Maestro de Nada
Capítulo 284 - Llevando mi nuevo equipoSalí de la casa Carteraza y me dirigí directamente hacia la
salida del distrito noble. El mismo portero estaba allí, e intercambiamos unas
palabras antes de que me dirigiera de nuevo al distrito este. Me dirigí hacia
donde se encontraban los puestos callejeros. Parecía el lugar adecuado para
buscar a Daniela…
“…Así que, por eso voy a salir esta noche.”
“Ya veo.”
Encontrar a Daniela resultó ser bastante fácil. Así que
compré algo de comer en uno de los puestos y luego me senté junto a ella para
poder hablar de lo que había pasado.
“Debería ser bastante sencillo, ya que tienes Ojos
Nocturnos.”
“Supongo…”
“Pero es bastante sorprendente que vuelvas a involucrarte
con ese autómata.”
“Ya lo creo. Pero ha sido bonito verlo en movimiento. Casi
no me lo creo.”
“Habrías vendido un producto defectuoso si no se moviera.”
Me pregunto si me habría metido en problemas por eso. ¿Obtendría
una baja calificación…? No, no tenía sentido pensar en eso ahora.
Hablamos de cosas sin importancia durante un rato. Y
entonces saqué el tema de mi equipo. ¿Tal vez debería adquirir un equipo que
fuera bueno para el sigilo? Aunque, tenía Bloqueo de Presencia, y podía usarlo
bastante bien. Le pregunté a Daniela si quería ir a la tienda de armaduras conmigo,
pero parecía que ella todavía tenía hambre. Así que nos separamos.
Yo iría a la tienda de armaduras y luego continuaría la misión.
Daniela dijo que saldría a beber a algún bar. Dijo que era porque era el tipo
de lugar en el que yo me avergonzaría. No tuve nada que decir a eso.
□ □ □ □
Y así fui recorriendo diferentes tiendas mientras pensaba en
vigilar y esconderme. Como esta era la capital imperial, había muchas tiendas
que vendían armaduras. Y todas eran de alta calidad. Y había muchas armaduras
estupendas que no eran de dragón. No es que fuera muy exigente con eso. Estaba
un poco en conflicto con el uso de la mayor parte del anticipo de la señorita
Camila, pero me consolé con el hecho de que recibiría el doble si tenía éxito.
Daniela seguía fuera comiendo. Así que decidí volver a la
posada y echar una pequeña siesta para prepararme para esta noche. Pero había
una cosa que tenía que hacer primero. Inspeccionar el equipo que había
comprado. Así que saqué las viejas gafas de evaluación.
'Cinturón de Lagarto de las Sombras - Cinturón hecho de
cuero de Lagarto de las Sombras. Absorbe los sonidos que hace el portador.’
'Capa de Cuervo Pesadilla- Capa hecha de plumas de Cuervo
Pesadilla. Hace que el usuario sea más ligero.’
‘Guanteletes de Oso de Empuje - Guanteletes hechos con
garras de oso de empuje. Las garras son retráctiles.’
‘Zapatos de Araña Sangrienta - Zapatos hechos con telas de
araña sangrienta. Borra los pasos del usuario.’
‘Armadura de cuero de lamia negra - Armadura de cuero hecha
con piel de lamia negra. Aumenta ligeramente la fuerza.’
También había comprado otros objetos, pero estos cinco
fueron los que elegí para usar esta noche.
El Lagarto de las Sombras era un monstruo que vivía en las
sombras para esconderse. Y este cinturón absorbería los sonidos procedentes del
portador. Cosas como los pasos o los sonidos de su ropa crujiendo. También, los
sonidos de las armaduras y las armas tintineando. Pero no absorbía tu voz. Así
que tenía que evitar cantar mientras trabajaba. Así eran las cosas.
Los Cuervos Pesadilla eran monstruos misteriosos. Parecían
aparecer sólo en el cielo nocturno. Entonces, ¿cómo eran cazados por sus
plumas? Los cazadores que podían usar Ojos Nocturnos los abatían. La capa
aligeraba el cuerpo del portador. Patas del Dios Lobo me permitían flotar
directamente, pero eso también llamaba demasiado la atención.
El Oso de Empuje era un monstruo de tipo oso con garras
especialmente mortales. Y estos guanteletes hacían uso de esas garras.
Simplemente enviabas energía mágica a ellos y las garras de oso crecían. Y
podía hacerlo silenciosamente, gracias al cinturón de Lagarto de las Sombras.
Un arma silenciosa y mortal.
Las arañas sangrientas eran monstruos que vivían en lo
profundo del bosque. Si alguna vez ves una telaraña de color rojo, sabrás que
allí vive una Araña Sangrienta. Estas arañas no sólo son rojas, sino que
también beben sangre. También tejen telas muy fuertes. Y por eso estos zapatos
eran duraderos como el cuero. Tal vez era una característica de las telas, pero
también absorbían el sonido. Así que eran perfectos para la clandestinidad.
Entre las cosas que compré, estas eran las que estaban
hechas de materiales de monstruos. La armadura de Lamia Negra no tenía nada que
ver con el sigilo, pero tuve la curiosidad de comprarla. Ya había matado a una
Lamia antes, pero esta era única. O al menos, parecía bastante rara. Sobre
todo, porque tenía un encantamiento que aumentaba su fuerza. La armadura estaba
hecha a medida y era bastante dura a pesar de ser ligera.
Tenía varias razones para elegir cada objeto, pero en última
instancia, todos parecían ayudarme a permanecer oculto. Parecía un poco
exagerado para esta misión específica, pero no veía el daño en ello. Y había
otra razón.
Había confiado demasiado en Daniela desde que llegué a este
mundo. Hubo demasiados momentos en los que no lo habría logrado sin su ayuda.
Había pasado mucho tiempo desde la última vez que hice una misión en solitario.
Así que esta sería una buena manera de ponerme a prueba. Y usar el equipo que
había comprado por mi cuenta era parte de eso.
Había estado esperando una oportunidad como esta, así que
esta misión era perfecta. Así que preparé el equipo yo mismo. Con mi propio
dinero. Todo lo que llevaba fue elegido por mí.
“Ahora que lo pienso… La última vez que elegí mi propia
armadura fue en casa del jefe. Entonces no tenía dinero y tuve que conformarme
con una vieja armadura de cuero.”
Armaduras y armas viejas hechas por el aprendiz. Las
utilizaba para cazar goblins todos los días para poder recuperar sus armas y
venderlas. No había sido fácil.
“Nunca debería olvidar cómo me sentí entonces.”
Recuérdalo. Trataría esta misión como si fuera la primera.
Y para ello, necesitaba dormir un poco. Después de todo, iba
a estar despierto toda la noche. Así que puse mi equipo junto a la mesa y luego
me hundí en mi cama. Hacía tiempo que no dormía tan temprano, pero no me costó
demasiado conciliar el sueño. Había practicado mucho durante mi tiempo en el
turno de noche.
□ □ □ □
Me desperté con el sonido de la puerta al cerrarse.
“Mm. ¿Te desperté?”
“Daniela…”
Su cara parecía un poco roja. Supongo que su aventura de ir
de bar en bar había llegado a su fin.
“Hahhh… Será mejor que me prepare.”
“Volví temprano, así que todavía tienes algo de tiempo.”
“Oh, claro.”
Miré el reloj y vi que eran un poco más de las siete… El sol
se había puesto, pero las cosas seguían animadas en la ciudad. Esto continuaría
hasta al menos las once, así que tenía tiempo de sobra para ir al distrito
noble. Por lo que sabía, había otros contratados para vigilar la zona también,
pero no había oído nada sobre ellos. Tal vez tendríamos una reunión al llegar.
De lo contrario, sería muy confuso tratar de distinguir quién era un aventurero
y quién un ladrón en potencia. Por supuesto, también era posible que yo fuera
el único.
Reflexioné sobre esto mientras me duchaba. Mi cerebro se
sentía totalmente despierto para cuando me puse la armadura. En cuanto a las
armas, tomé una espada corta, por si acaso. La Ashikirimaru. Tenía los
guanteletes y también podía usar magia si era necesario. Me pareció una buena
idea evitar cualquier arma larga.
Luego hice una comida rápida con los alimentos que Daniela
había comprado y me levanté de la silla.
“Será mejor que me vaya.”
“Es tu primera misión en solitario en un tiempo. Ten
cuidado.”
“Sí. Intentaré tratarla como si fuera la primera.”
“Hmm. Te ves bien con tu nuevo equipo.”
“Gracias. Nos vemos luego.”
Daniela levantó su puño y yo choqué el mío contra él. Nos besaríamos
cuando volviera. Hasta entonces, tendría que tener éxito en esta misión y ganar
experiencia y algo de confianza.
Abrí la ventana de nuestra habitación y activé Bloqueo de
Presencia. Era de nivel medio, pero mi equipo potenciaba el efecto. Y así,
cuando activé Patas del Dios Lobo y salté por la ventana, nadie se dio cuenta
de mi presencia. Nadie excepto Daniela. Ella me saludó desde la ventana
mientras yo corría por el cielo.
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