La ama tsundere y su sirvienta zorro

Vol 1. Capítulo 5 - El demonio con cabeza de león

Quizás fue la erradicación de las hordas de demonios menores, o quizás fue el efecto de la hechicería de Shen Hu, pero cuanto más se adentraban en el canal subterráneo, menos olían el extraño olor.

—Después de caminar tanto, creo que ya debemos estar fuera de la ciudad. —Tomando prestado el fuego de zorro de Shen Hu, consultó el mapa que había sacado de su bolsa.

Siguiendo la forma de los flujos de agua a lo largo del camino, pudieron determinar su ubicación aproximada sobre el terreno.

—Eso parece. —Shen Hu, que había estado consultando el mapa con Lisa, asintió y miró hacia delante—. Esa podría ser la salida. —Shen Hu señaló que el final del canal parecía estar débilmente iluminado.

Incluso sin el fuego de zorro, el brillo sugería que, como dijo Shen Hu, la salida estaba cerca.

—Vayamos tan lejos como podamos. Si no encontramos nada, podemos volver.

—Las cosas nunca son tan fáciles. —Shen Hu, que comenzó a caminar por delante, iluminaba el canal con su fuego de zorro.

—¿Qué es esto…?

Los huesos humanos amontonados alrededor del canal bloqueaban el paso. Lisa se tapó la boca y retrocedió medio paso cuando un dique de huesos humanos apareció de repente en el canal subterráneo semicircular.

—¿Esto es… de una melena? Parece un nido de tifón… —Shen Hu, que golpeó calmadamente la pila de huesos humanos, levantó sus cabellos dorados hacia el fuego de zorro.

Lisa se acercó a Shen Hu, distorsionando el rostro ante el desagradable olor a pelo quemado.

—Eh, un tifón, eso es…

—Un demonio con cabeza de león y melena de cabellos dorados y bermellón… —Shen Hu sintió instintivamente la presencia de alguien, y empujó a Lisa con el brazo como para protegerla, luego dio unos pasos hacia atrás.

Al momento siguiente.

—¡¡…………!!

Con un rugido feroz, una garra afilada se hendió en el lugar donde Shen Hu acababa de estar.

—¡Shen Hu!

Las rondas restantes de la escopeta mágica se dispararon continuamente, haciendo que el tifón retrocediera. Se esparcieron innumerables chispas, y aunque la bestia adoptó una postura defensiva, no sintió que estuviera recibiendo ningún daño.

—No hay tiempo para recargar. —Devolvió la escopeta mágica a su cinturón y desenvainó la espada larga que llevaba a la espalda.

—Estate en guardia, ama.

—Lo sé. ¿Entonces ese es el culpable?

—Sí. ¡La verdad siempre sale a la luz! —Shen Hu levantó el dedo índice y señaló al tifón. El fuego de zorro se concentró en ese dedo, se extendió en un círculo y formó la forma de un escudo.

—¡…Ggh!

El rugido del tifón se convirtió en incontables bolas de fuego que golpearon el escudo de fuego de zorro de Shen Hu. Esta apenas consiguió bloquear las llamas, pero el impulso del ataque de la bestia no se disipó, y arrodillada sobre una pierna, se vio lentamente forzada a retroceder mientras intentaba mantenerse en pie.

—¡Shen Hu! —Lisa se unió y presionó el escudo de fuego de zorro con Shen Hu, pero no detuvo el impulso de la retirada.

—¡Mueran!

—¡Eso quisieras!

Con una voz que parecía una maldición, salió disparada una gran bala de fuego, y el escudo de fuego de zorro giró hacia atrás para repeler la bola de llamas.

La bola de fuego golpeó el montón de huesos humanos, cubriendo instantáneamente el área de ceniza.

—¡¡…!!

Rápidamente se cubrieron la cara, pero la explosión alrededor del canal subterráneo fue imposible de evitar.

—…co-coff… —Lisa, que inhaló el humo, tosió violentamente.

—Voy a deshacerme de esas bolas de fuego… pequeña imprudente… —el tifón, con un rugido feroz, pisoteó los restos de los huesos humanos de forma abominable.

Lisa recargó rápidamente las balas que quedaban en su escopeta mágica y apuntó al tifón.

—¿Realmente crees que puedes vencernos con esto?

—¡¡……!!

Antes de que el tifón pudiera responder, disparó una bala mágica para mantener a raya su movimiento.

A diferencia de los demonios menores, el tifón, que tenía algo de inteligencia como demonio, bloqueó la bala mágica de Lisa con la pata y soltó un rugido.

—…Tú no eres una mera humana… ¿Quién eres?

—Lisa Edelweiss, asesina. Me especializo en demonios.

Al oír la respuesta de Lisa, el tifón soltó un rugido similar a un aullido.

Shen Hu, al darse cuenta de que era una risa, tiró del brazo de Lisa y la hizo retroceder.

—¡Idiota! ¡No creas que puedes vencerme…! —Con un rugido, innumerables balas llameantes salieron volando y persiguieron a Lisa y Shen Hu.

Lisa, que había conseguido escapar de las balas incendiarias escapando por un agujero lateral, quedó cegada al ver la armadura manchada de sangre de los Caballeros Sacros tirada desordenadamente en el suelo.

—…Esto es…

Shen Hu se mordió el labio con amargura al darse cuenta de lo que Lisa había visto. El rostro del tifón se asomó desde el otro lado del pasillo como burlándose de ella.

—¿¡Dónde está el equipo de reconocimiento de los Caballeros Sacros!?

—Esos humanos, me los comí.

El tifón respondió como si fuera algo natural.

—¿Eh…?

—Me molestaron, y me los comí a todos.

—…… —Lisa volvió a mirar a Shen Hu, que estaba de pie detrás de ella, al escuchar esas palabras dichas tan casualmente.

Shen Hu estableció contacto visual con Lisa y distorsionó el rostro con dolor.

—Ah, esos ojos conocen el sabor de los humanos… Parece que el equipo de reconocimiento de los Caballeros Sacros fue devorado por este tipo…

 

…Se comió a todos.

Hasta el último de ellos.

 

El hecho horripilante que indicaban esas palabras le pusieron la piel de gallina a Lisa.

—Tú también serás devorada. Mujer humana, deliciosas. —El tifón, que había decidido que Lisa era su objetivo, blandió una de sus zarpas.

Las afiladas garras como cuchillas, le rozaron a un pelo de distancia, pero no había previsto la presión del viento que generaría.

—Un sacrificio de sangre.

Ahora extendió la otra pata para atrapar el cuerpo de Lisa.

—¡…Qué!

—¡Ven aquí!

Lisa, que estaba preparada para el impacto y adoptó rápidamente una postura defensiva, salió despedida por otra fuerza y se estampó contra la pared.

—…Ugh… —Se golpeó fuertemente la cara y gruñó involuntariamente. Se levantó de un salto con un gruñido y comprobó la figura del tifón. Veía a Shen Hu enfrentándose a él, conteniendo su pata izquierda, como si hubiera sido atacada en lugar de Lisa.

—¡No me estés interrumpiendo, tonta!

—Lisa es mía. No dejaré que un demonio como tú tome ni una gota de su sangre.

—¡Entonces me aseguraré de matarte a ti antes!

—¡Quiero que lo intentes!

Shen Hu, que había evitado la cola en forma de látigo del tifón, retrocedió hacia Lisa.

—¡Shen Hu!

Como lo estaba atacando con su fuego de zorro, era imposible comprobar si tenía heridas.

Shen Hu lamió suavemente la mejilla de Lisa mientras hacía una mueca al ver que estaba a punto de llorar.

—Tienes un rasguño en esa preciosa cara.

—Por mi culpa tú…

Estaba a punto de decir esto cuando notó que el dolor que había estado sintiendo en la cara había desaparecido. Shen Hu sonrió satisfecha, e inmediatamente tensó su expresión y fulminó con la mirada al tifón, que gruñó por lo bajo.

—…Es sólo un rasguño. Te dije que estuvieras en guardia.

—…Sí…

—¡…Aquí viene!

El tifón se agazapó, y la distancia entre ellos se acortó de golpe.

Tiró de su escopeta mágica hasta el límite y le apuntó a los ojos.

—¡A ver qué te parece esto!

El tifón blandió sus patas delanteras a ciegas.

Las afiladas garras, que cortaban incluso el blindaje de las armas mecánicas, astillaron las paredes de ladrillo del canal subterráneo, y el techo, que había perdido su soporte, se derrumbó.

—Parece que funciona un poco mejor. Me pregunto si está tan acostumbrado a la oscuridad que ahora ya es sensible a la luz.

Haciendo una pausa cuidadosa, Lisa cargó balas mágicas y las disparó contra la cara del tifón en rápida sucesión.

—¡Graaaahhh! —Con chispas ante sus ojos, el tifón se irguió sobre sus patas traseras y se lanzó con rabia a los escombros que se habían desmoronado.

Bajo la luz anaranjada del sol, que estaba a punto de ponerse, quedó al descubierto una gran cantidad de huesos humanos, y el rostro de Lisa se contorsionó mientras ella y Shen Hu retrocedían.

—¿Qué vamos a hacer? ¿Acabamos con todo de una vez?

—Eso me gustaría, pero incluso un solo golpe de esa cosa sería fatal, ¿no?

—Aunque lo hayamos cegado temporalmente, no es buena idea acercarse imprudentemente.

Shen Hu asintió, levantó el fuego de zorro y observó cuidadosamente el estado del tifón.

—Con el poder de mi escopeta mágica, es imposible detenerlo. Con mi espada larga, yo diría que tardaría cinco minutos…

No se le ocurrió pensar que pudiera ganar este combate ella sola, teniendo en cuenta la fuerza de su oponente.

Sin embargo, si Shen Hu y ella combinaban sus fuerzas…

—¡No tienen tiempo para perder en charlas ociosas!

—¡Shen Hu!

El tifón, con ambos ojos aún cerrados, disparó una bala incendiaria, quizás habiendo discernido su ubicación por su voz.

Lisa, que fue rápidamente protegida por Shen Hu, evitó la bala de fuego, pero cayó sobre un montón de escombros antes de que le diera tiempo a recuperarse.

—…Kahaa… —Cayó violentamente de espaldas, dejando escapar su aliento seco. No sabía dónde se había herido, pero el aliento que soltó apestaba a sangre.

No puedo moverme… No era probable que pudiera averiguar de inmediato dónde estaba herida.

Si el tifón la atacara ahora, no tendría forma de evitarlo.

—¿Estás ahí…? —El sonido de la voz del tifón resonó, y los escombros cercanos se desmoronaron ruidosamente.

Concentró todos sus nervios y de alguna manera consiguió levantar la parte superior de su cuerpo, mientras se animaba a no soltar su escopeta mágica y su espada larga incluso en un momento como este.

—Shen…

—¿Qué te pasa, gatito? ¿Que acaso sólo puedes pelearte con chicas lindas heridas? Eso es que no eres más que un gato callejero y rastro. —Como para ahogar la voz de Lisa, Shen Hu levantó la voz y provocó al tifón.

—¿Qué acabas de decir…? —El tifón, que estaba a corta distancia, cambió rápidamente de dirección ante la provocación de Shen Hu.

—He dicho que eres un pobre gatito lastimero. ¿Acaso también te has quedado sordo? —Shen Hu replicó con voz fría, y luego atacó con su fuego de zorro.

—¡Graaaah! —El tifón contrarrestó el fuego con balas flamígeras y comenzó a alejarse de Lisa, tal vez en persecución de Shen Hu.

—¡Mantente fuera de la línea de fuego un rato, ama!

La voz de Shen Hu se desvaneció y la presencia del tifón también.

Exhalando bruscamente, Lisa se incorporó por fin y cerró los ojos, concentrándose en regular su respiración.

El dolor físico no era tan fuerte como había imaginado, y poco a poco iba remitiendo.

—Me pregunto si será gracias a la «comida»… —Calmándose, comprobó todo su cuerpo.

Lisa sonrió al sentir la presencia de Shen Hu en su interior, a pesar de estar lejos de ella.

Si no fuera por la «comida» de Shen Hu, ahora ni siquiera sería capaz de mantenerse en pie así.

—Eso quiere decir que viste a través de todo… no, de ninguna manera, ¿verdad? —Murmuró y cargó toda la munición que tenía en la escopeta mágica.

La espada larga, iluminada por el sol rojo que estaba a punto de ponerse, afortunadamente no tenía ninguna melladura.

—Ahora, reanudemos la batalla.

Puso fuerza en su mano agarrando la empuñadura de la espada larga e inhaló profundamente.

—¡Shen Hu, por aquí! —Le gritó a Shen Hu con todas sus fuerzas, y sintió el rugido del tifón desde lo alto, acompañado de la risa animada de Shen Hu.

—¡Hay que alternar entre ofensiva y defensa, ama!

—¡Déjamelo a mí! —Lisa tomó el lugar de Shen Hu y disparó su escopeta mágica al tifón, empujándolo de nuevo al canal subterráneo.

—¡No te dejes llevar, humana! —El tifón, que acababa de repeler una bala de plomo con su melena, aulló ferozmente y escupió fuego como si fuera saliva.

—¡Ya veremos! —Rápidamente acortó la distancia entre ella y el tifón, escondida entre los escombros del canal subterráneo derrumbado, y saltó utilizando el montón de escombros.

—¿¡Qué!?

Pilló al tifón desprevenido, hendiéndole su espada larga en el torso hendido, y este se tambaleó y hundió un pie en el canal.

—¡Y aun no acabo! —Lisa atacó al tifón, que era al menos cinco veces más alto que ella, mientras agitaba las aguas residuales y esquivaba los ataques de sus garras.

Los movimientos del tifón empezaron a ralentizarse ligeramente, como si sus fuerzas estuvieran siendo drenadas por las provocaciones de Shen Hu y los rápidos movimientos de Lisa.

—¿Qué pasa? Has dejado de atacar.

Apoyó la espalda contra los escombros y exhaló sobre su hombro mientras era provocado.

—¡Apresúrate a morir! —Mientras el tifón se lanzaba hacia ella, Lisa se movió hacia otro lado de los escombros y clavó su espada larga en la pata trasera de la bestia, que era su pata pivote.

—¡Serás petulante!

Lisa fue cubierta de aguas residuales tras ser golpeada por la cola y caer en el canal subterráneo.

Lisa, bañada en lodo, frunció involuntariamente el ceño y volvió a saltar fuera del canal.

—Como una flor creciendo en el pantano. Ni todo el lodo del mundo podría opacar tu belleza. —La voz de Shen Hu resonó desde algún lugar de la pared y, al mismo tiempo, cayó agua fría.

—Sí, como sea… —Dio la vuelta por la parte de atrás, contemplando el agua que caía en cascada, y buscó a Shen Hu.

Shen Hu, que había destruido lo que creía que era un canal de agua potable, levantó la comisura de los labios y abrazó a Lisa con una sonrisa en la cara.

—¿Te has hecho daño?

—Sólo un rasguño. —Ella tiró de la escopeta mágica en su lugar mientras escapaba de los brazos de Shen Hu.

La lengua de Shen Hu se arrastró por el brazo de Lisa mientras agarraba la espada larga con ambas manos.

—No eres la única que se ha visto afectada por esto. La «comida» está teniendo efecto.

—Ciertamente…

No había otra explicación de por qué había podido seguir luchando durante tanto tiempo y por qué sus heridas se curaban tan rápido.

Shen Hu, al encontrarse con la mirada de Lisa, entrecerró los ojos y asintió, luego sus ojos se abrieron de par en par al oír el rugido del tifón.

—¡Este es el fin para ustedes!

Una enorme bala de fuego, claramente visible incluso a través del agua, se acercaba.

—¡Por aquí!

Apenas esquivaron el proyectil en llamas.

Al mismo tiempo, el agua que debería haberse estado desbordando hace un momento casi desapareció, haciendo un fuerte sonido de ebullición.

—Parece que tampoco puede quedarse quieto. —La cola de Shen Hu se crispó mientras bloqueaba las balas incendiarias que le seguían con su fuego de zorro.

Shen Hu, apretando los dientes, no mostraba ningún signo de su habitual reserva.

Era dolorosamente obvio que estaba concentrando toda su atención en su hechicería.

—Shen Hu, ¿cuánto tardarías en alcanzar la máxima potencia de tu fuego?

—¿Qué vas a hacer, ama?

—Lo alejaré. ¡Por eso quiero que te detengas por ahora! —Antes de que Shen Hu pudiera responder, Lisa saltó del escudo defensivo del fuego de zorro.

El tifón reaccionó rápidamente y escupió fuego con un rugido, pero Lisa saltó alto y luego se agachó, corriendo a lo largo de la pared y acortando la distancia entre ella y el tifón de un solo salto.

—¡Ha! —Apuntando a los ojos del tifón, clavó su larga espada en línea recta.

Blandió las garras hacia abajo para protegerse de Lisa, pero Lisa fue más rápida para saltar de nuevo y golpearle en su persecución.

¡Puedo vencerlo…!

Habiendo intercambiado ki con Shen Hu anoche, era más poderosa de lo que había sido antes.

Su cuerpo era ligero como si le hubieran crecido alas, y hubo una sólida respuesta en su brazo mientras lanzaba su espada hacia Shen Hu.

Pero…

Sin embargo, por muchos golpes que Lisa lanzara, los ataques de la bestia demoniaca tifón no disminuyeron.

Al contrario, el tifón, loco de rabia, se estaba volviendo más feroz.

—¡Lisa!

Una bola de fuego llegó con un rugido al punto de aterrizaje donde las afiladas garras perdieron su objetivo.

—¡¡…!! —Lisa huyó rápido por el pasillo, mientras el tifón era bañado rápidamente con fuego de zorro, despistándolo—. Ah…

Como si hubiera leído su huida, la cola del tifón se crispó y lanzó un latigazo al cuerpo de Lisa.

La bestia soltó un rugido de rabia mientras ella envolvía su espada larga en fuego de zorro, alzando la cola y las extremidades traseras.

—Ja, parece que funciona un poco. —Exhaló por sobre el hombro y reajustó su espada larga mientras se levantaba.

El tifón giró la cabeza para seguir a Lisa, que se volvió detrás de él.

—No te derritas todavía, ¿sí?

Agarrando la empuñadura de la espada larga, cubierta de fuego de zorro, se deslizó por debajo del torso del tifón, evitando sus patas delanteras.

—¡Qué tal esto! —Apretando con fuerza la empuñadura, empujó la espada larga hacia arriba desde abajo y descargó sobre el tifón una fuerza sobrehumana y la sangre salpicó violentamente, corriendo de la barbilla del tifón hacia abajo.

—¡Shen Hu, por favor!

—¡Con gusto!

Saltó hacia atrás del tifón, que estaba lanzando un rugido, y llamó a Shen Hu, que quedó de pie detrás de él.

—¡Mi amor arde de rojo brillante! ¡Rujo para quemar a los demonios! —La voz de Shen Hu resonó por el canal subterráneo y, al mismo tiempo, un fuego de zorro ardió ferozmente en la palma de su mano—. ¡Explosióoooon! ¡¡Dedooooos de Shen Huuuuuuuu!!

Se desató un enorme fuego de zorro que cubrió el cuerpo del tifón, engulléndolo al instante.

La bestia demoniaca, aullando de horror, rodó hacia el canal para escapar de las llamas, pero éstas siguieron ardiendo, engullendo incluso su rugido.

El enorme cuerpo del tifón, incapaz ya de conservar su forma demoníaca, se desplomó ante los ojos de Lisa, revelando la apariencia de Shen Hu por detrás.

—¡Shen Hu!

Shen Hu señaló el cuerpo desmoronado del tifón y abrió la boca en silencio.

—Omae wa mou sudeni… shinde iru.[1]

Al mismo tiempo, el enorme cuerpo de la bestia se desmoronó como un trozo de tierra seca.

—¿Qué?

—¿Cómo estuvo? ¿Te has vuelto a enamorar de mí? —Shen Hu le dio a Lisa una mirada de suficiencia mientras levantaba la cabeza.

—¡Haz las cosas en serio! —Estaba tan enfadada que golpeó ligeramente a Shen Hu con la empuñadura de su espada larga, cuya hoja se había derretido.

—Ugyah. ¡Pero mujer, al menos alégrate de que pudiéramos derrotarlo! —Shen Hu, que mostraba su dolor de forma exagerada, miró a Lisa, que tenía una mirada exasperada.


[1] Referencia a “Hokuto no Ken”, o conocido en español como “El puño de la estrella del norte”.

 

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