La ama tsundere y su sirvienta zorro

Vol 1. Capítulo 7 - La batalla de los ejecutores 

 

“¡Let’s parley! ¡Fuegos de zorro, a por los demonios menores con más calor!” Shen Hu, en su forma de zorro celestial y muy animada, envió a sus fuegos de zorro para quemar a las hordas de Demonios Menores.

Junto con el gigantesco tamaño de Shen Hu, los fuegos de zorro también se convirtieron en una enorme bola de fuego púrpura y segó toda la Plantación Demoniaca y la horda de Demonios Menores.

“Valor de calor alto… todos han sido quemados…” Murmuró mientras acercaba el tablero de imagen y confirmaba los daños en la Plantación Demoniaca.

Los Demonios Menores que fueron engendrados regresaron a la putrefacción del suelo, pero el lodo que se desbordaba de la Plantación Demoniaca seguía fluyendo sin parar.

“Mientras las Plantaciones Demoniacas no sean derrotadas, esta batalla continuará.”

El lodo que manchaba y erosionaba el suelo se transformaba en Demonios Menores, y sus enormes ojos en el torso se movían como si buscaran a Karin y Shen Hu.

“¡Si ya lo sabes, entonces golpea el cuerpo principal rápidamente!”

“No, eso no me corresponde.”

“¿Por qué…?” Lisa estaba a punto de decir algo, pero entonces miró la puerta de teletransporte indicada por Shen Hu y se calló.

“Necesitamos acabar con la mente maestra.” Shen Hu indicó el camino y, a través de la puerta que se cerraba, apareció una gigantesca criatura demoníaca acorazada.

La criatura humanoide, cubierta con una armadura en forma de caparazón de escarabajo, tenía una cabeza parecida a una mantis religiosa que apuntaba hacia el suelo. En la mano tenía una guadaña de diseño ominoso, y las alas en forma de dragón de su espalda se veían desplegarse lentamente.

“Serg, ¿qué está pasando? ¿Por qué has acelerado la activación de la puerta de teletransporte?”

Una voz grave resonó por un altavoz.

Las alas en la espalda del demonio, que comenzaba su descenso cautelosamente mientras preguntaba, haciendo un sonido con sus alas metálicas.

“Esas alas tienen un Convertidor de Gehenna en ellas, lo que significa que es un Soldado de Armadura Maligna.”

Los soldados de armadura maligna eran armas biológicas gigantes utilizadas por los demonios. Sus cuerpos y armaduras estaban construidos con caparazones y músculos de monstruos gigantes que vivían en el mundo demoníaco, y volaban libremente por el cielo equipados con motores voladores parecidos a alas llamados Convertidores de Gehenna en sus espaldas. El usuario del arma biológica subía al asiento del piloto, llamado «núcleo esquelético», y el arma biológica se activaba a través de una conexión neural con la máquina. Los ataques lanzados desde su enorme cuerpo de ocho metros de largo tenían un temible poder destructivo que podía destruir fácilmente incluso los muros que rodeaban una ciudad.

“Además, es uno muy prestigioso. Me pregunto si podemos esperar una bonificación de la organización por esto.”

El Soldado de Armadura Maligna permaneció en el aire, observando la figura del Karin de Lisa y Shen Hu.

Sin embargo, no parecía haber renunciado a su búsqueda de Sarg y, blandiendo su guadaña con frustración, empezó a flotar alrededor del viejo castillo derruido y en ruinas.

“Está bien, ama. Yo me encargaré de ese grandulón.”

“No, yo seré quien se encargue de él. Voy a ello.” Puso la palma de la mano sobre la bola de cristal y dejó que Karin corriera a toda velocidad.

El Soldado de Armadura Maligna, que ya no podía ignorar a Karin cuando ésta se acercaba al límite de su radio de acción, se volvió hacia ella, mostrando su enfado.

“¿¡Quién eres tú!?”

“Soy Lisa Edelweiss, miembro de la Organización del Culto Sacro y ejecutora. Soy una asesina especializada en demonios. Si es a Zarg a quien buscas, diría que es probable que esté enterrado por aquí.” Indicó un montón de escombros, hizo que Karin retrocediera un poco.

Puso la mano en la escopeta mágica, preparada para lanzar un ataque en cualquier momento.

“¿La organización del culto sagrado? Sarg, se suponía que los tenías cogidos por los huevos…” El Soldado de Armadura Maligna que aterrizó sobre los escombros del viejo castillo dio un pisotón enfadado.

“A eso me refiero. No sé qué se traen entre manos, pero hasta aquí llegan”.

“Ja, sea lo que sea lo que os traéis entre manos, no me interpondré en vuestro camino. Morirás aquí.”

Hubo un destello.

“¡¡…!!”

Pero no bajó la guardia.

Esperaba un ataque.

Sin embargo, la lanza de fuego encarnada por el Soldado de la Armadura Maligna golpeó a Karin y, con un rugido, estalló una explosión.

 

Un enorme globo ocular rodó por el suelo, mojado con barro negro rojizo que olía a sangre.

“Absorbió el lodo de los canales subterráneos y se han comido un montón de sacrificios… y parece no tener fin…”

Shen Hu, que parecía no poder ocultar su ira, murmuró mientras miraba a la Plantación Demoniaca que tenía delante mientras usaba su hechicería para crear las espadas gemelas: las Espadas del Loto Fluyendo: Rukurenken.

Aunque consiguió atravesar la horda de demonios menores y acercarse, la Plantación Demoniaca, que era el cuerpo principal, seguía produciendo nuevos demonios menores.

Las tuberías llenas de huesos humanos clavadas profundamente en el suelo se movieron torpemente como si algo las aspirara.

El lodo que se filtraba por las fisuras hinchó aún más el cuerpo de la Plantación Demoniaca y se extendió, creando emblemas malignos de color sangre en el barro.

“Es como una máquina perpetua con recuperación infinita. ¿No podrían enseñarme algunos de esos trucos a mí también?” Levantó la voz burlonamente.

Lo único que le respondió fue la risa de los Demonios Menores, que carecían de cualquier atisbo de inteligencia, y la Plantación Demoniaca siguió cumpliendo en silencio su función de fabricarlos.

“No tengo más remedio que golpear el cuerpo principal…”

Exhaló una bocanada de aire, recuperó el aliento y, poco a poco, acortó la distancia que la separaba de la Plantación Demoníaca.

Shen Hu se movió en el espacio de la Plantación Demoniaca, sin importarle que los enormes globos oculares de los Demonios Menores, que aún estaban en proceso de producción, se movieran para atrapar a su objetivo.

“A esta distancia, ¿qué tal…?” Preparó sus espadas gemelas y lanzó un tajo contra la Plantación Demoniaca, apuntando a una brecha en su coraza. “¡¡…!!”

Pero la carne y los huesos de los cadáveres en descomposición y la armadura bajo el lodo rompieron fácilmente una de las espadas gemelas de Shen Hu.

“Supongo que los ataques ordinarios no funcionan…”

La espada restante fue cubierta de fuego de zorro.

La espada se envolvió en llamas púrpuras, y Shen Hu, sosteniéndola baja en posición de estocada, aulló y gritó:

“¡Empuje de zorro, distancia cero!”

La punta de la espada se lanzó vigorosamente hacia la Plantación Demoniaca.

El ataque de Shen Hu, lanzado a corta distancia con la máxima potencia de fuego, se hizo añicos en el momento en que tocó la armadura de la Plantación Demoniaca.

“¡Como se esperaba de una Plantación Demoniaca, pero esto no es nada!”

La espada no sólo se rompió en la punta, sino que se dobló casi hasta el punto de romperse bajo la fuerza simultánea de los ataques ofensivo y defensivo.

“Es inútil.”

Los Demonios Menores, dotados de brazos y piernas, comenzaron a gorjear ruidosamente como si se burlaran de Shen Hu, que murmuraba para sí.

“Pero no se dejen llevar, me quedan dos transformaciones más…”[1] Con ese murmullo, saltó rápidamente hacia atrás, manteniendo una distancia entre la Plantación Demoniaca y los Demonios Menores.

Los Demonios Menores, que habían sido producidos en grandes cantidades, sacaron sus extremidades del fango y empezaron a retorcer su cuerpo como si estuvieran a punto de abalanzarse.

“Qué le vamos a hacer. ¡Entonces es hora de mi último recurso!”

Shen Hu, con su espada rota clavada, levantó las manos en alto hacia el cielo.

“El cielo, la tierra y todo lo que vive en la tierra…”

Uno a uno, los fuegos de zorro comenzaron a encenderse en las puntas de los dedos de Shen Hu.

Lentamente comenzó a subir a la superficie y a formar un enorme círculo.

“¡Denme un poco del éter, sólo un poco!”

El círculo dibujado por el fuego de zorro ardía ferozmente, transformándose en una masa de fuego de zorro extremadamente grande.

Shen Hu, que había sido envuelta con llamas púrpuras y sostenía un fuego de zorro que bailaba salvajemente con las llamas, apuntó a la Plantación Demoniaca y bajó su brazo.

“¡Esta es mi técnica definitiva! ¡Shen Hu damaaaaaaaa!”[2]

La bola de fuego de zorro extremadamente grande rebotó en los Demonios Menores y explotó, engullendo la Plantación Demoniaca y su sólida armadura.

“¡Ha, puede que esas quemaduras no se curen!” Shen Huu flotó hacia el cielo con una sonrisa irónica y escapó de la explosión, pero su cuerpo empezó a descender a pesar de su voluntad. “Oh vaya~…” El impulso del fuego de zorro que flotaba tras ella la hizo ralentizarse antes de darse cuenta.

Shen Huu, que perdió el equilibrio en el aterrizaje debido a la velocidad de su descenso, de alguna manera se las arregló para ponerse de pie sobre sus manos y una rodilla, y exhaló con los hombros.

“He gastado demasiado de mi poder mágico… En mis años mozos, no hubiera sido problema…” Exhalando bruscamente y apoyándose con los brazos en las rodillas, los ojos de Shen Hu buscaron la figura de Karin. “Debería haber comido un poco más…”

La primera cosa que le vino a la mente fue el hecho de que las dos habían estado juntas en la misma habitación durante mucho tiempo.

“Te encargo el resto, ama…”

***

“¿Dijiste ser una ejecutora de la Organización de Culto Sacro…? Tampoco es que llegues a ser siquiera una molestia para Khuzan y mi Balthazar.”

Riéndose burlonamente, el La Armadura Maligna Balthazar comenzó a levitar.

Tras confirmar la presencia del objetivo mientras despejaba el humo ascendente con su guadaña, Kuzan apuntó a la puerta de teletransporte que estaba a punto de cerrarse.

“Oh, ¿vas a volver corriendo? No te dejaré.”

“¿¡Qué!?”

La voz de Lisa resonó desde detrás de la cortina de humo, y la escopeta mágica de Karin alcanzó el cuerpo de Balthazar cuando éste se da la vuelta.

“Ja, a mí no puedes matarme.”

Balthazar creó innumerables lanzas de llamas y las disparó contra Karin.

Las llamas estallaron en chispas y una ráfaga atravesó el aire.

“No importa cuántas veces vengas, siempre será lo mismo.” Kuzan le dio la espalda y voló hacia la puerta de teletransporte, pero, como si se lo hubiera pensado mejor, dejó de batir las alas y se quedó de pie sobre los escombros del viejo castillo, esperando a que se disipara el humo de la explosión. “…Jo. Saliste bastante testaruda.”

“Iba por tu espalda esta vez, lástima.”

Sopló un fuerte viento que esparció humo negro.

Karin salió del humo, se desabrochó la capa y bajó lentamente la escopeta mágica con la que había apuntado a Balthazar.

“¿Estás ileso…? ¿Qué demonios está pasando…? ¿Acaso fue una barrera mágica?”

“¿Y qué pasaría si lo hubiera sido?”

“¡Eso es absurdo! ¡Nunca he escuchado de una barrera que pueda ser montada en una aeronave tan pequeña!”

“Eso no significa que no exista. Podemos intentarlo de nuevo si quieres.”

Miró a Balthazar, que estaba en lo alto del viejo castillo en ruinas, como retándole, y le preguntó.

“Un cachivache como el tuyo pronto se desmoronará.”

“Oh, qué pena. ¿Ya te cansaste entonces? Bueno entonces, ¡comencemos el espectáculo de demolición!”

“¿Espectáculo de demolición? Yo, Kuzan, personalmente te cortaré en pedazos.” Kuzan le dijo burlonamente mientras golpeaba el vacío con su guadaña.

“Ni siquiera vale la pena defenderse de ese tipo de ataque, ¿verdad? ¿O estás tratando de intimidarme?”

“¡Solo estás malgastando tu aliento!” Kuzan blandió su guadaña y materializó una lanza de fuego.

Tras saltar rápidamente Karin a izquierda y derecha para evitar el ataque, Lisa echó un vistazo a la puerta de teletransporte, que estaba tan estrechamente cerrada que la aeronave de Balthazar no podía pasar, y sonrió.

“¿Has dicho Kuzan o algo así…? Tal vez sea hora de que veas un ataque en lugar de sólo defensa.”

La puerta de teletransporte ya estaba casi cerrada.

Ante el desafío de Lisa, Kuzan rio en voz alta y despegó de los escombros del viejo castillo, aterrizando al alcance de Karin.

La puerta de teletransporte se cerró y el círculo mágico restante desapareció en el vacío.

“Ya no tienes escapatoria. ¿Vas a estar bien?”

“No es la gran cosa. Después de derrotarte, podré reunir a más humanos de nuevo.” Kuzan, que se había quedado sin retirada, respondió mientras blandía su guadaña.

“¡Ya veremos si puedes!” Karin lanzó su capa a Balthazar y, sin pausa, le asestó un tajo.

“¡Qué lenta!”

Agitando las alas, el Balthazar saltó hacia atrás y tomó distancia, maniobrando hábilmente su guadaña para repeler la larga espada de Karin.

“¡…Kuk!” Karin, empujada por el impulso de la guadaña, se estrelló contra las ruinas de la puerta del viejo castillo.

El impacto sobre Karin se transmitió también a la cabina de control, haciéndola temblar violentamente, pero Lisa se aferró con fuerza a su bola de cristal, y con todas sus fuerzas en las piernas, aguantó.

“¡No tienes tiempo para descansar!”

“¡¡Ah!!”

Alrededor de la guadaña que sostenía Balthazar aparecieron innumerables llamas de color negro azabache. Las llamas cambiaron bruscamente de forma y cayeron sobre Karin como flechas.

“¿Pensabas que sólo podía usar una lanza?”

“¿¡Esta vez me supera en número!?” Retrocedió, y mientras ganaba distancia, cortó las flechas con su espada larga. Las flechas que caían una tras otra sobre Karin la siguieron, chocando contra su cuerpo y haciendo saltar chispas.

“¡Qué persistente!”

Mientras escapaba de la persecución de las flechas incendiarias, las derribaba con seguridad con su espada larga y su escopeta mágica.

Sin embargo, cuando Lisa se distrajo con las flechas en llamas, se dio cuenta de que Balthazar había desaparecido de su vista y jadeó.

“…Dónde estás…”

“¡Te tengo!”

“¡Rayos…!”

La guadaña de Balthazar dio un corte a la armadura voladora de Karin.

“¡Haah!”

“¿¡…Qué!?”

Rápidamente, fuegos de zorro impactaron contra la cara y guadaña de Balthazar, aprovechando la sorpresa que le causó el grito.

Lisa rodó lejos de Balthazar, sin siquiera tener tiempo de ver a su oponente.

“No sabía que podías encontrar la manera de evadir mi ataque instantáneamente… así que veo que no solo ladras.”

“¿Eso es todo lo que tienes que decir?”

En cuanto recuperó su postura, subió corriendo las murallas y miró a Balthazar.

“¿Qué demonios…?” La guadaña de Balthazar, que había recibido un impacto directo del fuego de zorro, tenía la hoja ligeramente mellada.

Kuzan, que comprobaba el estado de la guadaña con sus dedos mecánicos, clavó con rabia el mango de la guadaña en el suelo.

“Esa guadaña de la que estás tan orgulloso perdió rápidamente su filo, ¿no? ¿Se acabó el espectáculo de demolición?”

“¡Ja, me haces reír! No me defiendo solo con cortes.” Balthazar reajustó su guadaña y comenzó a hacer girar el mango sobre su cabeza, creando un torbellino.

El rugido del torbellino se convirtió en una hoja afilada y rodeó a Karin en un abrir y cerrar de ojos.

“¡Eso parece!” Karin saltó y escapó de las hojas de viento hacia el cielo.

“Después del espectáculo de demolición, vamos a jugar al pilla-pilla, ¿eh?”

Lisa no contestó mientras le lanzaba burlas desde el Kuzan.

“¿O vas a empezar a jugar al escondite?”

Karin saltó por encima del muro del castillo, pisoteando el jardín desierto mientras se abría paso entre las ruinas del viejo castillo, aterrizando en un pequeño espacio que parecía estar entre los antiguos edificios.

“¿Crees que te esconderás con eso?” Como para delatar la presencia de Karin, los feroces tajos de Balthazar llovieron desde encima de su cabeza.

“¡No, pero era para que vinieras!”

Lisa, que había rodado para evitar el ataque y corrió hacia los escombros, clavó su larga espada en Balthazar, que se había metido entre los escombros a buscarla.

“¡Eres muy ingenua!”

Justo antes de que las espadas se tocaran, la empuñadura de la guadaña de Balthazar, que había vuelto a su postura, dio un corte hacia el torso de Karin.

“¡…!” Escapó del ataque cayendo hacia atrás y se levantó rápidamente.

La hoja de la guadaña golpeó sin pausa, sin dejarle hueco para el siguiente ataque.

“…Uh, gh….” Karin atrapó la hoja de la guadaña con su espada y adoptó una postura defensiva, luego empezó a retroceder lentamente, como si estuviera derrotada.

Los escombros se desmoronaban ruidosamente, y las piernas de Karin se clavaron en ellos, haciendo que el viejo castillo se derrumbara aún más.

“¿Qué pasó con toda esa fanfarronería que tenías hace un momento?” Kuzan, desde dentro del Balthazar con el que se había acercado, se burló del Karin de Lisa como si quisiera hacer alarde de su poder.

“Estoy segura de que eres tú quien no tiene cómo defenderse ahora.”

“¿¡Qué…!?”

Karin, que tenía la mano en la escopeta mágica mientras se defendía de la guadaña, lanzó una andanada de disparos contra él.

Balthazar fue alcanzado por la escopeta a corta distancia, y mientras se asustaba por ella, la espada larga de Karin se clavó en su torso.

“¡Haaaaaaa!” Lisa continuó su ataque mientras mantenía la balanza a su favor.

Balthazar, que había sido completamente atraído a Karin, saltó hacia atrás en el aire como si ya no pudiera soportar el violento tajo.

“Es difícil decir cuán poderoso es. Pero sí que es más fácil decir que es mortal.” Con una sonrisa sarcástica, cargó la escopeta mágica y apuntó a Balthazar, que escapaba por los aires.

“Parece que tienes un poco de cabeza sobre los hombros. Pero, ¿qué te parece esto?” Alrededor de Balthazar se materializaron de nuevo innumerables flechas de fuego que apuntaban a Karin.

“¡…!” Lisa volvió a colocarse la escopeta mágica en la cadera e hizo que Karin saltara hacia la parte trasera del único muro que quedaba.

Las flechas de fuego se concentraron en el lugar donde estaba Karin hace un momento, y el viejo castillo, que se prendió fuego, se envolvió inmediatamente en llamas.

“¿Qué pasa, acaso no hay a dónde huir?” Kuzan, que tenía a Karin en un aprieto, clavó una flecha de fuego en el muro del castillo como para demostrar su superioridad. “¡Porque eso me parece a mí!” Kuzan pateó el muro del castillo, envuelto en llamas, y corrió sobre los escombros.

Lanzó flechas de fuego una tras otra como si jugara con Karin, que había aparecido.

“……” En cuanto se detuvo, cayó presa de las flechas incendiarias. Lisa, que se mantenía a cierta distancia de Balthazar mientras dejaba que Karin esprintara, buscó cuidadosamente los movimientos de Balthazar y las flechas de fuego a través de la placa de vídeo.

Ah…

El tamaño de las flechas de fuego era distinto.

Aunque eran rápidas, vio que varias de ellas golpeaban los escombros y se dispersaban, en lugar de incendiarlos.

Por su apariencia, se podía ver que su poder de ataque se había debilitado en comparación con las que lanzó al principio.

“¡Oye, Kuzan! El poder de tus llamas se está debilitando. ¿Me pregunto si es seguro que las sigas disparando?”

“Preocúpate por tu propia vida primero. ¡Te mostraré mi poder!” Kuzan, con incontables círculos mágicos flotando alrededor de su armadura, hizo que las alas del Balthazar se agitaran violentamente.

La Gehenna, amplificada en tándem con el batir de las alas, se convirtió en una lanza de fuego y apuntó la afilada punta de la llama ardiente hacia Karin, su objetivo.

“¡Esta vez no fallaré!” Gritó Kuzan, soltando la lanza de fuego de golpe.

“¡Esa es mi línea!” Karin, con su escopeta mágica preparada, las interceptó con balas de cristal de hielo.

“¡Qué… idiota!”

La lanza de llamas de Balthazar fue anulada por el aire frío del disparo de hielo, se detuvo en el aire y cayó al suelo hecha pedazos.

“¿Y ahora, qué tal esto?” Maniobró su rodilla izquierda para golpear a Balthazar con gran fuerza.

“¡No funcionará!”

En el momento en que Kuzan estaba a punto de repelerlo con su guadaña.

“Sabía que harías eso.” Un cartucho de la escopeta mágica atravesó su pantalla y estalló en un intenso destello de luz cegadora.

“¡Mis ojos!” Kuzan, que fue alcanzado directamente por el fogonazo, gritó e hizo retroceder a Balthazar.

Lisa aprovechó esta oportunidad para acortar la distancia entre Balthazar y su espada larga.

“¡Desgraciada, eso es jugar sucio!” Kuzan, habiendo recuperado la vista, adoptó rápidamente una postura defensiva.

Pero antes de que Karin le propinara un golpe con toda su fuerza, su armadura voló por los aires y rodó sobre los escombros.

“No me contengo contra los demonios.”

“¡No te dejaré!” Balthazar escapó del posterior tajo de Lisa blandiendo su guadaña y adoptó una postura.

La espada larga de Karin y la hoja de la guadaña competían entre sí, y su poder se igualó mientras saltaban chispas violentamente.

“Gu-guh…”

Balthazar gradualmente comenzó a empujar a Karin hacia atrás mientras rugía.

“¡Quédate quieto… que no ves que te voy a matar…!” Lisa golpeó sus manos en la bola de cristal con todas sus fuerzas.

Karin, en conjunción con los pensamientos de Lisa, concentró todo su éter en sus brazos.

“¡¡¡Gaaaah!!!”

La hoja de la guadaña, incapaz ya de soportar la carga, acabó por romperse y salió volando.

Con un rugido de rabia, Balthazar revistió la guadaña rota con la hoja revestida en Gehenna y la blandió salvajemente.

Lisa, que saltó hacia atrás y se tomó una pausa, revistió su espada larga con fuego de zorro.

“¡Ya muérete!”

Karin repelió de un salto el corte de Balthazar que venía desde arriba.

“¿Crees que puedes derrotarme con una espada improvisada?”

Se produjo una pequeña explosión, y la hoja de viento creada por Balthazar se desvaneció fácilmente.

“Que un humano me haya llevado hasta este punto… no lo creo, me niego a creerlo…” La ira de Kuzan se transmitía directamente a Balthazar.

Agarrando la empuñadura de la guadaña con su brazo tembloroso, Balthazar materializó una lanza de fuego, pero fue rechazada por la escopeta mágica antes de que pudiera activarse.

“No estás consiguiendo nada. Es hora de que te rindas.” Lisa tiró la escopeta mágica y preparó su espada larga.

El fuego de zorro que rodeaba la hoja estaba ardiendo con llamas púrpuras y estaba a punto de alcanzar su máxima potencia de fuego.

“Maldición… si esto pasa, desgraciada…”

“¡Este es el fin!”

Lisa puso ambas manos sobre la bola de cristal y transmitió toda su fuerza en ella.

Karin blandió con gran fuerza su espada larga cubierta de fuego de zorro, cortando en dos a Balthazar junto con la guadaña que usaba como escudo para protegerse.



[1] Creo que es una referencia a Dragon Ball Z, más específicamente a Freezer.

[2] Referencia al ataque Genkidama de Goku en Dragon Ball Z.

 

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