Isekai Monster Breeder

Capítulo 155 - Epílogo 2. Viviendo una vida pacífica (Fanfic) 

 

(Nota de Frizcop: Este es solo un fanfic, hecho con la única intención de darle un cierre más o menos a la historia. Probablemente me faltara alguna cosa, pero fue la mejor forma que se me ocurrió. Me gustaría que comentaran qué les pareció, para ver si debería dejarlo o simplemente eliminarlo.)



Cuando Afrodita se fue al reino celestial, pude ver que, desde detrás de mí, una gran cantidad de personas se acercaban.

Pronto me di cuenta de que muchos de ellos eran transferidos, como yo. La mayoría eran japoneses

 

¡Con razón Afrodita no pudo recordar a Shinji la primera vez que lo vio en Adelheid!

 

Sin embargo.

Poco menos de la mitad de todos los transferidos que se reunieron en el lugar decidió irse a través del Portal.

 

“Así que tú también estás aquí.”

 

De pronto, sentí que alguien ponía una mano sobre mi hombro.

Me sorprendí cuando vi que era la mano de Cuervo.

 

“¿Tú también piensas irte, Cuervo?”

“No. ¿Por qué querría regresar a un mundo donde perdería mi vida como el héroe maldito? Hacerlo sería totalmente irrazonable.”

“Jaja. Ya veo.”

“¿Qué hay de ti?”

“Yo tampoco me iré. Puede ser que a este otro mundo le falten algunas cosas, pero no cambiaría por nada todo lo que conseguido aquí.”

 

Entonces Cuervo también se quedaba. Bueno, no es de extrañar, después de todo, supongo que alguien con el síndrome del octavo grado no querría dejar atrás la oportunidad de vivir en un mundo de fantasía con espadas y magia.

 

“¿Y Shinji, dónde está ese sujeto? ¡No me digas que…!”

 

Al no verlo cerca de Cuervo, solo pude asumir que se había ido.

 

“Ah, no, no te preocupes. Él está por allí.”

“¿Eh?”

 

Mirando a donde Cuervo señaló con la cabeza, veo a Shinji llorando donde antes había estado el Portal.

 

“Sólo está sentimental porque algunos miembros de Libro del Abismo se fueron…”

“Ya veo.”

 

No puedo decir que no entiendo a Shinji, después de todo, es triste ver como tus compañeros se separan de ti. Eso es algo que puedo decir por experiencia propia.

 

“Deberías ir con él.”

“Haaa… que tontería. Pero supongo que debo hacerlo.”

“Nos vemos entonces. Y despídeme de él.”

“Sí.”

 

Y así Cuervo fue con Shinji.

Fue algo gracioso ver como Shinji se echaba a llorar sobre Cuervo, y ver al héroe tramposo tratando de quitárselo de encima. Se lo merece ese héroe decadente.

 

“Ahora entonces.”

 

Yo también me iría.

Pero antes de eso…

 

Kazehaya Souta

Trabajo: Domador de Monstruos

Nivel: 1

Vitalidad: 10

Fuerza: 10

Magia: 10

Maná: 5

 

Bendición:

Control Absoluto.

 

Habilidades:

Magia de Agua (Principiante), Bola Cápsula, Ojos Evaluadores, Combinación de Demonios, Contacto, Pedir Prestada Habilidad, Manipulación Mental, Transformación.

 

Monstruos Esclavizados

 

Carolina Burton

Ciel O’Telrod

Yuuko

Rust Trisarti

Lemis Littlefold

Rúmil Vonnel

Pez Espía

 

Revisé una vez más mi estado.

Y descubrí que Afrodita ya no estaba más entre mis monstruos esclavizados.

 

“……”

 

Supongo que debería tratar de capturar algún goblin por el camino a casa.

 

~~~~~~~~~~~~~~~~

 

El mes siguiente a la derrota de Hyunckel en el cuerpo del Rey Demonio.

Mi vida se vio envuelta en una gran cantidad de procesos legales para salvar mi culo de volver a la cárcel.

 

Gracias a la ayuda de los miembros de Libro del Abismo y el Gremio de Aventureros, y gracias también a la intervención del mismísimo héroe tramposo Cuervo, salí libre con solo arresto domiciliario por tres meses. La misma sentencia fue dictada para mis compañeras.

 

Como dije antes, el gremio me ayudó gracias a que ya habíamos avisado con anterioridad nuestro plan para derrotar al rey demonio.

El que además fue respaldado por Libro del Abismo, la organización de Cazadores de Demonios más grande y poderosa en todo Adelheid.

 

“Esto es para Ciel, y esto es para que puedan comer durante este mes. De nuevo, te pido disculpas.”

“Ya te lo dije, no tienes por qué disculparte, Rikku-san.”

 

Ahora mismo estoy en la puerta de la mansión, despidiéndome de Rikku-san, que se había venido a disculpar una vez más por causar que me metieran a la cárcel y además nos trajo algunas provisiones para el mes.

 

Entonces, después de terminar nuestra reunión, volví adentro.

 

Justo cuando entré.

 

“Oh, Souta-san, ¿y esas cosas?”

“¿Esto? Lo trajo Rikku-san.”

“¿La maeztra estuvo aquí? ¿Y qué quería?”

“Bueno, aparte de traer estas cosas, y disculparse… por décima vez más o menos…”

“Jaja. Típico de ella.”

“Oh, y también me pidió que te diera esto.”

“…¡! Esto es…”

 

Cuando le entregué el objeto que me dio Rikku-san, los ojos de Ciel se llenaron de lágrimas.

 

“¿¡Ciel, qué sucede!? ¿¡Estás bien!?”

“No pasa nada. Solo estoy sorprendida. Ezte es el primer objeto que fabriqué con la maestra, un martillo simple.”

“Ah, ya veo…”

 

Mientras yo sonreía al ver la expresión feliz en la cara de Ciel, escuché que Rust nos llamaba a cenar.

 

~~~~~~~~~~~~~~~~

 

Más tarde esa noche.

Las chicas me habían prohibido ir a mi cuarto ya que me estaban preparando una sorpresa, así que estaba esperando junto a Rúmil-san en la sala de estar.

 

Era bueno poder estar por fin en casa.

Durante este mes, sólo me había pasado un par de veces por la mansión, yendo del Gremio de Aventureros al Palacio Real.

 

“Vivir aquí contigo no es tan malo como había pensado, Souta.”

“Sí. Te dije que no quería lastimarte.”

“Ahora lo veo. Pero me sigue pareciendo raro que ambas Rust, la original y la falsa hubieran sido hombres en primer lugar. O que tú seas la reencarnación de Iblís-sama.”

“Jajaja. Bueno, es algo extraño para todos.”

 

Luego de que Hyunckel fuera derrotado y las cosas se hubieran calmado, le expliqué a Rúmil-san que realmente nunca fue Iblís el que se levantó como el rey demonio, sino que solo era el espíritu de Hyunckel poseyendo su cuerpo, y que, en realidad, yo fui Iblís en mi vida pasada.

Entonces, luego de demostrarle todas mis habilidades, y respaldado por Caro y Lemis-san, finalmente Rúmil-san me creyó.

 

“¡Amo, ya puede subir!”

“¡Souta-san, aprezúrate!”

“¡Ya puede venir, Souta-sama~!”

 

Ansioso por las voces de las chicas, dejo a Rúmil-san y voy a la habitación.

 

“Discúlpame.”

“Adelante.”

 

Cuando llegué.

¡Una sorprendente visión me aguardaba!

 

“¡Caro! ¡Chicas!”

 

En la habitación, vestidas de forma increíblemente seductora, estaban casi todas las chicas que ahora eran una parte importante de mi vida: Carolina, Ciel, Lemis-san, Rust y Yuuko.

 

“Por fin llega, Amo… no, mi Rey Demonio.”

“So-Souta-san, te tardazte.”

“Vaya, Souta-sama. Parece que tendré que castigarlo, fufufu.”

“¡No-No te hagas ideas raras, Kazehaya! ¡E-Esto solo lo hago porque Carolina-sama me lo pidió!”

“Rayos, no puedo creer que me haya dejado convencer para hacer esto.”

 

Justo cuando estaba a punto de preguntar qué pasaba, las manos de Ciel y Carolina me guiaron a la cama.

 

“Amo.”

“Souta-san.”

“Souta-sama.”

 

¡Esto es demasiado repentino!

¡Mi corazón no está preparado para tales emociones!


Justo cuando estaba a punto de dar un paso atrás por reflejo...


"Cielos, Souta. Después de todo lo que las chicas pasaron para conseguirte esta sorpresa..."


¡Conozco esa voz!


Me giro para ver si mis oídos no me estaban jugando una mala pasada.


"¡Afrodita, la más bella de todas las diosas, ha vuelto!"

"¡Afrodita! ¡Has vuelto! ¿Pero cómo has...?"

"Fufufu. Estoy aquí para ver que la reencarnación del rey demonio no cause más estragos!"

"Ya... ya veo".

"Así es. Y ahora, para conmemorar la ocasión..."


Usando ambas manos, sonriendo, me envía hacia atrás con un empujón, cayendo sobre la cama.


¡Por fin, después de todo lo que he pasado!

¡Estos van a ser los mejores tres meses de mi vida! No, ¡el resto de mis días!



 

 

—Fin.

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