El Maestro del Valiente

Capítulo 80 - Lo que acecha en la oscuridad de la Ciudad Imperial (VII)

 

“De nuevo, qué coincidencia.”

 

Laura habló con Wynn mientras éste caminaba a su lado, tirando de un burro mientras también llevaba las compras.

 

“Nosotros también nos sorprendimos. No esperábamos volver a ver a Laura-san y a Lina-chan en un lugar como éste.”

“Wynn-kun, gracias por llevar nuestras compras. ¿Están pesadas?”

“No, está bien.”

 

Wynn caminaba a sus espaldas cargando alimentos, como el pan que Laura compró en el mercado, y productos varios de necesidades diarias.

 

Había pasado mucho tiempo desde que Wynn, Leticia, Laura e Ifelina se habían visto por última vez. Ifelina estaba encantada, y de todos modos, decidieron charlar con calma después de que Laura hubiera terminado de hacer todo lo que tenía pendiente en el la Ciudad Imperial.

 

Después de guiarlos hasta el puesto de Laura en el mercado, Seri regresó al Nido del Pájaro Errante después de abastecerse para la tienda incidentalmente, ya que aún tenía trabajo. Wynn estaba matando el tiempo, ayudando abastecerse a Seri y llevando las compras, mientras que Leticia y Cornelia estaban ayudando a Laura mientras jugaban con Lina.

 

Además de la encantadora Lina, se encontraban Leticia y Cornelia, con su grácil belleza, que les había ganado fama en el mercado, y la gente se reunió para ver a las dos chicas, y el puesto de Laura se llenó más que nunca. Los productos que había preparado ya se habían agotado cuando Wynn regresó de llevar las compras de Seri, y Laura se sintió decepcionada, diciendo “debería haber traído más productos”.

 

“¿Les gustaría almorzar algo?”

“Para nada, solo seríamos una molestia.”

“En absoluto, mientras más, mejor. Además, a Lina le encantará.”

 

Laura miró con cariño a Lina, que caminaba felizmente delante de ella, con Leticia y Cornelia de la mano. No compartían una relación de sangre, pero los ojos con los que Laura miraba a Lina eran los de una madre.

 

“Con Lina a mi lado todo el tiempo, no me he dado cuenta, pero en cuanto al tiempo, supongo que me estoy haciendo mayor. Wynn-kun, que era tan pequeño, ahora está más alto que yo…”

“Jajaja, espero haber crecido no sólo en altura, sino también mentalmente.”

“Letty-chan también ha crecido. El tiempo realmente vuela, ¿no?”

 

Lina sólo había crecido un poco desde que Wynn y los demás conocieron a Laura. Al verlos tan mayores, Laura murmuró en tono sincero.

 

Fuera de la calle, en un sendero, y a través de varias granjas y pastizales, estaba la casa de Laura. Originalmente, tenía una casa en la Ciudad Imperial, pero cuando acogió a Lina, Laura comenzó a vivir con ella en esta granja.

 

“Es una casa pequeña, pero entren.”

 

Era la casa de Laura que recordaban. Cuando Wynn y sus amigas entraron en la casa, el perro pastor marrón que había estado durmiendo boca abajo en el suelo de tierra se retorció y sólo movió las orejas.

 

“Te he echado de menos…”

“Les traeré algo de comer. Siéntense como en casa.”

“Mamá, ¿puedo quitarme el abrigo?”

 

Ifelina, que había estado acariciando la cabeza del perro pastor desde que corrió a casa, se volvió a mirar a Laura.

 

“Umm…”

 

Laura miró a Wynn y a Leticia con una mirada preocupada.

 

“Está bien. Ella es alguien en quien puedes confiar. No se lo dirá a nadie.”

 

Le aseguró Wynn, y Laura le asintió a Lina.

 

“¿?”

 

Incapaz de entender la interacción de Wynn con Laura, la expresión que Cornelia le mostró a Wynn era una de confusión. Ifelina, que había obtenido el permiso de Laura para quitarse el abrigo, se quitó su grueso abrigo en forma de túnica al entrar en la habitación desde el suelo de tierra a trote.

 

“Que preciosa…”

 

Un suspiro de admiración salió de la boca de Cornelia. Un par de alas de color blanco puro que crecían en la espalda de Ifelina parecieron derramarse al exterior al quitarse el abrigo…

 

“…Había oído hablar de Ifelina-chan de las historias de Wynn-kun, y la raza avian ha aparecido en el folclore y cuentos… es tan fantástica y hermosa.”

 

Ifelina era una niña de la raza avian. Su aspecto era igual al de un humano, pero su bella apariencia y las alas en su espalda eran sus rasgos distintivos. Era una raza mucho más longeva y de desarrollo más lenta que los humanos, y tenían poderes mágicos que rivalizaban con los Altos Elfos, una raza de elfos noble.

 

Tenían su hogar en las altas montañas o en lo profundo del bosque y rara vez se relacionaban con otras razas. Se decía que en raras ocasiones bajaban a los asentamientos humanos, pero la mayoría había oído hablar de ellos solo en mitos, aunque sólo unos pocos los había conocido realmente.

 

Podían manipular la atmosfera a su antojo, y se decía que el mago de mayor rango entre ellos, al que se le daba el título de “Demonio Celestial”, era capaz de controlar el clima. Sin embargo, por sus poderes, habían sido eliminados casi por completo por los demonios, y se creía que había pocos supervivientes.

 

Algunos incluso los comparaban con dioses y espíritus, y eran venerados no sólo por los humanos, sino también por otras razas como los elfos, los enanos e incluso los hombres bestia. Sin embargo, siempre había gente con malas intenciones, y si se sabe que hay un superviviente de una raza esquiva que se dice extinta, habrá gente que intentará adquirirlo por un precio ridículo. Si la persona que viniera fuera un adulto, Ifelina no tendría la fuerza para defenderse, ya que todavía era una niña. Laura, que se hizo cargo de Ifelina, cuyo pueblo fue destruido por demonios en un incidente hace unos años y se había quedado huérfana, la criaba como sustituta de su madre, haciéndola llevar ropa gruesa, ocultando sus alas al salir de casa. Ella lamentaba tener que hacer sentir a Ifelina tan restringida, pero era inevitable.

 

◇◆◇◆◇

 

Para el almuerzo, Laura preparó el mismo guiso de pollo y verduras que Wynn y Leticia habían comido cuando eran niños, y pan de trigo blando que había comprado en el mercado.

 

“Espero que sea de su agrado.”

“No, es un placer comerlo.”

“Yo también eché de menos este guiso.”

 

Wynn comenzó a comer lo antes posible.

 

“Hay más por si quieren repetir.”

“Ya ves, Letty.”

“¡Ya no comeré tanto como antes!”

“Ahora que lo pienso, recuerdo que esa vez, Letty comió un montón de comida sabrosa…”

“¡Dios! ¿Por qué todos hablan como si fuera una glotóna…?”

 

Cuando Wynn y Laura la molestaron, todos se rieron al ver que Letty colgaba los hombros.

 

Mientras miraba, Laura recordó el día en que los conoció. Wynn estaba cuidando a una joven Leticia como si fuera una mamá pájaro. Cuando Wynn salió al campo por su cuenta a investigar, la atmósfera de Leticia cambió completamente, como si todo su ser fuera distinto. Sus emociones se apagaron y quedó carente de expresión, como una muñeca.

 

Cuando veía a la hermosa y crecida Leticia de ahora, no veía el más mínimo rastro de aquellos días. Como en aquella ocasión, estaba sentada cerca de Wynn y riendo con sus amigos. Al final, Laura no podía saber qué le pasó a Leticia cuando era niña, pero al pasar tiempo con Wynn, pudo dejarlo atrás.

 

Laura movió sus ojos a Ifelina, que estaba sentada junto a Leticia y comiendo un estofado. Liberada de su ropa gruesa y pesada, Ifelina estiró los brazos y las alas, comiendo el delicioso guiso y felizmente hablando con sus amigos que la habían visitado después de mucho tiempo.

 

Las alas con las que volaría libremente por el cielo aún crecían en la espalda de la pequeña Ifelina.

 

Mientras Leticia pasaba su tiempo alegremente ahora, se preguntó si llegaría el día en que pudiera batir sus alas libremente también en el cielo.

 

Debido a la diferencia de raza, el crecimiento de Ifelina había sido muy gradual. Aun así, un día crecería. Laura no podía evitar tener la esperanza de que su querida hija pudiera volar libremente por el cielo cuando llegara ese momento.

 

◇◆◇◆◇

 

“Oye, ¿estás seguro de que la hija del noble va a pasar?”

“Sí, estoy seguro.”

“Si estás mintiendo, te mataré.”

 

Más allá de los barrios bajos que se extendían por las murallas de la Ciudad Imperial. Una zona de campos y prados que se alejaba de las calles de la ciudad. Había un gran almacén construido a lo largo de un camino que se extendía por el centro. Debía de ser utilizado por el propietario de la granja en esta zona, ya que había herramientas agrícolas en él. Era el escondite perfecto para emboscar y atacar a la gente en esta zona abierta y despejada. Y ahora, con la información que Kelvin filtró de su conexión que la hija de un noble estaba haciendo un viaje secreto a la granja con su escolta se habían reunido muchos hombres.

 

“¿De dónde sacaste una historia tan jugosa?”

“Es sencillo. Es simplemente información del grupo de mercenarios al que pertenecí. Es cierto que no me llevaba bien con mis superiores, pero no es que haya roto conexiones con todos ellos. Sólo les invité a una copa o algo para que se fueran de lengua.”

“En primer lugar, ¿por qué la hija de un noble se pasearía por un lugar como éste?”

“¿Quién sabe? No puedo asegurarlo. Sin embargo, no creo que sea algo tan importante. La gente de tan noble cuna debe tener una forma de pensar que está más allá de la comprensión de nosotros, la gente humilde.”

“Hmm, de acuerdo. Si lo que dices es cierto, va a ser un gran botín. La hija de un noble alcanza un alto precio.”

 

El calvo asintió a Kelvin.

 

“Por cierto, si este trabajo tiene éxito y se investiga de dónde se filtró la historia de la muchacha noble, la investigación los llevará fácilmente a mí. Nunca podré volver a trabajar para el Gremio de Mercenarios.”

“Sí, lo sé. No te preocupes, me aseguraré de presentarte exactamente lo que vas a necesitar.”

“Muchas gracias.”

“Te darás cuenta de que, si vas a arriesgar tu vida, es mejor trabajar en este mundo donde puedes ganar mucho dinero que trabajar en el Gremio de Mercenarios.”

 

Inclinando la cabeza educadamente, Kelvin se dio la vuelta y llamó a los hombres que estaban jugando juegos de cartas para matar el tiempo. El calvo estaba mirando a Kelvin que de inmediato sacó una pequeña cantidad de dinero y comenzó a apostar.

 

La mayoría de los hombres que se reunieron en este almacén a toda prisa después de escuchar la historia de Kelvin eran rufianes que se dedicaban a robar y tenían la actitud de cualquier matón que te encontrarías si caminaras diez pasos por los barrios bajos. Sin embargo, entre los hombres que sólo emanaban una sensación de violencia, había algunos que tenían un ambiente de espadachín mezclado. Estaban solos junto a una pared, sin aglomerarse, lejos de los hombres que jugaban a las cartas. No se dejaban llevar por la tensión antes del trabajo, no perdían el tiempo hablando, sólo controlando su propia mente. Los hombres fueron enviados por una organización vinculada al calvo. Por ello, su remuneración era relativamente alta, y sus capacidades estaban garantizadas. Y desde el punto de vista del calvo, Kelvin, el nuevo jugador en el juego de cartas, era del mismo tipo que esos hombres, o incluso algo más que eso. No es que jugara a las cartas para disimular su nerviosismo, sino que se mimetizaba con su entorno, fingiendo ser casual.

 

Se preguntó si era una cuestión de familiaridad con el lugar, o si era una cuestión de personalidad.

 

Sobre todo, la mirada ocasional de locura en sus ojos era algo que sólo podían poseer quienes habían escapado de la muerte en muchos campos de batalla. Incluso el calvo, que conocía a muchos temerarios, era uno de los pocos que había visto a tales personas.

 

‘Ahora, si las habilidades de este tipo son tan buenas como se ve… me voy a ganar un buen dinero.’

 

Había que trabajar de inmediato, pero un talento como éste podía venderse a un alto precio. El calvo ya había empezado a hacer en su cerebro una lista de organizaciones con las que conectarlo.



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