Bastardo Mujeriego

Vol. 7 Capítulo 1. El Grupo de Chicas del Club De Investigación de Misterios se Topó con una Escena de un Mujeriego en Acción Parte 2

—Ah, es increíble…♡. Puedo sentir el semen de Shinji-kun palpitando incluso a través de tu vientre…♡. ¿Cómo se siente, Rurina? ¿Cómo se siente la corrida de Shinji-kun?

—E-es horrible…♡. Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡. Su semen caliente está llegando hasta el fondo de mi útero ♡. Ugh ♡♡. Haaah…♡. Haa…♡. No puedo dejar de correrme…♡. Nnguh ♡♡. Ho, ohh…♡♡.

—Todavía no para, sigue saliendo a chorros ♡. Shinji-kun, eres increíble…♡.

Incluso desde detrás de las rocas, Nanoka y Sachiko entendieron lo que había pasado: ellos no solo habían tenido sexo sin protección, sino que él se había corrido dentro. Su respiración se volvió agitada, y sin darse cuenta, sus manos se deslizaron hacia sus pechos y entre sus piernas.

¿Eh, en serio? ¿Sachiko se está tocando los pechos…? Y yo… solo de escuchar esos sonidos, siento un calor en lo más profundo… como si me estuviera mareando…

Na-Nanoka-chan… su cara está completamente roja… ¿Se da cuenta de que está frotando su entrepierna de la manera en que se mueve? Ah, Ah ♡. Yo también me siento rara… ¿Qué hago? ¿Qué hago…?

Mientras tanto, el trío pasó a la siguiente fase. El chico discreto hizo que la estudiante modelo se pusiera de pie y la penetró por detrás. En el momento en que su grotesca polla se hundió en su coño rosado, la chica gimió con voz emocionada, llegando a un profundo orgasmo al instante, nada de medias tintas.

La gal, que acababa de ser llenada de semen, se arrodilló frente a ellos y deslizó su lengua entre la unión de sus cuerpos, estimulando el clítoris de Sumika. Era obvio que estaban acostumbrados a los tríos.

—Increíible ♡. Shinji-kun ♡. Sigue moviendo tu polla dentro de mí mientras me agarras los pechos ♡♡. Ah ♡♡. Haaah ♡♡. ¡Se-se siente tan bien ♡♡.

—Sumika, estás gimiendo más fuerte que yo. ¿Una buena chica como tú, mostrando esa cara de perra mientras coges?

—¡No, no me importa! ¡No importa nada! ¡Mientras Shinji-kun me llene con su semen caliente, eso es todo lo que necesito!

—Ah~. Sumika también está completamente enamorada de tu polla.

Shinji agarraba con fuerza los pechos de la estudiante modelo mientras embestía con fuerza. Aunque su apariencia distaba mucho de la de un playboy, sus movimientos de cadera eran los de un verdadero bastardo mujeriego, uno que había dejado a muchas mujeres temblando de placer.

Disfrutó de la distinta presión vaginal de la chica de cabello negro en comparación con la gal rubia, recubriendo su polla con los jugos de amor de ambas mientras embestía con rapidez de atrás adelante. No había duda de que también pensaba correrse dentro de ella; ni un ápice de intención de sacarla antes del climax se percibía en él.

—Ahhh… Sumika, es una locura cómo aprietas… —murmuró entre dientes, acelerando el ritmo de sus empujes hasta el éxtasis—. ¡¡Guh, uuh!!

Cuando eyaculó, la cabeza de su polla fue firmemente presionada contra el cuello uterino de la chica de cabello negro. Entre las paredes vaginales que lo succionaban vorazmente, Shinji descargó oleadas de semen caliente, saboreando el placer irresponsable de embarazar a una chica de su edad.

—Ahh~… Qué bien se sintió…

Su miembro, aún erecto y palpitante a pesar de las corridas consecutivas, se deslizó fuera de la chica con un sonido húmedo.

Las dos adolescentes, antes penetradas por esa arma carnal, lo admiraron embelesadas. Como agradecimiento por haber limpiado sus coños por dentro con su vara, comenzaron a cubrir cada centímetro de su cuerpo con besos, usando sus labios juveniles y temblorosos para limpiar su piel.

—Nn ♡. Chuu ♡. Chuu ♡. Chuuu ♡. Chu ♡.

—Chupa ♡. Chu ♡. Chuuu ♡. Chu ♡.

—Fuu… Gracias, chicas. Ahh…

Los besos de la gal y la representante de la clase recorrieron cada rincón del cuerpo de Shinji; incluyendo, por supuesto, su polla. Era la cortesía natural que unas mujeres debían ofrecer a la polla que les había llenado el coño de semen.

Como toque final, dedicaron besos más largos y húmedos a su glande, claramente diferente a los que habían dado a otros lugares de su cuerpo.

—Nnchuuuuu…♡. Paha ♡. Bien, tu turno, Sumika.

—Sí, Rurina. Nn, chu, chuuuuu…♡♡♡♡.

—…¿En serio? ¿Cuánto van a seguir?

—Chu, chuuuuuu… …Puha…♡♡♡♡. Listo, Shinji-kun. Por tu buen trabajo. Tu polla está impecable ahora.

—Gracias. Bueno, ¿a las aguas termales ahora?

Finalmente, los tres se sumergieron en las aguas termales tras terminar de coger en el área de lavado. Con Shinji en el centro, las chicas se recostaron contra él en el agua, entregándole la mitad de sus cuerpos.

—Oigan, ¿qué les pasa? ¿No ven que pesan un poco…? Y además, no me puedo mover…

—No seas quejumbroso. ¿Te das cuenta de que estás en un baño con dos bellezas como nosotras? Mejor sé más agradecido.

—La última vez que entramos juntos a un baño tan grande fue en el viaje escolar, ¿no?

—Cierto. Y también fue un lío porque él no se estaba quieto.

Para las universitarias tras la roca, la conversación era incomprensible. Pero una cosa quedó clara: ese chico insignificante había esclavizado por completo a las chicas con su polla y su técnica sexual.

Nanoka y Sachiko, atrapadas en las aguas termales, no podían huir aunque lo desearan. Sus cabezas seguían repitiendo los sonidos obscenos de la penetración que acababan de escuchar, mientras el calor las mareaba.

Mientras tanto, Masahiko, esperando solo en su habitación a que regresaran del baño, se rascaba la cabeza confundido.

—¿Qué las está demorando tanto? ¿Cuándo podré entrar yo a los baños termales? —decía para sí, inclinando la cabeza.

Dentro del agua, Shinji y las dos chicas seguían enredados, frotándose entre ellos:

—Mmm… Shinji ♡. Dijiste que no podías moverte, pero estas manos no dejan de agarrarnos las tetas…

—Ah, Shinji-kun…♡.

—Ah, espera ♡. No me pellizques los pezones… Ngh ♡. Ah ♡.

Pronto, los tres terminaron en una posición frontal dentro del agua, con Shinji enterrado profundamente en ellas una vez más.

—Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡. Ah ♡.

—Ngh ♡. Ah ♡. Dios… ♡. Es increíble, Shinji-kun ♡♡♡.

Abrazándose los unos a los otros, haciendo olas en las aguas termales, Shinji las llevó al clímax antes de vaciarse dentro de ellas, una por una. Incluso dentro de la bañera no dejó de correrse dentro de ellas.

—Haah ♡. Haah ♡. …Ngh ♡. Haaa… ♡.

—Rurina-san, ¿te pudiste correr bien?

—Sí… Como loca ♡. Shinji, bésame…♡.

—Claro, a la orden.

—Ngh ♡. Chuuh…♡.

Shinji era un monstruo de resistencia. A pesar de haber dejado exhaustas a ambas tras habérselas cogido a las dos a la vez, no mostraba señales de cansancio. No por nada tenía fama de haber dejado sin fuerzas a un número de doble dígito de chicas en una sola noche durante el campamento de tenis femenino.

Rurina y Sumika habían planeado aprovechar el viaje para «agotarlo» y evitar que mirara a otras, pero sus cálculos estaban muy equivocados.

Nngh . Al contrario, nosotras somos las que…

Las que acabamos de recordar que somos las mujeres de Shinji-kun… .

Incluso dentro de la bañera con aguas termales, los dos habían sido llenadas hasta el tope con su semen. Al salir del agua, se aferraban al chico como si sus cuerpos ya no pudieran sostenerse por sí solos. Dejaron el área de baño mixto emanando un aura obscena, como si estuvieran diciendo a gritos que continuarían cogiendo en su habitación.

Mientras tanto, Nanoka y Sachiko que se quedaron atrás…

—…Ah, e-empecemos a salir…

—…Sí-sí…

Con sus cuerpos ardientes de excitación, evitando mirarse entre sí, salieron del agua justo antes de que el calor las hiciera desmayarse.

Se pusieron sus yukatas apresuradamente y al salir del vestuario, se encontraron con Masahiko.

—¡Oh! ¿Al fin salieron? Me empezaba a preocupar, estuvieron ahí dentro demasia… ¿Por qué tienen la cara tan roja? Parecen pulpos hervidos.

—¡Ci-cierra la boca!

—Auuuh…

Los tres comenzaron a caminar de vuelta a sus habitaciones.

De haber terminado ahí, quizás Nanoka y Sachiko hubieran podido convencerse de que lo que vieron fue solo una alucinación provocada por el vapor.

Pero así como las polillas son atraídas por la luz, o como los detectives en las novelas siempre terminan en escenas de crimen, las mujeres con instinto fuerte parecen congregarse instintivamente alrededor de los machos dominantes.

Al llegar frente a sus habitaciones contiguas, Nanoka, Sachiko y Masahiko exclamaron en secuencia:

—…¡Ah!

—…¡¿Eh?!

—…¿Hm?

—¿Pa-pasa algo? ¿Hice algo…?

Era el mismo chico que habían visto durante el día. Aparentemente, se alojaba en la habitación justo al lado de la de ellas.

En ese momento, la puerta frente a él se abrió desde adentro, revelando a una chica con yukata llamativo.

—Oye Shinji, ¿trajiste los jugos que fuiste a comprar?

—Sí, Rurina-san. No tenían la leche de soya con plátano que querías, pero traje la normal. Perdóname.

—¿Hah? Como sea, pásalo.

Con este intercambio, Nanoka y Sachika lo entendieron todo. …No, en realidad lo habían sabido desde el momento en que vieron su rostro.

Este era el mismo chico que, no hacía mucho, había estado convirtiendo a dos chicas en sus mujeres sumisas justo frente a sus ojos en el baño termal.


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