¡Supervivencia en otro mundo con mi Ama!

Capítulo 156. Estableciendo una base de exploración y colaborando con Isla

Una vez llegamos a nuestro destino, decidí establecer una base para nuestra estadía. Después de todo, una base elevada es la mejor forma de garantizar seguridad y fiabilidad. Incluso si el enemigo atacaba, si la base estaba a una altura donde sus ataques no pudieran alcanzarnos, no había razón para temer. Pocas cosas son más seguras que esto.

En ese sentido, también sería seguro tener una base subterránea donde el enemigo ni siquiera pudiera reconocernos en primer lugar. Sin embargo, una base de ese estilo es inevitablemente opresiva y claustrofóbica… Por eso prefiero las bases elevadas; tienen una sensación de apertura.

Comencé a recolectar escombros del área con mi pico, reutilizándolos para construir pilares.

—Kosuke, ¿no dijiste que ibas a construir una granja?

—Sí.

—¿Estás seguro de que quieres una base elevada?

—Todo estará bien, —respondí a Isla, que inclinaba ligeramente la cabeza, y continué con el trabajo.

Una vez que los pilares estuvieron en su lugar, era momento de construir la base, lo que sería la plataforma principal.

—Es enorme, —comentó Isla.

—Sí, no solo estamos nosotros, Isla, las arpías y Grande, sino también la S rta. Zamir, Shumel y las demás, ¿verdad? Si vamos a hacer alojamientos para todos, tiene que ser espacioso. Además, cuanto más grande sea, más abierto se siente.

La plataforma tenía 80 metros por 80 metros. En términos de área, era un poco más pequeña que un campo de fútbol, pero lo suficientemente grande como para que todos tuvieran su propio espacio habitable.

Primero, en el centro había un comedor donde todos podríamos comer juntos. Al oeste del comedor, construí una gran casa para Isla, las arpías, Grande y yo. Al este, una casa para la Srta. Zamir y otra para Shumel y su grupo. Las casas contaban con camas, escritorios, sillas y un pequeño espacio de almacenamiento.

El comedor en el centro no solo tenía una gran mesa con sillas, sino también un área con cojines, una alfombra gruesa para recostarse, y un sofá de mimbre con una mesa baja. No era una simple cafetería, sino más bien una sala de estar y comedor.

—Faltan el agua y el baño, —murmuró Isla.

—El agua estará en los lados este y oeste, y el baño en el lado norte.

—¿Y el lado sur será para el campo?

—Hmm.

Estoy acostumbrado a este tipo de trabajo, así que lo hice rápida y fácilmente. Las piedras que recolecté no fueron suficientes, así que usé bloques de ladrillo que había traído desde Erichburg. También construí tres baños: uno al este, uno al oeste y otro en el centro. Los baños eran descargables gracias a una fuente de agua infinita y almacenaban los desechos en tanques debajo de la plataforma. Planeaba guardar estos tanques en mi inventario y desecharlos periódicamente. ¡Si lograba meter todo el tanque en mi inventario, podía desmantelarlo tal cual!

Después, coloqué un bloque de granja en el lado sur, lo rodeé con ladrillos, planté algunas semillas y la base quedó terminada. Los cultivos principales serían tomates y lechuga, vegetales bastante populares. Grande comía muchas hamburguesas, por lo que consumía bastante… Bueno, los tomates tienen múltiples usos y la lechuga es útil para casi cualquier ensalada, así que está bien. También plantaría otros vegetales más adelante.

El resto del equipo, excepto por Isla y yo, se encontraba investigando las ruinas. Estaban tratando de averiguar si había instalaciones subterráneas, algo útil o una entrada al subsuelo.

—Aún queda algo de tiempo antes de que todos regresen, así que hagamos algunos desarrollos.

—¿Desarrollos?

Isla, sentada en el sofá del comedor, inclinó ligeramente la cabeza con curiosidad.

—Quiero crear un medio de transporte rápido que no dependa de Grande. Algo que pueda desplazarse por terrenos difíciles, donde un carruaje tirado por caballos no funcionaría.

—Eso suena interesante. ¿Tienes alguna idea?

—Sí, tengo algo en mente…

Saqué un cuaderno de mi inventario y le mostré un boceto de un vehículo de dos ruedas. No soy un gran artista, así que era un dibujo bastante simple.

—Este es un tipo de vehículo que se utilizaba en mi mundo. Cuando giras este manillar con la mano, los motores individuales generan energía para mover estas ruedas.

—Hmm… Creo que podríamos construir uno sustituyendo el motor por un gólem. Pero tiene muchas piezas, así que sería complicado fabricarlo y darle mantenimiento.

—Ese es el problema, ¿verdad? Este tipo de vehículo se desarrolló básicamente después de que la producción masiva de balas para rifles de cerrojo fuera posible. En este mundo, probablemente yo sea el único que puede fabricar las piezas, así que, aunque lo construyéramos, sería difícil utilizarlo de forma habitual, igual que otras armas y cosas de mi mundo.

—Hmm, entiendo. Pero la idea es interesante. Normalmente, un vehículo es un carruaje o un caballo, o animales que se puedan montar como los caballos. Este vehículo del que hablas no depende de un animal, sino que se impulsa por sí mismo. Es muy razonable.

—Si utilizas animales para tirar del vehículo, también tendrás que cargar comida y agua para ellos, —añadí.

Isla asintió enérgicamente ante mis palabras.

—Sí. Pero si no dependes de animales para la tracción, puedes transportar mucha más carga. Esto es muy conveniente tanto para el comercio como para fines militares.

—Dejemos de lado el tema del costo por ahora. Si no lo impulsa un animal, tendría que ser un gólem, y en ese caso, el costo operativo sería en términos de poder mágico.

—Hmm, tienes razón. Respecto al poder mágico, hay piedras mágicas obtenidas de monstruos, piedras de cristal mágico procesadas de esas piedras mágicas, y cristales mágicos fabricados en la base trasera. Hoy en día, conseguirlas no es tan complicado.

Las piedras y cristales mágicos eran suministrados por los aventureros y soldados del Ejército de Liberación, que derrotaban monstruos a diario, mientras que los cristales mágicos eran fabricados en la base trasera. Este sistema aprovechaba el flujo constante de poder mágico para materializar recursos.

—Bien, pensemos en las especificaciones. ¿Qué nivel de rendimiento buscas?

—Primero, que pueda desplazarse por terrenos difíciles.

—Cierto, esa es la idea inicial. Segundo, que sea más rápido que un carruaje tirado por caballos.

—¿Y cuántas personas debería poder transportar?

—Diría que un mínimo de dos y un máximo de seis.

—¿Cuál sería la capacidad de carga?

—Apuntamos a una capacidad similar a la de un carruaje tirado por dos caballos.

—Eso significa que deberá tener el mismo ancho y largo que un carruaje de dos caballos.

—Exacto. Si es demasiado ancho, no podremos usarlo en los caminos existentes.

Así fue como Isla y yo discutimos nuestras ideas y definimos las especificaciones:

· Capacidad para desplazarse por terrenos irregulares.

· Alimentación a base de energía mágica.

· Capacidad para transportar entre dos y seis personas.

· Tamaño y capacidad de carga equivalentes a un carruaje de dos caballos.

—¿Eso sería todo?

—Sí. Bien, empecemos por la capacidad para desplazarse por terrenos irregulares.

—¿Por qué los carruajes no tienen esa capacidad? Pensemos en eso.

—Hmm. En terrenos irregulares, las ruedas pueden hundirse accidentalmente, pisar una roca grande o algo similar, y entonces se rompería el eje o las ruedas podrían desprenderse.

—En otras palabras, el problema radica en la vulnerabilidad del tren de rodaje. Para resolverlo, podríamos usar… ¿materiales irrompibles?

—¿Cómo el acero? Eso sería muy pesado. Si se vuelve demasiado pesado, se hundiría en el suelo y no podría moverse adecuadamente. ¿Qué hicieron en tu mundo, Kosuke?

—Bueno, hacían las ruedas más gruesas, las cubrían con un material suave y elástico, fabricaban el eje con metal y luego incorporaban un mecanismo en el eje para minimizar la fricción… Pero, siguiendo esta dirección, terminaríamos enfrentando el mismo problema que con la motocicleta del boceto que te mostré.

—Sí, es cierto. Por eso creo que debemos cambiar nuestra forma de pensar.

—¿Cambiar la idea de… no tocar el suelo en primer lugar?

—¿Qué quieres decir? ¿Quieres un vehículo volador?

—No, no tiene que volar tan alto. Si no entra en contacto con el suelo, digamos a unos 20 o 30 cm, ya no se vería afectado por él. Podríamos hacer flotar una plataforma del tamaño de un carruaje y usar magia de viento o algo similar para propulsarlo hacia adelante. Sería como un barco que navega sobre tierra, por así decirlo.

Lo que tengo en mente es un aerodeslizador. Sería capaz de desplazarse por llanuras, terrenos agrestes, pantanos e incluso ríos. Quizás no sea ideal para terrenos muy accidentados, pero en un mundo con magia, podría funcionar.

—Existe una magia llamada levitación. Es un hechizo que solo hace flotar objetos, pero no es muy útil. Puedes hacer que algo flote, pero eso no significa que puedas moverlo. Es útil únicamente para trasladar cosas pesadas.

—Esa es una buena magia. Luego podríamos añadir algo de magia de viento para darle propulsión.

—Mantener el equilibrio con esa magia es complicado. Cualquier cosa que flote se inclina fácilmente y no hay un efecto automático que la estabilice.

—Mmm, ¿se puede ajustar la altura de alguna forma?

—Sí, se puede ajustar con la cantidad de poder mágico. Que se mueva hacia arriba y abajo es bastante sencillo.

—En ese caso, ¿por qué no colocamos la herramienta de levitación y el ojo de un gólem en las esquinas de la plataforma, y usamos un núcleo de gólem para controlar la distancia con el suelo? Si está demasiado lejos, reducimos el poder mágico suministrado; si está demasiado cerca, lo aumentamos. Así podríamos mantener un equilibrio.

Frizcop: Me hace gracia que Kosuke básicamente está reinventando la programación pero con gólems xD.

Si la magia de levitación no puede detectar ni compensar la inclinación por sí misma, creo que podemos manejarlo utilizando el control de un gólem. El problema serían los frenos, pero tal vez sea necesario generar una corriente de aire en dirección opuesta al movimiento para detenerlo y forzarlo a tocar el suelo… Aunque, siendo un vehículo para terrenos irregulares, quizás no necesite frenos tan precisos.

—Hmm… No lo sabremos con certeza hasta que lo probemos.

—Hagamos primero una máquina experimental. Una pequeña.

—Hmm, sí, la experimentación es importante.

Por eso, Isla y yo decidimos probar con una tabla de madera del tamaño de un cojín como prototipo. Desarrollarlo solo entre los dos será complicado, pero creo que vale la pena intentarlo.

A futuro, me gustaría construir algo como una motocicleta aérea. Las motos y tablas flotantes siempre han sido un sueño para cualquiera, ¿no es así?


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