Aprendiz de Todo, Maestro de Nada

Capítulo 23 - Un desarrollo repentino en el bosque


“¿A-Asagi...?”

“¿Mm? Ah, buenos días, Daniela.”

“Uh, buenos.... días...”

¿Qué ha pasado? Se veía un poco despistada esta mañana. Al menos parecía haber bebido su sopa.

Tiro al ciervo al suelo. Ya lo había desangrado y sacado todas sus tripas, pero todavía tenía que desollarlo y desmembrarlo. Era una cierva dada la falta de cuernos. Un animal grande, algo que sería una comida digna.

“Um, Asagi...”

“¿Sí?”

Fue justo en el momento en que saqué mi espada corta, lista para cortar la carne, cuando Daniela me llamó. Miré hacia atrás y vi que ella estaba de pie detrás de mí y parecía muy incómoda. Era raro verla tan tímida...

“Sobre lo de ayer, ¡me equivoqué! ¡Fue un malentendido!”

Rápidamente inclinó la cabeza. Eso fue todo lo que necesité para entenderlo. Ella estaba hablando de lo que pasó anoche. Ah, ahora entiendo. Así que lo pensó de nuevo. Pero eso no cambiaba el hecho de que yo había creado la razón para ello.

“Yo soy el que debería arrepentirse. No sabía que hacías eso cuando dormías.”

“¡No hago eso!”

Me apunta con el dedo. Era como si quisiera refutar un argumento importante.

“¡Eso fue cosa de la cerveza que tomé de la cocina para ayudarme a dormir! Hizo calor mientras dormía y me quité la ropa. ¡Te juro que normalmente no duermo de esa manera!”

“Oh, ohh...”

Mientras estaba un poco roja, lo dijo con mucha pasión. Ya veo. Así que por eso. Eso tenía sentido.

“Si ese es el caso, entonces supongo que ya no hay razón para que yo duerma en el árbol.”

“Ayer, ya me había dado cuenta cuando fuiste a recoger las enredaderas. Pero tus habilidades creando la cuerda fueron tan cautivadoras que perdí el momento de mencionarlo.”

Si, si. Mis habilidades para hacer cuerdas de enredadera son insuperables. No había nada que pudieras hacer una vez que alguien estaba bajo mi hechizo.

De todos modos, parecía que al menos podíamos volver a una relación más alegre. Supongo que entonces no había necesidad real del ciervo. No es que no nos lo fuéramos  a comer. Se veía delicioso.

“Cacé a este ciervo para enmendarme por enfadarte. Pero supongo que no era necesario. Comamos juntos.”

“Sí, es uno bueno.”

Ella sonrió felizmente. Ser capaz de ver eso fue suficiente para mí.

□ □ □ □

Ese día nos adentramos aún más en el bosque. Acampamos y salimos a cazar a los lobos del bosque. Una vez que los tuvimos, sus colmillos saldrían. A repetir. Los cuerpos se evaporarán si se dejaban estar. Esto se debía aparentemente a la energía mágica siendo degradada por el aire. Pero cualquier material extraído antes de entonces permanecería. No entendía cómo funcionaba. Esas cosas podrían dejarse en manos de los eruditos. Yo sólo quería cazar.

El venado que cenamos fue excepcional. La carne era más jugosa que la del lobo, pero no demasiado blanda y se sentía bien al comer. Todavía era demasiado para comérnoslo solos, así que ahumamos el resto y decidimos llevarlo de vuelta a la posada Viento de Primavera como regalo.

La caza también fue bien al día siguiente. Nos encontramos adentrándonos de nuevo en el bosque, convirtiéndonos en cazadores.

Pero había una cosa que noté. El número de lobos del bosque estaba disminuyendo. Quizás habíamos matado a demasiados de ellos. Había muy claramente menos que en el primer y segundo día. Me preocupaba que se estuvieran extinguiendo, pero según Daniela, esto no era un problema. Dijo que los monstruos nacían naturalmente en la naturaleza. En lugares que tenían una alta concentración de magia, o un lobo normal se transformaría repentinamente. Escuchar eso fue un gran alivio.

“Asagi, te preocupas demasiado.”

“¿Lo hago? Bueno, es mejor que no preocuparse en absoluto.”

“Supongo que sí.”

Había carne seca, verduras y el venado de ayer hirviendo en la olla frente a nosotros. Comeríamos esto, dormiríamos y volveríamos al pueblo, a primera hora de la mañana. Los tres días habían pasado tan rápido, pero yo acumulé bastantes puntos de experiencia y en cuanto a los conocimientos, Daniela me había enseñado mucho también. Saqué mi tarjeta de estado.

“Estado abierto.”


Nombre: Asagi Kamiyashiro
Raza: Humana
Trabajo: Aventurero (Rango: E)
NV: 32

PS: 316/316
PM: 285/285
FUE: 125  VIT: 118
AGI: 366  DEZ: 158
INT: 120  SUE: 14

Habilidades: ‘Aprendiz de todo, maestro de nada,’ Detección de Presencias, Espada a una Mano, Espada Corta, Lanza

Magia: Hielo, Agua, Fuego

Misión: Eliminar a los lobos del bosque.

Grupo: Daniela Villesilf

Equipo:
Cabeza
- Ninguno
Cuerpo
- Armadura de cuero
Brazos
- Guantes de cuero
Piernas
- Ninguno
Pies
- Botas de cuero
Armas
- Espada de Hierro
- Espada Corta de Hierro
Accesorios
- Ninguno


Ahora tenía Detección de Presencia. Supongo que fue por toda la práctica. Era genial poder ver los resultados de tu trabajo. Puse la tarjeta en mi bolsillo y se lo reporté a Daniela.

“Tengo Detección de Presencia.”

“Eso es bueno. ¡Trabajaste duro para conseguirlo!”

Estaba tan contenta que pensarías que era ella la que tenía una nueva habilidad. Me hizo sentir aún mejor al esforzarme.

“Bueno, entonces, la comida parece estar lista.”

“¡Asagi!”

“¿Eh?”

En un momento Daniela estaba de pie frente a mí, y al siguiente estaba de mi lado mientras me estaba embistiendo. No entendía lo que estaba pasando. La cuchara que estaba sosteniendo se atascó en la olla y todo voló en el aire. La deliciosa sopa bailó en el aire antes de perder ante los poderes de la gravedad y salpicarse por todo el suelo.

“¡Danie...!”

“¡Corremos! ¡¡Asagi!!”

Volví a mís sentidos con esas palabras. Había algo al otro lado de la olla. Parecía un poco como un lobo gigante, pero no tuve tiempo de asegurarme de ello, ya que me tropecé tras Daniela.

“¡Qu.... é... fue eso!”

“¡Hahhh, hhhh... ah... Eso fue... un Beowulf...!”

Después de huir de nuestro campamento, los dos estábamos ahora escondidos en el hueco de un gran árbol. Lo que sea que haya visto, se llamaba Beowulf. Aparentemente, era el amo de los lobos del bosque. Daniela explicó esto mientras recuperaba el aliento.

“Haaaa.... Es un lobo del bosque que ha vivido una vida muy larga. Pero como los lobos del bosque son cazados por aventureros, sólo unos pocos sobreviven tanto tiempo... Nunca hubiera sospechado que habría uno en un bosque tan cerca del pueblo....”

“Sólo lo vi por un segundo, pero parecía enorme.”

“Sí, medía más de dos metros de altura.”

“¿Podríamos matarlo?”

“Para ser sincera, eso sería muy difícil.”

Me encuentro cerrando un puño. Había un monstruo que no éramos capaces de vencer. No había nadie al que pedir ayuda aquí. Y era de noche. Sería difícil de ver. Pero era enorme y además era un lobo. No tardaría mucho en seguir nuestro rastro y encontrarnos. Casi no había posibilidad de que ganáramos.

“¿Qué debemos hacer...?”

“Me temo que te he hecho mucho daño.”

“¿Qué es esto, de repente?”

“Esto no habría pasado si no hubiera sugerido que viniéramos a entrenar.”

“Daniela, eso no es verdad. Y me alegro de que hayamos venido aquí. Aprendí mucho, y más que nada, fue divertido.”

“Asagi...”

“Pero no tengo intención de morir aquí. Lo mataremos. Viviremos y volveremos a casa.”

“Sí, tienes razón.... Somos un equipo. Ambos debemos vivir.”

La luz que brillaba en las grietas de las nubes iluminó la sonrisa de Daniela. Su rostro era lo más bello que cualquier arte podría ser. No pude evitar sentirme cautivado. Pero luego vi algo detrás de ella.

“¿Qué es... eso?”

Daniela se dio la vuelta para ver.

“Parece un edificio de algún tipo.”

Lo puedo ver ahora. La estructura de piedra a la luz de la luna.

“¿Qué debemos hacer?”

“No tiene sentido quedarse aquí. Echemos un vistazo más de cerca.”

Daniela asiente y se levanta. Todavía cautelosos con nuestro entorno, decidimos ir lentamente hacia el misterioso edificio.