quería saborear sus coños, sentirme bien junto a ellas y profundizar en nuestra comprensión mutua. Pensé que, como mánager, podría apoyarlas de manera más eficiente de esta manera.
Así que le pedí a Chitose-chan que colaborara y dejara la habitación abierta para mí.
Al ver a mis kohais chupando mi pene juntas y llevándose tan bien, realmente sentí que mis acciones habían sido correctas. Incluso yo, un solitario, podía conectar con todas de esta manera. Después de todo, el sexo es increíble.
Aunque Chitose-chan ya tenía experiencia, los coños de Asako-chan y Minori-chan todavía estaban un poco tensos. Todavía les quedaba por descubrir lo verdaderamente placentero que puede ser el sexo. Por eso, como su senpai, debía asegurarme de que usaran más sus coños, para que en el futuro, sin importar con qué hombres salieran, pudieran estar bien y no tener miedo al sexo. Debía acostumbrarlas.
Frizcop: Mira tú, si al final es todo por una buena causa xD
Mientras pensaba en eso, las tres me lamían el pene por todas partes, y pronto el impulso de eyacular comenzó a surgir.
—Chicas, voy a eyacular. Presten atención para ver cómo sale el semen de mi pene.
Les mostré a mis kohais cómo el pene, que acababa de estar dentro de sus coños, expulsaba el semen en realidad. Con un dulce hormigueo en mi bajo vientre, un líquido blanco y espeso brotó de la punta. Todas lo observaron con atención.
—¿Puedo probarlo…? —Fue Minori-chan quien murmuró eso. Cuando le dije que sí, ella audazmente se llevó a la boca la cabeza de mi pene, que todavía estaba eyaculando—. Mmm… ♡. Chuu~… ♡.
Mi semen era succionado dentro de la boca de Minori-chan. El placer me hizo arquear la parte superior de mi cuerpo hacia atrás.
—Uah…
—¿Pu-puedo hacerlo yo también?
—Bueno, después de Minori-chan, es el turno de Asako-chan. Chitose-chan, ven aquí. Mientras las otras dos beben mi semen, nosotros besémonos.
No lo había dicho explícitamente, pero las chicas de segundo año, incluida la presidenta Aya-san, sabían que yo iba a devorar a las de primer año de esta manera. Las únicas que no lo sabían eran la profesora Sara y las otras chicas de primer y, de segundo año con las que aun no había tenido sexo, Eliza-san.
Sí, sería genial tener sexo con esas dos también.Mientras sentía la suavidad de los labios de las chicas de primer año y el calor de sus bocas, tanto en mi pene como en mi boca, pensé en eso.
Todas las chicas son encantadoras a su manera, pero la profesora Sara y Eliza-san, con su herencia extranjera, me intrigaban mucho. Quería saber cómo sabrían si las pudiera tomar.
Quería ver a Eliza-san, radiante como el sol, y a la serena profesora Sara convertirse en hembras por mi pene. Desnudas, sin nada que esconder, quería entenderlas hasta lo más profundo de sus corazones y cuerpos. …Con ese impulso, mi pene, cada vez más caliente y duro, lo alterné entre los coños de mis tres kohais.
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