El Maestro del Valiente
Capítulo 109 - Mañana en LyonCuando
por fin salieron de la fiesta de bienvenida, que se prolongó hasta casi la
medianoche, Wynn y los demás fueron conducidos a sus habitaciones en el palacio
real. Leticia y Cornelia se
quedarían en la habitación de invitados, y Wynn y el resto del equipo se quedarían
en una habitación privada cerca de la habitación de invitados. Normalmente, se les proporcionaría
una habitación para los asistentes en el palacio imperial construido en la
ciudad real de Lyon, pero el hecho de que se les proporcionara una habitación
en el palacio real, cerca de las habitaciones nobles, debió de deberse a la
complicada posición de Wynn. Desde la perspectiva del Reino de Lyon, la posición de Wynn era
la de una persona importante que tenía una fuerte influencia sobre Leticia. Sin
embargo, desde la perspectiva de miembro del escuadrón que servía a la princesa
Cornelia, sus posiciones eran las de iguales. Como resultado de esta
consideración, probablemente se prepararon las habitaciones para Locke, Wedge y
Lino. Lino, que llevaba
tiempo interesándose por el banquete real, se alegró de ello. La familia Halen, la
familia a la cual pertenecía Lino, era una familia noble de rango inferior con título
de sires. Nunca había formado
parte de la glamurosa escena social, y mucho menos de los eventos del palacio
real. Además, al ser una
familia con una corta historia, cuyo abuelo fue nombrado Sir por sus hazañas
militares, aunque eran nobles, llevaban una vida que no defería de la gente
corriente.
“Uwaa… Me alegro de ser una subordinada del capitán~.”
Como ella no una invitada de honor, no llevaba un vestido como Leticia
y Cornelia, pero expresó felizmente su agradecimiento a Royce, que no estaba
presente. No mostraba ningún cansancio por el largo viaje, y miraba con alegría
a los nobles del Reino de Lyon reunidos a su alrededor como escolta de
Cornelia. Wedge también la acompañaba,
alcanzando de vez en cuando los montones de comida al estilo lyonés que había
en la mesa. Parecía estar disfrutando también, ya que tenía una sonrisa en la
cara que no solía mostrar. Wynn estaba impresionado con el valor de Wedge, ya que era un
plebeyo y, sin embargo, no parecía estar intimidado en absoluto por esta reunión
de nobles de alto rango. Lino y Wedge pudieron disfrutar de la fiesta con tranquilidad
porque el resto tuvo que lidiar con un flujo constante de visitantes. Cornelia, la
representante de la delegación del Imperio Lemmrousell, y Leticia, fueron
recibidas por un flujo constante de gente. En cuanto comenzó el banquete, se
reunieron tantas personas que los oficiales del Reino de Lyon se apresuraron a
organizar la fila. Wynn, al igual que Lino y los demás, había estado esperando
junto a Leticia y Cornelia, pero después de ver que los saludos se
desarrollaban en orden y sin mayores interrupciones, decidió trasladarse a un
lugar donde no lo molestaran.
“Onii-chan, ven aquí un segundo.”
“Escudero
Wynn, ¿podría venir por aquí después?”
Leticia y Cornelia se turnaron para llamarlo y presentar a Wynn
a cada uno de los asistentes al banquete que deseara saludarlas, así que Wynn
no tuvo tiempo de descansar y estuvo saludando a mucha gente.
“Su excelencia, permítame presentarlos. Este es mi maestro, Wynn
Bird, que me ha estado enseñando y guiando.”
“Este
es mi caballero de mayor confianza, el escudero Wynn, quien es también el
mentor del Valiente Mavis-sama y mi compañero de escuela. Quería presentártelo
para que lo conociera.”
Era un banquete ofrecido por la familia real. Las personas
invitadas a este evento eran ministros y burócratas relacionados con la
política nacional, oficiales militares de alto rango del ejército y nobles con
títulos como duque y conde. Sin embargo, cuando Wynn fue presentado por Leticia
y Cornelia, todos ellos mostraron una expresión de sorpresa, pero poco después
de una gran sonrisa y luego de presentarse cortésmente, extendieron sus manos
para un apretón.
Trataron
a Wynn, un joven plebeyo, como si fuera una persona de alto rango.
“Me pregunto si podría presentarnos también, Mavis-dono.
Princesa Cornelia.”
“Con
gusto, Su Majestad.”
“Por
aquí, por favor.”
También intercambió saludos con el rey Dalis de Lyon, que llegó
tarde al evento.
“Es un honor conocerte, Wynn Bird-dono.”
“Para
mí también es un honor conocerlo, Su Majestad.”
Wynn se arrodilló y agachó la cabeza. Leticia esperaba a su lado
con una sonrisa en el rostro, y Cornelia se inclinó ligeramente ante el rey
Dalis.
“Por favor, levanta la cabeza, Maestro del Valiente. El banquete
de esta noche se celebra para darte la bienvenida. No hay necesidad de ser tan
temeroso.”
“No,
no es miedo lo que tengo, Su Majestad. Pero tampoco podría hacer lo que me pide.”
“Como
digo, está bien. Además, no quiero seguir teniendo al Maestro inclinado frente
a su discípula. Ahora, por favor, levántate.”
No podía permanecer de rodillas para siempre si el propio rey
Dalis se lo pedía. Cuando Wynn se puso en pie, el rey le dedicó una profusa inclinación
de cabeza.
“Entonces, Valiente-dono, princesa Cornelia. Si las acaparo a las
dos para siempre, eso herirá mi imagen ante mis vasallos. Me disculparé, pero
por favor, relájense y disfruten de la fiesta.”
Tras decir esto, el rey Dalis se alejó de los tres. Le siguió el
siguiente grupo de personas que querían saludar al rey. Wynn lo miró y dejó
escapar un gran suspiro de alivio. Su conversación con el rey Dalis le había puesto muy nervioso, sin embargo, la forma
en que los nobles del reino lo trataban, tan diferente a la del imperio, le
hacía sentirse extraño.
“Deberías de actuar más digno.”
“Vamos
a saludar a esa gente de allí. Wynn-kun, ¿me acompañas?”
Las dos chicas estaban claramente divertidas con Wynn. Leticia y Cornelia,
con sonrisas traviesas en sus rostros, dijeron esto y caminaron por el lugar
con Wynn. Wynn había estado tan
nervioso por el trato desconocido que no se había dado cuenta, pero, de hecho,
los tres habían atraído mucha atención desde antes, no sólo por el hecho de ser
invitados del Estado. Los ojos del público puestos en ellos eran los de los jóvenes
aristócratas de Lyon. Los hombres se centraron en Leticia y Cornelia, y las mujeres en
Wynn. Una joven princesa
soltera del gran Imperio Lemmrousell, y la hija de una gran familia noble, Duques
del Imperio Lemmrousell, que además era también el Valiente. Y luego estaba aquel
que tenía el título de Maestro del Valiente.
Para
los aristócratas de Lyon, era una oportunidad ideal para hacer conexiones. Por ello, cada uno de
ellos había acudido a este lugar con sus hijos e hijas, pero como los tres estuvieron
siempre juntos, no hubo oportunidad de decir más que un saludo. Por el contrario,
Leticia apoyaba ligeramente su mano en el brazo izquierdo de Wynn, como para
mostrar su cercanía con él a las personas que les rodeaban. Además, Cornelia, la
princesa imperial, de quien era conocido que tenía prohibido el contacto con el
sexo opuesto, no mantenía contacto directo con Wynn, pero sí estaba a una
distancia en la que podrían tocarse en cualquier momento.
Era
claramente visible que estas dos hermosas princesas tenían apego al joven que tenían
cerca. En esta situación,
los jóvenes nobles que querían venderse a Leticia y Cornelia no podían hacer
nada. Algunos nobles se acercaron
a Wynn con sus hijas.
Ehh… esa es preciosa.
Las hijas de los nobles eran tan hermosas que incluso Locke, que
estaba detrás de los tres invitados de honor, parecía estar de acuerdo, pero
Leticia y Cornelia les abrumaban tanto en belleza como en la gracia que
desprendían, que acababan alejándose de ellas.
El
pelo dorado y brillante de Leticia, sus ojos que tenía un dejo a joyas de
esmeralda. Su rostro aterradoramente atractivo era algo con lo que ninguna hija
de un noble, por muy segura que estuviera de su belleza, querría ser comparada.
Además,
los nobles reunidos hoy aquí la habían visto antes cuando Leticia había
visitado el país. Algunos de los oficiales militares incluso habían luchado
junto a ella en el campo de batalla. Leticia sólo tenía diez años cuando visitó por primera vez el
Reino de Lyon. Sin embargo, a pesar de su corta edad, su aspecto sobresaliente
hizo que se preguntaran cuán bella sería en el futuro. Sin embargo, en aquella
época, Leticia rara vez tenía expresiones faciales, y algunos decían que su
belleza la hacía parecer una muñeca cuidadosamente elaborada.
Los
habitantes del Reino de Lyon, que obtuvieron la impresión de que era una chica hermosa,
pero con aspecto de muñeca, se sorprendieron al ver a Leticia, que había
crecido y se había vuelto más femenina. Además, no llevaba el aire digno,
inexpresivo e inaccesible de muñeca que tenía antes, y le sonreía a Wynn a su
lado. La expresión de su rostro también era atractiva, y a su alrededor se oían
suspiros de admiración.
Además,
también estaba Cornelia, caminando con una sonrisa digna en su rostro. Cada uno
de sus movimientos era impecablemente elegante, lo que hacía que quienes la
observaban la admiraran como si fuera algo natural. Incluso ahora, antes de
cumplir los 18 años, cuando aún no se le permitía desempeñar funciones
oficiales como miembro de la familia imperial, parecía estar adquiriendo un aura
inviolable como miembro de la familia imperial. La Familia Imperial de Lemmrousell tenía una historia de unos
trescientos años. De las muchas familias reales existentes en el continente, solo
la Familia Real de Carthiate tenía una historia que superaba a la de la Familia
Imperial de Lemmrousell. Un noble de un país recién en ciernes no podría igualar el
prestigio de un noble cultivado durante una larga historia.
El consejo que recibí antes de la fiesta, gracias a estas dos, ya
ni sentido tiene.
Antes de que comenzara el banquete, Locke había advertido a Wynn
que algunas personas podrían intentar utilizar a sus hijas para seducirle y
llegar a él.
“Qué-Qué, ¿a qué te refieres cuando dices que intentarán llegar
a mí?”
“No
lo entiendes. Si es a través de ti, podrán hacer conexiones con Leticia-sama,
¿verdad?”
“Por
ejemplo, algunos podrían incluso traerte a una chica atractiva y forzarla a seducirte.
Ten cuidado, ¿de acuerdo?”
Es natural que los aristócratas y la gente adinerada intentaran
establecer conexiones con gente poderosa, e incluso la familia de Locke, la Empresa
de Comercio Marine, había utilizado este método anteriormente. A los ojos de Locke,
eran Leticia y Cornelia, y a los ojos de alguien más orientado al poder, eran
las personas con las mejores conexiones. Eso era Wynn. Aun así, Wynn estaba
indefenso ante tales maquinaciones y, como amigo, le preocupaba que lo
convencieran y lo utilizaran.
“De ninguna manera. Pero bueno, aunque digas que debo tener cuidado,
¿qué quieres que haga exactamente?”
“Es
cierto… En cualquier caso, tienes que asegurarte de que no se te escape ni una
palabra. Por ejemplo, si dicen: “Tengo una hija en mi familia que tiene una
edad cercana a la de Wynn-dono, e incluso desde mi perspectiva como padre, es
muy capaz. Cuando me enteré de que el honorable Wynn-dono iba a asistir, quise que
la conociera y dijera sus saludos.” ¿Cómo responderías a eso?”
Wynn respondió con una risa ante la imitación de un noble
pomposo por parte de Locke.
“Veamos, si es así. “Siento no poderla conocer también. Por
favor, dígale a su hija que me encantaría visitarla la próxima vez que tenga la
oportunidad”.”
“¡Bien,
quedas fuera!”
“¿¡Por
qué!?”
“No
dije que no había venido. Inmediatamente él dice: “Entonces llamaré a mi hija,
así que por favor espere un momento. Si quiere, puedo hacer que les preparen
una habitación privada, para que se conozcan mejor.” Y así es como iría.”
“¡Espera
un minuto! ¿No es eso ir un poco demasiado lejos?”
“¡Idiota!
A ellos no les importa. Basta con que salgan tres palabras de tu boca, “me
gustaría conocerla”, “la próxima vez” y “me gustaría saludarla”, para que
amplíen la idea de que has aceptado conocer a su hija. Sólo queda correr la voz
en los círculos sociales y convertirlo en un hecho establecido en poco tiempo.”
Sin embargo, cuando empezó la fiesta, se sorprendió. Leticia y Cornelia se
negaron a separarse del lado de Wynn ni siquiera un momento. Leticia con su
belleza, y Cornelia con sus refinados movimientos y su digna gracia. Allí había un espacio
al que ninguna mujer con un mínimo de confianza en sí misma querría acercarse.
Si se pusiera al lado de Leticia y Cornelia, toda su confianza se haría añicos.
Mientras
intercambiaba saludos con los nobles que encontró en la sala y que tenían
tratos comerciales con la familia Marine, Locke sintió pena por las chicas que
miraban a Wynn y a las otras dos desde la distancia.
Al final, los nobles y pesos pesados del reino de Lyon que
asistieron al banquete se dieron cuenta de la dificultad de interponerse entre
Wynn y Leticia.
También supo
que los que habían estado tramando un matrimonio con la familia imperial
tendrían dificultades para obtener el puesto de pareja de la joven princesa, ya
que se dio cuenta de que tal vez la persona más cercana a ese puesto era el
joven que era el Maestro del Valiente. Así pues, los responsables de los asuntos de Estado en Lyon,
especialmente los de la diplomacia, recibieron instrucciones de tratar a Wynn
como a un invitado más importante.
◆◇◆◇◆
Una cama que envolvía suavemente el cuerpo. En lugar de las delgadas
mantas que se utilizaban en las posadas de la ciudad, la ropa de cama ligera y
extremadamente cálida, rellena de plumas de aves acuáticas, proporcionaba un
sueño confortable.
Tras
atravesar el empinado camino abandonado de las Majil y tomar un barco por el
río Murray, que recorría la frontera entre el Imperio Lemrousell y el Reino de
Lyon, llegaron por fin a la capital real de Lyon. Sin embargo, no hubo tiempo para tomarse un respiro, ya que el
rey ofreció una recepción de bienvenida a las personalidades más importantes
del reino en el momento, con lo que incluso el entrenado equipo de Wynn estaría
en su punto máximo de fatiga.
Le
pareció un fastidio quitarse la ropa, pero de alguna manera se las arregló para
colgar su ropa de gala en una silla y arrojar su cuerpo sobre la mullida cama,
y se durmió rápidamente, despertando para descubrir que el sol ya estaba alto
en el cielo.
“Buenos días, Onii-chan.”
Cuando se despertó, no supo en qué momento había entrado en la
habitación, pero Leticia estaba sentada en un lado de la cama, mirándolo, mientras
él estaba recostado.
“Sí, buenos días, Letty. ¿Qué hora es?”
“Um…
justo cuando el mercado de la mañana estaría cerrando.”
“Ya
veo.” Se levantó de la cama
y dio un profundo estirón.
“Parece
que has dormido bastante bien.”
“Sí,
pero no hubo oportunidad para que nos ejercitáramos, ¿verdad? Lo siento, Letty.”
“Hmm…
en realidad, yo también acabo de despertarme.” Sacando la lengua, Leticia se levantó y abrió la ventana. “Es otro hermoso día.”
“Sí.”
El sol entró por la ventana, y Wynn entornó los ojos por un
momento ante el resplandor. Y entonces:
“¿Eh?”
Huele un poco… raro.
Una brisa entró por la ventana e hizo cosquillas a la nariz de Wynn
con un olor único que nunca antes había sentido.
“Onii-chan, ven aquí.”
Ella debió de notarlo, ya que Leticia le hizo una seña junto a
la ventana, y él se levantó de la cama y se acercó a ella.
“Vaya…” Dejó escapar, asombrado. Frente a Wynn había una vista que nunca había visto antes.
Más
allá del paisaje urbano de Lyon que se extendía sobre la muralla del palacio
real, había un vasto océano por delante. Podía ver una serie de grandes barcos.
Incluso desde el lejano palacio real, esos barcos parecían bastante grandes, y
debían ser naves que podían atravesar el océano. Eran más grandes que cualquier
barco que Wynn hubiera visto antes.
Cuando
Wynn y el grupo con el que venía llegaron a Lyon, bajaron por el río Murray,
que fluía desde las montañas Majil hasta la frontera entre el Imperio Lemmrousell
y el Reino de Lyon. En ese lugar, el mar estaba bloqueado por los edificios y
las murallas que rodeaban la ciudad y no se podía ver.
“Así que ese es el océano.”
“Sí.
Lyon es una ciudad que se desarrolló gracias al comercio marítimo, así que, si
vas al puerto, verás muchos barcos enormes.”
“¿Entonces
ese es el olor del océano?”
“Así
es.”
Wynn aspiró, llenándose el pecho de aire.
“Entonces así es el océano. Es enorme.”
Durante un rato, Wynn y Leticia permanecieron uno al lado del
otro junto a la ventana. Mirando el océano, Wynn finalmente se dio cuenta de que había
llegado a un país extranjero.
A
lo largo de la frontera entre el Imperio Lemmrousell y el Reino de Lyon, el
paisaje no cambió mucho, y no se había llegado a sentir en un país extranjero.
Tanto
el imperio como el reino cultivaban trigo y criaban ganado como ovejas, cerdos
y vacas. En cuanto a los
habitantes de los pueblos dispersos a lo largo de la frontera, su medio de vida
seguiría siendo el mismo aunque el país al que pertenecieran fuera diferente.
Si esto hubiera estado más cerca de la parte occidental del Reino de Lyon,
hacia el Reino de Carthiate, podría haber visto algunos cambios más.
“En estas circunstancias, me gustaría ver el océano más de cerca.”
“Claro.”
Leticia asintió cuando Wynn dijo lo que pensaba.
Tras
separarse de Alfred, Royce, Kelvin y los demás, Wynn y su grupo entraron en el
Reino de Lyon a través de un camino de mina abandonado en las Montañas Majil
para evitar ser vistos. Después de entrar en el país, habían estado trabajando en
secreto hasta que llegaron a la capital real, por lo que sentía curiosidad por
lo que había ocurrido en el Imperio desde entonces.
En
la posada de un pueblo junto al río, Oort y los demás que habían acompañado al
grupo se reunieron para escuchar los rumores en el gremio de aventureros, y por
lo que les contaron, la capital imperial Simurgh estaba en manos del príncipe
Neumann. Se creía que el
príncipe heredero Alfred estaba muerto tras ser atacado por alguien, y el
Alfred presentado por el Conde Elstead que seguía vivo era un impostor. El
conde Elstead, con este impostor, estaría profundamente implicado en el ataque
a la delegación de buena voluntad al Reino de Lyon, y el Segundo Príncipe
Neumann estaba reuniendo un ejército para dirigirse a destruir al Alfred impostor
y al Conde Elstead. La información que Oort había recogido del gremio de aventureros
indicaba que la situación se estaba poniendo tensa.
Incidentalmente,
se separaron de Oort y los demás en cuanto llegaron a la capital real de Lyon. Les pidieron que le
dijeran a Alfred y a los demás en el bloqueado Erz que Cornelia y los demás
habían llegado a salvo a Lyon.
Ellos
eran el equipo de Oort, aventureros de éxito que habían establecido su hogar en
Erz. Podrían acercarse a
la ciudad sin que sospechen de ellos, y con las habilidades marciales de Oort y
Louis, y las habilidades mágicas de Eliza, que era tan buena como cualquiera de
los magos de la corte, no debería ser demasiado difícil entrar en la ciudad
sellada. Después de eso, se pondrían
bajo el mando de Alfred. El hecho de que eran de confianza estaba anotado en el libro
secreto que le dieron a Oort.
En
este momento, bajo este cielo, probablemente estuvieran caminando por la
carretera de la ciudad que conectaba el Imperio Lemmrousell y el Reino de Lyon.
Deberían ser capaces de llegar a Erz en mucho menos tiempo que el camino de
ida.
Mientras
miraba al cielo, deseando a Oort y a los demás un buen viaje, un ave que nunca
había visto antes cruzó rápidamente su campo de visión. Debía de ser un ave que
vivía junto al mar.
“Seguro que tendremos tiempo de ver el mar. Y si vas al puerto,
puedes ver cosas que nunca has visto, traídas de países extranjeros lejanos, y
hay mucha comida hecha con pescado del mar, y todo es muy delicioso.”
“Ehh.
Yo sólo he visto comida de mar seca.”
Cuando se trataba de pescado fresco, en la capital imperial, lo
máximo que conseguirías, era pescado sacado del río. Los únicos productos
marinos disponibles eran el pescado salado y el seco. Además, todos ellos eran muy
caros debido al coste del transporte, y no estaban al alcance de la gente común.
Cuando
Wynn iba al mercado de la mañana a comprar alimentos, sólo había visto
productos marinos secos expuestos delante de tiendas, pero nunca los había
comido. La posada del Nido
del Pájaro Errante, donde Wynn creció, no era el tipo de posada que traía ese
tipo de alimentos de lujo.
En
ese momento, el estómago de Wynn dio un pequeño rugido. Habló de comida y de
repente recordó que tenía hambre. A diferencia de Lino y los demás, Wynn no había podido comer
bien la noche anterior porque había estado saludando a los nobles de Lyon uno
tras otro.
“El desayuno se servirá en el salón, así que ¿por qué no comemos
juntos? Tal vez Raúl pueda contarnos más al respecto cuando terminemos de comer.”
“Oh,
sí.”
Asintiendo, Wynn pidió a Leticia que volviera a su habitación y
se apresuró a prepararse.
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