El Maestro del Valiente
Capítulo 100 - Los habitantes del subsueloIncluso
en las profundidades de la tierra, donde no llega la luz, existen diversas
formas de vida. Algunas especies vivían bajo tierra desde su nacimiento hasta el
final de su vida, mientras que otras hacían todo lo posible para mantenerse
calientes en invierno. Los goblins que habían establecido su asentamiento en la
plaza eran de los últimos.
Ratas,
lagartos, serpientes, escorpiones, arañas, gusanos. Incluso había camarones y
peces en los estanques de agua subterránea. Y algunos de ellos habían
sido afectados por el miasma y se habían convertido en demonios. Había menos comida bajo la
tierra que en la superficie, y las bestias debían de comerse las unas a las
otras. En la mayoría de los casos, era un mundo de débiles y fuertes, donde el
más grande se come al más chico. Incluso ellos también se encontraron en una relación de
depredador y presa en este mundo sin luz.
Al principio eran las criaturas más débiles que vivían en el camino de la mina abandonada, y sólo podían alimentarse de la carroña de criaturas muertas y demonios en la lucha por la supervivencia. Pero esa situación cambió un día. Un fuerte miasma surgió de las profundidades del camino de la mina abandonada, y casualmente, pasó que su nido estaba cerca del lugar. Cuando fueron expuestos a tal intenso miasma, su composición corporal cambió y se convirtieron en demonios. Los demonios se multiplicaron rápidamente y devoraron a las distintas criaturas del camino de la mina abandonada. Extendieron gradualmente su poder desde las profundidades de la tierra hasta la entrada. Los goblins de la plaza fueron presas muy mordaces. Habían expandido rápidamente su poder en el camino de la mina abandonada, pero para seguir haciéndolo, necesitaban encontrar más presas. Fuera del camino de la mina abandonada y en el mundo donde había sol, ahí es donde buscarían presas más nutritivas. Pero antes de que pudieran hacerlo, una presa bípeda, diferente a los goblins, apareció frente a ellos. Sólo había nueve de ellos. No eran suficientes para llenar las barrigas de todos, pero eran presas más grandes que los mismos goblins. Era la presa perfecta sobre la que abalanzarse.
◇◆◇◆◇
Las
campanas de la iglesia daban la hora en la ciudad, y el sol naciente, la luna y
las estrellas daban la hora en el exterior. Sin embargo, no había forma
de saber la hora exacta en el camino de la mina abandonada en las profundidades
del subsuelo. Oort, que era el guía, calculaba las fuerzas de todo el
grupo y decidía cuándo era el momento de descansar y dormir antes de continuar. Pasaron dos días mientras se
adentraban en el camino de la mina abandonada.
Habían
recorrido un largo camino desde la plaza donde yacían los cuerpos de los goblins. Los soportes de apoyo que antes
se habían estado derrumbando habían sido retrocedidos en el tiempo por la magia
de Leticia, por lo que había poco peligro de derrumbe. De lo que Leticia tenía
curiosidad era sobre el lugar donde su magia parecía haber sido bloqueada, pero
por el mapa, parecía estar al final de un camino diferente al que estaban Wynn
y los demás.
“Si tiene curiosidad, puede enviar una solicitud de
investigación al Gremio de Aventureros después de llegar a Lyon.”
Eso
es lo que dijeron Oort y los demás cuando escucharon la historia de Leticia. En lo más profundo del
camino de la mina abandonada, había algo que había inhibido la magia del Valiente. No se habían topado con ningún
demonio en el camino, y afortunadamente tampoco habían encontrado ningún
escorpión venenoso o víbora que intentara meterse en su equipaje.
Debido
a la viscosidad de las aguas subterráneas mezcladas con minerales, era difícil el
saber cuán dañina podría ser, y si la bebieran sin tenerlo en cuenta, perderían
la vida, pero si procedían con precaución, estarían bien. Sería un buen trabajo para
un joven aventurero. Hablaban de estas cosas mientras bajaban con cuidado. Finalmente, llegaron a una
encrucijada distorsionada. Las intersecciones del camino eran circulares y anchas, y si
ibas en línea recta, la pendiente era descendente, mientras que los caminos de
los lados eran ascendentes.
“Parece que tenemos que girar a la derecha por ezte
camino.” Louis, que
estaba mirando el mapa, se volvió y dijo.
Lino talló un marcador con el carbón de la hoguera.
“Hmm... ahora vamos a ir en subida.” Se limpió el sudor de la cara con una toalla de mano y bebió
un sorbo de agua.
La
pendiente del túnel subía y bajaba con bastante frecuencia. Mientras se detenía para
comprobar el mapa, Wynn sacó una nuez de la bolsa de cuero que llevaba colgada
en la cintura y se la metió en la boca.
“¿Quieres un poco, Letty?”
Wynn
le ofreció a Leticia, que estaba a su lado, pero ella no respondió y se detuvo
agarrando con fuerza su brazo. Leticia miró a su alrededor con una mirada de fiereza en sus
ojos.
“¡Algo se acerca!” Leticia sacó la espada que llevaba en la cintura.
Al
oír la voz de advertencia de Leticia y verla sacando la espada de su vaina,
todos pusieron las manos en sus armas. Cornelia, especializada en magia de concesión, y Eliza, una
maga, iluminó toda la plaza con Luz Mágica, y las otras siete personas que las
rodeaban empuñaron sus armas. Gracias al amplio espacio abierto en la intersección, tanto
el hacha de Oort como la lanza de Luis podían blandirse sin problemas. Al igual que Leticia, Wynn
sacó su espada y miró alrededor buscando alguna señal mientras reforzaba su
espada con magia.
...¿No se siente ninguna presencia?
No
sólo Wynn, sino también Oort y los demás, Locke, Wedge y Lino, miraban
alrededor, buscando al enemigo. Parecía que Leticia era la única que sentía la presencia. Pero siempre había algo que
acechaba en el fondo.
“…¡Lino-san! ¡Arriba!” Advirtió Leticia con rapidez.
“¿¡Por arriba!?” Cuando Lino levantó la vista, algo le fue lanzado.
“…¡Gaaah!” Wedge, que rápidamente extendió su brazo izquierdo para
proteger a Lino, dejó escapar un grito de dolor.
“¡Wedge!”
“¡Dezgraciado!” Al mismo tiempo que el grito de Lino, Louis arrojó su lanza
hacia el techo. Se oyó el sonido de algo siendo aplastado y un crujido, y el
sonido de la punta de una lanza atravesando y clavándose contra la pared de
roca.
“¿¡Hormigas!?”
El
objeto que fue atravesado por la lanza de Louis y cayó al suelo era una hormiga
gigante de unos 50 centímetros de largo.
“¡Wedge-san, ven aquí!”
Wedge,
con la cara contorsionada por el dolor, se sujetó el brazo y se dejó caer hacia
donde estaba Cornelia. El ácido fórmico había invadido los guantes de cuero de
Wedge, y la piel bajo ellos estaba dolorida como si se hubiera quemado
gravemente.
Qué terrible... Cornelia lavó rápidamente el ácido fórmico con agua e
inmediatamente empezó a recitar magia curativa. Si no lo hiciera a toda prisa,
la carne de su brazo se derretiría y llegaría al hueso.
“¡Serás…!” Lino blandió su espada contra una hormiga que intentaba
pasar por detrás del grupo a través de la apertura que había dejado Wedge. La punta de la espada
golpeó la coraza exterior de la hormiga, pero no llegó a atravesarla, sino que
sólo arañó la superficie.
“¡Estas cozas son muy duras!” Gritó Louis mientras atacaba en rápida sucesión con la lanza. Sus ataques alcanzaban con
velocidad las cabezas y los cuerpos de las hormigas que avanzaban, pero no
parecían ser eficaces, ya que las puntas que sobresalían rebotaban en la coraza
exterior en el ángulo equivocado. “¡Uza tu magia, Eliza!”
‘¡Obedéceme,
espada! Yo que conozco la verdad de la espada, ¡revélate!’ Eliza utilizó magia de
concesión.
La
punta de la lanza de Louis recibió poder mágico y se iluminó con un tenue
brillo. La lanza de Louis, cuyo filo había sido reforzado con poder mágico,
logró dañar a las hormigas sin ser repelida por su dura coraza, aunque esta vez
solo fue ligeramente desviada.
“¡Ha!”
En
este caso, la lanza de Louis, con su larga extensión, era un arma eficaz contra
las hormigas. Penetraba a las que venían hacia él desde el techo, que era un
lugar donde cualquier otra arma tendría problemas para llegar.
Por
otro lado, Oort estaba teniendo más dificultades que Louis. El arma de Oort era un
hacha de batalla. Esta pesada arma tenía un corto alcance. Pero, al ser más
pesada, incluso las cabezas y los abdómenes de las hormigas con las corazas más
duras eran fácilmente aplastadas por el hacha blandida hacia abajo. Sin embargo, debido a su
lenta maniobrabilidad, los brazos y piernas de Oort habían sido mordidos por los
afilados dientes como cuchillas de las hormigas, provocando que perdiera sangre. Aun así, evitaba que el
peligroso ácido fórmico emitido por las hormigas golpeara directamente su cuerpo
utilizando el hacha como escudo, probablemente debido a la experiencia cultivada
con el tiempo.
‘¡Yo, que conozco la verdad del viento, se un escudo para
bloquear la espada del mal!’ Después de reforzar mágicamente
la espada de Louis, Eliza impidió hábilmente el ácido fórmico que había sido lanzado
hacia ellos recitando una serie de magia de barrera de viento.
Justo
al lado de Eliza, Lino mantuvo a las hormigas lejos de ella.
Mientras
tanto, Wynn y Leticia también blandían sus espadas lado a lado. Junto a ellos, un Wedge
herido estaba siendo atendido por Cornelia. Leticia sobresalía más que Wynn
al blandir su espada. No era la “Espada del Espíritu Santo” que destruyó al Rey
Demonio, sino una mera espada de caballero, pero el brillo dorado que envolvía
a Leticia y la espada cortaban la supuestamente dura coraza exterior de las
hormigas como si fuera papel. Ella atravesaba las hormigas, que se movían ágilmente en el
camino de la mina abandonada sin ninguna dificultad, pero, aun así, las que no
lograba matar se acercaron a Wynn.
“¡No se acaban!” Cortando la cabeza de una de las hormigas y apartándola de
una patada con el pie, Wynn miró alrededor de la plaza en busca de un camino.
El
lugar donde las hormigas salían como agua por un grifo era el camino del medio
en la intersección. Era del camino que bajaba. Probablemente había un nido
de hormigas más adelante. El techo del camino, las paredes a ambos lados y el suelo
estaban cubiertos de hormigas, tantas que no podía encontrar ningún hueco, y
parecía que brotaban sin cesar. Las hormigas se acercaban desde el techo, fuera del alcance
de Leticia, y disparaban ácido fórmico desde su abdomen. Wynn, que estaba siendo hecho
retroceder lentamente por las hormigas que no paraban de venir, no tenía
suficiente espacio para esquivar el ácido fórmico, por lo que rápidamente
utilizó su espada para bloquearlo.
El
grupo se estaba dividiendo gradualmente en dos, desde el centro hacia los
caminos de la izquierda y la derecha, ya que las hormigas venían del camino del
medio que iba hacia abajo. En el lado derecho del camino, el que se decía llevaba a
Lyon, estaban Oort, Louis, Eliza y Lino. En el lado izquierdo del camino estaban
Wynn, Leticia, Cornelia, Locke y el herido Wedge.
“¡Onii-chan! ¡Aquí está demasiado estrecho, nos están
abrumando! ¡Tal vez deberíamos correr hacia la parte de atrás!” Sugirió Leticia mientras cortaba de un solo golpe a tres
hormigas que habían saltado del techo.
“¡A este ritmo no nos podremos mover! ¡Nosotros nos
adelantaremos!” Se escuchó el grito de Oort. “También hay un
camino que lleva a Lyon desde allí. ¡Pero es más largo!”
“¡Muy bien! ¡Letty! ¡Locke! ¡Hay que retroceder! Cornelia-san,
¿puedes iluminar?”
“¡Ya lo tengo!”
“¡Muy bien! ¡Entonces no hay tiempo que perder!” Wynn se apoyó a Wedge en el hombro y lo levantó.
“Lo siento, Wynn.”
Cornelia,
que iluminaba con Luz Mágica, lideró el camino y saltó al sendero de la
izquierda, seguida por Wynn, que sostenía a Wedge.
“¡Locke-san, tú ve adelante!”
Leticia
cortó con su espada y mantuvo a las hormigas a raya. Hizo movimientos llamativos
para que las hormigas se acercaran a ella, aunque fuera un poco. Tras confirmar que Locke había
saltado al camino, Leticia también se lanzó.
¡Podría haber utilizado magia para eliminarlos!
Sin
embargo, si hubiera usado magia de alto poder en un pasaje tan estrecho, los engulliría
a todos. Las hormigas se precipitaban como un tsunami desde el techo,
las paredes a ambos lados y, por supuesto, desde el suelo, y la visión de
Leticia se llenó de hormigas. No podía ver a Oort y a los demás que se habían ido por el lado
derecho del camino.
“¡Letty!” Se escuchó la voz de Wynn
desde el camino.
“Estoy bien. ¡Ustedes adelántense!”
Ácido
fórmico cayendo como la lluvia, dientes afilados amenazando con morder en
cualquier momento. Ella atravesó a las hormigas que habían caído del techo
hasta encima de su cabeza en una sola línea vertical, y luego saltó hacia
atrás. El ácido fórmico desprendido creó un charco bajo los pies de Leticia.
‘¡Yo
desato una cadena para restringirlos!’ Saltó más hacia atrás y recitó un hechizo. Una cadena de luz se
extendió desde la mano izquierda de Leticia y amarró a las hormigas.
Las
hormigas atrapadas por la magia de cadenas de luz se quedaron quietas, obstruyendo
el camino como un tapón. Al ver esto, Leticia se dio la vuelta y subió por el camino. El brillo del poder mágico
que desbordaba de su propio cuerpo iluminaba el camino. Mientras subía por el
traicionero sendero, pudo ver a Wynn y a los demás delante. Locke, que parecía haber
cambiado de lugar con Cornelia a la cabeza del grupo, corría con un palo al que
le habían lanzado “Luz Mágica”.
“¡Hay otra plaza más adelante!” Gritó Locke.
Leticia
se dio la vuelta. El camino detrás de ella, iluminado por el resplandor de su
poder mágico, seguía desprovisto de hormigas. Sin embargo, los agudos
sentidos de Leticia detectaron la presencia de un enjambre de ellas que se
acercaba por detrás.
“¡Hay más hormigas que vienen por detrás! ¡Rápido, a
ese lugar!”
Cornelia
fue la primera en llegar. Wedge, que se había lesionado el brazo, tardó en llegar. Wynn corría junto a él,
pero no estaba seguro de que llegarían a la plaza antes de que los alcanzaran las
hormigas. Leticia volvió a mirar hacia atrás. Se veían como un gran
número de sombras negras retorciéndose. En los oscuros y maltrechos caminos de la mina abandonada,
las hormigas, que era insectos demonio, se movían más rápido que las personas. Finalmente, Wynn y Wedge
llegaron a la plaza. Leticia se detuvo de nuevo y entonó un rápido conjuro.
‘Conociendo la verdad de la tierra, ¡liberaré una lanza que
atravesará todas las cosas!’
La
magia era “Lanza de Colmillo de Grava”. Varias lanzas de roca fueron creadas desde el techo, las
paredes a ambos lados y el suelo, perforando a las hormigas de adelante y
esparciendo sus fluidos corporales por el suelo. Sin comprobar la situación,
Leticia corrió hasta la plaza donde Wynn y los demás esperaban. Entonces se oyó un ruido
como un rugido detrás de ella. El techo del camino de la mina abandonada se había caído
debido a la magia Lanza de Colmillo de Grava de Leticia. Toneladas de rocas cayeron
hacia las hormigas. Pequeños trozos de piedra y polvo siguieron tras Leticia,
pero no le alcanzaron grandes rocas ya que la pendiente era ascendente.
“¡Letty!”
“¡Onii-chan!”
Cuando
salió del camino y entró en la plaza, Wynn estaba esperando a Leticia. Ella saltó a los brazos de él. Wynn la abrazó para
protegerla. El rugido que sacudió el aire fue aún más intermitente, y la
armadura de cuero de la espalda de Wynn fue golpeada por pequeños trozos de
roca. Finalmente, los escombros
dejaron de volar y el sonido disminuyó.
“Eso fue una locura...” Murmuró Wynn mientras abrazaba a Leticia. El extremo del camino por
el que Wynn y los demás habían subido estaba completamente bloqueado por las
rocas.
“Onii-chan… me duele…”
“Lo siento.” Pensó, dándose cuenta de que pudo haber puesto un poco de
fuerza de más de la necesaria en el abrazo.
Cuando
Wynn soltó a Leticia, ella no se desprendió inmediatamente de su cuerpo, sino
que permaneció en la misma posición y dejó escapar un pequeño resoplido de
aire.
“Wedge, ¿te encuentras bien?”
Wedge
estaba encogido en el centro de la plaza, sujetando su brazo izquierdo, que había
sido expuesto al ácido fórmico. Sus heridas no se curarían en el corto plazo.
“Volveré a aplicar el hechizo de curación
inmediatamente.” Cornelia se apresuró a
acercarse.
“No creo que esas cosas puedan venir tras nosotros
ahora.” Wynn se acercó con cautela al
camino que había quedado sepultado por la caída y tocó una gran roca que estaba
más que a mano. “¿Lino, Oort y los demás estarán bien?”
Aunque
estuvieran a salvo, de seguro que habrían escuchado el sonido del derrumbe. Espero que no los preocupemos,
pensó Wynn.
“¿Qué pasa…?” Oyeron la voz pequeña y ansiosa de Cornelia mientras
intentaba lanzar un hechizo de curación a Wedge. “Mi magia… No
puedo sentir mi magia...”
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