El Maestro del Valiente

Capítulo 99 - Agitación en el subsuelo

 

No estaban lejos de Louis y Locke, que iban en cabeza. Se detuvieron frente a lo que, según el mapa, debía ser un gran espacio.

 

“Este olor…” El rostro de Leticia se tornó algo sombrío. Era un olor familiar para ella: el olor de la muerte.

 

Dando la vuelta, Locke se puso en pie tambaleándose y apoyó las manos en la pared de roca. Cuando Cornelia y Lino regresaron un poco por el camino, estaban pálidas y tuvieron que sentarse, tapándose la boca. Wynn y Leticia se asomaron al interior entre Oort y los demás.

 

 

Tragaron saliva. El espacio era lo suficientemente grande como para llamarlo plaza. El techo estaba más alto que el del camino y estaba fuertemente reforzado con pilares de apoyo. Cuando esta mina aún se explotaba, era posible que se utilizara como lugar de descanso para los mineros. En el interior, encontraron los restos de lo que probablemente habían sido originalmente una mesa y sillas, así como las herramientas utilizadas para cavar, dejadas al azar. Lo mismo ocurría con los pilares de refuerzo y sus herramientas, aunque también estaban muy deteriorados. El agua subterránea que rezumaba de las grietas de las rocas del techo caía a chorros, empapando el suelo como después de la lluvia. Y entonces…

 

“…Toda esta sangre y huesos no pertenece a humanos…” frunciendo el ceño, Oort entró en la habitación e hizo rodar un hueso en el suelo con el pie.

 

Junto con los huesos esparcidos, había un líquido rojizo y negro parecido a la sangre esparcida por todo el suelo. Quizá fuera por las gotas de agua que caían del techo, pero nunca se secaban y llenaban la habitación de un olor nauseabundo. No soplaba el viento y el olor estancado hacía que incluso se les llenaran los ojos de lágrimas, pero Oort y los tres entraron en la plaza sin preocuparse. Wynn y Leticia siguieron su ejemplo. Cuando Leticia se acercó a un lugar con piso relativamente sólido donde estaban los huesos dispersos, se agachó. Desde ahí no podía ver la expresión de la cara de Wynn, pero observaba los huesos con atención. Finalmente, miró a Wynn, que estaba de pie detrás de ella, observándola.

 

“…Tal vez, pudiera ser que estos huesos pertenecieran a un goblin…”

 

Los huesos estaban esparcidos por una gran superficie, y algunos de ellos habían sido aplastados, pero a juzgar por su tamaño, se diría que eran del tamaño de un niño humano de diez años. Leticia lo adivinó basándose en los rasgos de su diminuto físico y su cráneo.

 

“Letty, ¿los reconoces?”

“Sí. Los he visto en lugares al aire libre donde ha habido muchas batallas.”

 

Wynn y los demás habían visto antes cadáveres de goblins, pero nunca se habían tomado el tiempo de observar su estructura ósea. Estaba claro que Leticia había pasado una cantidad de tiempo inmensa en el campo de batalla que ninguna persona ordinaria podría medir.

 

“Pero, ¿no es extraño, Onii-chan?”

 

Las únicas cosas esparcidas por alrededor de la plaza eran huesos y un líquido que parecía ser sangre. No sería de extrañar que también la carne y los órganos estuvieran salpicados por todas partes, dado el aparente ataque. En primer lugar, el olor a muerte en la habitación sugería que esto había ocurrido recientemente.

 

“Pero, ¿por qué quedarían sólo los huesos?”

 

Todos los huesos parecían haber sido limpiados y la carne había sido removida hasta el último trozo. Sin responder inmediatamente a la pregunta de Leticia, Wynn miró por toda la plaza. Las paredes de roca de la plaza tenían varios caminos ramificados aparte del que habían venido. Por el momento, no había sombras sospechosas de demonios dentro del rango de las luces de “Luz Mágica” que poseían Wynn y los demás. Había veces que las grandes bestias mágicas se comían a los más demonios débiles, como los goblins, pero, aun así, era probable que hubiera trozos de carne sobrantes.

 

“Letty, ¿se te ocurre algún demonio que sea capaz de hacer esto?”

“Si fuera un demonio de forma irregular como un limo… pero un demonio así derretiría hasta los huesos.”

 

Cuando Leticia dijo eso…

 

“…Sea lo que sea, significa que algo pasa. Oye, Wynn. Y Leticia-sama. Volvamos al pasillo. En todo caso, necesitamos tomar un descanso, pero ni siquiera podemos comer aquí.” Oort, que de alguna manera había llegado a una posición en la que podía oír la conversación de Wynn y Leticia, les hizo un gesto para que se acercaran.

 

Ninguno de los dos tuvo ninguna objeción a la opinión de Oort, y decidieron regresar.

 

Volvieron por donde habían venido y se encontraron a Cornelia y a Lino sentadas, todavía pálidas. Ellas habían visto la escena de horribles cadáveres muchas veces, pero el impacto era diferente cuando estás preparado para ello a cuando te los encuentras de forma inesperada. Locke también estaba psicológicamente conmocionado, pero se recuperó más rápido de lo que las dos mujeres, y él y Wedge, que habían mantenido la calma, se colocaron delante y detrás del camino, alerta. Cuando Wynn agitó la luz de Luz Mágica en su mano, Locke se acercó con una expresión de alivio en su rostro.

 

“Wynn. ¿Cómo fue? Quiero decir… ¿había algún demonio, o mataron a alguien?”

“No, Letty cree que esos huesos dispersos podrían ser de goblins.”

“¿Goblins? Ya veo…” Locke miró por encima del hombro de Wynn hacia la plaza. Él también debía haberlo notado. Aunque aquellos huesos no pertenecieran a una persona, algo más fiero que los goblins estaba al acecho en este camino de mina abandonada.

 

Wynn y los demás volvieron por donde habían venido, y encontraron un terreno seco, lo más alejado posible de las aguas subterráneas, y decidieron tomar un descanso allí. Pensando que sería seguro encender fuego, ya que habían pasado por allí, encendieron la leña. Una luz con calor, diferente a la “Luz Mágica”, iluminó el interior del camino de la mina abandonada.

 

Wynn tomó un sorbo de agua de la cantimplora que colgaba de su cintura. Dejó escapar un gran suspiro. Al sentarse, también se dio cuenta de que estaba más cansado de lo que pensaba. Temiendo que el olor de comida cocida flotara en el aire y atrajera demonios, sólo hirvieron agua y la vertieron en tazas de madera. La comida consistía únicamente en carne seca, frutos secos y pan duro. Aun así, mientras el fuego calentaba su cuerpo y ponía comida en su estómago, sintió que su mente tensa empezaba a relajarse. El parpadeo y el calor de las llamas, a diferencia de “Luz Mágica”, calmaron su mente tensa. Leticia tomó una bolsa llena de uvas secas del equipaje que había descargado y se sentó junto a Wynn.

 

“¿Quieres un poco, Onii-chan?”

“Gracias.” Le agradeció a Leticia que se las ofrecía y se echó unas cuantas a la boca. Un dulce sabor se extendió por su boca. Era una comida insípida, lo que hacía que lo dulce supiera aún mejor. Tomó unas cuantas uvas secas más de la bolsa de Leticia y se las dio a Cornelia y a Lino.

 

Las chicas parecían haberse puesto por fin cómodas, y la sangre parecía haber vuelto a sus pálidos rostros.

 

“Entonces, ¿ya se ha calmado por fin, Su Alteza?”

“Sí, ya estoy bien.” Cornelia le sonrió a Oort, que la llamó.

“Bueno… Pensé que teníamos suerte de que no hubiera demonios como goblins o kobolds, pero aparentemente no es así.” Oort se encogió de hombros y dijo en un tono ligeramente juguetón. Probablemente estaba tratando de cambiar la atmósfera pesada que todavía se cernía sobre el lugar, aunque ya se había relajado un poco “Pero, bueno, originalmente esperábamos que hubiera algún tipo de demonio o bestia, así que es de esperar.”

“Asumiendo que esos huesos pertenecen a goblins, diría que el ataque fue reciente. Además, gracias a que esos goblins fueron atacados, ahora sabemos que algo acecha en este camino abandonado. Eso es información valiosa.”

No deberíamos bajar la guardia, aun cuando no hubiera nada acechando.

 

Wynn asintió a las palabras de Eliza.

 

“¿Averiguaron cuál fue el demonio que atacó a los goblins~?”

“No dejaron nada de carne, ni siquiera un solo trozo…” Oort se cruzó de brazos y pensó en la pregunta de Lino.

“A mí tampoco se me ocurre nada. El único demonio que puede hacer que un cadáver esté en un estado similar es un limo…”

“Si se trata de limo, Letty lo fundirá hasta secarlo.”

 

Dijo Wynn, y Leticia asintió.

 

“Hay muchos tipos de demonios, algunos de los cuales ni siquiera yo he visto antes. Deberíamos estar atentos a ellos de todos modos.”

“Independientemente de la identidad del demonio, el daño en este camino abandonado ez peor de lo que pensaba… Va a ser difícil luchar con todas nuestras fuerzas.” Louis recogió la lanza que había dejado en el suelo mientras comía, y les mostró la punta de la lanza apuntando al techo.

“¿Y eso por qué?”

“Por la madera que sostiene el techo. La mayoría de los lugares en los que se encuentran corren peligro de desprenderse, pero como acabo de ver en el techo de la plaza, su deterioro es muy grave.”

 

Wynn se volvió hacia la cara de perfil de Cornelia, que miraba al techo, siguiendo la punta de la lanza de Louis.

 

“Es peligroso, ¿no?”

“Están podridoz. Los refuerzos son inútiles. Podrían derrumbarse al menor impacto.”

 

A la entrada del camino de la mina abandonada, Eliza les había advertido que, en las minas, no usaran magia de ataque de gran potencia, especialmente la explosiva. Viendo su estado, parecía que podría derrumbarse no sólo por la magia, sino también por el impacto de un arma siendo blandida.

 

“Sobre eso, Onii-chan. Tengo algunas ideas.”

“¿Algunas ideas?”

“Sí. Voy a probarlo más tarde. Si funciona, tal vez no tengamos que preocuparnos por eso.”

 

Si Leticia lo decía, entonces debía de ser así. Wynn asintió.

 

“Ni siquiera sabemos qué demonio es, pero de todos modos tendremos más cuidado que nunca.”

 

Cuando Wynn se volvió hacia Cornelia y dijo eso, no sólo Cornelia sino los demás asintieron también.

 

◇◆◇◆◇

 

‘Yo que tengo el poder, te ordeno que hagas mi voluntad. Vuelve a la forma de tus mejores días.’

 

El hechizo de Leticia resonó en el camino de la mina abandonada. Un resplandor dorado que brotaba del cuerpo de Leticia viajó por las yemas de sus dedos hasta la madera podrida de los refuerzos de madera.

 

“Whoa…”

 

Un suspiro de admiración se escapó de todos. Los refuerzos de madera, tocados por el brillo dorado, quedaron como nuevos, como si acabaran de ser ensamblados.

 

“Imposible… ¿cómo es que esto…? Increíble.” Eliza temblaba incontroladamente.

“…Huf.” Finalmente, Leticia exhaló una pequeña bocanada de aire y abrió los ojos, que habían estado cerrados. “Ahora, los refuerzos de este túnel deben ser tan fuerte como lo eran cuando la mina aún estaba activa. No creo que un impacto haga caer el túnel tan fácilmente.”

“Sí-Sí, cierto…”

 

Tanto Oort como Louis miraron a Leticia con los ojos muy abiertos.

 

“Ya veo. Así que esta es la magia que dijiste que querías probar. Es la misma magia que Tiara-sama usó antes en el cobertizo donde vive Seri, ¿verdad?”

“Así es, Onii-chan. Vi a Tiara usarla en ese entonces.”

“Realmente están como nuevos…” dijo Cornelia, tocando la superficie de madera de los refuerzos.

“¿Hizo este hechizo en todo el camino de la mina abandonada?”

 

No sabían cuál era la longitud total de los túneles de toda la mina, pero parecía que el poder mágico se extendió por toda ella. No sólo eso, sino que también había madera de hace sesenta años, bueno, ese era el número de años que la mina estuvo abandonada, así que debía de haber décadas o incluso siglos de madera vieja. El tiempo fue rebobinado hasta que todos quedaron como nuevos.

 

Y de niña voló solo dejando salir su poder mágico… Eliza miró a Leticia con asombro. Quizá ha aprendido a controlar su magia y realmente no tiene límites.

 

“Ey, y si usa esa magia en mí, ¿me haría joven de nuevo~?”

“No creo que eso sea posible. Esta magia no parece funcionar con seres vivos.” Eso es lo que dijo a la pregunta de Lino. Aunque no se había probado más, tal vez podría hacerse.

 

Más importante… Leticia se miró las palmas de las manos. ¿Qué es lo que sucede? Cuando usé magia antes, algo se sintió extraño… Tuvo la sensación de que la magia, que se extendía como ondas creadas al dejar caer una gota sobre la superficie del agua, no se transmitía bien durante el proceso. Fue como si se hubiera topado con algún tipo de obstáculo en las profundidades del camino de la mina abandonada.

 

“¿Qué pasa, Letty?” Un poco más adelante, en la bifurcación del final de la plaza, Wynn se volvió y miró a Leticia.

 

Parecía que todos, excepto Wynn y Leticia, ya habían empezado a avanzar.

 

“Lo siento. No es nada.” Con eso, Leticia corrió hacia Wynn.

 

¿Fue mi imaginación? No, mejor lo repaso luego y se lo cuento a todo el mundo. Sin dejar que estos pensamientos se reflejaran en su rostro, Leticia siguió a sus amigos que iban delante de ella junto a Wynn.


Gente, si les gusta esta novela y quieren apoyar el tiempo y esfuerzo que hay detrás, consideren apoyarme donando a través de Paypal por la plataforma Ko-fi: https://ko-fi.com/frizcop