El Maestro del Valiente

Capítulo 8. Pensamientos de hace cuatro años (II)

 

El Valiente, Leticia von Mavis.

Con apenas diez años de edad, fue proclamada por el oráculo como el Valiente, y junto con sus tres famosos compañeros, el Santo de la Espada, la Santa y la Gran Sabia, fueron en una odisea para derrotar al Rey Demonio.

Ella tenía bastante poder, así como el Valiente, y también bastante poder mágico para estar orgulloso.

Con habilidades de espada superando incluso al pródigo Santo de la Espada, su esgrima le valió el apodo de “Princesa de la Espada Divina”.

Pasando por muchos campos de batalla, salvando muchas ciudades y países, finalmente derrotó al Rey Demonio.

Su hazaña hizo que los habitantes del continente, incluyendo nobles no relacionados de varios países, se regocijen.

Muchos países y razas fueron a investigar a este nuevo Valiente.

Además de los nobles y los burócratas ricos, los periódicos de cada país recogían información sobre ella.

Como resultado, los periódicos imprimieron la imagen de Leticia y la gente quedó sorprendida y encantada.

Ya que ella era el Valiente que poseía un poder abrumador, muchos no pudieron ver que era simplemente una niña de 14 años de edad.

Con sólo su aspecto excepcional, ella exudaba un aura de gracia.

Según la gente que la rodeaba, cualquiera que la conociera directamente sentía algo especial sobre ella.

Su fama se extendió por todo el continente, a veces hasta el punto de ser adorada como una diosa. Era una leyenda viva.

En este momento, la llamada “más cercana a Dios”, Leticia el Valiente era…

—Letty, así que estuviste allí.

—Emm, bueno… Hace mucho que no veo a Onii-chan, ¡estoy tan feliz!

—Está bien, está bien, ahora siéntate.

—…Bueno.

En ese momento, sintiéndose desanimada, estaba sentada con una pose de seiza[1], frente a Wynn, que tenía venas saliendo de su frente.

Con el pelo dorado atado detrás de su cabeza, ella bajó su cabeza débilmente.

—Oye, ¿esta chica es la misma de ayer? No lo noté ayer, pero ¿podría ser que fuera Leticia-sama? ¿Por qué está en nuestra habitación? Y por eso mismo, ¿por qué está arrodillada? —Era Locke, que estaba en pánico al ver a esas dos personas. Estaba mirando hacia adelante y hacia atrás entre Wynn, que tenía los brazos cruzados, y Leticia, que se encontraba en tal pose—. Em… ¿Debo preparar té negro?

—Cálmate, Locke. Pronto será el desayuno.

Locke, que se preparaba para salir corriendo en pijama para tomar el té del comedor del dormitorio, fue detenido por Wynn.

—Um… ¿Locke-san? Por favor, no te preocupes por eso.

La arrodillada Leticia hizo una reverencia a Locke con una sonrisa preocupada. ¡Bokon!

—Aah. ¿Por qué diablos esta Leticia-sama en nuestra residencia? ¿Por qué está arrodillada? ¡No lo entiendo! ¡Explícalo!, —gritó el confuso Locke.

—¿De verdad? ¿No viste por primera vez a Letty ayer? ¿No la conoces?

Locke estaba recibiendo el impulso de lastimar al despreocupado Wynn.

Mirando más de cerca, la cara de Locke estaba al borde de las lágrimas.

—¡Para aquellos que leen las noticias, no hay manera de que no la conozcan!

—Vamos, cálmate.

—O mejor dicho, ¿por qué Leticia-sama está arrodillada allí? ¡Como sea, alguien por favor, explíqueme!

Después de haber sido agarrado por el cuello por Locke, Wynn miró a Letty.

—Bueno… ven aquí. —De pie desde la cama, Wynn invitó a Locke a la ventana.

Mientras se preocupaba de la arrodillada Leticia, se paró junto a Wynn.

—¿Eh? ¿Qué es esto? —Locke miró por la ventana y fue como si hubiera pasado un huracán. Las hojas estaban esparcidas por todo el lugar, y las ramas estaban desnudas.

—Bueno, se suponía que era una práctica matutina como siempre, pero… —Wynn le contó al sorprendido Locke los acontecimientos que ocurrieron mientras él dormía esa mañana.

 

—¡Onii-chan!

—Eh… ¿¡Le-Letty!?

La sed de sangre era feroz.

Saliendo de la sombra del edificio, apareció la persona real de la imaginación de Wynn.

Leticia movió la espada horizontalmente.

¡Kiin!

—Geh…

Paró el golpe con el filo de la espada, pero necesitó todo su peso corporal.

La presión del viento del corte golpeó a Wynn con fuerza, pero su cuerpo fue de alguna manera capaz de soportar el golpe.

Wynn parecía delgado, pero eso se debía a su entrenamiento desde la infancia endureciendo sus músculos, por lo que pesaba más de lo que parecía.

Wynn no se dejó llevar por la fuerza del golpe, pero se preguntó: ¿De dónde viene el poder del delgado brazo de Letty?

De alguna manera, fue capaz de evitar el golpe de Leticia.

Allí, en esa pequeña zona, intercambiaron golpes.

Contra los vertiginosos golpes de Leticia, a veces apuñalando, a veces cortando, se protegió los fuertes golpes mientras buscaba una oportunidad para contraatacar.

Sólo pudo aguantar los golpes y no contraatacar.

—¡Te has vuelto más fuerte desde la última vez que te vi!

—Tú también, Onii-chan. No mucha gente puede empujarme hasta aquí, ¿sabes?

Leticia sonrió mientras blandía la espada. Tenía una sonrisa de satisfacción en su rostro. Todavía no había salido todo. De hecho, cada uno de sus golpes podría haber sido más rápido.

Era como si no tuviera límites…

Desesperadamente tratando de seguir los rápidos ataques, Wynn continuó esperando su oportunidad.

El trabajo de la defensa contra sus muchos ataques tensó su mente.

Si perdía el foco por un momento, seria derribado en un abrir y cerrar de ojos.

Por lo tanto, apuntó al momento en que Leticia hizo un paso especialmente profundo para atacar…

¡Kiin!

Utilizó la fuerza de su golpe para alejarse de ella.

Ordenando su respiración, miró a Leticia.

—Letty.

—¿Qué pasa, Onii-chan?

Finalmente consiguió una oportunidad…

Bajó lentamente la espada con ambas manos, mientras se acercaba a Leticia. Ella también sostuvo su espada en ambas manos y la bajó, cuestionando las acciones de Wynn.

—Bueno…

—¿Sí?

Poniendo su mano izquierda en su frente, lentamente miró a su alrededor.

—Tú… ¿Qué harás con esto?

—Ah…

La mirada de Wynn cayó sobre las hojas en el suelo, y las ramas desnudas, causadas por el golpe de la espada de Leticia.

Después de eso, ambos terminaron cambiando sus espadas por escobas, y pasaron una hora barriendo.

 

—…Y eso fue lo que pasó esta mañana.

—…Ah, bueno… ¿Qué puedo decir…?

Con un rostro sin habla, Locke miró a la todavía arrodillada Leticia.

Dado que el dormitorio solía ser el palacio, había varias magias protectoras en su lugar.

Dado que iba a ser utilizado como una escuela, se añadió una capa de magia de insonorización.

A diferencia de cuando era un palacio, ahora los niños nobles vivían allí. Puesto que nadie estaba despierto tan temprano como Wynn estaba durante su entrenamiento especial, las quejas sobre el ruido de su entrenamiento llegaban a menudo a la administración.

Dado que no había ningún daño en el dormitorio, y algunas personas sabían quién causó la conmoción, no había problema… excepto por los árboles.

—Cielos santo… —Wynn estaba de pie frente a Leticia con los brazos cruzados.

Leticia, que miraba a Wynn con los ojos hacia arriba, en realidad parecía una chica de su edad.

Así, Wynn comenzó a hablar.

—Oye… ¿Por qué demonios me atacaste de repente?

—Ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos, ¿no? Quería que Onii-chan viera mi fuerza.

—Aun así, ¿no has hecho de repente algo imprudente?

—Ugh… —Ante las amargas amonestaciones de Wynn, Leticia se desplomó.

—Incluso si tus habilidades han mejorado notablemente, no notaste tus alrededores en absoluto, ¿verdad?

A partir de ahí, empezó la larga diatriba de Wynn, a la que Locke dijo: “Déjalo ya”, interrumpiéndolo después de media hora.

A las palabras de Locke, Leticia, que estaba arrodillada mientras colgaba la cabeza, miró a Wynn.

—Oye, Leticia-sama ya ha reflexionado.

A las palabras de Locke, Leticia asintió con un “mhmm”

Con su expresión de ojos llorosos, la antigua dignidad del Valiente se había ido completamente.

—Bueno, ya que Locke lo dijo, y porque es casi la hora de desayunar…

—Sí, tengo hambre. —A la primera señal de que su sermón estaba terminando, Leticia inmediatamente pensó en su hambre.

Esto se debía al enfrentamiento de espada que tuvieron.

Incluso los Valientes tienen hambre.

Debido a haber estado en Seiza por un tiempo, Leticia se levantó insegura.

—Vamos.

—Nn, gracias. —Leticia sonrió encantada a Wynn, que la ayudaba a levantarse.

—Por cierto… —Locke llamó a las dos personas.

—¿Cómo es que eres tan cercano a Leticia-sama?

—¿Por qué? Es porque somos amigos de la infancia. —Leticia, todavía insegura, respondió.

—Antes de que Letty se marchara hace cuatro años, siempre estábamos juntos. Ella es mi mejor amiga.

—Mejor amiga…

Por un momento, la cara de Leticia se nubló y murmuró, pero Wynn y Locke no la oyeron.

—Nunca pensé que nos encontraríamos de nuevo, pero ahora ha regresado.

—¿Ha regresado?

—¿Estaba volviendo del exterminio del rey demonio? —interrumpió Locke.

—Bueno, eres hija de un noble, después de todo; Pero nunca pensé que te casarías a los diez años. Pero Letty, ¿también usas esa espada en tu nueva familia? Parece que conociste a un buen tutor de esgrima también, pero sabes, eso es precisamente por qué has sido enviada de regreso a casa, ¿verdad?

Wynn básicamente sólo trabajaba y entrenaba después de clase, para pagar sus gastos.

Así, dentro de la escuela, él, que era un plebeyo, sólo conocía a ciertas personas, incluyendo a Locke. Por lo tanto, no sabía la verdad. Al menos, sabía que el Valiente había derrotado al Rey Demonio, pero nunca había oído su nombre.

Además, al no haber visto nunca los periódicos de los ricos (Locke vio la noticia mientras permanecía en la mansión de su padre durante el descanso), era natural que no viera el retrato del Valiente.

Leticia y Locke estaban sin palabras. Para Leticia, fue porque se le malinterpretó como un viaje para casarse. Para Locke, fue porque se sorprendió por la ignorancia de Wynn.

Así, consideró la actitud de Wynn hacia Leticia hace un tiempo.

Bueno, en algunos casos, la ignorancia es felicidad… Sin embargo, si Wynn sabía que Leticia era el Valiente, su actitud no habría cambiado, pensó.



[1] Seiza (Literalmente: "correcto sentar") es un término japonés que describe la forma tradicional de doblar las piernas sobre el piso y sentarse sobre las rodillas, recargando los glúteos sobre los talones.

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