Remake Our Life!
Vol. 8 Capítulo 2. Combo Parte 2
Estaba por cumplirse medio año desde que Eiko Kawasegawa, en lo que solo podía describirse como un giro extraño del destino, había sido elegida como «Miss Daigeidai».
Al principio, había estado decidida a rechazar el título de inmediato, indignada por la situación. Sin embargo, ante la insistencia de los organizadores, los elogios de quienes la rodeaban y las súplicas para que aceptara, al final terminó cediendo. Ahora, parecía participar regularmente en varios eventos.
Digo «parecía» porque preguntar directamente sobre su papel como «Miss Daigeidai» se había convertido en un tabú absoluto. Si alguien osaba mencionarlo, podía estar seguro de que recibiría un castigo físico inmediato. Como resultado, evitar el tema se volvió una norma tácita entre todos.
—Nadie volvió a decir nada después de que los amenacé con «Si lo mencionas, te torceré el cuello hasta arrancártelo», así que pensé que ya estaba todo bajo control… Pero jamás imaginé que algo así pasaría, de verdad… —Con el ceño fruncido, Kawasegawa esparcía salsa sobre una plancha caliente y luego la raspaba con la espátula con una fuerza aterradora. Si mi cuello hubiera estado sobre esa plancha, sin duda habría terminado hecho pedazos por ese utensilio afilado.
—…En serio, um, lo siento mucho.
—Ya no importa. Parece que de verdad fue una coincidencia, así que mejor me resigno a culpar a mi mala suerte.
Justo después de que terminó el evento, me había agarrado por el cuello de la camisa y me arrastró hasta este restaurante de okonomiyaki[1], donde había estado sometiéndome a un interrogatorio sin fin.
Básicamente, su sospecha era que yo ya sabía que ella estaría en el evento como «Miss Daigeidai» y había ido a propósito para burlarme.
Pero la duda se despejó rápidamente gracias a un testigo.
—No, en serio, lo siento muchísimo. Todo esto pasó porque yo le pedí a paisen que me mostrara la ciudad… —Takenaka-san explicó la situación en mi defensa.
—No pasa nada. No es que hayas hecho algo malo. Como dije, es solo que tengo mala suerte. —Dicho eso, Kawasegawa me miró de reojo—. De verdad… Eres amable con cualquier chica sin distinción, ¿eh?
—¿Eh? ¿E-eso crees tú?
Como siempre, soltó un «Hmf» y desvió la mirada.
—A-ahm… Hay algo que me gustaría preguntar. —Takenaka-san levantó la mano, algo titubeante.
—¿Quieres preguntarme a mí? —Al escuchar la pregunta, Kawasegawa arqueó una ceja.
Takenaka-san asintió con entusiasmo y dijo:
—Esto… ¿Eres esa Kawasegawa? La que hizo un juego con paisen y produjo «Canción de las Estrellas Caídas»…?
—Sí, soy yo, pero ¿qué pasa con eso…? ¡¿Hmehh?!
En el momento en que Kawasegawa asintió, el cuerpo de Takenaka-san dio un pequeño salto de emoción.
—¡¡Sabía que sí!! ¡Ah, te admiro muchísimo! ¡Eres la misma Kawasegawa-san que, como la mejor compañera de paisen, llevó el proyecto a su final con su increíble capacidad de procesamiento y juicio! ¡Es un honor enorme conocerte! ¡¡Por favor, dame la mano!! —Después de soltar todo eso de un tirón, cuando Kawasegawa extendió tímidamente su mano, ella la agarró con todas sus fuerzas y la tocó con un entusiasmo que casi parecía que iba a frotarse la mejilla contra ella.
—¡E-espera, espera! ¿¡Qué le pasa a esta chica, Hashiba, oye!? —Por supuesto, Kawasegawa estaba completamente desconcertada.
—Así es ella. No es una mala persona, así que mejor déjala ser.
—¡¿Cómo que la deje ser?! ¡Ugh, ya basta! —Hasta hace un momento, Kawasegawa parecía estar sumida en la vergüenza absoluta, pero ahora, esa vergüenza había sido reemplazada por pura confusión, y no parecía tener idea de cómo reaccionar.
—¡¡Tengo un montonazo de preguntas para ti, Kawasegawa-san!! ¡Es una oportunidad única, ¿puedo hacerlas todas ahora?!
—¡Cá-cálmate! ¡Para empezar, deja de agitar mi mano así! ¡Baja las manos despacio y suéltame!
—¡Pero esto es solo una muestra de mi respeto y afecto por ti! ¡De verdad te admiro muchísimo! Ah, y si no es mucho pedir, ¿podrías darme un autógrafo?
—¡¿Por qué tendría que firmarte algo?! ¡Ya basta! ¡Y no te pegues tanto! ¡Aléjate de mí!
Ya había pasado con Saikawa, pero ¿qué era exactamente lo que hacía que Kawasegawa atrajera tanto a sus compañeras más jóvenes?
Bueno, al menos esto cambió por completo el ambiente… así que supongo que está bien.
Después de lo que había pasado antes, de una forma u otra, parecía que Takenaka-san había terminado por salvar el momento.
◇
Después de eso, mientras comíamos okonomiyaki, se desarrolló una escena bastante inusual: Takenaka-san bombardeaba a Kawasegawa con preguntas sobre todo tipo de temas.
Desde dificultades en la producción hasta cómo adquirió las habilidades necesarias, las preguntas fueron de lo más variadas, pero Kawasegawa respondió a todas con precisión y lógica.
Como era de esperarse, en esto es increíble.
Bueno, de vez en cuando dejaba escapar algunos comentarios resentidos hacia mí, lo que me hacía sentir un escalofrío en la espalda.
De cualquier forma, la improvisada cena terminó siendo más tranquila de lo que esperaba y, tras despedirnos, tomamos el camino de regreso.
En el camino, nos separamos de Kawasegawa, quien dijo que tenía asuntos que atender en Tennoji. Entonces, Takenaka-san y yo tomamos la línea habitual de Minami-Osaka.
Afortunadamente, el horario pico de regreso a casa ya había pasado, y logramos sentarnos uno al lado del otro.
—¡Uf, qué suerte haber encontrado asiento!
—Sí, llegamos en buen momento. Sí que fue cuestión de suerte.
—Aun así, Kawasegawa-san es increíble. Me alegra haber podido hablar con ella.
Después de eso, lo primero que salió de la boca de Takenaka-san fue una gran cantidad de elogios hacia Kawasegawa.
—Pero, ¿cómo sabías tanto sobre ella? La mayoría de la gente ni siquiera se fija en los que trabajan detrás de escena.
—¿De qué estás hablando, paisen? Si ya sabes que yo siempre me fijo en esas cosas, ¿no? —Tenía razón. En lugar de buscar a la famosa «generación de platino», ella me había encontrado a mí. Así que no era raro que también conociera a Kawasegawa.
—Takenaka-san, oye.
—¿Sí?
—¿Hubo algo en lo que te enfocaste antes? ¿Dibujo, música, guion…?
Los estudiantes del departamento de artes visuales, en su mayoría, habían estado activos en otros géneros antes de cambiarse a esta disciplina. Por supuesto, había excepciones, como Kawasegawa, que desde el principio quería hacer cine. Sin embargo, la mayoría, como Shinoaki, Nanako o Tsurayuki, se interesaron en las artes visuales tras haber explorado otras áreas.
Por eso, pensé que Takenaka-san también seguiría esa tendencia, pero…
—No, en mi caso no fue así. Siempre intentaba cosas diferentes, pero nada me salía bien y terminaba rindiéndome. En realidad, no soy buena en nada~.
Era un caso poco común.
—Entonces, cuando viste «HaruSora» o «Canción de las Estrellas», ¿no sentiste una fuerte atracción por el arte, la música o algo en particular?
—Por supuesto, siempre he admirado a las personas que crean ese tipo de cosas. Ya sea ilustración, música o guion… Pero como yo no tenía talento en nada de eso…
De repente…
Me pareció notar un cambio en su expresión, algo distinto a lo habitual.
—Siempre tuve la impresión de que, en el mundo del arte, si no llegabas a los niveles más altos, era imposible hacer carrera. Así que pensé que yo nunca podría entrar en ese mundo y me sentía muy desanimada. Pero entonces descubrí que existía el rol de producción.
Por un instante, mi corazón dio un vuelco.
Admirar la creación, querer formar parte de ello, pero no saber por dónde empezar…
Luego, encontrar un camino a través de la producción… Era exactamente lo que…
—Por eso, comencé a fijarme en el trabajo de los que están detrás de escena. En cómo se presentan las obras, en cómo se eligen los nombres de los personajes, en los pequeños detalles de los textos. Todo lo que no lleva el nombre del creador seguramente fue hecho por alguien detrás de cámaras, así que decidí observarlo con atención. También hablé con amigos que sabían del tema en internet… Y así fue como, finalmente, llegué a ti, paisen. —Me miró con una sonrisa radiante—. Aunque nunca te había visto ni hablado contigo, llegué a admirarte. No sabía cómo eras ni qué hacías exactamente, solo podía imaginarlo. Pero lo que sí me quedaba claro era que, sin ti, estas obras probablemente no habrían existido o el equipo no habría logrado unirse.
Así fue como conoció la existencia de la Universidad de Artes de Osaka y, en lugar de optar por una universidad general en Tokio, decidió postularse al Departamento de Artes Visuales.
—Pero cuando entré, me di cuenta de que los estudiantes de primer año apenas tenían contacto con los de cursos superiores. Pensé en unirme a un club, pero antes de eso decidí preguntar a un profesor. ¡Así fue como llegué con la profesora Kanou!
—¿Y ahí le pediste directamente un trabajo a tiempo parcial y terminaste en Succeed?
Con una sonrisa, Takenaka-san respondió: «¡Exactamente!».
—Aun así, es sorprendente que la profesora te haya escuchado.
La profesora Kanou se preocupaba por sus estudiantes y siempre estaba dispuesta a aconsejarlos, pero solo si demostraban un esfuerzo real en sus proyectos. Si veía que alguien no tenía objetivos claros y solo vagaba sin rumbo, podía llegar a ser sorprendentemente fría e indiferente.
Takenaka-san, por muy insistentemente que lo hubiera pedido, solo con palabras y acciones, lo más probable es que todo se hubiera quedado en una simple anécdota divertida. Tal vez le habría dicho algo como «te presentaré con él algún día», pero recomendarla para el exigente trabajo de medio tiempo en Succeed parecía demasiado.
Me pregunté qué truco habría usado. Justo cuando me surgió la duda, ella dijo:
—¡Ah! Por supuesto que no fui con las manos vacías~. ¡Me dijeron que estaba muy ocupada, así que preparé una hoja de presentación y fui con ella!
—¿U-una hoja de presentación…?
—¡Así es!
La estrategia que ella utilizó fue la siguiente:
Cuando pidió la cita con la profesora, insistió en que solo le concediera 30 minutos y que en ese tiempo lo explicaría todo. Luego, elaboró un documento de 10 páginas en el que detallaba cuánto deseaba conocer a Kyoya Hashiba, las razones detrás de ello y su visión de qué haría una vez que lo conociera. Con ese material, se presentó con total seguridad frente a la profesora.
—Cuando terminé de explicarlo, la profesora Kanou se echó a reír y dijo: «Eres muy divertida. Está bien, te pondré en contacto con Hashiba», —dijo ella con orgullo—. ¡Ah! ¿Te gustaría verlo? Como pensé que tal vez en algún momento te la enseñaría, paisen, siempre la llevo en mi bolso. —Dicho esto, me entregó la hoja impresa y protegida en una carpeta de plástico.
—Ya veo… Ahora lo entiendo.
Si esto hubiera ocurrido cuando yo tenía menos de 30 años, su estrategia me habría parecido un recurso común y nada sorprendente.
Sin embargo, Takenaka-san hasta hace poco era solo una estudiante de preparatoria. Que alguien así hubiera elaborado una hoja de presentación tan bien estructurada y la hubiera expuesto ante la profesora sin titubear… No me cabía duda de que la profesora Kanou la habría recibido con una sonrisa radiante.
Además, esto está realmente bien hecho.
Dijo que había abandonado el dibujo y la escritura a medias, pero su redacción era clara y fácil de leer. El uso de imágenes y la disposición del contenido superaban con creces el nivel promedio de un universitario.
Ahora todo tenía sentido. No era extraño que la hubieran recomendado para el trabajo a tiempo parcial en Succeed.
—Y luego superaste la entrevista para el trabajo y conseguiste tiempo para estar conmigo, ¿no?
—¡Así es! Pero como soy de primer año y tengo clases, casi no tengo oportunidades para hablar contigo, paisen…
Cuando la escuché decir eso, me quedé sorprendido.
—Eh, espera un momento, Takenaka-san, hacer tiempo para el trabajo a tiempo parcial debe haber sido bastante…
—¡Sí, fue difícil! También sufrí mucho con el horario de clases. Pero, al final, estaba decidida a hacerlo porque no había otra manera de escuchar directamente lo que quería saber.
Cuando escuché por primera vez que ella me había estado buscando, mi impresión fue que era una chica peculiar. Sin embargo, en ese momento, lo tomé más como algo «interesante».
Pero ahora que la escuchaba contar su historia, me di cuenta de que su nivel de «peculiaridad» era completamente distinto.
Simplemente, me pareció increíble. No solo me había seguido por admiración. Ella estaba allí porque tenía una determinación real.
—Por eso, paisen, eres una persona muy pecaminosa. —Ella lo dijo en tono de broma, pero…
—Ya veo… —Para mí, esas palabras me atravesaron de lleno.
Lo que había estado pensando hace un momento volvió a mi mente. Mientras escuchaba su historia, había muchas cosas en las que podía reconocerme a mí mismo.
Era como verme en el pasado.
Quería crear algo, pero no tenía ninguna habilidad o pasión especial que me destacara de los demás. Aun así, quería estar involucrado en el proceso creativo. Ese deseo, que podría parecer contradictorio y egoísta, la llevó a descubrir el camino de la producción.
Pero a diferencia de mí, que una vez renuncié a mis sueños para tomar un camino más seguro, ella nunca dejó de perseguir el suyo. Sin poner excusas, sin dudar en actuar, siguió avanzando hasta llegar a mí.
Al verla juguetear con su teléfono con una expresión alegre, me di cuenta de que sentía cierto temor y respeto hacia ella… y, al mismo tiempo, una gran curiosidad. Y junto con eso, también entendí el miedo que conlleva ser alguien a quien otros admiran.
¿Así que esta era la semilla de motivación que yo había estado utilizando sin darme cuenta…?
Es común escuchar historias sobre alguien que sigue los pasos de un creador al que admira. En mi entorno, Saikawa encajaba perfectamente en ese patrón.
Yo mismo utilicé esa relación para motivar a Shinoaki y también para alimentar la determinación de Saikawa.
Pero eso mismo también significaba cargar con la presión de cambiar la vida de alguien. Nunca le pregunté directamente a nadie sobre ello, pero, en mayor o menor medida, siempre fui consciente de su existencia.
Y, sin embargo, había estado ignorándolo. Me convencí de que era solo mi ego y lo dejé en manos de ellas, sin pensar realmente en las repercusiones que podría tener.
Por suerte, ellas lograron construir una buena relación y se convirtieron en rivales y compañeras que se impulsaban mutuamente. Hasta ahora, había sido una relación positiva de junior y senior.
Pero eso solo fue porque su esfuerzo y la suerte jugaron a su favor.
Seguir siendo un modelo a seguir para alguien que se acerca a ti con admiración.
En ese instante, comprendí que estaba experimentando en carne propia el miedo que eso conlleva.
—Uwaa… Paisen, perdón si vuelvo a dormirme a tu lado…
—No te preocupes, no pasa nada.
Apenas respondió con un «síí», el sonido de la respiración tranquila de Takenaka-san llegó hasta mis oídos. Sentí en mi hombro una sensación suave y el calor de su cuerpo.
Pero esa sensación era completamente diferente a lo que había sentido antes. No había lugar para pensamientos inapropiados. En su lugar, una enorme presión pesaba sobre mí.
◇
Desperté a Takenaka-san en la estación de Kishi y, después de despedirla, tomé el autobús de regreso a casa.
Últimamente, se había vuelto común que mis noches terminaran tarde. Y cuando había poco que ver en el exterior, inevitablemente terminaba mirando hacia mi interior.
Por eso, durante ese tiempo, me encontraba dándole muchas vueltas a mis pensamientos.
No es como si pudiera hacer tantas cosas…
Llamarlo «producción» sonaba elegante, pero, en realidad, no era más que aplicar lo que había visto y oído. Además, hasta ahora, solo había traído conocimientos de los diez años en el futuro. Como Kyoya Hashiba en esta época, todavía no había logrado establecerme en nada.
Caminaba por el sendero desde la parada de autobús mientras pensaba en esas cosas. Cuando te pierdes en tus pensamientos, la distancia parece más corta. Cuando me di cuenta, ya estaba frente a la casa.
Mis ideas seguían sin ordenarse y, con esa sensación de incertidumbre, saqué la llave de repuesto, la giré y abrí la puerta. La sala de estar estaba oscura; parecía que todos ya habían vuelto a sus habitaciones.
—Todos están esforzándose mucho. —Dejé escapar un suspiro con una mezcla de alivio y una leve sensación de soledad antes de subir al segundo piso.
Encendí la luz de mi habitación y me senté frente a la computadora. Empecé a escribir un pequeño resumen de lo ocurrido en el día. Últimamente, intentaba llevar un diario, ya que me ayudaba a visualizar mi situación y a notar los cambios en mi forma de pensar.
—Hoy me encontré con Kawasegawa. Como era de esperarse de ella, se esfuerza al máximo en cualquier trabajo. Y luego escuché la historia de Takenaka-san…
Justo cuando llegué a ese punto…
—¿Hmm? —Escuché un discreto «toc, toc» en la puerta—. ¿Quién será? —Me levanté de la silla y me acerqué a la entrada de la habitación. Giré la perilla y abrí la puerta.
—Perdón por venir de repente. ¿Tienes un momento?
Era Tsurayuki.
—Sí, no hay problema. ¿Quieres pasar?
—Ah, sí. —Respondió con un asentimiento y entró en la habitación. Se sentó con cuidado en el cojín que solía ser su «asiento habitual» cuando trabajábamos juntos en nuestros proyectos—. Um, bueno… ¿cómo vas? ¿El trabajo es muy pesado?
—Sí, la verdad es que me están haciendo trabajar bien. Todavía soy un novato, así que estoy en la fase de aprender para poder ser útil.
Cuando le respondí, Tsurayuki dejó escapar un suspiro, se rascó la cabeza y murmuró:
—Ya veo… sí, claro… estás ocupado, no tienes tiempo, ¿verdad…? —Claramente, estaba dudando en decir algo.
—¿Tsurayuki, hay algo que quieras preguntarme?
Al adelantarme a su intención, él respondió:
—¡No! No es algo así, esto es solo… una cuestión mía, pero quería escuchar otra opinión, o más bien… —Tsurayuki interrumpió sus palabras y, de repente, apoyó ambas manos sobre la mesa baja—. ¡Kyoya, por favor! ¡¿Podrías leer mi obra?! —Bajó la cabeza y me lo suplicó.
—¿Eh? —Lo único que pude hacer fue expresar mi sorpresa—. Por ahora, dime bien de qué se trata.
—Ah, sí. —Tsurayuki levantó la cabeza y comenzó a explicarme su situación.
Era un problema simple, pero, como me imaginaba, no parecía tener una solución fácil.
Ya había escuchado que estaba teniendo dificultades con la revisión de su manuscrito de novela ligera, pero su mayor dilema era que no sabía en qué partes reforzarlo con su propio criterio.
—No es solo cuestión de corregir lo que está en rojo.
Al parecer, su editor le había dicho que las correcciones en rojo eran solo una guía de los puntos a mejorar, pero que la parte de hacerlos más interesantes o creativos dependía enteramente del esfuerzo y la sensibilidad del escritor.
—Aun así… es todo tan vago que no tengo ni idea de qué reforzar ni cómo hacerlo.
Un autor, por más que lo intente, no puede tener una visión completamente objetiva de su propia obra. Hay cosas que solo pueden entenderse cuando llegan a los ojos de los lectores.
—Así que… ¿quieres que yo haga ese papel de lector?
Antes de devolver su manuscrito al editor, Tsurayuki quería que yo fuera una especie de filtro y le diera una opinión sobre cómo mejorarlo.
—Por supuesto, con que me digas lo que piensas al leerlo, me basta. A partir de ahí, yo interpretaré lo que necesite para aplicarlo en la revisión.
—Ya veo… Hmm…
Si solo se trataba de leer y dar una opinión, podría hacerlo de inmediato. No era algo especialmente complicado en sí mismo. Pero si consideraba que debía hacer comentarios valiosos y bien fundamentados, entonces la tarea se volvía mucho más difícil.
Después de todo, este era un trabajo que llevaría el nombre de Kawagoe Kyoichi cuando saliera al mundo. La responsabilidad era grande. Pero si evitaba enfrentarla, su sufrimiento no se resolvería.
No tenía otra opción más que aceptar.
—Entiendo, lo haré.
—¡¿En serio?! ¡Eso me ayuda muchísimo! Entonces, cuento contigo. —El rostro de Tsurayuki se iluminó al instante. Parecía que el proceso de revisión realmente lo había estado desgastando más de lo que había imaginado.
Por ahora, creo que mañana iré a comprar varias novelas ligeras…
Necesitaba leer a fondo las novelas ligeras populares de esta época.
Tenía que entender qué estaba en tendencia, qué géneros estaban siendo bien recibidos, no solo recordarlo vagamente, sino absorberlo completamente.
Luego, compararía el manuscrito de Tsurayuki con las obras más vendidas y analizaría las diferencias en la expresión y la estructura para señalar los puntos que podrían mejorar.
Primero, hay que intentarlo. Luego ya veremos qué hacer.Anoté en mi agenda que al día siguiente pasaría por la librería y dejé escapar un suspiro.
◇
Al día siguiente, después de las clases, fui a la librería tal como lo había planeado y compré todas las novelas ligeras nuevas que pude. Terminé regresando a la casa compartida con una bolsa de papel repleta de libros.
—¡Ya estoy en casa! —Abrí la puerta mientras sostenía la bolsa de papel con la cadera, y justo en ese momento, Shinoaki estaba preparando ramen en la sala de estar.
—Bienvenido de vuelta. Fuiste a la librería, ¿verdad? —Me saludó al ver la bolsa que llevaba en las manos.
—Tenía que estudiar un poco, así que compré algunos libros.
Shinoaki asintió con un «hmm» y luego preguntó:
—¿Eso tiene que ver con Tsurayuki-kun?
—Eh, ¿por qué piensas eso? —Intenté responder de manera vaga, pensando que quizá Tsurayuki quería mantenerlo en secreto de los demás, pero…
—El otro día, cuando no estabas, él lo mencionó. Dijo que estaba un poco preocupado y que tal vez te pediría consejo.
Ya veo, así que había comentado algo al respecto.
—Bueno, es solo un pequeño favor. Por cierto, ¿cómo te ha ido con lo de las ilustraciones, Shinoaki? —Pregunté casualmente sobre su progreso, pero…
—Hmm… —Para mi sorpresa, Shinoaki inclinó la cabeza con duda y luego dijo—: ¿Te importaría escucharme un rato? —Me pidió que fuera a su habitación para hablar.
Durante la producción del juego, había ido a su habitación muchas veces. Por eso, ya tenía un lugar más o menos fijo donde sentarme cuando iba. Sin embargo, hacía tiempo que no pasaba por allí, así que sentí una ligera tensión.
Parece que ha conseguido más libros…
Las montañas de libros de arte y material de referencia, que siempre estaban ahí, habían crecido aún más, dándole a la habitación una sensación aún más abrumadora.
—Perdón por el desorden de siempre.
—No te preocupes, está bien. Entonces, ¿de qué querías hablar?
Shinoaki me sonrió y, como de costumbre, se sentó en el centro de su habitación, rodeada de materiales.
Yo la imité y me senté justo frente a ella.
—Bien, te contaré.
Su preocupación era, en cierto sentido, un problema de lujo. Pero conociendo su personalidad y su forma de ver la creatividad, era una preocupación profunda para ella.
Shinoaki estaba trabajando como ilustradora en una novela ligera que se estaba preparando para su publicación. El manuscrito avanzaba sin problemas, y el diseño de los personajes prácticamente estaba definido.
Parecía que todo iba bien, sin ningún problema aparente, pero…
—Que no me digan nada me pone un poco nerviosa.
Esa era su preocupación.
El editor a cargo esta vez era alguien joven, con una personalidad amable y tranquila, lo cual dejaba una buena impresión. Pero al mismo tiempo, el hecho de que aceptara cualquier cosa sin cuestionarla la hacía sentir cierta inseguridad.
Al parecer, el editor era un gran fan de «Blue Planet», la obra en la que Shinoaki había trabajado como ilustradora. Por eso, confiaba en exceso en cualquier material que ella presentara.
—Por supuesto, es un editor profesional, así que seguro que lo está revisando bien…
Dicho esto, la consulta de Shinoaki se resumía en…
—Quieres que yo haga una doble revisión de las ilustraciones.
—Exacto. Si es contigo, me siento más tranquila, Kyoya-kun.
La revisión de ilustraciones era algo que había hecho durante mucho tiempo, incluso en mi trabajo anterior. Tenía cierta confianza en mi capacidad para evaluar la composición de una escena, las poses, las expresiones de los personajes y otros detalles mejor que un principiante.
Sin embargo, esto era arte para una novela ligera. Obviamente, había diferencias en la manera de presentarlo en comparación con un videojuego o un video. Además, aspectos como el uso de color frente al blanco y negro eran elementos con los que no había trabajado antes.
Y ahora, de repente, tenía que hacer revisión de todo eso. No solo eso, sino que mis comentarios podrían ser considerados de manera bastante seria. No podía aceptar el encargo sin pensarlo bien.
Pero entiendo perfectamente por qué Shinoaki está preocupada…
El proceso de revisión no era solo técnico; también tenía un impacto psicológico. Incluso si algo parecía perfecto, cuando nadie señalaba correcciones, la duda podía surgir inevitablemente: «¿De verdad está bien así?».
De hecho, existía la técnica de señalar pequeñas correcciones intencionalmente para darle al creador una sensación de seguridad.
La habilidad de Shinoaki para dibujar era impresionante. Era muy posible que, en realidad, no hubiera nada que corregir.
—De acuerdo. Lo intentaré.
Si con solo una persona más en el proceso podía hacer que ella se sintiera más tranquila, valía la pena el esfuerzo.
—Gracias y lo siento, en serio me ayudas mucho~. —Shinoaki mostró una expresión de genuino alivio. Con solo verla, entendí que contar con alguien para revisar las ilustraciones realmente le hacía falta.
Tendría que volver a la librería y revisar más libros de arte, fanbooks de videojuegos y portadas de novelas ligeras. En esta época todavía existían sitios web especializados en ilustraciones, así que también debía investigar por ese lado.
Mañana tendré que llevar una bolsa más grande…
Entre las novelas ligeras y los libros de arte, los próximos días prometían ser bastante intensos en cuanto a cantidad de material.
◇
Al día siguiente, tenía trabajo a medio tiempo, así que decidí pasar por la librería después de mi turno.
Como ese día me tocaba estar solo en el turno, el camino de regreso a casa se sintió especialmente silencioso.
—De alguna manera, creo que me estoy acostumbrando a todo ese bullicio… —Con una ligera sensación de soledad, entré en una librería cerca de la estación de Kishi.
Al igual que la última vez que vine a buscar libros sobre producción audiovisual, me di cuenta de que esta librería, a pesar de no ser tan grande, tenía una selección sorprendentemente precisa de libros de calidad. Quizás, al estar cerca de una universidad de arte, habían aprendido qué tipo de libros eran populares, o tal vez simplemente tenían empleados que estudiaban ahí y acomodaban la selección en base a sus propios intereses. Fuera cual fuera la razón, me resultaba un lugar muy útil.
Por eso, no era raro encontrarme con conocidos de la universidad en ese sitio. Ya me había topado antes con Kuroda por casualidad, y seguramente había visto a otras personas del círculo o de mi facultad sin siquiera darme cuenta.
—Veamos, um… los libros de arte deberían estar por aquí, creo…
Junto a la sección de cómics, sorprendentemente bien surtida, había una estantería con libros de gran formato. Entre libros de pintura japonesa, arte occidental y fotografía, también había una buena selección de ilustraciones de chicas anime.
Justo cuando estaba a punto de tomar un artbook [2] de un videojuego reciente que estaba exhibido en la mesa…
—Oh, pero si es Kyoya.
Alguien llamó mi nombre con una voz familiar.
—¿Nanako? ¿También estabas por aquí?
A diferencia de cómo la veía normalmente en la casa o en la universidad, hoy Nanako estaba un poco más arreglada.
—Vengo de una reunión. Pensé en pasar a ver si encontraba una partitura que estaba buscando, pero parece que no tuve suerte. —Mientras decía eso, sus ojos se posaron en el artbook que yo tenía en mis manos—. …Oye, Kyoya, ¿te gustan este tipo de chicas?
En la portada del libro había una ilustración de una niña que, más que un interés romántico, parecía un personaje infantil.
—Creo que entiendo lo que estás insinuando, pero no es lo que piensas. Solo es material de referencia.
Nanako asintió con un «hmm» y luego comentó:
—Kyoya, estudias muchas cosas, ¿no? Como era de esperarse.
—Más que estudiar, solo trato de ver las cosas con mis propios ojos cuando me interesan. Si me limito a presumir conocimiento sin haberlo experimentado, no se me quedaría nada.
Dicho así, sonaba como si siempre hubiese sido así de aplicado, pero lo cierto era que, sin la consulta de Shinoaki, probablemente nunca me habría tomado tan en serio el estudio de ilustraciones.
—Oye… Kyoya, ¿también te interesa la música, verdad? —Nanako me miró de reojo mientras me hacía esa pregunta.
—Por supuesto, pero… ¿por qué lo preguntas?
Cuando intenté averiguar su intención, en lugar de responderme, me hizo una propuesta:
—Kyoya, ¿tienes un momento después de esto?
◇
Después de escuchar la propuesta de Nanako, regresamos juntos a la casa compartida. Fui directamente a mi habitación, dejé los libros en el suelo y me dejé caer sobre el futón.
—Hmm, ¿qué debería hacer?
La consulta de Nanako, al igual que las de Tsurayuki y Shinoaki, tenía que ver con lo que estaba haciendo en ese momento. Sin embargo, en su caso, la cuestión era aún más directa, ya que involucraba directamente su propio trabajo.
—¿Producción, eh?
Boca arriba en la cama, repetí en voz baja lo que Nanako me había pedido.
Cuando anteriormente ella recibió propuestas de colaboración y encargos en el ámbito del doujin, decidí dejar que se encargara por sí misma. Eso porque pensé que si dependía demasiado de los demás, podría afectar su crecimiento a futuro.
Como resultado, aprendió a gestionar sus propias relaciones y su trabajo creativo. Aunque a veces me preguntaba ciertas cosas, en general ya era capaz de manejarlo por su cuenta.
Pero ahora precisamente porque podía hacerlo sola, quería ir más allá.
—Ya sea creando mis propias canciones o subiendo covers[3], quiero hacerlo con un propósito claro. Quiero establecer una dirección y planear mis pasos a futuro.
—¿Pero eso no lo haces ya, Nanako?
Desde mi punto de vista, Nanako ya había comenzado a actuar con estrategia. Ya sea con su selección de canciones o colaboraciones, estas reflejaban un pensamiento estructurado.
—Tal vez lo parezca, pero no es suficiente. —Suspiró profundamente y me mostró algo en su computadora—. Mira esto. Este es el ranking de personas de Nico Nico Douga que están trabajando duro en la categoría de covers en este momento.
El ranking de Nico Nico Douga cambiaba constantemente, dado que el género de covers y Vocaloid [4] era uno de los más activos de la plataforma.
Nanako ya figuraba en los primeros puestos. Para la comunidad de fans, su nombre era bastante reconocido.
Pero ella dijo con firmeza:
—Puede sonar ambicioso, pero quiero llegar aún más alto. —Declaró su meta con total franqueza—. No se trata de que me adulen. Es que quiero que más y más personas me escuchen. Y, para lograrlo, necesito esforzarme aún más. —Hizo una pausa antes de continuar—: Pero si sigo así, terminaré perdiendo demasiado tiempo pensando y no podré mantener el ritmo. Dicen que muchos de los artistas de mayor rango trabajan en equipo. Quizás sea hora de considerar hacer algo parecido.
—¿Quieres a alguien que te ayude a planear tu estrategia?
—¡Sí, exactamente! Pero la única persona en quien puedo pensar para eso eres tú, Kyoya.
Si se trataba de apoyo técnico en canto o composición, podría recurrir a Sugimoto, del departamento de música. Pero cuando se trataba del mundo de Vocaloid y la escena en línea, tenía sentido que pensara en mí.
Por sobre todo, la impresión de la competencia del año pasado debía de haber sido muy fuerte.
—Pero en cuanto a música, solo soy un aficionado. Daré mi opinión, pero será desde esa perspectiva.
—Para la música, eso está bien. Más bien, quiero que hables como si representaras a la gente común que escucha. —Eso fue lo que dijo Nanako, pero considerando su deseo, era evidente que no bastaba con opiniones despreocupadas.
Sin embargo, rechazarla por falta de habilidad tampoco tenía sentido. Después de todo, yo tenía responsabilidad en haberla llevado por este camino y, sobre todo, era la persona que más esperaba ver su futuro.
Mientras me inclinaba a aceptar la propuesta, hice una última confirmación.
Debo asegurarme de que no dependa completamente de mí.
—Nanako, sé que lo entiendes, pero esto es algo que debemos pensar juntos.
Sin dudarlo, como si hubiera estado esperando esas palabras, ella respondió:
—Pensar por mí misma, ¿verdad? Claro, esa es mi intención. No seguiré tus opiniones sin más, Kyoya; las consideraré y responderé tras reflexionarlas bien.
Si ese era su plan, entonces yo ya no tenía nada de qué preocuparme.
—Entiendo. Lo intentaré.
—¡¡Gracias!! ¡Si estás conmigo en esto, me siento mucho más segura!
Nanako sonrió de alegría y así quedó decidido que yo sería su productor.
Pensaba que, poco a poco, me alejaría de todos, pero terminé involucrándome de una manera diferente.
Sin embargo, cada uno se había especializado más en su campo y, más allá de mis intenciones, el desafío ahora era elevar la calidad del trabajo.
Hasta ahora, mi papel había sido principalmente de gestión de producción, asegurando el avance de los proyectos. Pero lo que venía ahora daba un giro: el enfoque estaba en la «creación» misma.
—Productor, ¿eh? —Pronuncié nuevamente el nombre de la profesión a la que aspiraba.
Guiar a creadores altamente especializados, equilibrar la visión del consumidor y controlar la calidad… Era un trabajo que exigía conocimientos y experiencia en todas las áreas, así como un juicio certero.
Y ahora, finalmente, me tocaba hacerlo.
En realidad, hubiera preferido mejorar mis habilidades antes de asumir un rol así, pero quizás este trabajo nunca se hacía con una preparación perfecta desde el inicio.
—Tal vez todos lo aprendieron de esta manera.
No me quedaba más opción que asumirlo.
Me gustara o no, ya era alguien que influía en los demás. No podía escapar de ello.
Decir «asumiré la responsabilidad» era fácil, pero en realidad no era algo que pudiera tomarse a la ligera.
—Mi vida entera está en juego, ¿eh?
Si iba a aparentar ser altruista con palabras grandiosas, mejor admitiría mi propio egoísmo. Después de todo, desde aquel día en el futuro, así había sido mi camino.
Había personas a quienes guiar, quienes me observaban en busca de dirección. Para mejorarme a mí mismo, también debía ayudar a otros a mejorar. Era una verdad obvia que recién ahora entendía.
El camino hacia convertirme en productor sería largo y difícil. Pero, sin duda, también sería apasionante y valdría la pena recorrerlo.
—Vamos a hacerlo.
Por primera vez, sentí que el camino hacia adelante se hacía un poco más claro.
[1] El okonomiyaki es una especie de panqueque salado japonés hecho con harina, huevo, repollo y diversos ingredientes como carne, mariscos o queso. Se cocina en una plancha y se cubre con salsa okonomiyaki, mayonesa, alga nori y bonito seco. Es popular en Osaka e Hiroshima, con estilos distintos.
[2] Un artbook de videojuegos es un libro que recopila ilustraciones, bocetos, diseños de personajes, escenarios y arte conceptual de un juego. A menudo incluye comentarios de los desarrolladores y muestra la evolución visual del proyecto, ofreciendo una mirada detallada al proceso creativo detrás del videojuego.
[3] En música, un cover es una versión de una canción previamente grabada por otro artista. Puede mantener el estilo original o reinterpretarse con arreglos distintos. Los covers son comunes en conciertos, grabaciones y plataformas digitales, permitiendo a los músicos rendir homenaje o darle un nuevo enfoque a una obra.
[4] Vocaloid es un software de síntesis de voz desarrollado por Yamaha que permite crear canciones utilizando voces artificiales. Estas voces provienen de bancos de voz grabados por cantantes reales y pueden ser ajustadas en tono, ritmo y expresión. Es popular en la música digital, especialmente en el género Vocaloid y la cultura otaku.
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