Remake Our Life!
Vol. 10. Capítulo 4. Una Posición de la que No Podía Retirarse Parte 3
—¿To… todos juntos a partir de ahora?
—¡¿Vamos a hacer un juego de consola?!
—¿Qué significa eso?
Al día siguiente, en la casa compartida. Como hacía tiempo que no nos reuníamos todos para cenar, preparábamos gyozas [1] en la plancha eléctrica mientras les planteaba mi propuesta.
Y, como era de esperarse, recibí una reacción de «¿qué demonios es eso?».
—Entiendo que se sorprendan, pero quiero intentarlo. Y creo que para lograrlo necesito la ayuda de todos ustedes.
El proyecto de Mystic Clockwork había sido concebido desde un principio tomando como eje a todos los miembros de la Generación de Platino que estaban allí presentes. En otras palabras, solo con este equipo reunido el proyecto podría tomar forma como tal.
Por supuesto, en el mundo de 2016, con solo sus nombres ya habría sido suficiente para vender, pero ahora todos, aunque tuvieran talento, aún estaban en una etapa cercana a los comienzos de sus carreras.
No era un proyecto monstruoso que aprobasen solo con escribir el nombre de quienes participaban.
Aun así, este era un punto en el que quería insistir.
Si consideraba todo este asunto como una oportunidad, entonces tenía que llegar a ellos ahora.
—¿Eso significa que yo escribiría el guion? —preguntó Tsurayuki, señalándose con los palillos.
—Por supuesto. Pensaba pedírtelo con esa intención.
Asentí con fuerza, y Tsurayuki frunció el ceño.
—Kyoya, ¿acabaré escribiendo otra vez historias de chicas raras con coletillas extrañas? La verdad es que eso…
—¡No-no, no! ¡Esta vez será un tipo de historia completamente distinto, así que tranquilo!
—¡Ah, menos mal! Eso me dejó algo traumatizado, llegué a pensar que eras un completo sádico, Kyoya, pero si es así, ¡quiero ayudarte con gusto! —Lo dijo con un profundo alivio y una actitud positiva—. Aunque… el problema será cómo compaginarlo con las novelas ligeras. Mi editor me pidió que, por ahora, no deje de publicar un libro cada tres meses.
—Sí, lo sé. Supongo que lo mejor será que lo hables con tu editor y que participes en la medida que puedas.
En realidad, mientras él se encargara de la línea principal de la historia, yo pensaba que podríamos arreglárnoslas con rutas alternas o textos complementarios entre otros guionistas externos y yo.
Si lograba que se mostraran dispuestos a participar, eso ya era más que suficiente y me sentí realmente agradecido.
—Vaya, Tsurayuki, con la forma en que respondes, ¡pareces todo un gran escritor! —dijo Nanako, sonriendo mientras comenzaba a molestar a Tsurayuki.
—¿Qué dices, Nanako? Tú también estás ocupada, ¿no? ¿Todavía estás considerando si participar? —respondió él al instante.
A eso, Nanako replicó:
—¿Hm? Yo voy a hacerlo. En cuanto me enteré, ya me había decidido.
—¡¿Qué…?!
No solo Tsurayuki se sorprendió; yo también lo hice.
—Porque es una oportunidad. Si todo sale bien, mi nombre podría aparecer en un juego de Succeed. ¡Además, últimamente había estado haciendo solo publicaciones en Nico Nico, así que quería cambiar un poco de aire con un trabajo distinto! ¡Por eso lo haré con gusto!
—Nanako… gracias, —le dije, sinceramente agradecido.
En realidad, considerando su carrera, poder encargarse de la música o la canción principal de un juego de consola en ese momento resultaba muy beneficioso para ella.
El hecho de que ella misma lo hubiera pensado y expresado, sin que yo tuviera que mencionarlo, me alegró mucho y, sobre todo, me hizo notar su crecimiento.
La faceta profesional de Nanako realmente está saliendo a la luz.
Entonces llegó el momento de Shinoaki.
—¿Y Shinoaki… tú qué opinas? —Quería pedirle que se encargara del diseño de personajes y otras tareas cruciales; quería saber cómo había recibido mi propuesta.
—Mmm… Kyoya-kun, ¿puedo preguntarte algo? —respondió Shinoaki, devolviéndome la pregunta.
—Claro, ¿sobre el proyecto?
—Sí, pero… es algo más anterior, ¿sabes?
Más anterior… ¿a qué se referiría? ¿Al trasfondo del mundo o a la historia detrás del proyecto? Pero Shinoaki no solía preocuparse mucho por el entorno de producción o la remuneración, así que no era eso.
Mientras yo trataba de adivinar, ella preguntó:
—¿Esto era lo que querías hacer, Kyoya-kun?
Era eso.
—Ah…
Todavía no le había respondido a esa pregunta.
Recordé aquel camino de regreso de la universidad en primer año, cuando ella me había preguntado por mi «objetivo». En ese momento era tan vago que no pude darle respuesta alguna. Había prometido que, cuando lo concretara, se lo diría.
Recordé la sonrisa de Shinoaki aquel día y decidí no olvidarla.
Ahora, en ese momento, podía darle la respuesta.
—Sí. Por fin, puedo contártelo.
Shinoaki escuchó mi respuesta, sonrió ampliamente y dijo:
—Entonces, quiero ayudar. —Y así, de inmediato, decidió participar en el proyecto.
—¡Gracias, Shinoaki…! —dije con sinceridad.
Por supuesto, ella también ya tenía varios trabajos encima. En especial, los relacionados con ilustración, diseño de personajes o proyectos de videojuegos implicaban una carga muchísimo mayor que la de las novelas ligeras. Naturalmente, resultaba indispensable coordinar con todas las partes involucradas.
Esa parte la asumiré yo por completo.
En cuestiones de coordinación, la experiencia de mis trabajos anteriores me sería de gran ayuda. Apenas el proyecto fuera aprobado, me pondría de inmediato en contacto con sus empleadores.
—Pero, Kyoya, —preguntó Tsurayuki, todavía con gesto serio—. ¿Este proyecto no se solapará por completo con el proyecto de graduación?
Ante esa pregunta, tanto Nanako como Shinoaki exclamaron sorprendidas.
—Cierto, aunque empezáramos en verano, se superpondría por lo menos durante medio año.
—Si fueran dos a la vez, quizá tendríamos que reducir un poco el trabajo profesional.
Los tres se quedaron pensando en silencio, pero yo respondí con una sonrisa:
—También he pensado en eso. Cuando tenga la respuesta clara, se las diré a todos.
Aunque en sus rostros se dibujaron signos de interrogación, yo ya había comenzado a preparar el terreno.
Claro que todo dependía de esa persona, de si aceptaba o no.
◇
En el segundo día de preparativos, me encontraba en el laboratorio de estudios audiovisuales.
Como siempre, era una entrevista cara a cara con la profesora Kanou.
—¿Quieres modificar de manera drástica tu proyecto de graduación, eh?
Para poder incluir a todos los de la Generación de Platino en la propuesta de Succeed, era imprescindible reducir la carga del proyecto.
Por eso, preparé apresuradamente un nuevo plan con un alcance más reducido. Mi intención era hacerlo aprobar de inmediato y resolver así el problema.
—¿Es un no definitivo…?
—Bueno, ya has entregado tu propuesta original. Normalmente no debería aceptarse un cambio de esta magnitud. Pero… —la profesora sonrió de forma pícara y añadió—. Si, como dices, mantienes intacto el núcleo del proyecto y solo reduces la escala, no habría inconveniente. Lo aceptaré.
—…Muchas gracias, —respondí aliviado, hundiéndome profundamente en el sofá.
Si se trataba de un proyecto completamente distinto, también había previsto que no sería aceptado, pues la fecha de entrega ya había pasado.
Por eso, mi objetivo había sido que, sin cambiar ni el título ni el contenido del proyecto actual de graduación, sino únicamente su proceso, aún pudiera salir adelante de alguna manera.
El contenido era un video de guía turística de Osaka. Eso no cambiaba, pero la gran modificación consistía en que había ajustado los planes de rodaje y la imagen final de modo que, si me lo proponía, pudiera producirlo yo solo. Con eso, en el peor de los casos, si aguantaba hasta el final, al menos tendría la forma de un proyecto de graduación.
Se había convertido en un proyecto para «emitir», como ya se había mencionado antes.
Bueno, si no fuera la profesora Kanou, quizá este cambio habría sido imposible.
La profesora debía de haber entendido muy bien por qué yo había hecho aquello.
Después de todo, tenía un oído finísimo, y no sería raro que hubiera escuchado todo de Horii-san.
Mientras pensaba en eso, de pronto la profesora abrió la boca.
—Escuché a Horii-kun. Parece que te metiste en un asunto complicado.
—…Así que ya lo sabía.
Como sospechaba, estaba al tanto.
—Bueno, se trata de algo relacionado con la graduación. Horii-kun me contactó. Me dijo: «Puede que Hashiba vaya a pedirte algo, así que escucha lo que tenga que decir dentro de lo posible».
En origen era un conflicto de la empresa, pero aun así agradecí sinceramente esa consideración de Horii-san.
—Entonces, ¿ya tienes en mente un proyecto?
—Algo, sí. Había algo que quería intentar desde hace tiempo, así que pienso adaptarlo.
—Ya veo. ¿Será Horii-kun quien haga la primera revisión?
—Sí, primero revisará él, y si da el visto bueno, entonces irá al presidente.
La profesora soltó una risita.
—Entiendo. Pretender hacerlo en paralelo con el proyecto de graduación es imposible con ideas tan ingenuas. No, incluso tomándoselo en serio será una tarea muy difícil.
Así que, incluso a ojos de la profesora, era una empresa ardua. El presidente, por supuesto, pero también Horii-san parecía ser bastante estricto.
—Será una lucha más dura que cualquiera de los proyectos que hayas hecho hasta ahora. Sé que lo entiendes, pero hazlo con la debida determinación.
—Sí. Pensaré en cómo sacarlo adelante como sea.
La profesora asintió con fuerza.
—Así debe ser. Usa todo lo que tengas a mano. Para ganar, no hay otra forma.
Con sus palabras, renové mi determinación.
◇
Al tercer día de preparación, me reuní en la cafetería de la universidad con Kawasegawa para tener una junta de verificación de la situación.
—Entonces, ¿ya confirmaste a todos los miembros?
—Sí, incluso Hikawa aceptó de inmediato por teléfono.
Más bien, fue tan rápido que pensé que hubiera sido mejor que lo confirmara un poco más; antes de que yo terminara de explicarle por teléfono, ya había zanjado todo con un «¡pues claro!».
—Bueno, eso es muy de Hikawa. Su vida no tiene nada que ver con la reflexión previa para hacer las cosas.
—Aunque, en cierto modo, me da envidia.
En realidad, en estos tres años no hubo una sola escena en que Hikawa se quedara más de un minuto dudando en una elección.
Pero eso no significaba que fuese un tipo superficial. Tenía bien definida su carrera, y dentro de nuestra generación, se le podía considerar una de las personas que vivían con mayor rectitud.
—Que responda tan rápido es algo que agradezco. Lo mismo contigo, Kawasegawa.
—No tenías que mencionar mi nombre en eso.
Quizá le molestó que la pusiera en el mismo nivel que Hikawa, Kawasegawa bebió su café con un aire ligeramente ofendido.
Pero el hecho de que, aun sin haber confirmado todavía su participación, empezara a verificar el calendario y a comprender la situación en pleno transcurso de la llamada, era algo que, como era de esperar de ella, solo podía agradecer sinceramente.
¿Llegará el día en que pueda devolverle este favor? Seguro que si lo decía en voz alta, ella respondería con un «no he hecho nada que merezca que me devuelvas».
—Y los miembros que faltan… ¿ya los decidiste? —Kawasegawa me preguntó de nuevo mientras revisaba el documento con la lista de integrantes.
—Sí, quiero ir con estos.
Hasta ese momento, los miembros que ya habían dado una aceptación preliminar eran, en su mayoría, parte del personal relacionado con el equipo Kitayama, y la dificultad para conseguir su participación no había sido tan alta.
Sin embargo, en cuanto a los miembros adicionales que había incluido a partir de allí, para ser sincero, no sabía si aceptarían, ni tampoco cuáles serían las consecuencias de ello.
—Pero creo que, a menos que lo convirtamos en un esfuerzo de todos, esta vez no podremos competir.
Puse en la balanza los méritos y los inconvenientes, y aun así juzgué que los méritos superaban.
—Yo también lo considero interesante. Pero todo depende de si ellos lo aceptan o no.
—Sí, supongo que habrá que decírselo y ver cómo reaccionan.
De momento, debía intentarlo, y después se vería.
—Entonces, voy a ponerme en contacto enseguida… ¿Kawasegawa? —Justo cuando intentaba cerrar la conversación, noté que ella tenía un gesto solemne en el rostro.
—Es solo que… hay algo que me preocupa un poco.
—¿Te refieres a los miembros adicionales?
Kawasegawa asintió.
—Su talento está garantizado, y si logran funcionar bien, el proyecto podría convertirse en algo magnífico. Pero no son personas fáciles de controlar en absoluto, y vas a necesitar estar preparado.
La posibilidad de que el proyecto se agitara o surgieran disputas… Eso era algo que podía considerarse latente desde el momento en que había pensado en esa dirección.
—Estoy preparado. Aun así, quiero intentarlo.
—Entonces ya no tengo nada más que decir. Solo queda esperar el resultado.
Consideraba muy natural la aprensión de Kawasegawa, pues al fin y al cabo, todo era un intento sin precedentes.
Aun así, yo estaba intrigado tanto por la destreza de ellos como por la reacción química que podría surgir al mezclarnos. También pesaba la sensación de que quizá esta sería la última oportunidad de crear algo juntos.
◇
Y así, en el cuarto día de preparación, tras mi conversación con Kawasegawa, fui con la determinación tomada a la reunión.
En el café Spade aparecieron dos personas con las que había hablado hacía poco en ese mismo lugar.
—¡Ah, Hashiba-senpai! ¡Aquí, por aquí! —exclamó Saikawa, agitando la mano para señalarme el sitio.
—Jijí, ¿así que esta vez eres tú quien nos llama, Hashiba? —dijo Kuroda, esperándome con esa atmósfera desconfiada que siempre lo rodeaba.
—Gracias a los dos por haber sacado tiempo para esto.
—¡Para nada! Como sabes, estoy desocupada.
—Bueno, yo igual. Últimamente no hacía más que ver películas.
Sí. En la charla anterior había descubierto que ambos disponían de tiempo, así que había decidido reclutarlos para el proyecto de Succeed.
Era una apuesta, pero quiero intentarlo. Con Saikawa no había problema, pero con Kuroda no dejaba de preocuparme qué actitud tomaría.
—Bien, entonces voy a hablarles del asunto. —Con un poco de tensión, comencé a explicar los antecedentes.
Hablé sobre Succeed, el lugar donde trabajaba a tiempo parcial, acerca de los conflictos internos y sobre Matsuhira-san… aunque, por tratarse de asuntos confidenciales de la empresa, lo expliqué de manera vaga, sin dar nombres concretos. Aun así, conté con detalle todo lo que sabía sobre lo que me estaban pidiendo en ese momento y lo alto que era el obstáculo para lograr que aprobaran el proyecto.
Cuando terminé de explicar la fecha en la que debía presentar la propuesta a Horii-san y el borrador del proyecto que tenía que preparar de aquí a entonces, añadí:
—Eso sería todo, ¿qué piensan? —Y me quedé esperando una reacción.
La primera en responder fue:
—¡Senpai!
Saikawa.
—¿Qué-qué pasa, Saikawa? —Ella, con los documentos en la mano temblándole de emoción, exclamó—: ¡Por fin, por fin podré trabajar en una producción junto a Aki-san! —Con los ojos brillando intensamente, declaró con firmeza—: ¡Lo haré! ¡Déjame hacerlo! ¡Voy a dibujar como si me fuera la vida en ello!
—Gra-gracias. Bueno… antes de nada, todavía hay que pensar el proyecto y lograr que lo aprueben.
—¡Lo aprobarán! ¡Voy a arrastrarlos a nuestro lado cueste lo que cueste! —Con tal vehemencia, que parecía capaz de tragarse los documentos allí mismo, Saikawa lo dijo con determinación.
Pensar que esta chica se había vuelto tan fuerte.
No solo en su forma de ver el dibujo, sino también en su disposición a lanzarse a cualquier cosa, se notaba cuánto la había fortalecido el trabajo con Kuroda.
Entonces, lo que me preocupaba era el otro.
—¿Y tú, Kuroda…?
Durante toda la explicación no había pronunciado ni una palabra, ni había negado con la cabeza ni mostrado la menor expresión de duda. Me preguntaba si realmente me estaba escuchando, pero entonces, con los brazos cruzados y los ojos aún cerrados, murmuró en voz baja:
—Hay una cosa… ¿puedo?
—Por supuesto.
Cuando lo animé a continuar, él empezó a hablar con voz tranquila.
—Primero, en cuanto al proyecto, estoy interesado. Quiero participar.
—¿En serio? ¡Gracias…!
—Pero tengo una condición. —Metió esa frase sin darme tiempo a reaccionar—. En este asunto, en resumen, lo que buscas es que esa empresa llamada Succeed reconozca el proyecto y que nos conceda presupuesto y plazo, ¿cierto?
—Sí, exactamente.
—Entonces… —Kuroda abrió los ojos—. Para ese objetivo, yo tomaré las mejores medidas posibles. Mi condición es que lo aceptes.
Me quedé un instante pasmado con esas palabras.
No era una condición extraña. Sabía que no era alguien que pidiera dinero o estatus más allá de lo necesario, así que, en cierto sentido, estaba dentro de lo previsible. Pero que lo pusiera como condición explícita debía tener algún significado.
No, él no es del tipo de persona que busque dobles intenciones.
La razón por la que había pensado en incluir a Kuroda en el equipo era porque él era un absoluto devoto de la obra, alguien que no escatimaba en esfuerzos con tal de crear algo bueno.
Por eso mismo, estaba seguro de que esa condición también se trataba de mantener ese principio.
—Está bien, acepto tu condición.
—Perfecto, entonces queda sellado.
Después de eso, Kuroda no preguntó absolutamente nada más. Salvo por concretar en detalle los próximos planes de Saikawa, la reunión terminó sin incidentes.
Extrañamente, todo se resolvió con demasiada facilidad. Me había preparado para que las cosas se complicaran mucho más, así que la reunión terminó siendo desconcertantemente sencilla.
◇
La participación de Kuroda y los demás quedó decidida y, justo una semana después, tras realizar una reunión con todos presentes, se estableció que empezaríamos a dar forma oficial al proyecto.
La presentación para Horii-san sería dentro de exactamente diez días a partir de hoy. Dado que la propuesta no tendría mayores problemas para pasar entre todos, lo que más importaba era crear algo capaz de convencer a Horii-san.
—Bien, vamos a hacerlo. —Me estiré frente a la PC de casa y comencé a teclear. Esta vez era una propuesta que exigía bastante trabajo: debía preparar bien los materiales y usar gráficos e ilustraciones.
Al fin y al cabo, el oponente era un veterano curtido de la industria. Por lo que había visto de él, si llevaba algo mediocre, lo despacharía de un solo golpe.
Por eso mismo, dejé bien asentado el punto de cómo venderíamos este juego y de si realmente podía llegar a producirse.
—Has trabajado un año completo, ¿no? Hay que aprovecharlo. —Estaba seguro de que Horii-san lo evaluaría teniendo eso en cuenta.
Cómo utilizaríamos los recursos dentro y fuera de la empresa. Y, a partir de ahí, cómo sacaríamos lo más atractivo. Por supuesto, también integré con cuidado la manera de aprovechar lo que todos en la Generación de Platino creaban.
Lo que habíamos cultivado en tres años, lo que habíamos construido.
El guion, la música y las ilustraciones.
Todo eso lo usaríamos sin reservas, buscando mostrarlo de la manera más atractiva posible.
El trabajo había sido duro, pero muy satisfactorio. Era como ir confirmando paso a paso el camino recorrido hasta aquí, y no se trataba solo de rememorar con nostalgia, sino que también parecía un acto de dar respuesta a todo.
Era la culminación de todo hasta ese momento. Pensar que estaba volcando aquí todo lo que había sido desde el pasado me hacía comprender esos sueños que últimamente veía con frecuencia.
Romper con el pasado y elevar el presente hasta lo más alto. Quizás esa era la mayor tarea que me había sido impuesta.
—Voy a terminarlo, cueste lo que cueste.
Era algo que podía producirse de forma realista y que se sostenía como proyecto. Con la acumulación de pequeños ajustes, poco a poco fue tomando forma.
Ser productor era solitario. Pero, en ese instante en el que elaboraba la visión, sentía que todo estaba dentro de mí y que podía disponerlo libremente.
—Voy a conseguir que se apruebe, sin falta.
…Vamos a hacer el mejor juego entre todos.
Yo estaba creando la primera parte de eso. Aunque pensaba que aún era pronto, poco a poco mi pecho latía con más fuerza y mi ánimo se iba encendiendo.
◇
El día de la reunión general llegó enseguida.
Para esa ocasión había reservado una sala de conferencias en la universidad. A ambos lados de la larga mesa ya se encontraban sentados los ocho miembros del equipo Kitayama.
Estamos todos reunidos.
Tsurayuki, Nanako, Shinoaki, Kawasegawa, Takenaka-san, Hikawa, Saikawa y Kuroda.
Al pensarlo bien, también resultaba una visión extraña que este grupo se reuniera en un mismo lugar. La impresión de que se trataba de una batalla total encaminada al gran desenlace se hacía cada vez más fuerte.
Parece una especie de ceremonia de graduación.
Que todos estuviéramos reunidos y fuéramos a hacer algo juntos… en la vida estudiantil, aquello ya sería lo último.
Por eso, para mí, este proyecto era mi auténtico proyecto de graduación.
Con esto, mi actividad en Daigeidai llegaría a su fin. Y pensaba que, si lograba superar este reto, al otro lado me esperaría ese futuro en el que tanto había dudado.
De forma reflejo, apreté con más fuerza el documento del proyecto entre mis manos.
Inspiré profundamente y entonces comencé a hablar:
—Bien, daremos inicio a la reunión de planificación. Tienen los materiales a mano, así que por favor síganlos mientras escuchan.
Todos, al unísono, abrieron los documentos que les había repartido y leyeron la primera página.
«Plan de proyecto: Mystic Clockwork».
Por fin había llegado el momento de mostrar este título a todos.
Inspiré hondo y solté el aire con calma.
—Procederé a explicar el proyecto. —Así, comencé a hablar sobre el último proyecto de mi vida universitaria.
El género era un RPG. La plataforma, la portátil Jintendo TS, actualmente en gran auge.
La razón por la que había elegido una consola portátil era porque permitía mantener bajos los costos de producción y porque en la empresa sería más fácil asignar recursos de desarrollo.
Aunque en resolución de pantalla y otras especificaciones quedaba por debajo de los productos de otras compañías, su capacidad de llegar a un público mucho más amplio era tremendamente atractiva.
El contenido combinaba historias cortas y minijuegos, avanzando sobre la base de un sistema RPG tradicional.
—En cuanto a la historia, como indica el título, pensaba tomar el tiempo como tema. Aquí tienen el resumen, pero quiero dejarle la construcción real a Tsurayuki.
La alteración temporal y sus consecuencias. Esa parte de la estructura era precisamente lo que mejor dominaba Tsurayuki, y estaba seguro de que crearía algo excelente.
—Respecto a la música, igual que hicimos antes en NicoNico, quiero que tanto las letras como el estilo de las canciones y los instrumentos utilizados se vinculen con el desarrollo de la historia. Aquí me gustaría que Nanako se encargara.
El hecho de que ya hubiese hecho algo similar antes me daba tranquilidad al dejarle la tarea. Aun con las limitaciones técnicas de la consola, estaba seguro de que Nanako sería capaz de superarlas sin problema.
—A Shinoaki y Saikawa, naturalmente, quiero pedirles el diseño de personajes. En Succeed hay personal muy competente en 3D, así que creo que harán buenas adaptaciones.
Había visto que entre el personal al que estaban a punto de relegar a tareas menores había precisamente alguien sobresaliente. Era un veterano que había convertido en 3D numerosos diseños 2D, y estaba seguro de que, si el proyecto se llevaba a cabo, tendría un papel destacado.
También expliqué a Kawasegawa y a Hikawa las partes que quería asignarles. Ellos se encargarían de la dirección y del apoyo en la producción, mientras que el apartado artístico estaría a cargo de Takenaka-san.
—Y esto es importante, pero quiero pedirle a Kuroda la producción de la parte animada que aparecerá en el opening y en el ending .
Era, sin lugar a dudas, el campo en el que más destacaba.
Normalmente, esta parte se habría encargado a una empresa de animación… pero como él podía dirigirla solo, se podía ahorrar una gran cantidad de trabajo.
Quizás fue un buen punto de equilibrio.
Aprovechando la experiencia laboral, asigné a cada uno según su área de especialidad. Distribuí géneros, contenidos y entornos donde pudieran demostrar su capacidad, y como resultado, el proyecto se consolidó de esta manera.
Después solo quedaba ver cómo lo recibirían todos.
—Eso es todo, ¿qué les parece?
La sala de reuniones quedó en un silencio absoluto.
Pensé que quizás la reacción sería más lenta, y mientras me preocupaba…
—Se ve interesante. El tema del tiempo me gusta. —Fue Tsurayuki quien reaccionó primero—. Lo que hicimos antes era una novela visual, pero esta vez es un RPG. Seguramente hay formatos también en el guion, así que primero habrá que comprender eso. —Parecía observar con interés, y comenzó a tomar notas en la sección de configuraciones.
—Una canción significativa, me gusta. Parece que será divertido de crear. —Nanako volvió a leer el proyecto y asintió con la cabeza ante su contenido—. En los juegos, hay canciones que encajan y otras que no. Pensé que si solo poníamos música sin más, sería triste. Por eso me gusta que esta vez los elementos se integren con la historia.
A su lado, Shinoaki y Saikawa también conversaban animadamente.
—Parece que podremos dibujar mucho, Minori-chan.
—¡Sí! ¡Trabajar con Aki-san en un entorno profesional siempre había sido mi sueño!
Tras las palabras de Saikawa, Takenaka-san dijo:
—¡Para mí también, esto es un sueño! —Se levantó y comenzó a hablar sobre el proyecto—. Poder crear un juego con todas las personas a las que admiraba… nunca pensé que algo así estuviera al alcance. Poder integrarme en un solo proyecto así, ¡realmente parece un sueño!
—¡Bueno, yo no lo entiendo del todo, pero parece impresionante! —Hikawa reaccionó con entusiasmo, y en cualquier caso, parecía que obtuvimos una buena respuesta.
—…… —Kawasegawa estuvo revisando el cronograma todo el tiempo, pero probablemente estaba evaluando líneas realistas para la producción. Si surgía algún problema, seguramente lo mencionaría después de la reunión.
¿Se puede decir que la reacción fue bastante positiva?
Por supuesto, todavía habría que ajustar detalles y, después de que el proyecto fuera aprobado, habría más ajustes que hacer.
Pero una vez decidido este marco general, solo quedaba proponer y crear. Se podía decir que allí dimos un paso importante.
Suspiré aliviado y dije:
—Entonces, si no hay objeciones, avanzaremos con esto y… —Miré a todos como una última confirmación.
Para mí, esto era un acto ritual, y pensaba que no surgirían objeciones. Todos probablemente asumían que yo era quien debía elaborar el proyecto, y yo mismo había formado el equipo considerando que esa era mi función.
Por eso, cuando alguien dijo:
—…Yo tengo una objeción, —y levantó la mano con calma.
—Kuroda … —mi corazón se agitó de golpe.
[1] Empanadilla japonesa rellena, típicamente de carne de cerdo y vegetales. Se sella al vapor y luego se dora en sartén, resultando en una textura crujiente por fuera y jugosa por dentro. Se sirve con una salsa de soja.
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